Disclaimer: Todos los personajes son propiedad de J.K. Rowling.
Segundo capítulo
La vida de Draco Malfoy parecía para todos sus compañeros de Slytherin, una vida realmente perfecta y no había alguno que no la envidiara aunque fuera en un solo aspecto: era inteligente, atractivo, pertenecía a una de las familias más ricas y poderosas, era "sangre limpia" y sobre todo su padre pertenecía al circulo de mortífagos más cercano a Voldemort.
Pero ellos solo conocían esa parte de la vida de él, nunca se habían preocupado realmente en saber porque era tan arrogante, déspota y muchas veces cruel con las demás personas, y aquellos que alguna vez por curiosidad se habían preguntado el motivo lo atribuían a su misma posición como Slytherin y la forma en que lo había criado su padre, lo más apegado a Voldemort que fuera posible.
Pero nadie conocía o sabía quien era Draco Malfoy realmente, todos lo veían mas como a un Malfoy, específicamente el hijo de Lucius Malfoy brazo derecho de Lord Voldemort, nadie lo había considerado alguna vez como un individuo, alguien con sus propias ideas y sentimientos.
Durante la mayor parte de su vida, Draco vio a su padre como a un ser supremo y fuera de este mundo, poseedor de todos los conocimientos y de la verdad absoluta. Por ello, seguía al pie de la letra todas sus instrucciones y nunca dudaba en cumplir sus ordenes. Pero no todo se basaba en respeto y admiración, también en un profundo miedo de los castigos que obtendría al desobedecerlo... tan solo recordar la vez en que le sonrió amablemente a un niño muggle y recibió no solo una fuerte reprimenda, sino también severos golpes que nunca olvido, era bastante para no pensar si quiera en desobedecer.
Pero ahora, Draco había cambiado parcialmente, en su interior ya no creía en lo que hacía y veneraba a su padre, se había dado cuenta que él no quería ser una fiel imitación de sus ancestros y mucho menos de su padre... caer en cosas tan viles como matar a niños inocentes.. solo por pura diversión.
Tan solo un año antes, el verano pasado, Draco había sido testigo de la escena más cruel y espantosa de su corta vida, su padre dijo: "Es hora de que conozcas como se divierte la gente de verdad"... Cada uno de los mortífagos presentes a la reunión inflingió una herida con una filosa daga a una madre muggle y a su pequeño hijo de brazos, después de verlos sufrir y suplicar lo suficiente, aplicaban el Crucio para que murieran de dolor puro.
Ese suceso fue el causante del cambio interno de Draco, tan solo recordar las desalmadas risas de todos los amigos de su padre al ver sufrir a la inocente mujer lo hacían saber que el no quería terminar así.
Ahora se preguntarán ¿porque entonces la actitud arrogante en la escuela? si su padre no estaba cerca... la respuesta: una barrera para que nada ni nadie pudiera conocer sus verdaderos sentimientos.
Pero Draco estaba cansado. Cansado.. de no conocer el amor ni la verdadera amistad.... su madre?? Demasiado débil para enfrentar a su padre... y amigos?? Más bien supuestas amistades por conveniencia y en el caso de Crabbe y Goyle, primero que nada su padre y aunque no fuera por eso eran tan buena compañía como un vil pedazo de hojalata.
¿Qué había decidido hacer este verano para evitar la desagradable compañía de su padre? Aunque sabía que casi siempre estaría solo en casa, era preferible a irse a que en las contables ocasiones en que viera a su padre, éste le hablara de su futuro, un futuro del que no quería saber nada...ser un mortífago. Se iría de casa, bueno no se fugaría!! el mismo sabía que era tonto hasta en sus sueños más locos, lo que haría era irse al famoso hotel en Francia: "Le château".
Sabía que su padre aceptaría, porque ahí siempre se encontraba lo más refinado de la sociedad tanto francesa como inglesa. Draco muy bien sabía que estaría la mayor parte del tiempo en su habitación, ya que prefería la soledad a tener que convivir con esas personas tan fatuas. Pero no importaba, para él la soledad era como un amigo tranquilizante y consolador que lo dejaba actuar como mejor le pareciese.
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Draco se acercó a la recepción del hotel seguido de más de un par de elfos domésticos cargando sus pertenencias: "Bonjour, je suis Draco Malfoy, vous me donnerais svp la clef de ma pièce, je faire mon réservation dernier semaine." (Buenos Días, soy Draco Malfoy me podría dar la llave de mi habitación, hice mi reservación la semana pasada.)
La mujer de la recepción le contestó coquetamente: "Bonjour cher Monsieur Malfoy, ici j'avoir le clef votre pièce, être très heureux que vous être staying ici." (Hola querido Señor Malfoy, aquí tengo la llave de su habitación, estamos muy complacidos de que se vaya a hospedar aquí.)
"Merci beaucoup, voyez-vous plus tard!" (Muchas gracias, la veo más tarde!) se despidió y rápidamente empezó a subir las escaleras del hotel, sin parar de caminar hasta que se encontró su habitación.
Su ropa ya se encontraba ordenada, los elfos domésticos habían seguido sus instrucciones y seguramente ya se encontraban en la Mansión Malfoy para ese momento. Draco se acostó en la cama, mientras pensaba:
"Es tan bueno estar aquí, no habrá nadie que me moleste solo tendré que evitar bajar al restaurante en horas concurridas. Es mejor que me cambie, ya son más de las 5 y no debe de haber nadie comiendo. Además no he comido nada desde ayer."
Se acercó a su armario, se podría decir que todo lo que tenía era negro y no tendría porque ponerse a escoger, pero después de cinco minutos de ver que quería ponerse eligió una camisa y un pantalón, negro por supuesto, que seguramente costaban bastantes galeones.
Mientras bajaba las escaleras, su mente parecía estar en otro mundo ya que no se fijó que una linda jovencita iba saliendo del restaurante y tropezó con ella.
" Je suis-vous très désolé, allez-vous bien?"(Lo siento mucho, se encuentra bien?) se apresuró a decir, a la vez que ayudaba a la joven a levantarse.
Cuando le estaba tendiendo la mano, observó detenidamente su figura y rostro. El mismo se vio sorprendido por sus pensamientos: "No esta nada mal, pero seguramente es una de esas chicas engreídas que tanto le agradan a mi padre."
"Je vous remercie. Oublier le. Le était mon tort le utilisée à être distrait."( Gracias. No se preocupe. Fue mi culpa estaba distraída.) la joven la agradeció utilizando un francés con un acento extraño... "Debe ser extranjera."pensó Draco.
Pero dejó de pensar al ver la cara de la joven, una mezcla de asombro y reconocimiento: "Malfoy?? No puedo creerlo!!.. Eres tú??? Empezó a decir la joven al mismo tiempo en que se soltaba de su brazo.
"Sí, soy Draco Malfoy. Acaso te conozco?? Justo lo que me faltaba sabe quien soy, ahora empezará a decir que... pero la risa de la chica lo volvió a la realidad.
"Ja, ja, ja, ja!!! En serio no sabes quien soy? No puedo creerlo! La frase sangre sucia no te refresca la memoria?"
"Errr..Granger..mira, se quien eres. La verdad no quiero problemas... adiós."Draco se despidió dejando a Hermione más sorprendida que antes.
Mientras veía a Draco metiéndose al restaurante Hermione se hacía una infinidad de preguntas: "Pero.. qué es lo que le pasa?? Qué no quiere problemas??..hasta fue amable conmigo cuando no sabía quien era. Todo esto es muy extraño, ni siquiera empleo su tono afectado de siempre."
"Mejor dejo de pensar en él, solo me confundiré más." Fue la frase con la que Hermione intentó sacar de su mente a Draco Malfoy, pero de nada sirvió ya que toda la tarde de alguna forma u otra el recuerdo de sus acciones y palabras llegaba a sus pensamientos.
Esa tarde cuando Hermione bajo a comer después de una exhaustiva sesión de estudio no tuvo nada digno de mención, ya que Hermione pudo estar sola, justo a esas hora toda la gente o sino la mayoría se encontraba en los alrededores del hotel.
Fue hasta que tuvo ese encuentro con Draco Malfoy que habló con alguien que no fueran la recepcionista y el mesero.
"Daré una vuelta por el hotel, no he tenido oportunidad de conocerlo." Hablaba consigo misma mientras pasaba por unos bellos jardines llenos de flores que no conocía y una fuente con agua cristalina.
Cuanto más caminaba alrededor del hotel, más se percataba del seguro elevado costo que tenía: hermosos jardines, restaurantes, salones, albercas, centros de reunión..., todos ellos decorados exquisitamente.
Mas o menos alrededor de las ocho de la noche, Hermione se encontraba de camino a su habitación, acababa de terminar su largo recorrido por el hotel y cuando pasó por un jardín un poco alejado de lo demás decidió sentarse cerca de un gran árbol.
No había parado de caminar en varias horas y estaba bastante cansada por lo que no se dio cuenta de que un apuesto joven de cabello oscuro y ojos marrones la venía siguiendo desde hace unos cuantos minutos.
"YA!! Deja de pensar en él."se seguía diciendo a si misma Hermione "Malfoy ni siquiera se debe acordar de que te vio para estos momentos y tu no te lo puedes sacar de la cabeza por un incidente estúpido."lo que ella no sabía es que él al igual que ella estaba pensando en lo mismo.
"Se puede saber en que piensa una joven tan bella?"una voz suave y un poco fría pregunto.
Hermione se asustó al no pensar tener compañía y rápidamente se paro, fue entonces cuando vio al joven que la mira con gran curiosidad.
"Mi nombre es Keagan Eytinge. Puedo saber el nombre de esta hermosa dama? habló el desconocido que ahora tenía un nombre, repitiendo por segunda vez lo que pensaba acerca de Hermione.
"Oh! Disculpe, soy Hermione Granger. Es un placer conocerle."respondió educadamente a la vez que observaba el aspecto del muchacho.. tez blanca, era alto y se veía bastante fuerte, vestía un pantalón negro y una ligera camisa blanca.
"Mucho gusto, Hermione.."le susurró al oído delicadamente.
Un escalofrío recorrió el cuerpo de Hermione mientras Keagan decía eso, por ello se alejo un poco y intistivamente cruzo sus brazos alrededor de su cuerpo.
"Eres de Hogwarts? Inquirió acercándose apresuradamente a ella.
"Ehh.. sí y tu a que colegio asistes?"un poco nerviosa le contestó Hermione mientras se sentaba nuevamente de bajo del gran árbol.
"No sabía que Hogwarts tuviera tales bellezas.."al ver la cara de ella respondió a su pregunta mientras se sentaba cerca de ella "AH, soy de Durmstrang."
"Mmmm..yo conocí a un chico de Durmstrang, me imagino que lo conoces también." Dijo Hermione tratando de hacer conversación para quitar su penetrante mirada de su cuerpo.
"Cómo se llama?"Keagan se alejo de Hermione al decir esto porque se dio cuenta de la incomodidad de la joven.
"Viktor Krum, no he sabido nada de él desde de hace un año, lo conocí cuando iba en cuarto curso."Hermione se relajó notablemente después de eso y tuvieron una conversación bastante animada después de eso.
"Que agradable me parece Keagan, no tendré que estar todo el tiempo sola durante el verano, me imagino como se va a poner Ron cuando le cuente nunca le han agradado mis amistades con los de Durmstrang...tan solo de recordarlo en cuarto año con Viktor."pensaba Hermione mientras Keagan bromeaba acerca del director que les habían puesto después de la muerte de Karkaroff.
"Hermione??Sigues aquí??" Keagan decía mientras pasaba la palma de su mano frente a los ojos de ella y la miraba intensamente.
"Oh, perdón" una apenada Hermione contestó "Me perdí en mis pensamientos. Estaba imaginando lo que decías acerca de tu director, debe ser horrible!"
"No es para tanto, estamos acostumbrados a esos tratos, pero me imagino que ustedes lo deben ver raro teniendo a Albus Dumbledore como director."sonría al decir esto Keagan.
"Sí, es un maestro y director excelente. Todos en Hogwarts lo admiramos de una u otra forma."fue al decir esto cuando Hermione vio que Keagan se encontraba ya bastante cerca de ella.
Al tratar de alejarse, él la tomo bruscamente del brazo y la acerco hacia si mismo. Al ver la cara de horror de ella: "Lo siento, es que pensé que te ibas y quería estar un rato mas contigo."diciendo esto Keagan trataba de ocultar su agresivo gesto anterior.
Hermione incomodada nuevamente y un poco sorprendida por su comportamiento se paró y empezó a despedirse cuando él la rodeó con sus brazos y con una mano le tapo la boca: "Mira, quería llegar a ti de buena forma, pero es muy difícil. Ahora se harán las cosas a mi manera."grito Keagan.
"Ah...mmm."desesperadamente Hermione trató de salir de sus brazos y de gritar por ayudo. Se daba cuenta ene se momento de sus verdaderas intencione. No busca su amistad o pasar un buen rato con ella, no el importaba que ella fuera inteligente o agradable. Lo que a él le había llamado la atención era su cuerpo y eso es lo que quería.
"Malditas ropas!! Eres una estúpida por dejarte engañar así. ¿Qué es lo que esperabas? Nadie te puede ayudar aquí, busco el preciso instante en que entraste al jardín mas apartado para acercarte a ti y poder obtener lo que quería."pensaba Hermione mientras sollozaba y luchaba por poder escapar, se daba cuenta que de nada valía gritar.
Hermione mantenía los ojos cerrados mientras él le ordenaba que se calmara: "Cálmate, todo será más fácil así y te dejaré ir más rápido."
Cuando Hermione creía que ya no podía seguir resistiéndose más, sintió como los brazos de Keagan perdían fuerza y vio el porque al abrir los ojos. Un hombre le había dado un puñetazo en la cara.
Aprovechando la situación, Hermione se libró de su atacante y al tratar de caminar se dio cuenta de que no tenía ya fuerzas. Tenía que buscar alguna forma de ayudar a su defensor, ya que se había dado cuenta de que éste tenía una figura esbelta y delicada y seguramente su fuerza no se comparaba con la de Keagan.
Mientras oía los golpes y los gritos de ambos hombres, buscó en sus bolsas su varita, pero casi al instante se percató de que la había dejado en su habitación para que no se viera abultada en su pantalón. "Soy una imbécil, por la vanidad ahora me encuentro en esta situación."se regañaba a la vez que buscaba una solución.
Sus propias discusiones no la dejaron ver que en un momento en que Keagan se distrajo el esbelto joven había logrado darle un excelente puñetazo en la cara, dejándolo temporalmente inconsciente.
Fue cuando sintió que alguien consideradamente la ayuda a ponerse en pie tomándola de los brazos, que volteó a ver a su salvador creyendo que era Keagan para burlarse de ella y del amable joven que la había intentado salvar.
"Malfoy??"sorprendidamente y con un tono de agradecimiento preguntó Hermione soltándose de sus brazos.
"Si Granger, a quien querías al maldito de Potter." Respondió Draco cambiando sus antes suaves maneras por unas más agresivas y volteándose para que ella no viera su cara apenada y de decepción.
"Lo siento, lo que pasa es que nunca pensé en que llegara el día en que tu hicieras algo por mí."dijo Hermione acercándose a él y poniendo una mano en su hombro. "Te lo agradezco muchísimo."le habló suavemente.
Al oír esas palabras de gratitud, Draco Malfoy se sintió bien. Era la primera vez que alguien por alguno motivo le agradecía sinceramente por algo que el había hecho. "No fue nada, ven, sígueme. Puede despertar en cualquier momento."
Hermione no tuvo tiempo de sorprenderse por ese repentino cambio de actitud, ya que Draco empezó a caminar y volteando a verla hizo un gesto para que lo siguiera."
Draco Malfoy diciendo que algo que el había hecho no tenía importancia y todavía mas ayudando a Hermione Granger...una sangre sucia. Eso si que era un cambio.
(Espero que este capítulo este capítulo este mejor que el anterior.)
