Título: Mi príncipe especial

Autor: chibineko

Nota: Los personajes de esta historia pertenecientes a la serie "Card Captor Sakura" pertenecen al grupo CLAMP y Kodokawa Shoten.

Sidestory 2: Una guardiana de leyenda

Las vacaciones de invierno habían comenzado ya hacia poco más de una semana. Sakura se encontraba sentada en la sala viendo una revista mientras que desde la cocina podía dejarse escuchar las vibrantes notas de las melodías que salían del pequeño radio de su padre, que en aquellos momentos se encontraba cocinando el almuerzo junto a su pequeña ayudante.

Kero por su parte había salido en la mañana a causa de un reto en un juego de video hecho por Spy; mientras que Touya (quien de milagro no trabajaba ese día) se encontraba en casa de Yukito estudiando muy duro para el examen de ingreso a la universidad, la verdad era que ambos adolescentes se estaban esforzando mucho en verdad desde hacia meses... casi desde el inicio del que fuera su último año de preparatoria.

Sakura suspiró mientras cerraba la revista para luego dejarla a un costado. Pronto su hermano iría a la universidad, y como había escogido, al igual que Yukito, la del campus CLAMP en Tokyo; pues eso significaba que ambos se irían a vivir a Tokyo por un muy largo período de tiempo... años en realidad. Sakura volvió a suspirar... tal vez por eso era que ahora trataba de molestarse lo menos posible con Touya por todas las veces que la andaba fastidiando... pero sea como fuere, la verdad es que ya estaba extrañando a su hermano y a su querido amigo Yukito por adelantado.

Claro que en realidad el que tenía planes de partida más próximos era en realidad su papá, puesto que en unos días más viajaría a una expedición a China... y eso era algo que ya se dejaba sentir en el ambiente. Sakura sonrió al recordar a la señorita Momiji venir una y otra vez arrastrando al señor Sano con la intención de mostrarle cada vez un modelo de ropa más excéntrico que el anterior para su nuevo 'guardarropa de trabajo', a su papá. Ya había traído como 10 modelos (de seguro y debía de haber comprado mucho en esa tienda para que le dejasen sacar cuantos modelos quisiera y sin pagarlos!), claro que era obvio que ya había elegido como 5 en lugar de los 3 que se impuso como máximo; y hubiesen sido más y el señor Sano y su papá no la convencían de que ya era más que suficiente con eso ^__^UU

En fin, Sakura se levantó del sofá y se encaminó a la cocina, y tuvo que esbozar una sonrisa al ver a su papá llevarse una zanahoria a los labios a manera de micrófono mientras que actuaba como si cantara la canción de la radio... ¡Como había cambiado su papá en los meses que Adry llevaba en la casa!, si antes era una persona alegre y jovial ahora lo era muchísimo más aún. Entonces Fujitaka miró a su hija entrar a la cocina y le sonrió mientras que con un ademán la invitaba a pasar a su lado y al de Adry.

- "¡Ven hijita!. El almuerzo ya casi esta listo, solo falta la ensalada... bueno, rebanar las zanahorias y tomates."- dijo el buen hombre mientras mostraba un poco apenado la zanahoria que aún tenía en la mano.

- "¡Entonces te ayudo!."- dijo alegre la muchacha mientras tomaba su mandil y un cuchillo y se unía a la fiesta que se daba en la cocina.

El tiempo paso como un suspiro mientras terminaban de hacer el almuerzo, y justo a tiempo porque Touya y Yukito llegaron en ese momento, puesto que los días que no trabajaban, se estaban turnando en la casa de Yukito en la mañana y en su casa por las tardes y noches un día, y viceversa al siguiente día... y así sucesivamente. La verdad que a nadie le molestaba aquello, todo lo contrario, tanto Sakura como su papá sentían como si un nuevo hermano e hijo hubiese ingresado esta vez de lleno en la familia; y es que era casi imposible no adorar el hecho de que Yukito pasara ahora mucho más tiempo en la casa Kinomoto, al final el único que se preocupaba por molestar era Yukito u_uU.

Y durante el almuerzo...

- "El almuerzo está muy bueno señor Kinomoto."- expresó Yukito con emoción mientras se llevaba un gran bocado de puré a la boca.

- "Muchas gracias Yukito."- dijo con una sonrisa Fujitaka tal y cual decía cada día unas tres o cuatro veces por cada comida... ¡Si que Yukito se emocionaba con los almuerzos!. Fujitaka volvió a sonreír ante la cara de satisfacción del amable muchacho de cabellos grises- "Pero díganme muchachos, ¿cómo van los estudios?; espero que bien, pues solo faltan un par de meses para el examen de admisión del campus CLAMP... y recuerden que si necesitan algún tipo de ayuda... dinero..."

- "No te preocupes papá."- dijo Touya ante las palabras de su padre- "Sabes muy bien que tenemos suficiente dinero ahorrado con todo lo que hemos trabajado durante estos años."

- "Lo sé hijo, pero soy padre al final de cuentas... y sabes muy bien que siempre estaré allí para ti."

- "Lo sé papá... lo sé."

- "¡Y lo mismo va para ti Yukito!."- argumentó alegre el señor Kinomoto, a lo cual Yukito lo miró con los cachetes inflados por la comida y de paso un poco sonrojado, y solo atinó a asentir aún un poquito más sonrojado.

Y cuando por fin Yukito terminó de pasar el graaaaaaannnnn bocado de comida por fin habló...

- "Y usted señor Kinomoto, ¿ya está listo para su gran viaje a China?... ¿A donde dijo que iba?."

Fujitaka sonrió y comenzó a explicar...

- "Voy a un lugar entre las montañas, en una ciudad que se llama Chengdu. Hace poco se descubrieron los indicios de una especie de templo donde es posible que se diese una veneración a una divinidad local. En realidad es una suerte el haber sido llamado para esta expedición, hacía mucho que no me convocaban para algo tan importante."- terminó de decir el señor bastante extasiado ante la mirada de sus hijos, Yukito y la pequeña Adry, quien estaba comiendo en un platito en una esquinita de la mesa.

- "Pero igual cuídate mucho papá. Vas a estar fuera por un mes completo, y a pesar de todo sabes que eso nos preocupa un poco."- dijo Touya de tal manera que pareciera que los papeles de padre-hijo se habían invertido por un momento.

- "No te preocupes hijo mío."- Fujitaka Kinomoto esbozó una gran sonrisa- "tengo demasiado por lo cual regresar a casa en buen estado; me cuidaré mucho. Por lo pronto tengo que terminar de arreglar los últimos detalles antes de mi partida pasado mañana."

- "¡En la noche te termino de ayudar con las maletas papá!."- dijo Sakura animada, a lo que el buen profesor sonrió con ensoñación; y tras lo cual pronto el tema de conversación volvió a cambiar y así todos hablaron animosamente hasta que se terminó el almuerzo.

**********

- "¡¡¡AMOOOO!!!"- gritó la pequeña felina mientras que veía la imagen del amo Fujitaka alejarse cada vez más, pero sea como fuere ella tenía que alcanzarlo.

Adry corrió aún más rápido entre la espesa niebla logrando por fin alcanzar la figura que aun en aquellos momentos se alejaba, más justo cuando parecía que por fin lo estaba alcanzando, un par de sombras salieron de la nada, envolviendo al buen hombre y tiñendo todo el panorama de rojo.

*¡¡¡¡¡¡¿¿¿¿¿¿¿¿¿???????????!!!!!!!*

Adry se despertó asustada, jamás había tenido pesadilla más espantosa, ¡Ni siquiera cuando aún vivía con su antigua ama en la lejana China!. Respiró profundo y se dio cuenta que aún era de noche, y que tanto Sakura como Kero dormían de manera tranquila. Se levantó de la cama de Sakura, donde se había acomodado horas antes... necesitaba caminar, distraerse de alguna manera para que aquella sensación la dejase de una vez por todas.

Con cuidado recuperó por un momento su monumental forma de bestia guardiana para evitarse los líos de abrir la puerta, y una vez fuera de la habitación recuperó su pequeña forma falsa. Eran recién la 1:29 de la mañana por lo que había logrado ver en el reloj despertador de Sakura, pero todo el sueño se le había quitado; y pensando en lo que fuese siguió caminando por un momento de manera distraída hasta chocar con algo. Al levantar la vista vio a un refunfuñante Touya mirarla con desdén.

- "Joven amo Touya."- susurró la pequeñita justo antes de exhalar un gran suspiro.

- "Veo que encontraste el origen del ruido, To-ya."- señaló un empijamado Yukito justo antes de levantar a la gatita del suelo y dirigir hacia ella su atención- "¿Que pasa pequeña Adry?... ¿no puedes dormir?."- comenzó a preguntar el gentil muchacho mientras acariciaba el pelaje de la pequeña rumbo a la habitación del hermano mayor de Sakura.

- "Perdón joven Yukito, no era mi intención incomodarlos."- señaló la minina con otro suspiro, la verdad que aquel sueño la había dejado muy preocupada.

- "Haces mucho ruido... eres una bicho-monstruo."- dijo Touya cerrando la puerta tras de si y dirigiéndose hacia un pequeño cúmulo de libros y apuntes sobre la mesa.

- "Interrumpí sus estudios."- dijo más para si misma que para los otros la pequeña ahora más triste aún- "Lo siento."

- "No, ya es tarde y estabamos a punto de guardarlo todo Adry... no te preocupes. ¿Pero que haces caminando por la casa a esta hora?; además te ves algo triste..."- Yukito vio preocupado a la pequeña.

- "No es nada importante."- dijo la pequeña tratando de no sonar alarmada... después de todo ella no tenía porque preocuparse por un sueño, la de las premoniciones en los sueños era Sakura, no ella.

Mas Touya miró a la felina de manera profunda, y pronto llegó a la conclusión correcta.

- "Es por mi padre, cierto?. Es por su viaje, porque ya se va hoy por la noche..."

Adry miró al suelo mientras Yukito la dejaba en la cama, y esta se decidió por fin a hablar.

- "No es nada importante, tuve un mal sueño y eso es todo. Creo que estoy preocupada, eso debe de ser. Después de todo soy la guardiana encargada del bienestar del amo Fujitaka, y es la primera vez desde que llegue que se va a una excavación... pero no será la última... y..."- Adry daba explicaciones vagas de lo que sentía y pensaba, pero la verdad no se estaba explicando del todo, y Touya la miró arqueando una ceja... la interrumpió.

- "¿Tuviste un mal sueño?. De que se trataba... ¿Has estado preocupada por el viaje antes?."

Adry miró a Touya algo pensativa, ¿por que tantas preguntas de repente?, después de todo no era para alarmarse tanto, el amo Fujitaka ya había salido muchisimas veces a expediciones, no era la primera. Sin embargo Adry debía de admitir que algo había estado oprimiendo su pecho los últimos días, una cierta sensación... más le había restado cualquier importancia. Sin embargo le contó aquello y también su pesadilla a los dos jóvenes, y Touya miró a Adry preocupado, pasó la mano por sus cabellos en un gesto inconforme y se mantuvo callado un momento después de que la pequeña terminó de hablar.

- "¿Sucede algo To-ya?."- preguntó preocupado Yukito a su amigo.

- "Es solo que... esta sensación... me ha perseguido durante días. Siento que algo no va a estar bien con este viaje, pero no tengo ningún fundamento para decirle a papá que no vaya. Esto es importante para él... pero..."- Touya calló por un momento y volvió a mirar a la pequeña- "Tengo un favor que pedirte bicho."

- "Un favor?..."- Adry miró a Touya preocupada, a pesar de que ella sabía que le agradaba a Touya y que el joven ciertamente confiaba en ella, él nunca antes le había pedido favor alguno.

- "Por favor acompaña a mi padre a China."- dijo el joven con voz cansada y preocupada a la vez- "Hay algo... no sé lo que es, pero eres la única a la que le puedo pedir esto. No va a querer que yo lo acompañe... y no le quiero decir a Sakura porque se va a preocupar mucho... además aún de ir con él no nos dejará ir a la excavación, y es de ese lugar del cual tengo este presentimiento... cada vez que habla de las ruinas esas, este escalofrío me recorre..."- Touya parecía en verdad mortificado, y Adry estaba cada vez más asustada por las palabras del joven- "Sé que si tu te apareces de alguna manera, él te llevará a su lado siempre, no estarás lejos de él... y si hay problemas podrás protegerlo. Yo me encargo de todo... tu solo di que si... incluso le diré al monstruo todo, yo le explicaré y le pediré que nos ayude también... por favor."

Adry miró a Touya atónita, asustada... y decidida. Asintió al pedido del joven muchacho y suspiró.

- "Así que eso era lo que te tenía preocupado."

- "Si Yuki... siento no habértelo dicho, pero necesitaba pensar que hacer..."

- "Olvídalo, si hay algo en lo que pueda ayudar, alguna cosa que necesites conseguir."

- "OK, cuento contigo."

Y pronto los dos jóvenes y la pequeña Adry se enfrascaron en una charla acerca de lo que era necesario para llevar a cabo dicha empresa... así como el momento en que se lo dirían todo a Sakura y Kero, de preferencia a primera hora de la mañana.

**********

- "¡Que tu quieres que mi Adry QUEEEE?????!!!!!"- Kero no daba crédito a lo que escuchaba, ¡el pesado del hermano de Sakura quería que su amada se alejase de él durante todo un mes!.

- "Pero Kero... tal vez sea la única manera de proteger al amo Fujitaka..."- la pequeña Adry trataba por todos los medios de calmar al pequeño guardián de las cartas mediante un poco de razonamiento lógico.

Por su parte Sakura miraba a su hermano preocupada, la verdad que ella también había tenido una cierta sensación desde hacia un tiempo por el viaje de su papá, pero había preferido no decir nada puesto que creía que era tan solo debido a la natural preocupación que sentía siempre. Touya miraba a su hermana también, intuyendo lo que pensaba... y de paso al pequeño peluche que ya se le estaba haciendo IN-SO-POR-TA-BLE.

Finalmente todos se pusieron de acuerdo para ayudar al viaje de la pequeña Adry en el equipaje del señor Kinomoto. Había costado convencer a Kero, pero el pequeño sabía que tantos presentimientos hacia lo mismo no eran para pasarlos inadvertidos; aunque eso no quitaba el hecho de que no quería a su gatita lejos... pero la decisión ya estaba tomada.

- "Pero que conste que mi aceptación ha sido parcialmente coaccionada."- dijo con un pucherito el pequeño felino antes de abrazar a Adry y pedirle que se cuidase mucho- "¿Y ahora que quieren que haga?."

- "Miren, anoche lo discutimos con Yukito, y ya tenemos la lista de lo que se necesita. Yo ya hice una llamada y conseguí un par de pequeños balones de oxígeno y una mascarilla... Yukito fue a buscar lo necesario para que Adry no se muera de hambre durante el viaje. Necesitamos ahora armar algo para evitar que la bichito sea aplastada por el equipaje..."

- "¡A quien le llamas bicho!."

- "Tranquilo Kero..."- Sakura y Adry tenían cada una gran gota.

- "No me interrumpas peluche latoso."- Touya no ayudaba mucho tampoco. Finalmente ambos terminaron la discusión con chispitas que saltaban de sus ojitos y un 'grrrr'. Luego de eso Touya continuó- "Como sea, yo me puedo ocupar de la armazón para evitar que la aplasten... pero debe haber algo que puedas hacer con tus cartas para evitar que sea detectada por los monitores cuando revisen el equipaje... o por los guardias que seguramente abrirán en algún momento el equipaje"- terminó de decir el joven mirando a su hermana.

- "Ya veo, así que allí es donde entro yo."- Sakura ahora entendía el plan a la perfección.

- "Así es, y tienes hasta las 5 para descubrir como lo haces, porque las 6 de la tarde partimos a dejar a papá al aeropuerto."

- "Bueno, con lo de los guardias de aduanas puedo arreglarme... la carta Illusion puede ayudarme, aunque tendré que ver como hago para que mi hechizo se active incluso en China si es que abren allí la maleta, no creo ser tan fuerte... aunque..."

- "Aunque que..."- Touya preguntó impaciente al ver que su hermana se veía pensativa.

- "Si le pido a Eriol y Shaoran que me brinden algo de su poder mágico... si hacemos que Adry nos envíe alguna clase de señal... ¡Iré a hablar con Tomoyo y los chicos!, de seguro que ellos también pueden ayudar."- y Sakura salió corriendo de la habitación de su hermano, que eran donde habían estado discutiendo hasta ese momento.

Touya por su parte suspiró fastidiado... ¡Pedirle ayuda a esos mocosos!... grrr... y en especial a ese mocoso chino. Ahhh... pero por esta vez tenía que controlarse, era por el bien de su padre. Sea como fuere las cosas ya estaban en marcha, solo esperaba que todo estuviese listo a tiempo.

**********

Para el final de la tarde todo estaba listo. Touya había trabajado duro para lograr el armazón que había ideado tan minuciosamente en su mente (y es que la gatita le preocupaba más de lo que por lo general demostraba =n.n=), mientras que Yukito había conseguido todo lo que creyó iba a necesitar la pequeña para no morir de hambre en tan largo viaje... aunque la verdad que exageró un poco =-.-=U. Por su parte la pequeña Sakura había tenido gran ayuda de sus compañeros, puesto que tal y como lo pensó en un principio, tanto Eriol como Shaoran aceptaron más que gustosos el poder ayudar con la ilusión para engañar a los agentes que pudiesen revisar el equipaje, mientras que Tomoyo se las arregló para conseguir en tiempo record un dispositivo electrónico que engañara el sistema de revisión de equipaje del aeropuerto... ¡Todo listo!. Ahora si el único problema era ver como hacían para lograr llevar el plan a cabo sin que el buen profesor se diese cuenta, puesto que si algo no iba a pasar por alto Fujitaka Kinomoto era despedirse de toda la familia... COMPLETA... y eso incluía a la pequeña Adry... en el aeropuerto mismo. Finalmente se decidió que se haría uso de la carta Time para dicha empresa; nadie quería hechizar al buen maestro de aquella manera congelándolo en el tiempo, pero era necesario, y con ayuda de la carta Shield se protegería del hechizo a los que debían de actuar para armarlo todo.

Llegó la hora de partir y el profesor se sorprendió y alegró al ver que además de sus hijos, Adry y el joven Yukito, también iban a despedirlo los pequeños amigos de su hija... el profesor en realidad se sentía querido y apreciado. Abrazos efusivos y grandes deseos de un buen viaje llenaron el corazón de Fujitaka de un gran júbilo, y cuando tanto cariño hizo que se le hiciera un poco 'tarde' como para hacer las cosas con calma, Touya se las arregló para acompañarlo incluso para la revisión de las maletas, y es que se suponía que hacía mucho que el profesor tenía que ir ya por su cuenta (pero para algo sirve el haber trabajado prácticamente de todo en el aeropuerto, allí le tienen confianza), así que luego de esto la protección de Shield envolvió a Touya, este aprovechó para sacar a la gatita de dentro de su mochila así como el resto del equipo e instalarlo en tiempo record mientras todo fuera del escudo se encontraba por completo inmóvil, y no pudo evitar pensar durante el proceso ¿cuantas veces su hermana habría visto la misma escena de inmovilidad a su alrededor?... ese monstruo, tenía demasiadas responsabilidades acarreadas por esas benditas cartas, sobre todo para una niña de su edad. Pero aún dichos pensamientos no evitaron que Touya hiciese todo con gran maestría (no por nada había practicado una y otra vez durante horas), para luego indicar mentalmente a Sakura que ya podía romper aquel hechizo de tiempo.

Luego tanto el profesor como el equipaje partieron con rumbo al aeropuerto de Hong Kong como primera parada, en lo que sería un viaje realmente agotador para la pequeña felina. Todos suspiraron y desearon que nada saliese mal; y junto al prometido de la señorita Momiji (quien estaban seguros haría el viaje de Fujitaka mucho más entretenido) salieron de aquel lugar charlando de manera agradable hasta el estacionamiento. Ahora era cuestión de llegar a la residencia Kinomoto y que lo hechiceros descansasen para estar llenos de energía al momento de que la pequeña guardiana hiciese la señal para ser ocultada al momento de que revisasen el equipaje en Hong Kong... a partir de alli ya ella correría por cuenta propia.

Por su parte Adry se sentía más sofocada que de costumbre... ¡Y el calor la estaba matando!. Pero iba a aguantar sin importar lo duro que fuese... ¿tal vez si dormía en lugar de mantenerse despierta todo el viaje?, podría funcionar. La gatita se acomodó y se aseguró de que la mascarilla de oxígeno no se le pudiese salir, y cerró los ojos tratando de conciliar el sueño, más la horrible sensación que la había asaltado una y otra vez cuando estaba atrapada en aquella historia volvió de pronto a ella... la oscuridad... la soledad... ¡Pero aquello era por el amo Fujitaka!, y la pequeña tuvo que controlar las enormes ganas que tenía de tomar su forma verdadera y liberarse de aquel tormento. Aquella en verdad iba a ser una prueba más que difícil.

**********

Tanto Fujitaka como Momiji y el resto del equipo de arqueología asignado a la excavación se sentían por fin relajados de haber salido del aeropuerto, luego de las interminables colas que había que hacer para cada trámite y para el recojo de los respectivos equipajes, y ahora todos se encontraban abordando las avionetas con las cuales llegarían a su destino final. Era solo cuestión de unas pocas horas más para llegar a la cuidad de Chengdu donde por fin se acomodarían en aquel pequeño pero cómodo hotel donde ya tenían habitaciones reservadas para todos. El viaje fue tranquilo y relajante a pesar de que la avioneta tuvo alguno que otro sube y baja debido a algo de turbulencia. En general la mayoría aprovecho para dormir un poco luego de haber pasado por todos aquellos trámites finales para el ingreso a China.

Una vez que todos hubiesen llegado, abordaron un vehículo que había sido previamente contratado y que los llevó directo al hotel de una vez por todas. Todo el grupo se encontraba impaciente por llegar a sus respectivas habitaciones y darse cada quien un buen baño y luego meterse a la cama a descansar... aunque alguno que otro en realidad querían llegar a la tranquilidad de sus habitaciones para poder estudiar un poco más acerca de la historia del lugar, o para cambiarse y salir a investigar con los lugareños sobre las historias que rodeaban las ruinas antes de ir a dormir. Cada quien tenía su propio estilo para relajarse.

Fujitaka por su parte ingresó con tranquilidad a su habitación (luego de lograr despedirse finalmente de una emocionada Momiji quien se iba a probar una vez más todo su nuevo guardarropa) y colocó sus maletas sobre la cama con cuidado como siempre lo hacía. Se estiró un poco y procedió a abrir su maletín para sacar sus implementos del baño y así poder darse un duchazo a sus anchas. Luego del relajante baño, el buen profesor ingresó de nuevo a la habitación principal y se colocó tan solo un pequeño short, el mismo que iba a utilizar para dormir, puesto que el calor que hacía propiciaba algo de incomodidad al dormir con más ropa. Abrió la maleta principal con gran tranquilidad puesto que pensaba colocar su ropa sin apuro en el pequeño mueble de la habitación y de paso preparar lo necesario para salir al día siguiente... ¡Grande fue su sorpresa al encontrar a una casi desmayada Adry estirada entre su ropa!.

Fujitaka estuvo a punto de sufrir algo parecido a un ataque cardiaco... ¡¡¡SU ADRY!!!. Casi y podría decirse que volvió a la vida al notar que la gatita respiraba aún. La tomó con cuidado entre sus manos y la acunó contra su pecho buscando desesperado el modo de evitar alguna catástrofe... ¡Y es que era un milagro el que tan solo respirase luego de haber estado tantas horas encerrada en el equipaje!. ¿Pero como sucedió aquello?, ¡si él se despidió de la pequeña en el mismo aeropuerto!, ¿cómo se metió entonces a una maleta cerrada?.

Todas aquellas preguntas carecieron de importancia alguna al sentir a la minina moverse entre su abrazo, y el buen hombre lloró de felicidad al verla abrir los párpados y mirarlo fijamente con aquellos rojizos ojitos felinos.

Por su parte Adry sintió los labios tibios de su amo contra su pelaje mientras este la besaba agradecido y repetía su nombre una y otra vez con voz casi llorosa. La verdad que casi y no la contaba. Había estado unida mentalmente a Sakura desde que había llegado al aeropuerto de Hong Kong gracias a la ayuda de los jóvenes Shaoran y Eriol, y una vez que se supo en la habitación del hotel, todo el equipo había sido sustraído mágicamente por intervención de los tres jóvenes magos; pero por alguna razón el amo Fujitaka había demorado demasiado en abrir la maleta, y ella llegó a desmayarse por la falta de oxígeno. Pero ya estaba mejor, y ahora ya incorporada en sus patitas se frotaba contra el pecho de su amo en señal de que estaba en todos sus sentidos. Finalmente Fujitaka se sentó en la cama con la gatita en su regazo.

- "¡Pequeña... esta vez fuiste demasiado lejos!."- Fujitaka dijo aquello en tono de recriminación a la gatita, y sin embargo nunca dejó de acariciarla- "Mi pequeña... pude haberte perdido."- ahora la voz del amo sonaba casi triste, y lágrimas salieron de sus ojos... lágrimas que representaban todo el dolor y la alegría que se pueden sentir en tan solo unos instantes... era confuso, pero era toda una gamma de emociones las que había sufrido el hombre en tan solo unos momentos y eso confundiría a cualquiera. Lo único que el profesor pudo pensar además del bienestar de la gatita en aquellos momentos, era que había tenido suerte en ser uno de los pocos con habitación para él solo.

Pronto Fujitaka olvidó su equipaje y cualquier otra cosa, y haciendo lo que nunca en su vida había hecho, botó a un costado con un brazo el maletín que estaba interrumpiendo el camino de su cabeza a la almohada, y todo el equipaje restante lo empujó al suelo con un pie. Y se acostó un momento aún abrazando a la gatita, pero todas aquellas confusas emociones que pocos momentos antes lo habían hecho casi llorar a mares, también lo habían agotado de manera increíble, y poco después Fujitaka se quedó dormido de manera profunda.

Pasaron algunos minutos en los que Adry ni se movió, solo para estar segura; pero una vez que notó la respiración acompasada de su amo, suspiró.

- "Si... buena que la hice esta vez amo; pero era necesario... necesito protegerlo."- se dijo Adry más a si misma que al hombre que se encontraba profundamente dormido, y en un movimiento rápido se liberó del abrazo y saltó a un costado para quitarle con maestría los anteojos a su amo luego de haber tomado su forma original para luego dejarlos a un lado. Inmediatamente después puso algo de orden al olvidado equipaje, aunque no demasiado (pero es que no podía dejar todo botado!), y finalmente se acomodó entre los brazos de su dormido amo. Ya mañana sería otro día, ya mañana vería como arreglárselas en aquel embrollo.

**********

Al día siguiente Fujitaka despertó bastante temprano, aún teniendo en cuenta todo el cansancio que traía encima luego del viaje; y es que sentía que había algo que debía de ser solucionado. ¡Y recordó de que se trataba aquel asunto cuando vio a la gatita dormida encima de su pecho!.

Fujitaka se permitió echar su cabeza sobre la almohada una vez más y suspirar con resignación antes de, con cuidado, levantar a la pequeña y dejarla cuidadosamente dormida sobre la cama. Se estiró y observó el tiradero de ropa y el resto de su equipaje en el suelo, y como autómata comenzó a ordenar todo mientras que pensaba en como se las arreglaría para evitar que a la gatita le sucediese cosa alguna durante el mes que iba a permanecer en aquel lugar... ¡Y es que no podía decírselo al coordinador de la expedición sin meterse en un buen lío!... pero tampoco podía dejar a Adry sola en una habitación de hotel extraño todos los días durante un mes... sobre todo porque habrían días en los cuales iba a ser necesario estar por más de 24 horas seguidas en el lugar de la excavación. Fujitaka suspiró una vez más mientras tomaba sus enseres y se dirigía hacia el cuarto de baño a darse una gran ducha fría, tal vez eso le dejaría pensar mejor.

Cuando Adry se despertó, escuchó el ruido del agua saliendo del grifo, y supo que su amo se estaba bañando. Observó a su alrededor y pudo notar que ya todo estaba perfectamente ordenado. Se estiró sobre sus patitas arqueando el lomo y recorrió la cama olfateando el ambiente... era extraño, no sentía ninguna amenazante presencia mágica que pusiese a su amo en peligro... pero aún había un largo mes por delante para que aquel imprevisto que pudiese poner la vida de su amo en peligro se presentase... ¡Y ella estaría lista para ese momento!.

Cuando Fujitaka salió de baño con una toalla alrededor de su cintura pudo ver a su pequeña e increíblemente traviesa Adry mirarlo con toda la inocencia del mundo... y una gran gota se posó sobre sus sienes... en fin, ya había pensado en algo e iba a ponerlo en práctica... pero necesitaba la ayuda de Momiji para ello. Bueno, Fujitaka dudaba que la alegre dama se negara a ayudarlo, aunque eso si... esto se lo iba a recordar durante el resto de sus vidas n_nUUU.

Lo primero luego de cambiarse era buscar un buen desayuno tanto para él como para la minina... lo cual en realidad no era tan difícil, era temprano y no había nadie a la vista que pudiese preguntar porque se llevaba el desayuno a la habitación. Luego del desayuno, Fujitaka puso el primer paso de su desesperado plan para la emergencia de turno en funcionamiento, y durante casi 30 minutos, unas gafas se dejaron ver medio escondidas detrás de la puerta de la habitación del profesor... y cuando Momiji pasó frente a la misma con una compañera con la que estaba compartiendo habitación un siseo y una manito que le indicaba que se acercara a la puerta.

- "¿Fuji?."- preguntó Momiji extrañada por el comportamiento de su compañero de trabajo.

Y la confusión de Momiji ante el comportamiento de su amigo fue en aumento cuando al acercarse ella, él la jaló en un dos por tres dentro de la habitación con la misma actitud de un niñito jalando a su amigo para urdir alguno de aquellos planes 'ultrasecretos'.

- "¡Fuji!, ¡¿Se puede saber que rayos te está sucediendo para que te comportes asi???!!!."- la dama se quejó con las manos en la cintura y una actitud de pocos amigos... o por lo menos así lo pensaba ella.

Fujitaka solo atinó a mirar a su amiga con ojitos culpables, y suspirando dejó que una imagen dijera más que mil palabras.

- "¡¡¡La pelusita!!!."- Momiji no podía creer lo que veía- "¡¿Pero cómo?!."

Fujitaka trató entonces de explicar el asunto lo más resumido que pudo, aunque siempre con aquel rostro de culpabilidad y mirando al suelo como un pequeño que había hecho alguna travesura.

- "... y no puedo decírselo a nadie por eso... ¡Se vino de polizonte!. Casi muero del susto cuando la vi en la maleta. Pero ahora no puedo dejarla sola... ni decírselo a nadie... y es por eso..."

- "¿Y es por eso???."- Momiji como que ya intuía lo que venía detrás de esa frase.

- "Y es por eso... que necesito tu ayuda Momiji..."

Momiji miró a Fujitaka con una ceja levantada de manera algo burlona, mientras esperaba una explicación más detallada de las intenciones de su amigo, y ante aquello el buen hombre bajó una vez más la mirada al suelo, ahora con las mejillas un tanto más sonrojadas aún mientras se disponía a hablar por fin.

- "Bueno... es que yo... no puedo dejar aquí a Adry..."- comenzó a tratar de explicar el profesor de manera razonable- "... y pues mi bolsa... es algo compacta..."- Ahhh..., ya!; como que Momiji ya se imaginaba por que ruta iba en sí el asunto- "... pero tu siempre llevas aquellos bolsos, tan... amplios."

- "Ya, y tu quieres que yo lleve a la pelusita a la excavación con nosotros todos los días."- concluyó Momiji de manera categórica.

- "¡Solo durante el viaje de ida y vuelta!."- trató de explicarse Fujitaka para no parecer haber tomado más atribuciones de las que tenía con su amiga- "Yo me haré cargo de la pequeña Adry durante todo el resto del día."

Momiji enarcó una ceja con gracia mientras se acercaba a la ya bastante conocida por ella... pequeña pelusita; y tras un momento en realidad tenso para Fujitaka, Momiji de pronto sonrió.

- "¡Por Dios hombre!, me pides esto como si no fuera tu amiga... ¡Claro que si te ayudo!. No solo tu eres mi amigo, sino también la pelusita y ambas nos llevamos muy bien, ¿verdad pequeña Adry?."- preguntó la arqueóloga con cariño mientras le acariciaba una orejita, con lo que obtenía pequeños ronroneos de satisfacción de parte de la felina.

Fujitaka sonrió mientras que por fin se dignaba a si mismo a respirar un poco más tranquilo, ahora si lo único que lo que tenía que cuidarse era de no ser descubierto por el jefe de la expedición y todo arreglado, pero como la gatita no solo era inteligente, sino que sabía cuando quedarse quieta; aquello, estaba seguro Fujitaka, no iba a ser tan difícil.

- "Claro que eso no quiere decir que no me cobre el favor lueeegoooo.... JOJOJOJOJOJOJO!."- la divertida dama rió con ganas mientras comenzaba a imaginarse todas las citas que podría organizarle a su amigo sin que este pudiese negarse; mientras que por su parte Fujitaka comenzaba a pensar que después de todo aquello tampoco iba a ser tan (suspiro)... fácil, en especial a la hora de pagarle el favor a Momiji, y comenzaba a mostrar una gran gota en la sien, al igual que la pequeña Adry.

Luego de terminar de planearlo todo cuidadosamente, Fujitaka y Momiji se reunieron junto con los demás miembros de la expedición y se dispusieron a partir al sitio de la excavación; e inexplicablemente para todos, Momiji estaba parloteando más que de costumbre con Fujitaka, lo cual no era lo de extrañarse en realidad, sino que Fujitaka la escuchaba con más paciencia de la acostumbrada... como si aquella pequeña y vivaz mujer tuviese alguna clase de poder sobre el buen hombre como para que este se quedase quieto aún a costa de poder morir abrumado debido a tanta charla.

Una vez en el lugar de la excavación, Adry saltó diestramente hacia los brazos de su amo, justo antes de que este se alejase a toda velocidad junto a su grupo designado, y se escondió lo mejor que pudo entre la ropa del mismo, para luego saltar al suelo y quedarse junto a su amo aunque escondida entre dentro de un agujerito que la felina encontró entre una rocas.

El tiempo pasó lentamente para la pequeña Adry, quien se encontraba bastante cómoda en su improvisada guarida, ya que para su suerte el clima no estaba ni muy cálido ni muy frío, estaba simplemente perfecto; tanto así que la pequeña terminó dormida luego de un par de horas de mirar a su amo trabajar imperturbable en el mismo rincón y completamente absorto en su trabajo... ¡Cómo se notaba que a su amo le gustaba lo que hacía!.

Pero además había algo en el ambiente que hacia sentir a la pequeña Adry algo que no había sentido hacia ya mucho tiempo.

Las horas siguieron su curso y finalmente Adry se quedó dormida debido a lo cálido que se sentía en día en su rincón... tanto que no escuchó a Fujitaka llamarla suavemente para que lo siguiera cuando sus compañeros de trabajo le propusieron ir por algo refrescante hasta donde estaban los alimentos del día; así que cuando la pequeña despertó se encontró sola.

- *¡¿Y el amo?!*- pensó de pronto asustada la gatita mientras comenzaba a olfatear el ambiente en busca de algún indicio del paradero de Fujitaka, y fue así... caminando, que de pronto llegó a un lugar que le llamo la atención y que le hizo olvidarse de Fujitaka por un momento.

El lugar era bastante amplio, y constaba de unos pilares bastante derruidos alrededor... al parecer, según por lo que pudo escuchar decir a los hombres que se encontraban trabajando allí en esos precisos instantes, y que discutían sobre el uso del lugar, ese había sido el jardín principal del templo en el cual se encontraban... un templo, por lo que siguió escuchando, en el que habían adorado a un dios que al parecer había sido el protector de aquel poblado hacía ya algunos cientos de años... un dios guerrero.

Adry no pudo seguir escuchando lo que aquellos hombres discutían debido a que se estaban alejando hacia un lugar que había ya sido desprovisto de la abundante maleza que cubría todo el templo, y el amo le había dicho expresamente a Adry que nadie debía de verla... No debían de saber que ella se encontraba allí. La pequeña Adry decidió entonces seguir con su camino en busca del amo, no sin antes dar una última mirada al lugar y sentir un tipo de sensación cálida inundar el ambiente... pero... ¿que era lo que le recordaba aquel lugar?, Adry ya tendría tiempo para recordar aquello luego, en ese momento tenía algo mucho mas importante que hacer.

Siguió caminando, aunque por momentos se trataba de guiar más por el olfato y el oído mas que por la vista, hasta que por fin dio con el paradero de Fujitaka, al cual le dio señales de vida al frotar su lomito contra su pierna.

- "Adry..."- susurró Fujitaka mientras el alma le entraba al cuerpo, ya que él también había estado preocupado pensando que la gatita se le había extraviado en aquel lugar tan grande- "Tal vez sería mejor mantenerte un poco más cerca a mi."- dijo con voz dubitativa el arqueólogo más para si mismo que para la felina... como era obvio, a lo que Adry solo respondió con un ligero ronroneo.

Algunas horas después el día llegó a su fin y al reunirse todos de nuevo para dar un resumen del trabajo realizado por cada grupo, Fujitaka aprovechó para meter a Adry de manera diestra y rápida en el enorme bolso de Momiji... al final de cuentas, esa iba a ser la rutina normal durante las próximas 4 semanas, era bueno que todo saliese bien desde un comienzo, no había sido en realidad para nada difícil... luego todos partieron en los transportes de vuelta hacia el hotel.

Esa noche en el hotel Fujitaka aprovechó para leer algunas de las notas que había estado recolectando sobre el lugar anteriormente, y que debido a los acontecimientos de la noche anterior no había podido revisar. Adry, quien se encontraba encima de la mesita donde el profesor estaba revisando sus notas, se echó a un costado y miró con atención a Fujitaka. Aquella era señal de que la felina estaba interesada y quería saber que era lo que estaba leyendo su amo... o por lo menos así lo interpretaba Fujitaka, quien cada que la felina se ponía a un costado y comenzaba a olfatear sus escritos, él comenzaba a hablarle de aquello que estaba leyendo. Aquello era en realidad reconfortante para el señor Kinomoto, quien no solo de esta manera tenía recuerdos más claros de lo que leía, puesto que leer un escrito para otra persona ayudaba al buen hombre a recordar mejor las cosas que cuando leía mentalmente y solo para él; sino que desde hacía ya mucho tiempo aquello lo había ayudado a sentirse mucho más acompañado.

- "¿Quieres que te cuente la leyenda de ese templo?... te aseguro que te gustara mucho, es muy interesante... y tiene a una lindo gatito como tu en la historia... bueno, era una bestia con forma la forma de un gran gato en realidad... pero era tan buena compañía de su amo como tu lo eres para mi."- dijo el buen hombre con una sonrisa en el rostro, a lo que Adry volvió a ronronear.

Fujitaka acarició el tibio pelaje de la pequeña Adry antes de comenzar a leer, y no sin antes agradecerle mentalmente una vez más el haber llegado a su vida para alegrarla tanto...

- "Bueno... esta es la leyenda del dios protector de la aldea que estuvo aquí antes de que se formara la ciudad en la que estamos... era una aldea grande, aunque no tan grande ni extensa como lo es esta ciudad hoy en día. Pero bueno, veamos... según lo que tengo aquí, hemos llamado a este dios como el dios del viento... aun no sabemos como lo llamaban los aldeanos, aunque sabemos que tenía un nombre propio... pero no lo desciframos aún. Mira, este es el símbolo que hemos encontrado varias veces... tiene la figura de una nube soplando viento, así que por eso le hemos puesto dios del viento. Y mira, hemos encontrado también otra figura que se repite una y otra vez, la figura de un gato enorme; y eso coincide con lo que hemos recolectado de las leyendas populares donde decían que un poderosos guerrero era invocado, y que siempre estaba a su lado un gato demoniaco que lo acompañaba y ayudaba a impartir justicia... dicen que era un enorme felino blanco brillante que podía infundir temor con su tan sola presencia; siempre protegía a su amo aún a costa de su propia vida... una gran compañía en realidad. Y creemos que el ala que estamos desenterrando pertenece justamente a donde adoraban a aquella bestia, puesto que se han encontrado varios pedazos de piedra blanca tallada donde se pueden observar rasgos felinos como pequeñas garras... aunque el material ha sido bastante maltratado por el tiempo."- Fujitaka se detuvo un momento mientras pensaba que varios de los objetos recuperados iban a necesitar mucho trabajo para ser restaurados, y al voltear para ver a Adry suspiro y sonrió. La pequeña debía de estar muy cansada, puesto que se había quedado dormida.

Fujitaka entonces la levanto y colocó a un costado de la cama tapándola con un poquito de la sábana. Luego volvió a sus notas y las siguió repasando... y penso que tenía suerte al tener el también a su propia gatita acompañante.

- "De seguro que el dios del viento también se sentía feliz de estar acompañado..."- pensó Fujitaka en voz alta para si mismo y sonrió, para finalmente continuar con lo que estaba haciendo.

**********

Los días pasaron volando, y por fin llegó el fin de semana, y con él el día de descanso del grupo en general. El trabajo había sido duro pero había valido la pena, habían logrado recuperar cantidad de material, y de paso estaban seguros de que pronto podrían unir piezas entre las leyendas locales y lo encontrado en el lugar de la excavación. La verdad y que todo estaba saliendo de maravilla.

Pero ese día era día de relajarse, y cada quien se había dispersado por su lado o en grupo para pasar un verdadero día de turistas, y así retomar el trabajo con un animo renovado durante toda la semana siguiente, ese iba a ser el ritmo.

Esa mañana Fujitaka llamó a su familia y habló de manera extensa con sus hijos, se disculpó por no haber llamado desde el primer día en el que llamó para avisar que Adry se había ido con él sin querer... a lo que sus hijos se mostraron muuuuyyy sorprendidos... los pobrecitos (=¬.¬=U); y conversó durante casi media hora por teléfono gracias a que antes de viajar había comprado (como ya le era costumbre) varias tarjetas para hablar por teléfono al extranjero. Luego de asegurarse que todo estaba bien y de enterarse de todas las buenas nuevas de Tomoeda, Fujitaka decidió quedarse en el hotel para descansar tranquilamente y disfrutar de la compañía de su querida Adry... o por lo menos eso pensaba él...

10:00 a.m.

- "Mmmm... de acuerdo Adry, hoy solo somos tú... yo... esta cómoda cama y un buen libro."- Fujitaka sonrió y la pequeña maulló mientras se acomodaba en el pecho de su amo justo frente al libro, y es que ella también leía, aunque Fujitaka suponía que solo veía los dibujitos, por lo que últimamente se compraba libros con alguna que otra imagen.

10:17 a.m.

Fujitaka anda ya por la página 9 del libro y lo encuentra muy interesante, en realidad se siente a gusto. En eso se escuchan unos leves golpes en la puerta... ¿quién sería?, Fujitaka no tiene ni idea puesto que creía que todos estaban fuera o de lo contrario, los que se quedaron estarían en sus habitaciones tal y como él. Deja el libro a un costado y a Adry en la cama y abre la puerta... ¡Para que lo hizo!, una efusiva Momiji le cae encima.

- "FUJIIIIII!!!!... ¿qué haces en un día tan bonito aquí encerrado?... ¡Vamos de compras!, ¡hay un mercado esperando por nosotros!... JOJOJOJOJOJO"- la efusiva arqueóloga señalaba en deformet hacia la ventana con un dedo justo en dirección al centro de comercio de la ciudad

Fujitaka miró a Momiji con los lentes casi a punto de caérsele. Ella se veía tan animosa como siempre, llevaba unos minishorts que no dejaban gran cosa a la imaginación y una blusa escotada, unos cómodos zapatos de tacón... ejem... 5 (bueno, para ella son cómodos), y un graaan bolso vacío (más grande de lo normal) en el cual brillaba la promesa de regresar lleno para la tarde.

Momiji alzó a la pequeña gatita de la cama y la colocó en su bolso, y acto seguido tomó la mano de un aún aturdido Fujitaka y comenzó a arrastrarlo fuera de la habitación.

- "P- pero Momiji..."- comenzó a balbucear Fujitaka recuperándose de a pocos del susto.. sobre todo porque nunca se imagino que sería su amiga la que tocaba la puerta de aquella manera tan suave.

- "¡Pero nada amigo mío!!!, tú y yo tenemos una cita con nuestro destino y nuestras billeteras... y no te preocupes que no gastaras mucho de todas maneras, ¡Soy la reina de las rebajas y los descuentos!. No te preocupes que estas en buenas manos."- terminaba de decir con alegría Momiji mientras terminaba a su vez de sacar a rastras a Fujitaka del hotel.

Fujitaka finalmente se rindió, y se dejó llevar por su amiga... Y es que cuando se trataba de ir de compras, nadie podía detenerla... ay, mi Dios... =u.u=

1:49 p.m.

La mañana se pasó volando, y aunque Fujitaka en realidad solo compro un par de camisetas para sus hijos y unos dulces de la región para Yukito (a quien también le tiene mucho cariño por cierto), igual terminó cargando una veintena de enormes paquetes llenos de ropa, zapatos, recuerdos y cuanta oferta había encontrado Momiji en su camino. *¿Cómo sobrevivía Sano a aquello cada fin de semana?* era lo que se preguntaba mentalmente Fujitaka una y otra vez cada que un nuevo paquete le era alcanzado. Incluso Adry, quien había salido del bolso poco después de llegar al mercado, y ahora seguía a la pareja a pasito ligero, estaba cargando un pequeño paquetito que se había caído de una de las bolsas y del cual aún ninguna de las dos personas se había percatado.

Momiji por su parte aún no se encontraba contenta, y aún tenía mucha energía y suficiente dinero para un par de horas más de compras, compras... COMPRAS!. Entonces lo vio... era pequeño... era perfecto... ERA EL SOMBRERITO MAS MONO QUE HABÍA VISTO EN SU VIDA!... y era justo del tamaño de la pequeña Adry.

- "Fuji!, ¡Mira, una tienda de mascotas!."- Momiji se encontraba pegada al cristal empañando el lugar exacto en el que se encontraba aquella pequeña monadita.

- "¿Donde?... no veo."- se quejó Fujitaka mientras trataba de acomodarse todos los paquetes para ver lo que pasaba sin que estos se le cayesen- "Ahhh..."- exclamó cuando por fin logro dilucidar el lugar; en realidad se veía como una bonita tienda de artículos para mascotas.

- "¡Vamos!"- lo jaló hacia adentro Momiji antes que de pudiese decir algo más, y luego buscó a Adry con la mirada y la cargo con el paquetito y todo- "¡Tu también pelucita!, es hora de que te consientas como toda una damita."

Adry no entendió muy bien lo que quiso decir la señorita Momiji, aunque debía confesar que las dos veces que había ido a tiendas para mascotas (la primera con Sakura el primer día que llegó a su nuevo hogar, la segunda vez con su amo Fujitaka cuando cumplió 6 meses en la casa) se había divertido mucho en verdad puesto que habían muchas cosas bonitas con las cuales jugar y también ponerse, como listones, collarines, chompitas para el invierno y demás.

- "Bueno... en realidad creo que si me falta comprarle algo a Adry, puesto que ya le he comprado obsequios a todos."- comentó Fujitaka en voz alta y algo más descansado luego de haber dejado todos aquellos paquetes a un costado por fin.

- "¡Un recuerdo!... ¡UN RECUERDO!."- Fujitaka tuvo que hacerse hacia atrás para evitar que su amiga lo terminara mordiendo- "¡Como es posible que digas algo como eso!.. Luego de la que linda pelucita te ha estado acompañando durante todos estos días... ¡Y NO HAS PENSADO EN COMPRARLE UN GUARDARROPA DESCENTE!!."- ahora de pronto Momiji parecía muy enfadada, mientras que Fujitaka, Adry y el dueño de la tienda en cambio parecían un tanto... confundidos- "Pues para su información... señor antimoda; YO SI le pienso comprar un guardarropa decente."

- "Pero Momiji... no es necesario..."- Fujitaka comenzó a decir, en verdad él mismo hubiese querido comprarle aquel guardarropa a la pequeña Adry, ahora que Momiji lo había mencionaba (bueno, tal vez solo un par de lindas prenditas y un juguetito)... pero la verdad que no tenía el dinero y el saber que Momiji se lo iba a gastar lo hacía sentir mal.

Por su parte Adry estaba confundida... ella SI tenía un guardarropa, la señorita Tomoyo la había provisto de uno muy bonito que iba en aumento desde que llegase incluso hasta ahora (claro que el amo Fujitaka no lo sabía) y lo mejor era que alguno que otro trajecito de aquel guardarropa había dejado en más de una ocasión a su Kero sin aliento... ahhhh... su Kero, como lo extrañaba, pero apenas volviese iba a asegurarse de llenarlo de besitos por todos los días que no se vieron.

Por el otro lado la discusión continuaba, y Momiji estaba dejando al pobre Fujitaka sin palabras.

- "¡Mira!, es mi dinero y puedo gastarlo en la pelucita si yo quiero..."- y de pronto el tono de la voz de Momiji cambió y Fujitaka calló al saber que era lo que se venía... aquel era un problema que su amiga y el buen Sano habían sobrellevado y superado juntos con gran dificultad- "Fuji... a diferencia de ti no tengo una familia por la cual preocuparme, y sabes que yo nunca podré tener una familia... nunca podré darle a Sano niños; y supongo que he sido lo suficientemente egoísta para tomar en parte tu familia como una adoptiva para mi... me gusta engreír a tus hijos y también a la pequeña pelucita y puedo darme el lujo porque no necesito... ahorrar para llevar comida a casa... ni ropa... ni pagar educación."- Momiji suspiró- "Amigo mío, déjame abusar una vez más de lo que es tuyo... ¿me dejas?."- la voz de la dama ahora era tan solo un susurro.

Fujitaka reprimió a duras penas las lágrimas que asomaban por sus ojos... era cierto; aparte de Sano, él era la única persona que sabía de aquello, la única tristeza de su amiga y el motivo principal por el cual a pesar de llevar tantos años juntos, ella aún no accedía a la proposición matrimonial de su prometido del todo. Adry en cambio escuchó aquello sorprendida, no podía creer haber escuchado triste a la señorita Momiji, ni que tuviese un problema como aquel. Entonces decidió poner a la señorita Momiji alegre dejando que hiciera todo lo que quisiese con ella.

Por su parte Momiji tomó nuevamente su actitud resuelta de siempre y continuó.

- "¡Así que... señor sáqueme todos esos lindos chalequitos que quiero ver cual le queda mejor a la pelucita!!!... AH!, y el sombrerito de la vitrina también!."

Y el vendedor de la tienda de mascotas tuvo que sacar una enorme cantidad de trajecitos para gato, así como collarcitos, lacitos, pelotitas, ratoncitos de hule y demás. Al final la pequeña Adry terminó en una especie de desfile de modas, del cual cerca de la mitad del mismo terminó siendo comprado por Momiji.

Ya cerca de las 2 y 30 de la tarde, por fin el trío salió de la tienda de mascotas y por cierto la pequeña Adry lucía aquel lindo sombrerito, el cual de paso la estaba protegiendo perfectamente del calor del día.

Y un poco hacia la derecha, como un par de calles hacia abajo...

- "Miren... ¿que no son Kinomoto e Hiragushi?."- preguntó una voz femenina.

- "Si, son ellos... y parecen... como... demasiado juntos."- confirmó otra voz femenina.

- "Ustedes las mujeres paran diciendo idioteces... ¡¿Cómo creen que esos dos van a estar juntos de 'esa' manera."- sentenció a su vez una tercera voz, aunque masculina.

- "Bueno Takada... si, creo que tienes razón. Estamos hablando de Kinomoto, él nunca se ha fijado en nadie; y no creo que lo haga con Hiragushi, ella está comprometida y él es un hombre muy respetuoso... ¿No lo crees Sora?."

- "Si, creo que tienes razón, supongo que me deje llevar. Pero... ¿que harán saliendo de una tienda para mascotas?."

- "No sé... pero si se que me muero por saberlo... ¿Los seguimos?."- preguntó la dama con genuina curiosidad mientras esta y su amiga arrastraban casi en contra de su voluntad a Takada.

- "¡Pero si Kinomoto es tu compañero de equipo Yaturo!... Debes de preocuparte más por tus compañeros."- señalo la otra ante la resistencia del caballero, quien además era su novio.

- "Esto no es preocupación... ¡Es chismocería!."- se quejó Yaturo Takada, pero ninguna de las dos le hizo caso y continuaron siguiendo a los dos arqueólogos, quienes (para felicidad de Fujitaka quien casi besa las puertas de entrada) se dirigían de regreso al hotel.

El trío siguió de manera cauta a los otros dos hasta la habitación que Momiji estaba compartiendo con una compañera que en aquellos momentos se encontraba fuera, paseando seguramente por las bellas calles del poblado. Los vieron perfectamente cuando Momiji pidió a Fujitaka entrar con los paquetes, así como notaron perfectamente que se quedó en aquel cuarto solo el tiempo suficiente como para dejar aquel interminable número de bolsas y cajas dentro del mismo, tras lo cual Kinomoto pareció pedirle algo del bolso a Hiragushi; y entonces aquel trío entendió al ver la peluda cabecita ensombrerada salir del mismo.

- "¿Qué no es esa la gata que siempre acompaña a Kinomoto a la universidad?."- preguntó una de las damas extrañadas, a lo que el varón respondió afirmativamente.

- "Pues ahora queda claro el porque salieron de una tienda para mascotas."- dijo la otra- "Aunque no recuerdo haberlo visto trayendo a su mascota... ¿Creen que la haya traído a escondidas?."

- "Pues eso explicaría su comportamiento tan extraño desde que comenzamos a trabajar."- Takada dijo pensativo, y continuó- "Aunque aún así es muy bueno escondiéndola, porque hasta ahora no la había visto... ¿me pregunto si la llevará con él a la excavación o la deja acá."

- "Pues yo creo que si el coordinador se entera, Kinomoto se meterá en graves problemas."

- "Mmm... si, tienes razón; y la verdad no hay motivo para que eso suceda, si es que no se ha causado ningún disturbio en estos días... y Kinomoto es muy esforzado, no merece problemas."

- "Y Hiragushi nos matará si es que hablamos, teniendo en cuenta que ella lo está ayudando."

Y tras acuerdo mutuo, y mientras aquel trío observaba a Fujitaka Kinomoto subir con sus pocos paquetitos hacia el segundo piso donde se encontraba su habitación, acordaron que de aquello nadie más tenía porque enterarse.

**********

Los días siguieron su curso y en verdad eran muy apacibles, ligeramente sacudidos ante el grito de alguno de los arqueólogos al anunciar algún hallazgo (en especial si se trataba de Momiji, quien con cada hallazgo nuevo era capaz de armar una fiesta).

Adry se encontraba siempre cómodamente instalada en algún rinconcito, y en más de una ocasión agradeció el gesto que tuvo la señorita Momiji de comprarle aquel sombrerito de ala ancha que ya se había acostumbrado tanto a utilizar; realmente adoraba como le quitaba el sol de encima, además de que el color cenizo del mismo le permitía estar un poquito más camuflada entre el polvo y tierra de la excavación. Y era justo por esas razones que además de estarle echando siempre una mirada a su ama, recorría también de vez en cuando el lugar; y es que esa sensación que le producía el sitio de un recuerdo importante que estaba pasando por alto aún no se lo quitaba de encima.

Y fue entonces que encontró el motivo de tal presentimiento una tarde durante la tercera semana de su estadía en aquel lugar, justo cuando paseaba por entre los pilares del que había sido el jardín principal del templo. En uno de los pilares había algo demasiado familiar... una seña que no habían descubierto por el mismo motivo de que estaba bastante pegada al suelo y cubierta por la hierba; una seña que ella misma pusiera en aquel lugar... la noche que vio por primera vez a su querido Kerberos. Y Adry entonces comprendió por fin por que el lugar le traía recuerdos... ¡Estaba en el pueblo donde había sido creada!!!... y para ser más específicos, se encontraba en el que fuera el jardín del templo a donde ella iba a meditar de vez en cuando durante los momentos en los que su antigua ama y creadora Lou Mie Fan la botaba de su mansión por alguna razón. Y esa marca la había hecho justamente aquella noche, antes de ir a casa y también antes de ser encerrada en aquel libro; la marca de un pequeño corazón atravesado por un pluma y una pupila felina... por su Kero.

Y Adry suspiró ante los recuerdos y se preocupó ante la posibilidad de que el espíritu de la hechicera fuese a hacerle algún mal a su amo, puesto que desde su última batalla en Tomoeda, aquel espíritu maligno había desaparecido... pero Adry siempre estuvo ante la expectativa de algún retorno por parte de esta. Bien, en ese caso tendría que tener a su amo aún más vigilado.

**********

Obviamente con el pasar del tiempo, todo el mundo se enteró de a pocos de la presencia de Adry en Chengdu, a todos les hace gracia y como por un acuerdo tácito todos guardan silencio, aunque cada quien por su parte y como es obvio no le llegan a decir nunca nada a Kinomoto quien tampoco se da cuenta de que ha sido descubierto debido a que esta más enfocado en su trabajo que en las miradas que sus compañeros se dan entre si (aunque aquello no pasa desapercibido por Momiji, quien a duras penas ya aguanta la risa cada vez que su amigo le pide discreción en relación al transporte de la minina). Y asimismo, como por acuerdo tácito, ninguno de los conocedores llegó a comunicarle nunca al coordinador del equipo la presencia de la felina en el lugar, por lo que éste nunca llegó a enterarse.

La que si estaba enterada de el conocimiento general de su presencia era Adry, puesto que apenas y Fujitaka dejaba su lugar por algún motivo, más de uno/a de los/as arqueólogos/as se acercó a hacer mimos y darle alguna golosina. ¡Cómo se sentía culpable de no poderle decir a su amo lo que estaba pasando, en fin...

Finalmente el grupo estaba terminando su período de estadía, solo tres días más e irían a casa para luego ser reemplazados por otro grupo de arqueólogos... aquel proyecto iba a ser rotativo y Fujitaka iba a volver muchas veces más con el paso del tiempo. Pero este primer período de trabajo estaba a punto de terminar. Tres días más y tomarían en avión a Japón, ¡de vuelta a casa!; Adry casi y soñaba con abrazar a su Kero con todas sus fuerzas y contarles a él, Sakura y Tomoyo lo que había vivido y de todo lo que se había enterado... por supuesto que finalmente ningún peligro había rondado a su amo, ni el espíritu de la hechicera se apareció de nuevo. Al parecer solo fue un arranque de sobreprotección el que tuvo y no una premonición.

Ese día todos volvieron bastante cansados al hotel, puesto que la noche anterior la mayoría se había quedado trabajando hasta altas horas de la madrugada, incluyendo a Fujitaka Kinomoto. Adry estaba lista para meterse al lavadero del baño para un buen 'duchazo' y luego a doooormiiirrrr. Más de pronto Fujitaka se paró en seco y comenzó a tantearse todo él mismo; con lo cual su rostro tomaba un matiz de preocupación cada vez mayor.

- "¡Mi libreta!."- dijo entonces Fujitaka con aún mas preocupación- "Debí dejarla en la excavación... Adry, ya vengo; quédate quietecita aquí en la habitación."- señaló Fujitaka mientras tomaba su abrigo, el cual había dejado sobre una silla, y se disponía a salir una vez más a toda prisa.

Entonces la pequeña Adry comenzó a hacer un gran alboroto de lastimeros maullidos, a lo que Fujitaka volvió a entrar una vez más bastante extrañado, puesto que la gatita por lo general no era de hacer escándalos.

- "Adry... no me voy a tardar mucho. No hagas tanto ruido o el coordinador me regañará."

- "¡MIAU!."- se quejó Adry con lagrimitas en los ojos, mientras interiormente le pedía a su amo sinceras disculpas- *Pero no dejaré a mi amo irse solo y menos de noche... tal vez solo falten tres días, pero no me debo descuidar en mi misión de cuidarlo.*

Fujitaka suspiró y metió a la pequeña dentro de su abrigo... al parecer Adry no iba a ceder, y por último... ¿que de malo podría suceder solo por ir con la pequeña a buscar su libreta?, sabía que los guardias que había cuidando aquel templo lo iban a dejar pasar sin problemas... ¡No iba a demorar mucho!, llevaría a Adry como si de un paseo se tratase.

- "Vas a ver que volveremos antes de que te des cuenta mi pequeña."- susurró Fujitaka mientras cruzaba el vestíbulo del hotel.

- "¡Fujitaka!, a donde te diriges."- se escuchó de pronto la voz de uno de sus compañeros.

- "A las ruinas, olvide mi libreta... regreso en una hora y media o dos."- respondió este a su vez de manera tranquila.

- "¿Vas caminando?."

- "Si, será un buen y relajante ejercicio."- dijo el buen hombre con una sonrisa antes de desaparecer por la puerta principal.

Fujitaka caminó con algo de apremio por las calles de la cuidad hasta llegar a los límites de esta, que era donde se encontraban las ruinas que estaban siendo desenterradas; y se extrañó al llegar a la puerta principal pues no encontró a ninguno de los cuatro guardias, y un mal presentimiento lo asalto. Justo hacía un par de días habían encontrado una hermosa estatua esculpida en mármol blanco que representaba a la bestia acompañante del dios del viento, un tigre blanco que estaban especulando de seguro se habría basado en Byakko, uno de los cuatro dioses de la mitología China, y la noticia se había esparcido rápido... por eso los guardias nocturnos habían aumentado de dos a cuatro. Fujitaka dejó entonces a la gatita a un costado solo por prevenir, y comenzó a caminar con cautela.

- "Quédate aquí quietecita."- había dicho Fujitaka a la gatita

Adry sin embargo no le hizo caso, sobre todo por la aguda mala sensación que la invadió; pero también decidió ser cauta y siguió a su amo aún sin que este mismo lo supiese.

Los temores de Fujitaka se confirmaron al toparse con el cuerpo inconsciente de dos de los guardias, y decidió entonces ir a buscar a la policía para evitar así cualquier mal. Más fue demasiado tarde cuando tomó su decisión.

- "Miren lo que tenemos aquí... chicos, parece que tenemos una visita."- dijo una voz a un costado de Fujitaka, y un segundo después un sujeto salió de entre las sombras del lugar- "¿Ya se va tan pronto?"- dijo el hombre con tono burlón- "Pero si acaba de llegar."- y acto seguido se le iró a Fujitaka encima.

Cuando Adry oyó los ruidos se asustó, puesto que se notaba que se trataba de una pelea, e inmediatamente y sin medir las consecuencias fue corriendo hacia el lugar tomando su imponente forma verdadera de guardiana.

Adry corrió la distancia que la separaba de su amo en un abrir y cerrar de ojos, y sin embargo cuando llegó, lo miró impotente mientras este caía al suelo debido a un disparo en el hombro que uno de los 7 sujetos que lo rodeaban le había propinado por la espalda.

El rugido de Adrastea se escuchó en todo el lugar, y los sujetos que unos momentos antes reían mientras veían a Fujitaka cayendo, ahora miraban más que asustados la imponente figura de la bestia que se les acercaba con el fuego pintado en la mirada.

- "Van a pagar... con sus vidas."- dijo lentamente Adrastea mientras se acercaba de manera amenazante hacia los malechores, y cuando el primero de los que reaccionó trató de escapar, aquel ser salido de sus más terribles pesadillas se abalanzó con furia contra el grupo.

Terribles gritos salieron de las ruinas, gritos de dolor y terror, e incluso se pudo escuchar a alguno suplicando a la bestia que lo perdonase por haber profanado su templo; pero ni siquiera aquello logro que los escalofriantes rugidos cargados de furia cesaran.

**********

Momiji iba tarareando una canción mientras se dirigía hacia las ruinas. Uno de los chicos le había dicho que su amigo Fuji se había ido a buscar algo que había olvidado... Fuji en la calle de noche... ¡Que gran oportunidad para llevarlo a una discoteca!, siempre se negaba alegando que era tarde y ya se había cambiado con su pijama (aunque nunca abría la puerta para comprobarlo); pues ahora no podría decir que estaba con el pijama puesto, así que no tendría excusa, jejeje. Como sea ya estaba cerca de todas formas, sonrió.

Fue entonces que escuchó un grito provenir del lugar, y poco después a dos hombres salir corriendo con la ropa hecha jirones. Momiji los miró asustada y estuvo a punto de gritar, más lo que vio a continuación la dejó sin habla y parada sobre su mismo sitio... ¡UN ENORME TIGRE CON ALAS Y DE COLOR PLATEADO SALIÓ DETRÁS DE LOS SUJETOS Y LOS ATACÓ!!!.

Primero vio como el animal cogió a uno por la espalda y lo lanzó contra un árbol dejándolo inconsciente; luego vio a aquella bestia saltar y volar por sobre el otro hasta quedar frente a frente con aquel desconocido sujeto, y de pronto amenazarlo con lo que parecían ser algún tipo de puntas muy afiladas en los extremos de sus alas. El hombre sacó entonces una pistola y amenazó tembloroso a la bestia, pero en un movimiento rápido de garras el hombre terminó también inconsciente en el suelo. Luego la bestia miró hacia el interior de manera... ¿preocupada?, y salió corriendo en la misma dirección en la que había visto desapareciendo dentro del templo.

Momiji cayó de rodillas en la tierra, temblando como una hoja y sin embargo a las justas y podía respirar. Pasaron un par de minutos antes de que casi arrastrándose se acercara hacia uno de los sujetos, y aún con miedo comprobó que todavía estaba vivo. Momiji tragó, y entonces su corazón se paralizó... ¡Fujitaka!, ¿y si aún estaba dentro?... ¿Y... si la bestia lo tenía?. Momiji estaba más que asustada, no tenía ni idea de que hacer; más armándose de valor se puso de pie utilizando todas las fuerzas y el valor que le quedaban y se encaminó hacia el templo.

Mayúscula fue la sorpresa de Momiji al ver a la bestia salir mientras cargaba en su espalda a su inconsciente amigo, y más grande aún fue cuando escuchó de labios de la bestia salir su propio nombre en una voz femenina.

- "Señorita Momiji."- dijo Adrastea bastante impresionada de ver a la dama en aquel lugar, mientras que por su parte Momiji hacía acopio de toda su voluntad para evitar desmayarse.

- "N- no le hagas daño."- dijo la dama tratando de parecer valiente, a lo que pudo ver al felino mirarla con cara de desconcierto.

Adrastea entonces tomó aire y se decidió a decir aquello que sería un importante paso para ella en relación a lo que podría ser la revelación de su identidad y todo lo que ello conlleva.

- "Yo jamás lastimaría a mi amo señorita Momiji... creí que me conocía lo suficiente para saberlo."

Momiji miró a la bestia incrédula, y entonces vio en aquellos ojos rojos sinceridad en sus palabras... Un momento... ¡¿Ojos rojos?!!!!.

- "A- ¡¡¡¿¿¿AADRYYYY???!!!!."- ahora si que la dama estuvo a punto de desmayarse, más de pronto estaba siendo sostenida por una cabeza plateada de sedoso pelaje.

- "No tenemos tiempo para esto, primero debemos llevar al amo a un hospital... luego... hablaremos."- la voz de la felina se escuchaba decidida, y muy pronto Momiji se encontraba sosteniéndose a si misma y a su amigo para no caer mientras sobrevolaban el camino de regreso a la ciudad en el lomo de Adrastea.

Asimismo, pronto la enorme felina aterrizaba entre unos arbustos muy cerca del hospital central de Chengdu, y ante la cada vez más atónita mirada de Momiji; las enormes alas de Adrastea envolvieron a la guardiana y tras una intensa luz se presentó ante Momiji la diminuta figura de la pequeña Adry.

- "¡Que espera!... ¡Llame a alguien que nos ayude!."- gritó la pequeña sacando así de su trance a la perpleja dama.

Momiji entonces reaccionó y recordó el motivo por el cual se encontraba allí al ver a un sangrante y cada vez más pálido Fujitaka, pronto los gritos de la dama atrajeron la atención de un grupo de paramédicos que justo en aquellos momentos acababan de dejar a un herido; y unos momentos después Fujitaka Kinomoto era ingresado al hospital por la sala de urgencias.

**********

Momiji se encontraba más exhausta de lo que recordaba haber estado jamás. Se había pasado toda la noche en la comandancia de policía dando testimonio de lo que había sucedido, y aunque la policía creía que la señorita les ocultaba algún punto esencial de lo ocurrido, obtenían la misma declaración una y otra vez. Por supuesto que Momiji no les dijo nada acerca de una bestia salvaje (la cual habían mencionado horrorizados los saqueadores que habían sido capturados), y es que era algo que no le iban a creer... ni que quería mencionar.

Ahora, luego de todas aquellas horas repitiendo lo mismo una y otra vez, Momiji salió del lugar preparada para enfrentarse a algo parecido ante el coordinador de la expedición; más al salir vio la pequeña y peluda forma de la gatita, y sus ojitos mirándola con detenimiento. Momiji suspiró y con algo de recelo se agachó y tomó a la gatita en sus brazos y se alejó. El coordinador tendría que esperar por su versión de los hechos.

Momiji caminó hasta un parque cercano a la comandancia de policía. Miró el inicio del amanecer con la salida del sol por el horizonte, y tomó asiento en unos columpios que se encontraban en medio del parque. Durante un momento el silencio reinó, hasta que...

- "Entonces.."- dijo Momiji aún mirando al horizonte.

- "Entonces..."- repitió la pequeña con su vocesita chillona pero baja.

Otro momento de silencio se extendió por el ambiente antes de que aquella vocesita se dejara escuchar nuevamente, y es que era a ella a quien le tocaba contar las cosas, Momiji en realidad no tenía gran cosa que decir.

- "Fui creada por una hechicera hace ya algunos cientos de años... en realidad fui creada aquí mismo en Chengdu. Aunque no me enteré hasta hace poco que volví y me di cuenta que este era mi lugar natal."- Adry paró su relato durante un momento y pudo escuchar el sonido de sorpresa causado por la señorita Momiji, luego continuó- "Mi creadora... no era una persona muy buena; y un día hice algo que no le gusto... "- *creo que no es necesario que diga que cosa*- "y me encerró en un libro con una maldición. Fui sacada de allí por Sakura hace poco menos de un año... y me quedé a vivir finalmente con Sakura y su familia... y me encariñé con el amo Fujitaka, no lo pude evitar. Ahora mi misión es cuidarlo, sabe?. Yo jamás le haría daño, pero... "- y aquí la pequeña se movió en el regazo de Momiji y entonces ambas se miraron a los ojos- "No le diga por favor nada, ¡él no sabe lo que soy!... Si me rechaza por ello... no podría soportarlo."

Momiji miró a la pequeña que a su vez la miraba con aquellos ojitos suplicantes, suspiró y finalmente sonrió.

- "No diré nada si tu no quieres... pero no creo que él algún día te rechace de forma alguna. Te quiere mucho."

- "Lo sé."- dijo simplemente Adry mientras se acomodaba un poco en el regazo de Momiji; de verdad que se encontraba cansada.

- "Entonces... ¿le quieres?."

- "Si, mucho."- respondió en un primer momento Adry, pero entonces reconsideró la pregunta y solo por si acaso la señorita Momiji lo estaba llevando por otros lares agregó- "Pero no es el amor de mi vida... mi pareja es Kero."- y miró la expresión de duda de Momiji, quien de pronto preguntó...

- "¿El peluchito?... ¿El es...?"

- "¿Cómo yo?... si, él cuida a Sakura muy bien además."- y el tono de voz de Adry dio por terminado ese punto de la conversación, era obvio que la gatita no diría más sobre Kero o la pequeña Sakura o nada. Y entonces, ante la sorpresa de Momiji la pequeña continuó- "Estoy esperando que me haga la proposición."- Adry sonrió ante ese pensamiento- "Creo que seré la guardiana más feliz cuando me pida ser su esposa... bueno, supongo que no podré decir que soy su esposa 'esposa', pero... bueno, supongo que será cuando nos unamos como una verdadera pareja."

Y Momiji tuvo que sonreír.

- "Y supongo que Fuji tampoco se dará cuenta cuando un montón de peluchitos peluditos anden por allí revoloteando."

- "Nosotros no vamos a poder tener hijos."- dijo entonces con naturalidad Adry- "Le preguntamos a... la reencarnación del creador de Kero... y nos dijo muy claramente que al ser seres mágicos, no íbamos a poder tener descendencia."- entonces para sorpresa de Momiji Adry sonrió y dijo calmada- "Pero no importa mucho eso en realidad, lo tengo a él así como él me tiene a mi. Creo que no necesito más de cualquier manera, ¿no lo cree así?."

Momiji desvió la vista hacia el frente y suspiró.

- "Si, supongo que si."- dijo entonces y sonrió... al parecer por fin le tendría una respuesta a Sano- "Me alegro de que estés junto a mi amigo para cuidarlo."

- "Yo cuido a todos mis amigos, no solo a mi amo... mi querida amiga."- dijo entonces la pequeña casi en un bostezo, mientras terminaba de dormirse en el regazo de Momiji, quien sonriendo la acarició, y aún acariciándola con ternura miró directo al sol que terminaba de salir para comenzar un nuevo día.

**********

Touya, Sakura, Shaoran, Tomoyo, Eriol, Yukito, e incluso Sonomi Daidouji viajaron hacia la provincia de Chengdu en China apenas y recibieron la noticia de que Fujitaka se encontraba en un hospital debido a una herida de bala (gracias a una avioneta privada cortesía de Eriol). Poco es decir que Fujitaka se llevó una gran sorpresa al verlos a todos ingresar a su habitación, en la cual se encontraba Momiji hablando a más de 100 palabras por minuto mientras mantenía a la pequeña Adry escondida para que los doctores y/o enfermeras no la viesen.

- "¡Papá!."- la pequeña Sakura entró más que preocupada a la habitación y abrazó casi de inmediato a su padre con lágrimas en los ojos.

- "Papá, ¿como estás?."- Touya venía inmediatamente detrás de su hermana y con la preocupación pintada en el rostro.

- "¡Hijos!... yo, estoy bien. No me sucedió nada grave... pero, ¿cómo llegaron hasta aquí?."

- "Creo que soy el culpable señor Kinomoto."- respondió la voz calmada de Eriol a la pregunta mientras entraba seguido del resto de la gente.

Por su parte Sonomi hablaba con el médico preguntando que tan pronto podría salir Fujitaka del hospital.

- "El señor Kinomoto podrá ser dado de alta en tres días más... pero no podrá hacer ningún esfuerzo durante un buen tiempo. ¿Alguien de ustedes se hará cargo de sus cuidados?."

- "Yo me hará cargo, soy su hijo mayor."

- "Y yo también."- respondió la pequeña Sakura.

- "Yo ayudaré también."- Yukito se ofreció con una gran sonrisa, y no dejó que Touya lo disuadiera de su decisión, después de todo el señor Kinomoto siempre lo trataba como a un hijo, era hora de corresponderle por todas las bondades que había tenido para con él.

El doctor pidió entonces a los tres jóvenes que se acercaran, y de pronto la señora Daidouji fue junto con los otros y el doctor alegando que ella se haría cargo de los gastos y medicinas y que no aceptaría una negativa por respuesta, mientras refunfuñaba algo sobre lo irresponsable que era aquel hombre y que no merecía haberse casado con alguien como su querida Nadeshiko.

Momiji decidió entonces retirarse, la verdad que estaba cansada y dormir unas cuantas horas antes del viaje de regreso a Japón no estaba de más, por lo que se despidió de su amigo prometiendo ambos volverse a ver en Tomoeda.

- "... además, creo que deberás de mejorarte muy pronto porque necesito a alguien que entregue a la novia."- le susurró a su amigo con un guiño antes de irse, ante lo cual Fujitaka abrió los ojos y sonrió. Aquella era la mejor sorpresa que había recibido... y eso que últimamente había recibido una gran cantidad de sorpresas agradables.

Momiji se fue alejando poco a poco y miró sin saber por qué de pronto por una de las ventanas, y se sorprendió ante lo que veía, para luego sonreír.

Allí sobre una rama, un par de colitas se mecían a un mismo compás mientras que un pequeño peluche amarillento abrazaba con cariño a una pequeña gatita blanquita. Momiji movió la cabeza y se alejó lentamente... su amigo estaba bien cuidado, tenía una gran guardiana para protegerlo... solo esperaba que no fuese tan buena y no lo protegiese de las chicas que pensaba presentarle.

Y saliendo murmuró entonces para si misma

- "Toda una guardiana de leyenda."

Fin del segundo sidestory

Notas de la autora =u.u=

Bueno... ejeeeemmm... etooooo... AAHHH!!!, me quieren colgaaarrrrr!!!!!...

Si, lo sé... me demoré siglos para entregar el segundo sidestory, smiuf... pero tengan en cuenta que si me cuelgan pierden a la autora y no habrá mas entregas =;.;= . ¿Eso me salva?, uff... que bueno. En fin, he aquí finalizado el segundo sidestory... sip, se que esta un tanto aburrido, que hay muchos párrafos y pocos diálogos, pero como siempre es una idea que se me vino a la mente y mis patitas me obligaron a expresarla en palabras escritas, así que aquí esta.

Espero, ahora si, entregar el tercer y último sidestory lo más pronto que pueda... veremos entonces cuales son los planes del pequeño Kero para darle a su Adry toda una romántica noche de ensueño... en su primera cita.

Críticas, sugerencias o comentarios a kawaii_chibineko@yahoo.com

Un gran bechito para todos =n.n=

Con cariño

chibineko