Y en el capítulo anterior...

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¡¡¡ARWEN_MAGIC16!!!

¡10 puntos para Gryffindor!

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Arwen mira a su alrededor, desconcertada. ¿Acaso no ha funcionado el teletrans? Se encuentra en un sitio cerrado, pequeño y oscuro... con cosas a su alrededor... ¿dónde está? Empieza a palpar las paredes que la encierran, buscando una salida. Cuando los ojos se acostumbran a la luz, puede ver un montón de escobas y trastos de la limpieza. Y una pequeña línea de luz, al darse la vuelta, le permite adivinar una puerta. No hay tirador, así que empuja. Cautelosamente al principio, pero al ver que no se abre apoya todo su cuerpo, empujando con fuerza.

Y entonces, la puerta se abre de golpe, Arwen se precipita hacia el exterior del armario en que se encontraba y... choca con algo que no existe en medio de un oscuro, amplio y vacío pasillo.

-¡Ouch! –dice la oscuridad- ¿Por qué no miras por dónde vas?

Momento en el cual, aparece una morena cabeza seguida de unos maravillosos ojos y una atractiva sonrisa.

-¡Waw! –añade el chico al contemplar con más detenimiento con quién ha chocado- ¿Cómo es que no te había visto antes?

Arwen, sin salir aún del asombro inicial, perdida en los ojos del chico, está a punto de inventar una excusa cuando...

-¡Shhhh! –dice él, bajando la voz- ¿no oyes pasos?

-Corre, al arma...

-¡No! Ven, debajo de la capa, ¡será lo mejor!

El chico cubre a Arwen con la capa y se apartan un poco del centro del pasillo, hacia un lado. Aguardan, en silencio, hasta que un hombre no muy grande, aunque de aspecto horrible y con una gata, pasa rozándolos. Cuando ya se ha alejado, Arwen no puede reprimir un susurro de desagrado:

-¡Filch!

-Por supuesto, ¿a quién esperabas?

-Entonces... ¿estamos en Hogwarts?

-En serio, ¿de dónde sales? –la miró, suspicaz- No te había visto nunca, en ninguna casa...

-Soy Gryffindor.

-¿Gryffindor? Imposible, los conozco a todos, llevo 7 años aquí y no tengo ni idea de quién eres... apareces en medio de la noche, de dentro de un armario y... bueno, ¡ni tan siquiera sabías que estabas en Hogwarts!

-Oh... verás, es que... –"piensa, Arwen, piensa"- he llegado esta noche de... mmm... de Beauxbatons, sí, y Dumbl... –"¡No!, Dumbledore no puede ser el director si Filch es tan joven"- Dippet, eso es, siempre me confundo con su nombre –sonrió- me ha dicho que pertenecía a Gryffindor con su viejo sombrero, pero cuando iba hacia la torre me he perdido y luego...

-Vale, vale, no sigas –le devolvió la sonrisa.- Yo soy Sirius Black. Y ésta –se refería a la capa que los cubría- es la magnífica capa de invisibilidad de mi amigo James, así que ya nos puedes estar agradeciendo que Filch no te hiciera pasar el resto de la noche fregando los suelos de toda la escuela.

-¡Muchas gracias! Siempre he querido cono... eh... yo soy Arwen y, bien, me temo que sigo igual de perdida que antes. ¿Podrías...?

-¿Acompañarte a la torre? ¡Por supuesto! Pero antes, si no te importa... tengo un asunto que...

-¿Sí?

-Bueno, prometes no decir nada, ¿verdad?

-¡Por supuesto!

-Tengo un duelo en la Torre de Adivinación. Con un Slytherin, por supuesto. Son tan asquerosamente repelentes...

-¿Slytherin?

-Si, es otra de las casas. Ya te darás cuenta de que son insufribles. Pero Snape en particular...

-¿Snape?

-Ajá. Un niñato de pelo grasiento que no sabe más que dar la lata... ¿lo conoces?

-No, no... ¡qué va! A no ser que... –añadió sin poder evitar una mofa hacia el futuro profesor de pociones- a no ser que fuera un tipo moreno con cara de amargado con el escudo de la serpiente en su túnica...

-¡El mismo! ¿Te ha dicho algo?

-No, solo lo he visto, pero al decir lo de pelo grasiento...

Fueron andando hasta la torre dónde, supuestamente, esperaba Snape. Salieron al tejado y, efectivamente, allí estaba Snape. Igual que siempre, desde el punto de vista de Arwen... solo que con 17 años. Recordaba un poco a Draco Malfoy, pero moreno en vez de rubio. Y no tan guapo. La misma petulancia, el mismo orgullo, la misma mirada de desprecio...

-¿Tenías miedo de venir solo, Black? ¿O es que –miró a Arwen, sin reconocerla- la chica viene para recoger lo que quede de ti cuando terminemos?

-Que más querrías, Snape. Pero, por supuesto, nadie querría venir a recogerte a ti...

-¡Piernas de gelatina!

Sirius, antes de que pudiera afectarle el hechizo, se defendió:

-¡Expelliarmus!

La varita de Snape salió disparada de sus manos pero, al mismo tiempo, también él fue propulsado hacia atrás... hacia el vacío. La satisfacción de la victoria se reflejó en el rostro de Sirius durante unos breves instantes... hasta que se dio cuenta de que Snape iba a caer de la torre. Y, sin pensarlo dos veces, se lanzó de cabeza para agarrarlo.

Arwen contempló, contenta, como ganaba Sirius, como caía Snape y como el primero se lanzaba en pos de su enemigo, precipitándose, también, hacia una inevitable caída.

Y, entonces, la varita de Snape cayó justo en sus manos.

-Vin.. Wiin... ¡Wingardium Leviosa!

¡Por los pelos! Cautelosamente, trasladó a Sirius hasta una zona segura, con Snape cogido por las piernas y con la misma cara amargada de siempre.

-¡Arwen! ¡Creía que no lo contaba! ¡Gracias! –dijo, levantándose del suelo y acercándose hasta ella.

-No, no... nada... ¿estás bien?

-Sí, y todo gracias a ti... ¿cómo puedo agradecértelo? –susurró, acariciándole la mejilla.

-¡Oh, Black! –se habían olvidado de Snape- ¿ahora voy a tener que tragarme una escena romántica?

Los dos se giraron, a la vez, apuntando a Snape con sus varitas:

-¡Petrificus totalus!

-¿Continuamos dónde lo habíamos dejado?

Y sus labios se fundieron en un beso...

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Gwen: ¡Muy, pero que muy bien!!! He vuelto!!! Y con más citas!!! Y más puntos!!! Pero antes de enrollarme demasiado (aún me quedan muchísimas citas que escribir....¬¬u) voy a seguir con nuestro contador!!!

Vemos un primer plano del contador de las 4 casas, en el que Gryffindor va en primer lugar con 25 puntos, seguido por Slytherin y sus 5 puntillos... de momento 0 para Rav y Huff. Entonces, el de Slytherin vuelve a ponerse en movimiento...

¡¡¡ROSARIO PADFOOT!!!

¡5 puntos para Slytherin!

Gwen: A los interesados, os diré que Rosario no adivinó el acertijo, pero le dio una nueva utilidad al daltonismo... Sintiéndolo mucho, no puedo premiar a Rosario, ya que no me dijo con quién quería la cita... ¡otra vez será! Y siguiendo con las nominaciones... digo, los premios (jejejj ;)...

¡¡¡ACARAMELADA!!!

¡10 puntos para Gryffindor!

Gwen: Y Acaramelada quería una cita con... ¡Severus Snape! Así que os dejo a solas...

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-¡Señorita Acaramelada! ¿Otra vez metiéndose en problemas?

"¿Problemas? ¿Yo que he hecho?" Acababa de entrar en el teletrans y... y estaba sentada en una clase, y delante tenía un caldero derramando su contenido porque hervía demasiado, y...

Levantó la cabeza.

Un hombre alto, de cabello oscuro y ojos profundos la contemplaba con rostro severo...

-Perdone, profesor Snape, ahora mismo lo arreglo.

Pero justo en ese momento sonó la campana anunciando el fin de la clase.

-Demasiado tarde, señorita. ¿Por qué será que los Gryffindors siempre lo estropean todo? ¡10 puntos menos!

-Yo... lo siento, si quiere...

-Aprenda a respetar a sus profesores, señorita Acaramelada. ¡Que sean 20!

Ella aguardó, en silencio, esperando la última palabra del profesor de pociones.

-Y no se crea que su comportamiento avergonzado la redimirá de su castigo. La quiero en mi despacho esta noche.

Y, con un giro de su oscura túnica, abandonó el aula.

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-Toc, toc, toc.

-Adelante.

Acaramelada entró en el despacho, un poco preocupada por el castigo que pudiera recibir. Era bien conocido el odio que sentía Snape hacia todos los Gryffindor y, bien, aunque realmente fuera muy atractivo... "¡Quítate estas ideas de la cabeza! ¡Es el profesor de pociones!".

Severus estaba sentado en su escritorio, enfrascado en algún libro, o los ingredientes de alguna nueva poción, tal vez. Al oír la puerta levantó la mirada, molesto por la interrupción, y la clavó en los ojos de la alumna.

-Ah, es usted -ella asintió.- Muy bien, pues. Me ayudará a organizar el almacén de productos para las pociones. Sígame.

Se levantó, dejando lo que estaba haciendo, y se dirigió hacia el fondo de la habitación, dónde una puerta comunicaba con el almacén. Acaramelada lo siguió sin decir nada, expectante.

-Ayer llegó mi último pedido, y lo tengo todo en cajas.

Una vez allí, empezó el trabajo duro. Abrir cajas, desenvolver productos, trasladar de un sitio para otro, cargar, descargar...

-Páseme las semillas de Frudiana... ¡rápido!

-Sí, señor... es que...

-¡En la caja grande, al lado de la tela de araña!

-Sí, señor, ya voy.

Tal como le había indicado, allí estaban las semillas de Frudiana... que, afortunadamente, estaban etiquetadas. Cogió el pequeño paquete que las contenía, se levantó y se afanó a llevárselo a Snape.

Cuando se lo dio, sus manos se rozaron.

Durante un breve instante, casi inexistente, él la miró. Pero no era su típica mirada de suficiencia, sino una mirada... dulce a la vez que salvaje, ávida. Una mirada dirigida a una mujer, no a una alumna.

Y luego, volvió la cabeza y siguió a lo suyo.

Acaramelada se estremeció. No podía creer lo que le había transmitido Severus con esa mirada. Quería devolvérsela, quería que él volviera a mirarla así.

-Señorita Acaramelada. Le agradecería que no se quedara como un pasmarote sin hacer nada y que siguiera con su trabajo.

Un jarrón de agua fría le cayó encima. ¿Lo había imaginado todo? No pudo más que continuar acarreando cajas y distribuyendo ingredientes en los estantes.

Estaba subida a una silla, colocando una gran caja de ramas de abeto azul, cuando el peso la empujó hacia atrás, haciéndole perder el equilibrio, tambalearse la silla y...

... cayó.

En los brazos de Snape, que la cogieron justo a tiempo. Sintió sus frías manos atravesando la fina túnica que llevaba, aguantando su tallo. Se le agitó la respiración. Él le dio la vuelta, quedando uno frente a otro. La que había caído era ella, pero era él quién respiraba entrecortadamente...

La dejo en el suelo, apartando la mirada.

-Señorita Acaramelada, debería ir...

-Severus -, dijo. Y, sin reflexionar, cogió la mano de él, acercándola de nuevo a su cuerpo.

Y él la atrajo, recorriendo su espalda con las manos, absorbiendo su cercano aroma... buscando sus labios...

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Gwen: Bueno.... ¡Otro cliente satisfecho con su premio! (espero;) Sé que estoy siendo poco original (sobre todo con la parte final de las citas, jejejjej, pero no sé porque me da que si dejo a alguien sin beso se me va a quejar.....). Espero que a los ganadores os vaya gustando... me sabría mal cagarla mucho.... pero claro, cada cual ve las cosas a su manera :þ Pues sin más preámbulos, pasaré al próximo ganador (por originalidad), que es...

¡¡¡RAKSHAH!!!

¡5 puntos para Ravenclaw!

Gwen: Y bien, Rakshah, me encantó la intervención estelar de Dumbledore en la resolución del acertijo, jejje, pero creo que no era esta exactamente la forma de resolverlo, ejem, ejem... De todos modos, te voy a dejar disfrutar un poquitín de NUESTRO Remus... (No t'oblidis de compartir;) Pero va... seré buena... (fixa't en el detall de qualitat)

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Era de noche, y estaba en medio de un bosque. Un bosque grande, oscuro y tenebroso. A pesar de estar sola, la sensación de que miles de ojos la vigilaban era insoportable. "Esto tiene pinta de ser el Bosque Prohibido". Empezaba a preocuparse cuando escuchó el ruido de un arroyo. "Tal vez, si me acerco... por lo menos me servirá de guía. Suerte que hay luna llena..." Fue al acercarse cuando lo vio.

Un hombre joven, de aspecto desaliñado, con el pelo de un color rubio oscuro y patillas en el rostro, contemplaba el reflejo de la luna en el riachuelo...

"¿Suerte? ¿He dicho suerte?"

Él se giró al escuchar los pasos de Rakshah, mirándola con angustia y preocupación. Sus cálidos ojos le dieron la bienvenida, pero él no pudo.

-¿Qué haces aquí? ¿Deberías estar... en Hogwarts, no? El bosque... el bosque está prohibido, es peligroso.

-No, estoy bien. Además, ahora tu...

-¡No! Debes volver. Yo no puedo hacer nada. Hay toda clase de criaturas en el bosque y...

-¿Cómo hombres lobo?

-¿Qué? –pareció sorprendido. Se acercó a ella, con decisión.- Mira, no sé qué es lo que sabes, pero lo digo muy en serio. Yo no voy a poder ayudarte –la cogió del brazo, intentando dirigirla hacia el exterior del bosque.- Tienes que regresar por donde has venido. Antes de que sea demasiado tarde.

Rakshah se apartó un poco, obedeciendo... muy a su pesar. Al girarse, vio que él aún la contemplaba, la preocupación latente aún en su rostro.

Entonces miró al cielo. Ella siguió su mirada. La luna estaba en lo alto del firmamento, luciendo su plenitud. Un aullido la sacó de su ensimismamiento.

A su lado ya no estaba el atractivo joven... un magnífico lobo ocupaba su lugar.

Petrificada, vio como el animal se acercaba a ella. Como la husmeaba. Como la miraba.

Pero un ruido alteró su concentración. El lobo inclinó su cabeza hacia el interior del bosque, atento a algo que Rakshah no podía percibir.

Y, dando media vuelta, desapareció entre la maleza.

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Gwen: Vale, vale, lo siento, no me mates!!!!!!!!!!!!! Pero ya sabes las normas, para más romanticismo, acertar el enigma!!! De todos modos, no puedes quejarte del detalle de las patillas, eh??? Y que conste que es en contra de mi voluntad....

»Pues ha llegado la hora de...

¡¡¡TOMOYO!!!

¡10 puntos para Gryffindor!

Gwen: Los Gryffindor siguen predominando en este concurso (seguro que está amañado... y yo no soy...) ¡Simkin! ¿Estás haciendo trampas? (Si el sombrero seleccionador tuviera que poner a Simkin en una casa, después de pensarlo mucho, creo que acabaría colocándolo en Gryffindor)

Simkin: Ay, querida! Creía que ya te habías olvidado de mí... No me sacas hasta ahora!!! Que lamentable injusticia!!!

Gwen: Vamos, vamos... No lloriquees. Además, tengo un mensaje para ti de Siobhan.

Simkin: ¿Para mí? Oh, aún hay almas sensibles que se acuerdan del pobre Simkin!!! Dime, querida.

Gwen: Si, bien... Solo quería comentarte que, según ella, Blachloch no era TAN aburrido. Que es un poco estilo Malfoy... Pero, la verdad, desde mi punto de vista, los Malfoy son más listos, más malos y más mejores, en general, que Blachloch... ¿verdad?

Simkin: ¿Que no es aburrido? ¡Que pruebe a jugar a cartas con él! ¡El sopor hecho persona! Y no conozco a los Malfoys estos, pero seguro que tampoco podrían ganarme, jejej...

Gwen: Simkin, me parece que tendremos que dejar esta discusión para otro momento... ¡Tomoyo está esperando su cita con Sirius! (que éxito tiene Sirius, no?)

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"¡Por Merlín! ¿Por qué siempre tenía que escaparse? ¿Por qué no se podía quedar en casa, el maldito perro?" En realidad lo adoraba, tenía que reconocerlo... adoraba sus orejitas caídas, sus ojillos azules, su suave piel negra... "¿Pero por qué siempre se escapa?" No podía sacarse de la cabeza el pastor belga que le habían regalado para Navidades, pero en solo dos semanas ya se había escapado 3 veces. Era un cachorro juguetón, de acuerdo... pero ¿no podía jugar en casa?

Ahora, montada a caballo, recorría el bosque intentando encontrar alguna pista del animal, llamándolo, buscando huellas en la nieve...

De súbito, un movimiento a su izquierda le llamó la atención. Para cuando pudo girar, no era más que un borrón negro... Realmente parecía un perro, aunque tal vez demasiado grande para ser el suyo. O tal vez no era un perro... Sin pensárselo dos veces, tiró de las riendas del caballo y lo dirigió, campo traviesa, en pos del animal que había vislumbrado.

El caballo corría, pero el perro aún más, y en ningún momento respondía a las llamadas de Tomoyo. Cada vez más aprisa, entre las hojas y las ramas de los árboles, las raíces...

No pudo evitarla.

Una raíz especialmente gruesa salió al encuentro del caballo, haciéndole perder el equilibrio. Tomoyo salió proyectada por los aires. Y luego, nada.

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Despertó. Volvía a estar encima de un caballo... sí, su caballo. Pero alguien más estaba junto a ella. Alguien llevaba las riendas del caballo. Intentó girarse, pero ese alguien la tenía bien sujeta para evitar que se cayera. Unas manos firmes afianzadas en su torso; le recorrió un escalofrío.

-Por fin te has despertado –dijo con una bonita voz- ¿Cómo te encuentras?

-Bien... creo que bien. ¿Qué ha sucedido?

Notó como él se encogía de hombros.

-En realidad no lo sé. Sólo puedo hacer conjeturas: perseguías algo con tu caballo, el caballo tropezó y tu caíste... Te he encontrado inconsciente. Tu caballo estaba al lado.

"Oh, sí. El perro negro." Demasiado grande para ser su cachorro. ¡Su cachorro!

-¡Espera! –intentó volverse otra vez, y ahora él le dejó. El pelo azabache le caía hasta los hombros, enmarcando una cara atractiva, aunque surcada por las arrugas de la preocupación. Parecía cansado. No tendría más que unos 35 años, pero habían sido duros...

-¿Sí? –inquirió él al verla dudar.

-¡Mi perro! –recordó- ¡Estaba buscando a mi perro! Creo que lo había encontrado, lo estaba siguiendo, cuando...

-No, no creo que fuera tu perro lo que perseguías, -dijo él, intrigante. –Me llamo Sirius, ¿qué te parece si nos acercamos a mi casa? Vivo aquí al lado. Así podré ver si no te has hecho nada grave, y luego te ayudo a buscar a tu perro.

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Su casa era una pequeña cabaña de madera en medio del bosque. Llegaron enseguida, y él la ayudó a desmontar. Con sólo poner los pies al suelo, supo que se había roto algo.

-¡Au!

-¿Te duele? -dijo él, cogiéndola con sus fuertes brazos y alzándola del suelo. Como una pareja de recién casados, entraron en la acogedora cabaña. Notaba el latir de su corazón, el aire que escapaba de sus labios... Sirius la llevó hasta su cama, en la habitación, y la recostó.

-Vamos a ver qué tienes... ¿es el pié? –ella negó- ¿la rodilla?

-Ajá.

-Lo siento pero, –por unos momentos, pareció incómodo- deberás sacarte los pantalones si tengo que examinar tu rodilla.

Tomoyo se ruborizó hasta las puntas de su pelo... Sirius estaba empezando a gustarle mucho. "¡Tonta! Se trata de curar tu rodilla. Probablemente te hará un vendaje, o te aplicará un conjuro curativo... y ya está, nada más." Así que, con toda la naturalidad de que fue capaz, se quitó los tejanos mientras él apartaba la vista decorosamente. "¡Suerte que voy depilada!", fue su último pensamiento consciente.

Entonces Sirius empezó a palpar su rodilla derecha, la dañada, mientras sacaba la varita de su bolsillo para conjurar una cura. Por unos momentos, su mano se detuvo más tiempo del debido en el muslo de Tomoyo... para recuperar su posición inicial.

Pero ella buscó la mano de él y la cogió con fuerza, obligándole a alzar los ojos. Y cuando sus miradas se encontraron, sus bocas se buscaron con pasión...

Mientras, afuera, la nieve empezó a caer suavemente, cubriéndolo todo con su mágico manto. Y unas rascadas en la puerta, acompañadas de un ladrido, les advirtieron de la presencia del perro de Tomoyo.

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Gwen: No quiero entretenerme, así que voy a dar paso a la siguiente ganadora...

¡¡¡NIMPH!!!

¡10 puntos para Ravenclaw!

Gwen: Muy bien, muy bien!!! Así me gusta, ¡poder ravenclaw! Con fuerza!!!! Los ganaremos a todos!!! (jejej, q más quisiera....) Espero que disfrutes de tu stupenda cita con Draco (aish... me voy a chivar a Neville de q le estás engañando con otro...), de momento, la primera en poder gozar de este rubio demoledor que... (ay, q me olvido q mi favorito es Remus, jejejj)

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Como de costumbre, estaba leyendo. Le gustaba sentarse en las gradas del campo de quidditch con un libro entre las manos, porque le permitía gozar de dos de sus actividades favoritas: leer y contemplar tiarrones entrenando. Porque, había que admitirlo, la mayoría de jugadores de quidditch estaban para mojar pan. Lástima del malogrado Cedric, o de que Oliver Wood ya hubiera terminado sus estudios, pero bueno, aún quedaban chicos como Terence Higgs, Roger Davis tampoco estaba mal y...

La pequeña bola dorada con alas aterrizó en medio de su libro, seguida de una sombra montada a escoba. Levantó los ojos.

... y Draco Malfoy.

-¿Qué tal, sabelotodo? ¿...intentando alcanzar a la Granger?

Sus fríos ojos grises, su sonrisa burlona, su despeinado pelo plateado, su aroma a desodorante, sudor, superioridad.

-¿Has perdido algo, Malfoy?

-Mi atractivo seguro que no, a juzgar por como babeas. ¿Me pasas la snitch o vas a guardarla de recuerdo?

-Oh, ya veo, se trata de una de tus bolas  -le arrojó la snitch.- Piérdete Malfoy, aquí molestas.

Él recogió la snitch y se giró para volver al campo... echando una última ojeada a la rubia Ravenclaw. Pero ella estaba concentrada (o eso aparentaba) en su libro.

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Charlando amigablemente con su compañera Lali, ella y Nimph entraron en los invernaderos de la profesora Sprout. Herbología era la última clase de la tarde y la compartían con Slytherin. Como venían de la torre de Adivinación de la Srta. Trelawney, llegaban tarde. Las últimas, en realidad. Cuando llegaron, Sprout estaba emparejando a los alumnos:

-Padma con Terry, Lisa con Lali y Nimph con... eh... –miró a su alrededor- ¡ah! Con Draco, eso es –. La mirada de rechazo fue mutua-. Debéis plantar semillas de hortensia gris para...

Mientras trajinaban con los sacos de tierra, las macetas, las semillas y todos los artilugios de jardinería, a Nimph se le escapó un saco sin querer... ensuciando de tierra a Draco de pies a cabeza. Su mirada la perforó.

-¿Divertido, Ravenclaw metepatas?

Iba a responderle con una réplica mordaz pero, por una vez, él tenía razón. La había cagado. Aunque fuera un Malfoy, no era necesario cubrirlo de barro.

Así que, en vez de replicar, llevó su mano al rostro de él, en un vano intento de limpiarle la cara. Por unos segundos Draco la miró sorprendido, para reflejar luego en sus ojos grises dulzura ("¿dulzura?") y volver, de nuevo, al desprecio.

Con un golpe apartó la mano de ella de su cara.

-Déjame. Aún vas a ensuciarme más.

Pero sonaba poco convencido.

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La biblioteca estaba prácticamente vacía. Era sábado por la tarde y la mayoría de alumnos de Hogwarts habían ido a Hogsmeade. La mayoría.

Nimph estaba concentrada en su trabajo de Aritmancia que, si bien hubiera podido terminarlo el domingo, había preferido quedarse y finalizarlo. Estaba enfrascada en logaritmos atípicos de desviación mágica, cuando alguien se plantó frente a ella.

-¿Sí? –y, por si no había tenido suficiente con lo que llevaba de semana, Draco Malfoy estaba plantado a su lado- ¿Qué quieres ahora, Malfoy?

-El libro que no estás usando y que otros tal vez usaríamos.

Se refería a "Contrahechizos para maldiciones absorventes de voluntad", que ella había cogido porque le había parecido interesante, pero que reservaba para después de Aritmancia.

-Siempre quieres lo que yo tengo, ¿no?

Le gustaba provocarle. Él puso los ojos en blanco.

-¿Vas a darme el libro? ¿O lo necesitas para apoyar el brazo?

-Lo que sea para perderte de vista.

-Muy graciosa, pero me perdonarás si no me troncho de risa. No estoy de humor.

Eso parecía; su mirada reflejaba una especie de resentimiento por su encuentro en clase de pociones, mezclado con rabia interna y... y algo más que no podía discernir.

Ella le alcanzó el libro. Él se giró, dispuesto a irse. Pero Nimph no pudo evitar un último comentario.

-¿Tantas horas frotando barro te han agriado aún más el carácter, Malfoy?

Draco se volvió de golpe, se acercó a grandes zancadas y la cogió por los hombros, mirándola fíjamente.

-Estúpida Ravenclaw...

Y la besó.

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Gwen: Esta vez, y para variar un poquito, tenemos entre nosotros al primer ganador (y creo concursante) que NO es una chica!!!! Woooooooo!!!! Una ovación para él, por favor!!!! Jajajaj, ni caso, ni caso... demos paso a...

¡¡¡CAIT-KUN!!!

¡10 puntos para Gryffindor!

Gwen: Estoy muy emocionada!!!!!

Cait-kun: ¬¬u

Gwen: Vale, vale, ya paro... Cait quiere una cita con Hermione, así que...

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Sabía que esa tarde tenía Cuidado de Criaturas Mágicas, así que, al salir de clase, fue a esperarla en la entrada principal de Hogwarts. Estaba un poco nervioso, pero había decidido que no podía dejar pasar más tiempo.

Al poco tiempo, Slytherins y Gryffindors de quinto curso empezaron a llenar el vestíbulo. Cómo de costumbre, Hermione llegó acompañada de sus inseparables amigos: Harry y Ron. Si no fuera por ellos la habría abordado antes, pero eran como una especie de guardaespaldas que la acompañaban a todas partes...

-Hermione -, se armó de valor- ¿puedo hablar un momento contigo?

Ella lo miró, con cierto grado de desconcierto.

-Por supuesto, Cait, ¿pasa algo?

-Eh... ¿podemos hablar a solas? –dijo con una significativa mirada a Harry y Ron. Ella se encogió de hombros, más sorprendida aún, pero aceptando.

-Ahora vuelvo –les dijo a sus amigos.

Andaron un poco, apartándose de los otros alumnos, en silencio. Cait-kun no sabía como empezar. La verdad era que... bueno, desde el baile de Navidad del pasado año, cuando ella había aparecido tan radiante de la mano de Victor Krum... y ya que este año también se haría baile...

-¿Quieres ir al baile conmigo? –soltó, de golpe.

-¿Qué? Quiero decir... es que no me lo esperaba, perdona, pero...

-Oh, lo siento. Sé que no nos conocemos mucho, pero yo... bueno, me gustaría ir contigo así que, ¿qué dices? Tampoco puede ser tan malo.

-¡Claro que no! Si es que me caes muy bien, sabes, y cuando...

-No quieres.

Ella calló indecisa. Por una vez, Hermione Granger no sabía qué decir.

-No es que no quiera, pero –titubeó unos instantes, lanzó una mirada hacia dónde estaban sus amigos y, finalmente, se decidió- voy a ir con Ron.

..·..·´*`·..·..

Estaba en la Sala Común, frente al hogar. Hacía ya una semana que se lo había pedido a Hermione. Hubiera tenido que imaginar que le diría que no. Ella y Ron siempre se habían llevado muy bien... demasiado, para ser sólo amigos. Pero ella era tan guapa, y tan inteligente, y tan dulce...

-¡Oh, Ron! ¡Ya no puedo más! ¡Estoy harta!

-¡Pues muy bien! ¡Yo más! ¡Por mí, como si te caes al lago y te hundes!

-¡Oh! Eres, eres... ¡insufrible!

Bajando por las escaleras que llevaban a los dormitorios, apareció una ofendida Hermione, que se sentó justo en el sillón al lado de Cait-kun.

-Ah, hola, Cait. ¿Qué tal? –dijo con desgana. Él sonrió.

-Mejor que tu, diría.

Hermione bufó. Pero luego algo pareció arreglar su humor.

-Oye, Cait... ¿aún quieres ir al baile conmigo?

Él la miró, entre confuso, alegre y ofendido.

-Ajá.

-Entonces...

-Pero tu no. Tu quieres ir con Ron, pero os habéis peleado. Lo siento, Hermione, no quiero que vayas al baile conmigo sólo para darle celos a Ron.

Ella calló. No podía negar lo que él había afirmado. A ella le gustaba Ron. A pesar de que Cait era simpático, agradable, bastante atractivo, con su cabello moreno, sus ojos verdes...

..·..·´*`·..·..

No se lo podía creer. Había rechazado a Hermione. Se sentía estúpido.

Pero, curiosamente, desde ese día eran más amigos y pasaban mucho más tiempo juntos que nunca. Cait creía que se debía a su pelea con Ron, pero el caso es que cada vez le gustaba más Hermione.

De repente, le pareció escuchar una discusión un poco más adelante. Olía a problemas.

-Déjame pasar, Malfoy, tengo clase.

-No me digas, Granger. Creía que tu no necesitabas ir.

-Pues sí. Y si les dices a tus gorilas que...

-Por supuesto. Crabbe, Goyle, la sangresucia quiere pasar. –Cait llegó a ver como les guiñaba el ojo-. Adelante, sabelotodo.

Hermione, confusa y algo indecisa, avanzó. Justo en ese momento Goyle le puso la zancadilla, precipitando la caída. Crabbe, con una gran sonrisa estúpida en la boca, pateó su cartera, mientras Draco reía. Cait no aguantó más. Sin pensarlo dos veces, se lanzó hacia Malfoy y sus guardaespaldas y descargó su fúria en ellos. Goyle recibió un puñetazo en la cara, Malfoy en el estómago.

-¿Qué pasa con vosotros? ¿Tres contra una os parece justo? Pero claro, olvidaba que sois basura Slytherin. ¡Lárgate, Malfoy!

-Ningún Gryffindor le dice a un Malfoy lo que tiene que hacer, maldito engreído. Me largaré cuando yo quiera.

-Ah, ¿sí? –dijo Hermione, levantándose del suelo.- Pues espero, por tu bien, que quieras pronto. No me importaría volver a darte un guantazo, Malfoy.

El aludido puso los ojos en blanco.

-Crabbe, Goyle, vámonos. Estoy empezando a aburrirme.

Mientras se alejaban, Hermione rozó con su mano la de Cait.

-Yo... gracias. Si no fuera por ti...

-Nada. ¿Estás bien?

-Cait –se había puesto seria, y lo miraba con decisión.- Tengo que decirte una cosa. Realmente, me gustaría ir al baile contigo.

Como toda respuesta, él no pudo más que aceptar (y robar) el beso que ella le ofrecía.

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Gwen: Y por último y para finalizar, sin más preámbulos, la última ganadora de la noche!!!!

¡¡¡ARIADNA!!!

¡10 puntos para Slytherin!

Gwen: Espero que disfrutes de tu cita con Sirius (y por favor, no le tengas en cuenta lo de las otras ganadoras, ok??). Aaaaaaadelante!!!!

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A pesar de que era muy joven y recién había terminado sus estudios, había aceptado el puesto de profesora de "Transformaciones" en Hogwarts. Conociendo sus aptitudes, Dumbledore había insistido en que aceptara el puesto vacante. Estaba bajando las escaleras del despacho del director, pues aún les quedaban algunos detalles que confirmar antes de empezar el curso, cuando se encontró un grupo de chicos poco más grandes que ella.

-¡Buenas noches! -dijo el primero, un joven moreno y muy atractivo. -¿Está Dumbledore en su despacho?

Ella asintió.

-Si, acabo de dejarlo solo.

-Vamos, Sirius, no la entretengas. –una chica pelirroja, de intensos ojos verdes, le dirigió una sonrisa.- Muchas gracias.

-Tal vez querría acompañarnos...

-¡Ah! –Dumbledore había asomado la cabeza por la puerta de su despacho- ¡Ya habéis llegado! Os esperaba más tarde.

-Nos apetecía dar una vuelta por Hogwarts, señor.

-Claro, claro, James. ¿Conocéis ya a Ariadna? –ellos negaron con la cabeza.- Es nuestra nueva profesora de "Transformaciones". Ariadna, ellos son antiguos alumnos de Hogwarts: Sirius, Lily, James, Remus, Gwen y Peter. Esta noche cenaran con nosotros.

Sirius le cogió la mano teatralmente, llevándola a sus labios.

-Un placer, señorita. Me encantará verla en la cena.

Un poco incómoda por la situación, ella se desprendió de la mano de él.

-Si, claro...

-Y, déjame adivinar... ¿eres Ravenclaw?

-Slytherin.

La mirada y la actitud de Sirius cambió al instante. De repente, era mucho más frio y distante.

-Creo que Lily tiene razón –dijo, entrecerrando los ojos.- Será mejor que no os moleste más.

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Sabía que los Slytherin no estaban precisamente bien vistos, y menos ahora que el-que-no-debe-ser-nombrado tenía cada vez más seguidores... y la mayoría eran magos pertenecientes a la casa de la serpiente. Pero no por eso iba a avergonzarse de ser lo que era. Si el tal Sirius tenía prejuicios contra los Slytherin era su problema, no el de ella.

Pero, si no paraba de repetirse esto una y otra vez, era porque el joven mago había calado en ella más hondo de lo que esperaba.

Durante el banquete de selección que se celebró esa noche, Sirius pareció pasarlo muy bien. Reía y hacía bromas con sus amigos Gryffindor, aplaudía cada vez que uno de los alumnos de primero era seleccionado para su casa, comía mucho y hablaba más... pero a ella no le dirigió más que miradas frías. Igual que las de ella.

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Después de cenar, salió unos instantes al jardín. No quería reconocerlo, pero estaba algo nerviosa por el inicio de las clases. Se sentó al final de las grandes escaleras de la entrada, contemplando el lago.

Alguien salió también al exterior. Bajó las escaleras y luego se paró. Ariadna se giró para ver quién era, y al darse cuenta de que era Sirius, bufó. Él, que la había reconocido, se estaba dando la vuelta para volver a entrar. No pudo evitar un comentario.

-¿Tan repulsivos te resultan los Slytherin, Black?

-No, solo se trata de un ligero malestar en todo mi ser –se giró otra vez hacia ella.- Comprenderás que no saber si estoy hablando con un mortífago me incomoda un poco -, añadió, sarcástico.

-¿Se trata de eso? ¿Todos los Slytherin tienen que ser seguidores del-que-tu-ya-sabes?

-No, perdona, no quería ofenderte. Sólo el... ¿99%?

-¡Bah! ¡Déjame en paz!

Ahora Sirius bajó los escalones que los separaban, arrodillándose frente a ella.

-¿Sabes una cosa?

Ariadna aguardó.

-Confío en Dumbledore. Él sabe discernir entre la gente que es merecedora de su confianza. Si te ha escogido, será porque tu lo eres. No creo que seas mortífaga. Pero –la miró a los ojos- no me gustan los Slytherin.

-¿Y crees que a mi sí los malditos héroes guaperas Gryffindor?

Pero su pregunta no obtuvo respuesta... ya que la boca de Sirius estaba demasiado ocupada, acallándola de un modo... ¿muy Gryffindor?

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Gwen: Bueeeeeeeno... con Ariadna aquí de vuelta, ya hemos terminado el repertorio de premios del primer acertijo!!! Así que paso a decir las puntuaciones:

HUFFLEPUFF: O puntos

Oooooooooooh!!!!! ¿Dónde están los encantadores Hufflepuff? Bueno, hay que decir en su favor que si bien no han acertado nada... tampoco han fallado! Mi hermana Rinoa reclama Cedrics!!!! Vamos chicos (y chicas), a ganar!!!

RAVENCLAW: 15 puntos

¿Qué? ¿Cómo que SÓLO 15? ¿En tercer lugar? A ver si voy a tener que participar con nombres falsos... ejem... vale, vale, eso sería trampa... (Gracias a las dos que habéis conseguido los puntos, Bitxu i Geo!!!)

SLYTHERIN: 20 puntos

Bueno, bueno... vamos a ser sinceros... la verdad es que la mayoría de puntos Sly se deben a la gran capacidad inventiva de sus miembros, q si no, Ravenclaw los gana.. jeje... (bueno, tenía que decirlo)

GRYFFINDOR: 55 puntos

Ejem, ejem... ¡aquí hay tongo! ¡No me lo puedo creer! Tanto Gryffindor, tanto Gryffindor... Vamos, que desde siempre sabemos que hay favoritismos hacia esta casa... Pero qué le vamos a hacer!!!

Adelante, decoración oro y roja!!

¡¡¡FELICIDADES, GRYFFINDOR!!!

Y ahora...

TOC, TOC, TOC

Gwen: Si? Hay alguien? Adelante...

La puerta de la sala subterránea en la que se encuentran se abre y aparece una figura encapuchada con túnica negra (cortesía de la casa dedicado exclusivamente a Estela). La mayoría de miembros del público cogen sus varitas y se preparan para la lucha (excepto los Slytherin) creyéndose que se trata de un mortífago.

Gwen: Oh, Mosiah! Cuánto tiempo sin verte!

El encapuchado deja ver su rostro: se trata de un chico alto y rubio, bastante guapo, que saluda con una sonrisa a Gwen.

Mosiah: Buenas tardes, Gwendolyn. ¿Cómo estás? ¿Qué tal Joram?

Gwen: Bien, bien, estamos muy bien los dos. No te puedes marchar sin decirle algo a Joram, te echa mucho de menos (aunque el no lo reconocería, jejejje...). Así que Duuk-tsarith, eh? Ya me contó algo Simkin.

Mosiah: Simkin? Está aquí?

Simkin: Debes estar ciego, muchacho, si no reconoces a tu encantador amigo... Por cierto, el negro no es tu color. No te favorece en absoluto, si fuera por mí...

Gwen y Mosiah: ¡Simkin!

Simkin: De acuerdo, lo he pillado... pero bien, Mosiah... ¿A qué se debe tu visita?

Mosiah: Bien, pues... en realidad he venido para plantear un nuevo acertijo a los lectores de 50 x 1 CITA. Así que, si me permitís...

Cuenta una antigua leyenda que había 8 magos muy poderosos, cada uno de ellos con una varita de gran potencial mágico. Los magos eran 4 Gryffindors y 4 Slytherin y, como ya sabéis, siempre ha habido mucha rivalidad entre estas dos casas.

Los Slytherin eran: Anya, Tarek, Yven y Doula.

Los Gryffindor: Leadis, Kuron, Dreyn y Norean.

Pero un día, un ser de inmenso poder (tal vez una divinidad menor) decidió disminuir el potencial de los magos, robándoles las varitas. Pero, en vez de esconderlas, volvió a repartirlas entre los hechiceros, alterando sus propietarios.

Los magos estaban muy consternados, porque sin sus propias varitas no podían hacer nada. Gryffindors y Slytherins se reunieron en privado y comprobaron que todos los Slytherin tenían varitas de los Gryffindor, y todos los Gryffindor de los Slytherin. Pero, por otro lado, en ningún caso las varitas de un Gryffindor y un Slytherin eran intercambiables entre sí.

Parecía imposible que cada cual recuperara su varita... pero alguien lo consiguió: Kuron fue asesinado y la varita que tenía robada por su auténtico poseedor...

¿Quién robó y asesinó a Kuron?

Mosiah: Y, para facilitaros un poco el trabajo detectivesco, os voy a dar unas pautas a seguir:

1) Como ya se ha dicho, ningún Gryffindor tiene varitas de otro Gryffindor, y lo mismo pasa con los Slytherin.

2) Nadie tiene la varita de la persona que tiene la suya (por ejemplo, si Dreyn tenía la varita de Anya, ella no tenía la de Dreyn, sino la de otro Gryffindor).

3) Doula quiere la varita que tiene alguien que quiere la varita que tiene el que quiere la varita de Leadis.

4) Kuron no está interesado en la varita de Doula.

5) Tarek tiene la varita que quiere alguien que tiene la varita de Anya.

6) Dreyn quiere la varita de la mujer que quiere la de Leadis.

Gwen: Muajajjaaja!!!! A ver quién es capaz de desentrañar esta especie de crucigrama invertido, jajajajaj!!!

Consejos: leeros las instrucciones dos, tres o las veces que hagan falta. Tal vez es complejo, pero si tenéis tiempo que perder, acabaréis por encontrar la solución. La hay, os lo puedo asegurar, yo lo resolví!!! (y con menos pistas, pero no quería ser mala, jejejej).

A Rinoa y Nimph: el acertijo es cortesía del todopoderoso master Jordi (Treti pels amics ;) y una partidita del Poseídos... (manda webs)

Así que os voy a dejar ya...

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A los concursantes:

Gracias a todos por participar, y felicidades a los ganadores.

Sé que he tardado milenios... ¡¡¡Lo siento!!!

Lo siento mucho, pero hay quién me dejo la respuesta al primer enigma cuando ya la había publicado... así que no los puedo incluir. De todos modos, muchas gracias a:

Kaleidoscope (jejej, tu si que eres especialista en preguntas, eh??), Arladiel, Carla Morgendorffer y Ginny... Vamos, ahora si podéis resolver el enigma!!!

A los reviewers:

Tomoyo: Aquí tienes tu cita!!! Te ha gustado?? Espero que si... (de todos modos, procuraré no andar por caballerizas, jejej). Si, ya sé que me dijiste con quien querías la cita... la pregunta iba dirigida a la siguiente, Rosario PadfooT. Nos vemos pronto!! A ver si tienes suerte con este acertijo!

Arwen-Magic16: Ho sento, ho sento... sé que he trigat, però aquí tens la cita!!! Espero que no t'importi que l'hagi ambientat en l'època de Hogwarts de'n Sirius, però és que em venia de gust... no sé, potser per fer-la diferent... (he escrit 3 cites amb en Sirius! quin sex-symbol!). weno... espero que hagis disfrutat llegint, m'alegro que t'agradi com escric ^__^ jejej, espero que segueixi així... (no t'importa q t'escrigui en català, oi?)

Princess Leia Skywalker: Lo siento!!!! Pero no te desanimes, a por tu cita!!!!

Usagi Weasley: Jejejej!!! La primera ganadora!!! Veo que estás contenta, eh??? Bien, bien!!! Fantástico!!! Es lo que quería conseguir!!! La verdad es que me costó un poco imaginarme una cita con George, pues tienes que ponerle el toque romántico, pero no quería dejar de lado ese carácter típico de los gemelos... un poco... ¿juguetón? Pero si estás contenta, yo también :) Por supuesto, NO me aburre en absoluto tu review... deja más!!! Jajaja. Es broma... bueno, ahora tienes otro enigma, así que si quieres continuar tu aventura con George, o cualquier otro... ya sabes!

Siobhan Lhuderl-Hirl: Mmmmm... tinc curiositat per saber què vol dir el teu nom... tenint en compte que estàs fent lliçons d'èlfic, segur que alguna cosa relacionada... Bé, espero que t'hagi agradat l'aparició estelar de'n Lucius, encara que curteta.... es lo que hay :þ Ara tens l'oportunitat d'aconseguir-ne una altra!!! Muajajaja, a por ella!!!! I ja has vist que he retransmès els teus missatges a en Simkin... t'ha agradat la entrada triunfal de'n Mosiah... ho estava escrivint i dic, sembla un mortífago total, jejej. Però la veritat és q trobo que en Mosiah seria més aviat Hufflepuff, no? Em estat fent relacions amb la Marina, aviam què et sembla: Joram-Slytherin, no hi ha dubte. Simkin-Gry??? Crec q si, és la casa q li escau millor. En Saryon Ravenclaw (li pirren les mates, jajajaj). En Garald no ho teniem massa clar, però ens hem decantat per Gry, tb. I la Gwen, és a dir jo, també....... (jo q volia q fos ravenclaw com jo...) Què opines??? Per cert, vaig veure el teu review al fic de la espada, moltes gràcies!!! La veritat és que no crec que el continui, ja fa molt temps q el vaig deixar (tot sigui dit que vaig escriure una o dos pàgines més...) És que tinc masses coses al cap....

Rakshah: Hola guapíssima!!! Aquí tens el teu premi!!! T'ha agradat?? Així ho espero... la Marina m'ha mirat malament quan li he posat patilles a en Remus, però era el teu premi, de manera que les coses com són!!! Jajajaj, no et queixaràs... ha estat un gran sacrifici!!! De moment tenim aturat el joc de les preguntes, però és q si no m'hi poso jo els demés passen, i com q jo estava liada... ara, ara, els donaré canya!!! Petos!!!

Ariadna: Ey!!! Respira, respira!!! Te vas a morir de un ataque de risa!! Jajaj!! Me alegro q te gustara (tengo talento?, de verdad? Gracias, gracias ^___^) Espero que este encuentro con Sirius haya sido de tu agrado, también... Gracias por la suerte!!! (creo q los examenes me fueron bien, jeje;)

Zauberin: Si, lo sé, lo sé... ya sé q casi no notaste q estabas en los brazos de Fred, pero... hay q ganar!!! Muajajaj!!! Vamos, ahora tienes tu oportunidad!!! Espero que, aunque breve, te gustara!!! Y gracias por desearme suerte en los examenes!!!  Bueno, nos vemos pronto!!!

Bueno................ ya he terminado!!! Espero que esta vez sea menos gente la que adivine el enigma (muajajajja, que mala soy), porque habéis estrujado mi imaginación romanticona con tanta cita!!!! Jajajajjaj!!! Ni caso, ni caso... en realida si quiero que ganéis, porque esto demuestra el esfuerzo que os tomáis!! Déu ni dó!!! (q biene a ser, eing... bueno, no sé traducirlo, pero algo así como que es mucho el dicho esfuerzo).

Así que muchas gracias a todos los concursantes pretéritos y venideros!!!!

Ya sabéi que hay que hacer para concursar!!!

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