CAPÍTULO 10:

ENCUENTRO DE AMIGOS:

Mientras caminaba al lado de Dumbledore Sirius pensaba: -"Por lo menos podré estar cerca de ella unos días más... quizás aún esté aquí para su cumpleaños... ¿Cómo habrá sabido Dumbledore...? Bueno, quizás pueda leer la mente. Entonces no pensar nada mientras esté cerca de él... no vaya a ser que..."-.

Y mientras estos pensamientos surgían en la cabeza de Sirius lo único que surgía en la cara de Dumbledore era una enigmática sonrisa.

Caminaron durante un buen rato hasta llegar a un pasillo que no tenía salida. Sirius se quedó parado y miró a Dumbledore.

- ¿Es... aquí?- preguntó pensando en un pasadizo secreto o algo así.

- Sí, tan sólo hay que tocar aquí- puso su mano en un ladrillo que estaba agrietado- y decir la contraseña. El señor Lupin puso: anul ya on. Ya te explicará como podéis cambiar la contraseña y las reglas que debéis seguir para que nadie os descubra. Yo tengo unas cosas importantes que atender ahora, además es tarde y supongo que estarás cansado. Buenas noches.

- Buenas noches Dumbledore, y muchas gracias por ocultarme.

- No hay de qué Sirius.

Y Dumbledore se alejó por el pasillo dejando a Sirius sólo. Alargó la mano hasta el ladrillo que Dumbledore le había indicado.

- Anul ya on.- dijo.

La pared se movió y dejó una apertura lo suficientemente ancha como para que Sirius pasara. Nada mas entrar la pared se cerró de nuevo. Sirius se fijó y se dio cuenta de que la pared tenía en mismo aspecto por ese lado, tenía el mismo ladrillo agrietado en el mismo lugar. Giró la cabeza y dirigió su mirada hacia un pasillo estrecho que había aparecido ante él. Avanzó con paso seguro hacia el final del pasillo. Llegando al final se encontró una sala parecida a la sala común de Gryffindor pero con diferentes adornos. Un hombre estaba sentado en uno de los sofás con un libro entre las manos. Sirius se quedó quieto observando a aquel hombre. No lo había visto en un año, pero no había cambiado nada, seguía siendo "su" Remus. El hombre que estaba sentado en el sofá se sintió observado y repentinamente alzó la vista. Un mechón de pelo blanco le entorpecía la vista, pero aún así reconoció a "su" Sirius. Dejó el libro en un lado y se levantó. Los dos hombres se quedaron mirándose a los ojos durante unos instantes. Finalmente Remus dijo:

- ¿Ni si quiera vas a dar un abrazo a tu amigo?- y apoyó los brazos en sus caderas (se dice que se puso en jarras, ¿no?) como si estuviera enfadado.

Sirius sonrió ante la reacción de Remus. No había cambiado nada. Estaba igual de delgado. Con su mechón blanco de pelo que le caía de vez en cuando en la cara y que le molestaba tanto, aunque nunca se lo había cortado. Puso también las manos en sus caderas y alzando una ceja (mmm me gusta imaginar a Sirius con pose sexy) le contestó:

- ¿Pero usted y yo somos amigos? No le reconozco... ¿quién es usted? Se parece mucho a un compañero de colegio que tenía... Lunático creo que se llamaba.- cambió de posición y se llevó una mano a la barbilla como haciendo que pensaba.- No serás tú. ¿Eres Remsi? ¿El pequeño Remsi?

Remus quitó las manos de sus caderas y contestó:

- Sigues siendo el de siempre... pensé que madurarías un año de estos.

- Suele pasar. Anda ven aquí.- diciendo esto se acercó a su amigo y se abrazaron.

Después los dos se sentaron en el sofá grande, había muchas cosas que decir, y por una vez en casi 14 años tenían tiempo para ello.

- Tenemos que hablar- dijo Sirius con voz grave.

- ¿De qué?- preguntó Remus. No le gustaba escuchar esa voz en Sirius. No le gustaba que estuviera serio. Eso no era normal. Ni bueno.

- ¡De todo!- volvió a recobrar la sonrisa- tienes que contarme como ha sido tu vida, desde que salí de Azkaban no hemos hablado. Y ahora que tenemos tiempo, habrá que aprovechar. Cuenta.

- Bien, pues... – se pasó una mano por el pelo para apartar el mechón blanco de sus ojos- cuando te... llevaron a Azkaban no pude con todos los gastos del piso que habíamos alquilado así que me fui una temporada de nuevo a casa de mi madre, estuve trabajando en sitios de mala muerte hasta poder comprarme una cabaña a las afueras de Surrey. Mas tarde todo siguió igual hasta que trabajé aquí con Dumbledore. Luego el último año he trabajado para él en la lucha contra Voldemort. Como antiguamente.- dijo esta última frase con un deje de melancolía en la voz, a la vez que en su cara aparecía un gesto triste.

- Yo también he vuelto a "trabajar" para Dumbledore.- frunció el ceño.- de hecho estaré aquí solo un tiempo hasta que pueda comenzar mi misión. Quizás no vuelva vivo.

Sirius cambió de postura en el sofá. Se tumbó apoyando su cabeza en el regazo de Remus, con los ojos cerrados, como en otros tiempos. Remus le acarició el pelo. Seguía siendo igual de suave que antes, pero más largo.


FLASH BACK


En la misma postura un Remus y un Sirius estaban en el sofá de un apartamento poco decorado. Era el piso que habían alquilado los dos juntos. Aquella fatídica noche en que James y Lily murieron.

- Remus, Dumbledore me ha encomendado una tarea muy peligrosa. Quizás no vuelva vivo. Si es así cuida a James, Lily, Peter y al pequeño Harry, por mí. ¿De acuerdo?.

- Volverás. Estoy seguro de que volverás.

- No lo creo igual. Antes pasaré a hacer un recado, luego me iré.

- ¿Vas a aparecerte o llevarás la escoba?

- Ninguna de las dos cosas. Iré en la moto.

- Pero...- Remus iba a replicar, no quería que Sirius se marchara. Sospechaba que era el espía de Voldemort y si se iba no sabía si era para cosas buenas o malas. No quería desconfiar de su amigo, pero no podía dejar de hacerlo.

Sirius le miró a los ojos. Le calló con la mirada. Tenía un poder en sus ojos que Remus conocía muy bien. Había mirado esos ojos durante demasiado tiempo. Había observado a su amigo muy detenidamente, quizás demasiado. Hasta había soñado con él. Remus se reprendía a sí mismo por ellos, pero no podía evitarlo.


FLASH BACK TERMINADO


Remus acariciaba el pelo de su amigo mientras le observaba. Por fin Sirius comenzó a hablar. Entre los dos siempre había existido una gran confianza. Confianza que estuvo quebrada por un tiempo cuando Peter traicionaba al grupo. Pero de nuevo volvían a ser los amigos de antes.

- Tengo que perseguir a unos extraños seres que ni siquiera Dumbledore conoce.

- Ya me ha hablado de ellos. Yo tampoco descubrí nada.

- Lo suponía. No sabré defenderme contra ellos. Igual que no pude defender a Hermione.- Sirius se estremeció al decir eso último.

Remus notó la reacción de su amigo. Intentó tranquilizarle.

- He ideado algunos conjuros que puedas usar de protección. Mañana te los enseñaré.

Sirius se incorporó. Tenía los ojos brillantes.

- Gracias Remus. Realmente tengo sueño... ¿dónde están las camas? ¿O no hay?

- Jajajajajaja, claro que hay, sígueme.

Los dos hombres se levantaron. Remus cogió el libro que estaba leyendo antes de la llegada de Sirius y caminó subiendo unas cortas escaleras que llevaban a un dormitorio. Entraron y Sirius comprobó que el dormitorio también se parecía a aquél en el que había dormido una vez cuando vivía en el castillo. Tenía cinco camas, con sus respectivas cortinas, su mesilla y todo. Remus ocupaba la misma posición que había ocupado alguna vez. La segunda cama por la derecha. Sirius se tiró encima de la que supuso que sería su nueva cama. Eligió la tercera empezando por la derecha, al lado de Remus. Cerró los ojos. De repente notó como alguien le hacía cosquillas, abrió los ojos mientras se retorcía de la risa. Era Remus quien le hacía cosquillas.

Al ver que había abierto los ojos Remus paró y le puso el pijama en las manos.

- Pedazo de vago... ¡cámbiate!

- Voy...

Se sentó en la cama y cuando se disponía a quitarse la vieja camisa que llevaba puesta Remus carraspeo. Sirius le miró.

- Allí está el baño... por si te quieres cambiar.

Sirius miro hacia donde Remus indicaba con el dedo. Estaba cansado. Su amigo tenía razón, seguía siendo un poco vago.

- Paso, me cambio aquí, como si nunca nos hubiéramos cambiado juntos.

- Si-si... claro.- Remus enrojeció. Aunque Sirius se comportaba como si esos 14 años no hubieran pasado, se sentía extraño teniéndolo cerca de nuevo.

Sirius cogió los bajos de su camisa y tiró hacia arriba intentando sacársela por la cabeza. Se le quedó atorada en el cuello y las mangas se quedaron atoradas en sus muñecas, dejando su torso al descubierto. Se levantó de la cama peleando con la camisa. De repente cayó en la cuenta de que no había desabrochado ninguno de los botones antes de quitársela.

- ¡Bruto!- dijo Remus a la vez que se partía de la risa tumbado en su cama mirando los desesperados intentos de Sirius por deshacerse de su "camisa asesina".

- No te rías y ven a ayudarme.

- No he oído las palabras mágicas.- dijo Remus con una sonrisa en la cara.

- Por que no tengo una varita a mano que si no...- Sirius sonaba un poco enfadado.

- Vale, quédate quieto.

Remus se acercó a Sirius. Mientras se acercaba le observó. No estaba igual que la última vez que le había visto. La estancia en casa de Hermione le había sentado bien y había vuelto a ser aquél chico que él conocía. A pesar de que los dos no eran ya unos chicos jóvenes como antes se mantenían bastante bien. "No como Snape..."- pensó Remus. Alargó su mano para desabrochar los botones del cuello de la camisa y sin querer rozó el pecho de Sirius. Apartó la mano rápidamente.

- ¿Remus? ¿Sigues ahí? Quítame la camisa o me acabaré ahogando.- dijo Sirius.

Remus no pudo verlo, pero sonreía. Remus decidido alargó las manos y empezó a desabrochar los botones, con cierta dificultad. (No es que Remus sea torpe, ni mucho menos, pero ¿Alguna vez habéis intentado quitaros una camisa del revés? ¡¡¡Es muy difícil!!!) Por fin la boca de Sirius apareció debajo de la camisa, seguida de su nariz, y sus ojos.

- Gracias Remus.- se fue de nuevo a su cama y se terminó de quitar la camisa. Se puso la parte de arriba del pijama.

Remus se quedó parado en medio de la habitación. Cuando volvió a pensar por sí mismo se fue a su cama e hizo lo mismo que su amigo. Se quitó los vaqueros que llevaba puestos, quedando solo en calzoncillos. Alargó la mano para coger los pantalones del pijama, pero no encontró nada. Se giró, buscándolos encima de la cama, pero no los vio. Al alzar la vista para preguntar a Sirius si los había visto, los encontró. Sirius los llevaba puestos en la cabeza, con las patas del pantalón como grandes orejas.

- ¿Buscas algo Remsi?- preguntó Sirius con voz inocente.

- Pero... ¿qué haces con mis pantalones en la cabeza?- hizo una mueca y empezó a reírse.

- ¿Quién? ¿Yo? ¿Qué pantalones?- Sirius se hizo el tonto.

- Anda Canuto no estoy para juegos... – empezó a ir tras de Sirius para agarrar sus pantalones, pero Sirius de un salto le esquivó.- ¿Sabes que tienes... 37 años verdad?- preguntó Remus.

- ¿37? ¿Ya tengo 37?- Sirius abrió mucho los ojos. Se sentó en su cama, se quitó los pantalones de su amigo de la cabeza y se los dio.

- ¿Qué pasa? ¿Acaso no sabías que aún estando en Azkaban el tiempo sigue pasando?

- No es eso Remus. No es eso. Soy demasiado mayor. Demasiado viejo.- una expresión triste apareció en su cara.- deberíamos acostarnos ya ¿No crees?

Dicho eso se tumbó en su cama dando la espalda a Remus y se tapó. Remus se quedó extrañado por el comportamiento de su amigo. "¿A que se refería con: soy demasiado viejo...? ¿Demasiado viejo para qué?

Remus se sentó en la cama de Sirius. Pasó una mano por el pelo de su amigo y dijo:

- Tener 37 no es ser demasiado viejo para nada. ¿Qué te pasa?

Sirius se revolvió en la cama y se tapó la cabeza con la sábana.

- No importa. Déjalo. Ha sido un comentario estúpido. –la voz que salía de debajo de las sábanas pronunció aquél "estúpido" con rencor.

Remus frunció el ceño, no le gustaba ver a Sirius así, y menos por algo que él había dicho. Algo le pasaba, eso era evidente pero ¿cómo podría averiguarlo?. Decidió atacar con algo duro:

- Entiendo. No confías en mí.

Se levantó y se fue a su cama a sentarse esperando la reacción de Sirius. Tal y como lo había esperado sacó la cabeza de entre las ropas de cama y dijo:

- Sí confío en ti Remus, pero, en serio es sólo una tontería.- dijo con la misma voz apagada de antes.

- Si es una tontería no entiendo por qué no me la puedes contar.- replicó Remus quien se sentó en su propia cama y se tapó las piernas.

Sirius suspiró. Pensaba en muchas cosas. Salió de entre las sábanas y se sentó en su cama, simulando a Remus. Pasó una mano por su pelo, como si eso pudiera hacer que sus ideas fueran más claras. Luego se llevó la mano a la barbilla tocando su incipiente barba de 4 días.

- Remus... tú... ¿tú has tenido... alguna novia?- levantó la vista y la dirigió a los perplejos ojos de su amigo.- quiero decir, mientras yo estuve fuera.

"Fuera"- pensó- "Ni que hubiera estado de vacaciones o algo parecdio...".

- Pues...- se llevó la mano a la nuca y sonrió- realmente... no he tenido tiempo ni ganas para ello.

Mentiroso se dijo a sí mismo Has estado pensando en él todos estos años y aunque se te han acercado chicas las has ignorado y bien lo sabes. No es que te guste, es que le adoras.

Remus enrojeció notablemente.

- ¿Cómo?- Sirius se asombró- Pero... si eras un ligón... por lo menos yo te recuerdo así.- contestó con una sonrisa en la boca.

- Sí... ya.- bajó la mirada a sus manos que estaban en su regazo- Creo que... tenía otras cosas que hacer. Además... sin ti, ni James ni... Peter- pronunció el nombre de su antiguo amigo con cierto asco- no era divertido.

- ¡Oh! Entiendo.- Sirius bajó la mirada también. Oír hablar de James y Lily era muy duro para él. Aún se sentía culpable de lo sucedido. Se le hizo un nudo en la garganta y se le humedecieron los ojos. Remus se habría quedado tan sólo. En un día había pasado de estar rodeado por sus amigos y feliz a no tener ningún amigo y estar de luto. – Remus- le llamó sin mirarle.

- ¿Sí?- contestó.

- ¿Puedo... puedo sentarme contigo... ya que... estamos hablando?- preguntó.

Remus no contestó simplemente se hizo a un lado y abrió las sábanas para que Sirius se metiera con él en la cama. Sirius corrió a meterse en la cama de su amigo por que iba sin calcetines y el suelo estaba helado.

- El suelo del castillo está más frío de lo que recordaba. ¿Verdad?- al hacer esta última pregunta pegó las plantas de sus pies a las piernas de Remus.

La única reacción que tuvo él fue pegar un salto en la cama y acto seguido comenzó una extraña guerra. Remus hincó sus dedos en los costados de Sirius haciendo que este se empezara a retorcer debajo de él mientras no podía para de reír. Al final los dos cayeron de la cama en un revoltijo de sábanas y piernas. Una vez en el suelo los dos se quedaron quietos. Remus encima de Sirius. Los labios de los dos hombres estaban a escasa distancia. Las manos de Sirius subieron por la espalda de Remus hasta sus hombros. Sus respiraciones eran agitadas. Las fuertes manos de Sirius cogieron los hombros de Remus y con sólo un movimiento se deshizo de él. Se levantó del suelo y extendió una mano para ayudar a Remus a levantarse. Él se quedó mirando la mano de su amigo. La cogió y se incorporó.

Esta vez fue Remus quien cortó la diversión.

- Sirius mañana me tengo que levantar temprano y necesito dormir... ya sabes, la luna.

- Oh, por supuesto.

Cada uno se fue a su cama y se acostaron.

YA ESTÁ... SE ACABÓ EL CAPITULO. SÉ QUE SE HIZO ESPERAR, DISCULPEN LAS MOLESTIAS, CUANDO SUBA EL PROXIMO CAPITULO LO PONDRÉ EN LA SECCIÓN DE NC-17 POR QUE ALGUNOS CAPITULOS SERÁN CALIENTES O PICANTES, COMO QUERÁIS.


REVIEWS:

AOSHI TSUKINO: Me tardé demasiado en subir un nuevo capitulo, lo sé, lo siento, pero es que me costó mucho escribirlo, no sé por qué. Dudo mucho que la pareja final de este fic se quede en Sirius/Remus, pero puedes imaginar eso si te hace ilusión.

PINKI: Nada de aburrido, me hizo mucha ilusión recibirlo!!!

MARIANNE POTTER: Yo NO he dicho que Dumbledore pueda leer la mente. Sirius cree que Dumbledore puede hacerlo, pero una cosa en creer y otra cosa es que sea cierto ;-)

MARTA: gracias por el apoyo al fic (aunque fuera pequeño).

IRVING PAUL VARGAS CRUZ: Como sigas así, con tus reviews cada vez más largos voy a tener que hacerte un espacio en el fic para que lo escribas al final... jajajaja, pero en serio, me gustan tus reviews, me hacen mucha ilusión, sobretodo si son largos por que me das muchas opiniones sobre lo que escribo. De nuevo, aún no sabemos si Dumbledore realmente lee la mente o no...

¡Ah! Y gracias por las lecciones de japonés.

KATIE: Estoy siguiendolo, pero por favor, dadme un respiro...

ARIADNA BLACKMOON: Gracias a ti por no denunciarme por incluirla!!! Y según me dijo un amigo muy listo, los zafiros pueden ser de más colores que azules... de todas maneras, una cosa es lo que piense Hermione y otra cosa es lo que realmente sea esa piedra.

MAREMOTO: Jajajajaja... garagaragaragara... atún tun turulún... (lo siento, son coñas que nos traemos entre las dos) IARO IARO IARO... ya hago publicidad de tu fic ¿No lo has visto :P? No te voy a sacar los ojos por ello, es más voy a poner aquí lo que escribiste por que me hizo mucha ilusión:

Bueno, a los lectores, siento daros envidia, pero Pirra ha estao en mi casa la última semana y ma contao el argumento general del fic... realmente es muy bueno, ¡¡lo más original q había escuchado nunca!! Seguid leyendo xq os aseguro q os encantará. Estas chica es increíble, lo tiene todo planeado... Irving Paul... tranquilo, el Slash no te decepcionará, a mí q n me gusta q jueguen de esa manera con los personajes no me decepciona en absoluto... d hecho creo q le da un toque genial a la historia.

ULEZMA: gracias también por dejar review!!!.


BUENO, YA ME DESPIDO COMO LA HISTORIA SIGA LLENDO ASÍ DE DESPACIO NO SÉ CUANTOS CAPITULOS VA A TENER ¿OS HABEÍS DADO CUENTA QUE VAN 10 CAPITULOS Y NO HEMOS LLEGADO NI AL PRIMER DÍA DE CLASES?... SNIFFF SNIFFF ESPERO QUE NO ME DEJEÍS DE LEER POR QUE HAGA TANTOS CAPITULOS. BESOS

PIRRITA.