Historia de intrigas en cuatro reinos
By ryu-kun

Capitulo 5.
Huérfano.

Yamato estaba cabalgando por el campiña.
Estaba montando el caballo blanco que le había dado suu hermano menor.
Le había hecho jurar que cuando fuera por él.
Que lo hiciera montado en un caballo blanco.

Un poco de humo adelante llamó su atención.
Bajó del caballo y se dirigió hacia su fuente con la espada desenvainada.
Su armadura refulgía con destellos argenteos en la luz de la mañana como si fuera un espejo. Ante sus ojos apareció tras unos arboles la justicia del siglo doce.

Una aldea arrasada por un ejercito invasor.
El principe recorrió la calle principal, por decir así al camino de lodo y sangre que se abría por la villa.
Cadaveres..
Gritos de agonicos.
Yamato sabía que no había esperanzas para ellos.
De solo imaginarse que Takeru pudiera presenciar algo así le revolvía la sangre.

Una sola herida podía ser fatal en el campo de batalla y especialmente si no era atendida una horas después. Y estos ya estaban más del otro lado que del lado de los vivos.

Yamato se apiado de ellos, descargó golpes solidos y con gran fuerza sobre los moribundos. su golpe era tan fuerte que dejaban de sufrir. Esta clase de piedad fortalecía su corazón y sus convicciones. Estaba determinado a dejar el mundo que tan cruelmente trataba a las personas.

Finalmente llegó a una casa un poco mejor que la de los demás aldeanos.
Un joven de su misma edad estaba tirado en el suelo, la casa estaba ardiendo todavía. Sin siquiera tocar a su acompañante Yamato sabía que tenía fiebre e intensos dolores.

Él lo miró con ojos suplicantes, sus espada refulgia con el color rojo que traía encima. El joven sonrió debilmente, de sus labios apenas se formaron las palabras rápido, por favor.

Yamato asintió y blandió su espada para descargar el golpe final que libraría al joven de sus sufrimiento.

Sin embargo alguien más intervino.

"Muere maldito" escuchó una voz infantil y sin ningún esfuerzo pudo esquibar a una azadonazo que se estrelló a un metro de distancia.

Un niño estaba frente a él. No podía saber su edad.. Era dificl saberla. Estaba flaco y un poco mugroso. Vestía unos pantalones anaranjados y una capucha anaranjada. Su mirada era desesperanzada al ver que había fallado y más al ver una espada tan grande en manos de Yamato.

"Dejanos en paz" gimió mientras se avalanzaba sobre el joven que estaba agonizante.

"Tomoki.. por favor.. dejalo que termine" dijo el joven mientras lo apartaba.

"No.. Hermano yo te quiero" lloró el niño mientras lo abrazaba. "Ahora entiendo cuanto me querrías.. deseabas que fuera fuerte.. por eso siempre me pegabas y hacias trabajar más de la cuenta" lloraba el niño.

Yamato miró la escena con cierto recelo y envidia, si el moría su hermano nunca lo confortaría en sus horas finales como lo hacía este pequeño niño con su hermano.

Francamente deseaba poder verlo. la ultima vez que lo vio era tan indefenso como un bebé. O al menos eso le parecía el pequeño.

A su manera yamato era tan cerrado como un ostra. Sin embargo al ver al pequeño niño sintió un dejo de nostalgia.

"No te preocupes no sufirá mucho.. Esperame en la plaza del pueblo.. yo arreglaré todo para que tu familia descanse en paz" dijo Yamato de una manera calmada y serena mientras sus manos hiceron girar al niño al tomarlo de los hombros. Le palmeó la espalda para hacerlo caminar.

El pequeño volteó una vez hacia atrás y se fue caminando mientras sollozaba.

Yamato miró al joven sangrante y le dijo con calma.
"Cuidaré de él.. será mi escudero" dijo mientras descargaba el golpe mortal.
Le tomó algo de tiempo acomdarlo con el resto de la familia.

Encendió el fuego ya se había apagado y salió de la casa. El fuego se esparció rápidamente casa por casa, los cadaveres ya estaban adentro para cuando el fuego comenzó a reducir todo en cenizas.

El pequeño miraba a Yaato con cautela mientras se acercaba.

En los ojos del niño, matt se vio a sí mismo como si fuera una hombre de metal, frío e insensible.

Matt lo vio a los ojos mientras lo evaluaba con detalle.
"Lo primero es lo primero" dijo mientras lo agarraba por la cintura y se lo llevaba le chico no emitió ninguna protesta, solamente lloraba en silencio.

Yamato lo llevaba como si fuera un trofeo cualquiera en el caballo. Acostado en su estomago el chico descubrío que los caballos podía correr muy rápido.

Tardaron un tensa hora en que ninguno dijo nada mientras los arboles se erguian y pasaban veloces tras ellos. Finalmente llegaron a un rio. Yamato desmontó y cargó al niño en sus brazos. Sin muchos miramientos lo dejó caer en el agua en donde empezo a limpiarlo y restregarle el cabello. el niño apenas protesto mientras la mugre y las cenizas salían de su cuerpo.
Al mismo tiempo Yamato desgaró la ropa del chico haciendo grande tirones. El chico solo cerró sus ojos mientras se recostaba en la hierba.

El tintinear de la armadura al caer no ayudaba en nada a tranquilizarlo. Había escuchado ya sufiecientes historias del esclavo de su casa.
El Frio nocturno le hacioa temblar y por un momento deseo que se apresurará para sentir el calor corporal de su nuevo amo y señor.

Sin embargo una camisa de lana le cayó encima.
"Pontela" dijo yamaot mientras se ponía encima su armadura. el joven se había quidtado una de las tantas camisas de protección que impedían el roce de la armadura contra su piel.

El pequeño solamente miró como el torso musculoso de una persona que ha cargado una armadura(No es por nada pero los caballeros de la antiguedad hacian ejercicio con su armadura puesta)

Yamato habia desarolado unos pectorales muy varoniles así como un estomago de lavadero. Por primera vez el chico pudo ver los ojos azules y el cabello dorado al aire.

"Pontelo de un vez que hace frio" dijo el otro mientras el chico se ponía enciam la camisa que le venía bastante grande y le cubría las rodillas. Yaamto cortó un pedazo d esoga y se la ató a la cintura. Luego tomó los jirones de ropa del niño y los usó para vendarle los pies.

Al final el pequeño había cambiado un poco y más cuado Yaato le corto el cabello con la espada. Se lo cortó casi al raz del cuero cabello. dejando enclaro de que era un niño con cabello castaño.

"Te llamare Tommy" le dijo Yamato mientras le extendía una cuerda y le ataba las manos.
"Llegaremos a mi campamento en unas horas.. será un esclavo que compré.. y ni una palabra de nada a nadie" le advirtió al niño mientras este asentía debilmente.

"Eres mio y de nadie más.." le dijo mientras el chico no podía evitar eso ojos azules que parecían hipnotizarlo.
"No abandorá mi tienda ni siquiera te harás amigos de lso mozos de la cuadras.. tu solo vendrás conmigo" dijo Yamato mientras el pequeño asentía con mucho cuidado.

Yamato se subió al caballo mientras tomoki caminaba detrás de él a pie con el rostro sombrío.

En un ocasiónYamato espoleó al caballo y este arranco arrastrando al pequeño dentro del campamento. Eso le dolió un poco pero había hierbas por todos lados así que no sufrió casi ningun daño.

Estaba muy exausto cuando llegaron a la tienda de Yamato.
Yamato lo liberó en el isntante en que la puerta de tela se cerró atrás de ella. En el fogon había una pierna de venado que había estado asandose lentamente hasta casi curarse por completo.

Le dio un pedazo caleinte al pequeño que lo devoró con nostalgia mientras lloraba e silencio.
Yamato comío algo mienreras el pequeño lo miraba con aprensión.
finalmente vio el camastro donde se recostó Yamato. El rubio le hizo la indicación de que se acercará.
"Ayudame con la armadura" dijo mientras el niño obedeció y comenzó a quitarle las pesadas capas de hierro.

Finalmente Yamato terminó desnudo y se pusó una tunica ligera e sus hombros.
El niño lo mira si saber que pasaría a continuación.
Decenas de relatos acerca de lo que el amo les hacía a los esclavos pasaban por su mente en ese momento.
La verdad es que lo aterraban los latigazos y el hecho de ver a un caballero soltero como yamato.

Tomoki sabía muy bien para que servían los esclavosa jovenes como él. No le gustaba para nada.

Yamato se recostó en el camastro. Tomoki lo vio y cerró sus ojos involuntariamente cuando le hizo la seña de que se acercará.

Sintió como las manos le rodeaban la cintura y lo acobijaban en la manta.
"Shh calma.. puedes llorar traqnuilamente.. yo te cuidaré.. pasado mañana nos iremos de aqui.. estos luchan mañana.. así que en el siguiente campamento.. ya no será ni mi esclavo.. ni nada por el estilo.. serás mi primito" le dijo mientras el pequeño dejo escapar un gemido ahogado.

"Te cuidaré como mi propio hermano.. porque el mío esta lejos y no puedo cuidarle" le dijo mientras el pequeño cerraba sus ojos mientras el otro empezaba a consolarle como lo hacia con hermano Takeru.

Tomoki se sietió relajado en brazos de Yaamto. El chico sintió el calor de familia en sus brazos y la verdad es que no le importó lo que le hiciera yamato. Lo unico que deseaba era esa clase de cariño que irradiaba el aspirante a caballero andante.

Continuará..
Comentarios: Quien me falta quien me falta.. así Tai..