N/A: Hola!! De nuevo...jejeje bueno perdón si me he tardado, pero tuve un bloqueo ...y pues no sabía como acabarla..y ciertamente no se si este capítulo quedó bien....espero que les guste de verdad y por favor dejen su review, que me encanta leerlas.... Gracias por los que hasta ahora la han seguido leyendo y puesto su critica constructiva....y bueno disfruten....

Ninguno de estos personajes ni lugares me pertenecen todos son de la magnífica J.K.Rowling

Capítulo 4 "Una reunión inesperada."

Draco vio en ese momento como se acercaban en silencio, hacia dónde ella estaba parada. Trató de hacerle señas para que escapara, pero fue inútil, ella no le entendió. Vio como de pronto caía desmayada y la persona que lo había hecho, la sujetó y se la llevaba rápidamente hacia el bosque prohibido. Corrió con dirección hacia donde estaba ella, o más bien dicho donde había estado. No podía correr tan rápido, estaba mareado, la cabeza le estaba matando y el brazo hacia que perdiera velocidad al faltarle impulso. Se introdujo en el bosque con cuidado, no sabía que podía pasar, en cualquier momento podría salir una persona y lastimarlo o algo así justo como le había pasado a Ginny.

Escuchó movimiento atrás de unos arbustos del lado izquierdo del sendero. Se detuvo, contuvo la respiración esperando encontrar a la chica, caminó hacia el lugar de donde provenían los sonidos; su brazo le era inútil, estorbaba demasiado, sólo le causaba dolor y no lo permitía hacer gran cosa. Miró su escoba sujetada en la otra mano, no le iba a ayudar mucho tener una escoba como defensa en vez de una varita mágica por si algo sucedía. No continuó su paso, una vez más se detuvo, buscó su varita, recordaba que no le era permitido llevarla consigo al juego, pero cuando acabó, algo lo había hecho volver ahí y llevó consigo su objeto, más preciado (además del dinero :P); metió su mano a la bolsa del pantalón y sacó su brillante varita.

Se escuchó de nuevo el sonido, como si alguien estuviera mirándolo ahí en silencio, dejó caer su escoba al suelo y se acercó al arbusto, lo movió y en ese instante algo saltó de ahí que lo hizo caer hacia atrás: un animal bastante raro, sin duda una "mascota" del gigante que tenían por maestro de criaturas mágicas. Era como un perro, algo grande, con los ojos amarillos con un toque de verde, y era peludo como león, no sabía que era, solamente brincó encima de él y luego se apartó rápidamente como escondiéndose de algo o de alguien.

Draco se levantó, se sacudió el polvo del uniforme (N/A: realmente no era que estuviera limpio, pero es Draco), no podía creer que un estúpido. animal, lo hubiera asustado. Malhumorado, iba a recoger su escoba, y se disponía a salir de ahí, cuando recordó lo que lo había hecho que estuviera adentrado en el bosque, una persona que ahora estaba en problemas y necesitaba del único testigo que tenía.

Siguió caminando, no sabía hacia donde ir, pues no había visto a donde la habían llevado, ni siquiera sabía quien era esa persona, podía apostar lo que tenía a que era un mortífago.

No había ningún ruido, ninguna pista sobre lo que había sucedido unos cuantos minutos antes. Prefirió seguir caminando por si encontraba algo que le pudiera ayudar, hasta tal vez se encontraría con quien lo había hecho, no había pasado mucho desde el incidente, lo que quería decir que aún deberían estar cerca. Estaba recordando todo lo que había pasado y se sentía mal, si no hubiera sido por ella, él tal vez estaría muerto y si no hubiera sido por él, ella no estaría en problemas.

Una vez más sus pensamientos fueron interrumpidos, por voces; de dos hombres, que venían justo adelante de dónde él estaba pero de su lado izquierdo. Se armó de valor, dejó su escoba y empuñó su varita de nuevo con su mano izquierda (no tenía tanta agilidad con esa mano, pero su brazo derecho ya no le respondía). Caminó hacia de donde venían las voces, trató de no hacer ruido para poder escuchar lo que decían y más para que no se dieran cuenta de que alguien estaba ahí.

"¿Estas seguro qué nadie vio qué te la llevaste?" preguntó una voz fría, que era bastante conocida para Draco

"Completamente señor, no lo hubiera hecho de lo contrario, o me hubiera traído a la persona al igual que esta niña. Pero estaba sola, como debía de ser." Al igual que la primera voz, esta también le parecía demasiado familiar, trató de acercarse más para ver las caras de los que cometían el "crimen" y tal vez los podría detener con un conjuro sencillo. Aunque pensándolo de nuevo, sería muy tonto tratar de pelear con dos hombres adultos y mortífagos además de todo, en su condición, medio enfermo y con el brazo nada más que estorbando.

Los dos hombres se movían rápidamente, a pesar de ser tan tarde y cargando una joven de 15 años como Ginny. Se escuchaban las voces, que se alejaban, Draco sólo pudo distinguir que la segunda voz le preguntaba al otro hombre:

"Señor, todavía no me ha dicho, ¿por qué a ella? Digo todos sabemos que su familia, no tiene.eh. bueno dinero como para pagar el rescate." Cada vez que caminaban Draco dejaba de escuchar lo que hablaban, de hecho le interesaba bastante la respuesta a esta pregunta, así que caminó aprisa; porque así podría saber quien demonios lo había hecho, pero era inútil, caminaban demasiado rápido, lo único que escuchó fue

"Tonto, ya te he dicho que los planes del señor oscuro no se discuten en otro lugar que no sea el de reunión, además sabes que no nos interesa el dinero, no nos serviría de nada, únicamente la quiere porque ella nos podrá." De pronto, las voces se dejaron de escuchar, lo que hizo que Draco se detuviera de golpe, escuchó, crujir de ramas y hojas, como si alguien se alejara en una carreta.

Se sintió confundido, sabía desde un principio que había sido obra de los mortífagos, lo que no lo tranquilizaba nada, sabía que algo malo sucedería y no sólo a él. Y ahora, no sabía que harían con ella, bueno, no era que le preocupaba.o. ¿sí?, tenía que ayudarla, no sabía que hacer, ni siquiera porque lo hacia, simplemente quería y lo haría, o eso esperaba. No podía acercarse demasiado, si no lo descubrirían y sería peor. Lo único que se le ocurrió fue internarse más y seguir el sonido de la carreta que se llevaba a la niña.

****

Harry salió corriendo del castillo, sus dos amigos lo seguían sin perder un segundo, aún no comprendían que estaba pasando con exactitud, lo único que sabían era que tenía algo que ver con Malfoy. Pero no sabían que tenía que ver Ginny en esto, sólo siguieron a su amigo que sabía lo que hacia. O eso esperaban.

Cruzaron con rapidez el campo de Quidditch, no veían por ningún lado al joven rubio, lo último que había visto Harry era que salía corriendo hacia el bosque prohibido. Pero no estaba seguro si dirigirse hacia allá o buscar pistas. Así que naturalmente no le había dicho a Hermione ni siquiera a Ron, para no preocuparlos. Sospechaba que Ginny no estaba nada bien y que tal vez ya ni siquiera estaba con Malfoy, o nunca había estado (De eso no estaban totalmente seguros). Pero su amigo, ya se lo imaginaba, tampoco dijo nada, sólo continuó y siguió a su amigo sin ninguna objeción.

Vieron unas pisadas salir del campo pero no sabían hacia donde se dirigían, notaron que había huellas de dos personas, pero no comprendían, sólo habían visto a Draco. En ese momento, les pareció muy claro y tanto Ron como Harry salieron disparados con dirección al bosque, esperando encontrar a Malfoy, mientras tanto Hermione, esperaba que nada malo le sucediera a su amiga y también corrió atrás de sus amigos.

Se internaron en el bosque por el sendero, era muy tarde, estaba oscuro y soplaba viento frío. Harry esperó a que sus dos amigos llegaran a su lado, para continuar su búsqueda.

"Realmente espero que ese idiota no le haya hecho nada, porque si no." Dijo Ron al fin, cuando su amiga llegó con ellos.

"¿Están seguros de haber visto a Malfoy?" apoyó sus manos sobre sus rodillas, miró a los jóvenes a su lado, parecían no haber entendido lo que su amiga quería decir.

"¿Cómo no lo vamos a ver? Es inconfundible, además traía puesto el uniforme de Slytherin, ¿quién más podría ser?" contestó Harry como tratando de decir "es obvio que era Malfoy"

"Es estúpido, digo Ginny no tendría nada que ver con esto, ni siquiera estamos seguros de que haya estado aquí con él. Pudo haber regresado a la sala común mientras buscábamos en los demás salones. Además no se dan cuenta es MALFOY y ella WEASLEY, es muy tonto que los dos hubieran estado juntos. Ginny no sería tan tonta para estar más de cinco minutos sola, con Malfoy, y él obviamente no perdería "su valiosísimo" tiempo con ella, con eso de que nos odia, lo dudo mucho." Hermione miró a Ron que estaba furioso, al sólo pensar que pudo a ver pasado y con el hecho de que posiblemente él hubiera estado aquí con ELLA, su hermana, solos, en la noche. Por otro lado Harry no estaba escuchando su argumento. Hermione lo único que obtuvo como respuesta fue un "¡Lumos!" seguido por un "¡Vamos!"

Harry no espero respuesta de sus amigos y caminó rápidamente, Ron miró a Hermione, que también sólo dijo casi en susurro "Lumos", y caminó al paso de su amigo que ya estaba más adelante, veían a todos lados esperando encontrar cualquier cosa útil.

No pasó nada, los tres siguieron caminando lentamente por una hora más o menos, siempre siguiendo el sendero, para no perderse y lo más importante, para encontrar cualquier cosa que los hiciera encontrar a Ginny. No habían pisadas, obviamente quien quiera que hubiera estado ahí había caminado por fuera del sendero para que fuera más difícil encontrar su rastro.

Estaban bastante cansados, aunque tal vez Harry no lo aceptaría y mucho menos darse por vencido. Todos estaban sumergidos en sus pensamientos; Hermione sostenía la idea que su amiga estaba esperándolos en la sala común de Gryffindor y nunca había estado ahí con el odioso Slytherin, Ron estaba enojado hasta casi explotar por sólo imaginar que Malfoy le pudo haber hecho, quien sabe que cosas a su pequeña hermana, sabía que ella podía defenderse pero aún así no estaría tranquilo hasta saber que no le había puesto ni una mano encima, y Harry seguía en su plan de héroe, sabía que algo andaba mal y que Ginny no estaba en la sala común y había estado y lo peor de todo es que no sólo había estado acompañada por Malfoy si no que ahora no había ningún rastro de los dos jóvenes en cuestión.

Aumentaron el paso para no perder ni un segundo, Harry y Hermione se adelantaron dejando a Ron casi sin luz lo que lo hacía caminar más aprisa y mirando a todos lados, como si en cualquier momento pudiera salir algo de la oscuridad, de pronto escuchó movimiento de pisadas de ramas secas, venían de algún lugar cerca de donde él estaba, no sabía exactamente de dónde, porque no podía ver nada, buscaba desesperadamente su varita, pero de los nervios no podía encontrarla. Cuando al fin la encontró, trató de sacarla lo más rápido posible pero por su nerviosismo hizo que se cayera, pero no se dio cuenta y siguió observando a todos lados menos en el camino, así que obviamente tropezó con una roca y cayó al suelo, con un sonoro ruido. Harry y Hermione caminaban ya un poco alejados de donde su amigo estaba, pero no tardaron mucho en darse cuenta que les faltaba una persona, y que ya no estaba con ellos, se detuvieron, voltearon a todos lados para buscarlo, lo vieron tirado unos metros atrás de ellos, regresaron a ayudarlo para que se pudiera levantarse, (no se había podido levantar ya que ni siquiera veía en donde estaba tirado).

Cuando se acercaron con las varitas e iluminaron el lugar en donde había caído se sorprendieron porque no sólo lo vieron a él, si no también unas pisadas de tres personas más, su varita, la roca con la que había caído y una nimbus 2001. Se dieron cuenta que las pisadas y la escoba reluciente estaban señalando en dirección hacia la izquierda, fuera del sendero.

****

La luna estaba llena, brillaba como pocas veces y alumbró la pequeña habitación. Ginny abrió los ojos y miró a su alrededor, le dolía la cabeza; no sabía donde estaba, ni que había pasado. Lo único que recordaba era que había estado con Draco, pero fue lo último.

Se incorporó del viejo sillón en el que estaba, examinó lentamente el lugar en donde se encontraba. No identificaba el lugar, por un momento pensó que podía ser un pasadizo secreto en el colegio, pero no podía ser ya que estaba sucio y no había lugar como aquel en la escuela. Estaba mareada y le costaba mantenerse sentada en el sillón.

Quería saber en dónde estaba, tal vez en Hogsmeade, pero no lo sabía con exactitud. Estaba desesperada quería gritar y salir corriendo de aquel horrible lugar, era una habitación fría y pequeña, había un sillón viejo, una silla de madera, un mueble gigante con dos puertas de madera, una pequeña puerta en frente de éste y una diminuta ventana en otra de las paredes vacías. No había ningún cuadro o pintura, y la ventana era pequeña y estaba muy alta como para tratar de alcanzarla y ver hacia afuera.

Caminó hacia la puerta en frente suyo, parecía que en cualquier momento se rompería en cachos, estaba vieja y también era algo pequeña, como si fuera una entrada especial para enanos o elfos domésticos. Se acercó insegura de lo que pudiera pasar, tomó la manija y la movió, estaba cerrada con seguro, la golpeó y también grito con todas sus fuerzas, no había respuesta de que alguien estuviera con ella del otro lado.

Lo único que se le ocurrió fue gritar y golpear más, esperando que alguien la sacara. No obtuvo ninguna respuesta. Se mantuvo haciéndolo por un rato más. De vez en cuando, antes de seguir gritando, se detenía y escuchaba con atención para escuchar cualquier sonido, que le ayudara a saber donde estaba, o saber si estaba acompañada.

Pero le parecía inútil, era un secuestro muy bien planeado, nadie se había dado cuenta de lo que le había sucedido, ni siquiera ella misma, no había ninguna pista y para colmo de nada serviría, si se daban cuenta, ¿qué podían hacer? Su familia, estaremos de acuerdo, no tenía gran cosa de dinero como para pagar. de pronto dejó de pensar cosas estúpidas y recordó a alguien, una persona que había estado ahí, que lo sabía todo, de pronto las imágenes le venían a la cabeza, esa persona a la que ella, sobre todo el mundo, la odiaba, que sabía que no la ayudaría por su tonto orgullo y por su estúpido apellido que era lo que realmente lo hacia ser como era, Draco Malfoy era su única salvación, pero sabía que no haría nada por ella, ni siquiera porque antes de que todo sucediera ella lo había salvado de tal vez hasta de morir.

Se sentó en el suelo, viendo que toda su esperanza, de la solución para salir de aquel lugar, recaía en ese ser odiado, que ni siquiera sabía que hacer, sabiendo que pudo salvarla y que ahora no tenía ni la menor idea de donde estaría. Ahora estaba desesperada, la única forma de salir no era esperando a que alguien llegara, más bien por su propia cuenta, de pronto se acordó del objeto que siempre había estado a su lado y que seguramente le ayudaría a salir de esta: su varita. Buscó en el último lugar que recordaba que la había puesto, no estaba, probablemente se había caído por algún lugar de la habitación, se tiró al suelo, buscando por cada rincón y no estaba. Quien quiera que le haya hecho esto, tenía su varita. Estaba tan enojada y confundida que no sabía que hacer ni como actuar en una situación como esta. Pensó en sus amigos, en los profesores, sin duda se darían cuenta y saldrían a buscarla, la encontrarían y todo acabaría, pero para eso, necesitaba ser paciente y tranquilizarse.

Paseo varias veces por la habitación (no era una persona muy paciente) tratando de idear un plan que la ayudara a salir, y reflexionando sobre lo que había pasado. Fue de nuevo a la puerta, pensó que estaría abierta y que antes, cuando lo había intentado, estaba tan desesperada que no había podido, pero, esta como la vez anterior, fue inútil.

**Debería escuchar por una vez en mi vida, a Fred y George y sus tácticas muggles para abrir puertas.**pensó abatida.

Se recostó en el sillón forzando su mente, tratando de recordar todo tal cual como había sucedido y no sólo pequeñas partes como antes. Estaba empezando a desesperarse, quería estar en Hogwarts y no ahí, junto con sus amigas y su hermano, con sus profesores (hasta Snape) cenando en el Gran Comedor, ya no podía resistir. Aunque llevara sólo unas horas ahí, no sabía con exactitud cuanto tiempo llevaba ahí pero nunca le había gustado estar encerrada, y menos en un lugar tan pequeño y feo, sin ningún lugar para respirar aire puro. Sin saber que hacer, comenzó a llorar de la desesperación de no poder hacer nada y de no saber en donde se encontraba. Recordaba haber ayudado a Draco, y esperaba que por una vez en su vida, cambiara de opinión y la ayudara a salir. Recordó todo lo que había pasado antes de estar fuera del castillo, su pelea con Sophie y Becky, hasta con Lizanne, el partido de Quidditch y.y. sin más, entre sollozos y recuerdos, quedó dormida.

****

Estaba agotado, llevaba caminando por mucho tiempo (no sabía con exactitud cuanto) y cada vez que daba un paso, le parecía que había pasado por ese lugar cientos de veces, había perdido el rastro, pero no lo aceptaría jamás, se sentía muy mal, porque todo había sido su culpa, era el único que sabía lo que había pasado y por tanto toda la responsabilidad recaía en él. Vio un tronco en el piso, al ver que estaba perdido y sin pista alguna de donde estaría, se sentó a pensar que hacer, probablemente la mejor opción sería regresar al castillo y decir que todo lo que sabía para ver si lo podían ayudar, claro después de quitarle puntos a su casa, castigarlo y si bien le iba no lo expulsarían. Pero lo volvió a pensar, en condiciones normales el Draco Malfoy que todos conocían, no se daría por vencido en ciertas situaciones o les daría por su lado sin interesarse en lo que los demás pensaran y en lo que les sucediera, sin embargo ahora en esta situación y en el estado en el que se encontraba todo sería distinto, realmente se daría por vencido, regresaría al castillo y no se perdonaría jamás por lo que le pasara a la pequeña niña, porque después de todo se sentía culpable, aunque no fuera su culpa del todo, después de todo, ella no estaba fuera de su sala común, ni del castillo por su culpa, si no..Por.por ¿Potter? bueno en ese caso ya no le importaría que lo culparan por eso.

Empezaba a dar vueltas todo el asunto a su cabeza, si de por sí estaba mareado todo eso, le hacia sentirse peor, se levantó y estaba indeciso sobre caminar y adentrarse más para continuar su búsqueda, o caminar hacia el otro lado y regresar al castillo, miró a ambos lados y decidió que si nadie había salido a buscarlo era porque nadie se interesaba que él estuviera ahí afuera y en ese caso, no tendría para que volver, así que caminó por dónde había estado caminando antes de descansar, se adentraba más y más sin saber, a donde ir, a quien buscar o porque lo estaba haciendo.

Paso varios caminos diferentes, que de seguro lo llevaría más lejos, eran caminos en los que normalmente un lado era mejor que el otro, uno era la solución y el otro una trampa.(como siempre en todas las historias que el profesor Binns contaba a sus alumnos, de las aventuras de los magos en escocia, cuando salían a cazar dragones.) Pero nunca los tomaba en cuenta, más bien iba sin rumbo, sin seguir un sendero, iba por en medio, por así decirlo, donde estaba todas las plantas y se guiaba por el camino y seguía siempre hacia la misma dirección, a menos claro que se encontrara con algún estorbo.

Ahora si, sentía como si hubiera recorrido todo el bosque, estaba muriéndose del dolor del brazo y ni que decir de los pies. Estaba una vez más sumergido en sus pensamientos cuando una gota de agua helada le cayó en la frente, miró hacia arriba, una nube enorme gris estaba justo en cima de él, no tuvo ni tiempo de reaccionar cuando empezó a llover más fuerte.

** ¡Genial! Lo que me faltaba para empeorar la situación, ¡Lluvia! No lo puedo creer, mi brazo en cualquier momento se me cae y los pies no los soporto y .tengo que hacer algo...** corrió hacia algún lugar más o menos seco, lo que era prácticamente imposible, no se detenía en los árboles por obvias razones de rayos y todo eso, una piedra casi hace que se caiga y se rompa la cara (N/A: ¡No por favor!), pero gracias a ella y ese pequeño tropezón, vio algo que le llamó la atención, era una varita, **de seguro es suya** pensó mientras la recogía miró a todos lados, encontró una pequeña cueva en la que había lugar para no más de cinco personas, no dudó y ni siquiera pensó que algo malo estaría ahí, sólo entró y espero a que se quitara la lluvia, para continuar su búsqueda.

****

Harry miró a sus dos mejores amigos, ya no sabía que pensar o hacer, se sentía mal por saber que probablemente no le podría ayudar, y ahora todas sus esperanzas se iban al suelo. Ron se agachó y tomó la escoba, en ella podía leer perfectamente las letras nimbus 2001, sólo conocía a alguien que aún tenía esa escoba (además de los demás del equipo que no eran importantes), sabía que él había estado con ella. Vio las pisadas, que desaparecían al adentrarse en el bosque, sólo habían unas por el sendero, ahora eran sólo de una persona lo que lo preocupó y enfureció aún más. No sabían que hacer, los dos chicos, obviamente querían buscar y encontrar a Ginny costara lo que costara pero su amiga estaba confundida, estaba triste por no saber lo que le pudo haber pasado y tenía miedo con sólo el hecho de estar de noche en el bosque prohibido y con sólo una opción: Ir en busca de Ginny y en todo caso de Malfoy, sin ningún rumbo y sin seguir el sendero, con el peligro de que un animal salvaje los comiera o los lastimara. Opción que a ninguno de los tres les agradaba.

"Es inútil, no la encontraremos, ni siquiera a ese idiota, están, supongo yo, muy lejos para encontrarlos ahora, además debemos volver antes de que nos expulsen." Miró a sus amigos que al igual que ella querían regresar, pero sabían que no era lo correcto, aún así continuó "Creo que va a llover, y se que no será buena idea vencernos y fallarle a Ginny, probablemente ella esta esperando por nuestra ayuda."

Realmente no eran unas palabras que los animaran demasiado, pero hizo que continuaran y buscar hasta encontrar a cualquiera de los dos que le dieran una explicación.

"Creo que es mejor ir por ayuda con Dumbledore, no es bueno estar aquí y menos ahora que nos puede pasar algo. Vamos." Harry se incorporó del suelo de donde había estado escuchando el argumento de su amiga. Ron lo miró incrédulo y murmuraba unas palabras que sólo él entendía. Hermione pudo unir unas cuantas palabras, algo así como: "¿cómo puedes?, hermana, estúpido, ¿en dónde esta?" como no le salía ninguna oración coherente, Hermione trató de hacer que Harry recapacitara lo que estaba diciendo, nunca lo había hecho y ahora si era preocupante ver al héroe de muchos rindiéndose por algo como eso.

"Harry, no puedo creer lo que estás diciendo, nunca te había visto rendirte ni en las peores condiciones y ahora que Ginny te necesita y que confía en ti, ¿tú le fallas? De verdad que no lo puedo creer y aunque no me guste estar a la mitad del bosque, creo que es la única opción y si no lo vas a hacer tú, yo si la ayudaré." Si las miradas pudieran matar, entonces Harry estaría muerto, Hermione estaba, no enojada si no solamente decepcionada y lo miraba cruelmente.

"Es sólo que.lo siento, supongo que estoy desesperado por encontrarla, de sólo pensar que ese idiota anda por aquí, me pone furioso, vamos, si nos quedamos aquí, nunca la encontraremos." Después de su "reflexión" miró a su amigo, que ahora sonreía, y caminó directamente hacia donde las huellas se dirigían. Los tres caminaron un poco más lento de lo que habían estado, ahora estaba los tres juntos y trataban de no separarse, ahora era mucho más temeroso el bosque y podría pasarles cualquier cosa. Creyeron haber visto a alguien, pero sólo había sido una a sombra de centauro, a Harry no le preocupaba de todo, porque una vez en primer año lo había salvado, pero a Ron y Hermione, cualquier cosa les asustaba en estas horas y más estando perdidos sin rumbo fijo.

Empezaron a caminar un poco más rápido gracias a la paranoia de Hermione, que regañaba a Harry cada que se detenía a observar un arbusto de donde salía cualquier sonido pequeño, diciéndole que él, más que nadie, estaba en peligro y recordándole que él-que-no-debe-ser-nombrado podría estar por ahí; pero realmente no pretendía asustarlo y menos a Harry(que no se asusta TAN fácilmente) sólo se preocupaba por su amigo y su seguridad, o por lo menos eso pensaba Ron, que por su cuenta, había acordado no pelear ya tanto con Hermione por estos detalles, pues cada que ella le gritaba a Harry, él sólo la miraba y le decía que lo dejara en paz, iniciando una batalla campal, deteniendo el paso. En menos de que se habían imaginado llegaron a una pequeña disyuntiva de decidir hacia que lado de los caminos ir, y que Harry y Ron reconocieron haber pasado por ahí cuando siguieron a las arañas en segundo año, y eso no le parecía nada agradable a Ron, más que nada por su fobia a ellas.

Continuaron en silencio después de que Ron armara todo un escándalo por su fobia y el miedo hacia las arañas, Hermione le aseguró saberse un hechizo contra ellas, lo que hizo que se decidiera a continuar el camino. Ya estaban empezando a perder la fe y a desesperarse, además de que había empezado a llover verdaderamente fuerte y estaba hechos una sopa, estaban cansados, y al igual que Draco habían estado buscando un lugar en el cual refugiarse, pero no era del todo fácil correr y ver hacia delante al mismo tiempo, había lodo y tenían que fijarse para no tropezar. Hasta que al fin, algo llamó la atención de Hermione, parecía que había alguien más alumbrando, dentro de una cueva, sólo gritó:

"¡Ahí está!" señaló la pequeña cueva y corrió hacia ella, esperando ver en ella a su mejor amiga sana y salva. Iba seguida por sus dos amigos que tenían una expresión de alegría al creer, al igual que ella, haber encontrado a Ginny, entraron con cuidado e inmediatamente después Hermione se detuvo y murmuró "¿Malfoy? ¿y tú qué demonios haces aquí?"

****

Draco se acomodo en la pequeña cueva, estaba algo oscura, se sentó casi al fondo, para que las gotas de lluvia no le salpicarán al caer al suelo. Miró la varita que había encontrado, era pequeña y vieja, sin duda alguna era de ella, no podía ser de otra persona.

La luna dejó de alumbrar la cueva por las nubes que la cubrían, así que Draco quedó en silencio y a oscuras, dejó la varita de la chica en el suelo y tomó la suya, murmuró: "lumos" y siguió escuchando con atención, todos los pequeños sonidos, además del caer de las gotas y algunos sonidos de lobos y todos los animales raros. Su preocupación crecía con cada minuto que pasaba ahí esperando a que la lluvia se detuviera, estaba demasiado cansado como para mantenerse despierto, creía que su brazo ya no estaba con él, estaba completamente dormido. Realmente le agradecía a Ginny por haberlo despertado, cuando estaba inconsciente, y realmente empezaba a recordar su plática y también porque estaba lastimado. Las imágenes de lo que había pasado antes de salir del castillo le venían a la mente:

No sabía porque había salido, simplemente no había podido estar tanto tiempo encerrado en la fría sala común de Slytherin, sus compañeros se paseaban a su alrededor, viéndolo y susurrando, no lo comprendía, sabía que tenía que ver con los mortífagos y más que nada por su padre, pero lo que hacia que no entendiera del todo su situación era que nunca en todo el tiempo que pasaba ahí, los demás Slytherins lo habían molestado ni hablado mal de él, siempre lo habían respetado. Y justo por esa actitud fue que decidió salir de ahí lo más rápido que podía, además de que lo culpaban el haber perdido el partido, tomó su escoba y salió de ahí, caminó un rato por los pasillos, tenía hambre, no había ido al gran comedor a desayunar para no tener que ver al estúpido trío de Gryffindor, y no pensaba pasar ahora por ahí para encontrarse a todos los de esa casa celebrando su triunfo. Pasó por la biblioteca y vio entrar a Granger seguida por su patético novio Weasley, pero no se quedaron mucho tiempo, salieron casi al instante con un montón de libros y sus mochilas con dirección a la cocina. No les prestó demasiada atención de hecho ni siquiera se dieron cuenta que pasó por ahí. Salió y miró a su alrededor, no había casi nadie, así que se dirigió al campo de Quidditch, dejó su escoba y guardó su varita en un lugar seguro para que no se cayera mientras volaba. Subió unos cuantos metros con su escoba, sentía como si fuera libre por primera vez en unos cuantos meses, el viento golpeaba su cara lo hacia sentirse mejor de lo que realmente se encontraba.

Le preocupaban muchas cosas, en este año se supone que debía se presentado ante lord Voldemort para que pusieran en él su marca tenebrosa en el brazo, eso era lo que realmente le tenía tan preocupado y enfermo por así decirlo. No estaba completamente seguro de querer pertenecer a ellos, su padre siempre decía "Si Draco algún día serás como yo, y estaré orgulloso cuando eso pase" eso era el problema no quería ser una imitación de su padre, lo odiaba demasiado, siempre lo había maltratado al igual que a su madre, que era le persona que menos se lo merecía. Mientras pensaba en eso y volaba, había alguien observándolo, pero él no lo notó, simplemente vio un resplandor rojo, perdió balance de su escoba, y sentía como perdía fuerza en sus brazos mientras caía, no podía hacer nada para evitarlo, trato de subir a su escoba pero no podía, sentía como lo controlaban, era demasiada la fuerza que lo utilizaba. Lo único que acertó a hacer antes de caer, fue darse la vuelta, para no golpearse la espalda y así evitar un daño mayor, pero no contó con que caería con tanta fuerza y tan rápido que al caer además de lastimar su brazo, también se golpeó fuertemente la cabeza con el suelo. Permaneció inmóvil unos segundos, sabía que ante una contusión lo menos que debía hacer era quedarse dormido, pero era inevitable, no lo podía hacer, había algo o más bien dicho alguien que lo controlaba, lo último que vio fue el cielo.

De verdad llegó a pensar que no sobreviviría a algo así, pero es que no contaba con que alguien lo ayudaría. Abrió los ojos y la vio, ahí a su lado, por alguna razón se sentía protegido, se sentía seguro y más que nada agradecido. No podía permitirse pensar en eso, no podía enamorarse de esa persona, era como si fuera en contra de las leyes, además si lo hacia, implicaba lastimar no sólo a ella y su familia, si no también a él mismo.

Y después de todo ahí estaba, solo, en una pequeña cueva, pensando en ella y esperando que estuviera bien, esperando a que la lluvia dejara de caer para salir y tratar de llegar hacia donde estaba la niña, no se había puesto a pensar que podía hacer él para salvarla, solamente había pensado en ELLA, y justo ahora se percataba.

Una vez más un ruido hacia que saliera de sus pensamientos (N/A: ya sé siempre un sonido, odio que pase, pero ¿cómo lo pongo entonces?), escondió rápidamente la varita de Ginny y empuñó la suya, miraba a la entrada esperando a que un animal salvaje entrara en cualquier momento, pero en lugar de eso, entró alguien que no esperaba que llegará.

"¿Malfoy? ¿y tú qué demonios haces aquí?"

"¿Granger? ¿qué demonios?" Draco se levantó con un poco de dificultad y miró a la joven que estaba en frente suyo, estaba empapada, mojada de pies a cabeza. En ese momento, Draco no se pudo sostener y cayó al suelo, pero antes de llegar hasta abajo, entraron los dos amigos y lo vieron ahí.

"¡Qué bien Hermione lo noqueaste!" dijo Ron mirando al chico que se sostenía el brazo

"¡No seas estúpido Weasley!¿Cómo una sangresucia me va a noquear a mi?" miró a Ron y luego a Hermione que estaba al borde de la histeria, por un momento los tres chicos creyeron que lloraría, gritaría y se le lanzaría a Malfoy, sin embargo no lo hizo, sólo miró los fríos ojos del chico en el suelo y se dio la vuelta hacia la entrada de la cueva.

"Espera Hermione ¿a dónde vas?" salió siguiendo a la triste chica

"Ron, no voy a compartir el mismo techo con ese.Malfoy, yo los espero aquí." Por un momento Ron y Hermione se olvidaron del asunto de Ginny y Malfoy y se quedaron mirándose en silencio y bajo la lluvia. Ron veía a su novia, no sabía a ciencia cierta si una lágrima acababa de resbalar de sus ojos, y caía lentamente hasta llegar a sus labios, o simplemente había sido una gota de lluvia. Se acercó a ella, la abrazó y susurró en su oído "No te preocupes Hermione, le partiré la cara a ese idiota, por ti y más por mi hermana" y la miró a los ojos, se veía un poco de alegría tras las oscuridad de sus ojos, y sin más que decir, la besó.

Mientras tanto, Harry y Draco, sólo se miraban, Harry con odio y Draco con arrogancia y orgullo, sostenía su brazo aún pero no le quitaba la vista de encima, mientras pensaba en ella, y sabía que ellos estaban ahí por la misma razón, Ginny.

"¿Dónde está Malfoy?" al fin cortó el silencio Harry y se acercó al joven que permanecía en el suelo, mirándolo.

"¿Dónde está quién, Potter?" remarcó esta última palabra y sonriendo maliciosamente, de nuevo trató de levantarse, esta vez lo logró sin tanto problema, y miró a los ojos a Harry, le devolvió la mirada y justo cuando se disponía a contestarle entró Ron seguido por Hermione, quitó a Harry del paso y se fue directo a Draco, empujándolo hacia la pared. Lo único que se escuchó por unos segundos fue un leve "Auch" de parte de Malfoy que se había golpeado el brazo con una roca salida que se encontraba en la pared, mientras que Ron lo miraba a los ojos con tanto odio, levantó su mano derecha y justo cuando se disponía a pegarle justo en la cara (N/A: de nuevo nooo!!! Por favor!) Harry lo detuvo y volvió a romper el silencio.

"Espera Ron, él sabe donde esta, deja que hable, ¿Dónde está Ginny? Y no trates de mentir, sabemos que estabas con ella." Los tres miraron al joven, que sólo los veía con odio aún deteniéndose el brazo. Se liberó como pudo de la mano que lo sujetaba y empujo hacia atrás a Ron, los miró de nuevo y salió sin responder la pregunta de Harry, no le importó mirar atrás, solamente caminó sin dirección tratando de alejarse, aún llovía, pero no tan fuerte como antes. Ron salió enfurecido y demasiado rápido salió de la cueva, sujetó a Draco e hizo que volteara a verlo.

"¿Qué le hiciste a mi hermana Malfoy? Te juro que si le." no pudo terminar su oración, alguien estaba con ellos.

"¿Y ustedes qué están haciendo aquí afuera y a estas horas? En especial tú Harry, no deberías estar aquí, ¡Vamos! De regreso al castillo" era Hagrid que había llegado con un gran impermeable y viendo a los cuatro jóvenes parados a la mitad del bosque bajo la lluvia.

Se los llevaba a los cuatro, alejándolos cada vez más de encontrarla, de poder ayudarla.

****

Ginny se despertó de un sobresalto, un ruido extraño la despertó. Se levantó de dónde estaba y miró hacia la ventana, aún era de noche, no se veía la luna como antes, haciendo que el cuarto se viera oscuro, pero podía ver las estrellas. El ruido provenía del otro lado de la puerta, se acercó a ella un poco insegura, cuando iba a tomar la manija, esta ya se estaba moviendo. Se hizo para atrás, se tropezó con la silla y cayó de espaldas justo en frente del gran mueble café.

No se podía distinguir que había detrás de la puerta, estaba más oscuro que el cuarto mismo, salió una sombra oscura, era de un hombre, o eso aparentaba. Ginny no distinguía bien, quien era, sólo que traía una túnica bastante larga (o el hombre era demasiado chaparro para ella) y traía cubierta la cabeza, sólo se veían sus ojos, eran igual de oscuros que lo demás (o es que por falta de luz hacia que se vieran de otro color que no eran). Ginny se levantó dudosamente y se movió hacia el sillón, el extraño, sacó su varita y susurró unas palabras que Ginny no pudo entender, al momento, una luz blanca iluminó la habitación y apareció un candelabro con 6 velas y las seis iluminadas, cuando los ojos de la chica se acostumbraron a la luz, buscó por todos lados al hombre que había entrado pero ya no estaba, se había ido.

Se acercó al lugar en el que había dejado el candelabro, junto a él había un pergamino, más bien una parte de pergamino, estaba viejo, lo tomó demasiado insegura, en estos casos recordaba a su amiga Hermione que una vez le había dicho, (después del incidente del diario en su primer año) " recuerda Gin, que algunas veces los brujos de la antigüedad, los magos oscuros normalmente, utilizaban objetos para controlar a su objetivo hechizando no sólo libros, si no también objetos como escobas, pergaminos, baúles y toda clase de cosas así que mucho cuidado cuando encuentres algún objeto extraño, por favor" pero de nada le servía tener cuidado, después de todo ya la habían secuestrado, le habían quitado la varita, ¿qué más le podían hacer?. Acercó el pergamino a la poca luz que había y leyó con dificultad, la letra era poco legible y la tinta se estaba corriendo a causa de que todo estaba mojado, como si lo hubieran metido en un vaso con agua.

El pergamino no decía mucho de cualquier forma, solamente decía:

"A la señorita Weasley se le informa que formara parte de nuestro plan, sin ninguna opinión sobre ello, y para esto mañana en la mañana se reunirá con nuestro estimable señor." y nada más lo demás se había corrido y ahora ya era una mancha, ya no se distinguían las palabras. Eso dejó aún más confundida a Ginny, ¿quién podía ser "nuestro estimable señor"?¿cómo sabían que ella saldría ese día y a esa hora, como para poder llevársela?, se volvió a levantar llevando consigo el candelabro y lo puso en el piso de la habitación junto al sillón, se recostó viendo al techo y empezó a repetir cada una de las palabras escritas y al llegar al final se hacia la misma pregunta una y otra vez ¿Quién es estimable señor? Por un rato estuvo dándole vueltas al mensaje y al extraño sujeto que entró a la habitación, su apariencia le recordaba a alguien.pero ¿a quién?, estuvo tratando de recordar a quien le recordaba aquel hombre tan raro. De pronto le vino a la mente, los mundiales de Quidditch, ya habían pasado dos años desde entonces, pero recordaba perfectamente que aquella vez, un grupo de mortífagos encapuchados habían jugado con los muggles, encargados del lugar.

**¡Eso es! Era un mortífago, lo que quiere decir que su estimable señor es.** se detuvo, no le gustaba ese pensamiento, a nadie le gustaría, pero era obvio **su estimable señor.quien-no-debe-ser-nombrado**.

****

Draco no podía dejar de pensar en ella, sabía que no estaba nada bien, sabía que estaba cerca de encontrarla, sabía que tenía que volver por ella, sabía que la quer..espera. ¿lo sabía? ¿Realmente la quería? Los pensamientos no dejaban de darle vueltas a la cabeza y estaba cansado. **Ha de ser eso, estoy alucinando** se dijo a si mismo y trató de seguir el paso del gigante y de los demás.

Ron estaba molesto y triste a la vez, no podía creer que había encontrado a la persona que hubiera preferido que se perdiera en el bosque, y su hermana.perdida.¿qué le habrá pasado? Realmente estaba furioso con Malfoy y sabía que él era el culpable, sabía que él tenía algo que ver en esto y más que nada que él podía ayudar a su hermana, pero simplemente no lo haría.

Cada que Draco llegaba a su lado corriendo (porque si no se quedaba atrás), Ron le daba un codazo y lo empujaba hacia atrás, haciendo que se retrasara más.

Pasaron las inmensas puertas del colegio, Hagrid aguardó un momento a que los 4 estuvieran juntos, y los llevó directo a la oficina de Dumbledore, sin ni siquiera preguntarse si era mejor llevarlos con los jefes de sus casas, o algo así.

Entraron a la oficina, a Harry le era ya familiar de tantas veces que se había parado por ahí, obviamente no por castigos, pero esta vez no se escaparía de uno. Miró a Hermione que se veía MUY preocupada, después de todo podría despedirse de todo lo que tuviera que ver con ser prefecta de Gryffindor. El profesor Dumbledore no se encontraba en ese momento en la oficina, de hecho, estaban esperando a que llegara, porque seguramente estaría ya descansando. Mientras todos esperaban y veían a su alrededor, Hagrid los observaba con atención y se percató de varias cosas, pero no entendía que hacían cuatro Gryffindors y un Slytherin después de la media noche a la mitad de la lluvia, perdidos en una parte bastante alejada del bosque prohibido.

La puerta se abrió de par en par y se vio la sombra del famoso director, detrás de sus lentes de media luna se podía observar sus ojos de un azul intenso, como preocupados por algo. Saludó a los presentes y tomó asiento en su gran silla.

"Gracias por traerlos Hagrid, los estaba esperando, puedes irte. Y por favor, si ves o escuchas algo raro, avisa a cualquiera de los profesores inmediatamente."

"Si profesor, así lo haré, con permiso, buenas noches." Y sin más el gigante salió de la habitación, dejando solos al profesor y los chicos.

Dumbledore los vio, uno a uno, severamente, después de eso, se disponía hablar, pero los chicos no se quedaron en silencio interrumpiendo al profesor, y diciendo cosas incoherentes como:

"Malfoy estúpido"

"Weasley se mete en lo que no"

"No acabe las tareas"

"Mitad de la fiesta."

Y cosas así que al parecer no tenían sentido, y haciendo que todos se pelearan entre sí. El profesor, aguardó y sin desesperarse, alzó una mano para callarlos, inmediatamente después todos lo hicieron, y lo vieron, con una cara de "¿Nos expulsará?"

"Bien, antes de que vuelvan a hablar, quiero decirles, que no los expulsaré" hizo una pausa ante los murmullos de alegría de los jóvenes, luego continuó "Pero habrá detención, sin mencionar que ambas casa perderán puntos. Y que estoy molesto con todos. Primero por no venir inmediatamente conmigo a consultar y decir lo que pensaban que sucedía." Miró a Harry, quien sólo bajó la vista. "Porque se perfectamente bien que ustedes sabían mucho antes, y no consultaron con nadie y salieron sin permiso a altas horas de la noche, sin pensar en las consecuencias de sus actos." Esta vez su mirada se detuvo en Malfoy, quien no bajó la mirada, simplemente lo vio desafiante. "Se lo que esta pasando, y se justo lo que paso hace unas cuantas horas, estoy muy preocupado como todos los demás profesores, pero deben saber que ustedes no tienen nada que ver en esto y no pueden hacer nada para ayudarnos. En lo único en lo que nos pueden ayudar es esperar y no salir de sus salas comunes después de la hora indicada. Y si saben algo que nos pueda ayudar será muy valiosa y más que suficiente ayuda" Se detuvo, miró a Ron y Hermione, luego a Harry y finalmente se levantó y paseó un momento por la sala. "Sé que ustedes no tienen la menor idea de lo que estoy hablando, o si la tienen" miró a Harry y sonrió "No lo han compartido con nosotros. Pero me interesa mucho escuchar la narración de una persona en especial" y esta vez se detuvo y sólo volteó a ver al joven Slytherin quien comprendió, que tendría que decir, todo lo que había pasado, hasta desde mucho antes, lo cual no haría porque lo metería en muchos problemas. Los demás chicos lo miraron, Harry y Ron cruelmente y Hermione, sólo esperando que dijera algo de su amiga.

"Bueno señor, ciertamente se algo, pero no se si será de utilidad, en estos momentos estoy muy cansado y tengo lastimado el brazo y quisiera ir a la enfermería" dijo con tono arrogante y arrastrando las palabras como es su costumbre.

"No te hagas estúpido Malfoy y contesta, sabemos perfectamente que tuviste algo que ver con esto, tu y tus amigos los mortífagos. ¿Dónde esta mi hermana, que hiciste con ella?" Ron se levantó de su silla perdiendo los estribos. El profesor Dumbledore al igual que Harry se apresuraron a detener a Ron antes de que pudiera pegarle.

"Entiendo su desesperación señor Weasley pero por favor no pierda la calma, estoy seguro que el señor Malfoy nos contestará esas preguntas que ni yo mismo se la respuesta." Antes de que Ron dijera algo, continuó "Y después podrá ir a la enfermería estoy seguro que lo necesita" sus lentes de media luna brillaron. Draco sabía que Dumbledore aparentaba no saber nada, pero era lo contrario, sabía demasiadas cosas que necesitaban ser explicadas. Se levantó y miró al director y a los 3 Gryffindors que lo veían con curiosidad y desafiantemente.

"Esta bien, pero sé que lo que yo diga usted ya lo sabe profesor, y no veo la necesidad de repetirlo, pero lo haré. No sé donde esta Weasley."

"No mientas Mal.." interrumpió Ron, pero se detuvo al ver la mirada en los ojos del profesor Dumbledore.

"Como decía, no se donde esta, lo único que se.es que.no tengo nada que ver en esto, más que soy el único testigo y se que no me creerán." Draco miró a Ron que lo veía confundido y más desilusionado porque él, a querer y no, era la única persona que sabía y que ayudaría a su hermana.

"Muy bien señor Malfoy, antes que nada, mañana se les avisará su detención a todos, Harry, Hermione y Ron pueden retirarse a su sala común y hablaré después seriamente con ustedes. Draco, me gustaría hablar contigo antes de que puedas ir a la enfermería."

Los tres amigos salieron mirando por última vez en esa noche a Malfoy, quien miraba fijamente las pinturas de los demás directores (algunos dormían y otros cuantos negaban con la cabeza como diciendo que le esperaba un buen castigo), y no puso atención cuando salieron los 3 chicos.

"Ahora que se han ido sus compañeros, podremos hablar con más tranquilidad" se volvió a sentar en frente de Malfoy y prosiguió "Ahora si, dime, ¿qué ha pasado desde hace unas semanas?"

Draco lo miró sorprendido no se esperaba esa pregunta, sabía que iba a ser una larga noche (o lo que quedaba de ella).

****

Ginny no quería que amaneciera, porque implicaría ver a Voldemort y eso no le gustaba nada. Lo poco que había logrado dormir, había sido horrible, había tenido un sueño bastante incómodo, no era que le importara mucho, pero la situación hacia que sólo se concentrara en una cosa, sin tener nada que hacer, haciendo que pensara bastante en ese sueño. Había soñado con Malfoy y con Voldemort.

Ella, como todos los demás, sabía que Draco era o sería parte de los mortífagos, lo que tal vez quería decir que él tenía algo que ver. Eso hizo que se pusiera triste, porque llegó a pensar que la platica que habían tenido antes de todo lo que había pasado, hacía parecer a Malfoy alguien que no era, que realmente era una persona distinta a la que todos conocían. Esperaba que fuera eso, pero con ese horrible sueño hizo que viera las cosas de distinta forma de lo que eran.

Una vez más trató de dormir se le hacía imposible, estaba demasiado nerviosa por lo que le esperaba, no quería imaginarse que podría sucederle. Ni siquiera sabía que le harían, por qué estaba ahí, y lo que más le sorprendía, ¿cómo demonios supieron qué yo estaría ahí en ese momento?

Alguien estaba del otro lado de la puerta, por lo que Ginny pudo escuchar no era sólo una persona. No sabía que hacían, parecía que movían cosas pesadas de un lado a otro, no hablaban. Espero sentada en el sillón esperando que entraran, no pasó nada por un momento.

**Es una tontería, de seguro es sólo una broma, no puedo creer que aquél- que-no-debe-ser-nombrado quiera verme, digo para eso, querría mejor a Harry o a Draco, o a quien sea, pero ¿a mí?** Miró hacia la pequeña ventana, en lugar de verse, como antes, la luna o las estrellas, ahora se veía un leve tono rojizo, no podía saber con precisión que hora era, pero podía apostar que faltaría muy poco para la estúpida reunión.

Tenía mucha hambre y no se había podido concentrar en nada más que en su reunión y en comida. Ciertamente tenía algo de miedo, al quedarse ahí sola le hacia preguntarse si realmente alguien se había percatado de su ausencia y si alguien vendría a rescatarla. Mantenía su esperanza en que Draco hubiera visto hacia donde se la habían llevado (y que no tuvo nada que ver en esto) o tan siquiera que hubiera ido por ayuda. Su estomago gruñó del hambre, pero se percató que no fue el único sonido en la habitación. Ginny se levantó de golpe y miró asustada a la puerta. Dos personas (vestidas igual que la primera que entró) estaban paradas, detrás de la oscuridad que encerraba la capucha sobre su cara se veía una leve sonrisa, no una sonrisa de alegría si no más bien de malicia. También pudo ver un poco de bosque, pero no fue lo único que vio si no también una carreta bastante vieja.

Los dos hombres entraron rápidamente a la habitación, llevaban unas cuerdas y trapos en las manos, se acercaron con cuidado a Ginny, como si al tocarla se deshiciera. Seguramente no querían lastimarla, si Ginny se hubiera dado cuenta de eso, habría notado que con tan sólo un golpe los pudo haber tirado al suelo de un golpe y hubiera logrado escapar. Pero no se le ocurrió estaba demasiado ocupada pensando en Voldemort y su pequeña reunión, que (como si estuviera de su lado) se dejó atar las manos y los pies. También vendaron sus ojos. No sabía que ocurriría después simplemente, sintió como la sentaban en la mugrienta carreta, escuchó el relinchar de los caballos y el viaje empezó, a lo que sería su reunión inesperada.

****

Llegó a la entrada de su sala común y murmuró la contraseña para poder entrar:

"Factum Male" entró con cuidado, no sabía quién podía estar ahí esperándolo para hablar un poco sobre su situación con los mortífagos, por lo menos todas las semanas anteriores lo habían hecho, lo esperaban a que regresara de sus deberes para obligarlo a firmar una estúpida carta para aceptar ser parte de ellos. No era algo que le agradara mucho, pero su padre.....su padre, quería que estuviera ahí. Pero realmente esa sería una razón como para no hacerlo, su padre quería, entonces Draco no quería, era simple, siempre había sido así la filosofía aunque las acciones digan otras cosas (como por ejemplo que siempre su padre lo obligaba a hacer cosas que no le agradaban como ir al callejón knockturn y comprar cosas raras para hacer pociones ilegales). Pero ese no es el caso.

Para su sorpresa, no había nadie en la habitación, obviamente nadie se había preocupado por él, ni siquiera esos dos estúpidos que tenía por amigos, no servían para nada más que para tragar comida, no siquiera para decirle a alguien que él no se encontraba ahí. Caminó con indecisión a la escalera que lo llevaría a los cuartos de los alumnos de 6°, antes de que pudiera llegar , alguien lo sujeto del brazo que traía lastimado (suerte que lo arreglaron antes, con un simple hechizo y una gasa) y lo llevó a los cuartos de chicas que se encontraban justo en frente de los suyos.

"Parkinson, ¿Qué demonios te ocurre?" dijo Draco susurrando para no despertar a las demás niñas que dormían y así evitarse más problemas de los que se había ganado, miró a la chica que lo veía con una sonrisa maliciosa que rápidamente desapareció al ver el gesto de enfado de su compañero.

"Es sólo, que no llegaste para la cena, y aún no subías a tu habitación y me preocupé....y ..ahora...¡qué te pasó en el brazo?"

"¡Quítate de encima Parkinson, no estoy de humor para soportarte, estoy bien y no necesito tu compasión! Se soltó de la huesuda mano de Pansy y salió rápidamente del cuarto para llegar a su destino inicial, pero una vez más la chica testaruda lo detuvo.

"Mira Draco, no va a ser tan fácil escaparte, por lo menos no esta vez." Miró al chico que no parecía sorprendido por lo que acababa de decir, sin embargo se disponía a hablar, pero la chica volvió a callarlo " He recibido cartas muy interesantes el día de hoy, y creo que esas personas, que sabes que me las han enviando se interesarían mucho si yo les dijera, que tu, la personas que más esperanzas tiene de ser un buen mortífago, además de haber defraudado a su apellido, también ha estado en compañía de los de Gryffindor" se detuvo y miró la cara de sorpresa de Draco, obviamente no estaba hablando de Ginny, ya que remarcó "los de Gryffindor" y hablaba de más de una persona.

"Mira no se de que estés hablando, pero una cosa si te digo, tu abres la boca para cualquier comentario de este tema, y no vivirás otro día para andar chismorreando, ¡me escuchaste Parkinson?" miró a la chica que ahora estaba asustada,; él simplemente reaccionó así porque encontraba en peligro, si alguien supiera lo que había sucedido el que no viviría para contarlo sería él.

Entró a su habitación azotando la puerta sin preocuparse por quien despertaría. Al llegar a su cama, vio tres sobres apilados en la almohada, se acercó con cuidado y los tomó inseguro.

Eran de los mortífagos.

****

N/A: Bueno....es un poco más largo y eso que ...lo acorte...jajaj es que no quedaba nada...perdón si por ahí hay algún horror, digo error ortográfico o de concordancia...que suele haber pq no la revise de nuevo....y sobre la cuestión de R/HR perdón...a los q les guste si fue muy corta y a los que no..perdón por ponerla...jajaja...bueno byess espero sus reviews ..y gracias por leerla.. !=)