Cupido y los shamanes.

Por: Michelle_my.bell/ Anna Sora Kyouyama Takenouchi no Asakura Yagami.

Shaman King pertenece a Hiroyuki Takei, lo demás es mío...

^^Respondiendo como siempre:^^

Hola, enamorados! Sí, aquí estoy, con este capítulo final de esta historia que ha tenido muchos lindos cometarios...prometí subirla el mero catorce, pero no podré debido a que no estaré en mi casa (concierto de Shakira ^.^)...Creo que es todo...solo me queda agradecerles infinitamente de antemano por todas las opiniones que se han molestado en dejar, así como de las que espero lleguen después. Ah...y que este 14 sean felices, sobre todo con muchos dulces, o pareja..o simplemente felicidad y buenos deseos...Nos vemos en otro fic...No, solo me falta pedir una disculpa a Laila Doremi por no haber respondido antes su review, debido a lo del correo, que creo que su opinión no me fue enviada U.U

He aquí tu respuesta: Muchas gracias por tus ánimos...y pues supongo que tiene buna voz, a pesar de no haberlo oído mucho...creo que forma una linda pareja con Pilika...extraña, pero linda, aunque lo prefiero con Tamao...¿Y Horo? T_T Por que no tuvo una gemela...Ya ves como le fue con Tamao...que mala soy...

Ah, sí...los que llegaron ahora aquí van:

The Pam: Ehem...creo que esa carita significa sorpresa...así que lo tomaré como un "gracias" ^^?

Akane: Je je, aquí está el esperado capítulo de Yoh y Anna!!!!! Y sí, creo que el poema fue muy divertido...(arigato Cupido!!), pero tenía que tener su toque romántico. Y gracias por tus comentarios...(te gusta como escribo?? Sugoi 1000!!!) Lo único malo es que este es el último capítulo...U.U

Nasuki Li Kinomoto: Es bueno reírse de todo...(yo luego ando de simple...), sobre todo con cosas tan buenas como tu fic de las entrevistas, (me encanta!!)...Como sea, mejor explícale a Kero lo del poema...que pudo haber sido muy dramático (cuando quiero puedo hacer llorar hasta a las piedras), pero quedó mejor así...Gracias por tus comentarios!!!

Es todo lo que ha llegado...así que les dejo este capítulo. No se pierdan!!!!

4.- Tercera "cita": Yoh y Anna.

-¿Qué hago? -se preguntó Yoh en voz alta, su voz retumbando en el corredor de su casa...El shaman de pelo castaño había pasado media tarde devanándose los sesos en busca de una idea original, romántica, creativa y sorprendente con que declararle sus sentimientos a su prometida...pero hasta ahora nada había surgido de su imaginación...Incluso había intentado pedirle ayuda a su espíritu acompañante y los de sus amigos, pero estos dormían profundamente en el tejado a cusa de una borrachera.

-Cielos...no pensé que fuera tan difícil decir "Te amo", si solo son dos palabras...Si Cupido no me-pero ahí el chico se detuvo, su mente iluminada súbitamente: ¡eso era! No había que cantar, ni actuar...nada..solamente decir "te amo". Dos palabras cortas que no eran difíciles. Contento por su ocurrencia, Asakura esperó impaciente y nervioso, sentándose en el corredor en espera de que la rubia llegara para decirle "te amo"...palabras mágicas que encerraban mucho...

:: :: :: ::

-Me pregunto porque Jun quiso que me quedara con ella y dejar sola a Tamao -musitó distraídamente Kyouyama caminando lentamente por las calles de Tokio, rumbo a la residencia Asakura. Era extraño, pensaba la chica conforme avanzaba, sobre todo cuando el mejor amigo de su prometido la había sacado de la escuela para encontrarse en el cine con la mayor de los Tao y Tamamura, para ver una película...Definitivamente eso no era rutinario, aparte del día que era, 14 de febrero. La joven sonrió tristemente sacando del bolsillo de su falda una pequeña gragea de chocolate, que iba a ser destinada hacia el menor de los Asakura, según aquella tradición en la cual las chicas le regalaban a los chicos que les gustaban chocolates el 14, para ser correspondidas un mes después si el interés era mutuo.

-Pero es solo un compromiso lo que nos une...¿por qué creer en el amor?

-Porque es algo maravilloso, que hace ver la vida de los humanos con un poco más de esperanza -le dijo una voz al oído. La chica volteó la cabeza en busca del extraño, pero lo único que veía era la calle, tranquila y desierta.

-¿No me puedes ver? -le preguntó la misma voz, con un poco de sorpresa al hablar.

-¿Qué eres?

-Ah...ahora me doy cuenta. Tu eres Anna...¿no es así?

-Claro que soy Anna...¿cómo lo sabes?

-En esa caso eres la futura esposa de Yoh Asakura.

-En efecto, pero sigo sin saber que cosa eres...

-Soy Cupido, el hijo de Afrodita, diosa del amor.

-Sí, claro -respondió la itako burlonamente caminando de nuevo.

-¡Oye!

-...

-Ahora entiendo porque no me puedes ver...

-Como si me importara...

-No crees en el amor...de hecho, intentas no creer en el amor...

-...

-Porque piensas que de ese modo tu compromiso arreglado no te dolerá tanto...

-...

-Ya que Yoh no sabe que lo que tú sientes es...

-¡Basta! -gritó Anna enojada, soltando un puñetazo al aire, pero la calle seguía tan tranquila como antaño. La itako, paralizada por el asombro, sintió un escalofrío recorrer su cuerpo...¿esa voz era real? Mejor dicho, ¿esa voz era de Cupido? ¿realmente ese personaje mítico-comercial existía? Y sí así fuera...¿cómo demonios sabía lo que fingía y lo que realmente sentía hacia Yoh? -¡Tú no existes! ¡Nunca has existido! ¡Solo eres una ilusión! ¡Falso!

-No es cierto...

-¡Claro que sí! Esto no está pasando; no estoy en una calle de noche platicando con un supuesto tipo que flecha a los humanos...

-¿Cuánto te apuestas?

-Nada, porque es lo que eres.

-Vaya que eres fría...fría y pura como una escultura de nieve...-declamó el rubio invisible para Kyouyama, quien avanzó de nuevo, demasiado molesta. -O al menos eso me dijo Yoh...

-¿Yoh? -repitió la chica deteniéndose súbitamente- ¿Él...dijo eso de mí? -Para sorpresa de la muchacha, poco a poco enfrente de ella se empezaba a delimitar tenuemente la silueta de un ser que portaba alas y un carcaj con flechas.

-¡Bien! Ahora estás empezando a creer...¿Ya ves? No soy falso...

-Pero...¡pero yo no creo en el amor! -"Por que creer si no hay esperanzas", pensó la joven bajando la mirada triste que aparecía en su rostro.

-Claro que no...mira...ahora sé que estás dudando...tu corazón me lo dice...

-Falso.

-No por nada soy Cupido, Anna. Sé muy bien lo que le sucede a la gente...sé lo que le sucede a Yoh.

-...

-El te quiere...te quiere más de lo que Ren quiere a Pilika o de lo que Horo Horo quiere a Tamao...

-...

-Pero no se atreve a decírtelo...porque tiene miedo de que le digas que no a lo que siente...igual que los demás.

-...

-Por eso este día decidí ocuparlo en ayudarlo a él y a sus amigos...quienes han logrado ser felices junto a aquella persona que aman...pero él...

-...

-Es tu decisión...

-¿Mi...decisión? -preguntó la chica, falta de aliento; solo sentía como cada palabra de Cupido retumbaba en su cabeza, en especial las palabras "él te quiere"...

-Sí...tu reinas en su corazón y de ti depende que sea el chico más feliz del mundo o el más desgraciado...

-En ese caso -la joven levantó la mirada. Cupido estaba a su lado, mirándola con aquélla infinita sabiduría que el tiempo desentrañando corazones humanos le había heredado. Sí...un hijo e Afrodita a todo color, que en aquel momento le indicaba con la mirada que fuera y lo buscara...que lo amara...

-...

-En esa caso...debo buscarlo...

-Así es.

- Y debo decirle que lo amo...más que a nada, más que a nadie...

- Ya he hecho mi trabajo. Solo falta el último resultado. El tiempo corre, Anna Kyouyama, por lo que debes volar...-Ante las últimas palabras del alado la rubia sonrió asintiendo, echando a correr en dirección del dueño de su querer. "Las palabras sobran para decirle todo lo que siento...Los hechos son mejores", pensó dejándose guiar por el viento que despeinaba sus cabellos...

:: :: :: ::

Yoh, recargado contra un muro del corredor, dormía profundamente, ajeno a cualquier sonido fuera de su conciencia, excepto el que produjo una puerta al descorrerse. "Debe ser Anna", pensó el shaman levantándose rápidamente a la vez que trataba de no parecer muy ansioso y dormido. En efecto, la itako ya había llegado, y se estaba descalzando en el recibidor, algo despeinada por cierto.

-Hola -saludó el chico, pero no recibió respuesta alguna...solo una mirada por parte de ella...pero...era una mirada extraña. Una mirada que tenía un dejo de decisión hacia algo...

-...

-Supe que fuiste al cine con-Asakura dejo de hablar, ya que la muchacha avanzaba lentamente hacia él, deteniéndose a unos poco centímetros de su cara. El muchacho vio como las manos de la joven se alzaban, justo antes de viajar a las estrellas.

Ella...besó a Yoh.

El joven abrió los ojos desmesuradamente al sentir esa boca sobre sus labios, ese beso que lo hacía...lo transformaba y lo deshacía, todo al antojo de la muchacha, cuyas manos sujetaban firmemente su rostro. El shaman se dejó llevar, poniendo sus manos en la cintura de Kyouyama, quien empezaba a estar muy cerca de él. Finalmente, se separaron, lentamente...

-Annita...-fue lo único que Yoh pudo decir...aquel acto (ahora que volvía a la realidad) lo había dejado sin palabras.

-Te quiero -respondió la muchacha ruborizándose a la vez que colocaba en la mano del chico la pequeña gragea de chocolate. El muchacho sonrió alegremente, acercándose de nuevo a la cara de su prometida, quien sujeto su cuello...

:: :: :: :: -¡Ya llegamos! -anunció una voz conocida para ambos jóvenes, quienes se separaron rápidamente de tan comprometedora posición.

-Estúpido Horo...-masculló Anna cruzándose de brazos al ver entrar al joven de pelo azul, quien tomaba de la mano a Tamamura, que parecía muy feliz y colorada. Atrás de ellos, más discretos, venían Ren y Pilika, con las manos entrecruzadas y expresión tímida y tranquila...

-¡Hola chicos! -saludó Asakura alegremente.-¿Cómo les fue?

-Bien...-contestó el shaman del hielo sonriendo abiertamente- ¿Verdad, Tamao? -la mencionada asintió- Por lo que veo a ustedes tampoco les fue tan mal...

-Considerando que yo no me espiné la boca con una rosa...

-¡Ren! -replicó la hermana de Horo.

-Je je je...

-Basta de charla...preparen la cena que tengo hambre -ordenó la itako, algo malhumorada por haber arruinado su "momento" con su prometido.

-Sí Annita -le respondió el muchacho de pelo castaño abriendo la puerta que daba al comedor, seguido por los demás...

-¡Oooooooooh! -exclamaron todos al ver lo que había adentro.

Cupido estaba sentado en una esquina de la mesa, comiendo despreocupadamente una porción de la magnífica cena que se encontraba en el lugar. Los adolescentes voltearon a ver a Asakura, sorprendidos.

-¿Qué? A mí no me echen la culpa, si yo no fui -argumentó Yoh rápidamente.

-Claro que no fuiste tú tonto...fui yo -respondió el hijo de Afrodita sirviéndose más puré de papá-¿Qué están esperando? ¿No tenían hambre? Anden, sírvanse...

Los demás asintieron, acatando la orden, pero ninguno (incluido Horo) se atrevía a comer...

-¿Por qué no comen? Sí no envenené a comida...

-¿Cómo...cómo hiciste esto? -preguntó Pica asombrada.

-Bueno, casi nadie sabe que uno de mis pasatiempos es la cocina -respondió el alado guiñando un ojo. -Además...es una pequeña comida...para felicitar a los chicos por haber alcanzado una completa felicidad...que es compartir su ser con la persona que más quieren...

-Ah...-respondieron 8 voces, empezando a comer. La cena transcurrió como cualquier otra en la residencia Asakura, a excepción de cuando Horo Horo levantó la mirada de su plato.

-Oye -se dirigió a Cupido- Tú sabías que las que nos gustaban sentían lo mismo que nosotros...¿verdad? Por eso nos animaste declararles lo que sentíamos, aunque perdiéramos la vida en ello...¿no?

-Correcto -contestó el hijo de Afrodita- Nada es más triste que dos personas se quieran y no se atrevan a decir lo que sienten por temor a que el otro los rechace...

-Tienes razón...-dijo Pilika secándose las lágrimas. Tao, a su lado, apretó la mano de la chica en señal de apoyo, a lo que ella sonrió agradecida.

-Por cierto...¿dónde está Manta? -preguntó Yoh tras una largo silencio. Cuando terminó de hablar, todos oyeron como se descorría de nuevo la puerta del comedor...

Era Jun, quien alegremente estaba acompañada de un muchacho muy guapo que se parecía a...

-Mantaru, ellos son los chicos de los que te hablé -dijo la mayor de los Toa hacia su acompañante rubio- Mi hermano Ren es esa de pelo morado, a su lado está su novia, luego el hermano de su novia, su novia...y del otro lado Yoh, el dueño del lugar con su prometida. Ah, y el que está al lado de ella es Cupido.

-Mucho gusto -respondió Manta-ru saludando a todos.

-Jun...¿qué pasó con Daisuke? -inquirió su hermano mirando de reojo a Cupido.

-¿Dai-quién? Ah sí, ese. Pues le dí el chocolate, pero al parecer se fracturó misteriosamente la clavícula, por lo que no lo veré en unos meses...

-¿Y "Mantaru"?

-Es un chico que es de Sapporo y vino para ver a un amigo...mañana se va, por lo que hay que aprovechar el tiempo...

-Sí, Jun...todavía nos falta ir a cenar...

-¿Por qué no se quedan, señorita Jun? -preguntó Tamamura, pero la mirada por parte de la muchacha de pelo verde respondió su pregunta.

-Entonces vámonos Jun...

-Claro...solo quería presentarte a mi hermano...Que interés en conocerlo...- decía la hermana de Ren conforme ella y el joven se alejaban del lugar.

-¿Qué le hiciste a Manta? -preguntó el chico de pelo azul, recuperándose de su asombro, a Cupido.

-Oh...solo un pequeño hechizo para que cambiará de imagen...y fuera feliz con Jun...

-Que loco...-musitó Pilika a punto de reírse. Los demás, excepto Anna e Yoh, siguieron su ejemplo.

-Anna...-susurró el shaman de pelo castaño en voz baja, mientras que Horo y el hijo de Afrodita intentaban imitar a "Mantaru".

-¿Pasa algo?

-No...es solo que...

-¿Sí?

-Yo también te quiero...-respondió el chico tiernamente, a lo que su prometida le dio un beso discreto en la mejilla...

-Eso ya lo sé...

-Así que espera pronto muchos chocolates...-puntualizó el muchacho sonriendo de nuevo, siendo único testigo de aquella escena Cupido...

***Fin***