Una Boda y Tres Recuerdos
Los pensamientos de Ken
-
Un hombre de apenas 27 años salía de la cocina, dirigiéndose a la habitación de su amigo.
Éste estaba tirado en la cama boca arriba, mirando hacia el techo con una mirada un tanto preocupada.
- ¿Ocurre algo, Ken?
- No
Ken miró a su acompañante unos momentos, no sabía si contarle sobre su confusión, pero necesitaba desahogarse, que alguien lo escuchara y le diera su opinión. Iba a hablar cuando éste lo interrumpió.
- Mañana es el gran día, ¿eh?
Esas palabras lo pusieron aún más nervioso de lo que estaba.
- Verás... quiero hablarte de eso.
- Vale - Dijo su amigo despreocupadamente, a la vez que abría una cerveza que había ido a buscar a la cocina.
-... No sé cómo decirlo... - decía una y otra vez mirando hacia la ventana, buscando las palabras correctas.
- Parece grave lo que me quieres decir...
- Lo es
El moreno lo miró esperando a que dijera algo, parecía que no sabía qué decir.
- Es que...
Una idea cruzó por la cabeza de Motomilla a la vez que le sonreía a su amigo pícaramente.
- Ya sé lo que te pasa...
Ken lo miró sorprendido.
- ¡Tú quieres una despedida de soltero!
¿Su amigo era idiota o qué?
- Tú tranquilo, que yo me ocupo de eso, ¿vale? - Dijo a la misma vez que se levantaba.
- Daisuke...
- Será mejor que lo busque en las páginas ama...
¡¡DAISUKE!!
El moreno lo miró seriamente.
- No seas impaciente, Ken...
- No es eso, ¿ok?.
Daisuke lo miró de nuevo con la boca abierta a la vez que se sentaba al lado de su amigo otra vez.
- Es extraño que no sea eso... ¿Qué pasa?...
- No sé si... no creo que deba casarme...
- ¿¡QUÉ!?, ¿¡CÓMO!? ¿¡QUÉ!?
- Es que no creo que esté preparado - dijo Ken fingiendo que no lo había oído.
Daisuke no dijo nada ante esa respuesta, lo único que quería era preguntar.
- ¿Por qué?
- Es que... es un gran paso en mi vida... ¿entiendes?...
-... No...
Ken se rindió, su amigo era maduro e inteligente, pero cuando quería. Sintió las manos de su acompañante en sus hombros.
- Ken... ¿Quieres a Miyako?
- ¡¡Claro que sí, pero qué pregunta más absurda!!
- Perdona, ¡¡pero creo que mi pregunta tiene sentido si no te quieres casar con ella!! - Gritó, enfadado.
- Yo no he dicho eso... sólo que estoy confundido.
Su amigo iba a hablar, pero mantuvo la boca abierta sin pronunciar palabra al mirar el reloj.
- ¡¡Oh, no!!, tengo una cita con Kari, me tengo que ir... - Gritó, alarmado
- Perfecto - repitió Ken sarcásticamente
- Sólo quiero que pienses bien en lo que te voy a decir...
- ¿Te acuerdas cuando Miyako era la que estaba confundida y casi... rompeís vuestra relación?...
- Sí...
- Ok, piensa en eso y también en que... si la quieres... no tienes por qué temerle a nada... ¿De acuerdo?
- Lo pensaré...
- Vale
Daisuke salió corriendo pero se detuvo en la puerta de la habitación...
- Oye, Ken - bajó la mirada a la vez que se notaba sus mejillas ruborizada - se celebre o no se celebre la boda... gracias por permitirme ser el padrino.
- Si tú no eres el padrino... nadie más lo será...
El chico emitió una sonrisa y se fue intentado llegar lo más temprano posible a su cita con Kari.
Ken se dirigió hacia el perchero que quedaba a unos centímetros del teléfono, cogió el abrigo sin desviar la mirada del aparato... ¿y si la llamaba?... quizás a ella le pasara lo mismo. o quizás no...
Lo mejor es hacer lo que le había aconsejado Daisuke: pensarlo. Antes de que se arrepintiera.
Salió a la calle al mismo tiempo que respiraba el aire puro de la tarde, por un momento se le quitaron las ganas de salir de su apartamento, había mucha gente por la calle y le era agotador... aún así sería mejor que estar aburrido en su hogar.
Tenía miedo de cómo sería su vida ahora; no estaba acostumbrado a los cambios, aún así no podía evitar pensar en cómo sería tener una familia, no podía negar que le hacía ilusión.
Tampoco podía evitar pensar en cómo sería esa familia, si él no fuera un buen padre, si Miyako y él ya no se quisieran... estaba seguro de que quizás esa fuera la llave de su tristeza y confusión ante la boda.
Una de las palabras de Daisuke vinieron a su mente: "¿Te acuerdas cuando Miyako era la que estaba confundida y casi rompeís vuestra relación?"
Dolorosamente recordó esos momentos, la única pregunta que rondaba por su mente era: ¿por qué?, ¿por qué quería dejarlo?
- ¿Ya no me quieres?
Miyako se giró hacia Ken, sorprendida por las palabras de éste, aunque le horrorizara oírlas.
- Sabes muy bien que no es eso
- ¡Entonces me parece ridículo que rompamos!
- Yo no he dicho que quiera romper nuestra relación - Respondió Miyako, contando mentalmente hasta diez.
- Sí, perdona, se me olvidaba, quieres que lo dejemos por un tiempo - Dijo molesto.
- Ken, me lo estás poniendo muy difícil
- ¡¡No te lo pondré difícil si me dices por qué haces esto!! - Gritó con rabia contenida.
- ¡¡Muy bien!!, ¡¿Quieres saberlo?! - Gritó Miyako presa de un ataque de nervios.
- Pues sí
- ... Estoy confundida
- ¿Cómo?
Ken sintió la mirada de miedo de la chica y sus ojos peleando contra las lágrimas.
- Me gusta Koushiro.
¿Koushiro?
Sólo pude sentir en todo mi ser cómo miles de sentimientos se mezclaban: Rabia, dolor y traición...
Pero volvió conmigo, por un momento quise ser fiel amigo del orgullo y rechazarla, pero mi corazón descartó esa opción.
Dijo que me quería a mí, y que lo único que quería conseguir con dejarme era ganar tiempo para saber a quién de los dos amaba de verdad.
Eso me dolió, ¿no pensó en mis sentimientos cuando lo hizo?, sin embargo se disculpó por haber tomado esa actitud y volvimos.
Koushiro nunca se enteró de sus sentimientos, y creo que así fue mejor...
Sus palabras me llenaron de alegría cuando me dijo que me amaba y que deseaba pasar el resto de su vida conmigo.
En ese momento no dudé... al igual que ahora.
¿Por qué dejar a una persona, cuando la amas con toda tu alma?.
Eso es imposible, al menos para mí.
Al final Daisuke me dio un gran consejo, ¿extraño?: No
Sabré apreciar por el resto de mi vida que él me abriera los ojos.
Quería a Miyako, me iba a casar con ella e iba a ser feliz...
NTA: ¡¡Primer capitulo!! todavía quedan más je, je. Quería darle las gracias a mi lector beta por ayudarme: Raquel. Que suerte tengo, ¿verdad?
Espero que les haya gustado nn
