Lagrimas Negras
Rey Miyamoto

Trate de abrir mis ojos, pero eran demasiado pesados para abrirlos. Empecé a oír pasos y gente hablando en voz baja.
Mis manos... mis manos, sentía como si la circulación de la sangre empezara a desaparecer en ellas, trate de moverlas, pero al parecer las tenia atadas o algo. Cuando pude abrir mis ojos, no pude ver nada. Todo estaba totalmente oscuro. Vi mis manos y las tenia atadas en unas cadenas hacia una pared de piedra, al parecer estaba como en un tipo de mazmorra. Al darme cuenta en que lugar estaba, mi corazón empezó a later muy rápido. Trate de mover mis piernas, pero también estaban atadas. Era inútil, no podía quitarme las malditas cadenas. Cerré nuevamente mis ojos para tranquilizarme, hasta que una voz fría hizo que los abriera rápidamente de nuevo.

-"trata de moverte, pero aun así no escaparas"- dijo la voz fría mientras se acercaba a mi.

-"pero ¿qué dices?" – respondí sabiendo perfectamente de quien provenía esa voz –"eres un idiota, ¿qué es lo que quieres? Por que mejor no me matas en vez de tenerme aquí contigo" –

-"oh, no te preocupes... eso lo haré mas adelante después de que me respondas unas cuantas preguntas y si no las respondes te ira muy mal... mas bien, sufrirás demasiado y desearas no haberte involucrado en mi vida"- dijo mientras se acercaba mas hacia mi, hasta que quede cara a cara con nada mas y menos que Voldemort.

-"nadie se a involucrado en tu patética y miserable vida, eres un asco de persona... no vales la pena..."- no pude terminar mi enunciado ya que sentí que me golpeaba el rostro haciendo que mis lentes se caigan.

-"tu eres el no vale la pena... caíste en la trampa de una asquerosa sangre sucia"- dijo mientras que yo volteaba a verlo con odio, aun con una marca del golpe en la mejilla. El fijo sus ojos en los míos, los cuales se veían profundos, llenos de maldad y tristeza.

-"tus ojos..."- empezó hablar sin quitarle la vista a mis ojos –"si, si... me gusta esa clase de mirada... llena de odio, un odio dirigido a mi, me agrada mucho... lastima que no podré verlos mañana"- chasqueo sus dedos y apareció alguien con una túnica larga y con la capucha colocada en la cabeza, para así no saber quien es. En sus manos traía una varita, la cual se la entrego a Voldemort. El la tomo y apunto hacia mi cara. Atrás de mi aparecieron nada mas menos que la única familia de Voldemort, los asquerosos y traidores Mortifagos.

-"¿qué? Acaso necesitas a tus patéticos Mortifagos para matarme, ellos son un asco, pero tu no te quedas atrás"- dije sin darle importancia a las maldiciones de los Mortifagos.

-"Jajaja... miren, ya se va a morir y tiene un buen sentido de humor, pero mira... no solo mis queridos Mortifagos me acompañan"- dijo mientras señalaba a uno en especial (pero que no era Mortifago), en ese momento sentí un gran golpe en mi corazón.

-"Lily..."- exclame en voz baja.

-"exacto... tengo que felicitarla por su trabajo, te engaño y te trajo hacia su trampa, en la cual caíste. Te coloco algunos hechizos, te atrajo a mi y te hato a este maravilloso lugar"- dijo mientras extendía sus dos manos y me mostraba el lugar.
En ese momento sentí odio y al mismo tiempo tristeza. Pude ver que una lagrimas surgían de la cara de Lily, en ese momento sentí que ella había sido engañada. Ya no sabía lo que sentía por ella, pero en ese momento sentía mucho odio...

-"oh, no me digan que nuestro joven amigo Potter siente odio o dime... ¿aun sientes algo por ella?"- pregunto en tono sarcástico mientras comenzaban las risas por medio de los Mortifagos. Voldemort hizo una seña con la mano para que todos se callaran.

Tomo mi barbilla y alzo mi cabeza, en ese momento sentí lo peor y me le quede viendo con temor. Hubo un completo silencio. El clavo de nuevo sus ojos en los míos, y para evitar su mirada los cerré. Cuando iba abrirlos de nuevo, sentí que unos labios fríos tocaban los míos, no quise abrir los ojos para saber de quienes eran.
Empecé a sentir ganas de vomitar, pero después, sentí que me mordía fuertemente mis labios, Solté un leve gemido de dolor mientras que salía una línea de sangre, la cual al surgir de mis labios escurrió por toda mi barbilla.

Lo que sigue a continuación no se como pudo ocurrir, pero aun así lo diré... apreté fuertemente mis manos y pude romper las cadenas, que cuando mis manos estuvieron libres, empuñe una mano y le tire un golpe a Voldemort en la cara.
En ese momento me le iba a aventar encima pero sentí que unas manos grandes me detenían, cuando voltee vi a un Mortifago que parecía de mitad gigante. Voltee a ver de nuevo a Voldemort que todavía se encontraba en el suelo con una sonrisa torcida.

-"vaya, al parecer se a puesto un poco violento... ¡vamos sostenlo inútil, no dejes que se quede parado"- le grito Voldemort hacia el Mortifago de mitad gigante, el cual me sostuvo y me aferró fuertemente entre sus brazos dejándome casi sin respirar.

-"¡malditos! ¡suéltenme!"- grite

-"no hasta que nos respondas unas cuantas preguntas"- dijo Voldemort mientras se acercaba de nuevo hacia mi, esta vez sin dejar de apuntarme con su varita –"ahora dime... ¿¡qué tanto sabe el Ministerio sobre nosotros!? ¿¡qué es lo que le han hecho a mis seguidores que han atrapado!?"- pregunto a gritos. El se acerco mas a mi y quedamos nuevamente cara a cara, pero antes de que se acercara mas, le escupí en la cara haciendo que su ira hacia mi surja de nuevo.

-"¡Nunca te diré nada! Acaso crees ¿qué soy cualquier traidor?"- dije mirando a Lily que aun seguía llorando –"pues estas muy..."- pero no pude termine por que Voldemort hizo una seña con su mano al Mortifago que me sostenía, el cual era una orden de apretarme mas fuerte en sus brazos para no respirar.

-"¡agh!... maldito... suéltame"- exclame mientras, sentía que la mazmorra se hacia mas pequeña.

-"¡ja!... primero contesta mis preguntas..."- exigió Voldemort

-"No... no te diré nada... ¡suéltame!"- grite de nuevo. Voldemort al parecer se empezó a hartar e hizo un movimiento con su mano para que me soltara.

Cuando me soltaron me estampe en el suelo, y cuando iba a subir la vista, la puerta de la mazmorra se abrió de golpe, pero yo ya no tenia las fuerzas necesarias para ver quien entraba, sentí que alguien me colocaba los lentes y me abrazaba muy tiernamente, tocándome los labios, los cuales seguían escurriendo sangre, y después de eso... mis ojos se volvieron a cerrar con un ultimo respiro de un olor tranquilizante y llena de dulzura...