Depresión
Por: MissIntelligence
Capitulo 3: Noche.
***
Mis ojos no se cierran. Puedo escuchar el palpitar de mi corazón, como la sangre es bombeada desde mi pecho a mis extremidades. Mis pies están congelados e inútilmente envueltos en mi manta. La luna brilla sobre mi rostro. Mis ojos son la única parte de mi cuerpo que se mueve, observando y memorizando el firmamento y las millones de estrellas que se dispersan sobre la manta negra que cubre la noche. Sonidos de pequeños animales nocturnos que buscan su alimento para sobrevivir, felices con sus familias y contentos con lo que tienen. Para mí todo lo que existe es el sonido de mi propio corazón que retumba fuertemente en mi oído. Cierro mis ojos y me concentro en el pequeño tambor adentro mío.
Un suspiro de escapa de mis labios, no he tenido control sobre mí misma en este último tiempo y es mi cuerpo quien controla a mi alma. Me levanto todas las mañanas como un robot, con una expresión plana y sin sentimiento. Sigo mi ritmo matinal pero sin ni una gota de alma en mis que haceres, es solo mi cuerpo que está acostumbrado y sabe perfectamente lo que debe hacer. Mi corazón y mi alma se quedan llorando en mi almohada por el restro del día y es mim cerebro el que realiza los exámenes y el que me mantiene viva. Para mí mi corazón murió al igual que mi alma la noche en la cuál esta enfermedad comenzó, la noche en la cuál mi vida terminó.
Me acomodé una vez más en mi cama, arreglando la manta alrededor de mi cuerpo y una vez más comenzé a escuchar mi corazón. Era hipnotizante y fascinante al mismo tiempo.
La luz de la luna que iluminaba mi cama disminuyó notablemente cuando una nube la cubrió, dejando al castillo en penumbras. Cerré mis ojos y sin saber por qué comenzé a llorar profundamente, pero esta vez dejé que me consumiera completamente. Quería que mi vida fuera diferente y emocionante como la de los demás. Quería quedarme en mi cama toda mi vida y no pensar en uan sola cosa por el resto de mis días. Era, claro, imposible, pero ahí, en ese lugar frío y desolado, para mí todo era posible. Al menos quería creer que lo era.
Harry y Ron me lo han dicho muchas veces en las últimas semanas. Parezco un fantasma que camina sin alma a la siguiente clase, un zombi, un muerto viviente que solo tiene un cerebro y que se deja llevar por un horario.
Es dificil reír, es dificil no llorar, es dificil no sentirse mal. Abrí mis ojos una vez más para descubrir que la luna estaba iluminandome una vez más. Mi reloj muggle indicaba que el sol estaba ya preparandose para entrar a un nuevo escenario y que esta había sido otra noche de insomnio, otra noche de lágrimas y lamentos.
Me siento estúpida, congelada e inútil, como siempre. Todos esos sentimientos mezclados en una noche.
***
Decidí escribir más porque me hace bien. :)
Mis ojos no se cierran. Puedo escuchar el palpitar de mi corazón, como la sangre es bombeada desde mi pecho a mis extremidades. Mis pies están congelados e inútilmente envueltos en mi manta. La luna brilla sobre mi rostro. Mis ojos son la única parte de mi cuerpo que se mueve, observando y memorizando el firmamento y las millones de estrellas que se dispersan sobre la manta negra que cubre la noche. Sonidos de pequeños animales nocturnos que buscan su alimento para sobrevivir, felices con sus familias y contentos con lo que tienen. Para mí todo lo que existe es el sonido de mi propio corazón que retumba fuertemente en mi oído. Cierro mis ojos y me concentro en el pequeño tambor adentro mío.
Un suspiro de escapa de mis labios, no he tenido control sobre mí misma en este último tiempo y es mi cuerpo quien controla a mi alma. Me levanto todas las mañanas como un robot, con una expresión plana y sin sentimiento. Sigo mi ritmo matinal pero sin ni una gota de alma en mis que haceres, es solo mi cuerpo que está acostumbrado y sabe perfectamente lo que debe hacer. Mi corazón y mi alma se quedan llorando en mi almohada por el restro del día y es mim cerebro el que realiza los exámenes y el que me mantiene viva. Para mí mi corazón murió al igual que mi alma la noche en la cuál esta enfermedad comenzó, la noche en la cuál mi vida terminó.
Me acomodé una vez más en mi cama, arreglando la manta alrededor de mi cuerpo y una vez más comenzé a escuchar mi corazón. Era hipnotizante y fascinante al mismo tiempo.
La luz de la luna que iluminaba mi cama disminuyó notablemente cuando una nube la cubrió, dejando al castillo en penumbras. Cerré mis ojos y sin saber por qué comenzé a llorar profundamente, pero esta vez dejé que me consumiera completamente. Quería que mi vida fuera diferente y emocionante como la de los demás. Quería quedarme en mi cama toda mi vida y no pensar en uan sola cosa por el resto de mis días. Era, claro, imposible, pero ahí, en ese lugar frío y desolado, para mí todo era posible. Al menos quería creer que lo era.
Harry y Ron me lo han dicho muchas veces en las últimas semanas. Parezco un fantasma que camina sin alma a la siguiente clase, un zombi, un muerto viviente que solo tiene un cerebro y que se deja llevar por un horario.
Es dificil reír, es dificil no llorar, es dificil no sentirse mal. Abrí mis ojos una vez más para descubrir que la luna estaba iluminandome una vez más. Mi reloj muggle indicaba que el sol estaba ya preparandose para entrar a un nuevo escenario y que esta había sido otra noche de insomnio, otra noche de lágrimas y lamentos.
Me siento estúpida, congelada e inútil, como siempre. Todos esos sentimientos mezclados en una noche.
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Decidí escribir más porque me hace bien. :)
