FAIRY TALES
4. FREDSEL Y GEORGEL
Había una vez, en una pequeña choza próxima a un enorme bosque, una gran familia de 7 pelirrojos hijos que vivía pobremente. Tres de los hijos, ya mayores, se habían marchado de casa. Pero los otros cuatro eran difíciles de mantener para los pobrísimos padres, que cuando las cosas les iban mejor, apenas tenían para comer. Un día, se les terminó el dinero.
-Nuestros hijos morirán de hambre -se lamentó el padre de nombre Arthur
-Solo tenemos una salida –decía llorando la madre de los niños de nombre Molly- tendremos que dejar a los gemelos que son mas grandes en el bosque… cerca del castillo de ese viejo y amable mago, para que cuando pase por allí los recoja
-Y Ronald y Ginnyl? –preguntó de nuevo el papá
-Son demasiado pequeños para dejarlos en el bosque –Molly lloró aun con más fuerza entre los brazos de su marido
Fredsel y Georgel, que no habían podido dormir del hambre que tenían, oyeron la conversación. Georgel, que era muy sentimental, se puso a llorar, y Fredsel, para consolarlo le dijo.
-No temas, tengo un plan para encontrar el camino de regreso –decía- prefiero pasar hambre aquí, que vivir lujosamente entre desconocidos –(aunque eso no era del todo cierto)
Al día siguiente, la Molly los despertó temprano, diciendo que tenían que ir a buscar frutas y huevos al bosque o sino no tendrían nada que comer. Fredsel, que había encontrado un trozo de pan duro en un rincón, se quedó un poco atrás para ir echando trocitos por el camino.
Cuando llegaron a un claro próximo al castillo, Molly les pidió a sus hijos que les esperasen allí, mientras ella y su padre buscaban algo de comida. Los gemelos no tardaron en quedar dormidos, ya que habían madrugado mucho y con el caminar se habían cansado mucho. Sus padres aprovecharon eso, y se marcharon corriendo.
Los niños estaban tan cansados y débiles que durmieron sin parar hasta el día siguiente, mientras los fantasmas del bosque velaban por ellos, aunque uno intentaba despertarlos tirándoles piedrecillas, pero no consiguió despertarlos. Al despertar lo primero que Fredsel hizo, fue buscar los trozos de pan para recorrer el camino de regreso; pero no pudo encontrar ni uno: las lechuzas del bosque se los habían comido.
-Estupendo plan Fredsel!! –le dijo sarcástico su hermano gemelo
-Tu tenías algún mejor? –le contestó de malas formas
Con tanto discutir sin mirar por donde iban, y después de alejarse mucho del claro, comprendieron que estaban perdidos del todo. Caminaron y caminaron, sin dejar de discutir de quien había sido la culpa, hasta que llegaron a otro claro, y lo que vieron allí los dejó sin habla. Pues una casita hecha toda de dulces y caramelos se elevaba delante de sus ojos. Los pobres gemelos, que estaban muertos de hambre, corrieron a arrancar trozos de la verja y de las persianas para comérselas, pero en ese momento apareció un anciano de ojos rojos como el pelo de los chicos.
Con una sonrisa que distaba de ser amable, los invitó a pasar y les ofreció una esplendida comida. Fredsel y Georgel comieron hasta hartarse. Luego el viejecito les preparó la cama, y los arropó de malas maneras.
Pero ese anciano que parecía ¿tan amable?, era un brujo muy malo que quería hacerlos trabajar. El mago malo, pensó que Georgel era una chica, cosa que ofendió bastante al chico, por lo que le obligó a hacer la limpieza, a cocinar y a sacar de paseo la mascota del brujo, una serpiente enorme de nombre Nagini. Para Fredsel, tenía otros planes: quería que tirara de su carreta! Pero el chico estaba demasiado flaco y debilucho para semejante tarea, así que decidió encerrarlo en una jaula, hasta que engordara.
Georgel, estaba tan apegado a su hermano, que no podía escapar y dejarlo allí, aunque la idea pasó por la cabeza del chico. Mientras, Fredsel, recibía tanta comida, que aunque había pasado mucha hambre, no podía terminar todo lo que le llevaba.
Como el brujo malo, no veía mas allá de su nariz en forma de serpiente, cuando se acercaba a la jaula de Fredsel, le ordenaba que sacara un dedo, para saber si había engordado. El chico, se había dado cuenta que el viejo estaba casi ciego, así que todos los días le enseñaba un huesito de pollo.
-Todavía estas muy flaco –decía el viejo brujo- esperaré unos días mas
Y por fin, cansado de esperar a que Fredsel engordara, decidió atarlo al carrito de cualquier manera. Los gemelos comprendieron que había llegado el momento de escapar.
Como era día de amasar pan, el brujo le había ordenado a Georgel, que calentara bien el horno. Pero el niño, había oído en su casa, que los brujos se convierten en ceniza cuando aspiran polvo de tilo, de modo que preparó un gran fuego con ese tipo de madera.
-Yo nunca he calentado un horno –dijo con vocecita de niña, la que siempre usaba para hablar con el viejo- porque no mira el fuego y me dice si está bien?
-Sal de ahí, pedazo de tonta –chilló el viejo de malas maneras mientras la apartaba- yo mismo lo vigilaré!!
Y abrió la puerta de hierro para mirar. Entonces salió una bocanada de humo y el brujo malo se deshizo. Solo quedaron un puñado de polvo y un manojo de llaves. Georgel recogió las llaves y fue a liberar a su hermano, por lo que no pudo ver, como de las cenizas del brujo, se elevaba un aspecto de forma polvorosa e inconsistente, y se marchaba volando hacia los bosques de Albania, refunfuñando por su mala suerte.
Antes de huir de la casita, los gemelos buscaron comida para el viaje. Pero, cual sería su sorpresa, cuando encontraron montones de cofres con galeones de oro y sickers de plata!! Recogieron todo lo que pudieron y huyeron rápidamente.
Tras mucho andar llegaron a un enorme lago y se sentaron tristes junto al agua, mirando la otra orilla. Estaba tan lejos!
-Queréis que os lleve a la otra orilla? -preguntó de pronto una voz grave entre los juncos
Era un enorme hipogrifo de color dorado, al que los gemelos, después de hacer una pequeña reverencia, los dejó en un momento en la otra orilla. Para suerte de los chicos, encontraron un hombre que estaba cortando leña justo en ese lugar. Ese hombre resultó ser el papá de los chicos!.
El papá lloró de alegría al verlos sanos y salvos. Después de los abrazos y los besos, a los que los gemelos hicieron bastantes ascos, Fredsel y Georgel le mostraron las riquezas que traían, y tras agradecer al hipogrifo su oportuna ayuda, corrieron todos a reunirse con la mamá.
Moraleja: Los padres son muy materialistas
"Colorín colorado, de este cuento ya me he hartado"
**FIN**
Weeeeeeeeno!! Y ya tenemos la primera petición respuesta!!
Jajajajaja!! Que os ha parecido el cuento? Un poco corto lo se -_-… pero que se le hará :P. Como veis, aquí tenemos a 2 nuevos protagonistas!! ^O^ Fred y George!! (o debería decir Fredsel y Georgel??) XDDDD
Por cierto… supongo que os habréis dado cuenta que el brujo malo que no ve un pimiento, que tiene ojos rojos, la nariz en forma de serpiente y de mascota a Nagini es Voldi, verdad?? ;PPPP (Eso de que resurge de las cenizas… bueno ;) no os recuerda a cierto primer libro…. ^^U)
Weno… lo que quería deciros!! Gracias por los reviews!! Me animan mucho!! Y como veis, me fijo en las peticiones… oh! Si! Es verdad… a poder ser, cuando me dejéis la petición, me podéis hacer un mini resumen (na' una línea), es que a lo mejor yo conozco el cuento… pero con otro nombre ^^U (o como la mayoría de veces… no me acuerdo de que va el cuento :PPPP)
Ale!! Que muchas gracias y a seguir riendo ^_^
Kiss, Silver ^*^
P.D.1. Continuad opinando sobre lo de la pareja de Harry!!
P.D.2. En el cuento de Rapunzel… muahahahaha ya he decidido quien será la protagonista!! XDDDD Y no es justamente una chica!! Aunque si tiene el pelo rubio!! XDDD Adivináis quien es??!!
