Capítulo 1: ¿A o B?

Yoh y Manta estaban sentados en un banco sin hacer nada, simplemente dejando que la brisa los acariciara, tostando sus pieles con el sol tibio de la tarde; en silencio, uno al lado del otro. Una repentina ráfaga de viento llevó hasta la nariz de manta el singular aroma de su amigo.

Se siente. bien. Yoh huele a tranquilidad. pensó.

El joven chamán abrió un ojo al escuchar por undécima vez aquel día los suspiros de su acompañante.

-Manta. ¿te pasa algo? -preguntó.

-¿Eh? No, ¿por qué preguntas eso? -respondió éste saliendo de su ensimismamiento.

-No sé, es que llevas un día muy. raro. No hablas, suspiras y cada dos por tres te quedas mirando un punto fijo. ¿Te encuentras bien?

-¡Oh! ¡Oh, eso! No es nada, es que. es que creo que me gusta una persona y. pues eso. Nada más.

Yoh parpadeó un par de veces. Miró a su amigo, que de pronto estaba rojísimo, y se echó a reír.

-¡Así que era eso! -exclamó- ¿Y quién es ella?

-Eh. La verdad es que.

-¿La conozco? ¿Es Tamao?

-No, Yoh, no es ella. No es.

-¿Entonces Jun? ¿Pilika?

-Que no, que no es una.

-¿Seguro que no es Tamao? ¿No será Anna? -bromeó.

-¡¡¡No!!! ¡¡¡No es una chica, Yoh, eres tú!!! -gritó de pronto Manta.

El chamán se le quedó mirando fijamente un rato, los colores subiéndosele gradualmente, y abrió la boca, pero no se le ocurrió nada que decir y la volvió a cerrar.

-Eh. Ah. -tartamudeó Manta - Bu-bueno, y. ¿cuándo os vais a casar Anna y tú? Qué cambio de tema más patético _

-Oh, pues. No lo había pensado realmente. Ya le preguntaré.

-Ah.

Después se sumieron en un silencio incómodo, que duró hasta que la luna se reflejó en el estanque del parque. Fue entonces cuando Yoh decidió que ya era hora de volver a casa. Se levantó del banco y se despidió con un distraído "buenas noches, Manta", caminó un trecho y luego tuvo que retroceder para tomar la dirección correcta mientras su amigo le observaba, hasta que finalmente desapareció tras una esquina. De nuevo un suspiro se perdió en el aire.

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-Yoh. Oye Yoh. ¿¡Me vas a prestar atención!?

La voz áspera de su prometida lo sacó de sus pensamientos. La miró con aire despistado.

-¿Eh? ¿Qué?

-Estás metiendo un codo en el cuenco de arroz, y además llevas un buen rato intentando comerte la servilleta. ¿Se puede saber qué cuernos te pasa?

-Ah, no, nada. -dijo tirándose el vaso de agua por encima. Anna levantó una ceja.

-Ya.

Finalmente el chamán desistió de intentar cenar y se fue escaleras arriba mirando al techo. La sacerdotisa le observó disimuladamente desde detrás de su bol de palomitas. Cuando estuvo segura de que se había ido apagó la tele y se tumbó boca arriba en el suelo, meditabunda. Por su mente pasaron infinidad de pensamientos, la mayoría sobre su prometido, como si de una película a cámara rápida se tratase. Luego se levantó, resuelta, subió las escaleras y se paró frente a la puerta de la habitación de Yoh. Abrió lo justo para ver el interior: el futón ni siquiera estaba extendido, permanecía enrollado delante del armario, y él no estaba. Extrañada, la abrió un poco más, pero sin previo aviso la puerta se descorrió a un lado.

-Hola, Anna -saludó Yoh calmadamente.

-Ho-hola -contestó ella nerviosa.

-Si querías entrar no hacía falta que espiases. Bastaba con llamar -dijo malhumorado.

Ella frunció el ceño.

-¿Y a ti qué te pasa hoy? Primero no das ni una y ahora contestas de mala manera. ¿Es el día de comportarse extraño o qué?

-Si no lo es se le parece bastante.

Se dio la vuelta y caminó pausadamente hacia la ventana, donde se sentó. Anna se acercó extrañada. La luz de la luna se reflejaba en la cara de su prometido, en sus mejillas y en sus labios, en sus párpados fuertemente cerrados y en las lágrimas color plata que ahora cruzaban su rostro. Los ojos de Anna se abrieron hasta parecer salirse de sus cuencas.

-¿¡Yoh!?

Se sentó a su lado en la ventana y puso una mano en su hombro, mano que el chico recibió como una caricia. Él apoyó la cabeza contra su pecho, pudiendo sentir ella las lágrimas cayendo sobre sus rodillas, su respiración agitada y sus brazos rodeándola. Y más lágrimas.

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Yoh amaneció con la cabeza embotada. Nunca en su vida había deseado más seguir durmiendo, no tener que abrir los ojos; pero el sol fuerte de mediodía le daba de lleno en la cara: había olvidado cerrar la ventana. Pestañeó un par de veces. ¿Qué era esa cosa cálida que lo envolvía? ¿Una colcha?

No. Definitivamente no era una colcha.

Porque las colchas, al menos que él supiera, NO RESPIRABAN.

Los ojos de Yoh se abrieron desmesuradamente y encontraron otro par de ojos oscuros enfrente. Éstos parpadearon soñolientos y luego saludaron "buenos días, Yoh"

El chamán tardó un buen rato en reaccionar. ¿Qué-qué-qué-qué rayos hacía Anna abrazándole de esa manera dentro de SU cama? ¿De qué tenía ella manchado el yukata a la altura del pecho? ¿Por qué tenía que bajársele la parte de arriba justo en ese momento? ¿¡Y POR QUÉ tenía que ponerse rojo!?

-Ehm. este. bu-buenos días -tartamudeó- . O-oye. por curiosidad. ¿qué haces aquí?

Anna se sentó en el futón.

-Consolarte.

-¿¡¡¡¡UEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEH!!!!?

-¡No de esa manera, imbécil! -chilló muy apurada- ¿Me vas a contar ahora qué te pasaba ayer o esperamos a que las ranas críen pelo?

-Ah, eso. -miró al suelo abochornado- Es que. creo que acabo de perder a mi mejor amigo.

-¿A Manta? ¿Por qué?

-Ayer me dijo que. este.

-¿Que le gustas?

-Sí-¿¡Eh!? O_O

Sus ojos parecían preguntar "¿Tanto se nota?" a la vez que su cara podría estar anunciando tomate frito. Anna suspiró.

-Yo lo noto -puntualizó- Lo que no entiendo es por qué vais a dejar de hablaros después de esto.

-¡Bueno, es evidente que las cosas ya no serán como antes! Después de todo, un rechazo siempre es un rechazo, ¿verdad?

-¿Y por qué vas a decirle que no?

Lo dijo con tanta naturalidad que Yoh se quedó sin habla.

-Bueno, quiero decir, a ti también te gusta, ¿verdad? -continuó Anna- No veo por qué si el sentimiento es mutuo vas a rechazarle.

-Esteeeee. Anna. -una gran gota apareció en la frente de Yoh- Estamos prometidos, ¿recuerdas?

-Pero es un matrimonio convenido, sin sentimientos. No es lo mismo que casarse por amor. Podemos seguir adelante para contentar a nuestras familias, pero nadie nos impide tener aventuras extra-matrimoniales.

-A. Anna. -otra gota se sumó a la primera- ¿De verdad no te importa?

-Si es lo que tú quieres, adelante -lo dijo con firmeza, pero inconscientemente sus puños se cerraron con fuerza.

Yoh se quedó pensativo un rato.

-Oye, Anna, verás. Es que a mí me gusta Manta.

-Ajá -los nudillos se pusieron blancos.

-.Pero. También me gustas tú.



TU BI CONTINUID.

Notas de la autora: Ehm. Es mi primer fic de Shaman King. Y también. mi primer fic yaoi, aunque solo lo sea un poco. X_X Porfa tened piedad de mi, soy una inocente escritora k busca abrir sus puertas a nuevos horizontes y tal. REVIEWS PLISSSSSS!!!!!!!! Si no, no continuo. (¿A kien kiero engañar? Continuare xk m gusta el comienzo, xo si no recibo puede k al final lo deje x desanimo. Asi k reviews reviews pliz!! ^w^) Ahm, x cierto, olvidé decir. Mi no gusta MantaxYoh demasiado, prefiero RenxYoh ^w^ Xo estos tb m parecen monos, así k kise hacer un fanfic d estos dos. y d AnnaxYoh ^__________^ A proposito, tened en cuenta k esto lo hice basandome en el anime, k aun lo estan emitiendo aki y x tanto no se como acaba la serie (no spoilers, thanks). Asi k imaginaos a los personajes a la edad k kerais y en el momento k kerais ^^U