El Amor de un Amigo (II Parte)

Por: Dana Daidouji y Fuu-chan.

Disclaimer: Card Captor Sakura no nos pertenece de ninguna forma y bajo ningún concepto, sino esto lo hubieran visto como OVA's especiales ^_^

Capítulo I: El Comienzo... y un Malentendido.

A la mañana siguiente, Eriol despertó de lo que parecía haber sido la mejor noche de su vida, y como no serlo, si Tomoyo acaba de corresponder al sentimiento que tenía guardado desde casi 5 años, se sentía el hombre más afortunado de todo el planeta.

Al abrir los ojos vio que Tomoyo no estaba, miró el reloj y notó que ya pasaban de las 10 de la mañana, él nunca se despertaba tan tarde, se levantó, bañó y arregló, pero al bajar vio que no se encontraban ni Tomoyo ni sus guardianes, pudo comprobar también que su desayuno estaba sobre la mesa, aunque algo frío. A los pocos minutos de sentarse llegaron Nakuru y Spinel con la despensa.

- Buenos días Eriol-sama, por lo visto hoy se levantó más tarde que de costumbre – dijo Nakuru.

- Buenos días tengas Nakuru-chan, ¿has visto a Tomoyo-chan? – preguntó él mientras daba un sorbo a su té.

- Sí, salió muy temprano diciendo que tenía que entregar unos diseños a primera hora – respondió la guardiana mientras colocaba una de las bolsas en la mesa.

- Está bien – contestó mientras untaba una tostada con mermelada de frambuesa.

- ¿Sabes?, Tomoyo-sama se veía muy contenta ésta mañana, ¿pasó algo entre ustedes? – preguntó la chica entre curiosa y maliciosa.

- Bueno, Tomoyo-chan siempre está contenta, no veo por qué sería diferente esta mañana – contestó Eriol muy tranquilamente mientras continuaba con su desayuno.

- Sí, pero ésta mañana iba más de lo normal, además  iba cantando – agregó Nakuru colocando su dedo índice sobre su mentón haciendo memoria.

- ¿Qué tiene eso de extraño?... sabes que a ella le encanta cantar – dijo el joven amo dando otro sorbo a su té.

- Eso lo sé, pero nunca me había tocado escucharla cantar canciones de amor – terminó diciendo su interlocutora con un tono divertido.

Eriol casi se ahoga con el té que estaba bebiendo, pero logró controlarse y disimular muy bien, dejando a la pobre de Nakuru en las mismas, pues tampoco le pudo sacar gran cosa a Tomoyo, así que decidió salir dejando a su amo terminar su desayuno en paz.

Justo en el momento en que Eriol limpió todo lo que estaba usando, el teléfono sonó y estando él más cerca contestó.

- ¿Diga? – preguntó invitando a que la otra persona hable.

- ¿Eriol-kun? – se escuchó al otro lado - ¡Qué bueno que te encuentro!, ¿podemos vernos hoy en el parque al mediodía?

- ¡Claro!, ¿en qué parte? – preguntó con una sonrisa.

- A espaldas del kiosco, tengo que irme, te espero - se escuchó antes de colgar.

- Creo que tenía prisa – dijo el joven hablando para sí mismo.

En el parque se  puede ver como una joven corre frenéticamente tratando en vano de que su ajustada minifalda no sea un impedimento, hasta que al fin llega a su destino donde un  apuesto joven la espera impaciente.

- UF UUF, mis jefes son unos esclavistas - dice dejándose caer a un lado del joven - Perdona el retraso.

- Sólo llegaste  cinco minutos tarde - la disculpó - ¿no piensas saludarme?

- Oh, vamos, ahora cada vez que nos veamos te tengo que saludar de otra manera - comentó poniendo cara de niña pequeña - ¿y eso por qué?

- No sé - contestó alzándose de hombros, pero antes de que la chica se diera cuenta él ya la tenía en brazos y la besaba apasionadamente - ¿por qué se siente bien? – Dijo al separarse de ella.

Como respuesta, la joven volvió a besarlo

- ¿Dormiste bien? Estabas tan profundo hoy en la mañana que no me atreví a despertarte – dijo Tomoyo acariciando suavemente la mejilla de Eriol.

- Eso fue muy malo de tu parte – decía Eriol mientras tomaba a la chica por el mentón y la miraba a los ojos.

- ¿Ahora es malo el no querer perturbar el sueño de otros? – Preguntó Tomoyo divertida.

- Claro, no sabes lo mal que uno se puede sentir al despertar y no ver al amor de su vida a su lado – respondió mientras sonreía.

- ¿Al amor de su vida? ¿Eso es lo que soy para usted, señor? – Interrogó ella  inocentemente

- Eso y más - contestó atrayéndola hacia él y volviendo a besarla - ¿Alguna vez te han dicho que eres hermosa Tomoyo-chan? 

- Muchas veces - contestó mientras lo veía a los ojos y le sonreía.

- ¿Y que tus ojos son preciosos? – Volvió a preguntar mientras tomaba con sus manos el rostro de la chica.

- Sí – respondió ella como si ya estuviese acostumbrada a ese tipo de preguntas, con un aire de orgullo.

- Y... ¿que pareces un ángel caído del cielo? – Siguió preguntando Eriol con una sonrisa en sus labios.

- No, eso no me lo habían dicho – replicó ella mientras ponía sus brazos alrededor del cuello de él.

- Y... ¿que eres sólo mía? – Inquirió mientras rozaba tiernamente los labios de Tomoyo con los suyos propios.

- ¿En serio? – Preguntó ella haciéndose la inocente.

- Sí, sólo mía y de nadie más – dice mientras la vuelve a besar.

- Eriol-kun, ¿alguien te ha dicho que eres un romántico empedernido y sin remedio? – Preguntó rompiendo el beso.

- No, creo que no – respondió con una sonrisa mirándola como quien mira a su objeto más preciado, mientras ella sólo sonríe mientras le da un fugaz beso.

- Tengo que irme, mi madre me espera para almorzar – anunció un poco triste.

- ¿Y quién dice que te tengo que dejar ir? – Pregunta aumentando la fuerza de su abrazo.

- ¿Yo? – Responde ella dubitativamente.

- Mmmm, no creo que sea suficiente razón para dejarte ir – le dice él mirándola maliciosamente.

- ¿No? – Pregunta la chica inocentemente.

- No, no es fácil dejarte ir – confiesa Eriol con su mirada fija en los ojos de ella.

- Pues... - comienza a hacerles cosquillas - ¿Así sí?

Eriol la suelta y Tomoyo se aleja

- Creo que sí – se auto responde la joven - ¡Nos vemos luego! – Agrega mientras comienza a alejarse.

- Eso no fue muy justo querida Tomoyo, pero ya tendré tiempo para desquitarme - sonríe algo maliciosamente.

Días después...

Eriol entra a la mansión Daidouji, y una de las jóvenes de servicio lo recibe en la entrada y lo conduce a la antesala.

- La señorita bajará en un momento, por favor tenga la amabilidad de esperarla, ¿gusta que le traiga algo? – Preguntó amablemente la sonrojada muchacha al apuesto visitante.

- No gracias, así estoy bien – contestó con su encantadora sonrisa.

Al poco tiempo de estar esperando se escucharon pequeños pasos provenientes de la escalera y al girar pudo darse cuenta de que se trataba de Tomoyo, vestía un pantalón de mezclilla azul con un suéter beige y llevaba el cabello recogido en una cola de caballo que se movía de un lado para el otro marcando su paso.

- ¡¡Eriol-kun!!... ¡¡has venido a verme!!... ¡¡no sabes la alegría que me da!! – Exclama mientras corre a los brazos de su novio.

- ¡¡Hola Tomoyo-chan!!... ¿acaso creíste que me había olvidado de ti? – Le pregunta con una pícara sonrisa.

- No, claro que no – devolviéndole la sonrisa – Sólo que no te esperaba.

- ¿Acaso soy inoportuno? – Pregunta un poco desilusionado.

- ¡¡Claro que no tontito!! – Responde dándole un fugaz beso en los labios - ¿Qué te parece si subimos a tomar el té en mi habitación?

- Me parece una excelente idea – responde él con una sonrisa mientras piensa:'perfecta oportunidad'

- Bueno, entonces vamos... por favor Amy-san ¿podrías subirnos dos tazas de té con pastel a mi habitación? – esto último dirigido a la joven criada.

- Si señorita, como guste – responde la chica a la petición de Tomoyo.

Ya arriba tomaban tranquilamente el té mientras degustaban un delicioso pastel de fresa.

- Eriol-kun, ¿qué te parece si te presento a mi mamá? – Pregunta la chica de lustroso cabello negro distraídamente.

- Se me hace perfecto, me gustaría mucho conocerla, y dime, ¿cuándo sería el encuentro? – Respondió el joven inglés con interés.

- Bueno, eso aún no lo sé... ¿cuándo puedes? – Interrogó de nueva cuenta la chica a su novio.

- Estoy libre estos días, así que cuando quieras – informó él con una sonrisa.

- Bueno, sólo hablo con mamá y te aviso, ¿está bien? – Le avisó Tomoyo devolviéndole el gesto.

- Sí, muy bien – respondió Eriol dando el último sorbo a su té, preparándose para el siguiente movimiento.

Eriol comienza a acercarse cuidadosamente a Tomoyo, quien al ver la mirada de su novio se para de un salto y comienza a alejarse

- Vamos, no me dirás que me tienes miedo, ¿o sí? – Pregunta divertido.

- Miedo, no... pero es bueno mantener la distancia, ¿no crees? – Argumentó ella alejándose.

Para ese momento Eriol ya estaba levantado también y se acercaba a ella, cuando estaba cerca Tomoyo comenzó a correr, él le siguió el juego y comenzó a seguirla, así estuvieron un rato entre risas y gritos hasta que Eriol la alcanzó, pero como Tomoyo se había detenido provocó que perdieran el equilibrio cayendo en la cama, él sobre ella.

- Ahora te tengo en mis manos – dijo Eriol mientras sonreía y respiraba algo rápido.

- ¿A sí? ¿Y qué me harás? – Preguntó Tomoyo respirando también algo rápido.

- Me pones en una encrucijada, pero tengo una idea– dijo mientras comenzaba a hacerle cosquillas.

Tomoyo entre risa y risa le suplicaba que parara pero Eriol se hacía el que no la escuchaba. Por otro lado, Sonomi iba al cuarto de su hija, pues se escuchaba mucho ruido, al abrir la puerta casi se le para el corazón, ya que la escena que ofrecían los dos chicos no era muy agradable para su vista.

Dana-chan: Ohayo minna! Muchísimas gracias por haber pulsado el link de nuestra 'pequeña' historia. La idea surgió cuando leí el kawaii fic de mi amiga Fuu-chan ya que me pareció injusto que terminara ahí, y bueno, aquí estamos. La historia está ya terminada pero como era demasiado larga, pensamos que sería lo mejor dividirla en capítulos para que fuera más fácil leerla. ¡Nos vemos en el próximo capítulo! ^_^

Fuu-chan: ^^ WOW, al fin terminamos, espero que este capítulo sea de su agrado, Dana-chan y yo nos esforzamos mucho, espero dejen alguna review y que disfruten este y los demás capítulos de la historia.

Oh, cierto, quiero agradecer a Dana-chan por convencerme a hacer la continuación, sin ella esto no existiría ^^