El Amor de un Amigo (II Parte)

Por: Fuu-chan y Dana Daidouji.

Disclaimer: Card Captor Sakura no nos pertenece de ninguna forma y bajo ningún concepto, sino esto lo hubieran visto como OVA's especiales ^_^

Capítulo II: El Juicio...

Sonomi no podía ocultar su sorpresa e irritación ante la escena no muy 'común' que estaban dando su pequeña hija y aquel desconocido y… apuesto joven.

- ¡¿Qué está pasando aquí?! - Pregunta Sonomi con una cara de 'pocos amigos' al ver al joven desconocido tumbado sobre su hija en la cama tomándola de la cintura, mientras que la muchacha  tenía el rostro algo sonrosado y estaba respirando entrecortadamente, así que volvió a preguntar - ¡¿Qué está sucediendo aquí Tomoyo?!

La aludida al reconocer la voz de su madre no pudo más que tragar grueso mientras se ponía roja granate al notar lo 'comprometida' de la posición, al mismo tiempo que la piel de su novio comenzaba a perder color y a sentir un sudor frío pasar por su nuca y toda su columna vertebral. Ambos se separaron como impulsados por un resorte superando la velocidad de reacción del cuerpo humano, mientras intentaban explicar la situación a una muy alterada Sonomi que estaba todavía parada en el dintel de la puerta mirando asesinamente al joven, quien no pudo evitar que su sangre se congelara.

- Mamá… cálmate, no es lo que te imaginas – dijo Tomoyo a toda prisa.

- Lo siento señora, pero no estábamos haciendo nada malo – aseguraba  Eriol al mismo tiempo que ella produciendo como consecuencia más confusión en el ambiente.

- En primera joven... ¿quién es usted? y ¿qué le estaba haciendo a mi hija? – Preguntó Sonomi de una manera autoritaria comenzando a perder la poca paciencia que tenía.

- Mi nombre es Hiragizawa Eriol y sólo estábamos jugando – dijo Eriol avergonzado.

- ¿Jugando? – Pregunta incrédula Daidouji-san mientras una vena comienza a hincharse en su frente.

- Así es, okaasan, él sólo... – pero fue interrumpida abruptamente por su madre.

- Silencio Tomoyo que estoy hablando con Hiragizawa-san – le dijo muy molesta a su hija que iba a interferir – ¿Llama usted jugando a como los acabo de encontrar?

- Es verdad que la posición en que nos encontró era muy poco decorosa y comprometedora, pero sólo le estaba haciendo cosquillas – dijo el 'agresor' sonrojado al recordar el juego o mejor dicho, su 'venganza'.

- Hiragizawa-san, ¿qué es usted de mi hija? – preguntó Sonomi después de respirar profundamente y haber contado hasta diez mentalmente.

- Soy su novio, señora – en ese momento la mirada de Sonomi se volvió más fría, provocando que los dos jóvenes se pusieran más pálidos y nerviosos.

- ¿No... novio? – La mujer pelirroja se volteó con su hija – ¿Se puede saber cuándo pensabas comunicármelo? – Preguntó nuevamente alterada a su hija.

- Esta... – intentó decir Eriol pero fue interrumpido.

- Esto es sólo con mi hija, Hiragizawa-san, haga el favor de esperar abajo – pidió Sonomi a un avergonzadísimo Eriol.

Él sólo miró a Tomoyo, quien hizo un gesto afirmativo con la cabeza, entonces salió de la recámara, quería decirle algo, pero la mirada de Sonomi seguía cada uno de sus movimientos, así que decidió retirarse sin más si quería salir vivo de ésta.

- ¿Así qué tu novio? - Sonomi se veía bastante enojada – Vaya, y yo que ya me había preocupado.

La chica sólo trago saliva, era poco usual que su madre fuera sarcástica, aunque por como los había encontrado cualquiera...

- Sí okaasan, pero como te dijimos, sólo estábamos jugando, nada más – sostuvo Tomoyo.

- ¡Y dale con que era un juego! – Le gritó su madre – No nací ayer Tomoyo, no me quieras ver la cara.

- ¿Cómo crees que sería capaz de hacer eso mamá? – Dijo intentando tranquilizarla – Nos pusimos a correr, después él me alcanzó perdimos el equilibrio y caímos sobre la cama, él me estaba haciendo cosquillas en el momento en que tú entraste – explicó la nerviosa joven nuevamente.

Al ver Sonomi el rostro de su hija, notó que no le estaba mintiendo, así que respiró profundo para tranquilizarse.

- Está bien, te creo, pero dime ¿por qué no habías dicho que tenías novio? – Preguntó interesada.

- Bueno, pensaba decírtelo, pero no había encontrado la oportunidad apropiada – reveló la joven comenzando a respirar normalmente.

- Será lo que tú digas querida, ahora sólo falta ver si él es digno de ti – diciendo esto salió, dejando a su  hija con una gran gota en su cabeza.

- Pobre Eriol-kun – suspiró Tomoyo – creo que okaasan lo pondrá en muchos aprietos – decía mientras se encaminaba hacia la sala donde él esperaba.

En la gran sala de la residencia Daidouji, un preocupado y nervioso joven se paseaba de un lado para otro esperando a que alguna de las dos mujeres bajara, si seguía caminando así iba a abrir un gran sendero en forma circular en plena sala ya que era incapaz de sentarse y esperar cómodamente. Como a los quince minutos de haber sido 'despachado' por Sonomi, los cuales invirtió en imaginar la cantidad y naturaleza de las preguntas que seguramente estaban asediando a su pobre novia y en rezar para que no lo tacharan de 'degenerado' prohibiéndole la entrada a la casa entre otras cosas; respiró con un poco de alivio cuando vio bajar a la señora seguida por su hija... aunque si hubiese sabido lo que vendría después, seguramente no estaría tan tranquilo.

Después de que las mujeres hicieron acto de presencia en el salón, Eriol se quedó quieto con la mirada fija en la hermosa joven de pacíficos ojos violeta tratando de averiguar en ellos algún anticipo de lo que vendría, pero sólo pudo encontrar  incertidumbre y más nerviosismo. Tomoyo llegó y se puso frente a él mientras murmuraba: 'ahora comienza la verdadera prueba', lo cual puso a Eriol más nervioso. Acto seguido se sentó junto a él en el confidente central mientras que su 'jueza' tomaba asiento en un sillón, quedando justo al frente de la joven pareja, así mismo ordenó a la criada que les trajera tres tazas de té y tres vasos con agua, cosa que terminó por angustiar al chico hechicero y dio apertura a las preguntas.

- Hiragizawa-san, ¿ha tenido novia antes? – Pregunta Sonomi mientras toma la taza de té que instantes antes había traído Amy.

- No señora... – responde Eriol firmemente.

- ¿En serio?, ¡que extraño!... ¿y eso por qué? – Pregunta la mujer pelirroja con interés y un poco de sarcasmo.

- Verá, es que yo no había encontrado a mi persona especial, como ahora – dijo él sinceramente.

- Aaahhh bueno, y dígame ¿a qué se dedican sus padres? – Inquirió Sonomi con calma pero con la actitud de un juez.

- Mi padre es el presidente del Banco de Inglaterra mientras que mi madre es una dama muy distinguida en la aristocracia del Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte – respondió Eriol un poco avergonzado ya que nunca le ha gustado presumir.

- ¿El Banco de Inglaterra?... ya lo recuerdo, he tenido negocios con ellos, son una entidad bancaria muy sólida, además es el principal instrumento del gobierno para llevar a cabo su política monetaria y financiera, actúa como banquero del gobierno y de los demás bancos e incluso de bancos centrales de otros países y posee el monopolio de emisión del papel moneda en Inglaterra y Gales – explicó Sonomi claramente con satisfacción.

A estas alturas Tomoyo no podía ocultar su sorpresa, nunca había oído hablar de los padres de su novio y lo mejor de todo era que  su madre parecía estar aceptándolo.

- Y ahora dígame... ¿vive usted solo? – preguntó la madre de Tomoyo dando un sorbo a su té.

- Bueno, a decir verdad no... vivo aquí con mis... guardianes – dijo Eriol esperando la reacción de su 'jueza'.

- ¿Sus guardianes?... ¿querrá decir sus guardaespaldas o algo así? – Preguntó la mujer sin darle mucha importancia al asunto, después de todo ella estaba acostumbrada a ese tipo de cosas.

- Verás okaasan… – intervino Tomoyo en la plática por primera vez – en realidad son otro tipo de guardianes – dijo la chica dándole una oportunidad a Eriol para que revelara su gran verdad.

- ¿Otro tipo?... ¿a qué te refieres con eso? – Preguntó Sonomi sorbiendo de nueva cuenta su té.

- Bueno señora, antes que nada le suplico que trate de entender lo que voy a revelarle – pidió Eriol nervioso – aunque estoy consiente de que es una verdad difícil de manejar – hizo una nueva pausa mientras tomaba un trago a su vaso con agua por vez primera – la verdad es que yo soy la reencarnación de un hechicero muy poderoso del siglo XIX llamado Reed Clow, aunque soy una persona normal conservo sus recuerdos y habilidades, es por eso que también poseo padres humanos... – hizo otra pausa para darle tiempo a la madre de su novia de asimilar lo que le acababa de decir.

- ¡¿Un hechicero dice?!... ¡¿tú sabías de esto Tomoyo?!... – Preguntó la mayor de las mujeres un poco incrédula.

- Así es mamá, en efecto tengo plena conciencia de ello – confesó la chica con nerviosismo.

- Bueno, entonces... continúe – pidió la mujer empresaria a Eriol.

- Como le decía, soy un hechicero y por eso tuve la necesidad de crear dos guardianes para que me ayudasen con una misión que tuve hace tiempo, estos guardianes son Ruby Moon y Spinel Sun, ambos poseen una identidad falsa para su día a día; la primera tiene forma humana que se hace llamar Nakuru Akizuki y el segundo parece un gatito negro.

- ¿Y qué misión fue esa joven Eriol? – Preguntó nuevamente la señora de ojos violeta.

- Cuando tenía once años viajé desde  Inglaterra y me radiqué por una temporada aquí en Japón para cumplir con un asunto pendiente de mi anterior encarnación el cual era hacer que la nueva Maestra de Cartas  transformara con su propio poder a las anteriores Cartas Clow – explicó Eriol con calma.

- Entonces... ¿desde hace cuánto tiempo se conocen ustedes? – Quiso saber Sonomi interesada.

- Desde que éramos niños y estudiábamos juntos en la Primaria Tomoeda – explicó Tomoyo.

- Ya veo... y ¿no hay ningún peligro ahora que pueda perturbar la seguridad de mi hija? – Preguntó angustiada.

- No señora, y si en todo caso llegase a suceder yo estaré dispuesto a todo para defenderla aún con mi vida si es necesario – confesó Eriol mientras Tomoyo le sonreía y tomaba su mano.

- Me pareces muy sincero... y dime ¿son serias sus intenciones joven? – Preguntó la señora con un poco de recelo.

- ¿A qué se refiere señora? – preguntó él presintiendo a dónde quería llegar.

- Me preguntaba si después de todo usted de verdad ama a mi hija o sólo quiere pasar un 'buen rato' con ella – preguntó Sonomi con evidente doble intención mientras dejaba la taza de té en la mesa,  observando como la pareja se ponía colorada.

- No... no me... no me digan que... que ustedes ya... – Sonomi no puede continuar pues el enojo y la vergüenza no se lo permiten.

- ¡¡¡Okaa... okaasan!!! ¡¡¿¿Cómo puedes siquiera pensar en eso??!! – Preguntó Tomoyo completamente sonrojada e indignada.

- Eso nunca ha pasado entre nosotros, Daidouji-sama – continúo Eriol intentando oírse lo más serio posible y que su voz no temblara por el nerviosismo y la pena.

- Sin ofender joven, me reservo el derecho de la duda ya que lo que vi hoy no habla muy bien de usted aunque ya me hayan aclarado el asunto – dijo Sonomi dando un sorbo a su té y mirando de soslayo a Eriol.

Eriol no supo por primera vez en su vida como responder, así que tomo su taza y bebió un gran trago de té.

- ¡Okaasan! – Le reclamó su hija en tono ofendido - ¿Cómo puedes siquiera pensar que yo haría algo así sin estar casada antes?

- Hija no me vengas con eso, yo también fui joven y sé que las hormonas pueden ser muy inoportunas a veces – dijo Sonomi colocando la taza de té en la mesa.

- Aún así – prosiguió Tomoyo en el mismo tono, sorprendiendo un poco a su madre - El que dudes de mí de esa forma no es justo, ya que nunca te he dado razón alguna para que lo hagas.

- En eso tienes razón hija, espero que no me falles nunca... – mirando a Eriol - ¿Qué piensa usted al respecto?

- Pues mis intenciones son muy serias señora Sonomi, y estoy de acuerdo con su hija – dice al volver a recuperar su voz - Yo jamás haría algo que nos trajera consecuencias – continuó, aunque algo en su interior le decía que no iba a cumplir lo que acababa de decir.

- Bueno, confiaré en su palabra y espero que no me defrauden, creo que hasta aquí está bien... ¡bienvenido a la familia Hiragizawa-san!, definitivamente Tomoyo-chan no pudiste hacer una mejor elección – dijo la madre de la chica a modo de felicitación – pero eso si, muy prudentes ustedes dos – señalando a la pareja – ya saben, pensar con la cabeza y el corazón, no con las hormonas – aconsejó con tono amenazante provocando un nuevo sonrojo por parte de los chicos.

- Lo sé – respondió Tomoyo aún un poco indignada.

- Bueno, lamento mucho el mal rato... pero es que una madre con una única hija debe protegerla, sino cualquiera va y... – decidió mejor no terminar.

- No se preocupe, la entiendo... sin embargo debo pedirle disculpas por mi comportamiento indebido – dice  Eriol todavía un poco apenado.

- Disculpa aceptada, muy bien hija, ahora tengo que irme, pues tengo una junta a las cinco y ya voy tarde – dice tomando sus cosas y saliendo de la sala.

- ¡Qué tengas suerte, okaasan! – dice Tomoyo a modo de despedida.

Así se dio por terminado el 'juicio' ya que Sonomi había quedado satisfecha con el novio de su pequeña, además de que no tenía mucho tiempo para platicar porque tenía un compromiso laboral y estaba fuera de hora. Concluido el proceso fue declarado al 'enjuiciado' como inocente y se aprobó su noviazgo con la señorita Daidouji, llenando de alegría a la pareja y liberando un poco a Eriol ya que su 'suegra' había entendido y aceptado su mágica existencia.

Dana-chan: ¿Qué os pareció éste capítulo eh?... Review onegai shimasu!

Fuu-chan: ^^ Espero que haya quedado de su gusto y como dice Dana, review, para saber que opinan sobre la historia.