El Amor de un Amigo (II Parte)
Por: Fuu-chan y Dana Daidouji.
Disclaimer: Card Captor Sakura no nos pertenece de ninguna forma y bajo ningún concepto, sino esto lo hubieran visto como OVA's especiales ^_^
Capítulo III: De Viaje a Londres.
Año y medio después...
- Moshi, moshi... residencia Daidouji...
- Hola, es Sonomi... ¿está Tomoyo?
- Sí señora, en un momento se la comunico.
Tomoyo venía bajando las escaleras con rumbo hacia la cocina cuando escuchó el llamado de Amy.
- Señorita, tiene una llamada de su madre por la línea principal – le informó sosteniendo el auricular inalámbrico.
- Arigatô Amy-san – respondió Tomoyo acercándose a Amy y tomando el teléfono – Okaasan?, daijobu?
- Daijobu Tomoyo-chan, estoy llamando desde el aeropuerto para notificarte que debo hacer un viaje muy importante, ya sabes... asuntos de trabajo, pero me temo que esta vez será por más tiempo del acostumbrado... – Sonomi hizo una pausa para saber lo que opinaba su hija.
- ¿De viaje?, ¿tan pronto?, ¿por cuánto tiempo será? – preguntó la chica de largo cabello negro-grisáceo.
- Querida, por ahora se estima que esté fuera aproximadamente seis meses... si no es que más… – respondió la mayor de las Daidouji al otro lado de la línea.
- ¡Eso es mucho tiempo okaasan!, ¿a dónde irás? – interrogó Tomoyo con tristeza en su voz.
- Estaré en la India, necesitamos levantar unos estudios de mercadeo – informó Sonomi.
- Me hubiese gustado mucho haberme despedido de ti correctamente okaasan, te deseo suerte en tu viaje, kioyotsukete – pidió Tomoyo.
- No te preocupes pequeña, así lo haré. Cuídate mucho tú también ¿lo prometes? – quiso saber Sonomi.
- Hai okaasan – prometió ella.
- Bueno, de todas formas, cualquier problema que tengas o algo que necesites, llámame ¿sí?, yo procuraré hacerlo diariamente – aseguró la señora Daidouji.
- Descuida okaasan, nos mantendremos en contacto – dijo Tomoyo con una sonrisa.
- Está bien querida, nos vemos luego entonces, están haciendo la llamada de mi vuelo – dijo Sonomi un poco apurada.
- Hai, sayonara okaasan – se despidió Tomoyo.
- Ja ne! – se escuchó antes de que se cortara la comunicación.
Tomoyo había colocado el teléfono inalámbrico de nuevo en el receptor sobre la mesa dando un suspiro... su madre estaba en medio de un viaje de negocios y estaría fuera por largo tiempo, los meses venideros serían eternos, aunque tenía a Eriol, a ella le gustaba mucho hablar con su madre todas las noches a la hora de la cena... después de todo era la única persona en Tomoeda con quien podía hablar de 'mujer a mujer', ya que Sakura se había casado hace tres años con Shaoran y juntos se habían mudado a China y nos los veía desde el día de la boda... ¡los extrañaba tanto!
Después de eso, la joven Daidouji había comenzado a retomar su camino hacia la cocina cuando escuchó el timbre, '¡Yo abro!' exclamó a todos y a nadie en particular antes de ir a abrir la puerta, cuando lo hizo se llevó una grata sorpresa.
- ¡Eriol-kun! – Exclamó muy sorprendida pues no lo esperaba.
- ¡Hola!, ¿cómo está la diseñadora más talentosa del mundo? – Preguntó Eriol con una sonrisa.
- Está bien, gracias... – dijo ella con una sonrisa un poco triste.
- ¿Segura?, te noto triste... ¿qué sucede Tomoyo? – Preguntó el joven inglés preocupado mientras se sentaba en el amplio sofá de la sala, al lado de ella.
- Lo que pasa es que... hace escasos minutos recibí una llamada de mi madre desde el aeropuerto para informarme que iba a salir de viaje – comenzó a explicar Tomoyo.
- ¿De viaje?, pero eso ya es común entre ustedes – interrumpió Eriol.
- Sí, así es pero... esta vez estará fuera por mucho tiempo... yo nunca antes había estado sola tanto tiempo... – dijo Tomoyo con tristeza reflejada en sus acuosos ojos violetas.
- Pero tú no estás sola Tomoyo-chan, me tienes a mí – dijo Eriol tratando de animarla.
- Lo sé pero, ahora no tendré con quien hablar por las noches durante la hora de la cena... la casa se sentirá tan vacía... – dijo la chica con melancolía.
- Bueno, siempre podrás venir a cenar con nosotros cuando quieras... somos novios ¿recuerdas? – Preguntó él.
- ¡Claro que sí!, ¿cómo olvidarlo si gracias a eso soy tan feliz? – Respondió Tomoyo mirándolo directamente a los ojos con una sonrisa – pero… aunque no lo hubiese parecido antes, a mí siempre me ha afectado la ausencia de mi madre, cuando era pequeña y aún ahora... – finalizó con un tono triste.
- Te comprendo perfectamente... – dijo Eriol con un extraño tono en su voz.
- Además no es sólo eso, ayer por la noche mi jefe me dijo que la compañía reclama mi presencia urgentemente en Londres y con las prisas olvidé decírselo a mamá, lo peor de todo es que debo estar allá el lunes a primera hora... ¡hoy es viernes y no he hecho nada! – Dijo Tomoyo un poco alterada – te confieso que la sola idea de estar sola en una habitación de hotel por quién sabe cuánto tiempo en un país extranjero no me ayuda mucho con mi estado de ánimo – confesó con un tono irónico.
- Ya veo... es por eso que te propondré algo – dijo Eriol tomándola de las manos.
- ¿Ah sí?, ¿y qué será? – Preguntó curiosa.
- Bueno, te propongo que te vengas conmigo, Nakuru y Spinel a Londres y vivas con nosotros... la verdad es que hace una semana recibí un comunicado de mi padre diciendo que me necesitaba por unos asuntos de negocios familiares y justo hoy venía a decírtelo... – finalizó Eriol un poco apenado al final.
- Entonces... ¿tú también me ibas a dejar sola? – Preguntó ella haciendo un imperceptible puchero.
- Lamentablemente tenía que hacerlo y ya había retrasado mi salida por bastante tiempo... – dijo él acariciando la mano de ella – pero ahora que tú también necesitas ir a Londres puedes venir con nosotros y quedarte en casa, así no te sentirás sola – terminó él con tono alegre.
- ¿De verdad puedo?, ¿no será problema? – Preguntó insegura.
- ¡Por supuesto que no!, estoy seguro que a Nakuru y a Spinel les encantará tenerte en casa tanto como a mí – respondió él con una gran sonrisa.
- Bueno, si es así... acepto – respondió Tomoyo con alegría – ¡Oh Dios debo darme mucha prisa, no he arreglado nada! – Exclamó alarmada.
- No te preocupes por los pasajes y el papeleo, de eso me encargo yo, tú solo ocúpate de hacer tus maletas – dijo él tomándola de los hombros.
- ¡Muchísimas gracias Eriol!, ¡eres genial! – Exclamó mientras le daba un rápido beso en los labios.
- No hay de qué – respondió Eriol con una sonrisa.
El joven Hiragizawa se había marchado ya hace bastante tiempo y Tomoyo estaba bastante ocupada y distraída haciendo sus maletas cuando sonó el teléfono.
- Moshi moshi residencia Daidouji – respondió Tomoyo amablemente.
- ¿Tomoyo-chan? – Se escuchó al otro lado de la línea.
- ¿Okaasan? – Preguntó Tomoyo incrédula.
- Sí, soy yo querida, ¿cómo estás? – Interrogó Sonomi.
- Muy bien, ¿y tú? – Quiso saber la chica.
- Bien también, acabo de llegar al hotel, pero dime, ¿cómo están las cosas por allá? – Preguntó Sonomi.
- Sí todo bien... okaasan, necesito informarte algo – anticipó Tomoyo.
- ¿Qué cosa? – Interrogó la mayor de las Daidouji.
- Sucede que necesito viajar a Londres, la compañía me quiere allá... – informó la chica.
- ¿Y para cuándo será eso?, ¿por cuánto tiempo?
- Tengo que estar allá para éste lunes por la mañana, a primera hora... todavía no sé por cuánto tiempo... es por eso que debo salir éste mismo fin de semana – respondió Tomoyo.
- Ya veo... ¿dónde te hospedarás?
- Bueno... resulta que Eriol tiene una residencia allá y... bueno... él me ofreció quedarme en su casa
- ¿Él también estará en Londres? – Quiso saber Daidouji-sama.
- Así es... él tiene que atender unos asuntos familiares... – dijo la chica más nerviosa.
- Bueno... cuídate mucho entonces ¿sí?, y cuando llegues avísame y dame un número dónde localizarte ¿de acuerdo?... debo irme, me están llamando – dijo Sonomi apurada.
- No te preocupes okaasan, así lo haré – dijo Tomoyo relajándose.
- Hasta pronto querida – se despidió Sonomi.
- Hasta pronto okaasan – dijo Tomoyo antes de que colgaran al otro lado de la línea - ¡qué suerte que le haya llamado en ese momento! – Pensó.
Dos semanas después...
Tomoyo, Eriol, Nakuru y Spinel se encontraban viviendo ahora en la residencia Hiragizawa en Inglaterra como una hermosa familia, tanto así que en muchos lugares habían pensado que Eriol y Tomoyo eran un matrimonio, cosa que hacía sonrojar a la chica, algunas veces lo desmentían mientras que otras no tanto, ya habían comenzado a acostumbrarse y hasta comenzaban a creerlo.
Casi todas las noches, Eriol y Tomoyo se reunían en la biblioteca para pasar tiempo juntos, ya que las ocupaciones de ambos no se lo permitían tanto como quisieran. Aquella noche en especial se encontraban ellos frente al cálido fuego de la chimenea disfrutando de la lectura de un maravilloso libro cuando se desató una tormenta. Estrepitosos truenos y fulgurantes relámpagos interrumpían la concentración de Tomoyo quien, a cada sobresalto, comenzaba a ponerse más y más nerviosa... tanto que había comenzado a temblar ligeramente, cosa que no pasó desapercibida a los ojos de su novio.
- ¿Sucede algo Tomoyo-chan? – Preguntó Eriol dulcemente interrumpiendo la lectura.
- No, no es nada importante – respondió la aludida, su voz sonando lo más firme posible.
- ¿Segura?... estás temblando – dijo él haciendo a un lado el libro, tomándola de las manos.
- Lo que pasa es que... desde pequeña siempre le he tenido miedo a los truenos y relámpagos... ¡es una tontería en verdad! – Finalizó con una sonrisa nerviosa.
- Yo no pienso que sea una tontería, es natural que las personas le temamos a algo – dijo Eriol con una sonrisa cálida.
- ¿De verdad? – Preguntó incrédula.
- Así es... – respondió él mientras se acercaba más a ella y la abrazaba firmemente para reconfortarla – pero no debes preocuparte por eso... todo estará bien.
Conforme avanzaba el tiempo, la tormenta arreciaba más y más haciendo que, a cada trueno, Tomoyo se abrazara más a Eriol, tanto que ya no había espacio entre ellos. El joven inglés estaba sorprendido por la vulnerabilidad que la chica irradiaba en aquél momento, parecía una pequeña niña asustadiza y eso le fascinaba y provocaba en él un deseo inmenso de protegerla pasase lo que pasase, le hacía sentir necesitado.
Mientras Tomoyo se abrazaba más y más a él, Eriol ya no podía reprimir el deseo o la necesidad urgente de besarla con todo lo que le daba su alma, ése era uno de los tantos efectos que ejercía ella sobre él... hasta que llegó el momento en donde sus acciones escaparon de su auto control...
Eriol tomó a la hermosa mujer abrazada a él entre sus manos y selló sus temblorosos labios con los de él en un hermoso beso que, al principio fue delicado y reconfortante pero luego, al igual que la lluvia, se transformó en uno cada vez más apasionado, como si quisiera devorarla... la caricia fue interrumpida por leyes naturales y él pudo ver en los ojos de ella cómo el temor y la pasión se mezclaban mientras su respiración se tornaba agitada... no hubo palabras de sorpresa, reproches o consideraciones, sólo habían dos seres humanos que se amaban con todo su ser mirándose fijamente al alma a través de los ojos, sintiendo el deseo de corresponderse, de establecer vínculos más íntimos que besos y caricias... entonces Eriol tomó la iniciativa nuevamente y acercando su rostro al de ella comenzó a besarla apasionadamente mientras con su peso la hacía ceder hacia el frío suelo parcialmente alfombrado de la biblioteca...
Dana-chan: Sugoi! Que os ha parecido hasta entonces?... vosotros estáis libres de imaginaros lo que pasó después... ^_^
Fuu-chan: **^^** así es, ustedes pueden terminar este capítulo como gusten, y por favor, dejen alguna review, para saber que les pareció.
