El Amor de un Amigo (II Parte)
Por: Fuu-chan y Dana Daidouji.
Disclaimer: Card Captor Sakura no nos pertenece de ninguna forma y bajo ningún concepto, sino esto lo hubieran visto como OVA's especiales ^_^
Capítulo VIII: El Día de Nuestra Boda...
Dos semanas después...
Una bella joven pelirroja, con expresivos ojos azules y de estatura acorde a su edad, estaba en la entrada principal de la mansión Hiiragizawa con 5 maletas a su alrededor, Nakuru abrió la puerta y reconociendo a la chica en un instante, la abraza emocionada, pero con tal fuerza que la joven comienza a perder su color, tiñéndose su tez de un blanquiazul peligroso...
- ¡Oh Dana, no sabes la alegría que me da verte! – Dijo Nakuru muy emocionada, pero al notar que no había respuesta soltó a la joven, la cual pudo respirar al fin y recuperó, después de unos segundos de fuertes inhalaciones y expiraciones, su voz.
- ¡No sabes el gusto que me da estar otra vez con ustedes!, pero dime – dijo entrando a la casa como buscando algo – ¿dónde está Suppi-chan?
- Tomando la siesta, ya ves que es un dormilón sin remedio – al ver las maletas sonrió – tendrán el cuarto de siempre.
- Está bien – las maletas entraron y solas subieron a sus respectivas habitaciones.
- ¡Dana! – Exclamó alegre Eriol al verla entrar a la sala – ¿Cómo has estado? ¿qué has hecho? – Le preguntó mientras le ofrecía sentarse.
- Muy bien, disfrutando la vida a lo máximo, ya me inscribí en la universidad y pronto entraré a clases – respondió la joven muy ilusionada – pero sigo entrenando y estudiando mucho, nunca creí que la magia sería un tema tan interesante, además de divertido.
- Así es la magia – de pronto pareció recordar algo – ¿dónde está tu hermana?
- Por ahí – respondió alzando los hombros – Hoy vino Ropart y nos regañó, así que se fue a descargar su furia.
Eriol suspiró, parecía que Fuu nunca aprendería, al menos Dana era más tranquila, aunque hacía lo que quería jamás les había faltado el respeto a su familia, en cambio su hermana, siempre iba de pleito en pleito.
- ¿Y por qué las regañó? – Preguntó algo curioso.
- Lo que sucede es que el abuelo y Fuu se pelearon hace como seis meses, desde entonces no se dirigen la palabra, pese a todo Fuu sigue con sus deberes, pero cada día las cosas se ponen más tensas, así que Ropart vino a intentar ponerlos en paz, pero ya conoces a mi hermana, así que sabrás bien qué fue lo que pasó.
- ¿Y por qué te regaño a ti también? – Interrogó nuevamente el joven.
- Porque – miró hacia otro lado – lo convertí en sapo.
- ¿Qué? – eso sí que lo sorprendió – ¿por qué hiciste eso?
- Porque es un pesado, y ya me cansé que sólo busque alguna razón para molestarnos, así que me desquité – confesó la chica pelirroja.
Eriol iba a decir algo, pero en ese momento llegó Tomoyo
- Hola, mucho gusto – se presentó la visitante – mi nombre es Dana Dalberg, usted debe ser la prometida de Eriol, Tomoyo… Daidouji ¿verdad?
- Así es – respondió Tomoyo – es un placer conocerte, Eriol-kun me ha comentado sobre ustedes, pero, ¿no eran dos?
- Sí, pero mi hermana llegara más al rato – explicó la joven Dalberg.
- Oh, está bien – volteando con su prometido comentó – traeré té, ¿de cuál quieres? – preguntó Tomoyo con amabilidad.
- Del verde, por favor – respondió Eriol con una sonrisa.
- Vuelvo enseguida – prometió su hermosa novia.
Tomoyo salió y regresó con tres tazas, entonces se sentaron y entablaron una amena conversación hasta que fue interrumpida por el timbre.
- Esa debe ser mi hermana – comentó Dana mientras se levantaba – iré a abrirle.
- Te acompañamos – dijo la pareja al unísono, así que se levantaron los tres, pero al abrir la puerta se quedaron boquiabiertos.
- Buenas tardes – saludó una joven rubia con el cabello a media espalda, hermosos ojos esmeraldas, alta y esbelta, con la blanca piel llena de grasa por todos los lados – Mi nombre es Fuu Dalberg, un placer conocerla, Srta. Daidouji – dijo dirigiéndose a Tomoyo – disculpe que no la salude de mano, pero no quiero ensuciarla de grasa.
- Mucho gusto, pero no te preocupes.
- Gracias – volteó con Eriol – ¿nuestras habitaciones son las mismas? – Eriol asintió con la cabeza – entonces me retiro para arreglarme, perdonen mi presentación, bajaré en unos momentos – al terminar de decir esto subió y desapareció.
- ¿Dónde se fue a meter tu hermana? – preguntó algo curiosa Tomoyo a la representante de la familia Dalberg aún presente en el recibidor.
- A un taller mecánico – respondió Eriol por ella – es lo que suele hacer para desahogarse.
- ¿Ta... Taller... me... mecánico? – su tono de voz era de sorpresa absoluta.
- Así es, mi hermana es ingeniera automotriz, y para complementar la carrera trabajó en diversos talleres mecánicos.
- ¿Y tú a que dedicas? – preguntó Tomoyo.
- Voy a empezar la carrera de ingeniería electrónica – dijo orgullosa – bueno, voy a ver cómo sigue, nos vemos al rato.
- Está bien – dijo Eriol.
Así también desapareció la menor de las hermanas visitantes.
Dos meses después...
Amanecía un hermoso día de primavera, los árboles mostraban sus lustrosas hojas verdes, las flores de durazno aromatizaban dulcemente el ambiente, el cielo mostraba un azul claro totalmente despejado, las golondrinas trinaban alegremente desde sus altos nidos... toda la naturaleza había despertado en su máximo esplendor éste día... el cual había sido ansiosamente esperado por una hermosa joven porque aquél amanecer correspondía al día de su boda.
Desde temprano había comenzado el movimiento en el vasto jardín de la residencia Daidouji, la servidumbre estaba colocando hermosos arreglos florales con magnolias; flores éstas blancas y dulcemente aromáticas, junto con otros hermosos ejemplares florales de durazno de color blanco también. Habían dispuestas alrededor de veinte mesas circulares para los invitados las cuales estaban cubiertas con la más fina y elegante mantelería dispuestas en dos capas, la primera era de chantu color perla satinada y sobre ella una delicada pieza de organza mate del mismo color, combinación que se extendía desde las mesas pasando por las sillas y llegando hasta el gran mesón donde horas después se serviría el almuerzo tipo bife. Los arcos dispuestos en la entrada principal de la gran casa fueron adornados también con flores blancas para matizar un poco el rojo de las rosas, también se colocaron varios doseles blancos a modo de techo que cubrían toda el área social del evento y de ellos colgaban formando ondas largas piezas de seda cubiertas con delicadas enredaderas verdes y florecillas blancas brindando frescura y color al ambiente.
La decoración de la iglesia seguía casi los mismos patrones del jardín del lugar de la recepción. Estaba repleta de aromáticos arreglos florares blancos donde destacaba débilmente alguno que otro todo durazno o rosa. Las columnas estaban delicadamente adornadas con cintas de seda, la alfombra roja ya estaba puesta desde el lugar donde descendería la novia, hasta el altar. Todo lucía divino y soñado, en palabras de la propia novia.
- ¡Dana! – gritó Fuu desde uno de los más altos balcones de la mansión Daidouji a su hermana que se encontraba en el jardín. La aludida volteó a ver a su hermana.
- ¡¿Qué haces ahí?! – Pregunto intrigada - ¡¿no crees que es peligroso?!
- ¡Claro que no! – Fue la respuesta inmediata de la mayor – ahora, dame esas flores y esos listones, están fuera de mi alcance – pidió. A su hermana le salió una gota mientras le 'mandaba' lo que le había pedido.
- ¡Si te caes luego no te quejes! – Le gritó poco antes de entrar a la casa para ver que detalles faltaban.
- Que falta de confianza – murmuró la aludida mientras acomodaba los lazos entre los árboles y los balcones, y ponía las flores en lugares estratégicos.
Mientras Fuu estaba afuera Dana, después de ver que no faltaba nada dentro de la casa fue a ver a la novia.
- ¡Dana-san! – exclamó Tomoyo alegre al verla – que bueno que vienes, necesito un poco de ayuda con la selección del maquillaje, se me vienen tantas ideas que ya no se por cuál irme – Dana sonrió mientras una leve gotita caía sobre su frente, se sentó a su lado mientras comenzaba a ver que maquillaje quedaría mejor. Pocos minutos después llegó Sakura y entre las tres decidieron el maquillaje y el peinado.
En otro lugar se encontraba Eriol viendo que nada faltara, acaba de llegar de la iglesia, donde se había quedado Sonomi organizando todo lo que faltaba, antes de que entrara a la casa se encontró con Shaoran, con quien empezó a platicar, intentando disimular sus nervios, pero en el momento en el que vio a Fuu colgada del balcón haciendo quien sabe qué casi se le para el corazón…
- ¡¡¡Fuu!!! ¿Se puede saber que estás haciendo allá arriba? – Preguntó con la voz en hilo.
- ¡Acomodando unos últimos detalles! ¡Pero no te preocupes, en unos momentos bajo! – Respondió Fuu mientras pensaba – porque les preocupa tanto que este aquí, ni que me fuera a caer o qué…
Shaoran metió a Eriol en la casa antes de que se desmayara de la impresión, por lo visto esa chica si sabía como sacar sustos.
- Vamos Hiiragizawa, necesitamos arreglar todo lo necesario, no tarda en empezar la misa y tenemos que empezar a arreglarte – dijo mientras lo llevaba a su cuarto, a los pocos minutos se les unieron Yukito y Touya, los tres en sus mejores trajes para la ocasión
- ¿De qué hablas Li? – preguntó algo confuso Eriol – si todavía faltan cinco horas.
- Yo sé lo que te digo Hiiragizawa, es mejor empezar ahora, pues el tiempo se va volando – y antes de que pudiera replicar los tres hombres lo metieron a su cuarto y comenzaron a ayudarle con su arreglo.
En el cuarto de las chicas ya estaban Nakuru, Fuu, Sakura y Dana ayudando a Tomoyo en lo que podían, ya tenían el vestido en el perchero y estaban acomodándole bien el fondo liso para que no le molestara, ya que estuvo esto, tomaron el vestido y con cuidado se lo fueron poniendo, una vez puesto lo abotonaron, acomodaron las mangas y la falda, y resaltaron los adornos de la cintura, hecho esto la maquillaron, no dejando que Tomoyo levantará ni un dedo para esto, cuidadosamente, poniendo un pañuelo en el vestido para no mancharlo, después de esto siguió el peinado, el cual fue una media corona al frente con el cabello suelto atrás, dándole así la apariencia de una princesa, poco después le pusieron el velo, el cual era una diadema que le pusieron sobre la media corona, le cubría el rostro y toda la espalda, acababa justo donde terminaba su cabello, quedando así la combinación perfecta, una vez terminado todo, le hicieron el velo para atrás y la pusieron frente a un espejo de cuerpo completo.
- Quedaste preciosa Tomoyo-san – exclamó orgullosa Dana del trabajo hecho por las cuatro.
- ¡Pareces una princesa de cuentos de hadas! – Gritó alegre Nakuru.
- Vamos Nakuru, no es para tanto – respondió modestamente la novia.
- Eriol va a quedar embobado cuando te vea – comentó Fuu, en un tono un poco receloso – realmente van a ser muy felices los dos – diciendo esto salió del cuarto.
- No me dio oportunidad de darle siquiera las gracias – dijo Tomoyo al verla salir del cuarto.
- Ah, no te preocupes por eso – exclamó alegre Nakuru – ella sabe que estás agradecida, es sólo que siente celos porque le quitaste a su 'único hermano'.
- Así es, Fuu y Eriol estuvieron muchos años juntos, a mi también me toco convivir con él, pero no tanto como mi hermana, es por eso que se siente un poco celosa, pero no te preocupes, está tan contenta como nosotras, sólo que no lo demuestra, pero bueno, deja ir con ella – diciendo esto, Dana salió detrás de su hermana.
- Vaya relación extraña que lleva Eriol-kun con sus parientes – habló por primera vez Sakura
Tomoyo sólo sonrío, este era el día más feliz de su vida, y le daba gusto que tanto Eriol como ella lo compartieran con sus seres queridos, volteó a ver el reloj y su corazón saltó de alegría, en menos de dos horas estaría casada con el hombre que más amaba en el mundo.
Mientras tanto con Eriol, quien ya estaba arreglado, y se encontraba platicando muy a gusto con sus amigos cuando escuchó que alguien tocaba la puerta de su habitación.
- Pase – gritó lo suficientemente alto como para que la persona detrás de la puerta escuchará. Fuu abrió la puerta y entró al cuarto - ¡Fuu! ¿Pero qué haces aquí, no deberías estar vistiéndote?
- Es que quería hablar contigo primero – respondió la chica – ¿me permiten? – Los tres chicos salieron de la habitación.
- ¿Qué sucede Fuu?, ¿por qué tan seria? Eso nunca ha sido parte de tu personalidad – Preguntó Eriol mientras se acercaba a ella, pero antes de que pudiera decir palabra Fuu lo abrazo fuertemente, esto sorprendió de sobremanera a Eriol… Fuu no era de las que abrazaban….
- Voy a extrañarte, 'oniichan' – dijo quedito, pero Eriol alcanzó a escucharlo.
- Pero si no me voy a ir a ningún lado – dijo respondiendo el abrazo
- Pero ya no será lo mismo, después de esto las travesuras y escapes se acabaron, ahora tendrás un compromiso mayor, con tu esposa e hijos… - Fuu decidió ya no hablar, no quería llorar frente a su 'hermano mayor', Eriol la miró sorprendido, entonces Dana y ella ya sabían que Tomoyo estaba embarazada…, antes de poder contestar entro Dana, y al ver el cuadro decidió participar, y antes de que los dos chicos se dieran cuenta, Dana ya los estaba abrazando, así permanecieron unos minutos hasta que Fuu se separó.
- Vamos Dana, tenemos que arreglarnos pronto, o se nos hará tarde – y sin decir otra palabra a Eriol, salió de la habitación con su hermanita.
Eriol sólo sonrío, y se encaminó hacia la iglesia para hablar con Sonomi y esperar a su novia, sólo faltaban menos de hora y media para unirse a la mujer que más amaba en el mundo.
Fuu-chan: Yujú!! Al fin se van a casar, ¿qué les pareció el capítulo? Espero les haya gustado, y por favor, dejen sus review, para saber sus comentarios.
***
Dana y Fuu se encuentran en su recámara maquillándose
- Eh… ¿Dana, y tú maquillaje? – le pregunta su hermana al ver que anda usando lo que ella
- Lo dejé en casa, después de todo, supuse que usaríamos colores similares – repuso mientras le salía una pequeña gotita…
Fuu en SD le da un leve martillazo en la cabeza – está bien, usaremos lo mismo
- Ya sé que no te gusta que agarra tus cosas, pero no tenías que ser tan extrema – responde Dana en SD con un pequeño parche en la cabeza…
