El Amor de un Amigo (II Parte)

Por: Fuu-chan y Dana Daidouji.

Disclaimer: Card Captor Sakura no nos pertenece de ninguna forma y bajo ningún concepto, sino esto lo hubieran visto como OVA's especiales ^_^

Capítulo IX: ... ¡¿En la banca de un parque?!

Seis meses después...

Una joven de oscuros cabellos, que por su abultado abdomen se notaba que estaba embarazada, se encontraba profundamente dormida en una de las bancas del parque Pingüino mientras que una mujer oculta entre las sombras se acercó a ella, al ver que estaba dormida sacó un celular, comunicando al que estaba del otro lado que había encontrado a quien buscaban, notificando también su estado el cual no le causó mucha gracia a su interlocutor.

- ¡¿Dormida en la banca de un parque?! –  a esto la chica separó el auricular de su oreja un poco asustada y con el ferviente deseo de conservar su sentido auditivo.

A los pocos minutos llegó un joven al lugar de los hechos, se acercó a la 'bella durmiente' y la zarandeó un poco para que despertara, la chica ahora despierta pero aún somnolienta, entalló sus ojos para poder ver mejor hasta que reconoce a su marido y a Nakuru.

- ¡Hola cariño! – Exclama usando el tono de voz más inocente mientras se estira.

- Tomoyo-chan... ¡¿tienes idea de la hora que es?! – Pregunta Eriol tratando de mantener la calma.

- ¿Acaso es tarde? – Observa el cielo que ya está oscuro -  ¡oh, pero si ya es de noche... y yo que salí a caminar un ratito! – Comentario último que desespera a Eriol.

- ¿Que saliste a caminar un ratito?... ¿entonces cómo me explicas que te encuentre dormida profundamente en la banca de un parque a estas horas? – Pregunta  Eriol alzando un poco la voz, cosa inusual en él.

- Bueno, el día estaba muy bonito, y quise salir a caminar, después de un rato me sentí algo cansada, así que decidí sentarme a observar todo lo que pasaba y a descansar un momento, pero el sueño comenzó a vencerme – alzando la vista miró a los ojos de su esposo - pero no es para que te pongas así  amor, ¿o pasó algo malo y eso te tiene preocupado? – Esto último lo preguntó muy inocentemente.

- ¿No te parece razón suficiente como para que me ponga así?... ¿tienes idea de lo que pudo haberte pasado?... ¿o es que acaso has perdido el sentido común Tomoyo? – Preguntó  él exasperado- y no, no ha pasado nada malo gracias a Kami-sama -  terminó diciendo en un tono más bajo.

- No, no he perdido el sentido común – levantándose lentamente - y no tienes por qué hablarme en ese tono – dice con voz de niña regañada injustamente - no he hecho nada malo, y no me hables hasta que cambies tu manera de dirigirte hacia mí – le da la espalda y toma el camino hacia su casa.

- ¿Hasta que qué? – Dice caminando detrás de ella - dijiste que ibas a salir a tomar un paseo por un momento, pasan las horas y no regresas, se hacen las nueve de la noche y no hay noticias tuyas – volviendo a alzar un poco la voz - ¿qué quieres que piense? – Poniéndose frente a ella - me preocupé por ti, pensé que te había sucedido algo malo, además ni siquiera tuviste la delicadeza de llamar... ¿dónde está tu celular?

- No me hables en ese tono – dice mientras lo pasa de largo.

- ¿Qué no te hable en 'ese tono'?... ¿cuál tono?... además qué te crees... ¿que después de encontrarte iba a felicitarte por lo que has hecho? – Preguntó  él volviendo a alcanzarla.

- Eriol-sama… – llama algo temerosa Nakuru.

- ¿Qué quieres? – Pregunta el aludido enfadado.

- Es que debes comprender que... – la guardiana no pudo terminar

- ¿Y quién te está pidiendo una felicitación?, simplemente no tienes derecho a hablarme en ese tono, no he hecho nada malo – dijo Tomoyo molesta.

- Entonces eso me hace pensar que no tienes ninguna consideración para con nosotros al preocuparnos de esa manera – dijo él indignado - ¿qué no entiendes que pensamos lo peor? – Dice calmándose un poco.

- ¿Preocuparte?, por Dios Eriol, ¿qué me puede pasar? – Dijo usando un tono algo incrédulo - estoy en un parque que conozco desde que tengo razón, y en donde lo único malo que ha pasado a sido cazar y transformar las cartas Clow.

- Eso no te lo discuto pero tú mejor que yo sabe que eres una figura pública muy famosa y que eso trae consigo muchos peligros y más ahora que estás embarazada... ¿o es que acaso no has escuchado sobre los múltiples secuestros que han sucedido últimamente? – Preguntó Eriol tratando de hacerla entender.

- Estás exagerando querido, y ya me harte de esta conversación, así que me voy a la casa – dijo ella fastidiada.

- ¿Y dejarme aquí así?... ¿es que acaso te parece una exageración que me preocupe por ti? – Dijo  Eriol ofendido.

- El que te preocupes por mí no, pero el que hagas una tormenta en un vaso de agua sí; además que tu tono de voz me está lastimando – manifestó ella disgustada.

- En verdad lo siento Tomoyo, pero también debes entender que yo he sufrido lo indecible con la cantidad de cosas que pasaron por mi mente cuando veía pasar las horas y comprobar que no regresabas, ni llamabas – confesó él volviendo a ponerse enfrente de ella.

- ¿En serio? – preguntó ella volviendo a su tono dulce - no tenías porque preocuparte, de verdad – dijo  mientras le sonreía dulcemente.

- Escucha Tomoyo, necesito que me prometas algo – expresó él mientras la tomaba por los hombros suave pero firmemente.

- ¿Qué? – Preguntó ella curiosa.

- Quiero que me prometas que la próxima vez que salgas llevarás contigo tu teléfono móvil y avisarás cualquier cosa por mas insignificante que parezca... ¿lo prometes? – Pide él dulcemente, como si le estuviese hablando a una pequeña niña.

- Prometo llevarlo, pero, ¿a qué te refieres con que te hablo por cualquier cosa? – Pregunta ella inocentemente.

- Me estoy refiriendo a que si estás muy cansada o no puedes continuar, necesites ayuda, te sientes mal, ves algo raro y cosas así, me avises – explicó él calmadamente.

- ¿Por cualquier cosa?, bromeas, ¿verdad? – Preguntó ingenuamente - no voy a estar llamándote a cada rato por una tontería...

- Depende... ¿a qué llamas tú una 'tontería?, mira que por 'tonterías' a muerto gente – dijo él expresando su preocupación.

- Si, pero si me siento cansada, sólo me siento y ya, no tengo que llamarte por eso – dijo ella dulcemente.

- Eso fue lo que hiciste hoy y te quedaste dormida en pleno parque, ¿o es que quieres matarme de un susto? – Preguntó él pacientemente.

- ¿Cómo crees? sabes que me moriría contigo – dijo ella con una sonrisa.

- ¿Hablas en serio? – Preguntó tomándola del mentón.

- ¡Claro! No tienes ni porque dudarlo – dijo ella segura.

- Bueno, entonces ¿me mantendrás informado? – Preguntó él esperanzado.

Tomoyo se queda pensativa por unos instantes...

- Mira que en la casa todos estábamos muy preocupados – informó Eriol para hacerla aceptar.

- Bueno, lo intentaré, pero no te prometo que te hable por cualquier cosa – expresó ella acariciando la mejilla de su esposo suavemente.

- Está bien entonces... ¿regresamos? – Propuso Eriol ofreciéndole el brazo a su esposa con una sonrisa.

- Está bien – responde  tomando su brazo.

Comenzaron a caminar, entonces Eriol notó que Tomoyo estaba bastante cansada, cosa que no era de extrañarse pues estuvo mucho tiempo de pie, así que la toma en sus brazos para cargarla hasta la casa, ella se apoyo en su pecho, al tiempo que pasa sus brazos por su cuello, y sin querer se vuelve a quedar dormida...

- Como te decía Eriol... Tomoyo ahora está muy sensible por el embarazo... será mejor que la trates con mucho cuidado... – dijo Nakuru acercándose a su amo y retomando la plática que minutos antes había sido abruptamente interrumpida.

- Tienes razón, pero es que en verdad me asusté mucho – confesó su joven amo.

- Eso no lo pongo en duda... ¡si hasta el pobre Suppi-chan andaba volando en círculos! – Dijo ella riendo al recordar al gatito negro.

- Oye Nakuru... ¿avisaste de esto a la señora Sonomi? – Preguntó él mirando a la guardiana.

- Sí... creí que era lo correcto – dijo ella mirando al cielo estrellado.

- Tendré problemas – murmuró  - por cierto Nakuru, quiero pedirte un favor – dijo él con su mirada fija en ella.

- Lo qué tú digas – aseguró la chica.

- Quiero que vigiles a Tomoyo... cautelosamente... ¿confío en ti? – Preguntó él algo receloso.

- ¡Por supuesto!... faltaba más – dijo ella con una sonrisa.

- Entonces te lo encargo, ahora mejor nos damos prisa... algo me dice que cuando lleguemos a casa tendré problemas – comentó él atemorizado.

- ¿? – fue  la respuesta de la joven de cabello castaño rojizo.

Había caminado por algunos minutos silenciosamente hasta llegar a una mansión de arquitectura occidental bastante antigua que era la residencia de la familia Hiiragizawa. Una vez en la casa, Sonomi salió corriendo a recibirlos.

- ¡¿La has encontrado?! – Al  reparar en que la trae en brazos 'inconsciente' - ¡¿Le ha pasado algo?! – Pregunta  histérica.

- No, afortunadamente no le ha pasado nada malo señora – asegura Eriol antes de que las cosas empeoren.

- Sólo está dormida – apoya  Nakuru - se había quedado dormida en el parque.

- Pero ¿por qué? – pregunta  Sonomi un 'poquito' más calmada.

- Según nos contó, se sintió cansada y decidió sentarse – relató Eriol - le vino el sueño y se quedó dormida, eso fue lo que pasó – dijo  intentando mantenerla tranquila.

- Ya veo, me siento más tranquila ahora que sé que está sana y salva – confiesa  Sonomi acariciando el rostro de su hija.

- Igual yo – dice Eriol suspirando.

- En cuanto a ti – señalando a Eriol - espero que tengas más cuidado con ella, no la dejes salir sola... ¡es un peligro!

- Intente explicárselo usted – murmura entre dientes - haré todo lo que este en mis manos, señora.

- ¡Más te vale! – Dijo ella en tono amenazante tomando su abrigo.

Así, la señora Daidouji sale hacia su casa, dejando a la pareja en la mansión Hiiragizawa

Dana: Al parecer Tomoyo-chan no ha sido la excepción a todo el rollo de los cambios hormonales, ¿verdad?... Review onegai!

***

3 a.m

El teléfono suena por todo el departamento

Una joven totalmente adormilada se levanta para ir a otra recámara a tomar la llamada

- … ¿Diga? – pregunta

- Erh… ¿¿Fuu-chan?? – se escucha por el otro lado

- Si, soy yo

- Ah, soy Tomoyo, perdona que te llame tan tarde, pero quería avisarte que Dana-chan se quedo a dormir hoy con nosotros, pero creo que nadie te había avisado

- Muchas gracias Tomoyo-chan – respondió a media voz Fuu… Dana le había hablado para avisarle… - ahora vete a dormir, que ya es tarde

- Cierto, buenas noche

- Buenas noche – al colgar, Fuu se quedo viendo largamente el teléfono, antes de regresar a su cuarto para seguir durmiendo.