The Sword of Darkness
Capitulo VI: "La expresión de un deseo"
Los primeros rayos de sol asomaron por el horizonte, la bruma que una vez estuvo entre sus pies comenzaba a disiparse, cuando la mañana empezaba a clarear. Los primeros cantos de los pajaros se escucharon entre las ramas de los arboles, el rocio de la mañana, escurria por las ahora calidas hojas de los majestuosos cedros que se alzaban ante sus ojos somnolientos.
Toda la sombra y oscuridad que los asechaba la noche pasada habÃa desaparecido junto con los primeros rayos matutinos, el bosque antes tetrico y lugubre, se habÃa convertido en un majestuoso conjunto de las maravillas de la naturaleza. A la luz del dÃa, todo parecia sacado de un cuento de adas.
-Ahhhh- Taichi habÃa bostezado fuertemente, no era su costumbre pasar toda una noche sin dormir, hiba encorvado sobre su caballo casi podÃa sentir arena en sus ojos. Varias veces habÃa sucumbido al sueño, pero luego volvia a despertar, tratando de ponerse alerta de nuevo. Los otros guardias parecian de piedra, su semblante no habia cambiado desde la noche anterior, siempre vigilantes, atentos a su alrededor.
Yamatto tampoco habia bajado la guardÃa, toda la noche se habia dedicado a cuidar el carruaje del rey, si el mensajero intentaba algo, solo bastaba el para detenerlo, la larga noche apenas se notaba en sus ojos. Aunque el tampoco estaba acostumbrado a no dormir por tanto tiempo.
El rey despertó, observo como la cabeza de su hija reposaba suavemente en el hombro de aquel joven que habÃa llegado la noche pasada: Koushiro Izumi, mensajero del reino de Ephel Dúath, no era mal muchacho, por ello no le molestaba el que estuviera en el mismo transporte que el.
Izumi se restregó los ojos, cuando la luz de la mañana lo distrajo de su sueño, apenas se habia acordado de donde estaba, y lo que habia sucedido la noche anterior. Miró a su alrededor, sin que el quisiera, se encontró con la mirada severa del rey.
-B-Buenos dias su majestad..¿Como durmió?- Koushiro habÃa pronunciado estas palabras nerviosamente, no comprendia el porque el rey lo miraba de esa manera. Se puso realmente nervioso, ¿y si habia dicho algo indebido mientras dormia?, esa era la unica razón...¿o no?. Cuando por fin sintio cierto movimiento a su lado, giró su cabeza en esa dirección. Mimi estaba recargada en su hombro, aun dormia placidamente.
-Eh...esto yo..eh...-situaciones como esas hacian que el chico adquiriera el vivo color de su cabello.
Divertido, el rey sonrio, jamas habia pensado nada malo, aveces se divertia viendo las reacciones de los jovenes.
-No te preocupes Koushiro Izumi, tu conducta fue apropiada durante toda la noche...-
Un suspiro escapó de su ser, que susto le habia metido. Volteo de nuevo a su lado, y miro a la princesa, se veia tan linda, tan tierna, tan inocente cuando dormia, estaba nervioso, solo de estar a su lado, le producia cierta sensacion en el estomago, jamas se habia sentido de esa manera con alguien...algo dentro de el le decia que se estaba enamorando.
Mimi despertó al sentir movimiento a su lado, y una conversación entre las dos personas que la acompañaban, abrió los ojos y vio como su padre se reia de algo, ¿que era tan gracioso?. Ella se acomdo de nuevo en donde estaba, tratando de volverse a dormir, cuando se dio cuenta de donde se encontraba. Levantó su cabeza de el hombro de Izumi, algo apenada. Un leve rubor asomo por sus mejillas, sin embrago lo habia hecho sin siquiera darse cuenta.
Izumi se dio cuenta de que su compañera habia despertado -Buenos dias princesa.- dijo, sin que su cara dejara de estar roja.
-Buenos dias Izzy, buenos dias papa..- ella misma le habia puesto ese sobrenombre al pelirojo, ya que se oia más lindo, y el otro era a su parecer demasiado largo.
-Hay si Izzy...bah- Matt habia oido la conversación desde afuera, le hartaba ese chico, solo en un dÃa se habia ganado todas las atenciones...aunque ahora que lo pensaba, el jamas habia intentado acercarse a la princesa...nunca le habia hablado, asi, ¿como queria que le hiciera caso?, tenia que tomar la iniciativa, y lo hiba a hacer, pero en el momento preciso... su humor habia mejorado notablemente.
-Fue una noche muy larga ¿no Tai?...¿Tai?- Espero su respuesta pero solo logró escuchar la pesada respiración de su amigo...se habia quedado dormido...
-Tai, despierta...-sacudió a su compañero fuertemente, pero no logró despertarlo.
-Je, je, no espera, me haces cosquillas...-dijo Taichi entre sueños, mientras se acomodaba de una mejor manera en el caballo.
-Esta bien has lo que quieras, pero si te regaña el rey, no me vayas a hechar la culpa luego...-
-Lo siento su majestad, no volvera a pasar...- Taichi estaba parado frente a la comunidad, todo rojo de verguenza, el rey le habÃa descubierto dormido, y le recriminaba su conducta, frente a todos los demas.
Matt lo veia divertido, se reia por lo bajo, Tai siempre se metia en problemas, aunque el hubiera tratado de advertirlo numerosas veces, no le sorprendia por ello, que el rey hubiera soltado una carcajada al ver la actitud del joven apenado.
-Ya vez Taichi...te dije que te meterias en problemas...-
-Lo siento, pero tenÃa mucho sueño...-su tipica sonrisa inocente lo acompaño en ese momento, en serio sabia como relajar los animos.
Por fin habian salido del bosque, en el momento en que sus sombras habian desaparecido por completo, se vieron ante una región plana, tapizada de verdes campos, la hierba cubria gran parte del suelo, y las flores acababan de iluminar la escena con su magico resplandor, no existia un camino del todo determinado, por ello tuvieron que atravesar ese pequeño llano.
La compañia se detuvo a descansar, en el lugar más acogedor que podÃan haber encontrado, estaban frente a un claro de grandes proporciones, el agua resplandecia con el sol y los reflejos de los hombres que pasaban por el para lavarse, eran vistos desde un espejo. Sus musculos cansados se relajaban al sentir el agua fresca corriendo entre sus pies, se sentaban a la orilla, y aspiraban profundamente el delicioso aroma de los campos en plena primavera. Taichi se dejó caer sobre la hierba, que lo acogio suavemente, proporcionandole un cobijo que no habia podido encontrar la noche anterior, tapó su cara con una de sus manos y se dejo llevar por el ambiente.
Yamatto habia recorrido el lugar, asegurandose de la seguridad que este podrÃa proporcionarles, estaban al descubierto en esa amplia extensión de tierra, una sola flecha bien dirigida podrÃa causar una desgracia inesperada.
Se arrodillo contra el piso y puso sus manos y su oido sobre la tierra, contuvo la respiracion unos minutos, hasta quedar completamente seguro de que no habia ningun ser humano que no fuera de la compañia, a por lo menos cinco kilometros de distancia. En ese momento no corrian peligro, podrÃa estar tranquilo un rato.
Cansado por el viaje que habia enfrentado, sin pensarlo dos veces, se sentó bajo uno de los arboles mas grandes que pudo encontrar y recargo su espalda y su cabeza en el. Miro al cielo, encontrando imagenes deformes en cada una de las nubes que veÃa, dejo volar su imaginación un rato, tratando de encontrarles sentido a cada una de ellas...Al poco tiempo, y sin darse cuenta, cayó en sueño intranquilo.
Se vio a si mismo, parado frente a un gran presipicio, a su alrededor solo se alcanzaba a distinguir una espesa neblina, y al fondo del abismo, solo se distinguia oscuridad, no sabÃa para donde caminar, no sabia si más alla de esa niebla, habia un camino que se podÃa recorrer, el cielo estaba surcado por un manto negro, sin estrellas ni luna que adornaran el filmamento, niguna luz se habia encendido esa noche para guiarlo en su camino...Nunca se habia encontrado ante un lugar como aquel, en el que se sintiera atrapado, desesperado, sin ninguna esperanza de poder encontrar la salida, de poder regresar con vida...en ese momento, un rayo estruendoso ilumino el cielo, el brillo de la luz blanca segó por un momento a Yamatto...era una luz, una luz en la oscuridad, pero no se sentia del todo feliz con ella, no todo lo que reluce es oro, el tenÃa el presentimiento de que esa visión no le auguraba nada bueno. Ya desesperado, se dejó caer al suelo, tomo su cabeza con las manos y la sacudio fuertemente, querÃa desaparecer de ese lugar...otro trueno se escucho, después el caer de algo metalico que se estrellaba contra el piso ,esta vez más cerca de el, no se atrevio a levantar la cabeza, asustado por lo que pudiera encontrar.
Todo fue silencio después, no hubo más truenos, la niebla comenzó a desaparecer, y la oscuridad fue disminuyendo... Fue hasta entonces que Yamatto se atrevio a levantar la mirada...frente a el, clavada en el piso, como si siempre hubiera estado ahÃ, se encontraba, inmovil y majestuosa una gran espada, diferente a todas las demás que habia conocido, esta, era negra en su totalidad, y su mango era adornado por criaturas feroces y desafiadoras. Matt se levantó, guiado por un impulso repentino, tuvo mucha curiosidad de tocar esa espada y de poder cargarla en su mano...Dos puntos rojos se iluminaron en el mango, aumentando su intensidad, mientras el joven Ishida se acercaba a la empuñadura...la mano le temblaba, un sudor frio recorria su frente, pensamientos se arremolinaban en su mente, deseos oscuros se veian reflejados en su rostro...por un momento, la avaricia lo domino del todo, pensó en todo lo que podÃa tener si poseia aquel objeto, ese que le darÃa poder infinito, vida eterna... La tenÃa tan cerca de si mismo, tan dispuesta a aceptar sus ordenes, no podÃa desperdiciar una oportunidad como esa... Su mano rozo la empuñadura, estaba a punto de tomarla, cuando de la nada, una mano blanca y delicada salio de la oscuridad, tomo a Yamatto por uno de sus hombros, y lo jalo hacia atras suavemente...
Matt despertó de golpe, su frente estaba cubierta por una espesa capa de sudor, sus brazos y piernas aun temblaban presas de la gran presión que habia sufrido en aquel lugar, un gesto de desesperación estaba dibujado en su rostro...
-¿E-Estas bien?- la voz de una chica lo habia vuelto completamente a la realidad, delante de el, con una mirada de preocupación en sus ojos, se encontraba Mimi. Matt se sorprendio mucho al encontrarla ahÃ, habia sido ella quien lo habia sacado de su sueño.
Para su sorpresa, aun sostenia la mano de la princesa entre la suya, la habia tomado presipitadamente cuando la sintió en uno de sus hombros, aun la retenia, con solo ese apoyo, lograria olvidar completamente aquel sueño macabro.
-L-Lo siento..- por fin soltó su mano, y agacho la cabeza.
-¿Estas bien?- repitio la chica al ver el estado de el caballero.
-Si...estoy bien...-
-¿Estabas teniendo un mal sueño?-
-Si, eso creo...-
-¿Quieres que llame a alguien para que te ayude?-
-No, ya estoy bien.- sacando fuerzas de su propio orgullo, se levantó, y se mantuvo en pie con el apoyo de el gran arbol, estuvo recargado un buen rato, hasta que la impresión paso del todo.
-Agradesco su ayuda su alteza...- se inclino ante ella.
-No hace falta, mi deseo solo era ayudar.- La princesa cubria su mano izquierda, tratando de ocultar algo. Matt alcanzó a ver unas marcas rojas en ella. El la habia lastimado al tomarla tan bruscamente, al despertar de su sueño.
-Princesa su mano...-
-No importa, no es nada grave...-
-Yo..-
-No te preocupes, entiendo lo que sientes, tu sufrimiento no es infundado...-
-¿Que?-
-Descansa mientras halla oportunidad, partiremos pronto, que esta vez tu sueño sea agradable...-
Ella se retiró a paso lento, regresando hasta donde estaba su padre y el mensajero, se sentó con ellos, pero permanecio en silencio, manteniendo una mirada triste en dirección al camino de Matt.
Yamatto estaba muy confundido, ¿Ella sabia por lo que el estaba pasando?, ¿PodrÃa tener un lejano sentimiento del sufrimiento que el experimentaba?, ¿A que se referia con que su sufrimiento tenia una causa?, ¿La conoceria?,¿Conoceria sus sueños?, ¿Sus temores y sus deseos?...todas esas preguntas se habia formulado el rubio, ella no era una persona normal, hacia mucho la habia oido entonar una canción en un idioma desconocido para el, aun podÃa recordar las palabras exactas que habia pronunciado... esas podÃan tener una relación con lo que el estaba pasando...encontraria el significado de esas frases, en ellas, tal vez se mostraba el motivo de su sufrimiento.
Mientras realizaba sus meditaciones, el sueño llego de nuevo a el, sus ojos se cerraron de nuevo lentamente, y en poco tiempo volvio a caer dormido, esta vez sus sueños tomaron un camino más feliz, en los tiempos en que se encontraba con sus padres y su hermano, un momento que lleno, aunque sea por unos instantes, su corazon de felicidad y esperanza, que seguramente le harÃan falta al enfrentar los dÃas oscuros que aun le faltaban por recorrer...
Continuara...
IMPORTANTE: Hola!! Primero que nada quisiera hacer una pequeña correción en el segundo capÃtulo de este fic, casi al final de el, escribi una canción con palabras algo extrañas, pues me equivoque, no estan bien ordenadas, y su traduccion no tiene sentido, por eso lo he puesto de nuevo, ya corregido, y con nuevo significado. Si tienen tiempo, revisenlo porfa. Y si no de todos modos, aqui están (sin traduccion claro n_n)
O môr henion i dhû:
Ely siriar, êl silá
Ai! AnÃron Undómiel
Tiro! Êl eria e môr
I lîr en él luitha ´uren
Ai! AnÃron...
Je, y eso es todo..
Nota autora: Espero que les halla gustado esta parte, estoy poniendo mucho empeño en esta historia, espero no desepcionarlos. (Por cierto, en el proximo capitulo hara su aparicion otra de las chicas principales.) Tiene un papel fundamental en esto. Espero no tardar mucho!!
Adios!!!
Tiffany Dincht
Capitulo VI: "La expresión de un deseo"
Los primeros rayos de sol asomaron por el horizonte, la bruma que una vez estuvo entre sus pies comenzaba a disiparse, cuando la mañana empezaba a clarear. Los primeros cantos de los pajaros se escucharon entre las ramas de los arboles, el rocio de la mañana, escurria por las ahora calidas hojas de los majestuosos cedros que se alzaban ante sus ojos somnolientos.
Toda la sombra y oscuridad que los asechaba la noche pasada habÃa desaparecido junto con los primeros rayos matutinos, el bosque antes tetrico y lugubre, se habÃa convertido en un majestuoso conjunto de las maravillas de la naturaleza. A la luz del dÃa, todo parecia sacado de un cuento de adas.
-Ahhhh- Taichi habÃa bostezado fuertemente, no era su costumbre pasar toda una noche sin dormir, hiba encorvado sobre su caballo casi podÃa sentir arena en sus ojos. Varias veces habÃa sucumbido al sueño, pero luego volvia a despertar, tratando de ponerse alerta de nuevo. Los otros guardias parecian de piedra, su semblante no habia cambiado desde la noche anterior, siempre vigilantes, atentos a su alrededor.
Yamatto tampoco habia bajado la guardÃa, toda la noche se habia dedicado a cuidar el carruaje del rey, si el mensajero intentaba algo, solo bastaba el para detenerlo, la larga noche apenas se notaba en sus ojos. Aunque el tampoco estaba acostumbrado a no dormir por tanto tiempo.
El rey despertó, observo como la cabeza de su hija reposaba suavemente en el hombro de aquel joven que habÃa llegado la noche pasada: Koushiro Izumi, mensajero del reino de Ephel Dúath, no era mal muchacho, por ello no le molestaba el que estuviera en el mismo transporte que el.
Izumi se restregó los ojos, cuando la luz de la mañana lo distrajo de su sueño, apenas se habia acordado de donde estaba, y lo que habia sucedido la noche anterior. Miró a su alrededor, sin que el quisiera, se encontró con la mirada severa del rey.
-B-Buenos dias su majestad..¿Como durmió?- Koushiro habÃa pronunciado estas palabras nerviosamente, no comprendia el porque el rey lo miraba de esa manera. Se puso realmente nervioso, ¿y si habia dicho algo indebido mientras dormia?, esa era la unica razón...¿o no?. Cuando por fin sintio cierto movimiento a su lado, giró su cabeza en esa dirección. Mimi estaba recargada en su hombro, aun dormia placidamente.
-Eh...esto yo..eh...-situaciones como esas hacian que el chico adquiriera el vivo color de su cabello.
Divertido, el rey sonrio, jamas habia pensado nada malo, aveces se divertia viendo las reacciones de los jovenes.
-No te preocupes Koushiro Izumi, tu conducta fue apropiada durante toda la noche...-
Un suspiro escapó de su ser, que susto le habia metido. Volteo de nuevo a su lado, y miro a la princesa, se veia tan linda, tan tierna, tan inocente cuando dormia, estaba nervioso, solo de estar a su lado, le producia cierta sensacion en el estomago, jamas se habia sentido de esa manera con alguien...algo dentro de el le decia que se estaba enamorando.
Mimi despertó al sentir movimiento a su lado, y una conversación entre las dos personas que la acompañaban, abrió los ojos y vio como su padre se reia de algo, ¿que era tan gracioso?. Ella se acomdo de nuevo en donde estaba, tratando de volverse a dormir, cuando se dio cuenta de donde se encontraba. Levantó su cabeza de el hombro de Izumi, algo apenada. Un leve rubor asomo por sus mejillas, sin embrago lo habia hecho sin siquiera darse cuenta.
Izumi se dio cuenta de que su compañera habia despertado -Buenos dias princesa.- dijo, sin que su cara dejara de estar roja.
-Buenos dias Izzy, buenos dias papa..- ella misma le habia puesto ese sobrenombre al pelirojo, ya que se oia más lindo, y el otro era a su parecer demasiado largo.
-Hay si Izzy...bah- Matt habia oido la conversación desde afuera, le hartaba ese chico, solo en un dÃa se habia ganado todas las atenciones...aunque ahora que lo pensaba, el jamas habia intentado acercarse a la princesa...nunca le habia hablado, asi, ¿como queria que le hiciera caso?, tenia que tomar la iniciativa, y lo hiba a hacer, pero en el momento preciso... su humor habia mejorado notablemente.
-Fue una noche muy larga ¿no Tai?...¿Tai?- Espero su respuesta pero solo logró escuchar la pesada respiración de su amigo...se habia quedado dormido...
-Tai, despierta...-sacudió a su compañero fuertemente, pero no logró despertarlo.
-Je, je, no espera, me haces cosquillas...-dijo Taichi entre sueños, mientras se acomodaba de una mejor manera en el caballo.
-Esta bien has lo que quieras, pero si te regaña el rey, no me vayas a hechar la culpa luego...-
-Lo siento su majestad, no volvera a pasar...- Taichi estaba parado frente a la comunidad, todo rojo de verguenza, el rey le habÃa descubierto dormido, y le recriminaba su conducta, frente a todos los demas.
Matt lo veia divertido, se reia por lo bajo, Tai siempre se metia en problemas, aunque el hubiera tratado de advertirlo numerosas veces, no le sorprendia por ello, que el rey hubiera soltado una carcajada al ver la actitud del joven apenado.
-Ya vez Taichi...te dije que te meterias en problemas...-
-Lo siento, pero tenÃa mucho sueño...-su tipica sonrisa inocente lo acompaño en ese momento, en serio sabia como relajar los animos.
Por fin habian salido del bosque, en el momento en que sus sombras habian desaparecido por completo, se vieron ante una región plana, tapizada de verdes campos, la hierba cubria gran parte del suelo, y las flores acababan de iluminar la escena con su magico resplandor, no existia un camino del todo determinado, por ello tuvieron que atravesar ese pequeño llano.
La compañia se detuvo a descansar, en el lugar más acogedor que podÃan haber encontrado, estaban frente a un claro de grandes proporciones, el agua resplandecia con el sol y los reflejos de los hombres que pasaban por el para lavarse, eran vistos desde un espejo. Sus musculos cansados se relajaban al sentir el agua fresca corriendo entre sus pies, se sentaban a la orilla, y aspiraban profundamente el delicioso aroma de los campos en plena primavera. Taichi se dejó caer sobre la hierba, que lo acogio suavemente, proporcionandole un cobijo que no habia podido encontrar la noche anterior, tapó su cara con una de sus manos y se dejo llevar por el ambiente.
Yamatto habia recorrido el lugar, asegurandose de la seguridad que este podrÃa proporcionarles, estaban al descubierto en esa amplia extensión de tierra, una sola flecha bien dirigida podrÃa causar una desgracia inesperada.
Se arrodillo contra el piso y puso sus manos y su oido sobre la tierra, contuvo la respiracion unos minutos, hasta quedar completamente seguro de que no habia ningun ser humano que no fuera de la compañia, a por lo menos cinco kilometros de distancia. En ese momento no corrian peligro, podrÃa estar tranquilo un rato.
Cansado por el viaje que habia enfrentado, sin pensarlo dos veces, se sentó bajo uno de los arboles mas grandes que pudo encontrar y recargo su espalda y su cabeza en el. Miro al cielo, encontrando imagenes deformes en cada una de las nubes que veÃa, dejo volar su imaginación un rato, tratando de encontrarles sentido a cada una de ellas...Al poco tiempo, y sin darse cuenta, cayó en sueño intranquilo.
Se vio a si mismo, parado frente a un gran presipicio, a su alrededor solo se alcanzaba a distinguir una espesa neblina, y al fondo del abismo, solo se distinguia oscuridad, no sabÃa para donde caminar, no sabia si más alla de esa niebla, habia un camino que se podÃa recorrer, el cielo estaba surcado por un manto negro, sin estrellas ni luna que adornaran el filmamento, niguna luz se habia encendido esa noche para guiarlo en su camino...Nunca se habia encontrado ante un lugar como aquel, en el que se sintiera atrapado, desesperado, sin ninguna esperanza de poder encontrar la salida, de poder regresar con vida...en ese momento, un rayo estruendoso ilumino el cielo, el brillo de la luz blanca segó por un momento a Yamatto...era una luz, una luz en la oscuridad, pero no se sentia del todo feliz con ella, no todo lo que reluce es oro, el tenÃa el presentimiento de que esa visión no le auguraba nada bueno. Ya desesperado, se dejó caer al suelo, tomo su cabeza con las manos y la sacudio fuertemente, querÃa desaparecer de ese lugar...otro trueno se escucho, después el caer de algo metalico que se estrellaba contra el piso ,esta vez más cerca de el, no se atrevio a levantar la cabeza, asustado por lo que pudiera encontrar.
Todo fue silencio después, no hubo más truenos, la niebla comenzó a desaparecer, y la oscuridad fue disminuyendo... Fue hasta entonces que Yamatto se atrevio a levantar la mirada...frente a el, clavada en el piso, como si siempre hubiera estado ahÃ, se encontraba, inmovil y majestuosa una gran espada, diferente a todas las demás que habia conocido, esta, era negra en su totalidad, y su mango era adornado por criaturas feroces y desafiadoras. Matt se levantó, guiado por un impulso repentino, tuvo mucha curiosidad de tocar esa espada y de poder cargarla en su mano...Dos puntos rojos se iluminaron en el mango, aumentando su intensidad, mientras el joven Ishida se acercaba a la empuñadura...la mano le temblaba, un sudor frio recorria su frente, pensamientos se arremolinaban en su mente, deseos oscuros se veian reflejados en su rostro...por un momento, la avaricia lo domino del todo, pensó en todo lo que podÃa tener si poseia aquel objeto, ese que le darÃa poder infinito, vida eterna... La tenÃa tan cerca de si mismo, tan dispuesta a aceptar sus ordenes, no podÃa desperdiciar una oportunidad como esa... Su mano rozo la empuñadura, estaba a punto de tomarla, cuando de la nada, una mano blanca y delicada salio de la oscuridad, tomo a Yamatto por uno de sus hombros, y lo jalo hacia atras suavemente...
Matt despertó de golpe, su frente estaba cubierta por una espesa capa de sudor, sus brazos y piernas aun temblaban presas de la gran presión que habia sufrido en aquel lugar, un gesto de desesperación estaba dibujado en su rostro...
-¿E-Estas bien?- la voz de una chica lo habia vuelto completamente a la realidad, delante de el, con una mirada de preocupación en sus ojos, se encontraba Mimi. Matt se sorprendio mucho al encontrarla ahÃ, habia sido ella quien lo habia sacado de su sueño.
Para su sorpresa, aun sostenia la mano de la princesa entre la suya, la habia tomado presipitadamente cuando la sintió en uno de sus hombros, aun la retenia, con solo ese apoyo, lograria olvidar completamente aquel sueño macabro.
-L-Lo siento..- por fin soltó su mano, y agacho la cabeza.
-¿Estas bien?- repitio la chica al ver el estado de el caballero.
-Si...estoy bien...-
-¿Estabas teniendo un mal sueño?-
-Si, eso creo...-
-¿Quieres que llame a alguien para que te ayude?-
-No, ya estoy bien.- sacando fuerzas de su propio orgullo, se levantó, y se mantuvo en pie con el apoyo de el gran arbol, estuvo recargado un buen rato, hasta que la impresión paso del todo.
-Agradesco su ayuda su alteza...- se inclino ante ella.
-No hace falta, mi deseo solo era ayudar.- La princesa cubria su mano izquierda, tratando de ocultar algo. Matt alcanzó a ver unas marcas rojas en ella. El la habia lastimado al tomarla tan bruscamente, al despertar de su sueño.
-Princesa su mano...-
-No importa, no es nada grave...-
-Yo..-
-No te preocupes, entiendo lo que sientes, tu sufrimiento no es infundado...-
-¿Que?-
-Descansa mientras halla oportunidad, partiremos pronto, que esta vez tu sueño sea agradable...-
Ella se retiró a paso lento, regresando hasta donde estaba su padre y el mensajero, se sentó con ellos, pero permanecio en silencio, manteniendo una mirada triste en dirección al camino de Matt.
Yamatto estaba muy confundido, ¿Ella sabia por lo que el estaba pasando?, ¿PodrÃa tener un lejano sentimiento del sufrimiento que el experimentaba?, ¿A que se referia con que su sufrimiento tenia una causa?, ¿La conoceria?,¿Conoceria sus sueños?, ¿Sus temores y sus deseos?...todas esas preguntas se habia formulado el rubio, ella no era una persona normal, hacia mucho la habia oido entonar una canción en un idioma desconocido para el, aun podÃa recordar las palabras exactas que habia pronunciado... esas podÃan tener una relación con lo que el estaba pasando...encontraria el significado de esas frases, en ellas, tal vez se mostraba el motivo de su sufrimiento.
Mientras realizaba sus meditaciones, el sueño llego de nuevo a el, sus ojos se cerraron de nuevo lentamente, y en poco tiempo volvio a caer dormido, esta vez sus sueños tomaron un camino más feliz, en los tiempos en que se encontraba con sus padres y su hermano, un momento que lleno, aunque sea por unos instantes, su corazon de felicidad y esperanza, que seguramente le harÃan falta al enfrentar los dÃas oscuros que aun le faltaban por recorrer...
Continuara...
IMPORTANTE: Hola!! Primero que nada quisiera hacer una pequeña correción en el segundo capÃtulo de este fic, casi al final de el, escribi una canción con palabras algo extrañas, pues me equivoque, no estan bien ordenadas, y su traduccion no tiene sentido, por eso lo he puesto de nuevo, ya corregido, y con nuevo significado. Si tienen tiempo, revisenlo porfa. Y si no de todos modos, aqui están (sin traduccion claro n_n)
O môr henion i dhû:
Ely siriar, êl silá
Ai! AnÃron Undómiel
Tiro! Êl eria e môr
I lîr en él luitha ´uren
Ai! AnÃron...
Je, y eso es todo..
Nota autora: Espero que les halla gustado esta parte, estoy poniendo mucho empeño en esta historia, espero no desepcionarlos. (Por cierto, en el proximo capitulo hara su aparicion otra de las chicas principales.) Tiene un papel fundamental en esto. Espero no tardar mucho!!
Adios!!!
Tiffany Dincht
