The Sword of Darkness
Capitulo IX: "Una conversación en el festival"
El sorteo se estaba llevando acabo a pedir de boca, sin ninguna interrupción, y en el más completo orden y calma que se podÃa pedir. En total habÃan asistido doce de los quince reinos que habÃan sido invitados, por lo tanto entre todos los participantes, se sumaban veinticuatro, de los cuales, ellos solo conocÃan a dos o tres.
Para Yamatto eso le traÃa ventaja, el no conocer a nadie era mejor, asà no involucrarÃa sus propios sentimientos en la batalla, eso no se debÃa hacer.
Los dos chicos de Argorlad habÃan subido al pequeño estrado color marfil cuando el rey los llamó, metieron una de sus manos en una pequeña urna con ya pocos papeles y su suerte les eligió su destino.
Matt saco un papel, quedo en el primer bloque, se enfrentarÃa con un chico del reino de AstraÃd, lejano de su paÃs, y que habÃa visitado una sola vez, si recordaba claramente, era del lugar de donde se transportaban los metales preciosos más costosos, sus minas eran abundantes en varios materiales no solo para realizar joyas, sino para hacer armas de filo inigualable, y objetos de protección de la mayor calidad. Por ello era una región rica, en sentido económico, sin embargo su población era de gente pequeña, que pocas veces rebasaba el metro y medio de estatura, tenÃan brazos fuertes adaptados al trabajo de la metalurgia y generalmente eran de ojos claros, debido a la cantidad de minerales que afectaban un poco el sistema humano. Este chico era ejemplar perfecto ¿su nombre?, creyó oÃr algo sobre Iori Hida.
Taichi subió poco después, introdució su mano a la urna, y saco otro papelito, quedo en el bloque dos, era ya de los últimos, no conoció el nombre, era un chico de un reino que afortunadamente estaba cercano al mar, Angmar al parecer. En ese lugar las costas bañaban la tierra dorada, los barcos de vela relucÃan ante el resplandor del sol, y las gaviotas revoloteaban en las torres del gran castillo, desplegando sus alas con gracia y elegancia.
Bajo del estrado, y enfrento con la mirada a su contrincante. Un chico rubio con ojos cafés, de un nombre algo extraño: Wallace.
Davis, quedo en el segundo bloque, y Michael en el primero al igual que Shinishi.
Tai se reunió con su amigo bajo el estrado, y observaron detenidamente a cada uno de los participantes. En su mayorÃa, parecÃan personas comunes, talvez con un amplio potencial en la batalla, pero nada fuera de lo común. Excepto algunos de lo que estaban más retirados.
Davis, Michael y Shinishi entre ellos, pero además otros cuantos. El llamado Iori Hida no se veÃa tan débil, Wallace era también digno de respeto, un joven de cabellos negros como la noche y ojos azules con destello de violeta, que estaba parado en una esquina, tenÃa un toque siniestro, y seguramente mucha fuerza a la hora de usar la espada, un chico de cabello castaño y ojos verdes que se recargaba en una pared y otro personaje misterioso que tenÃa una especie de capucha que cubrÃa gran parte de su rostro dejando solo al descubierto sus ojos cafés y unos cuantos mechones de cabello del mismo color, eran las personas que podrÃan desarrollar un papel importante en el torneo, a el detallado punto de vista de los chicos de Argorlad.
-No nos tocaron contrincantes normales.- opino Yamatto.
-Lo se...ya lo habÃa notado, en especial, ese chico de allá...- Taichi apunto discretamente con la mirada hacia una de las esquinas, ahÃ, fue fácil distinguir a una figura completamente vestida de negro, con los brazos cruzados sobre el pecho, y con la vista perdida a los pies del estrado. Sus ojos azules no revelaban expresión alguna, para poder definir un poco el rumbo de sus pensamientos, en lugar de ello una expresión de frialdad se reflejaba en ellos.
-¿Quien será?- inquirió Matt algo intrigado por la misteriosa personalidad que irradiaba el muchacho de cabellos de ébano.
-¿Joe puedes decirnos quien es?- Kido lo miro, y se quedo pensativo unos momentos, sin apartar de el su mirada. Finalmente, aparto su vista, y puso un gesto de fastidio.
-No, jamás lo habÃa visto...pero creo que viene de Ethrong, es un lugar muy retirado, casi al otro lado del mundo, me sorprende que halla podido venir hasta acá un representante.-
-¿Que dices de el?- después de todo Joe era un hechicero, podÃa ver cosas que otros no podÃan.
-Bueno, es ciertamente una persona extraña, a mi parecer, es alguien que no anda en buenos pasos, su aura esta rodeada de maldad, no se si sea esa su personalidad, o sea función de un agente externo, lo que les puedo asegurar es que es una persona peligrosa, y yo en su lugar tendrÃa cuidado de no perder contra el, o no llegaran más allá de este torneo...-
-Entonces si debe de ser un ser maligno- Mimi estaba un poco asustada, casi podÃa imaginase a sus amigos bajo las garras de una bestia asÃ.
-No se preocupen- dijo Yamatto, al ver el ambiente tenso que se empezaba a crear a su alrededor- Si se enfrenta a mi, lo mejor será que el se cuide.-
Los sorteos por fin terminaron, todo empezarÃa el siguiente dÃa, asà que se desalojo rápidamente el coliseo, para comenzar con los preparativos que hacÃan falta. Regresaron al castillo, a comer, y después talvez a descansar.
Sin embargo era aun temprano cuando entraron, algunos no estaban contentos con la idea de comer, y luego descansar, tenÃan que hacer algo en lo que restaba de tarde... ¿y que mejor que salir a dar una vuelta al pueblo? Según habÃan oÃdo, en la noche habÃa un festival en la plaza principal, en honor a el torneo que se organizarÃa, y talvez, estar ahà serÃa más divertido que estar encerrado...o esa era la ideologÃa de Taichi...
Después de tomar una abundante comida, y de haberse aseado un poco, Taichi se dispuso a salir del castillo, no sin antes avisarle a Matt.
-No se Tai...¿Que tal si el rey necesita de nuestra presencia aqu�-
-Eres un pesimista, y sino quieres salir, iré yo solo...- se volteo, iba a salir cuando cambio de parecer- No, ¡ya se!, ¿Porque salir yo solo si puedo ir con una princesa?-
-Oye no espera, ¿Cual princesa?-
-¡Sora!, ¿Quien más?-
-Ah, bueno, entonces ve...-
-Nos vemos a la noche..- Taichi salió corriendo, empujando todo lo que encontraba a su paso, en dirección a la habitación de la princesa mencionada. ¡Un dÃa ahà y ya sabia exactamente donde se encontraba!
Yamatto se quedo parado en el pasillo, recargado en la pared, mirando a sus lados...ahora que lo pensaba ¿Que harÃa toda la tarde?...¿Estar en el castillo?, ¡Que aburrido!, pensó en ir a buscar a Taichi, pero después desistió, si iba con el...em...ellos, harÃa mal tercio...
-¿Que haces?- Mimi se habÃa parado frente a el, viéndolo detenidamente.
-P-Princesa...no la habÃa visto..-
-Oye,¿en que habÃamos quedado?- su linda cara habÃa tomado una expresión molesta.
-L-Lo siento, es la costumbre..Mimi...-
-Bueno, asà esta mejor...¿A donde fue Tai?-
-¿porque lo preguntas?- ya saben una pregunta por algo de celos...
-Nada más, estoy algo aburrida, y querÃa ver que Ãbamos a hacer..-
-El va a estar un poco ocupado...-
-Ahhh...-
-Pero nosotros podrÃamos ir a algún lado...-
-¿Adonde?-
-En el pueblo hay un festival, podrÃamos ir...-
-¿Al pueblo?, no se, mi padre me prohibió salir del castillo.-
-¿No puedes salir?, pero no hay nada divertido que hacer en el castillo...-
-Lo se, pero no tengo más opción, si lo desobedeciera se enojarÃa mucho...-
-..No tiene porque enterarse...- Matt en serio querÃa salir, llegar al punto de desobedecer a su rey por un rato de diversión, era de valientes.
-¡¿Que?!, ¡¿Quieres que me salga sin avisar?!-
-Bueno, con esos gritos no me sorprenderÃa que ya se hallan enterado...-
-Estas loco, no puedo...-
-Hay, vamos, estoy aburrido, y no creo que tu quieras quedarte aquà encerrada.-
-Bueno no, pero...-
-Regresaremos antes de que alguien se de cuenta...lo prometo-
-...Esta bien, pero si me descubren va a ser tu culpa...-
-Si claro, vamos...-
Antes de salir de la fortaleza, Mimi se cambio sus ropas a unas que no llamaran tanto la atención, con ello, talvez pasaran desapercibidos.
Ya afuera, se relajaron un poco, a menos que los guardias de su reino estuvieran ahÃ, que era muy poco probable, podrÃan descubrir el engaño.
Mimi se aferró al brazo de Yamatto mientras cruzaban una a una las concurridas y coloridas calles, iluminadas por faroles de colores, seguro era el camino principal, llevaba a la plaza del centro.
Este era un lugar espléndido, los habitantes de ese lugar si que se habÃan lucido en su festival. HabÃa un pequeño kiosco en el centro, arriba de el, un grupo tocaba una música muy animada dándole más vida al lugar, a su alrededor estaban varios comerciantes, ofreciendo sus productos a los visitantes exponiéndolos en mantas que estaban tendidas en el suelo.
Los puestos de comida abundaban en el lugar, generalmente eran platillos extraños que ninguno de los dos conocÃan, eran de diferentes regiones del mundo por lo que habÃan entendido. Además varios grupos de danzantes con disfraces coloridos, exponÃan sus bailes a la pupila atenta de los extranjeros.
-Este lugar a cambiado mucho desde la ultima vez que lo visite- dijo Yamatto más para si mismo que para su acompañante, en verdad que era todo muy diferente, antes no veÃas a tantas personas en un solo lugar, las calles estaban desiertas, oscuras y tenebrosas, las personas no se divertÃan nunca, siempre tenÃan miradas frÃas en sus rostros...que bien se sentÃa en un lugar asÃ.
-¿Ya habÃas estado aquÃ?-
-¿eh?, a si, hace muchos años...pero era un sitio muy diferente...-
Se detuvieron frente a un grupo de bailarines, sus mascaras de colores vivos, y con formas de animales salvajes resaltaban el simple traje que solo tenÃa unos cortes disparejos en los costados, bailaban todos en una danza alucinante, al son de la música con percusiones y bajos.
-¿Que te parece?- Matt veÃa a la princesa muy sorprendida, le faltaba mucho salir.
-Es grandioso, jamás habÃa asistido a algo asÃ..-
-Créeme Mimi te estabas perdiendo lo mejor de la vida-
-Que bueno que llegaste a ella...-
Continuaron con su paseo, admirando todas las cosas que habÃan a su alrededor, una gran variedad de personas paseaban por las calles, mujeres de hermosos vestidos, caballeros vestidos elegantemente, y niños que gritaban entusiasmados al ver las golosinas y los juguetes que se exponÃan.
La noche pronto llegó, pero nada cambio, excepto lo luminoso de las calles. La pareja compro algo para comer, y después fueron a descansar a una de las bancas desocupadas alrededor del kiosco.
-Gracias por haberme traÃdo Matt, me la pase muy bien aquÃ...-
-Cuando quieras.-
-Fue un buen descanso antes de la batalla ¿no?-
-Si, me temo que cuando este el torneo, no vamos a tener tanto tiempo libre...de hecho, deberÃa de estar entrenando en este momento..-
-Que pena que solo estemos aquà para ese fin...-
Los dos guardaron silencio y miraron a su alrededor, inmortalizando esos lindos momentos en su memoria.
-Oye - dijo Mimi señalando con su mano a un sitio opuesto al suyo.- ¿No es ese Tai?-
Yamatto volteo a ver...si, era Tai, y estaba con la princesa Takenouchi.
-¿Que hace aqu�-
-Creo que tiene una cita con la princesa...-
Y en serio que Taichi no perdÃa el tiempo...con toda la intención, habÃa comprado una rosa a uno de los comerciantes que iban pasando por ahÃ, y gentilmente, se la habÃa ofrecido a Sora después de una reverencia. Ella la acepto, no sin que antes apareciera un ligero rubor en sus mejillas.
-Que lindos se ven...- Mimi los miraba con algo de melancolÃa, pero no sabÃa el motivo de su reacción.
Sora tomo el brazo de Taichi, y con la rosa en la otra mano, caminaron de nuevo, perdiéndose entre la multitud.
-Oye, ¿Tai siempre a sido asà de lindo?-
Matt no contesto, todas las chicas decÃan lo mismo, Que Tai era lindo, amable, caballeroso, bla, bla, bla..,a veces esos comentarios lo molestaban, ninguna chica decÃa que el era lindo...
-No se- contesto al fin alzando los hombros.
-Ah, ya vi...-ella lanzó una mirada intuitiva a su amigo.-¿Te gusta Sora no?-
-¡¿Que?!- Yamatto se habÃa puesto rojo como tomate, no es que fuera la verdad, pero ese comentario lo tomo algo desprevenido.
-¡Claro que no!...es una chica muy linda y divertida pero no me gusta...-
-Ahhh, entonces ya hay alguien más.- le dio pequeños golpecitos con el codo en uno de sus costados.
-PodrÃa decirse que si...-
-¿La conozco?-
-Supongo...-
-Debe de ser una chica muy afortunada...- no sabÃa si era su imaginación, pero le pareció que cuando habÃa dicho eso, en sus ojos se habÃa reflejado algo de angustia.
-¿Y tu?- dijo tratando de cambiar un poco el tema.
-Eres algo indiscreto...-
-Oye, tu me preguntaste primero, y ya te respondÃ...-
-Bueno...hay un chico...el es una persona muy valiente y divertida, me gusta mucho hablar con el, a su lado me siento muy bien... pero hace poco me entere que su corazón pertenece a otra chica...además de que lo nuestro es algo imposible, mi padre no lo permitirÃa...-
-Si en verdad lo quieres lucha por el...no puedes conocer los verdaderos sentimientos de cada persona aunque seas la persona más sabia, talvez esa persona te quiera...y tu padre, bueno, con el podrÃas arreglar las cosas, el te quiere ver feliz, y si al lado de ese chico es tu felicidad, no tiene porque oponerse...-
-Que lindas cosas dices...-
-Nah, he aprendido de Tai...-
-Ja. talvez tengas razón, no me daré por vencida, y tu tampoco lo hagas ¿bien?-
-...Esta bien..-
-...Será mejor que regresemos, es tarde...-
-Si, vámonos...- se levantaron, y caminaron de regreso al castillo. No cruzaron palabra alguna, los dos se sentÃan heridos por la confesión del otro, sin saber que se lo decÃan mutuamente... sin embargo, aun quedaba tiempo, el torneo apenas comenzaba, y ningún destino estaba aun decidido, las puertas estaban todavÃa abiertas para los dos...
CONTINUARA....
Capitulo dedicado a mi pareja favorita...(cof*mimato*cof) espero que les haya gustado, y sino, ni modo (no no es cierto n_~)
pero ya no se preocupen, el torneo comienza en el próximo capitulo ¡lo prometo!, ojala y no se estén aburriendo. Muy pronto el siguiente!!
(Este cap. va dedicado a mi amiga Rosemon)
Hasta la próxima!!!!!!
Tiffany Dincht.
Capitulo IX: "Una conversación en el festival"
El sorteo se estaba llevando acabo a pedir de boca, sin ninguna interrupción, y en el más completo orden y calma que se podÃa pedir. En total habÃan asistido doce de los quince reinos que habÃan sido invitados, por lo tanto entre todos los participantes, se sumaban veinticuatro, de los cuales, ellos solo conocÃan a dos o tres.
Para Yamatto eso le traÃa ventaja, el no conocer a nadie era mejor, asà no involucrarÃa sus propios sentimientos en la batalla, eso no se debÃa hacer.
Los dos chicos de Argorlad habÃan subido al pequeño estrado color marfil cuando el rey los llamó, metieron una de sus manos en una pequeña urna con ya pocos papeles y su suerte les eligió su destino.
Matt saco un papel, quedo en el primer bloque, se enfrentarÃa con un chico del reino de AstraÃd, lejano de su paÃs, y que habÃa visitado una sola vez, si recordaba claramente, era del lugar de donde se transportaban los metales preciosos más costosos, sus minas eran abundantes en varios materiales no solo para realizar joyas, sino para hacer armas de filo inigualable, y objetos de protección de la mayor calidad. Por ello era una región rica, en sentido económico, sin embargo su población era de gente pequeña, que pocas veces rebasaba el metro y medio de estatura, tenÃan brazos fuertes adaptados al trabajo de la metalurgia y generalmente eran de ojos claros, debido a la cantidad de minerales que afectaban un poco el sistema humano. Este chico era ejemplar perfecto ¿su nombre?, creyó oÃr algo sobre Iori Hida.
Taichi subió poco después, introdució su mano a la urna, y saco otro papelito, quedo en el bloque dos, era ya de los últimos, no conoció el nombre, era un chico de un reino que afortunadamente estaba cercano al mar, Angmar al parecer. En ese lugar las costas bañaban la tierra dorada, los barcos de vela relucÃan ante el resplandor del sol, y las gaviotas revoloteaban en las torres del gran castillo, desplegando sus alas con gracia y elegancia.
Bajo del estrado, y enfrento con la mirada a su contrincante. Un chico rubio con ojos cafés, de un nombre algo extraño: Wallace.
Davis, quedo en el segundo bloque, y Michael en el primero al igual que Shinishi.
Tai se reunió con su amigo bajo el estrado, y observaron detenidamente a cada uno de los participantes. En su mayorÃa, parecÃan personas comunes, talvez con un amplio potencial en la batalla, pero nada fuera de lo común. Excepto algunos de lo que estaban más retirados.
Davis, Michael y Shinishi entre ellos, pero además otros cuantos. El llamado Iori Hida no se veÃa tan débil, Wallace era también digno de respeto, un joven de cabellos negros como la noche y ojos azules con destello de violeta, que estaba parado en una esquina, tenÃa un toque siniestro, y seguramente mucha fuerza a la hora de usar la espada, un chico de cabello castaño y ojos verdes que se recargaba en una pared y otro personaje misterioso que tenÃa una especie de capucha que cubrÃa gran parte de su rostro dejando solo al descubierto sus ojos cafés y unos cuantos mechones de cabello del mismo color, eran las personas que podrÃan desarrollar un papel importante en el torneo, a el detallado punto de vista de los chicos de Argorlad.
-No nos tocaron contrincantes normales.- opino Yamatto.
-Lo se...ya lo habÃa notado, en especial, ese chico de allá...- Taichi apunto discretamente con la mirada hacia una de las esquinas, ahÃ, fue fácil distinguir a una figura completamente vestida de negro, con los brazos cruzados sobre el pecho, y con la vista perdida a los pies del estrado. Sus ojos azules no revelaban expresión alguna, para poder definir un poco el rumbo de sus pensamientos, en lugar de ello una expresión de frialdad se reflejaba en ellos.
-¿Quien será?- inquirió Matt algo intrigado por la misteriosa personalidad que irradiaba el muchacho de cabellos de ébano.
-¿Joe puedes decirnos quien es?- Kido lo miro, y se quedo pensativo unos momentos, sin apartar de el su mirada. Finalmente, aparto su vista, y puso un gesto de fastidio.
-No, jamás lo habÃa visto...pero creo que viene de Ethrong, es un lugar muy retirado, casi al otro lado del mundo, me sorprende que halla podido venir hasta acá un representante.-
-¿Que dices de el?- después de todo Joe era un hechicero, podÃa ver cosas que otros no podÃan.
-Bueno, es ciertamente una persona extraña, a mi parecer, es alguien que no anda en buenos pasos, su aura esta rodeada de maldad, no se si sea esa su personalidad, o sea función de un agente externo, lo que les puedo asegurar es que es una persona peligrosa, y yo en su lugar tendrÃa cuidado de no perder contra el, o no llegaran más allá de este torneo...-
-Entonces si debe de ser un ser maligno- Mimi estaba un poco asustada, casi podÃa imaginase a sus amigos bajo las garras de una bestia asÃ.
-No se preocupen- dijo Yamatto, al ver el ambiente tenso que se empezaba a crear a su alrededor- Si se enfrenta a mi, lo mejor será que el se cuide.-
Los sorteos por fin terminaron, todo empezarÃa el siguiente dÃa, asà que se desalojo rápidamente el coliseo, para comenzar con los preparativos que hacÃan falta. Regresaron al castillo, a comer, y después talvez a descansar.
Sin embargo era aun temprano cuando entraron, algunos no estaban contentos con la idea de comer, y luego descansar, tenÃan que hacer algo en lo que restaba de tarde... ¿y que mejor que salir a dar una vuelta al pueblo? Según habÃan oÃdo, en la noche habÃa un festival en la plaza principal, en honor a el torneo que se organizarÃa, y talvez, estar ahà serÃa más divertido que estar encerrado...o esa era la ideologÃa de Taichi...
Después de tomar una abundante comida, y de haberse aseado un poco, Taichi se dispuso a salir del castillo, no sin antes avisarle a Matt.
-No se Tai...¿Que tal si el rey necesita de nuestra presencia aqu�-
-Eres un pesimista, y sino quieres salir, iré yo solo...- se volteo, iba a salir cuando cambio de parecer- No, ¡ya se!, ¿Porque salir yo solo si puedo ir con una princesa?-
-Oye no espera, ¿Cual princesa?-
-¡Sora!, ¿Quien más?-
-Ah, bueno, entonces ve...-
-Nos vemos a la noche..- Taichi salió corriendo, empujando todo lo que encontraba a su paso, en dirección a la habitación de la princesa mencionada. ¡Un dÃa ahà y ya sabia exactamente donde se encontraba!
Yamatto se quedo parado en el pasillo, recargado en la pared, mirando a sus lados...ahora que lo pensaba ¿Que harÃa toda la tarde?...¿Estar en el castillo?, ¡Que aburrido!, pensó en ir a buscar a Taichi, pero después desistió, si iba con el...em...ellos, harÃa mal tercio...
-¿Que haces?- Mimi se habÃa parado frente a el, viéndolo detenidamente.
-P-Princesa...no la habÃa visto..-
-Oye,¿en que habÃamos quedado?- su linda cara habÃa tomado una expresión molesta.
-L-Lo siento, es la costumbre..Mimi...-
-Bueno, asà esta mejor...¿A donde fue Tai?-
-¿porque lo preguntas?- ya saben una pregunta por algo de celos...
-Nada más, estoy algo aburrida, y querÃa ver que Ãbamos a hacer..-
-El va a estar un poco ocupado...-
-Ahhh...-
-Pero nosotros podrÃamos ir a algún lado...-
-¿Adonde?-
-En el pueblo hay un festival, podrÃamos ir...-
-¿Al pueblo?, no se, mi padre me prohibió salir del castillo.-
-¿No puedes salir?, pero no hay nada divertido que hacer en el castillo...-
-Lo se, pero no tengo más opción, si lo desobedeciera se enojarÃa mucho...-
-..No tiene porque enterarse...- Matt en serio querÃa salir, llegar al punto de desobedecer a su rey por un rato de diversión, era de valientes.
-¡¿Que?!, ¡¿Quieres que me salga sin avisar?!-
-Bueno, con esos gritos no me sorprenderÃa que ya se hallan enterado...-
-Estas loco, no puedo...-
-Hay, vamos, estoy aburrido, y no creo que tu quieras quedarte aquà encerrada.-
-Bueno no, pero...-
-Regresaremos antes de que alguien se de cuenta...lo prometo-
-...Esta bien, pero si me descubren va a ser tu culpa...-
-Si claro, vamos...-
Antes de salir de la fortaleza, Mimi se cambio sus ropas a unas que no llamaran tanto la atención, con ello, talvez pasaran desapercibidos.
Ya afuera, se relajaron un poco, a menos que los guardias de su reino estuvieran ahÃ, que era muy poco probable, podrÃan descubrir el engaño.
Mimi se aferró al brazo de Yamatto mientras cruzaban una a una las concurridas y coloridas calles, iluminadas por faroles de colores, seguro era el camino principal, llevaba a la plaza del centro.
Este era un lugar espléndido, los habitantes de ese lugar si que se habÃan lucido en su festival. HabÃa un pequeño kiosco en el centro, arriba de el, un grupo tocaba una música muy animada dándole más vida al lugar, a su alrededor estaban varios comerciantes, ofreciendo sus productos a los visitantes exponiéndolos en mantas que estaban tendidas en el suelo.
Los puestos de comida abundaban en el lugar, generalmente eran platillos extraños que ninguno de los dos conocÃan, eran de diferentes regiones del mundo por lo que habÃan entendido. Además varios grupos de danzantes con disfraces coloridos, exponÃan sus bailes a la pupila atenta de los extranjeros.
-Este lugar a cambiado mucho desde la ultima vez que lo visite- dijo Yamatto más para si mismo que para su acompañante, en verdad que era todo muy diferente, antes no veÃas a tantas personas en un solo lugar, las calles estaban desiertas, oscuras y tenebrosas, las personas no se divertÃan nunca, siempre tenÃan miradas frÃas en sus rostros...que bien se sentÃa en un lugar asÃ.
-¿Ya habÃas estado aquÃ?-
-¿eh?, a si, hace muchos años...pero era un sitio muy diferente...-
Se detuvieron frente a un grupo de bailarines, sus mascaras de colores vivos, y con formas de animales salvajes resaltaban el simple traje que solo tenÃa unos cortes disparejos en los costados, bailaban todos en una danza alucinante, al son de la música con percusiones y bajos.
-¿Que te parece?- Matt veÃa a la princesa muy sorprendida, le faltaba mucho salir.
-Es grandioso, jamás habÃa asistido a algo asÃ..-
-Créeme Mimi te estabas perdiendo lo mejor de la vida-
-Que bueno que llegaste a ella...-
Continuaron con su paseo, admirando todas las cosas que habÃan a su alrededor, una gran variedad de personas paseaban por las calles, mujeres de hermosos vestidos, caballeros vestidos elegantemente, y niños que gritaban entusiasmados al ver las golosinas y los juguetes que se exponÃan.
La noche pronto llegó, pero nada cambio, excepto lo luminoso de las calles. La pareja compro algo para comer, y después fueron a descansar a una de las bancas desocupadas alrededor del kiosco.
-Gracias por haberme traÃdo Matt, me la pase muy bien aquÃ...-
-Cuando quieras.-
-Fue un buen descanso antes de la batalla ¿no?-
-Si, me temo que cuando este el torneo, no vamos a tener tanto tiempo libre...de hecho, deberÃa de estar entrenando en este momento..-
-Que pena que solo estemos aquà para ese fin...-
Los dos guardaron silencio y miraron a su alrededor, inmortalizando esos lindos momentos en su memoria.
-Oye - dijo Mimi señalando con su mano a un sitio opuesto al suyo.- ¿No es ese Tai?-
Yamatto volteo a ver...si, era Tai, y estaba con la princesa Takenouchi.
-¿Que hace aqu�-
-Creo que tiene una cita con la princesa...-
Y en serio que Taichi no perdÃa el tiempo...con toda la intención, habÃa comprado una rosa a uno de los comerciantes que iban pasando por ahÃ, y gentilmente, se la habÃa ofrecido a Sora después de una reverencia. Ella la acepto, no sin que antes apareciera un ligero rubor en sus mejillas.
-Que lindos se ven...- Mimi los miraba con algo de melancolÃa, pero no sabÃa el motivo de su reacción.
Sora tomo el brazo de Taichi, y con la rosa en la otra mano, caminaron de nuevo, perdiéndose entre la multitud.
-Oye, ¿Tai siempre a sido asà de lindo?-
Matt no contesto, todas las chicas decÃan lo mismo, Que Tai era lindo, amable, caballeroso, bla, bla, bla..,a veces esos comentarios lo molestaban, ninguna chica decÃa que el era lindo...
-No se- contesto al fin alzando los hombros.
-Ah, ya vi...-ella lanzó una mirada intuitiva a su amigo.-¿Te gusta Sora no?-
-¡¿Que?!- Yamatto se habÃa puesto rojo como tomate, no es que fuera la verdad, pero ese comentario lo tomo algo desprevenido.
-¡Claro que no!...es una chica muy linda y divertida pero no me gusta...-
-Ahhh, entonces ya hay alguien más.- le dio pequeños golpecitos con el codo en uno de sus costados.
-PodrÃa decirse que si...-
-¿La conozco?-
-Supongo...-
-Debe de ser una chica muy afortunada...- no sabÃa si era su imaginación, pero le pareció que cuando habÃa dicho eso, en sus ojos se habÃa reflejado algo de angustia.
-¿Y tu?- dijo tratando de cambiar un poco el tema.
-Eres algo indiscreto...-
-Oye, tu me preguntaste primero, y ya te respondÃ...-
-Bueno...hay un chico...el es una persona muy valiente y divertida, me gusta mucho hablar con el, a su lado me siento muy bien... pero hace poco me entere que su corazón pertenece a otra chica...además de que lo nuestro es algo imposible, mi padre no lo permitirÃa...-
-Si en verdad lo quieres lucha por el...no puedes conocer los verdaderos sentimientos de cada persona aunque seas la persona más sabia, talvez esa persona te quiera...y tu padre, bueno, con el podrÃas arreglar las cosas, el te quiere ver feliz, y si al lado de ese chico es tu felicidad, no tiene porque oponerse...-
-Que lindas cosas dices...-
-Nah, he aprendido de Tai...-
-Ja. talvez tengas razón, no me daré por vencida, y tu tampoco lo hagas ¿bien?-
-...Esta bien..-
-...Será mejor que regresemos, es tarde...-
-Si, vámonos...- se levantaron, y caminaron de regreso al castillo. No cruzaron palabra alguna, los dos se sentÃan heridos por la confesión del otro, sin saber que se lo decÃan mutuamente... sin embargo, aun quedaba tiempo, el torneo apenas comenzaba, y ningún destino estaba aun decidido, las puertas estaban todavÃa abiertas para los dos...
CONTINUARA....
Capitulo dedicado a mi pareja favorita...(cof*mimato*cof) espero que les haya gustado, y sino, ni modo (no no es cierto n_~)
pero ya no se preocupen, el torneo comienza en el próximo capitulo ¡lo prometo!, ojala y no se estén aburriendo. Muy pronto el siguiente!!
(Este cap. va dedicado a mi amiga Rosemon)
Hasta la próxima!!!!!!
Tiffany Dincht.
