The Sword of Darkness

Capitulo X: "El poder de los sentidos"



El coliseo había sido preparado especialmente para aquella ocasión, solo se estaban dando toques finales a la gran estructura. La mayoria del lugar estaba siendo dispuesta para el publico en general, una pequeña parte era para los miembros de la realeza que quisieran disfrutar del evento, y el palco principal era para los reyes de los caballeros que luchaban en el campo de batalla en esos momentos. La gente habia empezado a llegar, encontrando los lugares que más se ajustaban a sus necesidades. Personas de todas las edades habían asistido al evento, desde hombres fuertes y testarudos hasta fragiles niños y ancianos, cada uno distribuido equitativamente por el sitio. En ese momento cada quien empezaba a tener a su favorito, apuestas ilegales se daban entre las gradas o a las afueras del coliseo, unos daban su dinero fielmente a la suerte, otros llevados por las estadisticas...la balanza se inclinaba ante el caballero de Argorlad, pero otros no se dejaban llevar tan facilmente por las apariencias e hiban por Astraíd. Las personas debían estar decididas a ser fieles a los caballeros que apoyaban hasta el final.

Yamatto había llegado a su habitación a poco más de la media noche, nadie se había percatado de que el no se encontraba en su habitación, ni los guardias de la princesa habían notado su ausencia. Por eso esa mañana se encontraba algo somnoliento, se había levantado muy temprano gracias a los gritos de Taichi, apurandolo para que salieran a entrenar. Traía consigo ropas especiales para la ocacion, que habían sido dispuestas por el mismo rey, solo para sus caballeros, hecha a su medida... Su nuevo traje, era mucho más esplendido de lo que hubiera deseado, ya que lo utilizaria en una batalla. Era comodo, y se ajustaba a todas sus necesidades. Como el reglamento lo había ordenado, no se le habia puesto ningun tipo de protección, las finas y caras telas eran de lo unico que el disponia. Su vestimenta y la de Taichi eran iguales, por ser caballeros del mismo reino. Estaban vestidos de negro en su totalidad, botas y guantes del material más resistente, una larga capa del mismo color llegaba hasta sus tobillos, estaba tejida de una tela sedosa y liviana que se ajustaba a su cuello con un broche de forma redonda y alargada, con el simbolo de Argorlad en el centro, grabado fuertemente. La funda de su espada era otra de las cosas que relucia a la luz, con incrustaciones de piedras preciosas fundidas, tomando la forma de simbolos antiguos... Ese día era especial para el, por fin, su primer combate se llevaria acabo. A decir verdad estaba muy confiado, no había entrenado mucho, y parecia que se estaba quedando dormido. -¡Ya despierta hombre!- un grito de Taichi había hecho que el se despavilara completamente.-Oye, ¿no deberías estar calentando para antes del combate?- -No...- -Estas muy confiado.- -¿Ya viste a mi oponente?...en verdad lo compadezco.- -¡Que testarudo eres!...pero bueno, alla tu...- Los dos se encontraban en la parte baja del coliseo, en una de las entradas para los caballeros, recargados en la pared. Un guardia se les acercó. -Caballeros -dijo- el rey solicita su presencia inmediatamente.- dicho esto se retiro. Los dos solo se voltearon a ver y se dirijieron rapidamente a el palco principal. Un lugar hermoso, digno de las personas que lo ocupaban. En cuanto oyo pasos a su espalda, el rey se levanto, y se dirijio a los dos caballeros, pero más especificamente a Ishida. -Yamatto -empezó con voz vehemente- Hoy es el gran día...hoy será cuando demuestres tus habilidades ante mi y ante los ojos del mundo...pelea fieramente, demuestrale al mundo la capacidad que tiene uno de los nuestros, demuestrales que eres un digno caballero del reino de Argorlad, y que tienes capacidades especiales para poder llegar a ser el lider de nuestra nación...cuando veas que todo esta perdido, no quiero que te des por vencido, recuerda que lo ultimo que muere es la esperanza, cuando se tiene firmemente inculcada en el corazón...confio en que podrás llevar esta batalla con honor y valentia, y que sabras portar nuestro nombre con orgullo... te deseo buena suerte hijo de Argorlad, contigo llevas la bendición del rey...- hizo una cruz en el aire con su mano frente a el, y luego se retiro lentamente a su asiento. -¡Vaya que honor!- exclamo Tai muy emocionado cuando salieron del lugar para dirijirse nuevamente a sus posiciones. -Si...se ve que el rey tiene grandes esperanzas en nosotros, en verdad quiere que ganemos el torneo..- se quedo pensativo, debía haber algun otro motivo para que al rey le importara tanto el salir victorioso. En la puerta de la entrada para los caballeros, estaba una persona parada, esperando a que los chicos llegaran... -¡Mimi!- dijo Tai acercandose a ella.-¿Que haces aqui? Deberias estar alla arriba...- -Lo se...solo vine a desearle suerte al caballero...- -¡Ah! Ya veo...vamos Matt, te estan esperando...- Taichi empujo a su amigo al ver que este no se movía, el solo se quedó ahi parado sin saber que decir. -Se que no debería estar aquí, sin ambargo, quise venir porque quería decirte algo...Hida no es un chico facil de vencer, aunque su apariencia diga lo contrario, cuenta con una gran habilidad y destreza, y un espiritu inquebrantable, Matt, mi consejo es este, no te confies solo por la apariencia de los demás, pueden resultar incluso aun más fuertes sino les das la importancia suficiente...- -No te preocupes, en esta batalla ya tienes una victoria asegurada...- -Esta bien...y aunque tal vez no lo necesites...- Yamatto se arrodillo ante su princesa, y agacho su cabeza ante ella...Mimi se inclino, alcanzó su frente y la beso dulcemente... -Que la buena suerte lo acompañe mi caballero...- -Gracias princesa...- Mimi sonrió, y sin decir otra palabra, se alejo hacía su posición. Lo que acababan de realizar era ya casi una traición en Argorlad, la princesa debía desear buena suerte al caballero, en las batallas que considerara de gran riesgo, era casi como una advertencia...además, significaba una promesa por parte del caballero hacia su princesa, el no podía morir en una batalla, o el lazo se estaria rompiendo, ellos no podían dirijirse la palabra de nuevo hasta que el combate hubiera terminado y él regresára, no importaba si victorioso ó derrotado, sino vivo... -Buena suerte amigo...- Tai se retiró del lugar, despues de despedirse, no podía permanecer ahí más tiempo, eso no le era permitido. Yamatto se quedó solo, examinaba cuidadosamnte el campo de batalla, formulando las tecnicas que podría realizar, también reviso que su espada estuviera en buenas condiciones... estaba tranquilo, listo para realizar cualquier tecnica que le conviniera... Alzo su vista hacia la puerta que estaba frente a el pero del otro lado del estadio, estaba una figura recargada en la pared, viendo en dirección a Yamatto...ese chico era su oponente, era una persona de baja estatura, de cabello castaño con un peinado algo extraño, sin embargo, se veía que era una persona de buen corazón, en sus ojos verdes no se reflejaba maldad alguna, ni rencores, ni siquiera rivalidad en contra de su oponente. "Un oponente facil, no tomara más de diez minutos" fue lo que Matt pensó. En ese momento se escucho la voz del rey en todo el lugar. Se anuncio primero, al caballero de Astraíd...salio entre aplausos y gritos, parandose en medio del lugar... "Aqui voy" el anuncio del caballero de Argorlad se dio a conocer, y Yamatto salio por fin... No pudo explicar lo que sintió en ese momento, el estadio parecio levantarse ante su presencia, los aplausos y los gritos se escucharon desde todos los rincones, muchas personas tenían su fe depositada en aquel personaje... Yamatto saludo con la mano, recibiendo ahora una ovación más grande. Alzo su mirada hacia el palco principal, en donde pudo distinguir a sus amigos...Tai, Mimi, y la princesa Sora se encontraban recargados en el barandal, observandolo...la princesa de Ephel Dúath y el caballero platicaban animadamente, acerca de la pelea que se llevaria acabo. En cambio una mirada triste se reflejaba en los ojos de la princesa de Argorlad...ella, sabía más de lo que aparentaba, Matt estaba seguro, su tristeza no era por ese combate, el había prometido salir victorioso, y cumpliria con ello, entonces, ¿Que era? Sus pensamientos fueron interrumpidos por el estruendoso sonido de unas trompetas a todo su alrededor, después de esto, todo cayo en el silencio, interrumpido solo por debiles murmullos . El rey de Ephel Dúath se levantó de su silla, y adelanto unos cuantos pasos hacia el balcón. Fue recibido con el debido respeto por todos los presentes. Los dos chicos que se hallaban en la arena, se acercaron, quedando frente al palco principal. Al mismo tiempo, los caballeros se arodillaron ante el, y mostraron sus espadas, colocandolas frente a ellos en el piso, con una de sus manos en la empuñadura, y otra sobre la filosa hoja ... los ultimos murmullos se dejaron oir, antes de que por fin reinara el silencio sepulcral. Todo quedo paralizado por algunos segundos, parecia que el tiempo se hubiera detenido en esos instantes, la ciudad, los animales y las personas callaron por unos momentos, dejando solo el sonido del aire a su alrededor... -Buena suerte caballeros- el rey habia roto el silencio al fin, pronunciando esas palabras que se escucharon en todo el reino. El silencio se vio roto de nuevo, los aplausos y las ovaciones no se hicieron esperar más. Yamatto cerro los ojos y puso sus dedos en la frente, para después guiarlos a su boca, la suerte que correria, se veria guiada por los dioses de su pueblo... Levanto sus ojos al cielo, para despues lanzarle una debil sonrisa... Tomo su espada, y se levantó del suelo, enfrentando esta vez cara a cara a su oponente. En ese momento solo se encontraban ellos, todo se hizo silencio a su alrededor, sus miradas se habían encontrado, y ahora se enfrentaban con ellas. Fue Iori quien interrumpio este duelo, quien sabe si por la pesada mirada de Matt o porque pensaba que era mejor enfrentarse con espadas, en un duelo. Le sonrio a su oponente agachando su cabeza en señal de saludo, Yamatto, después de dudarlo un momento lo imitó. Tomaron sus espadas, y se colocaron uno frente al otro a cierta distancia...el publico guardo silencio unos segundos, hasta que el rey, dio inicio al duelo... Los dos chicos se lanzaron el uno contra el otro, confundiendo sus gritos de batalla con los de la multitud emocionada... sus espadas dieron el primer choque, el primer golpe de fuerza se produció... Iori era mas fuerte de lo que parecia, y también más rápido, sin embargo nada que no se pudiera controlar. Intercambiaron golpes sencillos por algunos momentos, viendo detenidamente cada uno de los movimientos del oponente, no llevaban más de diez minutos, cuando ya sabían la tecnica del contrario. Hida quería terminar con la batalla rápido, asi que se dispuso a usar una de sus tecnicas especiales. Se detuvo un momento concentrando un poco de energía. -Muestrame que tan bueno eres- Yamatto retaba a su oponente, el combate se estaba volviendo monotono para el. -Ya verás- Iori cerro los ojos unos momentos, y tomo la espada con las dos manos. Un brillo fantasmal se asomó por debajo de sus parpados, una luz azulada reemplazo en esos momentos a esos hermosos ojos esmeralda. Ishida lo miro sin poder contenerse, esa luz atraia su mirada. El brillo se reflejaba en los bordes de sus espadas, asiendolo todavia más potente. Taichi estaba atento a ese movimiento, en realidad no pudo comprender la función de lo que estaba haciendo Hida. Todos esperaron en silencio, hasta que de pronto y sin que se viera ningun efecto en su oponente, sus ojos dejaron de brillar, y todo volvio a la normalidad. -¿Que pasó?- la princesa Takenouchi hacía esa pregunta a sus compañeros, ella no estaba muy inmiscuida en el campo de las peleas. -No lo se- Taichi sabia mucho de esos temas, pero jamas habia visto una tecnica como aquella. -¿Que hiciste?- Matt estaba intrigado, no sentia nada diferente en su cuerpo. Sin decir palabra alguna, Hida comenzo a moverse, lento al principio para después aumentar su velocidad moderadamente. Giraba alrededor de Yamatto, en un circulo de medianas proporciones. La figura, clara al principio, fue difuninandose mientras la velocidad aumentaba. Matt se talló los ojos fuertemente, por un momento, tuvo la visión de que su oponente se multiplicaba, que a su alrededor ya no había solo una, sino varias espadas que lo amenazaban. Al alzar los ojos de nuevo, se quedó paralizado, no era una visión, lo que el miraba, era real... -¿Q-Que esta pasando?- Tai estaba realmente asombrado, en serio había más de un Iori Hida en el estadio, o eso era lo que sus ojos le habian dictado. Matt veía a su alrededor, empuñando la espada fuertemente con sus dos manos, se encontraba un poco nervioso, sabía que eran solo una ilusion, uno de ellos era el verdadero, pero... ¿cual?, todos se veían exactamente iguales. -¿Que opinas de mi tecnica?- todos ellos pronunciaron estas palabras al mismo tiempo, produciendo un eco exactamente igual al anterior, tampoco se podía guiar por ese metodo. -No esta nada mal..- -No has visto lo mejor- en ese momento y de improvisto, se lanzaron al ataque cuatro de los hologramas. Yamatto no se movio, quería ver cual de ellos le producia alguna herida, y asi saber cual era el verdadero. Un hilo de sangre corrio de la mejilla de Yamatto después del ataque, segun él, había visto quien se lo había producido y ya lo tenía en la mira. Fue entonces cuando se dio cuenta de las otras heridas, una en su costado, otra en el brazo derecho y otra en el izquierdo a la altura de la muñeca...había sido atacado cuatro veces...entonces, no podían ser solo ilusiones, tenía frente a el, a más de veinte oponentes reales, todos en contra suya... -No pueden ser reales- Joe Kido miraba desde lo lejos el combate, en un lugar apartado del bullicio, como hechicero podía ver cosas ocultas para los demas... Hida no utilizaba las artes ocultas, más bien utilizaba un poder hipnotico, segun las reglas, eso era permitido en ese toneo. -¡¡¡Matt no seas tonto, utiliza tus sentidos!!!- Taichi gritó desde el palco, con la esperanza de que su amigo lo oyera a pesar del bullicio, Tai, de ojo atento, ya se había dado cuenta del engaño, pero aun no sabía como contrarestarlo. -Esto no puede ser real- se repetia Yamatto en voz baja "Debe de haber algun tipo de conjuro ó poder" pensó, mientras observaba detenidamente a su alrededor...no podía distinguir a su verdadero oponente, su velocidad lo hacia una tarea aun más dificil. "No puedo perder" los gritos de su alrededor se alzaban con un eco ensordecedor, no podía pensar claramente. "Utiliza tus sentidos" fue lo que repitio en su mente una y otra vez. "¡Eso es!" una sonrisa aparecio en su rostro, al parecer ya sabía como derrotar a su oponente. Empuño su espada frente a el, agachando la cabeza y cerrando los ojos. Puso mucha atención a su alrededor, aisalando los sonidos uno por uno, tal como lo hacia Taichi. Por un lado escuchaba los gritos de la multitud enardecida por la poca rapidez con la que se desarrollaba el combate, otras voces, apoyaban a su caballero con alabos notables, los demas permanecian en silencio, hablando entre ellos de cosas no incumbentes en ese momento. Alcanzó a oir la voz de la princesa Sora, que lo animaba a continuar. Poniendo mas atención pudo saber que ocurria a las afueras del estadio, las carrozas que pasaban por el camino despejado, los cascos de los caballos en su elegante caminar, las voces de los mercaderes ofreciendo sus productos... Todo eso escucho en esos momentos, aplicando con mucho exito la tecnica que talvez le ayudaria a ganar. Hida seguia dando vueltas a su alrededor sin siquiera dar muestras de cansancio, observaba lo que hacia su oponente, pero sin llegar a desifrar su objetivo. Se lanzo al ataque un par de veces, dando en su objetivo como lo había planeado, pero llevandose consigo la sorpresa de que su oponente no hacia el más minimo esfuerzo por esquivar sus golpes, recibiendolos de lleno. Matt no se fijó en los ataques que recibia, canalizaba su dolor para no sentirlas, ya que por la agudeza de estas, podía saber que no eran profundas. Cuando se deshizo de todos los ruidos de su alrededor, y pudo concentrarse en los que tenía en frente, al fin pudo notar algo importante. Talvez todas las ilusiones podían dañarlo, pero solo una de ellas producia sonido al caminar. Una vez concentrado, pudo saber hacia donde se movía el verdadero Iori. Sin abrir los ojos empuño la espada fuertemente y se lanzó al ataque. Un momento de silencio se producio en todo el estadio cuando uno de los chicos cayo sobre su espalda totalmente desarmado. Cuando Yamatto localizo a su oponente, ya no fue dificil derrotarlo, de un solo golpe, el chico había caido, sin tener otra herida que la de su propio orgullo. Lo había despojado de su espada, y con ella la esperanza de pasar a la siguiente ronda. El estadio entero se levanto ante el vencedor, los gritos de triunfo se escucharon por toda la ciudad, y todas las personas presentes acabaron con sus gargantas alabando a el caballero. El palco real no era la exepción, los jovenes que ahi estaban, primero con una sombra de tensión sobre ellos, se habían levantado de sus lugares para dar la merecida ovación a su compañero. Matt tenía una sonrisa de satisfacción en su rostro, había ganado su primer combate, sin necesidad de matar a su oponente. Cuando al fin retiro su espada del cuello de Iori, le ofreció su mano. El otro chico la acepto gustoso, incorporandose con la ayuda de su antiguo enemigo. -Fue una gran pelea, eres un buen oponente - el rubio estaba siendo sincero como pocas veces. -Gracias, pero no tan bueno como tu.- Hida levanto su espada, y la enfundo de nuevo, sacudio sus ropas, y, después de inclinarse ante Matt, se retiro con la cabeza muy en alto. La multitud lo despidió con un gran aplauso, había sido una pelea espectacular. El rey se levanto de su asiento, y camino hacia el balcón. -¡El ganador!- su voz se escucho por todo el estadio, confundiendose con los gritos de la muchedumbre enloquecida. -Hiciste un gran trabajo Yamatto- Joe Kido volvio a ponerse su capucha, y desaparecio a paso rapido entre las sombras...

Continuara....

Termine!!!! Esta vez si me tarde demasiado, lo siento!!! lo que pasa es que no tenía inspiracion al escribir un combate, pero al final creo que no me quedó tan mal, ^_^...espero poder terminar el siguiente capitulo muy pronto, y no tardarme tanto como con este...

bye!!!

Tiffany Dincht