The Sword of Darkness
Capitulo XII: "La técnica del infierno"
Una hermosa chica de cabello castaño miraba desganada por una de las ventanas, hacia el frío ambiente que se daba en las campiñas de Argorlad. Hacia un bordado perfecto sobre una manta que pronto serviría para decorar su nueva casa. Mientras sus manos se movían lenta pero con una precisión excelente, la chica suspiraba. -¿Que sucede?- le preguntó un joven rubio, que estaba sentado en la mesa leyendo algunos escritos. -Estoy algo preocupada...- -¿Por Taichi?- -Si...- -¿A que se debe eso?- -No lo se...es solo un mal presentimiento...- -A decir verdad, también e estado preocupado por Matt- -¿Porque?- Takeru se quedó callado, su padre había encontrado ahí, el objeto que había cambiado completamente su vida, y, el tenía la corazonada de que la espada aun se encontraba en ese lugar, aguardando el momento preciso para atrapar a su hermano. "Tengo que ir" pensó el ojiazul, talvez, podría ayudar en algo, su hermano significaba mucho para el, no iba a perderlo como había perdido a su padre. -¿T.K? ¿Estas bien?- su prometida se había arrodillado frente a el, esperando una respuesta. Takeru solo sonrió y acaricio dulcemente su rostro, dejando que su anillo reluciera a contra luz. -Tengo que ir- -¿Que?- Hikari Yagami se había quedado petrificada. El recuerdo de su pare asalto a la chica, al despedirse, en la ultima guerra, el había dicho las mismas palabras, más nunca las había cumplido. -Mi hermano me va a necesitar- -No puedes irte T.K, no puedo ver partir de nuevo a una persona a la que amo, ¿Que tal si ninguno de los dos vuelve? ¿Como crees que voy a poder vivir?- -Cálmate Kari...no dije que me iba para quedarme, iré solo para ver como va todo, voy a regresar...jamás te dejaría sola...- Las lagrimas habían empezado a correr por las mejillas de la chica Yagami, ocultando su rostro entre sus manos. -Linda, te hice una promesa ¿vez?- susurró Takeru, mientras le mostraba el anillo en su anular -No te voy a dejar...- Hikari había dejado de sollozar, una débil sonrisa empezaba a iluminar su rostro lentamente. Se arrojo a los brazos de su prometido y le susurro algo al oído. -Te amo- -Yo también te amo Kari-
Taichi Yagami se encontraba en el centro de la arena, con la ropa toda sucia y rota, con algunas quemaduras en sus brazos, y el cabello algo despeinado. Un chico rubio, de ojos marrones, y sonrisa calculadora, se encontraba frente a el blandiendo una espada sin el más mínimo titubeo. Era un joven de gran potencial en la batalla, había revelado su técnica especial hacia unos cuantos segundos, haciendo dudar al publico, y hasta al mismo Taichi, sobre el resultado de la pelea. La victoria para Argorlad había estado asegurada hasta esos momentos de expectación. Sora estaba viendo la batalla sin poder creerlo, había estado tan confiada, ese ultimo golpe no se lo había esperado, mordía uno de sus dedos enguantados con suma preocupación. -¿Como fue capaz de hacer eso?- fue su pregunta hacia Yamatto, que estaba casi en el mismo estado de conmoción. -No había visto esa técnica en mucho tiempo, me había olvidado de lo peligrosa que puede ser si no estas preparado.- -¿Ya la conocías?- -Si, de hecho uno de los guerreros de Angmar intento enseñársela a Taichi, sin mucho resultado...si la hubiera aprendido en esos momentos, ya hubiera obtenido la victoria- Sora miro de nuevo a la arena y se levanto acercándose a el balcón. -¡¡¡Tai, más te vale ganar o no volveré a salir contigo!!!- la voz se escucho en todo el lugar, provocando un silencio general, al darse cuenta de esto, Sora solo puso una tímida sonrisa, y roja como un jitomate, regreso a su lugar sin decir palabra. Matt y Mimi solo la miraron picaramente. Después de esta expresión de afecto, a Taichi le regresaron los ánimos. "Recuerdo esta técnica de algún lado" se decía Taichi, analizando hasta en lo más profundo de su memoria. "¡Claro, ya recuerdo! de Angmar precisamente, me la quiso enseñar alguna vez el viejo Gilraín" Un recuerdo olvidado de él, a la edad de dieciséis años, había aflorado en su memoria, un anciano de barba larga y blanca, de ropas algo gastadas y de una espada astillada por el uso, se había burlado de el, ya que le habían robado todo su dinero, en cambio a su compañero de viajes lo habían dejado ileso, era un caballero sin mucha experiencia en ese entonces. -¡Enséñame esa técnica!- suplicaba el joven, después de haber oído las constantes burlas del hombre. Generalmente nada hubiera funcionado en Gilraín, pero ese chico había estado gran parte del día siguiéndolo por todos lados, diciendo "Enséñame esa técnica", hasta un punto hartante. -Es una técnica muy difícil de hacer, proveniente de un clan que existió hace mucho tiempo, dejando como legado solamente la técnica de 'la espada del infierno' a sus predecesores. En este lugar, esta técnica es sagrada para los aldeanos, así que no te recomiendo realizarla en este pueblo, o te consideraran como usurpador. Escucha, para realizar esta técnica, la espada debe de hacer fricción con el piso, de esta manera el fuego se encenderá, y podrás causar más daño a tu oponente.- Mientras le daba la explicación, el viejo realizaba la técnica con su espada. Puso la punta contra el suelo, y de un rápido movimiento la impulsaba hacia arriba, provocando fricción en el suelo, y con esto aquel fuego que se iniciaba con notable rapidez. La combinación del acero ardiente y el fuego, podía llegar a ser devastadora para la persona a la que llegara el impacto. Sin embargo, Taichi no había acabado de aprender la técnica, ya que debía llegar a su hogar, y sin la ayuda de un maestro, le era difícil realizarla. El jamás lo volvió a intentar, por el pensamiento de que nunca le iba a ser de utilidad. "Debí quedarme a aprenderla" se recriminaba Tai en el momento de la batalla. "Aun así, no me voy a dar por vencido, o la princesa Sora no saldrá conmigo de nuevo." Wallace lanzó otro ataque contra Yagami, lastimándolo profundamente de uno de sus brazos. -¡¡¡Tai!!!- exclamo Sora, mientras intentaba mantener los ojos secos. Después de su ataque, y sabiendo que hacer , hizo que su espada rozara con la filosa punta el suelo , por fin iba a intentar realizar la técnica. Wallace se había quedado parado, sin saber lo que su oponente planeaba. Taichi tomo la posición de ataque, mientras sostenía la espada con las dos manos. Toco el piso de nuevo, y después de un grito fuerte y fugaz, descargo su furia en contra de su oponente. Un silencio reino en el sitio, Matt había quedado boquiabierto ante lo que había sucedido con su amigo. Wallace seguía parado en el mismo sitio, con la espada aun en manos. -¿Que- Que intentaste hacer?- pregunto muy intrigado. Taichi había quedado a unos cuantos pasos detrás de su oponente, quito su posición de combate, y se volteo hacia el rubio... Una sonrisa tonta estaba en su cara, mientras sostenía su cabeza con una de sus manos. -Lo siento...no me salió- dijo el castaño muy apenado ante la multitud. Después de un pequeño silencio, una carcajada general se escucho en todo el lugar, todos los presentes se reían del chico. Tai vio a su alrededor, a todas aquellas personas burlándose de el... si algo molestaba al joven Yagami, era ser el objeto de burla de los demás. En ese momento, otro recuerdo llego a su mente, algo que había estado oculto, junto con sus otras memorias. Recordó que eran los últimos días de su entrenamiento con Gilraín, y el no había aprendido aun la técnica, el viejo comenzó a burlarse de el como nunca, diciendo infinidad de cosas que en verdad le habían dolido, en ese momento, canalizando su coraje en su espada, había hecho la técnica, el anciano la había esquivado a duras penas, y esta se había ido a estrellar en uno de los árboles lejanos, incendiándolos en el acto. Entonces, si había logrado hacer la técnica una vez, podía hacerla de nuevo, y esta vez más poderosa. Las burlas aun seguían a todo su alrededor, haciéndolo enojar de verdad. Su brazo comenzaba a tener una hemorragia considerable, sin importarle, tomo su espada, y sin decir nada, se lanzo al ataque. Todas las risas desaparecieron, cuan el cuerpo de Wallace se estrello contra las partes bajas de la tribuna, haciendo que su sonrisa desapareciera por completo. El fuego se había extinguido de su cuerpo, sin dejar quemaduras visibles, había ocasionado que perdiera el conocimiento. La gente del estadio miró sorprendida el cuerpo del chico caído, y después paso su mirada hacia el ganador. Arrepintiéndose de lo que habían hecho antes, la gente se había levantado de sus asientos, y había empezado a aclamar Tai como se merecía. El chico aun jadeaba por el esfuerzo que había realizado, pero había correspondido como se debía a sus seguidores. El rey proclamo al vencedor. "Sora saldrá conmigo de nuevo" fueron sus ultimas palabras solo segundos antes de que Tai cayera rendido al suelo.
La princesa Takenouchi había estado toda la tarde en compañía de su caballero, el chico había perdido mucha sangre de su profunda herida, y se estaba recuperando en una de las habitaciones. Sora lo miraba incansablemente, mientras estaba dormido, había aprendido a querer a ese chico como a nadie, por su aspecto, su sonrisa, por su personalidad... Su deseo más grande era que el ganara el torneo, para verlo feliz...a su lado...
Continuara....
Ahhhhhhh....que romántico...no se ustedes, pero este capitulo me gusto mucho, Sora y Tai en lo personal me encantan como pareja, se me hacen muy tiernos juntos, ya que son los que más se entienden, también TK y Kari... Bueno, ojala y les haya gustado este capitulo fue dedicado a los fans del taiora y takari, y no se preocupen, habrá más en los que siguen...!!!!
Bye!!!
Capitulo XII: "La técnica del infierno"
Una hermosa chica de cabello castaño miraba desganada por una de las ventanas, hacia el frío ambiente que se daba en las campiñas de Argorlad. Hacia un bordado perfecto sobre una manta que pronto serviría para decorar su nueva casa. Mientras sus manos se movían lenta pero con una precisión excelente, la chica suspiraba. -¿Que sucede?- le preguntó un joven rubio, que estaba sentado en la mesa leyendo algunos escritos. -Estoy algo preocupada...- -¿Por Taichi?- -Si...- -¿A que se debe eso?- -No lo se...es solo un mal presentimiento...- -A decir verdad, también e estado preocupado por Matt- -¿Porque?- Takeru se quedó callado, su padre había encontrado ahí, el objeto que había cambiado completamente su vida, y, el tenía la corazonada de que la espada aun se encontraba en ese lugar, aguardando el momento preciso para atrapar a su hermano. "Tengo que ir" pensó el ojiazul, talvez, podría ayudar en algo, su hermano significaba mucho para el, no iba a perderlo como había perdido a su padre. -¿T.K? ¿Estas bien?- su prometida se había arrodillado frente a el, esperando una respuesta. Takeru solo sonrió y acaricio dulcemente su rostro, dejando que su anillo reluciera a contra luz. -Tengo que ir- -¿Que?- Hikari Yagami se había quedado petrificada. El recuerdo de su pare asalto a la chica, al despedirse, en la ultima guerra, el había dicho las mismas palabras, más nunca las había cumplido. -Mi hermano me va a necesitar- -No puedes irte T.K, no puedo ver partir de nuevo a una persona a la que amo, ¿Que tal si ninguno de los dos vuelve? ¿Como crees que voy a poder vivir?- -Cálmate Kari...no dije que me iba para quedarme, iré solo para ver como va todo, voy a regresar...jamás te dejaría sola...- Las lagrimas habían empezado a correr por las mejillas de la chica Yagami, ocultando su rostro entre sus manos. -Linda, te hice una promesa ¿vez?- susurró Takeru, mientras le mostraba el anillo en su anular -No te voy a dejar...- Hikari había dejado de sollozar, una débil sonrisa empezaba a iluminar su rostro lentamente. Se arrojo a los brazos de su prometido y le susurro algo al oído. -Te amo- -Yo también te amo Kari-
Taichi Yagami se encontraba en el centro de la arena, con la ropa toda sucia y rota, con algunas quemaduras en sus brazos, y el cabello algo despeinado. Un chico rubio, de ojos marrones, y sonrisa calculadora, se encontraba frente a el blandiendo una espada sin el más mínimo titubeo. Era un joven de gran potencial en la batalla, había revelado su técnica especial hacia unos cuantos segundos, haciendo dudar al publico, y hasta al mismo Taichi, sobre el resultado de la pelea. La victoria para Argorlad había estado asegurada hasta esos momentos de expectación. Sora estaba viendo la batalla sin poder creerlo, había estado tan confiada, ese ultimo golpe no se lo había esperado, mordía uno de sus dedos enguantados con suma preocupación. -¿Como fue capaz de hacer eso?- fue su pregunta hacia Yamatto, que estaba casi en el mismo estado de conmoción. -No había visto esa técnica en mucho tiempo, me había olvidado de lo peligrosa que puede ser si no estas preparado.- -¿Ya la conocías?- -Si, de hecho uno de los guerreros de Angmar intento enseñársela a Taichi, sin mucho resultado...si la hubiera aprendido en esos momentos, ya hubiera obtenido la victoria- Sora miro de nuevo a la arena y se levanto acercándose a el balcón. -¡¡¡Tai, más te vale ganar o no volveré a salir contigo!!!- la voz se escucho en todo el lugar, provocando un silencio general, al darse cuenta de esto, Sora solo puso una tímida sonrisa, y roja como un jitomate, regreso a su lugar sin decir palabra. Matt y Mimi solo la miraron picaramente. Después de esta expresión de afecto, a Taichi le regresaron los ánimos. "Recuerdo esta técnica de algún lado" se decía Taichi, analizando hasta en lo más profundo de su memoria. "¡Claro, ya recuerdo! de Angmar precisamente, me la quiso enseñar alguna vez el viejo Gilraín" Un recuerdo olvidado de él, a la edad de dieciséis años, había aflorado en su memoria, un anciano de barba larga y blanca, de ropas algo gastadas y de una espada astillada por el uso, se había burlado de el, ya que le habían robado todo su dinero, en cambio a su compañero de viajes lo habían dejado ileso, era un caballero sin mucha experiencia en ese entonces. -¡Enséñame esa técnica!- suplicaba el joven, después de haber oído las constantes burlas del hombre. Generalmente nada hubiera funcionado en Gilraín, pero ese chico había estado gran parte del día siguiéndolo por todos lados, diciendo "Enséñame esa técnica", hasta un punto hartante. -Es una técnica muy difícil de hacer, proveniente de un clan que existió hace mucho tiempo, dejando como legado solamente la técnica de 'la espada del infierno' a sus predecesores. En este lugar, esta técnica es sagrada para los aldeanos, así que no te recomiendo realizarla en este pueblo, o te consideraran como usurpador. Escucha, para realizar esta técnica, la espada debe de hacer fricción con el piso, de esta manera el fuego se encenderá, y podrás causar más daño a tu oponente.- Mientras le daba la explicación, el viejo realizaba la técnica con su espada. Puso la punta contra el suelo, y de un rápido movimiento la impulsaba hacia arriba, provocando fricción en el suelo, y con esto aquel fuego que se iniciaba con notable rapidez. La combinación del acero ardiente y el fuego, podía llegar a ser devastadora para la persona a la que llegara el impacto. Sin embargo, Taichi no había acabado de aprender la técnica, ya que debía llegar a su hogar, y sin la ayuda de un maestro, le era difícil realizarla. El jamás lo volvió a intentar, por el pensamiento de que nunca le iba a ser de utilidad. "Debí quedarme a aprenderla" se recriminaba Tai en el momento de la batalla. "Aun así, no me voy a dar por vencido, o la princesa Sora no saldrá conmigo de nuevo." Wallace lanzó otro ataque contra Yagami, lastimándolo profundamente de uno de sus brazos. -¡¡¡Tai!!!- exclamo Sora, mientras intentaba mantener los ojos secos. Después de su ataque, y sabiendo que hacer , hizo que su espada rozara con la filosa punta el suelo , por fin iba a intentar realizar la técnica. Wallace se había quedado parado, sin saber lo que su oponente planeaba. Taichi tomo la posición de ataque, mientras sostenía la espada con las dos manos. Toco el piso de nuevo, y después de un grito fuerte y fugaz, descargo su furia en contra de su oponente. Un silencio reino en el sitio, Matt había quedado boquiabierto ante lo que había sucedido con su amigo. Wallace seguía parado en el mismo sitio, con la espada aun en manos. -¿Que- Que intentaste hacer?- pregunto muy intrigado. Taichi había quedado a unos cuantos pasos detrás de su oponente, quito su posición de combate, y se volteo hacia el rubio... Una sonrisa tonta estaba en su cara, mientras sostenía su cabeza con una de sus manos. -Lo siento...no me salió- dijo el castaño muy apenado ante la multitud. Después de un pequeño silencio, una carcajada general se escucho en todo el lugar, todos los presentes se reían del chico. Tai vio a su alrededor, a todas aquellas personas burlándose de el... si algo molestaba al joven Yagami, era ser el objeto de burla de los demás. En ese momento, otro recuerdo llego a su mente, algo que había estado oculto, junto con sus otras memorias. Recordó que eran los últimos días de su entrenamiento con Gilraín, y el no había aprendido aun la técnica, el viejo comenzó a burlarse de el como nunca, diciendo infinidad de cosas que en verdad le habían dolido, en ese momento, canalizando su coraje en su espada, había hecho la técnica, el anciano la había esquivado a duras penas, y esta se había ido a estrellar en uno de los árboles lejanos, incendiándolos en el acto. Entonces, si había logrado hacer la técnica una vez, podía hacerla de nuevo, y esta vez más poderosa. Las burlas aun seguían a todo su alrededor, haciéndolo enojar de verdad. Su brazo comenzaba a tener una hemorragia considerable, sin importarle, tomo su espada, y sin decir nada, se lanzo al ataque. Todas las risas desaparecieron, cuan el cuerpo de Wallace se estrello contra las partes bajas de la tribuna, haciendo que su sonrisa desapareciera por completo. El fuego se había extinguido de su cuerpo, sin dejar quemaduras visibles, había ocasionado que perdiera el conocimiento. La gente del estadio miró sorprendida el cuerpo del chico caído, y después paso su mirada hacia el ganador. Arrepintiéndose de lo que habían hecho antes, la gente se había levantado de sus asientos, y había empezado a aclamar Tai como se merecía. El chico aun jadeaba por el esfuerzo que había realizado, pero había correspondido como se debía a sus seguidores. El rey proclamo al vencedor. "Sora saldrá conmigo de nuevo" fueron sus ultimas palabras solo segundos antes de que Tai cayera rendido al suelo.
La princesa Takenouchi había estado toda la tarde en compañía de su caballero, el chico había perdido mucha sangre de su profunda herida, y se estaba recuperando en una de las habitaciones. Sora lo miraba incansablemente, mientras estaba dormido, había aprendido a querer a ese chico como a nadie, por su aspecto, su sonrisa, por su personalidad... Su deseo más grande era que el ganara el torneo, para verlo feliz...a su lado...
Continuara....
Ahhhhhhh....que romántico...no se ustedes, pero este capitulo me gusto mucho, Sora y Tai en lo personal me encantan como pareja, se me hacen muy tiernos juntos, ya que son los que más se entienden, también TK y Kari... Bueno, ojala y les haya gustado este capitulo fue dedicado a los fans del taiora y takari, y no se preocupen, habrá más en los que siguen...!!!!
Bye!!!
