¡VOLVÍ! Me tardé mucho, ¿no? Y acá viene el tercer viene capítulo del fic. Hice algunos dibujitos de mis personajes, el que quiera tenerlos mande un mail a mi dire(está en mi profile)  Advertencia: la autora de este fic NO acepta quejas de lectores enojados por la longitud del capítulo. Todo lo relacionado con Card Captor Sakura, Digimon Frontier y Harry Potter pertenecen a sus respectivos dueños (CLAMP, BanDai  y J.K. Rowling). Todo lo demás es obra de mi imaginación.

Capítulo 3: De compras en el Callejón Diagon

–Hikari, Hikari...

Hoe? Honto, Haari-chan, watashi wa... Ka-do Capta- Hikari!

–Dale, Hikari, dejá de hablar de Card Captor Sakura...–Me estaba haciendo perder la paciencia.

Kouji! Daijobu?

"¡Ah, no! ¡Yo soy la única fan de mi 'Kouji-kun'!" Pensé. (N/A: me refiero a Kouji Minamoto de Digimon Frontier. ¡Ah! ¡KOUJI ES SO KAWAII! ^-^)

– ¡Hikari!–Grité al fin, sacudiéndola. ¡Sí! Estaba empezando a despertarse.

Nani? ¡Hola, Nadia-chan!–Me dijo, medio dormida.

–Buenos días, Hikari. –Le contesté–Apurate, ¡tenemos que ir al Gran Salón! Ya es hora de desayunar...

Oh, no! You'll not go if you don't drink this! (¡Oh, no! ¡No se irán si no toman esto!)–Era la señora Pomfrey, que venía con una bandeja.

¡Ops! Me había olvidado. ¡La poción!

I don't need it, I can speak English! (No lo necesito, ¡puedo hablar inglés!)–Decía Hikari.

It doesn't matter. You MUST drink it! (No importa. ¡Tú DEBES tomarla!)–Le contestó la mujer, y nos puso dos vasitos con un líquido verdoso frente a nosotras. La miramos con cara de "¿tenemos que hacerlo?", y ella nos asintió con la cabeza. Intentando no pensar en sabor, me tomé la poción de un solo trago.

Tenía un sabor horrible, por supuesto. Pero no me sentía mal, más bien confundida. Entonces oí hablar a la señora Pomfrey, en nuestro idioma.

– ¿Y? ¡Seguro que se sienten mejor! Tienen que tomar un vaso en cada comida, ¿entendido?

–Ni mejor, ni peor. –Dijo Hikari– Sólo que... ¡puedo entender perfectamente lo que dice!

–Hikari, ¡tenemos que ir al Gran Salón! El profesor Dumbledore debe estar preocupado...

Y diciendo esto, saludamos a la señora Pomfrey y bajamos al Gran Salón. En camino, Hikari me contó algo sorprendente.

Nadia-chan. ¿Sabías que estuve en Inglaterra?

–No, ¿cuándo viniste?

–Cuando tenía 6 años. Vivimos 5 años allí, lo que nos permitió aprender mucho inglés. Después de eso, volvimos a Japón. Y después...–De repente su rostro se ensombreció. ¿Qué le pasaba?

–Hikari, ¿estás bien?

Daijobu, Nadia-chan.

Pero yo no le creía. De repente, se me ocurrió mirar dónde estábamos y... no lo reconocía. Oh, oh ¡estábamos perdidas! ¡Perdidas en Hogwarts! ¡Y sin un mapa, sin nada! Y entonces, cuando estaba a punto de decírselo a Hikari...

– ¿Merodeando por los pasillos? Debo avisarle a Filch, tengo que hacerlo.

Oh, no. ¡No ahora! Me di vuelta y ahí estaba Peeves, el poltergeist del colegio. Hikari lo miraba con el ceño fruncido.

–No, para nada. Sólo estábamos... dando un paseo antes del desayuno. –Dije, inventando una rápida excusa, tratando de no molestarle.

– ¿Un paseo? ¿A estas horas? No, no, no... Eso está muy mal...–nos dijo, con un brillo de malicia en los ojos. Hikari perdió el control.

–Esfúmate, grandísimo baka– dijo ella, mientras intentaba apartarlo. Peeves debió de entender lo que ella había dicho, porque chasqueó sus dedos y una montaña de tachos de basura empezó a perseguirnos.

– ¡Hikari, tenías que hacelo enojar! ¡Justo ahora!–dije, mientras corría de los tachos.

Gome ne, ¡no pude evitarlo! ¡Aw!–uno le pasó por encima de la cabeza.

Corrí, corrí como nunca lo había hecho. Pasamos de un pasillo a otro a gran velocidad, pero los tachos nos seguían persiguiendo. De repente encontré una puerta.

– ¡Está cerrada!

I said, we done for! (Lo dije, ¡esto es el final!)–de puro miedo, Hikari dijo una frase de Ron (en la película). ¡Un momento! Cuando Ron decía eso, Hermione usaba el...

¡Bakara! ¡Ábrete!–decía Hikari, inútilmente. Este era mi turno.

Oh, move over! (¡Oh, muévete)–Dije, imitando a Hermione. Apunté con mi dedo a la cerradura de la puerta y dije– Alohomora!

La cerradura hizo un ¡clic! Y se abrió. Entramos rápidamente. Una milésima de segundo después, todos los tachos se estrellaron contra la puerta. Esperamos un rato (no queríamos que Peeves nos viera de nuevo) y salimos.

– ¡Genial! Uf, ¡maldito Peeves! ¡Me las pagará algún día!–dijo Hikari, furiosa.

–Pero vos lo hiciste enojar.

Nadia-chan, Nadia-chan...

¡Soltame Hi! –Hikari me estaba tirando del uniforme– ¿Qué pa...?

Entonces me di vuelta y me di cuenta de donde estábamos. Lleno de frascos hasta el techo, con un extraño olor, oscuro, sombrío, con un escritorio y dos sillas: "el despacho del profesor de POCIONES".

–KYAAAAAA~ ~ ~ ~ ~!–Chillamos a coro. Salimos volando de allí, todavía gritando. No paramos de correr hasta estar fuera de las mazmorras.

¡Uf! ¡Qué suerte que no estaba Snape!–Dijo Hikari.

– ¿Snape? ¡Esa estúpida bola grasienta de pelos no es todavía profesor! ¡Todavía está en el cole!

–Todavía...si sobrevive a nosotras, Nadia-chan. –Dijo Hikari, con los ojitos brillantes.

– ¿Estás pensando lo mismo que yo?–le dije.

–Sí. ¡"PETIT MARAUDERS GUMMI" AL ATAQUE!

¿"Petit Marauders Gummi"? –pregunté, sorprendida.

–El nombre de nuestro gummi, Nadia-chan.

–Sí, sí. Dejá a los Marauders para después: SEGUIMOS PERDIDAS.

– ¿Se encuentran extraviadas, jovencitas?–Nos dijo una voz.

–HOE ~ ~ ~ ~ ~!–Chilló Hikari. Me di vuelta, pensando que era Peeves...pero no, era un fantasma.

–Sí. –Le respondí, aliviada.

– ¿Y a dónde tienen que ir?–quiso saber el fantasma.

–Al Gran Salón–contestó Hi, recuperada del susto.

Minutos después estábamos caminando, con nuestro fantasmal acompañante al lado.

– ¿Y porqué están aquí?–nos preguntó–No es normal ver chicos por estos días. Hikari le contó por qué estábamos en el castillo.

–Curioso. En 1860 pasó lo mismo. Creo que no me presenté, ¿no? Sir Nicholas de Mimsy-Porpington, fantasma de la Torre de Gryffindor.

– ¡Ah! Usted es...–Le tapé la boca. Hikari había estado a punto de decir "usted es Nick Casi Sin Cabeza" y eso habría enojado a Nick. No, no necesitaba que se sacase la cabeza.

–Bueno, señoritas, ya llegamos. El Gran Salón.

Estábamos frente a las familiares puertas de roble. ¡Oh! ¡Estábamos super atrasadas! El profesor Dumbledore debía estar muy preocupado. Entramos silenciosamente en el salón, seguidas de Nick.

Sin embargo, el profesor Dumbledore no estaba para nada preocupado. Es que todos en el Gran Salón habían escuchado el estruendo que hicieron los tachos al estrellarse contra la puerta. Por suerte no habíamos llegado tarde al desayuno, ya que ni bien nos sentamos, aparecieron jarras de jugo de naranjas, salchichas, tocino, tostadas, teteras, en fin: de todo. Empezamos a desayunar, cuando Dumbledore se aclaró la garganta, para atraer la atención de los pocos profesores que había ahí.

–Ejem. Creo que es hora de presentar a las señoritas, ¿verdad Minerva?–dijo, diriéndose a la profesora McGonagall– Ellas son las niñas de las que les hablaba hace un rato. Ella es Hikari Lumen–dijo, mientras señalaba a Hikari– y ella Nadia Siksnys– me señaló. –Espero haberlo dicho bien, Nadia. Hikari, Nadia, él es Filius Flitwick, jefe de la casa Raveclaw; Selene Taylor, jefa de la casa Hufflepuff; Matt Williams, jefe de la casa Slytherin; y por último, Minerva McGonagall, jefa de la casa Gryffindor. –Mientras los presentaba, los iba señalando uno por uno.

–Mucho gusto–dije, intentando ser muy respetuosa.

–Encantada de conocerlos–dijo Hikari. Me sorprendió la manera en que lo decía. Aunque, viniendo de Hikari Lumen, una chica que nunca se quedaba cinco años en el mismo lugar, era de esperar. ¡Seguro que ya estaba acostumbrada!

–Señor, disculpe, pero... ¿cómo iremos al Callejón Diagon?–preguntó Hikari.

–Irán con Hagrid–contestó. ¡Hagrid! Debí haberlo sabido. Pensándolo bien, Hagrid debía tener diez o quince años como guardabosque. Pero Dumbledore suponía que no lo conocíamos, porque agregó–llegará en cualquier momento.

En efecto, en ese momento las puertas del Gran Salón se abrieron y un hombre ENORME entró rápidamente.

– ¿Me perdí de algo, profesor Dumbledore, señor?–preguntó, mientras ocupaba su lugar en la mesa alta.

–Hagrid, ellas son las señoritas que llevarás al Callejón Diagon–dijo, señalándonos.

–Hola. ¿Supongo que son Hikari Lumen y Nadia S...?

–Nadia Siksnys. Pero llamame simplemente Nadia, mi apellido es difícil de pronunciar. ¡Todos se equivocan! –Dije, previniendo un problema de pronunciación.

Watashi wa Lumen Hikari! Perdón, soy Hikari Lumen–Dijo Hikari. Evidentemente, ya le había tomado confianza. Algo obvio, porque ¿quién no era capaz de confiar en Rubeus Hagrid, guardián de las llaves y terrenos de Hogwarts?

–Iremos después del desayuno, ¿qué les parece?

– ¡Genial!–dije.

Sou da ne!–exclamó Hikari.

***

Dos horas después, Hikari, Hagrid y yo estábamos en el Leaky Cauldron, listos para entrar al Callejón Diagon. Hagrid nos llevó a un pequeño patio y sacó un paraguas rosado.

–Tres arriba... dos horizontales...–musitaba. Nosotras sabíamos que sucedería a continuación, pero no cómo. –Chicas, un paso atrás.

Y golpeó tres veces con la punta de su paraguas en un ladrillo. Inmediatamente, apareció una entrada. Hagrid la cruzó y nosotras lo imitamos.

–Chicas, esto es el Callejón Diagon.

El Callejón Diagon estaba repleto de gente. Era un lugar maravilloso, lleno de negocios. Era más lindo de lo que la película mostraba. Yo no paraba de mirar en todas direcciones, observando las distintas tiendas. Tiendas de calderos, droguerías, veterinarias...

–Primero iremos a Gringotts, el banco de los magos. Tengo que hacer algo ahí, después compraremos los últiles. –Dijo, mientras señalaba un edificio color blanco.

Entramos en Gringotts, emocionadas. Hagrid se dirigió a un mostrador y empezó a hablar con un gnomo.

–Buenos días. Tengo una carta del profesor Dumbledore. Necesito depositar algo. –Hagrid le entregó una carta al gnomo, el cual la leyó con mucha atención. Luego, el gnomo le devolvió la carta a Hagrid y habló.

–Está todo en orden. La bóveda 713 está libre. Voy a hacer que los acompañen ¡Griphook!

Hikari y yo nos miramos con sorpresa. ¿Griphook? ¿El gnomo del libro uno? En efecto.

Griphook nos condujo a un pasillo, donde había un carrito. ¡Oh, no! ¡Yo odio las montañas rusas!, pensé. De sólo pensar en un viaje vertiginoso se me revolvían las tripas, y no exactamente de hambre. Hikari estaba un poco sorprendida, pero para nada asustada. Los cuatro nos subimos al carrito y empezó nuestro viaje.

Fue algo mareante. El carrito se movía con no mucha delicadeza, tambaleándonos de un lado a otro. No me sentía nada bien, tenía ganas de vomitar (N/A: hace años que no vomito, tiene que ser algo muy feo para hacerme sentir así). Miré a Hagrid, y él también parecía que iba a vomitar, ya que tenía la cara ligeramente verde. ¿Hikari? Ella disfrutaba del recorrido. De repente se detuvo el carrito. Primero bajó Griphook, luego Hikari, después Hagrid (algo mareado) y por último yo (bastante mal).

–Bóveda 713. –Dijo el gnomo. Un momento. ¿Bóveda 713? Si la bóveda 713 estaba libre, eso significaba que Hagrid iba a depositar...

Hagrid sacó un paquetito y, avanzando, lo colocó en la bóveda. Después de eso, subimos otra vez al carrito (para desgracia mía y de Hagrid) y regresamos al hall de Gringotts. Al salir, Hagrid nos invitó a almorzar en el Leaky Cauldron, diciendo que necesitaba reponerse del viaje, ya que odiaba los carros de Gringotts (cosa que también pensaba yo). Pero apenas pusimos un pie fuera de ahí cuando escuchamos unos gritos.

– ¡Eh, Hagrid!

– ¡Hagrid, aquí!

– ¡James, Sirius!–dijo Hagrid, contento. Se acercó a ellos a grandes zancadas, y nosotras lo seguimos. Sólo había un Sirius, y ese era Sirius Black, ¡uno de los tres geniales Marauders! Obviamente, los Marauders habían sido cuatro, pero Pettigrew era sólo un petiso, gordo, imbécil, inútil, traidor y asesino de los Potter (N/A: si hiciera una lista con todos los insultos a Pettigrew, no me alcanzaría ni todo el papel del mundo). Y si Sirius Black estaba ahí, el otro era James Potter, ¡el papá de Harry! (además de ser otro gran Marauder).

– ¿Cómo andan?

– ¡Genial! Vinimos a comprar los útiles. ¿Y porqué estas aquí, Hagrid?–dijo James.

–Tenía que acompañar a las señoritas–respondió, poniendo una mano sobre el hombro de Hikari, quien me miró con cara de "Tomoki a punto de llorar".

– ¡Ah! ¿Empiezan este año?–preguntó Sirius, con cara picarona.

– Sí –eso creo, quería agregar.

– ¿Y en qué casa piensan estar?–preguntó James. Eso era fácil de contestar. Una vez había pasado por un Sombrero Seleccionador virtual, y me había puesto en Gryffindor. ¿Pero y Hikari?

–Gryffindor–dije yo.

–Hufflepuff o Gryffindor–contestó Hikari.

–Nosotros empezamos 4to este año–dijo James.

– ¡Sip! Y estamos en Gryffindor–terminó Sirius.

–Bueno, yo voy a tomar algo al Leaky Cauldron. –Dijo Hagrid– Chicas, ¿porqué no empiezan con sus compras?

Demo...

–Hagrid... nosotras no...

– ¡No te preocupes, Hagrid!–dijo contento Sirius.

– ¡Nosotros podemos acompañarlas! ¿No, Padfoot?–exclamó James, dándole un codazo amistoso a Sirius.

– ¡Claro, Prongy!–contestó Sirius-Padfoot. – ¿Eh? ¿Qué dices, Hagrid?

–Bueno... de acuerdo.

– ¡Sí ~ ~ ~ ~!–gritaron a coro los dos Marauders.

***

Media hora después...

– ¡Uf!–se escuchó decir a Sirius, que estaba oculto tras una pequeña pila de bolsas–Lástima que no podemos usar la magia en las vacaciones...

– ¡Ayy! Sí–dije yo– ¡todo esto pesa mucho! ¡Un montón!

–Ahá. Y ustedes llevan todo el equipo completo, ¿no quieren que les ayudemos?–dijo James, que llevaba todo en una mochila.

–Yo sí, onegai–dijo Hikari, que parecía a punto de morirse del peso.

– ¿Y por qué no pusiste los libros en el caldero?–le dije yo– Así te va a pesar un poquitito menos.

–A propósito ¿qué les falta?–quiso saber Sirius.

–Las varitas–respondí.

– ¡Primero descansemos!–pidió Hikari.

– ¡Buena idea! Eso era lo que iba a decir...–murmuró Sirius.

– ¿Qué hacemos?–pregunté yo.

– ¡Ya sé! ¡Vamos a comer helados! ¡Yo invito!–exclamó James.

–Vaya, vaya... ¿pero quién tenemos aquí?–dijo despectivamente alguien. James y Sirius pusieron caras feas.

–Snape...–murmuraron los chicos a coro.

Hikari y yo nos quedamos de piedra. Hmmm, si era Snape, le haría pagar todas las que no haría contra Gryffindor en el futuro.

–Nunca pensé que te juntarías con chusma como esta, Black–dijo, señalándonos–pensé que con la sangre-sucia de Murgrave era suficiente...

–No te atrevas...–le espetó James.

–Me dan vergüenza. Juntándose con sangres-sucia como esas dos que tienen al lado...

"Oh, no!" pensé "Snape, de mí no te salvás" Sirius hizo el ademán de usar su varita, pero fui más rápida: se la saqué yo y, apuntando a Snape, le mandé un "Furunculus!" como se lo merecía.

–Awwww!–chillaba. Bingo, ¡mi primer hechizo con varita había funcionado, aunque no fuese mía!– ¡Ya me las pagarán, sangres-sucias!–gritó, mientras se marchaba corriendo.

– ¡Cuando tú quieras, pedazo de baka!–le dijo Hikari.

– ¿Me he perdido algo importante?–dijo una voz conocida.

–No, nada importante, Hagrid–respondió James.

***

– ¿Les gustó el día?–preguntó Hagrid.

– ¡Sí! Fue muy interesante–respondí.

–Pero no tanto como "kimi no Kouji-kun", ¿no?–dijo Hikari, mientras me miraba.

Sou da ne!–le contesté por lo bajo. Claro, no hay nada más lindo que "watashi no Kouji-kun". Quizás... Snape chillando como loco con unos forúnculos en la cabezota.

––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––

Ufff! Esta vez si que me maté! Bueno, pasemos a las "aclaraciones del fic".

"Honto, Haari-chan, watashi wa... Ka-do Capta- Hikari!": esta frase significa "De verdad, Harry-chan, yo soy... ¡Card Captor Hikari!"(dios mío, los sueños que tiene Hikari-chan ¬¬). Daijobu: ¿estás bien? Baka: tonto. Gome ne: perdón (muy sencillo). "Petit Marauders Gummi": "El grupo de los pequeños Marauders". Onegai: por favor. "Kimi (y Watashi) no Kouji-kun: esta frase es un poco difícil de traducir, pero sé que puedo: en este caso, los japoneses dicen primero la persona poseedora del objeto (Kimi=ella, Watashi=yo); después viene el "no", que indica posesión; y luego la persona u objeto (Kouji Minamoto de DF); el "kun" significa "señor". Esta frase nos quedaría: "Tu querido Kouji", si lo dice Hikari; y "Mi querido Kouji", cuando lo digo yo. ¿Qué tal? ¿Soy buena enseñando? Bue, ¡estoy out de escribir! ¡Hasta el próximo chapter, y... ¡send rewiews, onegai!

Nadilius Weasley

PD: acabo de publicar mi primer fic de Digimon Frontier! Obviamente, el protagonista es "watashi no Kouji-kun". El fic es Romance/Drama. Léanlo (Silice Black, si estás por acá...¬¬) y déjenme rewiews. Ahora sí, ¡chausis! ^-^