The Sakura Files
Episodio 5
"Un Peu de Bleu Peur"
(Un poco de miedo azul)
Por Rainy
(Moon_Rainy@spellbox.com)
NOTAS DE AUTOR: AWOOOOO!!!! SÃ, yo sé que en el episodio pasado dije que este se llamarÃa "Las Cartas Sakura 1: Europa, mi amor", pero resulta que ayer, consultándolo con la almoada se me ocurrió mejor el tÃtulo que ven arriba. He recibido muchos mensajes en review y en mi correo que me piden que sea un poco mas clara con lo que pasa en este fic. Lo único que les puedo decir es que ¡mi plan maestro está funcionando! ¡¡SsssÃ!! Como dijo Kalimán, "Serenidad y Paciencia" mis pequeños Solines. Les puedo decir que este fic tiene un giro inesperado allá por el episodio 9 que me hará la enemiga pública No. 1 probablemente... Lo puedo ver ahora... Bueno, suficiente con esto. Hoy es dÃa 5 de febrero, llueve a cántaros y mi madre quiere ir a la tienda...
DISCLAIMER (notas legales aburridas) --- CCS y todos sus personajes son propiedad de CLAMP y otras empresas japonesas que no puedo mencionar. "Midnight" y todos sus personajes son propiedad de Moon_Vortex 2002 y son utilizados con todo derecho por una de sus autoras.
ADVERTENCIA-- Este fic puede contener material no apropiado para personas menores de edad (violencia gráfica, lenguaje profano, etc)
* * * * * * * *
El hotel ParÃs se encontraba en la calle Pasteur. Era un lugar conocido por la gente, habitado en su mayorÃa por extranjeros. Aproximadamente a las 3 de la tarde, a las afueras del lugar, un joven encendÃa su cigarrillo y respiraba el aire helado que inundaba la ciudad. Usaba una gabardina negra de piel, casi llegando al piso, dejando al descubierto sus botas negras con aros metálicos a los lados. Una larga bufanda de franela colgaba, dando dos vueltas alrededor de su cuello y una gorra negra, aplanada y de piel, un tanto usada, cubrÃa su cabeza. TenÃa el cabello corto, de un azul celeste, sedoso. Su piel (o por lo menos parte del rostro que podÃa ser vista) era blanca, pero un blanco pálido, espectral. TenÃa ojos del mismo color de su pelo, que miraban serenos a su alrededor, pero con cierto aire de melancolÃa o tristeza. Era delgado y alto, con manos delgadas, semejantes a las de un pianista. En la calle, un auto de lujo negro se estacionó frente a él. Del vehÃculo bajó un misterioro sujeto vestido de negro, cubriendo sus ojos con gafas oscuras. El individuo se acercó a él y dijo:
"Bonjour, monsieur"
"Bonjour", respondió el joven con voz gruesa.
"Excuzes-moi, vous êtes monsieur Bleu?"
"Oui. Pourquoi?"
"Message par vous", dijo el sujeto entregándole un sobre blanco. Bleu tomó el sobre.
"Merci", dijo abriendo el sello. El tipo permaneció parado ahÃ. Bleu leyó el contenido y sonrió irónicamente. Luego, volviéndose al tipo, preguntó, "Et Vous?".
"Je ai mandat, monsieur..."
"Oui, oui... Ça va", dijo Bleu fastidiado, caminando hacia el auto. Abrió una puerta y entró, seguido del otro sujeto, quien tomó el lugar del conductor, llevándoselo varios minutos después, al aeropuerto de ParÃs. Una vez ahÃ, Bleu caminó hacia los baños, adentrándose al baño de hombres. Dentro, estaba esperándolo Oskar.
"Tardaste", dijo Oskar en un idioma distinto a cualquiera de los idiomas de la tierra. Bleu se encogió de hombros.
"No tengo la culpa de que tu conductor maneje como señorita. ¿Qué hay?"
"Los de Micael han logrado entrar a Tomoeda", dijo Oskar entregando unos documentos a Bleu, quien los leyó con sumo interés, "No sabemos cómo, lo que sabemos es que lo hicieron. Por lo visto la susodicha protección que Clow prometió tuvo ciertos... huecos"
"Interesante. ¿Cuándo me voy?"
"Hoy. Aquà tienes tu boleto, tu maleta de necesidades, todo", dijo Oskar haciendo entrega de todo lo mencionado, "Recuerda que debes impedir el contacto con las cartas y si es necesario que las obtengas antes que ellos, sea".
"SerÃa romper el contrato"
"En situaciones extremas todo es válido"
"¿Qué hago en caso de que el nuevo dueño se niegue a cooperar?"
"Si es necesario destruir al nuevo dueño, adelante. Todo lo necesario para evitar que las cartas caigan en manos angelicales, Bleu".
"Entendido"
Bleu guardó todo en el maletÃn y suspiró. Oskar le preguntó, "¿Qué pasa?"
"Nada... Bueno, es que... Europa... Amo este lugar. Amo la idea de este lugar: decadencia, melancolÃa... cada edificio añora al pasado y me cuentan historias increibles..."
"Hablas como si volvieras nunca, Bleu"
"Nunca sabemos lo que depara el destino. Todo lo que sé es que en Europa queda mi corazón... Y tengo la sensación de que nunca volveré a ella...Europa, mi amor"
Bleu salió y tomó el primer vuelo a Tokio.
* * * * * * * *
Sakura realmente habÃa tenido un pésimo dÃa.
Aparte de que el profesor de matemáticas les habÃa aplicado un examen sorpresa, la práctica de bastoneras habÃa ido realmente mal y en camino a su casa se habÃa caido de los patines, lastimándose las rodillas y su codo derecho. Andaba toda adolorida cuando llegó a casa y recordó que era su turno de hacer la cena.
Estaba cocinando. Se quemó alrededor de tres veces. Se cortó con el cuchillo. Bueno, poco le faltó para que incendiara la casa. Tanto alboroto armó que Kero llegó apresuradamente para ver lo que pasaba, pues estaba dormitando en la habitación de Sakura. Mientras trataba de cuidar sus heridas, la puerta sonó. Sakura se apresuró a abrir, resbalándose y cayendo antes de llegar a la puerta. Al fin pudo abrir. Sean estaba del otro lado, con varios paquetes entre sus manos, mirando a Sakura un tanto preocupado.
"S-Sean...¿Qué haces aqu�" preguntó Sakura toda adolorida y atolondrada.
"Hoy no te mirabas bien en la escuela. Me preocupé y decidà preparar la cena. La verdad es que buscaba cualquier excusa para venir a verte, asà que la cena resultó ser una excusa muy eficiente", dijo al ver que Sakura se ponÃa coloradÃsima.
"N-N-No tuviste que ha-haberte mo-molestado, de verdad..."
"¡Si no fue ninguna molestia! Además, preparé comida rápida... "
Al abrir los paquetes, Sakura se quedó con un "?!" en la cabeza enorme, pues a Sean le habÃa picado el bicho de la comida mexicana, por lo que la cena consistÃa en enchiladas, ensalada, tacos de desebrada y sopa de arroz roja. "¿Y qué es esto?" preguntó la muchacha. Sean sonrió.
"Comida mexicana. ¿Sabes? Vivà mucho tiempo en ese paÃs y, pues me quedó el conocimiento de hacer los platillos además del gusto. Saben deliciosos..."
Tentativamente, Sakura tomó un poco de enchilada y la probó. El condimento era demasiado, incluso para ella. Al verla tomar tanta agua, Sean dijo apenado, "Tal vez debà tomar en cuenta de que no toleras lo picante... Lo siento"
"No te preocupes..." dijo un poco más repuesta. En ese momento, su padre llegó. Luego de las introducciones, decidieron cenar, enfocándose más hacia la ensalada y los tacos, pero luego perdiendo la timidez y entrándole de lleno a las enchiladas que, luego de un rato, dejaron de ser tan picantes y resultaron ser un delicioso platillo. "Realmente eres un buen cocinero", dijo el padre de Sakura.
"Gracias, señor Kinomoto..." dijo Sean aceptando el complemento.
"Tal vez te pida que hagas de cenar todos los dÃas", dijo Sakura a manera de broma, haciendo que Sean se ruborizara. En ese momento, Sean sintió una presencia poderosa. Despistadamente levantó la mirada un poco y sonrió. No habÃa duda de ello.
HabÃa encontrado a las Cartas Clow.
* * * * *
"Alumnos, hoy tenemos a otro nuevo compañero... Pasa"
El delgado joven de piel blanquÃsima (aún más que la de Tomoyo) entró e hizo sentir su presencia a Sakura de una manera sorprendente. Sus ojos azules tenÃan ese brillo sobrenatural y su cabello corto del mismo color le daba un aspecto casi irreal.
"Su nombre es Rousseau. Bleu Rousseau"
"Mucho gusto a todos. Yo soy Bleu", dijo con un marcado acento extranjero.
Tomó asiento detrás de Tomoyo, al lado de Sean, quien lo miraba tratando de identificarlo. SabÃa que lo conocÃa. Sakura, por su parte, lo habÃa seguido con la mirada, con el extraño presentimiento de la presencia de algo no- humano. Bleu la miró por encima del hombro. Le parecÃa algo insignificante.
"Hola, yo soy Sakura Kinomoto"
Bleu dirigió su mirada a la joven. La camana del descanzo habÃa tocado y ahora tanto ella como Tomoyo y Sean se habÃan acercado a él.
"Yo soy Tomoyo Daidouji"
"Y yo soy Sean Matthers"
"Mucho gusto" dijo Bleu seriamente, "Mi nombre es Bleu Rousseau"
"¿De dónde vienes, Bleu?"
"Vengo de La Rochelle, Francia"
"¡Qué divertido! Dos estudiantes extranjeros" aplaudió Tomoyo, "Sean aquà viene de Escocia, ¿sabes?"
"Qué interesante", dijo Bleu clavando sus ojos en Sean, "Apuesto que es un paÃs muy interesante, Escocia"
"Lo es", dijo Sean, sintiendo el rechazo de Bleu, quien ahora estudiaba las actitudes de Sakura.
"Puedes acompañarnos al almuerzo, si lo deseas", dijo la chica.
"No, gracias", dijo Bleu poniéndose de pie, "Debo estudiar".
Salió. "Es extremadamente serio, ¿no te parece?" dijo Tomoyo. Sakura movió afirmativamente la cabeza mientras que Sean no dejaba de ver el camino tomado por Bleu, sintiendo que algo en ese joven no era que digamos... correcto.
"Es extraño", dijo Sakura, varias horas después, a Kero, ambos en la habitación de esta. "Es serio, es raro... siento algo... no sé qué... Toda la clase estuve observándolo y su atención no parecÃa estar en clase, sin embargo, cuando el profesor le preguntaba algo, contestaba correctamente y sin titubear".
"¿Y dices que viene de Francia?" preguntó Kero.
"A-ah".
"Hummm... Si sientes esto con este individuo, tal vez se trate de alguien con grandes poderes mágicos, Sakura. Lo mejor será que mañana me lleves contigo a la escuela para que yo mismo pueda ver a este sujeto..."
"¿Crees que sea prudente?"
"Es necesario"
"¿Acaso tú y Yue han sentido algo y de eso te quiso hablar Yue a solas?"
"¿Cuándo?"
"El otro dÃa, cuando Yukito me pidió que te dijera que querÃa hablar a solas contigo y te lo dije..."
"¡No me dijiste nada, Sakura!" chilló Kero. Sakura se quedó extrañada.
"Pe-pero... te lo dije... ¿o no?"
"¡Chamaca del demonio! ¡¿Cómo se te pudo olvidar algo tan importante como eso?!"
Y asÃ, mientras Kero regañaba a Sakura, afuera, mirando hacia la ventana con la luz encendida, estaba una figura oculta entre las sombras.
* * * * * * *
La luna estaba ausente. Era pasada la medianoche. El viento entraba suavemente por la ventana de Sakura mientras ella y Kero dormÃan profundamente. Una sombra se deslizaba, entrando a la habitación.
* * * * * * *
"¡¡SAKURA!!"
Sakura despertó con un susto. Kero estaba en su forma de bestia, alarmado. "¿¡Qué pasa, Kero?!"
"¡¡Las cartas!!" exclamó Kero, "¡¡Alguien ha robado las cartas!!"
"¿¡QUE!?"
En menos de cinco segundos, Sakura ya estaba revisando toda su habitación. En efecto, las cartas ya no estaban. Kero decidió ir a buscar a Yue mientras Sakura se vestÃa y salÃa de su casa, hacia el parque pingüino, en donde los tres se verÃan. Por su mente pasaron miles de cosas y la angustia hizo presa a su corazón. Se le hicieron eternos los minutos antes de ver a Yue y a Keroberos en el parque, ambos con una cara de alarma que la hicieron sentirse peor de lo que ya se sentÃa.
"¿Ninguna pista?" preguntó Yue. Sakura movió negativamente la cabeza. "Nada".
"Esto es importante, Sakura", dijo Kero, "Quiero que te tranquilices para poder encontrar las cartas. Eres la dueña, puedes llamarlas de donde se encuentren para que vengan a tÃ" Mientras hablabla, Yue movÃa afirmativamente la cabeza.
"No siento ninguna fuerza malévola", dijo, "Inténtalo".
Sakura, decidida. Cerró los ojos y se concentró en las cartas. Con todo su corazón deseó que ellas vinieran de nuevo a su lado. El sello de magia se formó a sus pies, liberando el poder dentro de Sakura, quien invocaba a las cartas con sus pensamientos, su alma, su ser. Tanto Yue como Keroberos miraban atentos a lo que ocurrÃa, esperando cualquier cosa. En eso, Sakura abrió los ojos y corrió a su derecha. "¡Acá!"
Los tres corrieron hacia donde Sakura corrÃa. Entre los primeros árboles que rodeaban al parque estaba el libro. En cuanto Sakura lo vio, este se abrió y las cartas salieron a su encuentro. La dicha de Sakura fue grande al ver que las cartas formaban un cÃrculo a su alrededor, como diciendo, "estamos bien, Sakura, no te preocupes".
"¿Están todas ah�" preguntó Yue. Sakura movió afirmativamente la cabeza, abrazando a las cartas como una madre lo hace a un hijo. "Estaba preocupada por ustedes", les dijo con voz suave, "Realmente preocupada..."
"Será mejor que volvamos a casa", dijo Kero, "Ha sido un despertar muy agitado".
Comenzaron a caminar cuando Yue se detuvo. Kero y Sakura se volvieron a verlo. "¿Ocurre algo?" preguntó Kero. Yue se quedó quieto durante unos segundos, luego de los cuales dijo:
"Nada... No es nada... Vamos.."
Al llegar a su casa, Yue habÃa adoptado la figura de Yukito y Kero ahora viajaba en su hombro. Sakura iba pensativa. Los dos guardianes preocupados. ¿Cómo fue que las cartas salieron de casa? ¿Quién las habÃa dejado ahÃ? ¿Se encontraban realmente bien?
"Sakura..."
Sakura se volvió. Yukito la miraba angustiado. "No me agrada la idea de dejarte sola hoy". Sakura sacudió la cabeza, "No te preocupes, Yukito. Estaremos bien. Hoy Kero me acompañará a la escuela..."
"Cualquier cosa..."
"Te llamaremos, Yukito. Estaremos bien".
Yukito siguió su camino, no muy convencido de que esas últimas palabras eran 100% ciertas.
Sakura tampoco lo estaba.
*********************************************************************
Continuará en el Episodio 6
"El cambio"
YAY!!! Andaba inspirada hoy!!!! Terminé un episodio en un dÃa!!! Bueno, espero les guste. Estuve escuchando Sakura Soundtracks durante toda la escribidera. Como pueden ver practiqué un poquito mi no-muy-fluido francés (estoy en clases del idioma. Apenas llevo como tres semanas). Ustedes se preguntarán quién es Bleu ahora... Ja ja ja!! Todo tiene explicación y por eso les diré lo que le solÃa decir a mi hermana cuando me preguntaba algo que tendrÃa una explicación futura en una historia: "Eso es para MI saber y TU averiguar". Bueno. Nos veremos en el proximo episodio... :)))
Moon_Rainy@spellbox.com
al36662@uacj.alumnos.mx
Episodio 5
"Un Peu de Bleu Peur"
(Un poco de miedo azul)
Por Rainy
(Moon_Rainy@spellbox.com)
NOTAS DE AUTOR: AWOOOOO!!!! SÃ, yo sé que en el episodio pasado dije que este se llamarÃa "Las Cartas Sakura 1: Europa, mi amor", pero resulta que ayer, consultándolo con la almoada se me ocurrió mejor el tÃtulo que ven arriba. He recibido muchos mensajes en review y en mi correo que me piden que sea un poco mas clara con lo que pasa en este fic. Lo único que les puedo decir es que ¡mi plan maestro está funcionando! ¡¡SsssÃ!! Como dijo Kalimán, "Serenidad y Paciencia" mis pequeños Solines. Les puedo decir que este fic tiene un giro inesperado allá por el episodio 9 que me hará la enemiga pública No. 1 probablemente... Lo puedo ver ahora... Bueno, suficiente con esto. Hoy es dÃa 5 de febrero, llueve a cántaros y mi madre quiere ir a la tienda...
DISCLAIMER (notas legales aburridas) --- CCS y todos sus personajes son propiedad de CLAMP y otras empresas japonesas que no puedo mencionar. "Midnight" y todos sus personajes son propiedad de Moon_Vortex 2002 y son utilizados con todo derecho por una de sus autoras.
ADVERTENCIA-- Este fic puede contener material no apropiado para personas menores de edad (violencia gráfica, lenguaje profano, etc)
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El hotel ParÃs se encontraba en la calle Pasteur. Era un lugar conocido por la gente, habitado en su mayorÃa por extranjeros. Aproximadamente a las 3 de la tarde, a las afueras del lugar, un joven encendÃa su cigarrillo y respiraba el aire helado que inundaba la ciudad. Usaba una gabardina negra de piel, casi llegando al piso, dejando al descubierto sus botas negras con aros metálicos a los lados. Una larga bufanda de franela colgaba, dando dos vueltas alrededor de su cuello y una gorra negra, aplanada y de piel, un tanto usada, cubrÃa su cabeza. TenÃa el cabello corto, de un azul celeste, sedoso. Su piel (o por lo menos parte del rostro que podÃa ser vista) era blanca, pero un blanco pálido, espectral. TenÃa ojos del mismo color de su pelo, que miraban serenos a su alrededor, pero con cierto aire de melancolÃa o tristeza. Era delgado y alto, con manos delgadas, semejantes a las de un pianista. En la calle, un auto de lujo negro se estacionó frente a él. Del vehÃculo bajó un misterioro sujeto vestido de negro, cubriendo sus ojos con gafas oscuras. El individuo se acercó a él y dijo:
"Bonjour, monsieur"
"Bonjour", respondió el joven con voz gruesa.
"Excuzes-moi, vous êtes monsieur Bleu?"
"Oui. Pourquoi?"
"Message par vous", dijo el sujeto entregándole un sobre blanco. Bleu tomó el sobre.
"Merci", dijo abriendo el sello. El tipo permaneció parado ahÃ. Bleu leyó el contenido y sonrió irónicamente. Luego, volviéndose al tipo, preguntó, "Et Vous?".
"Je ai mandat, monsieur..."
"Oui, oui... Ça va", dijo Bleu fastidiado, caminando hacia el auto. Abrió una puerta y entró, seguido del otro sujeto, quien tomó el lugar del conductor, llevándoselo varios minutos después, al aeropuerto de ParÃs. Una vez ahÃ, Bleu caminó hacia los baños, adentrándose al baño de hombres. Dentro, estaba esperándolo Oskar.
"Tardaste", dijo Oskar en un idioma distinto a cualquiera de los idiomas de la tierra. Bleu se encogió de hombros.
"No tengo la culpa de que tu conductor maneje como señorita. ¿Qué hay?"
"Los de Micael han logrado entrar a Tomoeda", dijo Oskar entregando unos documentos a Bleu, quien los leyó con sumo interés, "No sabemos cómo, lo que sabemos es que lo hicieron. Por lo visto la susodicha protección que Clow prometió tuvo ciertos... huecos"
"Interesante. ¿Cuándo me voy?"
"Hoy. Aquà tienes tu boleto, tu maleta de necesidades, todo", dijo Oskar haciendo entrega de todo lo mencionado, "Recuerda que debes impedir el contacto con las cartas y si es necesario que las obtengas antes que ellos, sea".
"SerÃa romper el contrato"
"En situaciones extremas todo es válido"
"¿Qué hago en caso de que el nuevo dueño se niegue a cooperar?"
"Si es necesario destruir al nuevo dueño, adelante. Todo lo necesario para evitar que las cartas caigan en manos angelicales, Bleu".
"Entendido"
Bleu guardó todo en el maletÃn y suspiró. Oskar le preguntó, "¿Qué pasa?"
"Nada... Bueno, es que... Europa... Amo este lugar. Amo la idea de este lugar: decadencia, melancolÃa... cada edificio añora al pasado y me cuentan historias increibles..."
"Hablas como si volvieras nunca, Bleu"
"Nunca sabemos lo que depara el destino. Todo lo que sé es que en Europa queda mi corazón... Y tengo la sensación de que nunca volveré a ella...Europa, mi amor"
Bleu salió y tomó el primer vuelo a Tokio.
* * * * * * * *
Sakura realmente habÃa tenido un pésimo dÃa.
Aparte de que el profesor de matemáticas les habÃa aplicado un examen sorpresa, la práctica de bastoneras habÃa ido realmente mal y en camino a su casa se habÃa caido de los patines, lastimándose las rodillas y su codo derecho. Andaba toda adolorida cuando llegó a casa y recordó que era su turno de hacer la cena.
Estaba cocinando. Se quemó alrededor de tres veces. Se cortó con el cuchillo. Bueno, poco le faltó para que incendiara la casa. Tanto alboroto armó que Kero llegó apresuradamente para ver lo que pasaba, pues estaba dormitando en la habitación de Sakura. Mientras trataba de cuidar sus heridas, la puerta sonó. Sakura se apresuró a abrir, resbalándose y cayendo antes de llegar a la puerta. Al fin pudo abrir. Sean estaba del otro lado, con varios paquetes entre sus manos, mirando a Sakura un tanto preocupado.
"S-Sean...¿Qué haces aqu�" preguntó Sakura toda adolorida y atolondrada.
"Hoy no te mirabas bien en la escuela. Me preocupé y decidà preparar la cena. La verdad es que buscaba cualquier excusa para venir a verte, asà que la cena resultó ser una excusa muy eficiente", dijo al ver que Sakura se ponÃa coloradÃsima.
"N-N-No tuviste que ha-haberte mo-molestado, de verdad..."
"¡Si no fue ninguna molestia! Además, preparé comida rápida... "
Al abrir los paquetes, Sakura se quedó con un "?!" en la cabeza enorme, pues a Sean le habÃa picado el bicho de la comida mexicana, por lo que la cena consistÃa en enchiladas, ensalada, tacos de desebrada y sopa de arroz roja. "¿Y qué es esto?" preguntó la muchacha. Sean sonrió.
"Comida mexicana. ¿Sabes? Vivà mucho tiempo en ese paÃs y, pues me quedó el conocimiento de hacer los platillos además del gusto. Saben deliciosos..."
Tentativamente, Sakura tomó un poco de enchilada y la probó. El condimento era demasiado, incluso para ella. Al verla tomar tanta agua, Sean dijo apenado, "Tal vez debà tomar en cuenta de que no toleras lo picante... Lo siento"
"No te preocupes..." dijo un poco más repuesta. En ese momento, su padre llegó. Luego de las introducciones, decidieron cenar, enfocándose más hacia la ensalada y los tacos, pero luego perdiendo la timidez y entrándole de lleno a las enchiladas que, luego de un rato, dejaron de ser tan picantes y resultaron ser un delicioso platillo. "Realmente eres un buen cocinero", dijo el padre de Sakura.
"Gracias, señor Kinomoto..." dijo Sean aceptando el complemento.
"Tal vez te pida que hagas de cenar todos los dÃas", dijo Sakura a manera de broma, haciendo que Sean se ruborizara. En ese momento, Sean sintió una presencia poderosa. Despistadamente levantó la mirada un poco y sonrió. No habÃa duda de ello.
HabÃa encontrado a las Cartas Clow.
* * * * *
"Alumnos, hoy tenemos a otro nuevo compañero... Pasa"
El delgado joven de piel blanquÃsima (aún más que la de Tomoyo) entró e hizo sentir su presencia a Sakura de una manera sorprendente. Sus ojos azules tenÃan ese brillo sobrenatural y su cabello corto del mismo color le daba un aspecto casi irreal.
"Su nombre es Rousseau. Bleu Rousseau"
"Mucho gusto a todos. Yo soy Bleu", dijo con un marcado acento extranjero.
Tomó asiento detrás de Tomoyo, al lado de Sean, quien lo miraba tratando de identificarlo. SabÃa que lo conocÃa. Sakura, por su parte, lo habÃa seguido con la mirada, con el extraño presentimiento de la presencia de algo no- humano. Bleu la miró por encima del hombro. Le parecÃa algo insignificante.
"Hola, yo soy Sakura Kinomoto"
Bleu dirigió su mirada a la joven. La camana del descanzo habÃa tocado y ahora tanto ella como Tomoyo y Sean se habÃan acercado a él.
"Yo soy Tomoyo Daidouji"
"Y yo soy Sean Matthers"
"Mucho gusto" dijo Bleu seriamente, "Mi nombre es Bleu Rousseau"
"¿De dónde vienes, Bleu?"
"Vengo de La Rochelle, Francia"
"¡Qué divertido! Dos estudiantes extranjeros" aplaudió Tomoyo, "Sean aquà viene de Escocia, ¿sabes?"
"Qué interesante", dijo Bleu clavando sus ojos en Sean, "Apuesto que es un paÃs muy interesante, Escocia"
"Lo es", dijo Sean, sintiendo el rechazo de Bleu, quien ahora estudiaba las actitudes de Sakura.
"Puedes acompañarnos al almuerzo, si lo deseas", dijo la chica.
"No, gracias", dijo Bleu poniéndose de pie, "Debo estudiar".
Salió. "Es extremadamente serio, ¿no te parece?" dijo Tomoyo. Sakura movió afirmativamente la cabeza mientras que Sean no dejaba de ver el camino tomado por Bleu, sintiendo que algo en ese joven no era que digamos... correcto.
"Es extraño", dijo Sakura, varias horas después, a Kero, ambos en la habitación de esta. "Es serio, es raro... siento algo... no sé qué... Toda la clase estuve observándolo y su atención no parecÃa estar en clase, sin embargo, cuando el profesor le preguntaba algo, contestaba correctamente y sin titubear".
"¿Y dices que viene de Francia?" preguntó Kero.
"A-ah".
"Hummm... Si sientes esto con este individuo, tal vez se trate de alguien con grandes poderes mágicos, Sakura. Lo mejor será que mañana me lleves contigo a la escuela para que yo mismo pueda ver a este sujeto..."
"¿Crees que sea prudente?"
"Es necesario"
"¿Acaso tú y Yue han sentido algo y de eso te quiso hablar Yue a solas?"
"¿Cuándo?"
"El otro dÃa, cuando Yukito me pidió que te dijera que querÃa hablar a solas contigo y te lo dije..."
"¡No me dijiste nada, Sakura!" chilló Kero. Sakura se quedó extrañada.
"Pe-pero... te lo dije... ¿o no?"
"¡Chamaca del demonio! ¡¿Cómo se te pudo olvidar algo tan importante como eso?!"
Y asÃ, mientras Kero regañaba a Sakura, afuera, mirando hacia la ventana con la luz encendida, estaba una figura oculta entre las sombras.
* * * * * * *
La luna estaba ausente. Era pasada la medianoche. El viento entraba suavemente por la ventana de Sakura mientras ella y Kero dormÃan profundamente. Una sombra se deslizaba, entrando a la habitación.
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"¡¡SAKURA!!"
Sakura despertó con un susto. Kero estaba en su forma de bestia, alarmado. "¿¡Qué pasa, Kero?!"
"¡¡Las cartas!!" exclamó Kero, "¡¡Alguien ha robado las cartas!!"
"¿¡QUE!?"
En menos de cinco segundos, Sakura ya estaba revisando toda su habitación. En efecto, las cartas ya no estaban. Kero decidió ir a buscar a Yue mientras Sakura se vestÃa y salÃa de su casa, hacia el parque pingüino, en donde los tres se verÃan. Por su mente pasaron miles de cosas y la angustia hizo presa a su corazón. Se le hicieron eternos los minutos antes de ver a Yue y a Keroberos en el parque, ambos con una cara de alarma que la hicieron sentirse peor de lo que ya se sentÃa.
"¿Ninguna pista?" preguntó Yue. Sakura movió negativamente la cabeza. "Nada".
"Esto es importante, Sakura", dijo Kero, "Quiero que te tranquilices para poder encontrar las cartas. Eres la dueña, puedes llamarlas de donde se encuentren para que vengan a tÃ" Mientras hablabla, Yue movÃa afirmativamente la cabeza.
"No siento ninguna fuerza malévola", dijo, "Inténtalo".
Sakura, decidida. Cerró los ojos y se concentró en las cartas. Con todo su corazón deseó que ellas vinieran de nuevo a su lado. El sello de magia se formó a sus pies, liberando el poder dentro de Sakura, quien invocaba a las cartas con sus pensamientos, su alma, su ser. Tanto Yue como Keroberos miraban atentos a lo que ocurrÃa, esperando cualquier cosa. En eso, Sakura abrió los ojos y corrió a su derecha. "¡Acá!"
Los tres corrieron hacia donde Sakura corrÃa. Entre los primeros árboles que rodeaban al parque estaba el libro. En cuanto Sakura lo vio, este se abrió y las cartas salieron a su encuentro. La dicha de Sakura fue grande al ver que las cartas formaban un cÃrculo a su alrededor, como diciendo, "estamos bien, Sakura, no te preocupes".
"¿Están todas ah�" preguntó Yue. Sakura movió afirmativamente la cabeza, abrazando a las cartas como una madre lo hace a un hijo. "Estaba preocupada por ustedes", les dijo con voz suave, "Realmente preocupada..."
"Será mejor que volvamos a casa", dijo Kero, "Ha sido un despertar muy agitado".
Comenzaron a caminar cuando Yue se detuvo. Kero y Sakura se volvieron a verlo. "¿Ocurre algo?" preguntó Kero. Yue se quedó quieto durante unos segundos, luego de los cuales dijo:
"Nada... No es nada... Vamos.."
Al llegar a su casa, Yue habÃa adoptado la figura de Yukito y Kero ahora viajaba en su hombro. Sakura iba pensativa. Los dos guardianes preocupados. ¿Cómo fue que las cartas salieron de casa? ¿Quién las habÃa dejado ahÃ? ¿Se encontraban realmente bien?
"Sakura..."
Sakura se volvió. Yukito la miraba angustiado. "No me agrada la idea de dejarte sola hoy". Sakura sacudió la cabeza, "No te preocupes, Yukito. Estaremos bien. Hoy Kero me acompañará a la escuela..."
"Cualquier cosa..."
"Te llamaremos, Yukito. Estaremos bien".
Yukito siguió su camino, no muy convencido de que esas últimas palabras eran 100% ciertas.
Sakura tampoco lo estaba.
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Continuará en el Episodio 6
"El cambio"
YAY!!! Andaba inspirada hoy!!!! Terminé un episodio en un dÃa!!! Bueno, espero les guste. Estuve escuchando Sakura Soundtracks durante toda la escribidera. Como pueden ver practiqué un poquito mi no-muy-fluido francés (estoy en clases del idioma. Apenas llevo como tres semanas). Ustedes se preguntarán quién es Bleu ahora... Ja ja ja!! Todo tiene explicación y por eso les diré lo que le solÃa decir a mi hermana cuando me preguntaba algo que tendrÃa una explicación futura en una historia: "Eso es para MI saber y TU averiguar". Bueno. Nos veremos en el proximo episodio... :)))
Moon_Rainy@spellbox.com
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