The Sakura Files
Episodio 17
El Templo Tsukimine
por Rainy
NOTAS DE LA AUTORA -- Tengo nuevos admiradores. Debería sentirme orgullosa de mí misma. Pido muchas disculpas por lo tardado de estos episodios... Pero he estado trabajando en muchos proyectos a la vez (Medianoche, Timeless Blood, And So the Moon Sighs, The Sakura Files, El Triángulo de los Dragones, sólo por mencionar algunos) y sí, yo sé que debería enfocarme a solo uno o dos, pero mi mente no me deja hacerlo. En fin. Comienzo este episodio. Es domingo 8 de diciembre, 11:01 pm.
ADVERTENCIA -- Este fic puede contener palabras o situaciones no aptas para menores de edad.
NOTA 3 -- Cardcaptor Sakura y todos sus personajes pertenecen a CLAMP. Medianoche y sus personajes me pertenecen a mi (Yaguar Media/Pandathief Media)
**************************************************************************** ***
Por las noches, el templo Tsukimine siempre se había vestido de misterio y cierto aire de magia, misticismo por así decirlo. La luna brillaba en todo su esplendor y parecía agraderle el reflejarse sobre el agua, pintando brechas de plata por todos lados mientras que las pequeñas lucecitas que las luciérnagas desprendían hacían de aq uello un verdadero paisaje para la vista.
Era antiguo el templo. De generación en generación había pasado, desde tiempos inmemoriables. Algunos decían que había sido el hogar de un gran mago, Clow Reed, quien había tenido mucho poder y sabiduría, todo ligado a la luna. Hubo quienes dijeron alguna vez conocer a Reed, un tipo extraño que no gustaba de mostrar sus sentimientos a menudo, especialmente a personas ajenas a su entorno, aún cuando su rostro y mirada reflejaban a un hombre de buen corazón y espíritu travieso. Otros, los más negativos, decían que Reed había hecho un pacto con el demonio mismo, pues nada bueno podía ser el que un hombre como él tuviese a dos guardianes como lo eran el ángel y el león con alas que siempre lo acompañaban, y que eran (lo peor del caso) creaciones del mismo Reed.
Pero no estamos hablando del supuesto pasado de Clow Reed. Estamos hablando del Templo Tsukimine, hogar de la familia Misuki. La única hija, Kaho Misuki, era una profesora de matemáticas que hacía poco había regresado de Londres, por negocios sin atender que requerían de su inmediata atención. La primer sorpresa con la que se enfrentó Kaho Misuki fue con que su mejor amigo (si no es que eran algo más que eso, pues definitivamente sentía algo profundo por esa persona) Eriol Hiragizawa había desaparecido sin dejar rastro unas horas después de haber descendido del avión que lo había llevado a Tokio. Eso en sí fue una alarma roja para Misuki, quien inmediatamente tomó el primer vuelo a Japón, esperando que sus presentimientos y visiones no hubieran sido las correctas y que Eriol (que supuestamente era la re-encarnación del famoso Clow Reed) estubiera jugando otra de sus bromas.
Pero Eriol no estaba. Misuki pasó meses buscando por todos lados sin dar respuesta de ello. Quiso ponerse en contacto con Sakura Kinomoto, actual dueña de las Cartas Clow (ahora llamadas Cartas Sakura) pero no pudo lograrlo, como si algo impidiese que su encuentro se diera. Y entonces lo supo: ellos ya estaban ahí.
Ellos. Era de imaginarse que Misuki estuviese alarmada ante la presencia de ellos, pues Clow - Eriol - le había asegurado que la zona era protegida por los otros. Pero ahora sabía que eso no era del todo cierto. Ellos habían logrado penetrar la barrera milenaria y ahora estaban en constante movimiento, haciendo todo lo posible por llegar a la dueña de las cartas Clow.
Primero mataron al padre, para que pareciera un accidente o algo relacionado con la mafia o con pandillerismo bajo. Luego, fue el hermano, en casa del mejor amigo (o amante, o lo que fuera, quien, por cierto, había desaparecido). Luego, la cardmaster se había fugado mientras que su mejor amiga era asediada por reporteros y periodistas tratando de esclarecer el asesinato de los dos miembros de la familia Kinomoto. Misuki logró establecer contacto con la amiga, Tomoyo Daidouji, y ambas pudieron dar con el paradero de la cardmaster, gracias a los poderes de Misuki y a las grandes influencias de la familia Daidouji. Supieron que se encontraba en Hong Kong, al lado de Syaoran Li, y que ambos estaban acompañados por los dos guardianes, Yue y Keroberos. Pero también supieron cuando la cardmaster murió.
Nadie tuvo que decirles nada. Ambas lo sientieron llegar en sus corazones - la luz que la cardmaster despidió para liberar al guardián de las alas de ángel llegó hacia ellas también, como si fuera un mensaje de despedida. Pero cuando esto ocurrió, otro cambio ocurrió en la vida de Tomoeda.
Ellos estaban ahí.
Primero, el atentado en casa de la familia Daidouji. Una bomba explotó en un auto, justo en la entrada principal de la casa de la familia. Misuki sabía que esto no era obra de secuestradores, sino de ellos, que trataban de que esto fuera lo más "mortalmente normal" posible. Alarmada por esto, la madre de Tomoyo decidió que ambas se fueran del país, a Francia, en donde los negocios de la madre de Tomoyo tenían fuertes raíces. Estarían a salvo ahí. Misuki comprendió perfectamente la medida. Por ello, cuando ellos llegaron a su puerta, no tuvo otra opción mas que bajar las manos y optar por rendirse. Estaba sola realmente y sus poderes no eran lo sufientemente fuertes para combatirlos. Lo que no esperaba era verlo... a él.
Cuando Kaho los vio llegar estaba segura de que se trataba de ellos. Eran pocos, para el número total que conformaban sus fuerzas - era como un comité de invasión conformado por 20: 4 tiradores, 4 guardias de perímetro, 3 rastreadores, 2 nocturnos, 2 subterráneos y 5 escoltas. Los vio llegar con tristeza en la mirada, pues la presencia de ellos en el Templo significaba que los presentimientos antes tenidos eran ciertos y que la cardmaster realmente estaba muerta.
Se desplegaron inmediatamente, sin resistencia de Kaho. Tres de las escoltas la introdujeron a la casa principal del templo, en donde aguardaron la presencia del líder. Mientras tanto, Kaho se sumergía en sus pensamientos y se imaginaba lo que Sakura debió de haber sentido cuando las cartas comenzaron a cambiar, lo que Eriol debió de haber sentido. Pensó en Eriol y no pudo sino sentir angustia por no saber de su suerte. Pensó en Touya y no pudo sino sentir tristeza por la muerte de un gran amigo. Pensó en Tomoyo y esperó con todas sus fuerzas de que estuviera bien.
Su mirada se lenvantó al sentir la presencia del líder, escoltado por otros 3 escoltas que llegaron con él. Sus ojos se abrieron abruptamente.
"¡No!" exclamó, "¡No puede ser!... ¿¡Yukito!?"
Yukito sonrió. Había algo en esa sonrisa que simplemente no podía ser del inocente y gentil Yukito.
"Mi nombre es Gaiev, Agente de Fuerza Especial de la Brigada 2, Nivel V. Y tú debes ser Kaho Misuki," y mientras hablaba un brillo de intenso placer resaltaba de sus ojos al sentir que las palabras que decía herían a la mujer frente a él en lo más profundo de su alma, "¿Sabes? Eriol sabía que tú vendrías a buscarle... Nos rogó que te dejáramos en paz. ¿Sabes? Batallamos un poco para que dejara de moverse luego de que lo ejecutamos en casa de Tsukishiro... Perder tanta sangre no debe ser buena para un mortal, pero como tenía magia... tuvimos que sacarla toda... Pero en fin. Eso es cosa del pasado. Ahora estamos aquí... Ellos vendrán a verte, de eso estamos seguros. ¿Ves esto?" dijo mostrando un libro muy semejante al de Clow Reed, "Las cartas han sido convertidas. Yo soy el Nuevo Dueño... Y tú... tú serás la carnada perfecta..."
"¡Yo nunca serviré a las fuerzas del mal!"
"¿Mal? ¡Mi querida niña! ¡Si somos nosotros los enviados del Señor a poner orden en el caos que creó Clow Reed al crear estas cartas! ¡Nosotros somos los buenos!"
Gaiev tomó a Kaho por el cuello del traje de sacerdotiza y la levantó hasta que quedaron a centímetros uno del otro. Los ojos de Kaho irradíaban ira y coraje, mientras que los de Gaiev se mostraban triunfantes, serenos, "Y ahora, mi querida Kaho... Quisiera presentarte a uno de mis más leales colaboradores..." Gaiev la empujó con fuerza, haciendo que Kaho chocara contra una de las paredes. El ángel se acercó a la mujer y sonriendo, dijo, "Creo que no vas a necesitar esto por un rato" y Kaho sintió un terrible dolor recorrer su cuerpo, tanto que la hizo gritar por breves instantes antes de sentir que ya no tenía la suficiente fuerza como para hacerlo.
Momentos después, pudo abrir los ojos. Vio su imagen de pie, con un pendiente en forma de media luna colgando delicadamente alrededor de su cuello. Era ella, pero no podía ser ella. Era Kaho Misuki, o mejor dicho, su imagen, al lado del ángel que ahora formaba una esfera entre sus manos y veía imágenes a través de ella, "Nuestros invitados están por llegar. Bueno, les daremos una bienvenida propia, ¿no es cierto, Kaho?"
La imagen creada por Espejo se limitó a mover ligeramente la cabeza y sonreír maliciosamente.
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NOTAS FINALES -- Son las 12:00 AM. Espero que no los frustre demasiado este episodio. Lo que sí les digo es que falta poco... ¡muy poco!
:D
Me duele el trasero....
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por Rainy
NOTAS DE LA AUTORA -- Tengo nuevos admiradores. Debería sentirme orgullosa de mí misma. Pido muchas disculpas por lo tardado de estos episodios... Pero he estado trabajando en muchos proyectos a la vez (Medianoche, Timeless Blood, And So the Moon Sighs, The Sakura Files, El Triángulo de los Dragones, sólo por mencionar algunos) y sí, yo sé que debería enfocarme a solo uno o dos, pero mi mente no me deja hacerlo. En fin. Comienzo este episodio. Es domingo 8 de diciembre, 11:01 pm.
ADVERTENCIA -- Este fic puede contener palabras o situaciones no aptas para menores de edad.
NOTA 3 -- Cardcaptor Sakura y todos sus personajes pertenecen a CLAMP. Medianoche y sus personajes me pertenecen a mi (Yaguar Media/Pandathief Media)
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Por las noches, el templo Tsukimine siempre se había vestido de misterio y cierto aire de magia, misticismo por así decirlo. La luna brillaba en todo su esplendor y parecía agraderle el reflejarse sobre el agua, pintando brechas de plata por todos lados mientras que las pequeñas lucecitas que las luciérnagas desprendían hacían de aq uello un verdadero paisaje para la vista.
Era antiguo el templo. De generación en generación había pasado, desde tiempos inmemoriables. Algunos decían que había sido el hogar de un gran mago, Clow Reed, quien había tenido mucho poder y sabiduría, todo ligado a la luna. Hubo quienes dijeron alguna vez conocer a Reed, un tipo extraño que no gustaba de mostrar sus sentimientos a menudo, especialmente a personas ajenas a su entorno, aún cuando su rostro y mirada reflejaban a un hombre de buen corazón y espíritu travieso. Otros, los más negativos, decían que Reed había hecho un pacto con el demonio mismo, pues nada bueno podía ser el que un hombre como él tuviese a dos guardianes como lo eran el ángel y el león con alas que siempre lo acompañaban, y que eran (lo peor del caso) creaciones del mismo Reed.
Pero no estamos hablando del supuesto pasado de Clow Reed. Estamos hablando del Templo Tsukimine, hogar de la familia Misuki. La única hija, Kaho Misuki, era una profesora de matemáticas que hacía poco había regresado de Londres, por negocios sin atender que requerían de su inmediata atención. La primer sorpresa con la que se enfrentó Kaho Misuki fue con que su mejor amigo (si no es que eran algo más que eso, pues definitivamente sentía algo profundo por esa persona) Eriol Hiragizawa había desaparecido sin dejar rastro unas horas después de haber descendido del avión que lo había llevado a Tokio. Eso en sí fue una alarma roja para Misuki, quien inmediatamente tomó el primer vuelo a Japón, esperando que sus presentimientos y visiones no hubieran sido las correctas y que Eriol (que supuestamente era la re-encarnación del famoso Clow Reed) estubiera jugando otra de sus bromas.
Pero Eriol no estaba. Misuki pasó meses buscando por todos lados sin dar respuesta de ello. Quiso ponerse en contacto con Sakura Kinomoto, actual dueña de las Cartas Clow (ahora llamadas Cartas Sakura) pero no pudo lograrlo, como si algo impidiese que su encuentro se diera. Y entonces lo supo: ellos ya estaban ahí.
Ellos. Era de imaginarse que Misuki estuviese alarmada ante la presencia de ellos, pues Clow - Eriol - le había asegurado que la zona era protegida por los otros. Pero ahora sabía que eso no era del todo cierto. Ellos habían logrado penetrar la barrera milenaria y ahora estaban en constante movimiento, haciendo todo lo posible por llegar a la dueña de las cartas Clow.
Primero mataron al padre, para que pareciera un accidente o algo relacionado con la mafia o con pandillerismo bajo. Luego, fue el hermano, en casa del mejor amigo (o amante, o lo que fuera, quien, por cierto, había desaparecido). Luego, la cardmaster se había fugado mientras que su mejor amiga era asediada por reporteros y periodistas tratando de esclarecer el asesinato de los dos miembros de la familia Kinomoto. Misuki logró establecer contacto con la amiga, Tomoyo Daidouji, y ambas pudieron dar con el paradero de la cardmaster, gracias a los poderes de Misuki y a las grandes influencias de la familia Daidouji. Supieron que se encontraba en Hong Kong, al lado de Syaoran Li, y que ambos estaban acompañados por los dos guardianes, Yue y Keroberos. Pero también supieron cuando la cardmaster murió.
Nadie tuvo que decirles nada. Ambas lo sientieron llegar en sus corazones - la luz que la cardmaster despidió para liberar al guardián de las alas de ángel llegó hacia ellas también, como si fuera un mensaje de despedida. Pero cuando esto ocurrió, otro cambio ocurrió en la vida de Tomoeda.
Ellos estaban ahí.
Primero, el atentado en casa de la familia Daidouji. Una bomba explotó en un auto, justo en la entrada principal de la casa de la familia. Misuki sabía que esto no era obra de secuestradores, sino de ellos, que trataban de que esto fuera lo más "mortalmente normal" posible. Alarmada por esto, la madre de Tomoyo decidió que ambas se fueran del país, a Francia, en donde los negocios de la madre de Tomoyo tenían fuertes raíces. Estarían a salvo ahí. Misuki comprendió perfectamente la medida. Por ello, cuando ellos llegaron a su puerta, no tuvo otra opción mas que bajar las manos y optar por rendirse. Estaba sola realmente y sus poderes no eran lo sufientemente fuertes para combatirlos. Lo que no esperaba era verlo... a él.
Cuando Kaho los vio llegar estaba segura de que se trataba de ellos. Eran pocos, para el número total que conformaban sus fuerzas - era como un comité de invasión conformado por 20: 4 tiradores, 4 guardias de perímetro, 3 rastreadores, 2 nocturnos, 2 subterráneos y 5 escoltas. Los vio llegar con tristeza en la mirada, pues la presencia de ellos en el Templo significaba que los presentimientos antes tenidos eran ciertos y que la cardmaster realmente estaba muerta.
Se desplegaron inmediatamente, sin resistencia de Kaho. Tres de las escoltas la introdujeron a la casa principal del templo, en donde aguardaron la presencia del líder. Mientras tanto, Kaho se sumergía en sus pensamientos y se imaginaba lo que Sakura debió de haber sentido cuando las cartas comenzaron a cambiar, lo que Eriol debió de haber sentido. Pensó en Eriol y no pudo sino sentir angustia por no saber de su suerte. Pensó en Touya y no pudo sino sentir tristeza por la muerte de un gran amigo. Pensó en Tomoyo y esperó con todas sus fuerzas de que estuviera bien.
Su mirada se lenvantó al sentir la presencia del líder, escoltado por otros 3 escoltas que llegaron con él. Sus ojos se abrieron abruptamente.
"¡No!" exclamó, "¡No puede ser!... ¿¡Yukito!?"
Yukito sonrió. Había algo en esa sonrisa que simplemente no podía ser del inocente y gentil Yukito.
"Mi nombre es Gaiev, Agente de Fuerza Especial de la Brigada 2, Nivel V. Y tú debes ser Kaho Misuki," y mientras hablaba un brillo de intenso placer resaltaba de sus ojos al sentir que las palabras que decía herían a la mujer frente a él en lo más profundo de su alma, "¿Sabes? Eriol sabía que tú vendrías a buscarle... Nos rogó que te dejáramos en paz. ¿Sabes? Batallamos un poco para que dejara de moverse luego de que lo ejecutamos en casa de Tsukishiro... Perder tanta sangre no debe ser buena para un mortal, pero como tenía magia... tuvimos que sacarla toda... Pero en fin. Eso es cosa del pasado. Ahora estamos aquí... Ellos vendrán a verte, de eso estamos seguros. ¿Ves esto?" dijo mostrando un libro muy semejante al de Clow Reed, "Las cartas han sido convertidas. Yo soy el Nuevo Dueño... Y tú... tú serás la carnada perfecta..."
"¡Yo nunca serviré a las fuerzas del mal!"
"¿Mal? ¡Mi querida niña! ¡Si somos nosotros los enviados del Señor a poner orden en el caos que creó Clow Reed al crear estas cartas! ¡Nosotros somos los buenos!"
Gaiev tomó a Kaho por el cuello del traje de sacerdotiza y la levantó hasta que quedaron a centímetros uno del otro. Los ojos de Kaho irradíaban ira y coraje, mientras que los de Gaiev se mostraban triunfantes, serenos, "Y ahora, mi querida Kaho... Quisiera presentarte a uno de mis más leales colaboradores..." Gaiev la empujó con fuerza, haciendo que Kaho chocara contra una de las paredes. El ángel se acercó a la mujer y sonriendo, dijo, "Creo que no vas a necesitar esto por un rato" y Kaho sintió un terrible dolor recorrer su cuerpo, tanto que la hizo gritar por breves instantes antes de sentir que ya no tenía la suficiente fuerza como para hacerlo.
Momentos después, pudo abrir los ojos. Vio su imagen de pie, con un pendiente en forma de media luna colgando delicadamente alrededor de su cuello. Era ella, pero no podía ser ella. Era Kaho Misuki, o mejor dicho, su imagen, al lado del ángel que ahora formaba una esfera entre sus manos y veía imágenes a través de ella, "Nuestros invitados están por llegar. Bueno, les daremos una bienvenida propia, ¿no es cierto, Kaho?"
La imagen creada por Espejo se limitó a mover ligeramente la cabeza y sonreír maliciosamente.
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NOTAS FINALES -- Son las 12:00 AM. Espero que no los frustre demasiado este episodio. Lo que sí les digo es que falta poco... ¡muy poco!
:D
Me duele el trasero....
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