Encerrados.

Written by: Lore-chan.

Capítulo 6º : En el futuro…

            Se sintió un golpe y en seguida al suelo. Yamato cayó al suelo. Aún en el piso con el labio inferior sangrándole no se atrevió a darle la cara a su compañero.

            -me encerraste con Mimi por seis horas… - exhaló Taichi enfurecido.

            -quería ayudarte – sólo emitió.

            -fantástico, gracias; me ayudaste tanto… - ironizó.

            -lo lamento. Yo pensé que ella…

            -mentiroso – lo levantó del cuello de la camisa obligándolo a mirarle – sabías desde un principio que Mimi te quería a ti…como – se quedó callado, pero continuó - …como tú también a ella.

            -¡sólo quería que tuvieses una oportunidad…! – exclamó.

            -pues la tuve y aunque en un principio me agradó…ya no.

            -¿se…besaron?, ¿verdad?.

            -para qué te lo cuento si lo escuchaste todo.

            Yamato guardó silencio. Esquivando los ojos hacia el rincón en donde Mimi y Sora hablaban. Mala idea, después de todo.

~ *Flash Back * ~

            -tengo una idea… - le dijo el rubio a la Takenouchi mientras ayudaban con algunas pelotas de voleibol que el profesor de Ed. Física usó en la clase.

            -¿de qué? – preguntó sin siquiera mirarlo.

            -es sobre Taichi y…ella.

            -¿qué harás?…

            Sora trató de ponerle atención a su amigo, pero no lo logró. La nieve aumentó su tamaño y velocidad…y, él no hablaba. Parecía meditar lo que diría.

            -tengo a unos tíos que poseen una fábrica a algunas cuadras de la secundaria de Mimi y Koushirou. Es una exportadora de carnes. Hay una bodega por la que se puede entrar a través de un callejón. Es algo difícil, ni siquiera yo sé como se abre…al parecer se guardan o lanzan,no estoy seguro, los huesos de los animales que usan…no es muy sucio, es tierra…¿me entiendes?.

            -¿quieres encerrarlos? – preguntó extrañada.

            -sé que Taichi no se tomará el valor para decírselo. Sería un impulso…

            -no lo sé. Haz lo que quieras.

            -¿qué te ocurre, Sora? – interrogó Yamato al ver que la pelirroja no le colocaba atención.

            -nada…

            -estás rara desde ese día. Se supone que quedamos en que nada cambiaría.

            -dame tiempo, ¿sí? – pidió alejándose.

            -al menos… - le dijo - …di que me ayudarás, diré que iremos a una tienda de música.

            -está bien – respondió sin voltear.

            Él sonrió y corrió a buscar a Taichi a los baños.

~ * End Flash Back * ~

            Mimi, en un rincón junto a Sora, le contaba lo que había sufrido allá adentro. Obviamente había omitido el romance con el Yagami y Sora la escuchaba omitiendo que ella había cooperado para que ese encierro hubiese funcionado.

            -por favor, vámonos – pidió la trigueña colocándose su bufanda y chaqueta – es tarde y me van a regañar…seis horas perdidas….enclaustrada – dijo al pasar a un lado de Taichi y Yamato.

            -si querías conseguir algo – murmuró el de cabello revoltoso – lo conseguiste…quiero olvidar todo esto.

            -yo… - trató de hablar el rubio pero no pudo.

            Al día siguiente las cosas no habían cambiado demasiado. Taichi durante todas las clases se mantuvo callado, pensativo y solitario. Ninguno de los dos tanto Ishida como Takenouchi se atrevieron a cercarse para hablar. Sabían que terminarían discutiendo con el dueño del valor o éste los ignoraría. Aún, al menos, él no sabía que Sora también estaba entre medio del encierro.

            Yamato, mientras sus demás compañeros de salón trataban de mirar a las chicas mayores en la cancha, se sentó sobre su mesa con un cuaderno abierto, pero pensaba.

            -¿iremos por Mimi hoy? – preguntó Sora acercándose a su puesto.

            -no sé…

            -¿por qué no me contaste ese día que te gustaba?.

            -no venía al caso – dio vuelta una hoja del cuaderno.

            -a mí al menos me importaba.

            -déjalo como está… - se enojó - …esto acabó.

            -¿por qué no confías en mí? – dijo triste.

            -si no te has dado cuenta no divulgo lo que siento… - continuó con la página siguiente.

            -yo sé porque hiciste aquello… - mencionó despacio.

            -¿qué? – mantenía los ojos clavados en el borrador.

            -…no te lo diré ahora… - arqueó la ceja al verlo sin intenciones de escucharla tan profundamente, como ella quería.

            El timbre sonó con siete minutos de retraso. Si Taichi hubiese estado atento a eso, lo hubiere notado…

            A la salida cada uno, al parecer iba a tomar caminos distintos, pero fue la pelirroja de ojos miel quien casi lo obligó a acompañarla a la secundaria en busca de sus amigos. Cada uno iba en un lado opuesto y Sora siendo la conexión antre ambos.

            Acercándose los tres al recinto estudiantil, vieron a Mimi sola apoyada en la esquina con las manos apretando su bolsón negro.

            -no voy a ir – dijo Taichi dando media vuelta – te veo mañana, Sora.

            -no seas infantil – le pidió y se colocó en frente de él cerrándole el paso – nos equivocamos, lo sabemos. Yamato y yo; pero Mimi no tiene la culpa que la trates así.

            -se merece que la trate así – ratificó sacando a su amiga del camino.

            -hola! – saludó la Tachikawa.

            -hola – le respondieron los dos haciendo más notorio que algo malo comenzaba a ocurrir.

            -¿nos vamos?…

            -…Taichi no nos acompañará hoy – enfatizó Sora esperando alguna reacción en Mimi.

            -¿por qué?- trató de parecer desinteresada.

            -quiere hablar contigo – interrumpió Yamato.

            -¿conmigo? – los nervios la traicionaron. Empezaba a temblar.

            -te espera en el parque…

            -espera… - dijo Sora al ver que nuevamente ese chico trataba de juntarlos.

            -anda, no tiene mucho tiempo…

            -es mentira – detuvo Sora – no puedes obligarlos a estar juntos – se enojó con el de ojos azules.

            -no te preocupes… - sonrió Mimi – de todas formas tengo que conversar con él. Nos vemos después! – se despidió corriendo.

            Yamato comenzó a caminar dejando a su compañera atrás. Ella lo observó y notó el cómo apretaba su bolso, era una manera discreta, pero distinta que sólo ella notaba.

            -¿por qué lo haces? – preguntó alcanzándolo – acaso es ¿masoquismo?.

            -el querer el bien para mi amigo no es masoquismo – aclaró.

            -pero si la quieres… - quiso entender.

            -no insistas no me vas a entender.

            -tú no te hubieras atrevido a hacer lo que Taichi hizo en el encierro… - dijo deteniéndose – por eso los encerraste…necesitabas saber si era verdad que él es más que tú…pero no era necesario eso para saberlo. Yo ya me había dado cuenta…

            -¡ni siquiera te das cuenta! – le gritó – ¡no me gusta Mimi…!. No puedes saberlo todo, Sora.

            -tú crees que no – lo enfrentó – sabes lo que no te quise decir en clases…

            -¿qué? – dijo volteando.

            -los encerraste para poder darte una excusa y no decírselo…porque si algo ocurría entre Mimi y Taichi; aquello te favorecería…porque quieres…quieres a Taichi…Yamato. No creas que no lo sabía.

            Una punzada en el corazón del rubio y la respuesta estaba vagueando por sus oídos. Al fin alguien lo había dicho por él.

* ~ * ~ * 

            El Yagami lanzó por novena vez una piedra a la fuente de agua congelada haciendo un pequeño orificio.

Estaba aburrido.

            Desgraciadamente, otra vez, sentía que Mimi no lo tomó en cuenta al verlo llegar.

            -perdón – dijo una voz femenina a su costado.

            -hola… - saludó él.

            -estaba un poco confundida y no te saludé cuando llegaste…

            -no importa, Mimi.

            La trigueña se sentó a su lado. Con la vista gacha.

            Los dos se quedaron callados, a pesar de que tenían tanto por hablar; ninguno de los dos daba el primer paso.

            -¿llegaste bien? – preguntó Taichi lanzando una décima piedra al hielo.

            -sí…no me castigaron – sonrió – y ¿a ti?.

            -tampoco…mi madre había salido de la ciudad, me dejó una nota y algunas llamadas en el contestador. Le mentí diciendo que dormí la tarde entera y no escuché el teléfono – suspiró.

            Otra vez silencio.

            -¿puedo decirte algo, Taichi? – y el muchacho hizo otro orificio en la fuente.

            -sí…

            -me gusta Yamato…

            -lo sé – dijo algo dolido.

            -y lamento no habértelo dicho ayer…no quería hacerte sufrir. Pero ya sabes soy Mimi y siempre hago cosas sin pensar…

            -también lo sé – sonrió lastimosamente.

            -gracias por todo…

            -sí – apretó sus ojos viendo como ella terminaba con cualquier esperanza.

            -te quiero… - alcanzó a oír de Mimi y le robó un beso fugaz de los labios corriendo fuera del parque.

            Y al fin él pudo subir la mirada observando como la silueta de su amiga se alejaba entre la nieve que comenzaba a caer otra vez.

            A pesar de aquello, algo le dijo que en el futuro esto no sería de la misma forma…quizá y hasta todo se revirtiese, al menos eso quería.

            Lo que cambiara y regresara quería que fuera ella.

* FIN *

Notas:

Web ^____^

No me reten, acepto todos sus review's y si alguien por ahí me dice: bu! Ese es el final!, que no se preocupe estoy trabajando en la segunda parte = )  que prometo subiré algún día.

Gracias por todos su review's: Nice-chan (Akisuki), Maleysin y a todos, todos un besote bien grande por haberse tomado el tiempo de leerlo. 

Los quiere…

L o r e – c h a n.