Camino del Valle

- ¿Cómo que es de Draco? – preguntó Hermione, completamente perdida, mientras las dos se dirigían hacia el interior del castillo.

- Sí – respondió Alyssa – Draco lo escribió...

- ¿Cuándo?

- No hace mucho... Antes, cuando estaba con él en aquel aula...

Hermione se detuvo en seco. Miró alrededor, y, tomándola del brazo, guió a Alyssa a otra estancia vacía.

- ¿Qué demonios hacías con Draco en un aula vacía?

- Lo mismo que hago aquí contigo.

- ¿Hablar?

- No exactamente...

- Entonces ya no hacías lo mismo...

Alyssa suspiró. Soltó la carpeta en una de las mesas que habitaban la sala, y se dejó caer en una de las sillas, consultando su reloj.

- Ya pronto saldremos para Evergreen... – dijo.

- Razón de más para que me cuentes lo que hacías con Draco. Quién sabe lo que puede pasar en Evergreen hoy...

- Escucha... ya sabes lo que hacíamos Draco y yo allí los dos solos, creo que es evidente... Y si no lo es, pensaba que eras más lista...

- No... quiero ni imaginar... que la mejor amiga de Ron se está besando con su enemigo... – dijo Hermione, a duras penas, agitando una de sus manos.

- No soy la mejor amiga de Ron.

- ¿Entonces?

- Sólo soy la hermana de su cuñada, eso es todo. Además, eso no viene a cuento. Draco y yo estábamos... ya sabes, pero hubo un ruido cerca de la puerta. Me asomé para ver quién era, y cuando volví, Draco estaba sentado en una silla, con la hoja que te enseñé antes entre sus manos, y había perdido el conocimiento, desmayándose sobre la mesa. Por eso le sangraba el labio...

Hermione no alcanzaba a pronunciar palabra. No podía concebir la idea de que Draco también estuviese involucrado en la Leyenda. Pero, mirándolo por otro lado, no le extrañaría nada que fuese el siguiente en la descendencia de aquel hechicero.

- No te confundas – interrumpió Alyssa – Draco no es el que quiere acabar con Harry ni mucho menos.

- Sí, ya sé que el heredero del hechicero fue Slytherin, y por tanto, es Vol... tú-sabes-quién el que quiere matarnos a todos...

- Pero aún no sé qué pinta Draco en todo esto...

- Yo menos – confesó Alyssa.

- Oye, debes reconciliarte con...

Alyssa no terminó aquella frase. Sintió un golpe de aire en su rostro, como si alguien la atravesara. Hermione estaba a punto de preguntar por qué se había detenido, ella también lo sintió. Una ráfaga de aire helada, penetrante, y escalofriante a la vez.

- ¿Qué ha sido eso? – preguntó Hermione, con voz temblorosa.

- Hay alguien más en esta sala – respondió Alyssa, seriamente, mirando alrededor.

Hermione la imitó. No había nadie en la sala. ¿Trataba de asustarla? Pues lo había conseguido. Aquello no tenía una pizca de gracia.

- Alyssa... – murmuró Hermione.

Sintió la mano de la rubia aferrando la suya, fuertemente. Podía notar que ella también temblaba. Definitivamente, aquello no era una broma de mal gusto.

- Si es... un fantasma... ¿por qué no podemos verlo, como a los demás? – preguntó Hermione.

- No es un fantasma, Herm... – respondió Alyssa – Es un ánima... un alma... Deberíamos salir... tengo miedo...

De vez en cuando, veían una sombra proyectada en el suelo, como si aquel espíritu quisiera que lo vieran. Justo cuando Alyssa se disponía a tomar su carpeta, aún agarrando la mano de Hermione, hubo un ruido en la sala. Las chicas se volvieron, aterradas. No querían ver, pero sentían un impulso interior, que no podían calmar. Tenían que mirar, querían ver...

Sus miradas se dirigieron hacia el gran pizarrón que cubría el muro frontal, en el que lentamente, aparecían letras, hasta formar una frase, que Alyssa leyó en voz alta:

- "Sálvame. Él nunca descansa. Sálvame"

****************

- Bien, ¿ya están todos reunidos? – se alzó la voz de la profesora McGonagall se alzó sobre los estudiantes – Como habrán podido comprobar, sólo están los estudiantes de sexto curso. Eso es porque debido al gran número de estudiantes, no podemos llevaros a todos a la vez. Supongo que estarán al corriente de que pasaremos todo el fin de semana en Evergreen, en un albergue, como le llaman los muggles.

Un rumor invadió el lugar. Todos estaban excitados con la idea. Todos menos dos chicas: Hermione Granger y Alyssa Bennet. Ambas se dirigían miradas furtivas, que no trataban de esconder su miedo.

Alyssa se encontraba junto a Draco, y estaba siendo víctima de las miradas de odio de Pansy Parkinson, que ya era oficialmente ex-novia del chico rubio. Hermione, por otro lado, estaba junto a Harry, sintiendo terribles deseos de apartar al chico moreno para abrazar a Ron, o al menos, hablar con él.

- Serán divididos tal y como están aquí, es decir, por casa y demás – prosiguió McGonagall – Tengan en cuenta que hablamos de una visita estrictamente cultural – añadió, dirigiéndole una mirada a Harry y Ron – Cualquier comportamiento extraño y serán enviados de vuelta a Hogwarts, con el consiguiente castigo que ello conllevaría...

- Que no crea que me da miedo... – susurró Ron. Harry dejó escapar una risita.

Por lo general, Hermione les habría reprochado aquel comentario, pero no podía permitirse aquel lujo. Le había prometido a Alyssa que se reconciliaría con él. Y seguramente, reprocharle aquello no sería un buen comienzo.

El discurso no se prolongó más. Salieron al exterior del colegio, McGonagall hizo entrega de un traslador por cada cinco. Alyssa quedó en el grupo que tenía como miembros a Draco, Crabbe, Goyle, y la querida y amable Pansy, mientras que Hermione quedó con Harry, Lavender, Parvati y Ron. No se atrevía a mirarle a los ojos, pero no podía evitarlo. Le dolía no ser correspondida, pero al fin y al cabo, ella lo comenzó todo.

Antes de que pudiera darse cuenta, se hallaban en medio de un gran valle, completamente verde. Al fondo había algunos árboles, pero lo que más poblaba la llanura era una hierba de un verde brillante, que desprendía un olor fresco, y arbustos repletos de flores de todos los tipos y colores.

- Esto parece de mentira – dijo Harry - ¿No parece como sacado de un cuento de hadas?

- Para los muggles, nosotros somos las hadas – comentó Lavender, sonriendo.

- Sí, - añadió Parvati – Y éste es nuestro cuento...

- Demasiado fantasioso para mi gusto – anotó Ron.

- Ay Ron, - se quejó Lavender – Pues es lo que te queda, aquí todo es así.

- Por algo se llama Evergreen – dijo Parvati.

- Siempre verde – dijo Ron, mirando alrededor – Sí, eso me temía...

Sólo un minuto más tarde, aparecieron los profesores McGonagall, Flitwick, Sorout y, para desgracia de muchos, Snape. Pero para infortunio de Snape, McGonagall les dio a los alumnos vía libre, siempre y cuando estuviesen en el albergue antes del anochecer.

Ron y Harry emprendieron su camino hacia el pueblo, pero el moreno se volvió, deteniendo a su amigo, quien miró hacia atrás. Ambos contemplaron a Hermione, que estaba sola, quieta, en medio del prado. Harry le dirigió a Ron una mirada de compasión, a lo que el pelirrojo respondió con un "Haz lo que quieras, pero yo no hablaré con ella".

Pero no tuvo más remedio, porque a escasos minutos de que el trío hubiese reemprendido la marcha, Harry se desvaneció, y quedaron solos Hermione y Ron... había llegado el momento.

- Ron, escucha...

- No tengo nada que hablar contigo – respondió el chico, bruscamente.

- Ron, sólo te pido que me escuches – pidió Hermione – Por favor...

Ron la miró a los ojos. Hacía tanto que no miraba aquellos bellos ojos... Pudo ver claramente cómo le imploraban un segundo de su tiempo. El pelirrojo no dijo nada, se limitó a mirar a la chica.

- Siento mucho todo lo que dije el curso anterior... – comenzó, mirando aún a Ron – No sabes... cuánto lo lamento. Fue... la estupidez más grande que he hecho en mi vida. Seguramente no cometeré otra igual... Estoy... verdaderamente arrepentida. Yo... no quise haberte gritado de aquella manera...

- ¿Por qué lo hiciste?

Hermione, que había bajado la vista, volvió a levantarla, hasta que sus ojos se tropezaron con la mirada intensa e inquisitiva de Ron.

- Por... porque... estaba celosa...

Las últimas palabras de Hermione fueron casi inaudibles, pero Ron pudo escucharlas perfectamente.

- ¿Qué? – preguntó, extrañado.

- Que estaba... celosa...

- ¿De qué? ¿De quién?

- De todo... de... todas, más bien...

Ron la miraba, incrédulo. ¿Hermione celosa? Eso no entraba en el concepto que él tenía de la chica.

- Siempre estabas... rodeado de chicas...

- ¿Y es eso malo? Quiero decir, tú también estabas rodeada de chicos, y no te decía nada...

Hermione lo miró, como diciéndole que recordase el año en que Krum llegó a Hogwarts. Ron lo captó.

- Pero nunca te dije que dejaras de hablarme...

- Pero...

- Un momento – la interrumpió Ron – Me estás diciendo que estabas celosa... y para estar celosa, hace falta...

- Sí... – murmuró Hermione.

La chica volvió a bajar la vista, pero Ron le obligó a mirarlo a los ojos. Hacía mucho que Hermione no sentía aquellos ojos mirándola de esa manera, con tanta dulzura y... ¿amor?

- Dímelo entonces... – susurró el pelirrojo.

Ella lo miró, al fin, lo había hecho... y estaba obteniendo su recompensa. Porque él no había negado que sentía lo mismo...

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Buenas!!!!!!!!!!! ¿Cómo están? Espero que tan felices como yo ^^ Que vamos, mi felicidad es debida a que al fin he conseguido un Nokia y le he puesto el tono de Harry Potter... lol

Bueno, pues aquí les traigo el quinto capítulo... que creo que me he pasado un poco con eso del fantasma, pero es que tiene sentido al final ^^ jaja ya verán ^^

A ver, se lo dedico a las de siempre: las Ronnie's Lovers!!! Miyu WG y Rupert Fan!! Mis niñas!!!! Las kiero 1000000000000000000000!! Y por supuesto, a la Marauder #2, Magica chan ^^

Y para Polgara mwahaha!! Viste a Draco? ^^U

Y para todos los que me han dejado review, que no tengo tiempo y no puedo escribir los nombres jeje pero va para vosotros ^^

Bueno pues... R&R PLEASE!!!!!!!!!!!!!!!!! ^^

GiNgEr WeAsLeY - Ronnie's Lover #3 || Marauder #1 – Sirius!