Memories of Two (by Ginger Weasley and Isilme)
N/A: Éste es un fic coescrito entre dos locas con colmillos ^o^. La pareja
principal será (ahem lógicamente) SiriusxRemus. Hay paranoia slash, no es
explícito pero si la pareja no te gusta vete a leer otra cosa.
Disclaimer: Sirius es de Ginger y Remus de Isilme, se los hemos robado a
Rowling jaja. En serio no estamos ganando nada con esto...sigh
Cap.2: Toda la Verdad
"No sé por qué demonios lo hice. Conseguí que Snape se llevara un buen susto, pero también hice que él se alejara de mí. Sin contar que expuse a mis amigos en un gran peligro. Me quedaba castigo para rato, pero eso no era nada comparado con el silencio y desdén de Remus hacia mí".
* * *
Remus, escúchame - dijo James, que estaba sentado frente a su amigo en el dormitorio, intentando que le prestara atención. No quiero hablar más del tema - respondió. Pero ya sabes que no tenía intención de hacerte daño. Todos cometemos errores... Pero no como ese. Remus, a ver... ya tiene bastante castigo por parte de Dumbledore como para que lo castigues tú también. ¿Cuántas veces te ha pedido perdón? Como treinta al día - respondió Remus, tranquilamente. ¿Hablarás con él entonces? No - dijo, tristemente. James suspiró, dando el "caso" por perdido. Se dispuso a abandonar la estancia, pero se detuvo en la puerta. Entonces dime una cosa, ¿por qué se arriesgó a convertirse en animago?
"Aún me dolía demasiado como para perdonarle. Reflexioné sobre la pregunta de James, pero mis ideas estaban muy confusas. Esa misma noche, cuando se suponía que todos estábamos durmiendo, aunque yo no lo conseguía, Sirius regresó de su castigo. Oí cómo sus pasos se detenían a los pies de mi cama, y su mano hizo el ademán de abrir las cortinas, pero retrocedió. Contuve la respiración, aunque por un lado deseaba verlo".
* * *
Estaba claro que Snape no iba a dejar las cosas así, y preparó minuciosamente su venganza personal contra Sirius. Aquel sábado, justo antes de la cena, Severus se acercó furtivamente a la mesa Gryffindor, y depositó dos gotas de un líquido transparente en al copa que, según sus cálculos, solía usar Sirius. Afortunadamente, no se equivocó, y poco más tarde los Merodeadores tomaron asiento. Sirius apenas comió y, para horror de Snape, tampoco parecía muy interesado en la bebida. Pero para su alivio, apuró la copa justo antes de levantarse. Se dirigían a la puerta del Gran Comedor, cuando Sirius perdió el equilibrio, apoyándose en James para no caer al suelo. ¿Sirius? - dijo él, cogiéndolo al vuelo - ¿Qué demonios...? Tiene muy mala cara... - comentó Peter, preocupado. Vamos a llevarlo a la habitación - dijo James con determinación - Ayudadme - añadió, mirando a Remus. Lupin asintió y lo tomó por el otro brazo. Sirius andaba como si hubiese tomado unas copas de más, y a duras penas consiguieron llegar al dormitorio.
* * *
Trataron de sentarlo en la cama, pero inmediatamente cayó hacia atrás, con los ojos entreabiertos. Los demás se sentaron a su alrededor, preocupados. ¿¡¡Sirius!!? - exclamó James, nervioso. Sí - respondió tranquilamente, sin expresar emoción ninguna. ¿Qué te pasa? No lo sé. Habrá bebido algo - sugirió Peter. Pero ha bebido lo mismo que nosotros - dijo Remus. Oh oh... A ver si Snape ha echado alguno de sus experimentos en la comida... - dijo James, pensativo - Por los efectos parece... oh... no... ¿Qué, qué? - preguntó Peter. Veamos... - continuó James, dirigiéndose a Sirius - A ver, algo fácil... ¿quién soy yo? Sirius parpadeó varias veces, y se dispuso a responder, soltando una larga parrafada sin emoción: Tú eres muy tonto porque estás enamorado de Lily y no te atreves a decírselo porque tú no lo sabes pero ella me dijo que le gustabas pero no te lo puedo decir porque ella me pidió que no te lo dijera porque si te lo digo falto a mi palabra y ella se enfada y ya la liamos y encima la culpa es mía porque ella se enfada conmigo por decírtelo y tú te enfadas por no habértelo dicho antes y encima el malo soy yo. James se quedó sin habla, mientras Peter soltaba una carcajada, y Remus se llevaba la mano a la boca. Me da que es la poción de la verdad - dijo éste último. Lo he notado... - gruñó James - O sea que le gusto... Pregúntale algo más por si acaso... - dijo Peter. ¿Y qué le pregunto? - inquirió James. Déjame a mí - dijo el pequeño, poniéndose junto a Sirius - A ver, dime, Sirius, ¿te has acostado con alguna chica de Hogwarts? Remus y James miraron a Peter con desaprobación, pero la respuesta de Sirius vino en seguida: Sí con unas cuantas pero la mejor con diferencia ha sido Bianca la de Slytherin sí esa que le gusta a Snape y por eso él me odia pero vamos que repetiré si me da la gana.
"Se me vino el mundo abajo en un momento. Así que era verdad, claro, cómo iba a quererme a mí, pensé. Si para empezar yo no era una chica. No dije nada pero me dispuse a seguir escuchando, puesto que el daño ya me lo había hecho".
James parecía confundido, y saltó: ¿Pero estás enamorado de ella? No - respondió Sirius con la misma tranquilidad. ¿Y entonces de...? - comenzó Peter, pero Remus lo interrumpió. ¿Por qué mandaste a Snape al Sauce Boxeador aquella noche? - preguntó. El silencio que de pronto invadió la sala, sólo fue roto por la respuesta de Sirius: No lo sé sólo quería darle un susto y que dejase de molestarnos por algún tiempo pero desearía no haberlo hecho nunca porque ahora tú me odias y yo no quiero que tú me odies. Peter aprovechó el desconcierto de Remus y el silencio de James para terminar su pregunta: ¿Y de quién estás enamorado, Sirius? Oh oh - dijo James, de repente. Me gusta él - respondió Sirius, con la mirada perdida - pero por más que me guste no tengo muchas esperanzas porque seamos sinceros él es un chico y yo también y no creo que nada cambie sino que podría deteriorarse nuestra amistad y por eso no lo digo de hecho no creo que tuviese el suficiente valor si supiese que no cambiaría nada. Y por si fuera poco ahora me odia y aunque le pido perdón treinta veces al día me ignora no quiere saber nada de mí y estoy hecho polvo porque no puedo soportar que esté lejos. Así que si Remus no me perdona no sé qué voy a hacer... A medida que decía esto, sus ojos se iban cerrando, hasta caer en un profundo sueño.
"No podía creer lo que estaba oyendo. Sabía que no podía mentir pero todo aquello me sonaba a broma, como si alguien lo hubiese manipulado para hacerme más daño. Abandoné la habitación sin decir una palabra ni mirar a nadie, y a los pocos minutos estaba fuera del castillo, sin importarme que alguien pudiera pillarme allí a aquellas horas de la noche. Tenía que meditar sobre muchas cosas".
* * *
Una hora más tarde, Sirius volvió en sí y se incorporó. James se acercó a él rápidamente, con gesto preocupado. Sirius... ¿te acuerdas de algo? - preguntó James. ¿Eh? - dijo, parpadeando. A ver, te explico - comenzó James - Alguien echó en tu comida poción de la verdad... ¿¡Qué Snape hico qué!? - exclamó Sirius. Sí, supongo que sí - murmuró James para sí - ¿por casualidad recuerdas lo que has dicho durante una hora? Sirius abrió los ojos como platos al ver a James tan agobiado. ¿Qué - he - dicho? - preguntó Sirius. Nada importante. Sólo que yo le gusto a Lily, que te has acostado con Bianca y por eso Snape te odia, y te has declarado a Remus.
"En ese momento me entraron ganas de tirarme por la ventana. Durante un instante pensé que era una broma, pero nunca había visto tanta sinceridad en la expresión de James. Quería desaparecer. Durante cinco años había guardado ese sentimiento para mí, y ahora, en un instante de inconsciencia, lo había echado todo a perder".
No te preocupes, Sirius - dijo James, intentando calmarlo - Seguro que al final lo entiende... y si te digo al verdad yo ya lo sospechaba... Me va a odiar más de lo que ya me odiaba, ¿verdad? Erm... Me gustaría estar solo... Sí... claro... esto... voy a hablar con Lily...
* * *
"Serían las once de la noche cuando decidí volver a la habitación. Por más que había meditado, no tenía ni idea de lo que iba a hacer cuando lo viera. Seguramente James le había contado todo lo sucedido. Cuando abrí la puerta pensé que todos se habían ido, porque las cortinas de todas las camas estaban descorridas. Entré más tranquilo, pero cuando cerré la puerta volví los ojos hacia la ventana y allí estaba él. Sentado en el alféizar de la ventana, con una suave luz de luna alumbrando su silueta, la mejilla apoyada en el cristal. Sus ojos negros miraban al infinito. Nunca había visto nada parecido, llevaba la camisa a medio abrochar por fuera del pantalón, y tenía las piernas flexionadas, una sobre la otra. Se lo veía tan triste..."
Remus se acercó silenciosamente hasta colocarse a su lado, y Sirius volvió la cabeza despacio, como si no estuviese preparado para afrontar la situación.
Ya sé que me odias... - susurró Sirius - No hace falta que lo digas.
Remus apartó las piernas de Sirius, para poder sentarse frente a él en el alféizar.
Sirius, mírame...
"¿Cómo iba a mirarlo después de lo que había pasado? Le había confesado todo lo que sentía sin saberlo, como si no fuese yo".
Sirius alzó la vista, y sus ojos se encontraron.
¿Pero en serio que tú...? - comenzó Lupin.
El otro chico suspiró.
Me habría gustado habértelo dicho de otra forma... pero no tenía valor... si no quieres volver a hablarme lo entenderé... ¿Qué crees que diría yo si me hubiesen echado la poción? - preguntó Remus, sonriendo levemente. ¿Que me odias? ¿Que no me puedes ver? ... - dijo Sirius, más decaído que nunca.
Lupin posó las manos en los hombros de su amigo, acercándose más a él.
No te odio y sí te quiero ver - dijo en voz baja.
Sirius abrió los ojos con sorpresa, y la incredulidad se dibujó en su rostro. Volvió a agachar la cabeza, pensativo, pero Remus le pasó una mano suavemente por su pelo moreno.
Yo también tendría que habértelo dicho antes - murmuró.
"Seguramente no se estaba refiriendo a eso. No iba a tener tanta suerte. Obviamente sólo me dijo que no me odiaba para que no me sintiera peor. No quería crearme falsas esperanzas, pero había algo en su voz y en su mirada que me hacía creer que podría ser verdad".
Sirius olvidó todas sus dudas tan pronto como sintió los labios de Remus sobre los suyos. Lo abrazó fuertemente, como si llevase muchos años deseando aquello: en realidad así era. Ninguna de sus relaciones anteriores le había provocado aquella sensación de felicidad. Lo que más quería en ese momento era a su Remus, y que él lo quisiera. Todo lo demás sobraba. (Continuará) NOTAS DE LAS AUTORAS (o pequeñas peleillas.) Nota 1 - Moony estaba haciendo ruidos extraños mientras escribíamos. Nota 2 - Sirius me roba las ideas, y yo aullo Nota 3 - mentira, las digo antes que él. Nota 4 - si os gusta la historia, más os vale dejar review, porque si no Moony se me echa encima... Nota 5 - y ya q las 2 nos peleamos escribiendo esto, q sirva para algo eh? ^·~ Que si no Sirius me pega (y para ciertos casos las vacunas no sirven) PD: Nota 6: no sirven contra ti, lobito...
"No sé por qué demonios lo hice. Conseguí que Snape se llevara un buen susto, pero también hice que él se alejara de mí. Sin contar que expuse a mis amigos en un gran peligro. Me quedaba castigo para rato, pero eso no era nada comparado con el silencio y desdén de Remus hacia mí".
* * *
Remus, escúchame - dijo James, que estaba sentado frente a su amigo en el dormitorio, intentando que le prestara atención. No quiero hablar más del tema - respondió. Pero ya sabes que no tenía intención de hacerte daño. Todos cometemos errores... Pero no como ese. Remus, a ver... ya tiene bastante castigo por parte de Dumbledore como para que lo castigues tú también. ¿Cuántas veces te ha pedido perdón? Como treinta al día - respondió Remus, tranquilamente. ¿Hablarás con él entonces? No - dijo, tristemente. James suspiró, dando el "caso" por perdido. Se dispuso a abandonar la estancia, pero se detuvo en la puerta. Entonces dime una cosa, ¿por qué se arriesgó a convertirse en animago?
"Aún me dolía demasiado como para perdonarle. Reflexioné sobre la pregunta de James, pero mis ideas estaban muy confusas. Esa misma noche, cuando se suponía que todos estábamos durmiendo, aunque yo no lo conseguía, Sirius regresó de su castigo. Oí cómo sus pasos se detenían a los pies de mi cama, y su mano hizo el ademán de abrir las cortinas, pero retrocedió. Contuve la respiración, aunque por un lado deseaba verlo".
* * *
Estaba claro que Snape no iba a dejar las cosas así, y preparó minuciosamente su venganza personal contra Sirius. Aquel sábado, justo antes de la cena, Severus se acercó furtivamente a la mesa Gryffindor, y depositó dos gotas de un líquido transparente en al copa que, según sus cálculos, solía usar Sirius. Afortunadamente, no se equivocó, y poco más tarde los Merodeadores tomaron asiento. Sirius apenas comió y, para horror de Snape, tampoco parecía muy interesado en la bebida. Pero para su alivio, apuró la copa justo antes de levantarse. Se dirigían a la puerta del Gran Comedor, cuando Sirius perdió el equilibrio, apoyándose en James para no caer al suelo. ¿Sirius? - dijo él, cogiéndolo al vuelo - ¿Qué demonios...? Tiene muy mala cara... - comentó Peter, preocupado. Vamos a llevarlo a la habitación - dijo James con determinación - Ayudadme - añadió, mirando a Remus. Lupin asintió y lo tomó por el otro brazo. Sirius andaba como si hubiese tomado unas copas de más, y a duras penas consiguieron llegar al dormitorio.
* * *
Trataron de sentarlo en la cama, pero inmediatamente cayó hacia atrás, con los ojos entreabiertos. Los demás se sentaron a su alrededor, preocupados. ¿¡¡Sirius!!? - exclamó James, nervioso. Sí - respondió tranquilamente, sin expresar emoción ninguna. ¿Qué te pasa? No lo sé. Habrá bebido algo - sugirió Peter. Pero ha bebido lo mismo que nosotros - dijo Remus. Oh oh... A ver si Snape ha echado alguno de sus experimentos en la comida... - dijo James, pensativo - Por los efectos parece... oh... no... ¿Qué, qué? - preguntó Peter. Veamos... - continuó James, dirigiéndose a Sirius - A ver, algo fácil... ¿quién soy yo? Sirius parpadeó varias veces, y se dispuso a responder, soltando una larga parrafada sin emoción: Tú eres muy tonto porque estás enamorado de Lily y no te atreves a decírselo porque tú no lo sabes pero ella me dijo que le gustabas pero no te lo puedo decir porque ella me pidió que no te lo dijera porque si te lo digo falto a mi palabra y ella se enfada y ya la liamos y encima la culpa es mía porque ella se enfada conmigo por decírtelo y tú te enfadas por no habértelo dicho antes y encima el malo soy yo. James se quedó sin habla, mientras Peter soltaba una carcajada, y Remus se llevaba la mano a la boca. Me da que es la poción de la verdad - dijo éste último. Lo he notado... - gruñó James - O sea que le gusto... Pregúntale algo más por si acaso... - dijo Peter. ¿Y qué le pregunto? - inquirió James. Déjame a mí - dijo el pequeño, poniéndose junto a Sirius - A ver, dime, Sirius, ¿te has acostado con alguna chica de Hogwarts? Remus y James miraron a Peter con desaprobación, pero la respuesta de Sirius vino en seguida: Sí con unas cuantas pero la mejor con diferencia ha sido Bianca la de Slytherin sí esa que le gusta a Snape y por eso él me odia pero vamos que repetiré si me da la gana.
"Se me vino el mundo abajo en un momento. Así que era verdad, claro, cómo iba a quererme a mí, pensé. Si para empezar yo no era una chica. No dije nada pero me dispuse a seguir escuchando, puesto que el daño ya me lo había hecho".
James parecía confundido, y saltó: ¿Pero estás enamorado de ella? No - respondió Sirius con la misma tranquilidad. ¿Y entonces de...? - comenzó Peter, pero Remus lo interrumpió. ¿Por qué mandaste a Snape al Sauce Boxeador aquella noche? - preguntó. El silencio que de pronto invadió la sala, sólo fue roto por la respuesta de Sirius: No lo sé sólo quería darle un susto y que dejase de molestarnos por algún tiempo pero desearía no haberlo hecho nunca porque ahora tú me odias y yo no quiero que tú me odies. Peter aprovechó el desconcierto de Remus y el silencio de James para terminar su pregunta: ¿Y de quién estás enamorado, Sirius? Oh oh - dijo James, de repente. Me gusta él - respondió Sirius, con la mirada perdida - pero por más que me guste no tengo muchas esperanzas porque seamos sinceros él es un chico y yo también y no creo que nada cambie sino que podría deteriorarse nuestra amistad y por eso no lo digo de hecho no creo que tuviese el suficiente valor si supiese que no cambiaría nada. Y por si fuera poco ahora me odia y aunque le pido perdón treinta veces al día me ignora no quiere saber nada de mí y estoy hecho polvo porque no puedo soportar que esté lejos. Así que si Remus no me perdona no sé qué voy a hacer... A medida que decía esto, sus ojos se iban cerrando, hasta caer en un profundo sueño.
"No podía creer lo que estaba oyendo. Sabía que no podía mentir pero todo aquello me sonaba a broma, como si alguien lo hubiese manipulado para hacerme más daño. Abandoné la habitación sin decir una palabra ni mirar a nadie, y a los pocos minutos estaba fuera del castillo, sin importarme que alguien pudiera pillarme allí a aquellas horas de la noche. Tenía que meditar sobre muchas cosas".
* * *
Una hora más tarde, Sirius volvió en sí y se incorporó. James se acercó a él rápidamente, con gesto preocupado. Sirius... ¿te acuerdas de algo? - preguntó James. ¿Eh? - dijo, parpadeando. A ver, te explico - comenzó James - Alguien echó en tu comida poción de la verdad... ¿¡Qué Snape hico qué!? - exclamó Sirius. Sí, supongo que sí - murmuró James para sí - ¿por casualidad recuerdas lo que has dicho durante una hora? Sirius abrió los ojos como platos al ver a James tan agobiado. ¿Qué - he - dicho? - preguntó Sirius. Nada importante. Sólo que yo le gusto a Lily, que te has acostado con Bianca y por eso Snape te odia, y te has declarado a Remus.
"En ese momento me entraron ganas de tirarme por la ventana. Durante un instante pensé que era una broma, pero nunca había visto tanta sinceridad en la expresión de James. Quería desaparecer. Durante cinco años había guardado ese sentimiento para mí, y ahora, en un instante de inconsciencia, lo había echado todo a perder".
No te preocupes, Sirius - dijo James, intentando calmarlo - Seguro que al final lo entiende... y si te digo al verdad yo ya lo sospechaba... Me va a odiar más de lo que ya me odiaba, ¿verdad? Erm... Me gustaría estar solo... Sí... claro... esto... voy a hablar con Lily...
* * *
"Serían las once de la noche cuando decidí volver a la habitación. Por más que había meditado, no tenía ni idea de lo que iba a hacer cuando lo viera. Seguramente James le había contado todo lo sucedido. Cuando abrí la puerta pensé que todos se habían ido, porque las cortinas de todas las camas estaban descorridas. Entré más tranquilo, pero cuando cerré la puerta volví los ojos hacia la ventana y allí estaba él. Sentado en el alféizar de la ventana, con una suave luz de luna alumbrando su silueta, la mejilla apoyada en el cristal. Sus ojos negros miraban al infinito. Nunca había visto nada parecido, llevaba la camisa a medio abrochar por fuera del pantalón, y tenía las piernas flexionadas, una sobre la otra. Se lo veía tan triste..."
Remus se acercó silenciosamente hasta colocarse a su lado, y Sirius volvió la cabeza despacio, como si no estuviese preparado para afrontar la situación.
Ya sé que me odias... - susurró Sirius - No hace falta que lo digas.
Remus apartó las piernas de Sirius, para poder sentarse frente a él en el alféizar.
Sirius, mírame...
"¿Cómo iba a mirarlo después de lo que había pasado? Le había confesado todo lo que sentía sin saberlo, como si no fuese yo".
Sirius alzó la vista, y sus ojos se encontraron.
¿Pero en serio que tú...? - comenzó Lupin.
El otro chico suspiró.
Me habría gustado habértelo dicho de otra forma... pero no tenía valor... si no quieres volver a hablarme lo entenderé... ¿Qué crees que diría yo si me hubiesen echado la poción? - preguntó Remus, sonriendo levemente. ¿Que me odias? ¿Que no me puedes ver? ... - dijo Sirius, más decaído que nunca.
Lupin posó las manos en los hombros de su amigo, acercándose más a él.
No te odio y sí te quiero ver - dijo en voz baja.
Sirius abrió los ojos con sorpresa, y la incredulidad se dibujó en su rostro. Volvió a agachar la cabeza, pensativo, pero Remus le pasó una mano suavemente por su pelo moreno.
Yo también tendría que habértelo dicho antes - murmuró.
"Seguramente no se estaba refiriendo a eso. No iba a tener tanta suerte. Obviamente sólo me dijo que no me odiaba para que no me sintiera peor. No quería crearme falsas esperanzas, pero había algo en su voz y en su mirada que me hacía creer que podría ser verdad".
Sirius olvidó todas sus dudas tan pronto como sintió los labios de Remus sobre los suyos. Lo abrazó fuertemente, como si llevase muchos años deseando aquello: en realidad así era. Ninguna de sus relaciones anteriores le había provocado aquella sensación de felicidad. Lo que más quería en ese momento era a su Remus, y que él lo quisiera. Todo lo demás sobraba. (Continuará) NOTAS DE LAS AUTORAS (o pequeñas peleillas.) Nota 1 - Moony estaba haciendo ruidos extraños mientras escribíamos. Nota 2 - Sirius me roba las ideas, y yo aullo Nota 3 - mentira, las digo antes que él. Nota 4 - si os gusta la historia, más os vale dejar review, porque si no Moony se me echa encima... Nota 5 - y ya q las 2 nos peleamos escribiendo esto, q sirva para algo eh? ^·~ Que si no Sirius me pega (y para ciertos casos las vacunas no sirven) PD: Nota 6: no sirven contra ti, lobito...
