Kenshin y co. no me pertenecen, qué lástima, me gustan tanto...
Muchos insisten con eso de que Kenshin no se cree merecedor de Kaoru y todo eso, pero yo no insistí con ese tema porque me parece que no va con mi historia. Por otro lado, ¿alguna vez en el mango o el anime él dice o hace algo que indique que piensa de esa manera? Solo vi el anime y no recuerdo nada por el estilo, incluso en 'Seisouhen' no parece que piense así.
¡¡Necesito saber el cumpleaños de Kaoru!! Por si sigo el fic o le hago segunda parte (Si, ya sé, están por tirarse del balcón. No se preocupen, solo por las dudas, aún no se).
'...' Pensamiento
"..." Diálogo
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Capítulo 18_ El regalo
"¿R-regalos?" preguntó el pelirrojo sin terminar de creelo.
"¡Claro! Es una vieja costumbre hacer regalos a quienes cumplen años, además de ser utilizada en todo el mundo y sinceramente nunca es malo recibir regalos, ¡no puedo esperar a que llegue mi cumpleaños!" decía Yahiko ya soñando con los obsequios que recibiría en su cumpleaños. Lamentablemente fue sacado bruscamente de sus pensamientos con un golpe de Kaoru.
"¡Yahiko, pequeño demonio! ¿Es eso todo lo que te interesa?"
Yahiko respondió aún algo atontado por el golpe:
"No… también espero que por ser mi cumpleaños me dejen atarte a un árbol y darte tantos golpes como recibí de ti hasta ahora…"
"Es justo" dijo Sano con simpleza en un murmullo que lamentablemente fue oído por Kaoru.
"¡¡Estúpidos!!" Ya estaba apunto de golpearlos a los dos cuando Kenshin intervino previniendo un posible desastre.
"¡Maa, maa! Tranquilos, mejor sigamos con la fiesta, ¿eh?" dijo tomando a Kaoru suavemente por los hombros, desde detrás de ella. La chica se puso MUY colorada y enseguida bajó los amenazantes puños para ocultar que sus manos empezaban a temblar.
Es que ese día estaba muy susceptible y para mejor en tan solo momentos le daría el regalo a Kenshin y no sabía si le gustaría. Y estaba nerviosa. Y Kenshin la tomaba por los hombros. ¡Oh dios!
"¡El mío primero, himura!" gritó Misao muy entusiasmada acercándose con un paquete rectangular "Apenas lo ví supe que debías tenerlo. Es de parte del señor Aoshi también, por supuesto"
"No, yo no tuve nada que ver con la compra de ese regalo, lo juro" aseguró Aoshi algo… molesto.
"¡Oh, no debieron molestarse!" exclamaba Kenshin mientras abría el obsequio " Todo lo que necesito está aquí, no esperaba una fiesta y mucho menos… ¡¿'Mi encuentro con el Hitokiri Battousai'?!"
"Te dije que no debías comprar eso, Misao"
"Nada de eso, señor Aoshi. ¿Verdad que te gusta, Himura? Es un libro muy vendido en Kyoto, el autor ha tomado mucha fama, ya ves, parece que lo dejaste muy impactado en tu época."
"¿Mi… época?"
"Claro, no quiero decir que estés viejo, solo que, tu sabes, ya no son tus años dorados…"
"¡¡Misao!! ¿No ves que lo estas deprimiendo?" la regañó Yahiko "No debes decirle nada de su edad a una persona que cumple tantos años como Kenshin"
"Oro"
"¡¡Ya basta ustedes dos!!" concluyó Kaoru con un puño en la cabeza de Yahiko.
"Ejem… mejor abre el nuestro Kenshin" Sano trató de alivianar el ambiente volviendo a lo importante.
"Muchas gracias Sano, Megumi" Kenshin trató de reanimarse dejando el libro a un costado.
"Creemos que te irán muy bien, son tus colores" agregó Megumi.
Kenshin abrió el paquete con algo de ansiedad y tiró de una tela del color de su gi…
"¡¿Verdad que es perfecto?! Amigo, de verdad te verás bien con ese atuendo"
"Yo creo que quedarás muy apuesto, ¡deberías probártelo ahora mismo!"
Los demás tenían gruesas gotas de sudor en la frente.
El regalo de la feliz pareja consistía en un conjunto al estilo del de sano, la camisa en azul oscuro y el pantalón en morado-rosado [o como sea el color del gi de Ken-chan], las dos prendas tenían aplicaciones en el color de la otra y los bordes eran blancos. Pero lo más 'interesante' eran los caracteres japoneses en la espalda que decían 'BUENO'.
"Y para completarlo, aquí está una vincha haciendo juego" terminó Sano triunfalmente sacando una tira de tela morada y azul de su bolsillo".
'No puedo creer que Megumi halla consentido en regalarle algo así… debe haberse contagiado del mal gusto de su novio. O más bien, debe haberse hecho un lavado de cerebro, ¿'BUENO'? ¡¿En qué diablos estaban pensando cuando compraron esa ropa?! Supongo que servirá para limpiar el piso del dojo…' pensaba Kaoru mordiéndose los labios inferiores por vergüenza ajena.
"¡Dinos qué te parece Kenshin!" suplicaba Megumi.
"¡Oh!Esteee… ¡Oro! Creo que es… ¡Moderno! Si. ¡Me lo probaré más tarde! Especialmente la vincha…" lo último lo susurró de manera que solo Kaoru, que estaba más cerca, lo escucho, haciéndola soltar una risita.
"Ya me están cansando estas cursilerías, mejor toma mi regalo y traigan la comida" dijo Hiko dándole rudamente a Kenshin una gran botella de Sake.
"Hiko-sensei… no debía… de hecho yo no suelo beber…"
"¡¿No creíste que iría a comprarte un regalo bonito y especialmente para ti, que apenas lo vi supe que debías tenerlo y todas esas estupideces, ¿no??!"
"¡Oro! ¡Claro que no, Hiko-sensei! ¡Gomen!" Kenshin prefirió alejarse de su maestro viendo que la fiesta lo tenía algo alterado.
"¡Kenshin! ¡Aquí está el mío!" Yahiko parecía muy ansioso "Lo compré con el dinero que me dio Tae por ayudarla en el Akebeko" El chico le extendió en plato[de los que usan allá para comer arroz] de madera que en el frente tenía grabado "Kenshin" [en car. japonésidos, obvio.]. Kenshin se sintió de veras emocionado por el detalle de su pequeño amigo.
"Yahiko, muchísimas gracias. ¿De verdad usaste todo el dinero para mi regalo?"
Yahiko miró hacia un lado y hacia otro, se acercó al pelirrojo y le susurró al oído.
"La verdad es que guardé un parte para el cumpleaños de la fea, pero ¡más te vale que no abras la boca!"
Kenshin rió divertido, después de todo Yahiko evidentemente quería mucho a Kaoru. Kaoru. ¿Dónde estaba ella ahora?
"Kaoru acaba de salir por un momento, Kenshin, enseguida regresa" era el Dr. Genzai y parecía haberle leído la mente. En parte sí lo había hecho. "Mientras tanto toma mi regalo. Báh, en realidad no es mío sino de alguien más. Cuando lo abras lo verás"
El pelirrojo tomó un pequeño rollo de pergamino y lo abrió para empezar a leerlo para sí.
' A quien corresponda.
Si usted está leyendo esto significa que mi muy querido amigo Genzai lo considera merecedor de toda mi confianza en lo que a mi adorada hijo Kaoru respecta. De aquí en más no deberá preocuparse por mi opinión. Pero sepa usted que solo en Kaoru reside la última decisión y donde sea que yo esté (tal vez ya no en este mundo) estaré conforme sabiendo que ella es feliz.
Sr. Kamiya'
[Aclaro que ni idea el nombre del padre de Kaoru]
Kenshin no podía creer lo que estaba leyendo. El padre de Kaoru había dejado en Dr. Genzai la decisión de aceptar o no un candidato para su hija, y éste lo había considerado el indicado!!!! No podía estar más feliz. Eso significaba mucho para él. Bueno, aún no sabía qué pensaba Kaoru, pero el hecho es que no debería sentirse mal por no pedir la mano de la chica a su padre. Pedir su mano, qué bien sonaba eso.
'Ya basta Himura, estás yendo muy rápido, es un sueño demasiado hermoso para ser real. No. Dr. Genzai es muy bueno pero no puedo aprovecharme así de su confianza'.
El muchacho buscaba la manera de olvidarse del asunto y tuvo su oportunidad al oír la suave voz a sus espaldas.
"Kenshin, aquí está el mío"
Silencio general.
De una manera u otra todos se habían enterado del asunto con el regalo y nadie, ni siquiera Aoshi, podía permanecer calmado. Megumi y Tae eran las más ansiosas de todas, ya que habían seguido el problema desde el principio. Misao tomaba las manos de las dos con nerviosismo. Yahiko miraba el paquete fijamente mientras Tsubame presionaba uno de sus brazos sin darse cuenta. Sano tenía a Megumi por la cintura y poco a poco apretaba más difícultandole la respiración, pero Megumi no se dio cuenta porque apenas estaba respirando. Hiko y Aoshi tenían los puños cerrados compartiendo la ansiedad general. Dr. Genzai tenía las manos en el pecho como si tratara de contener el corazón, que de verdad le latía muy fuerte. Las únicas ajenas a todo eso eran Ayame y Suzume, que saltaban alegres y canturreaban "¡Que lo abra, qué lo abra!"
Kenshin se dio vuelta lentamente y encontró sus ojos. Las mejillas de la chica estaban levemente coloradas. Extendió los brazos y tomó el paquete entre sus manos. Empezó a abrirlo con mucho cuidado. Los corazones dejaron de latir. Las piernas de Kaoru temblaban. Segundos (largos como horas) después, el papel de la envoltura caía y Kenshin sostenía en sus manos un rectángulo de madera tallada, mirándolo embobado.
Por alguna misteriosa razón la posición de Kenshin no dejaba ver lo que él miraba, así que todos se corrieron rápidamente, sin cambiar sus posiciones ni sus estados de ansiedad, para ubicarse detrás de él.
Y ahí estaba.
Las mujeres suspiraban ruidosamente, los hombres sonreían, todos respiraron de nuevo. Megumi sintió un fuerte dolor en la cintura por el 'abrazo' de Sano y Yahiko notó que había dejado de circular la sangre en su brazo derecho, mientras Tsubame lo miraba incómoda por lo que había hecho. Las manos de las tres amigas estaban colorada y también las de Hiko y Aoshi, que no habían medido su fuerza.
Solo Kenshin permanecía en estado de shock.
Si hubiera podido demostrar reacción alguna tal vez hubiera largado alguna lágrima. O hubiera abrazado a Kaoru fuertemente. O la hubiera besado como nunca soñó que la besaría. Pero sólo pudo quedarse ahí, observándolo.
Nuevamente las niñas eran las únicas en reaccionar naturalmente.
"¡Qué bonita pintura!"
"¡Seguro que Ken-iichi la colgará en su cuarto!"
La pintura era má un retrado de Kenshin y Kaoru juntos, sonriendo felices, una de las manos de Kenshin abrazando a Kaoru por la espalda, y en cada costado del cuadro el nombre de uno de los dos, 'Kenshin' a la izquierda y 'Kaoru' a la derecha.
Descartando cualquier descripción posible, era un cuadro realmente hermoso, y más que nada tenía un significado que Kaoru no sabía si Kenshin sabría interpretar, y en ese caso, qué pensaría. Pero valía la pena. Y además era un presente muy hermoso, a su parecer, incluso sin contar lo que ella pensaba cuando se lo encargó a Katsu.
No se sabe cuánto tiempo transcurrió desde que Kenshin abrió el regalo hasta que pudo hablar, pero pudieron haber sido horas, aunque no debe haber sido más de un minuto…
"K-Kaoru-dono…" dijo bajando el cuadro para encontrar la cabeza gacha de Kaoru mirando hacia el suelo.
"E-entenderé si no te gusta…"
"¡Oro! ¡Es maravilloso!" De repente ya no hablaba entrecortado, no podía creer que Kaoru pensara que no le había gustado "No me interprete mal, por favor, es un cuadro muy hermoso, gracias. Hoy mismo voy a buscar dónde ponerlo y…"
Tae pensó que sería mejor que dejaran todo eso para después, pues sería poco romántico que charlaron sobre eso ahora, así que trajo un gran pastel y lo puso enfrente de Kenshin.
"¡Esto es de parte de Tsubame y yo! Es una receta occidental, ¡esperamos que te guste!"
"¡Yo quiero un pedazo!" exclamó en seguida Yahiko.
"¡No tan rápido niño, quiero mi porción también!" gritó Sano empujándolo suvemente.
"¡No me dijas niño! ¿Por qué no le pides a tu novia que te prepare uno?"
"¿Por qué no le pides a TU novia que te prepare uno? Ella si que sabe cocinar" dijo el luchador refiriéndose a Tsubame.
"¡¿Estás diciendo que no se cocinar?!" Megumi lucía enojada.
"¡¡Ella no es mi noviaaaaaa!!"
"¡Cálmense un poco! ¡Es una fiesta, ¿recuerdan?!" Pidió Misao.
"¡¿Y quién te pidió que te metieras, comadreja?!"
"Guarda tus insultos para más tarde, Sagara" Aoshi mostró su faceta 'héroe'.
"¡Señor Aoshi!" Misao se emocionó tanto que corrió a abrazarlo.
"Ustedes son unos idiotas" Hiko no soportaba el escándalo armado por el grupo.
"¡¿A quién le dices idiota maldito estúpido?!"
La pelea se fue haciendo más fuerte distrayendo a Kenshin y a Kaoru, que pronto se dieron cuenta de que cualquier tipo de charla tendrían que dejarla para más tarde. Y sí habría una.
"¡Ken-iichi! Aquí está nuestro regalo"
"Las recogimos hoy por la tarde"
Las niñas le dieron a su querido amiguito un ramo de flores frescas que Kenshin agradeció con un aamplia sonrisa y la promesa de que jugaría con ellas el día siguiente. Las niñas se alejaron felices y Kenshin aprovechó para extenderle el ramo a Kaoru.
La chica se sonrojó pero tomó las flores.
Los dos se miraron sonrientes. Y sus rostros decían mucho más que mil palabras.
Las niñas volvieron a aparecer tirando de una de las mangas de Kenshin.
"Ken-iichi, ¿por qué todos se pelean tanto?"
Kenshin suspiró resignado. Esa pregunta sí que no tenía respuesta.
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Globos, trompetas, guirnaldas y papelitos de colores.
¡¡Por fin se mostró es regalo!!
Por supuesto todos esperarían algo mucho más espectacular, pero tengas en cuenta que lo importante no es el regalo en sí sino lo que pasa a su alrededor.
El próximo capítulo va ser de lindo!!!!!!!!!
¡Manden reviews y cuénten qué les parece!
Besos
Ai-chan [como me dice mi querida a miga Moonlight]
