El Señor de los Anillos: La Leyenda Continúa
6
Los viajeros continuaron su camino hacia Ithilien, solo les quedaba dos jornadas de viaje y sus corazones estaban más animados, excepto el de Legolas, un oscuro presentimiento le rondaba la cabeza desde hacia varios días y se había ido acentuando desde el día que el anciano escapó. Pronto llegaron a un bosque que estaba atravesado por un río y pararon a descansar y a comer algo. Legolas fue a hablar con Faramir para ver cual sería su próxima ruta a seguir para llegar a Ithilien.
- Podríamos seguir esta ruta - dijo Faramir mientras señalaba la ruta en el mapa que había apoyado en una piedra - es la más segura, ¿qué te parece?
Legolas permaneció en silencio.
- ¿Legolas?
- Sí, me parece bien.- dijo mientras posaba su mano sobre el hombro de Faramir - Iremos por ahí.
Y diciendo esto se marchó en dirección a la orilla del río, necesitaba refrescarse la cara, allí estaba sentada Kate con su cabeza apoyada entre sus rodillas, tomando el fresco; Legolas se quedó observándola un rato, le parecía una mujer hermosa. Kate se dio cuenta de que alguien la observaba y al volver la cabeza vio a Legolas y por tercera vez sus ojos se cruzaron; la joven le sonrió y volvió su mirada al agua, el Elfo se acercó a ella y se sentó a su lado.
- ¿En qué piensas?
- En cuando partiremos de aquí y . . . en mis padres.
- Les echas de menos.
- Pues la verdad es que apenas me acuerdo de ellos, murieron cuando yo tenía tres años.
- Lo lamento.
La joven asintió con la cabeza.
- Será mejor que volvamos o se extrañaran por nuestra tardanza.
Legolas ayudó a Kate a levantarse pero justo cuando la muchacha tocó la mano del Elfo una serie de imágenes recorrió su mente.
- ¿Qué te pasa? - dijo Legolas mientras la sostenía entre sus brazos.
- He tenido una . . . visión.
- ¿Visión?
- Sí, una especie de premonición.
- ¿Puedes andar?
- Sí, creo que sí.
- Vamos, será mejor que volvamos.
El resto de la tarde paso sin que pasara nada y llegó la noche, la luna se alzaba bien alta en el cielo; todos dormían excepto dos Elfos que estaba haciando guardia, todo estaba tranquilo, pero, de repente todos gritaban: un grupo de orcos les atacaron, la mujeres y los niños se pusieron a salvo mientras Elfos y Hombres atacaban con sus armas. Kate se escondió detrás de un árbol desde el que podía observar toda la batalla, pero, no oyó a un orco que se le acercó por la espalda. Levantó su hacha para matar a la joven pero en el último segundo la muchacha se percató y lo esquivó. El orco sacó una daga e intentó clavarséla en varias ocasiones que ella consiguió esquivar, pero en una de esas ocasiones, clavó la daga en el hombro de Kate. La daga cayó junto al cuerpo de Kate que estaba incosciente tendida en el suelo, pues, la daga, estaba creada para matar, poco a poco, con un veneno.
Legolas, que ya había acabado con los otros orcos, estuvo buscando a Kate entre las mujeres y al no encontrarla decididió entrar por el bosque, aqunue no le hizo falta buscar mucho, enseguida vió a la joven en el suelo.
- Kate - la llamó el Elfo, aunque no sirvió de nada pues estaba incosciente . . .
Legolas llamó a Enweth, famosa curandera que viajaba con ellos hacia Ithilien, Beren también se acercó y al ver allí a Kate sintió mucha rabia al no haber podido protejerla.
Ioreth examinó la daga.
- Esta daga contenía veneno, veneno que ha penetrado en la herida y . . . poco a poco irá matando a Kate.
- ¿No hay forma alguna de salvarla?
- Llegar a Ithilien lo antes posible, allí se encuentran las medicinas que necesito para salvarla.
- Entonces partiremos ahora mismo - dijo Legolas, que sentía que había traicionado la promesa que le había hecho Gandalf.
- No puedes hacer eso, las mujeres y los niños no han dormido nada, están cansados - dijo Enweth.
- Pero . . .
- No te preocupes seguro que en este bosque encontrare algunas hierbas para frenar un poco el veneno.
- Entonces partiremos mañana a primera ahora. Iré a avisar a Faramir.- dijo Legolas y se marchó.
A la mañana siguiente, todos recogieron sus cosas y se montaron en sus caballos. Legolas decidió llevar a Kate en su caballo y sin perder más tiempo partieron hacia Ithilien.
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En un día y medio los viajeros llegaron a Ithilien, llegaron cansados y los caballos fatigados pues Legolas les obligó a ir más rápido de lo normal, no podía permitir que Kate muriese. Durante el viaje le había susurrado palabras en élfico que no consiguieron despertarla de su sueño.
Una vez en Ithilien, Legolas llevó a Kate a las Casas de Curación acompañado de Enweth.
- Ahora será mejor que me dejes hacer mi trabajo sola, mi señor, haré todo lo posible para curarla.
El Elfo le hizo caso aunque de mala gana, deseaba estar junto a la joven en esos momentos. En ese momento llegó Vorhir acompañado de Níriel.
- ¿Se pondrá bien? - preguntó su amigo.
- Aún no lo sé.
- Más le vale, el destino de la Tierra Media depende de ella.- dijo Níriel.
Legolas permaneció en silencio.
- Voy a dar un paseo, necesito pensar.- dijo al cabo de un rato.
Y allí se quedaron Vorhir y Níriel, suponían lo que le pasaba al Príncipe pero ninguno de ellos lo mencionó . . .
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Vorhir
Era el mejor amigo de Legolas, era valiente y algo bromista. Muchas Elfas suspiraban por él pero él solo tenía ojos para una que no le hacía mucho caso . . . Vorhir era rubio y su cabello le llegaba hasta media espalda; sus ojos eran de color miel y su cuerpo era musculoso.
Conoció al Príncipe una tarde de Verano, se había escapado de su casa para que su madre no le regañara por algo que había hecho, y, en uno de los bosques, encontró a Legolas y desde entonces se convirtieron en amigos inseparables. Una tarde conoció a la hija de un guardia personal del padre de Legolas y se quedó prendado de ella, pronto se hicieron los tres amigos e iban juntos a todas partes.
Vorhir siempre había notado que a Níriel le gustaba Legolas, aunque el Príncipe nunca lo notó. Y ahora estaba esa joven, la Portadora del Anillo, y él, al igual que Níriel, había notado como la observaba Legolas . . .
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Los viajeros continuaron su camino hacia Ithilien, solo les quedaba dos jornadas de viaje y sus corazones estaban más animados, excepto el de Legolas, un oscuro presentimiento le rondaba la cabeza desde hacia varios días y se había ido acentuando desde el día que el anciano escapó. Pronto llegaron a un bosque que estaba atravesado por un río y pararon a descansar y a comer algo. Legolas fue a hablar con Faramir para ver cual sería su próxima ruta a seguir para llegar a Ithilien.
- Podríamos seguir esta ruta - dijo Faramir mientras señalaba la ruta en el mapa que había apoyado en una piedra - es la más segura, ¿qué te parece?
Legolas permaneció en silencio.
- ¿Legolas?
- Sí, me parece bien.- dijo mientras posaba su mano sobre el hombro de Faramir - Iremos por ahí.
Y diciendo esto se marchó en dirección a la orilla del río, necesitaba refrescarse la cara, allí estaba sentada Kate con su cabeza apoyada entre sus rodillas, tomando el fresco; Legolas se quedó observándola un rato, le parecía una mujer hermosa. Kate se dio cuenta de que alguien la observaba y al volver la cabeza vio a Legolas y por tercera vez sus ojos se cruzaron; la joven le sonrió y volvió su mirada al agua, el Elfo se acercó a ella y se sentó a su lado.
- ¿En qué piensas?
- En cuando partiremos de aquí y . . . en mis padres.
- Les echas de menos.
- Pues la verdad es que apenas me acuerdo de ellos, murieron cuando yo tenía tres años.
- Lo lamento.
La joven asintió con la cabeza.
- Será mejor que volvamos o se extrañaran por nuestra tardanza.
Legolas ayudó a Kate a levantarse pero justo cuando la muchacha tocó la mano del Elfo una serie de imágenes recorrió su mente.
- ¿Qué te pasa? - dijo Legolas mientras la sostenía entre sus brazos.
- He tenido una . . . visión.
- ¿Visión?
- Sí, una especie de premonición.
- ¿Puedes andar?
- Sí, creo que sí.
- Vamos, será mejor que volvamos.
El resto de la tarde paso sin que pasara nada y llegó la noche, la luna se alzaba bien alta en el cielo; todos dormían excepto dos Elfos que estaba haciando guardia, todo estaba tranquilo, pero, de repente todos gritaban: un grupo de orcos les atacaron, la mujeres y los niños se pusieron a salvo mientras Elfos y Hombres atacaban con sus armas. Kate se escondió detrás de un árbol desde el que podía observar toda la batalla, pero, no oyó a un orco que se le acercó por la espalda. Levantó su hacha para matar a la joven pero en el último segundo la muchacha se percató y lo esquivó. El orco sacó una daga e intentó clavarséla en varias ocasiones que ella consiguió esquivar, pero en una de esas ocasiones, clavó la daga en el hombro de Kate. La daga cayó junto al cuerpo de Kate que estaba incosciente tendida en el suelo, pues, la daga, estaba creada para matar, poco a poco, con un veneno.
Legolas, que ya había acabado con los otros orcos, estuvo buscando a Kate entre las mujeres y al no encontrarla decididió entrar por el bosque, aqunue no le hizo falta buscar mucho, enseguida vió a la joven en el suelo.
- Kate - la llamó el Elfo, aunque no sirvió de nada pues estaba incosciente . . .
Legolas llamó a Enweth, famosa curandera que viajaba con ellos hacia Ithilien, Beren también se acercó y al ver allí a Kate sintió mucha rabia al no haber podido protejerla.
Ioreth examinó la daga.
- Esta daga contenía veneno, veneno que ha penetrado en la herida y . . . poco a poco irá matando a Kate.
- ¿No hay forma alguna de salvarla?
- Llegar a Ithilien lo antes posible, allí se encuentran las medicinas que necesito para salvarla.
- Entonces partiremos ahora mismo - dijo Legolas, que sentía que había traicionado la promesa que le había hecho Gandalf.
- No puedes hacer eso, las mujeres y los niños no han dormido nada, están cansados - dijo Enweth.
- Pero . . .
- No te preocupes seguro que en este bosque encontrare algunas hierbas para frenar un poco el veneno.
- Entonces partiremos mañana a primera ahora. Iré a avisar a Faramir.- dijo Legolas y se marchó.
A la mañana siguiente, todos recogieron sus cosas y se montaron en sus caballos. Legolas decidió llevar a Kate en su caballo y sin perder más tiempo partieron hacia Ithilien.
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En un día y medio los viajeros llegaron a Ithilien, llegaron cansados y los caballos fatigados pues Legolas les obligó a ir más rápido de lo normal, no podía permitir que Kate muriese. Durante el viaje le había susurrado palabras en élfico que no consiguieron despertarla de su sueño.
Una vez en Ithilien, Legolas llevó a Kate a las Casas de Curación acompañado de Enweth.
- Ahora será mejor que me dejes hacer mi trabajo sola, mi señor, haré todo lo posible para curarla.
El Elfo le hizo caso aunque de mala gana, deseaba estar junto a la joven en esos momentos. En ese momento llegó Vorhir acompañado de Níriel.
- ¿Se pondrá bien? - preguntó su amigo.
- Aún no lo sé.
- Más le vale, el destino de la Tierra Media depende de ella.- dijo Níriel.
Legolas permaneció en silencio.
- Voy a dar un paseo, necesito pensar.- dijo al cabo de un rato.
Y allí se quedaron Vorhir y Níriel, suponían lo que le pasaba al Príncipe pero ninguno de ellos lo mencionó . . .
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Vorhir
Era el mejor amigo de Legolas, era valiente y algo bromista. Muchas Elfas suspiraban por él pero él solo tenía ojos para una que no le hacía mucho caso . . . Vorhir era rubio y su cabello le llegaba hasta media espalda; sus ojos eran de color miel y su cuerpo era musculoso.
Conoció al Príncipe una tarde de Verano, se había escapado de su casa para que su madre no le regañara por algo que había hecho, y, en uno de los bosques, encontró a Legolas y desde entonces se convirtieron en amigos inseparables. Una tarde conoció a la hija de un guardia personal del padre de Legolas y se quedó prendado de ella, pronto se hicieron los tres amigos e iban juntos a todas partes.
Vorhir siempre había notado que a Níriel le gustaba Legolas, aunque el Príncipe nunca lo notó. Y ahora estaba esa joven, la Portadora del Anillo, y él, al igual que Níriel, había notado como la observaba Legolas . . .
