CAPITULO 2: Decisiones
Megumi entró a la habitación donde Kaoru continuaba reposando. Se acercó lentamente a ella para tomarle la temperatura y la presión, luego revisó los vendajes que le había colocado en el cuerpo. Durante este proceso Kaoru comenzó a recuperar la conciencia.
- Me… Me duele… -balbuceó al abrir su ojo izquierdo poco a poco.
- Kaoru… Ya era hora de que despertaras… -le sonrió la doctora quien continuaba a un lado suyo.
- Me… Megumi… ¿Dónde…?
- No te preocupes. Estás en la clínica.
Kaoru intentó regalarle una pequeña sonrisa en agradecimiento.
- ¿Quieres que llame a Kenshin y a los otros?
- No -respondió Kaoru de inmediato.
- Pero ya pasaron dos días… No tienes idea de lo preocupados que están, sobre todo Kenshin…
- No le has dicho nada, ¿verdad?
- Fue lo primero que me hiciste prometerte la madrugada que llegaste… ¿lo recuerdas?
- Si… Disculpa… si he sido una molestia para ti estos días…
- ¡No digas tonterías! -replicó al ponerse de pie para buscar en un mueble cercano un par de medicinas- Será mejor que tomes algo de esto. También iré a pedir que te preparen algo para comer. Mas tarde podrás contarme cómo pasó todo.
- ¿Es necesario… que te explique lo me sucedió? -murmuró tristemente.
Megumi sabía perfectamente a lo que Kaoru se refería. No pudo disimular su preocupación por ella.
- Necesitas mucho reposo… -aseveró la doctora volviendo a su lado- Pasará mucho tiempo para que los moretones desaparezcan totalmente… Quedarán muchas cicatrices… la más notoria será sobre tu parpado derecho.
Hasta ese momento Kaoru se percató de que tenía una venda alrededor de su cabeza que cubría su ojo derecho. Tocó esa parte suavemente.
- Recuerdo… que tenía mucha sangre en el rostro…
- En un par de días más podré quitarte la venda. Estoy segura que no hay daño ocular interno. De todas formas realizare algunas pruebas. Iré al dojo diariamente para…
- No quiero regresar al dojo.
Esto tomó por sorpresa a Megumi.
- ¿Pero qué dices?...
- Permite… que me quede aquí… No quiero volver… No quiero verlo… -sollozó mientras giraba su cuerpo lentamente hacia el lado derecho- No quiero… ¡No quiero que el se sienta culpable!... ¡Lo que me sucedió fue porque soy solo una niña caprichosa!... ¡Todo es culpa mía!...
- ¿De qué estás…?
- Por favor, Megumi… -le suplicó intentando sentarse pero el dolor le obligó a desistir- No deseo que nadie me vea así… Menos él… Por favor…
Megumi no entendía nada. Al principio creyó que Kaoru no deseaba que sus amigos se preocuparan por ella pero todo esto se complicaba cada vez más.
- "Quizás tiene miedo de que Kenshin la rechace por lo que pasó" -pensó- Kaoru…Entiende. En el dojo Yahiko y Kenshin te cuidarán. Ellos te estiman y no dejarán que nada vuelva a sucederte…
- ¡Es que no quiero que ninguno de ellos se compadezca de mi!... Kenshin… ¡Kenshin no tiene porque perder el tiempo cuidando a una tonta como yo!
- Pero…
En ese momento escucharon que alguien llamaba a Megumi desde el pasillo. Era Sanosuke.
- Megumi… -insistió Kaoru en voz baja, mirándole con cierto desafío- Te prometo que me iré lo más pronto posible… pero yo sola… Y si tú, Sanosuke o Kenshin me obligan a volver al dojo… juró que me escaparé y no volverán a verme…
Simplemente era imposible para la doctora creer lo que escuchaba… Era seguro que algo había pasado algo entre los habitantes de dojo antes de que Kaoru desapareciera y Megumi necesitaba enterarse de ello.
- Está bien… -murmuró- Puedes quedarte aquí… Pero tendrás que explicarme muchas cosas después.
Kaoru asintió mostrándole de nuevo esa pequeña sonrisa que le costaba trabajo retener.
Megumi salió de la habitación para encontrarse con Sanosuke. Sabía que el chico había ido a preguntarle lo mismo que el día anterior y Megumi tendría que mentirle una vez más.
- ¿Nada aún?
Sanosuke movió la cabeza de un lado a otro. Lucía abatido y preocupado.
- No lo entiendo… ¿A dónde pudo haber ido? Ya pasaron tres días. Nadie sabe nada y eso está empezando a desesperarme. ¡Si algún estúpido se atrevió a ponerle las manos encima… juro que voy a barrer Tokio con él!
- Es mejor no pensar en eso… -desvió la mirada- Y… ¿cómo está Kenshin?
- Ya te imaginarás. No habla con nadie… La mayoría del día esta sentado en el patio o en la puerta del dojo. Casi no come… Yahiko dice que le recuerda al comportamiento que Kaoru tenía cuando Kenshin se marchó a Kyoto.
- Seguramente se siente culpable.
- Y no es para menos. Yahiko cada momento que puede lo culpa de la desaparición de su maestra. Dice que durante varios días Kenshin la estuvo tratando muy mal, que ella se cansó y que era lógico que quisiera alejarse de él.
- ¿Eso dice? -reflexionó. Seguramente esto tenía que ver con la decisión de Kaoru de no volver al dojo.
- Si, pero yo creo que exagera. Es imposible que Kenshin haya tratado mal a Kaoru. Aunque Kenshin nunca lo haya dicho sé que ella es lo más importante para él… Pero bueno… Es hora de marcharme. Si tienes alguna noticia…
- Yo te avisaré, no te preocupes.
Sanosuke asintió. Megumi no dejó de observarlo mientras se marchaba.
- "No puedo creer que Kenshin haya tratado mal a Kaoru, pero… eso explicaría porque no quiere verlo. Además, en el estado en el que está ella es mejor no enfrentarlos… Necesita descansar. Aunque me siento mal al pensar que Kenshin esta sufriendo por su ausencia…".
- Megumi-san…
Alguien le llamó desde la puerta sacándola de sus pensamientos. Se dirigió hacía aquella figura la cual no reconoció de lejos.
- Buenos días, Megumi-dono. Espero no importunarte.
- ¿Eh?... ¿Tetsuya-san? ¿Eres tú?
- Hacía mucho tiempo que no nos veíamos, ¿no es verdad? -le sonrió aquel señor amistosamente. Ella le devolvió la sonrisa.
- Realmente no creí que llegaras tan pronto. De haber sido así hubiera ido a la estación a recibirte.
- No te preocupes. Me fue muy fácil llegar hasta aquí.
- Te agradezco que hayas aceptado mi propuesta, Tetsuya-san. El Doctor Genzai tardará en regresar de Kyoto varias semanas y tu ayuda me será de mucha utilidad.
- Para eso están los amigos, Megumi-dono. Si lo deseas puedo poner manos a la obra ahora mismo.
- ¡Perfecto!... Te llevaré a tu habitación para que acomodes tus cosas y luego de mostraré el lugar.
Tetsuya accedió. Siguió a Megumi hasta lo que sería por algunas semanas su habitación en la clínica del Doctor Genzai, a unos pasos de la de Kaoru.
**Hola!!! Antes que nada muchas gracias por sus comentarios. Espero que les guste esta segunda parte. Ah! Por cierto! Este nuevo personaje que metí será un pilar importante en mi fic, pero ya verán más adelante porqué.
Megumi entró a la habitación donde Kaoru continuaba reposando. Se acercó lentamente a ella para tomarle la temperatura y la presión, luego revisó los vendajes que le había colocado en el cuerpo. Durante este proceso Kaoru comenzó a recuperar la conciencia.
- Me… Me duele… -balbuceó al abrir su ojo izquierdo poco a poco.
- Kaoru… Ya era hora de que despertaras… -le sonrió la doctora quien continuaba a un lado suyo.
- Me… Megumi… ¿Dónde…?
- No te preocupes. Estás en la clínica.
Kaoru intentó regalarle una pequeña sonrisa en agradecimiento.
- ¿Quieres que llame a Kenshin y a los otros?
- No -respondió Kaoru de inmediato.
- Pero ya pasaron dos días… No tienes idea de lo preocupados que están, sobre todo Kenshin…
- No le has dicho nada, ¿verdad?
- Fue lo primero que me hiciste prometerte la madrugada que llegaste… ¿lo recuerdas?
- Si… Disculpa… si he sido una molestia para ti estos días…
- ¡No digas tonterías! -replicó al ponerse de pie para buscar en un mueble cercano un par de medicinas- Será mejor que tomes algo de esto. También iré a pedir que te preparen algo para comer. Mas tarde podrás contarme cómo pasó todo.
- ¿Es necesario… que te explique lo me sucedió? -murmuró tristemente.
Megumi sabía perfectamente a lo que Kaoru se refería. No pudo disimular su preocupación por ella.
- Necesitas mucho reposo… -aseveró la doctora volviendo a su lado- Pasará mucho tiempo para que los moretones desaparezcan totalmente… Quedarán muchas cicatrices… la más notoria será sobre tu parpado derecho.
Hasta ese momento Kaoru se percató de que tenía una venda alrededor de su cabeza que cubría su ojo derecho. Tocó esa parte suavemente.
- Recuerdo… que tenía mucha sangre en el rostro…
- En un par de días más podré quitarte la venda. Estoy segura que no hay daño ocular interno. De todas formas realizare algunas pruebas. Iré al dojo diariamente para…
- No quiero regresar al dojo.
Esto tomó por sorpresa a Megumi.
- ¿Pero qué dices?...
- Permite… que me quede aquí… No quiero volver… No quiero verlo… -sollozó mientras giraba su cuerpo lentamente hacia el lado derecho- No quiero… ¡No quiero que el se sienta culpable!... ¡Lo que me sucedió fue porque soy solo una niña caprichosa!... ¡Todo es culpa mía!...
- ¿De qué estás…?
- Por favor, Megumi… -le suplicó intentando sentarse pero el dolor le obligó a desistir- No deseo que nadie me vea así… Menos él… Por favor…
Megumi no entendía nada. Al principio creyó que Kaoru no deseaba que sus amigos se preocuparan por ella pero todo esto se complicaba cada vez más.
- "Quizás tiene miedo de que Kenshin la rechace por lo que pasó" -pensó- Kaoru…Entiende. En el dojo Yahiko y Kenshin te cuidarán. Ellos te estiman y no dejarán que nada vuelva a sucederte…
- ¡Es que no quiero que ninguno de ellos se compadezca de mi!... Kenshin… ¡Kenshin no tiene porque perder el tiempo cuidando a una tonta como yo!
- Pero…
En ese momento escucharon que alguien llamaba a Megumi desde el pasillo. Era Sanosuke.
- Megumi… -insistió Kaoru en voz baja, mirándole con cierto desafío- Te prometo que me iré lo más pronto posible… pero yo sola… Y si tú, Sanosuke o Kenshin me obligan a volver al dojo… juró que me escaparé y no volverán a verme…
Simplemente era imposible para la doctora creer lo que escuchaba… Era seguro que algo había pasado algo entre los habitantes de dojo antes de que Kaoru desapareciera y Megumi necesitaba enterarse de ello.
- Está bien… -murmuró- Puedes quedarte aquí… Pero tendrás que explicarme muchas cosas después.
Kaoru asintió mostrándole de nuevo esa pequeña sonrisa que le costaba trabajo retener.
Megumi salió de la habitación para encontrarse con Sanosuke. Sabía que el chico había ido a preguntarle lo mismo que el día anterior y Megumi tendría que mentirle una vez más.
- ¿Nada aún?
Sanosuke movió la cabeza de un lado a otro. Lucía abatido y preocupado.
- No lo entiendo… ¿A dónde pudo haber ido? Ya pasaron tres días. Nadie sabe nada y eso está empezando a desesperarme. ¡Si algún estúpido se atrevió a ponerle las manos encima… juro que voy a barrer Tokio con él!
- Es mejor no pensar en eso… -desvió la mirada- Y… ¿cómo está Kenshin?
- Ya te imaginarás. No habla con nadie… La mayoría del día esta sentado en el patio o en la puerta del dojo. Casi no come… Yahiko dice que le recuerda al comportamiento que Kaoru tenía cuando Kenshin se marchó a Kyoto.
- Seguramente se siente culpable.
- Y no es para menos. Yahiko cada momento que puede lo culpa de la desaparición de su maestra. Dice que durante varios días Kenshin la estuvo tratando muy mal, que ella se cansó y que era lógico que quisiera alejarse de él.
- ¿Eso dice? -reflexionó. Seguramente esto tenía que ver con la decisión de Kaoru de no volver al dojo.
- Si, pero yo creo que exagera. Es imposible que Kenshin haya tratado mal a Kaoru. Aunque Kenshin nunca lo haya dicho sé que ella es lo más importante para él… Pero bueno… Es hora de marcharme. Si tienes alguna noticia…
- Yo te avisaré, no te preocupes.
Sanosuke asintió. Megumi no dejó de observarlo mientras se marchaba.
- "No puedo creer que Kenshin haya tratado mal a Kaoru, pero… eso explicaría porque no quiere verlo. Además, en el estado en el que está ella es mejor no enfrentarlos… Necesita descansar. Aunque me siento mal al pensar que Kenshin esta sufriendo por su ausencia…".
- Megumi-san…
Alguien le llamó desde la puerta sacándola de sus pensamientos. Se dirigió hacía aquella figura la cual no reconoció de lejos.
- Buenos días, Megumi-dono. Espero no importunarte.
- ¿Eh?... ¿Tetsuya-san? ¿Eres tú?
- Hacía mucho tiempo que no nos veíamos, ¿no es verdad? -le sonrió aquel señor amistosamente. Ella le devolvió la sonrisa.
- Realmente no creí que llegaras tan pronto. De haber sido así hubiera ido a la estación a recibirte.
- No te preocupes. Me fue muy fácil llegar hasta aquí.
- Te agradezco que hayas aceptado mi propuesta, Tetsuya-san. El Doctor Genzai tardará en regresar de Kyoto varias semanas y tu ayuda me será de mucha utilidad.
- Para eso están los amigos, Megumi-dono. Si lo deseas puedo poner manos a la obra ahora mismo.
- ¡Perfecto!... Te llevaré a tu habitación para que acomodes tus cosas y luego de mostraré el lugar.
Tetsuya accedió. Siguió a Megumi hasta lo que sería por algunas semanas su habitación en la clínica del Doctor Genzai, a unos pasos de la de Kaoru.
**Hola!!! Antes que nada muchas gracias por sus comentarios. Espero que les guste esta segunda parte. Ah! Por cierto! Este nuevo personaje que metí será un pilar importante en mi fic, pero ya verán más adelante porqué.
