CAPITULO 3. Arrepentimiento.
Sanosuke se dirigía al dojo Kamiya para informar a Kenshin y Yahiko que aun no había noticias de Kaoru; sin embargo, identificó a lo lejos de la calle por la que caminaba a un chico que corría en dirección opuesta a él. Era Yahiko quien se detuvo frente a Sanosuke mientras respiraba agitadamente.
- ¿Mmm? ¿Qué sucede, Yahiko? -preguntó sin dejar de mordisquear un hueso de pescado- ¿Acaso ya apareció Kaoru?
- Ke… Kenshin…
- ¿Eh? ¿Le sucedió algo a Kenshin?... ¡Vamos, di algo! -sacudió al chico por los hombros desesperado.
- ¡Si dejas que recupere… el aliento… te lo diré! -replicó molesto al empujarlo- Ken… Kenshin esta mal… Lo encontré sentado bajo… uno de los árboles del patio y… estaba dormido. Traté de despertarlo pero… al sentir sus manos me di cuenta… de que tenía mucha fiebre… y poco después comenzó a delirar… Necesito ir por Megumi…
- ¡Maldición!... Tú regresa con Kenshin. Yo iré a la clínica para avisarle a Megumi.
Yahiko accedió. Ambos tomaron caminos diferentes mientras pensaban en que la única persona que en realidad podría ayudar a Kenshin era Kaoru.
Luego de varios intentos de sentarse Kaoru logró recargar su espalda lastimada sobre la pared. El dolor aún era insoportable pero sabía que necesitaba reponerse lo más pronto posible. Deseaba con todas sus fuerzas regresar al dojo para ver a Kenshin pero no en ese estado; además, regresar significaba enfrentarse al frío recibimiento de seguro él le daría pero con tal de volver a verlo ella intentaría soportar eso y más. Por otro lado, tampoco dejaba de pensar que si sus amigos se enteraban de lo que le había sucedido se sentirían comprometidos a cuidarla y a tratarla como una inválida que no puede cuidarse sola. Sus músculos se tensaban con tan solo imaginárselo.
- "No es justo… -pensaba mordiéndose el labio inferior- Si era difícil lograr que Kenshin se fijara en mi, ahora… será imposible…".
En ese momento la puerta de su cuarto se abrió. Megumi y su visitante entraron al lugar mientras reían de algo que Kaoru no entendió.
- Bien… Ella es la paciente de quien te hablé. Su nombre es Kaoru Kamiya. Kaoru, quiero presentarte al Doctor Tetsuya. El es un buen amigo mío y del Doctor Genzai. Ha venido desde Kyoto para ayudarme durante algunas semanas en la clínica.
- Entiendo… Mucho gusto, Doctor.
- El gusto es mío -le sonrió aquel señor.
Kaoru observó atentamente al colega de Megumi. Supuso que tenía casi la misma edad que su amiga y además era muy bien parecido. Su cabello era café castaño claro, ojos color miel y facciones muy finas. Era tan alto como Sanosuke y además… tenía una sonrisa y una mirada tan tiernas como la de Kenshin. No obstante, Kaoru recordó las palabras de Megumi en ese momento: "Ella es la paciente de quien te hablé…".
- "¿Acaso Megumi le habrá dicho que…?"-tan solo pensar en que aquel doctor sabía lo que había sufrido dos días antes le hizo sonrojarse de vergüenza.
- ¿Mm? ¿Te sientes bien, Kaoru? -preguntó la doctora al verla así.
- N… no… Digo, si… Lo que pasa es que tengo un poco de calor…
- Si me lo permite, Kaoru-dono, le traeré algo de agua -se ofreció Tetsuya de inmediato para luego salir del cuarto.
- " Kami-sama… Lo único que faltaba era que me llamara como Kenshin lo hace"…
- ¿Estás segura de que no te sucede nada, Kaoru? -insistió Megumi quisquillosamente- ¿No será… que te gustó mi amigo Tetsuya?
- ¡¿Pero qué dices?!
- Tiene cierto parecido a Kenshin… ¿Lo notaste? -sonrió maliciosamente.
- ¡En… En estos momentos no estoy en condiciones de pensar en esas cosas, Megumi!
- A mi no puedes mentirme, niña…. Aunque digas que no deseas ver a Kenshin se que lo extrañas y que quisieras estar en estos momentos con él para que te cuide y te mime como siempre lo hace.
- ¡Estás equivocada! -replicó subiendo su tono de voz mientras bajaba la mirada- ¡Él… no tiene porque cuidarme!... ¡Además… estoy segura que está mejor sin mi porque no le intereso ni le interesaré nunca! ¿Cómo puede interesarle a Battousai… una niña caprichuda como yo?
- Por favor… Ni tu eres una niña ni…
- ¡El mismo me lo dijo! ¡El no quiere estar conmigo!... ¡En todo caso tú deberías aprovechar esto para estar a su lado, ¿no crees?!
- Pero cómo se te ocurre…
En ese momento ambas escucharon la voz de Sanosuke quien llamaba a Megumi desde la entrada de la clínica.
- ¿Otra vez ese tonto? ¿Y ahora qué?... Tendré que ver que quiere. Cuando yo regrese continuaremos con esta conversación, ¿entendiste?
- Por mi has lo que quieras.
Megumi salió de la habitación para encontrarse con Sanosuke quien le exigió acompañarlo al dojo para revisar a Kenshin. Ella no lo pensó dos veces.
En tanto, Tetsuya llevaba el agua que le había prometido a Kaoru a su habitación.
- Disculpe si tarde. Lo que pasa es que aún no me he familiarizado mucho con el lugar.
- No se preocupe… "De todas formas… no tenía sed".
- Megumi-dono me comentó que tiene varias contusiones y moretones en el cuerpo, señorita; además de que debemos realizar algunas pruebas en su ojo derecho para ver que no haya heridas internas… Espero que no le moleste que yo me haga cargo de usted desde ahora.
- Por mi esta bien -balbuceó sin ánimo alguno.
- Pero… Por lo que veo lo primero que tendré que hacer para que usted se sienta mejor es hacerla sonreír.
- ¿Eh? ¿Sonreír?
- La sonrisa es la mejor medicina en estos casos, se lo aseguro… Y, por cierto, Megumi-dono también me contó que usted maneja un dojo.
- Si…
- Bien. Entonces debe recuperarse rapidamente para regresar al lado de los alumnos que la esperan.
- En realidad solo tengo un alumno…
- Con uno es suficiente -le sonrió- Eso significa que alguien la necesita sana y fuerte así que tendré mucho que hacer. Le prometo que saldrá de aquí lo más pronto posible y lo único que deseo a cambio como pago es una sonrisa sincera de sus labios.
Kaoru le miró un tanto incrédula. Aquel sujeto realmente era muy agradable y emitía un aura tranquila y pacífica. Al mirarle fijamente a los ojos identificó devoción y ternura hacia lo que estaba haciendo. Después de todo esta era su labor como doctor… ¿o no?
- Yo también… deseo estar mejor en poco tiempo…
- Entonces es un trato. Lo único que tiene que hacer es permanecer en absoluto reposo y si necesita algo solo hágamelo saber, por favor.
- Muchas gracias…
Tetsuya le hizo una pequeña reverencia y luego salió de la habitación. Kaoru estaba asombrada por la actitud tan gentil de aquel hombre.
- "Creo que… después de todo no me sentiré tan mal en este lugar…" -pensó intentando sonreír.
Sanosuke y Megumi llegaron al dojo y se dirigieron inmediatamente al cuarto de Kenshin donde Yahiko seguía cuidándolo. Megumi se acercó al futón para examinarlo.
- ¡Yahiko, trae más agua fría!
El chico obedeció de inmediato mientras Sanosuke se acercaba a la doctora. Un gran gesto de dolor se asomó en el rostro de Kenshin a pesar de estar inconsciente.
- ¿Qué tiene?
- Lo veo muy demacrado… ¿Dices que no ha dormido ni ha comido bien?
- No desde hace dos días.
- Pues… Lo primero es bajar la fiebre. Necesito hacer un te con la medicina que traje para que lo beba lo más pronto posible.
- Traeré lo que necesitas.
En ese momento en que Sanosuke salía de la habitación para ir a la cocina Kenshin mencionó el nombre de Kaoru muy débilmente.
- "No creí que estuvieras tan mal, Ken-san…"… Tranquilo, Kenshin… Te aseguro que Kaoru debe estar bien… No te preocupes…
- Dónde… Kaoru…
- "No soporto verlo así… ¡Kaoru es una tonta! ¿Por qué hace sufrir así al pobre de Kenshin…".
- Per… doname… Kaoru…
Definitivamente Megumi tenía muchas preguntas y solo Kenshin o Kaoru podrían respondérselas.
*****
^o^ O.k. ¿Que les ha parecido este nuevo capitulo? Espero sus comentarios...
Sanosuke se dirigía al dojo Kamiya para informar a Kenshin y Yahiko que aun no había noticias de Kaoru; sin embargo, identificó a lo lejos de la calle por la que caminaba a un chico que corría en dirección opuesta a él. Era Yahiko quien se detuvo frente a Sanosuke mientras respiraba agitadamente.
- ¿Mmm? ¿Qué sucede, Yahiko? -preguntó sin dejar de mordisquear un hueso de pescado- ¿Acaso ya apareció Kaoru?
- Ke… Kenshin…
- ¿Eh? ¿Le sucedió algo a Kenshin?... ¡Vamos, di algo! -sacudió al chico por los hombros desesperado.
- ¡Si dejas que recupere… el aliento… te lo diré! -replicó molesto al empujarlo- Ken… Kenshin esta mal… Lo encontré sentado bajo… uno de los árboles del patio y… estaba dormido. Traté de despertarlo pero… al sentir sus manos me di cuenta… de que tenía mucha fiebre… y poco después comenzó a delirar… Necesito ir por Megumi…
- ¡Maldición!... Tú regresa con Kenshin. Yo iré a la clínica para avisarle a Megumi.
Yahiko accedió. Ambos tomaron caminos diferentes mientras pensaban en que la única persona que en realidad podría ayudar a Kenshin era Kaoru.
Luego de varios intentos de sentarse Kaoru logró recargar su espalda lastimada sobre la pared. El dolor aún era insoportable pero sabía que necesitaba reponerse lo más pronto posible. Deseaba con todas sus fuerzas regresar al dojo para ver a Kenshin pero no en ese estado; además, regresar significaba enfrentarse al frío recibimiento de seguro él le daría pero con tal de volver a verlo ella intentaría soportar eso y más. Por otro lado, tampoco dejaba de pensar que si sus amigos se enteraban de lo que le había sucedido se sentirían comprometidos a cuidarla y a tratarla como una inválida que no puede cuidarse sola. Sus músculos se tensaban con tan solo imaginárselo.
- "No es justo… -pensaba mordiéndose el labio inferior- Si era difícil lograr que Kenshin se fijara en mi, ahora… será imposible…".
En ese momento la puerta de su cuarto se abrió. Megumi y su visitante entraron al lugar mientras reían de algo que Kaoru no entendió.
- Bien… Ella es la paciente de quien te hablé. Su nombre es Kaoru Kamiya. Kaoru, quiero presentarte al Doctor Tetsuya. El es un buen amigo mío y del Doctor Genzai. Ha venido desde Kyoto para ayudarme durante algunas semanas en la clínica.
- Entiendo… Mucho gusto, Doctor.
- El gusto es mío -le sonrió aquel señor.
Kaoru observó atentamente al colega de Megumi. Supuso que tenía casi la misma edad que su amiga y además era muy bien parecido. Su cabello era café castaño claro, ojos color miel y facciones muy finas. Era tan alto como Sanosuke y además… tenía una sonrisa y una mirada tan tiernas como la de Kenshin. No obstante, Kaoru recordó las palabras de Megumi en ese momento: "Ella es la paciente de quien te hablé…".
- "¿Acaso Megumi le habrá dicho que…?"-tan solo pensar en que aquel doctor sabía lo que había sufrido dos días antes le hizo sonrojarse de vergüenza.
- ¿Mm? ¿Te sientes bien, Kaoru? -preguntó la doctora al verla así.
- N… no… Digo, si… Lo que pasa es que tengo un poco de calor…
- Si me lo permite, Kaoru-dono, le traeré algo de agua -se ofreció Tetsuya de inmediato para luego salir del cuarto.
- " Kami-sama… Lo único que faltaba era que me llamara como Kenshin lo hace"…
- ¿Estás segura de que no te sucede nada, Kaoru? -insistió Megumi quisquillosamente- ¿No será… que te gustó mi amigo Tetsuya?
- ¡¿Pero qué dices?!
- Tiene cierto parecido a Kenshin… ¿Lo notaste? -sonrió maliciosamente.
- ¡En… En estos momentos no estoy en condiciones de pensar en esas cosas, Megumi!
- A mi no puedes mentirme, niña…. Aunque digas que no deseas ver a Kenshin se que lo extrañas y que quisieras estar en estos momentos con él para que te cuide y te mime como siempre lo hace.
- ¡Estás equivocada! -replicó subiendo su tono de voz mientras bajaba la mirada- ¡Él… no tiene porque cuidarme!... ¡Además… estoy segura que está mejor sin mi porque no le intereso ni le interesaré nunca! ¿Cómo puede interesarle a Battousai… una niña caprichuda como yo?
- Por favor… Ni tu eres una niña ni…
- ¡El mismo me lo dijo! ¡El no quiere estar conmigo!... ¡En todo caso tú deberías aprovechar esto para estar a su lado, ¿no crees?!
- Pero cómo se te ocurre…
En ese momento ambas escucharon la voz de Sanosuke quien llamaba a Megumi desde la entrada de la clínica.
- ¿Otra vez ese tonto? ¿Y ahora qué?... Tendré que ver que quiere. Cuando yo regrese continuaremos con esta conversación, ¿entendiste?
- Por mi has lo que quieras.
Megumi salió de la habitación para encontrarse con Sanosuke quien le exigió acompañarlo al dojo para revisar a Kenshin. Ella no lo pensó dos veces.
En tanto, Tetsuya llevaba el agua que le había prometido a Kaoru a su habitación.
- Disculpe si tarde. Lo que pasa es que aún no me he familiarizado mucho con el lugar.
- No se preocupe… "De todas formas… no tenía sed".
- Megumi-dono me comentó que tiene varias contusiones y moretones en el cuerpo, señorita; además de que debemos realizar algunas pruebas en su ojo derecho para ver que no haya heridas internas… Espero que no le moleste que yo me haga cargo de usted desde ahora.
- Por mi esta bien -balbuceó sin ánimo alguno.
- Pero… Por lo que veo lo primero que tendré que hacer para que usted se sienta mejor es hacerla sonreír.
- ¿Eh? ¿Sonreír?
- La sonrisa es la mejor medicina en estos casos, se lo aseguro… Y, por cierto, Megumi-dono también me contó que usted maneja un dojo.
- Si…
- Bien. Entonces debe recuperarse rapidamente para regresar al lado de los alumnos que la esperan.
- En realidad solo tengo un alumno…
- Con uno es suficiente -le sonrió- Eso significa que alguien la necesita sana y fuerte así que tendré mucho que hacer. Le prometo que saldrá de aquí lo más pronto posible y lo único que deseo a cambio como pago es una sonrisa sincera de sus labios.
Kaoru le miró un tanto incrédula. Aquel sujeto realmente era muy agradable y emitía un aura tranquila y pacífica. Al mirarle fijamente a los ojos identificó devoción y ternura hacia lo que estaba haciendo. Después de todo esta era su labor como doctor… ¿o no?
- Yo también… deseo estar mejor en poco tiempo…
- Entonces es un trato. Lo único que tiene que hacer es permanecer en absoluto reposo y si necesita algo solo hágamelo saber, por favor.
- Muchas gracias…
Tetsuya le hizo una pequeña reverencia y luego salió de la habitación. Kaoru estaba asombrada por la actitud tan gentil de aquel hombre.
- "Creo que… después de todo no me sentiré tan mal en este lugar…" -pensó intentando sonreír.
Sanosuke y Megumi llegaron al dojo y se dirigieron inmediatamente al cuarto de Kenshin donde Yahiko seguía cuidándolo. Megumi se acercó al futón para examinarlo.
- ¡Yahiko, trae más agua fría!
El chico obedeció de inmediato mientras Sanosuke se acercaba a la doctora. Un gran gesto de dolor se asomó en el rostro de Kenshin a pesar de estar inconsciente.
- ¿Qué tiene?
- Lo veo muy demacrado… ¿Dices que no ha dormido ni ha comido bien?
- No desde hace dos días.
- Pues… Lo primero es bajar la fiebre. Necesito hacer un te con la medicina que traje para que lo beba lo más pronto posible.
- Traeré lo que necesitas.
En ese momento en que Sanosuke salía de la habitación para ir a la cocina Kenshin mencionó el nombre de Kaoru muy débilmente.
- "No creí que estuvieras tan mal, Ken-san…"… Tranquilo, Kenshin… Te aseguro que Kaoru debe estar bien… No te preocupes…
- Dónde… Kaoru…
- "No soporto verlo así… ¡Kaoru es una tonta! ¿Por qué hace sufrir así al pobre de Kenshin…".
- Per… doname… Kaoru…
Definitivamente Megumi tenía muchas preguntas y solo Kenshin o Kaoru podrían respondérselas.
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^o^ O.k. ¿Que les ha parecido este nuevo capitulo? Espero sus comentarios...
