¡Hola! ^o^ Disculpen la demora de este capitulo pero es que decidí hacerlo un poco mas largo para aquellos que me han pedido que lo haga así. Espero que les guste y espero todos sus comentarios.
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CAPITULO 5: CONFUSIONES
Dos semanas más de reposo mejoraron notablemente la salud de Kaoru. La mayoría de los moretones y las contusiones habían desaparecido, lamentablemente la cicatriz de su rostro se hacía más notable para ella con el paso de los días. Mirarse al espejo le provocaba tristeza y coraje. Se reprochaba a si misma no haber podido protegerse pero al mismo tiempo pensaba en cuanta razón tenía Kenshin al decirle y demostrarle lo caprichuda e indefensa que era.
- "Yo que siempre le insistía en que no necesitaba de su protección… Cuanta razón tenías, Kenshin… Definitivamente soy una inútil que no te merece…".
- ¿Puedo pasar? -preguntó Tetsuya al tocar a su puerta.
- Si… Claro.
- Buenos días, Kaoru -entró mostrando una gran sonrisa en su rostro- Espero que ya estés lista.
- En realidad he esperado este momento desde hace varios días.
Tetsuya se acercó a ella para ayudarla a ponerse de pie. Las costillas aún le dolían pero eso no evitó que desistiera de salir de su habitación luego de tantos días de encierro.
El doctor la condujo muy despacio al pequeño jardín de la clínica. Pudo observar con mucho placer la satisfacción que recorría el rostro de Kaoru al sentir de nuevo el sol sobre ella.
- ¿Te sientes bien? ¿No te duele nada?
- No… -le miró agradecida- Ya me siento mucho mejor. Además… ya extrañaba ver el cielo, las nubes, los árboles…
Ambos se dirigieron hacia la sombra de uno de los árboles más cercanos. Allí ella se recargó sobre el tronco mientras observaba detenidamente el lugar.
- ¿Estás segura que quieres quedarte de pie? ¿No deseas que te traiga algo más?
- Eres un doctor muy sobre protector con tus pacientes, ¿lo sabias?
- ¿Eh?... Es que… Yo…
Kaoru aún no podía creer la facilidad con la que ponía nervioso a Tetsuya. A pesar de la diferencia de edad que había entre ellos, el doctor se comportaba frente a ella como un chico de la edad de Sanosuke y esto Kaoru lo aprovechaba para pasar un rato agradable con él cada vez que estaban juntos. Al principio ella también se apenaba por sus reacciones pero poco a poco su confianza hacía el doctor crecía de tal forma que lograba olvidarse de todos sus problemas cuando estaba junto él.
- Tetsuya…
- ¿Si?
- ¿Puedo preguntarte algo personal?
Él asintió de inmediato.
- ¿Cómo conociste a Megumi?
- Bueno… La conocí en una clínica en Aizu hace varios años. Mi hermana Yuriko me la presentó. Ella había tenido un accidente en casa y Megumi-dono la atendió muy amablemente.
- ¿Mm? Creí que eras Kyoto…
- No. Mis padres y yo nos mudamos a Kyoto luego de la muerte de mi hermana.
Los ojos de Tetsuya reflejaron infinita tristeza al recordar parte de su pasado. Kaoru se arrepintió de haber comenzado aquella conversación.
- Yuri-chan era tan joven… Pero su enfermedad no tenía cura. Como doctor me fue imposible aceptarlo durante mucho tiempo.
- Por favor, discúlpame Tetsuya… No debí…
- No, no te disculpes. Yo… tengo un grato recuerdo de mi hermana y se que si me pongo triste en estos momentos ella se enojaría conmigo. Además… -murmuró observándola fijamente- Debo decirte que te pareces mucho a ella.
- ¿En serio?
- Tienes su mismo color de ojos, su misma sonrisa… su mismo perfume…
- Entiendo -sonrió- Por eso es que te has dedicado a cuidarme tanto, ¿verdad?
- No. A pesar de tu parecido con Yuriko, nunca podría verte como a una hermana porque… me interesas de diferente forma.
Kaoru se ruborizó completamente ante la intensa mirada del doctor. Era la primera vez que Tetsuya la observaba de esa forma… En realidad era la primera vez que un hombre la observaba, no como a una niña, sino como a una mujer.
- Bueno… Yo…
- Veo que ya te encuentras mucho mejor, Kaoru -intervino Megumi sorpresivamente. Ni Tetsuya ni ella se habían percatado de su llegada.
- ¡Eh!... Si, si… Ya me siento bien… Gracias -balbuceó intentando disimular aquel penoso momento, lamentablemente el doctor también estaba bastante nervioso y Megumi no pasó por alto su comportamiento.
- He notado que Tetsuya ha estado muy al pendiente de ti. Quizás más de la cuenta… -insinuó con una pequeña sonrisa maliciosa.
- ¡¿Qué estás tratando de decir?!
- Nada, nada… No tienes porqué ponerte así, niña.
- ¡Ya no soy una niña!
- Lo sé, y te aseguro que no soy la única que se ha dado cuenta de eso -replicó al mirar de reojo a Tetsuya- Pero, bueno… Dejémonos de discusiones. Será mejor que vayas decidiendo cuando regresarás al dojo. Ya han pasado más de 15 días y no es justo que todavía tengas preocupados a todos por tu desaparición, sobretodo a Kenshin.
Al escuchar ese nombre Kaoru bajó la mirada.
- Pienso que ella debe quedarse un par de días más en la clínica, Megumi-dono -intervino Tetsuya de inmediato.
- En el dojo hay varias personas que la cuidarán mejor. Además, tu podrás ir a visitarla para supervisar su recuperación.
- Pero…
- Como dije antes, hay varias personas preocupadas porque no saben donde se encuentra esta chica. Debe volver a casa para dar varias explicaciones, no podemos ofrecernos a ocultarla más tiempo.
- ¿Ocultarla? ¿De que habla, Megumi-dono?
- A mi no me corresponde explicártelo, Tetsuya. Solo recuerda que tu deber dentro de la clínica es encargarte de curar y ayudar tus pacientes para que vuelvan a su vida normal y Kaoru no es la excepción.
Luego de esto Megumi se dispuso a regresar a sus actividades pero la voz suplicante de Kaoru la detuvo en seco.
- Dame un par de días más, por favor…
Megumi se dio media vuelta para verla de frente. Kaoru aún se mantenía cabizbaja.
- Te aseguro que esta vez si me iré. Solo dame dos días más.
La doctora iba a responder a su petición pero en ese instante Ayame llegó corriendo hasta ellos muy preocupada.
- ¿Sucede algo, pequeña?
- Es que… Ken… Ken-san está allá afuera-informó algo agitada por la carrera.
- ¿Kenshin? ¿Estás segura, Ayame?
- Si… Te está buscando para preguntarte… por Kaoru-chan…
- No le has dicho que ella esta aquí, ¿verdad? -le preguntó Megumi luego de observar el gesto de sorpresa en el rostro de Kaoru, después de todo era la primera vez que Kenshin iba a la clínica desde que ella desapareció.
- No… Pero viene para acá…
- Entiendo. ¿Por qué no vas por él y le pides que venga, Ayame? Pero no le digas todavía que ella está aquí, ¿si?
La niña asintió contenta y luego se retiró.
- Quizás sea mejor que lo enfrentes hoy mismo, Kaoru. No es justo que sigas atormentándolo de esta manera.
- "Pero… Si Kenshin me ve así… -pensaba ella mientras delineaba con su dedo índice la cicatriz de su rostro- ¡No!... ¡No quiero que el me vea! ¡No podría soportarlo!...".
Tetsuya no entendía lo que sucedía. Deseaba preguntarle a Kaoru quién era el tal Kenshin pero en ese instante ella se alejó intentando ocultarse detrás del árbol en el que estaba recargada.
- ¡Kaoru! ¡Deja de comportante como una niña! -replicó Megumi dirigiéndose hacia ella pero Tetsuya se interpuso en su camino.
- Por favor… Déjala…
- Tetsuya, no puedo solapar más los caprichos de esa chica.
- Aún no se ha recuperado… No es bueno forzarla a nada.
- Pero es que…
La llegada de Ayame y Kenshin atrajo la atención de ambos.
- Buenos días, Megumi-dono -se acercó Kenshin sin soltar la mano de Ayame.
- Buenos días, Ken-san… Me alegra verte por aquí… ¿Cómo has estado?
- Mucho mejor gracias a tu ayuda y a los cuidados de Yahiko y Sano.
- No tienes que agradecerme nada, Ken-san. Fue un placer.
Hasta ese momento Kenshin sintió sobre él la mirada de aquel extraño que estaba al lado de Megumi.
- Tetsuya, quiero presentarte a Kenshin Himura. Es un gran amigo mío.
- Mucho gusto -murmuró él luego de hacerle una pequeña caravana.
- Ken-san, Tetsuya es un gran doctor que conocí en Aizu. El se ofreció a ayudarme en la clínica mientras el Doctor Genzai sigue en Kyoto.
- Entiendo… El gusto es mío, doctor -correspondió el gesto de Tetsuya, sin embargo notó algo extraño en el aura de aquel sujeto- Les pido una disculpa por haber interrumpido su conversación pero… necesitaba preguntarle si ha sabido algo de Kaoru, Megumi-dono.
- Lamento… Lamento decirte que no, Ken-san -dijo al evadir su mirada.
- Comprendo…
Tetsuya distinguió la tristeza y desesperación que emanaba Kenshin al escuchan esto. Definitivamente ella significaba mucho para él.
- "¿Qué tendrá que ver Kaoru con este tipo?..."
- "¿Por qué no apareces, Kaoru?... ¿Por qué no entiendes que se me está acabando la paciencia?... -ni Megumi, ni Tetsuya ni Ayame pudieron distinguir que en los ojos de Kenshin comenzaba a surgir una chispa dorada. A él le había costado mucho trabajo mantener bajo control a Battousai y si Kaoru no aparecía pronto entonces muchos tendrían que lidiar muy pronto con él.
De repente, Kenshin percibió un aroma conocido que lo ubicó en la realidad. Ese aroma a jazmín que tanto abundaba en el cuarto de Kaoru en el cual había dormido varias noches esperando su regreso. Sin embargo, para su sorpresa, ese aroma provenía de Tetsuya. Él no se imaginaba que Kaoru estaba a tan solo unos pasos de él intentando ahogar sus sollozos mientras escuchaba la voz de Kenshin.
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CAPITULO 5: CONFUSIONES
Dos semanas más de reposo mejoraron notablemente la salud de Kaoru. La mayoría de los moretones y las contusiones habían desaparecido, lamentablemente la cicatriz de su rostro se hacía más notable para ella con el paso de los días. Mirarse al espejo le provocaba tristeza y coraje. Se reprochaba a si misma no haber podido protegerse pero al mismo tiempo pensaba en cuanta razón tenía Kenshin al decirle y demostrarle lo caprichuda e indefensa que era.
- "Yo que siempre le insistía en que no necesitaba de su protección… Cuanta razón tenías, Kenshin… Definitivamente soy una inútil que no te merece…".
- ¿Puedo pasar? -preguntó Tetsuya al tocar a su puerta.
- Si… Claro.
- Buenos días, Kaoru -entró mostrando una gran sonrisa en su rostro- Espero que ya estés lista.
- En realidad he esperado este momento desde hace varios días.
Tetsuya se acercó a ella para ayudarla a ponerse de pie. Las costillas aún le dolían pero eso no evitó que desistiera de salir de su habitación luego de tantos días de encierro.
El doctor la condujo muy despacio al pequeño jardín de la clínica. Pudo observar con mucho placer la satisfacción que recorría el rostro de Kaoru al sentir de nuevo el sol sobre ella.
- ¿Te sientes bien? ¿No te duele nada?
- No… -le miró agradecida- Ya me siento mucho mejor. Además… ya extrañaba ver el cielo, las nubes, los árboles…
Ambos se dirigieron hacia la sombra de uno de los árboles más cercanos. Allí ella se recargó sobre el tronco mientras observaba detenidamente el lugar.
- ¿Estás segura que quieres quedarte de pie? ¿No deseas que te traiga algo más?
- Eres un doctor muy sobre protector con tus pacientes, ¿lo sabias?
- ¿Eh?... Es que… Yo…
Kaoru aún no podía creer la facilidad con la que ponía nervioso a Tetsuya. A pesar de la diferencia de edad que había entre ellos, el doctor se comportaba frente a ella como un chico de la edad de Sanosuke y esto Kaoru lo aprovechaba para pasar un rato agradable con él cada vez que estaban juntos. Al principio ella también se apenaba por sus reacciones pero poco a poco su confianza hacía el doctor crecía de tal forma que lograba olvidarse de todos sus problemas cuando estaba junto él.
- Tetsuya…
- ¿Si?
- ¿Puedo preguntarte algo personal?
Él asintió de inmediato.
- ¿Cómo conociste a Megumi?
- Bueno… La conocí en una clínica en Aizu hace varios años. Mi hermana Yuriko me la presentó. Ella había tenido un accidente en casa y Megumi-dono la atendió muy amablemente.
- ¿Mm? Creí que eras Kyoto…
- No. Mis padres y yo nos mudamos a Kyoto luego de la muerte de mi hermana.
Los ojos de Tetsuya reflejaron infinita tristeza al recordar parte de su pasado. Kaoru se arrepintió de haber comenzado aquella conversación.
- Yuri-chan era tan joven… Pero su enfermedad no tenía cura. Como doctor me fue imposible aceptarlo durante mucho tiempo.
- Por favor, discúlpame Tetsuya… No debí…
- No, no te disculpes. Yo… tengo un grato recuerdo de mi hermana y se que si me pongo triste en estos momentos ella se enojaría conmigo. Además… -murmuró observándola fijamente- Debo decirte que te pareces mucho a ella.
- ¿En serio?
- Tienes su mismo color de ojos, su misma sonrisa… su mismo perfume…
- Entiendo -sonrió- Por eso es que te has dedicado a cuidarme tanto, ¿verdad?
- No. A pesar de tu parecido con Yuriko, nunca podría verte como a una hermana porque… me interesas de diferente forma.
Kaoru se ruborizó completamente ante la intensa mirada del doctor. Era la primera vez que Tetsuya la observaba de esa forma… En realidad era la primera vez que un hombre la observaba, no como a una niña, sino como a una mujer.
- Bueno… Yo…
- Veo que ya te encuentras mucho mejor, Kaoru -intervino Megumi sorpresivamente. Ni Tetsuya ni ella se habían percatado de su llegada.
- ¡Eh!... Si, si… Ya me siento bien… Gracias -balbuceó intentando disimular aquel penoso momento, lamentablemente el doctor también estaba bastante nervioso y Megumi no pasó por alto su comportamiento.
- He notado que Tetsuya ha estado muy al pendiente de ti. Quizás más de la cuenta… -insinuó con una pequeña sonrisa maliciosa.
- ¡¿Qué estás tratando de decir?!
- Nada, nada… No tienes porqué ponerte así, niña.
- ¡Ya no soy una niña!
- Lo sé, y te aseguro que no soy la única que se ha dado cuenta de eso -replicó al mirar de reojo a Tetsuya- Pero, bueno… Dejémonos de discusiones. Será mejor que vayas decidiendo cuando regresarás al dojo. Ya han pasado más de 15 días y no es justo que todavía tengas preocupados a todos por tu desaparición, sobretodo a Kenshin.
Al escuchar ese nombre Kaoru bajó la mirada.
- Pienso que ella debe quedarse un par de días más en la clínica, Megumi-dono -intervino Tetsuya de inmediato.
- En el dojo hay varias personas que la cuidarán mejor. Además, tu podrás ir a visitarla para supervisar su recuperación.
- Pero…
- Como dije antes, hay varias personas preocupadas porque no saben donde se encuentra esta chica. Debe volver a casa para dar varias explicaciones, no podemos ofrecernos a ocultarla más tiempo.
- ¿Ocultarla? ¿De que habla, Megumi-dono?
- A mi no me corresponde explicártelo, Tetsuya. Solo recuerda que tu deber dentro de la clínica es encargarte de curar y ayudar tus pacientes para que vuelvan a su vida normal y Kaoru no es la excepción.
Luego de esto Megumi se dispuso a regresar a sus actividades pero la voz suplicante de Kaoru la detuvo en seco.
- Dame un par de días más, por favor…
Megumi se dio media vuelta para verla de frente. Kaoru aún se mantenía cabizbaja.
- Te aseguro que esta vez si me iré. Solo dame dos días más.
La doctora iba a responder a su petición pero en ese instante Ayame llegó corriendo hasta ellos muy preocupada.
- ¿Sucede algo, pequeña?
- Es que… Ken… Ken-san está allá afuera-informó algo agitada por la carrera.
- ¿Kenshin? ¿Estás segura, Ayame?
- Si… Te está buscando para preguntarte… por Kaoru-chan…
- No le has dicho que ella esta aquí, ¿verdad? -le preguntó Megumi luego de observar el gesto de sorpresa en el rostro de Kaoru, después de todo era la primera vez que Kenshin iba a la clínica desde que ella desapareció.
- No… Pero viene para acá…
- Entiendo. ¿Por qué no vas por él y le pides que venga, Ayame? Pero no le digas todavía que ella está aquí, ¿si?
La niña asintió contenta y luego se retiró.
- Quizás sea mejor que lo enfrentes hoy mismo, Kaoru. No es justo que sigas atormentándolo de esta manera.
- "Pero… Si Kenshin me ve así… -pensaba ella mientras delineaba con su dedo índice la cicatriz de su rostro- ¡No!... ¡No quiero que el me vea! ¡No podría soportarlo!...".
Tetsuya no entendía lo que sucedía. Deseaba preguntarle a Kaoru quién era el tal Kenshin pero en ese instante ella se alejó intentando ocultarse detrás del árbol en el que estaba recargada.
- ¡Kaoru! ¡Deja de comportante como una niña! -replicó Megumi dirigiéndose hacia ella pero Tetsuya se interpuso en su camino.
- Por favor… Déjala…
- Tetsuya, no puedo solapar más los caprichos de esa chica.
- Aún no se ha recuperado… No es bueno forzarla a nada.
- Pero es que…
La llegada de Ayame y Kenshin atrajo la atención de ambos.
- Buenos días, Megumi-dono -se acercó Kenshin sin soltar la mano de Ayame.
- Buenos días, Ken-san… Me alegra verte por aquí… ¿Cómo has estado?
- Mucho mejor gracias a tu ayuda y a los cuidados de Yahiko y Sano.
- No tienes que agradecerme nada, Ken-san. Fue un placer.
Hasta ese momento Kenshin sintió sobre él la mirada de aquel extraño que estaba al lado de Megumi.
- Tetsuya, quiero presentarte a Kenshin Himura. Es un gran amigo mío.
- Mucho gusto -murmuró él luego de hacerle una pequeña caravana.
- Ken-san, Tetsuya es un gran doctor que conocí en Aizu. El se ofreció a ayudarme en la clínica mientras el Doctor Genzai sigue en Kyoto.
- Entiendo… El gusto es mío, doctor -correspondió el gesto de Tetsuya, sin embargo notó algo extraño en el aura de aquel sujeto- Les pido una disculpa por haber interrumpido su conversación pero… necesitaba preguntarle si ha sabido algo de Kaoru, Megumi-dono.
- Lamento… Lamento decirte que no, Ken-san -dijo al evadir su mirada.
- Comprendo…
Tetsuya distinguió la tristeza y desesperación que emanaba Kenshin al escuchan esto. Definitivamente ella significaba mucho para él.
- "¿Qué tendrá que ver Kaoru con este tipo?..."
- "¿Por qué no apareces, Kaoru?... ¿Por qué no entiendes que se me está acabando la paciencia?... -ni Megumi, ni Tetsuya ni Ayame pudieron distinguir que en los ojos de Kenshin comenzaba a surgir una chispa dorada. A él le había costado mucho trabajo mantener bajo control a Battousai y si Kaoru no aparecía pronto entonces muchos tendrían que lidiar muy pronto con él.
De repente, Kenshin percibió un aroma conocido que lo ubicó en la realidad. Ese aroma a jazmín que tanto abundaba en el cuarto de Kaoru en el cual había dormido varias noches esperando su regreso. Sin embargo, para su sorpresa, ese aroma provenía de Tetsuya. Él no se imaginaba que Kaoru estaba a tan solo unos pasos de él intentando ahogar sus sollozos mientras escuchaba la voz de Kenshin.
