CAPITULO 8. Inconsciencia II

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- No me interesa el agradecimiento de ese sujeto -murmuró- Lo único que me interesa es Kaoru.

Con estas últimas palabras Tetsuya y Megumi volvieron a la clínica del Doctor Genzai. En tanto, Kenshin y Kaoru cruzaban el puente que los llevaba al dojo Kamiya.

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Yahiko estaba entrenando en el patio del dojo cuando vio llegar a Kenshin con Kaoru en brazos. Dejó caer la espada de bambú que tenía en las manos y fue corriendo hacia ellos muy emocionado de ver por fin a su sensei en casa.

- ¡Kaoru! ¿Te encuentras bien? ¿No estás lastimada? ¿Dónde demonios te habías metido?

El chico no se percató de la mirada de Battousai, lo único que le interesaba en ese momento era su maestra. Seguramente estaba herida ya que Kenshin aún no le permitía ponerse de pie ella sola.

- Bueno… Yahiko, yo…
- Será mejor que vayas a avisar a Tae y a Tsubame que Kaoru ya está en casa -le interrumpió Kenshin sin mirar a Yahiko a los ojos.
- ¡Si! ¡Les dará mucho gusto saberlo!... Ojala me encuentre a Sanosuke en el camino.

Yahiko salió de inmediato del lugar en dirección al Akebeto sin sospechar la autentica razón por la que Kenshin quería quedarse a solas con Kaoru.

- "Solo esto me faltaba"… -pensaba Kaoru luego de un inaudible suspiro- Ken… Kenshin… Yo… no estoy herida. ¿Podrías bajarme, por favor?

Kaoru no recibió respuesta alguna. Lo único que Kenshin hizo fue dirigirse al pasillo que lo conducía a las habitaciones del dojo.

- " ¿Y ahora que haré?... Creí estar lista para enfrentar a Kenshin pero… no se si pueda enfrentar a Battousai. Además… seguramente Tetsuya debe estar muy preocupado".

En ese momento Kenshin se detuvo justo frente a su propia habitación.

- Desde hoy dormirás en mi cuarto.
- ¡¡Qué dices!!
- No permitiré que te alejes de mi… y tampoco voy a permitir que nadie me quite lo que es mío.

Kenshin entro a su habitación y cerró la puerta inmediatamente después sin soltar a Kaoru. Luego caminó hacia uno de los rincones en los que se recargó para después dejarse caer hasta sentarse recargando a Kaoru sobre sus piernas. Esto la incomodó mucho así que trato de levantarse pero Kenshin la sujetó con fuerza contra su regazo.

- ¡Kenshin!... ¡Me estás lastimando!

Battousai la soltó un poco para mirarla a los ojos. Notó el miedo que reflejaban ante su presencia, sin embargo no desistió en lo que estaba haciendo. Al contrario. Sujetó con fuerza el rostro de Kaoru para que lo viera directamente.

- ¿Quién te hizo esto? -murmuró fríamente mientras con uno de sus dedos delineaba la cicatriz en el rostro de la chica.
- No voy… ¡No voy a decírtelo a menos que me sueltes!

Esta respuesta molestó aún más a Battousai. Impulsivamente jaló un poco el kimono de Kaoru dejando su hombro izquierdo desnudo. Uno de los moretones que aún no había desaparecido del todo llamó su atención rápidamente.

- ¿¡Qué haces?!
- ¡Dime quién te hizo esto! -exigió otra vez.
- ¡Kenshin!...
- ¿Acaso no vas a decírmelo?
- ¡No lo sé!... No sé quienes fueron… -replicó entre sollozos. Jamás creyó que Kenshin pudiera torturarla de esa forma- No pude… ¡No pude ver sus rostros!...

Al escucharla, Kenshin volvió a mirarla en silencio durante algunos segundos. Luego tranquilamente acomodó el kimono de Kaoru e intentó limpiar sus lagrimas con sus dedos. Poco a poco, y con mucha suavidad esta vez, la atrajo hacia su regazo rodeando su cuerpo con ambos brazos.

- Tranquila… Tranquila, Koiishi… -le susurró para después darle un beso en el oído. Kaoru intentó alejarse pero él se lo impidió sin lastimarla- Te prometo que encontraré a los que te lastimaron y recibirán el castigo que merecen por tocar a la mujer de Battousai.

Los ojos de Kaoru mostraron su asombro ante las palabras de Kenshin.

- ¿Aún no puedes entenderlo? -le miró fijamente con esos hermosos ojos dorados que lo caracterizaban- Sé… que desde hace mucho debí haberte reclamado como mi mujer pero mi otro yo se empeñaba en intervenir argumentando que algún día yo podría lastimarte… Lo que nunca se imaginó fue que él mismo pudiera hacerte daño…
- ¡No! ¡Kenshin no tuvo la culpa de…!
- El y yo somos uno mismo -aseveró sin dejarla hablar- Pero esta vez no dejaré que él reprima mi deseo de tenerte solo para mi. Ahora… él se siente culpable por lo que te sucedió y querrá alejarse aunque intentes justificarlo. ¿Eso es lo que quieres?... ¿Quieres que nos alejemos de ti?
- ¡Claro que no!... Lo que pasa… Lo que pasa es que…
- Sshhh… -murmuró acariciándole el cabello- Por hoy ha sido suficiente… Descansa. Te prometo que lo obligaré a quedarse contigo sea como sea. Tú le perteneces y ni siquiera él puede cambiar eso.

Kaoru se dejo envolver por la temible calidez que emanaba de Battousai. Ella desde un principio había aceptado a Kenshin con todo y su pasado porque, aunque él no deseaba aceptarlo, su vida futura dependería siempre de ello. Sin embargo, siempre le había temido a esa oscura parte del rurouni al que dejó entrar a su casa un día. Cada vez que él aparecía ella sentía que podía perderlo, que regresaría a su vida de asesino y que la dejaría para siempre. Lo que hoy comprendió, por el contrario, fue que Battousai también se interesaba en ella de la forma en que Kenshin lo hacía pero demostraba su amor de manera muy diferente. Battousai la asustaba pero también la deseaba a su lado. Kenshin era amable y la queria pero siempre la protegía alejandola de si mismo. Todo era tan confuso. Definitivamente necesitaba aclarar varias cosas; además, debía contarle lo que sucedió el día que la atacaron. Quizás cuando lo supiera ni Battousai ni Kenshin querrían saber nada más sobre ella.


CONTINUARÁ…

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autora: ¡¡¡¡Hola!!!! … Por favor, disculpen mi tardanza otra vez pero es que los últimos meses del año son los más pesados para mi. Espero que este capitulo les agrade aunque siento que esta algo raro. Prometo que Tetsuya saldrá en el próximo capitulo, esta vez decidí dedicárselo solamente a K+K. Bueno, ustedes son los que tienen la ultima palabra. Gracias por sus reviews a todos!!!!

¡Ha! Y disculpen estos dos capítulos cortos… Yo creo que el próximo lo tendrán dentro de un mes mas o menos porque en verdad estoy completamente llena de trabajo. De antemano les agradezco la espera.