Lo de siempre los personajes de R. K., no me pertenecen. Esto está parcialmente tomado del capítulo en el cual Soujiro recuerda su encuentro con Shishio. Más que nada como el punto de vista de Shishio que como el de Soujiro.
"..." Diálogos
*"..."* Diálogos internos.
Sobreviviendo
Soujiro; encuentro con el destino.
Poco tiempo después del ajuste de cuentas y asesinato en el pueblo de Ise, la policía y específicamente el gobierno Meijí se percató de que Makoto Shishio; aquel que había sido la sombra del gran Battusai, se encontraba vivo. Decidieron colocarlo como a un criminal y tratar de acabar de una vez por todas con él.
Al gobierno le preocupaba el hecho de que Shishio se encontrara vivo y libre. Sobre todo a aquellos que habían mandado acabar con él.
No sabían como alguien tan peligroso como él, había sobrevivido y el hecho de que ese hombre el cual no murió en la masacre de esa casa ubicada en las afueras de Ise les confirmara la existencia de un hombre tan habilidoso y cubierto de vendas por culpa de graves quemaduras, les confirmó el hecho de que estaba vivo. Además no había duda, solo él podía tener quemaduras, ya que Battusai era conocido por su herida en forma de cruz de su rostro y había desaparecido al ser derrotado el gran Shogún.
Se difundió la noticia de que el ahora criminal y traidor Makoto Shishio se encontraba cerca de la ciudad de Ise. La policía fue alertada y pronto Makoto también se enteró. Ya se encontraba lejos y con suficientes recursos como para poder ser atendido en algún pueblo. Fue dentro de una posada donde escucho la conversación de otros hombres, los cuales murmuraban algo sobre él.
"¿Escuchaste lo que decían en la estación de policía de la otra ciudad?"
"Si, ¿pero crees qué se encuentre cerca, o en realidad sea tan peligroso como dicen?"
"En verdad yo creo que no, pero, ya sabes la recompensa en jugosa, y si acaso lo llegamos a ver o a saber algo de él, podemos informarlo a la policía."
"Si tienes razón, pero mejor vayamos a conseguir compañía, ¿no lo crees?"
Ambos hombres abandonaron la habitación. Y sin pensarlo dos veces Makoto optó por abandonar ése lugar. Aún era muy peligroso para él adentrarse en los pueblos. Necesitaba que olvidaran lo acontecido en la ciudad de Ise.
Salio ya muy entrada la noche de la posada, lo hizo sigilosamente para no ser descubierto. Casi salía de la ciudad pero, dos guardias lo vieron, trato de huir pero esos tontos lo seguían muy de cerca. No había otra opción, necesitaba acabar con ellos; a uno de ellos lo mató utilizando el suritsuke [(frotamiento) es el corte a la altura del pecho, éste es horizontal ya sea de izquierda a derecha o viceversa], al otro que por lo visto tampoco sabia utilizar la espada adecuadamente le cortó las manos a la altura de las muñecas utilizando el corte de sodesuri (corte de manga). Al matar al segundo guardia hundiendo su espada en el área del corazón, y ya encontrándose más tranquilo escucho un ruido, y al observar hacia donde este había sido producido, se dio cuenta de que un pequeño de aproximadamente seis o siete años, ahora se encontraba sentada, con la espalda pegada a una de las paredes de las casas. El chico lo miraba.
"Has visto todo. No tengo más remedio que matarte."
"¿Qué, qué?
*"Qué extraño míralo esta sonriendo."*
"¿Sonríes? Acaso estas feliz de morir.
"¿Qué, qué?"
"Sabes, te dejaré vivir siempre y cuando me proporciones un lugar donde pasar la noche y me des un poco de comida."
"Si, claro. Acompáñeme."
*"Obsérvalo; parece un niño normal, pero da la impresión de que no le importa nada."
"Si parece que hemos encontrado a un ser sin alma, tal vez eso sea."*
Después de que Soujiro llevó a Shishio al granero en donde había estado llevando los costales de arroz, y lo dejó solo; poco después regresó y le entregó bastantes vendas y unas bolas de arroz además de un poco de té. Después de haber cambiado sus vendajes miró hacia donde estaba el pequeño escondido.
"Esto esta mejor. No te escondas, prometí no matarte. Se que me vez como una
momía, pero no lo soy. Soy un hombre, y tengo nombre, me llamo Makoto Shishio."
"Señor, Shishio; usted mato unos policias, ¿es usted es bueno?"
"No."
"Entonces, ¿es usted malo?"
"Malo. Malo es el gobierno Meijí, el cual me hizo esto. Ellos intentaron acabar conmigo."
*"Creo que no le respondiste al chico, ¿qué intentas hacer?"
"Nada que te interese, solo espera un poco."*
Soujiro, ese día se retiró a descansar; pero al día siguiente continuo con sus deberes en la casa, al igual que en el campo. Mientras que Shishio, descansaba y pensaba sobre el chico.
*"Vamos, que ideas tienes. Acaso piensas utilizar al pequeño para tu propio beneficio."
"¿Y por que no?, ese chico esta completamente vacío. Puede ser un buen aprendiz."
"¿Qué?"
"Lo que escuchaste, trataré de que venga con nosotros."*
Esa tarde después de haber terminado con la mayoría de los exhaustivos trabajos que su
'familia' le ordenaba, fue al granero a hablar con el señor Shisho.
"Y dime Soujiro, ¿por qué sonríes?"
"¿Qué..., qué? ¡Ah! Bueno, solo lo hago."
"Pero dime cual es la razón de esa sonrisa en tu rostro."
"Bueno, antes cuando mi padre y mis hermanos me golpeaban, yo lloraba y me enojaba.
Pero, pero cuanto más lloraba ellos se ensañaban más conmigo y un día solo sonreí; y de esa manera fue que me di cuenta de que si sonreía mi padre y hermanos se aburrían y dejaban de golpearme. Parece que al no causarme dolor se fastidiaban. Pero todo esto es mi culpa, si tan solo no fuera hijo ilegitimo; ellos no serían así conmigo."
Makoto escucho esto pacientemente, ni siquiera él había sido maltratado de esa manera, tal vez el pudiese ayudar a ese chico a liberarse de esos a los cuales llamaba 'familia' y cuando termino Soujiro de hablar le dijo:
"No, las circunstancias en las que naciste no tienen nada que ver."
Soujiro lo miro sorprendido. "El que tiene la culpa eres tú. Ellos te golpean porque eres débil, y tu recompensa será la muerte. Debes de entender que en este mundo solo los fuertes sobrevíven y los débiles mueren. Esa es la realidad de este mundo. El débil es el alimento del fuerte. Recuérdalo siempre."
En ese momento las palabras de Shisho quedaron impresas en la mente pura y joven del pequeño Soujiro. Makoto Shishio, fue la primera persona que le habló con algo de cariño, o bueno eso fue lo que sintió el pequeño, pero lo que pasó después le dio la pauta para pensar en esa persona que le demostró algo de simpatía y no de lástima.
"Ten," y extendiendo su brazo, y sosteniendo en su mano una kodashii. "te doy esto a cambio de la comida, la estancia en este lugar y los vendajes. Es mi pago por tu ayuda."
El chico tomo la kodashii y se retiro a seguir con sus quehaceres. Makoto había decidido irse esa noche, cuando todo estuviese tranquilo. Casi al anochecer, sintió como sus heridas dolían un poco y pensó en voz alta.
"Parece que se acerca una gran tormenta, mis heridas duelen mucho."
Y casi después de haber dicho esto, escuchó como le gritaban al pequeño Soujiro. Era la voz de un hombre que por lo visto había estado bebiendo. Parecía que había más gente a su alrededor.
Escuchó como le gritaban y le hacían ver que su presencia había sido descubierta, y por lo que oía estaban golpeando y amenazando al pequeño. Su voz interior replico:
*"Acaso no lo vas a ayudar."
"No, por que debería hacerlo."*
En eso se escucho el grito del pequeño llamándolo y pidiéndole ayuda.
*"No puedo creer que lo dejes solo"
"Vamos, de que manera puede aprender a sobrevivir, si no es de esta manera."
"Pero, lo van a matar."
"Si lo hacen, entonces es un ser débil; pero si no, entonces se convertirá en un muy buen aprendiz. Además por si no lo recuerdas yo pase por algo similar."
"Si pero ustedes fueron atacados y tu abuelo ya te había enseñado el camino de la espada, y el solo..."*
En eso escucharon varios gritos y la tormenta se confundía con los mismos. Poco después de que los gritos cesaron, y de que Makoto pudo oler el agua mezclada con la sangre y la tierra, abrió la puerta del granero y observó al chico junto a varios cadáveres, con la mirada baja y su cabello cubriendo la mayor parte de su rostro. La pequeña espada en su mano goteaba sangre y agua; al parecer el chiquillo no estaba herido.
"Estas llorando" Le preguntó con voz casual, y esperó una respuesta del pequeño. Si los había podido matar sin remordimientos, entonces había superado la primera prueba para llegar a ser un buen espadachín.
Si no, tendría que matarlo, para que su existencia no fuera llena de infelicidad y debilidad.
En eso el pequeño volteo a verlo con una sonrisa en su rostro.
"No."
"Bien" Makoto hizo una pequeña mueca la cual parecía una sonrisa.
"Señor Shishio, ¿puedo acompañarlo?"
"Si lo deseas."
"Y podré llegar a ser fuerte."
"Si, pero no más fuerte que yo."
"Que bien."
Y diciendo esto se alejaron del lugar. Makoto se dio cuenta de que el chico sería un muy buen aprendiz. Además de que ahora tendría quien le ayudara a seguir con su plan. De esta forma se dio el inicio de la jornada del pequeño
Soujiro al lado de Makoto Shishio, el cual haría que su joven aprendiz fuera uno de los hombres más fuertes que lo acompañarán en su conquista del mundo. No se imaginó que pronto encontraría más aliados en su camino.
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Bien, hasta aquí. En el próximo capítulo Makoto y Soujiro conoceran a los demás miembros del Jupon Gattana.
Muchas gracias por aburrirse con mi historia a quien quiera que la lea. No es mi afán aburrirlos, pero, por lo pronto no tengo muchas cosas que escribir. Trataré de actualizar un poco antes, si es que mi inspiración y mi mente 'enferma' (bueno, un poco sádica) me lo permiten.
