En Donde Existe La Esperanza
Capitulo 1 "lo que cambia el tiempo"
Una chica de cabello castaño demasiado liso y largo corría a través de lo que parecía una cocina, estaba demasiado apurada, pues era la única ahí y tenia que ocuparse de servir, acomodar, todos los pedidos que habían hecho. Lo único que la consolaba es que solo había tres mesas ocupadas.
-"torpe kinomoto, seguro se quedo dormida"-pensó malhumorada al darse cuenta de que la razón de estar ella sola sirviendo era que su amiga y compañera de trabajo, se había quedado dormida... como siempre.
Fue entonces cuando en una de sus prisas se cayo y no pudo evitar maldecir a su amiga de su retraso, fue entonces cuando llego su compañera... Sakura Kinomoto.
-estas bien-pregunto a su amiga la cual seguía en el piso, malhumorada. Sakura sonrió nerviosamente al ver la respuesta que obtuvo con tan solo una mirada, ¿por qué siempre tenia que quedarse dormida?
-Bueno kinomoto-dijo la chica poniéndose de pie-te toca servir- A Sakura no le gusto su tono de voz, pues casi siempre la mandaba a servir a los clientes más exigentes o más indecisos.
-y cual mesa, Matsumoto -pregunto Sakura con nerviosismo.
-buena pregunta, Kinomoto, mesa 6... ahí esta su orden-dijo sonriendo maliciosamente, pues sabia que en esa mesa había cinco mujeres de las cuales 4 eran las más empalagosas, que había visto y se acordó de cómo sufrió al tomarles su orden. ¿Por qué? Le habían dicho que era muy linda y no la dejaban en paz y lo que era peor no se decidían pronto y se podría decir que eran extranjeras.-me agrada que ya te vinieras cambiada, agrego-
La pobre Kinomoto se resigno y se sujeto su cabello, ahora largo. Cogió la charola en donde estaban las cinco ordenes y se fue.
Su vida había cambiado drásticamente desde los 16, pues en un horroroso accidente su padre había muerto y su hermano desapareció, pero su sufrimiento venia desde antes de eso cuando todos la dejaron sola, sabia que no los podía retener, pero aun así se sintió mal. El accidente fue lo que más la lastimo, por lo que las cartas, kero y hasta Yue hubieran desaparecido, pero solo una persona la ayudo: Yukito. Desde que despertó en un hospital hasta su depresión, él le había dicho que aun tenia la esperanza de volver a su hermano, que todo volvería a la normalidad y que seria feliz. Aquello la animo a seguir viviendo, fue el quien, con su trabajo, ella pudo terminar preparatoria y continuar con la universidad. Compraron un pequeño apartamento y Sakura decidió ayudar a Yukito a pagar la universidad. Yukito casi nunca estaba en el apartamento, él trabajaba como medico en un hospital, pero su trabajo solo le permitía descansar los fines de semana.
¿Y que paso con los demás? Uno a uno se fueron de tomoeda, pero la que más le dolió fue la de su querida amiga Tomoyo. Después del accidente no supo nada de ella, pero en fin Sakura seguía pensando que algún día todos se volverían a reunir.
Se sonrió a sí misma y se imagino como seria todo si Tomoyo aun estuviera con ella, ¿la grabaría aun?, ¿Seguiría diseñando vestidos para ella?...
-Kinomoto, te vas a quedar parada o que-le grito Kasumi Matsumoto, burlonamente. Ella era su amiga desde que entro a trabajar en ese restaurante, era inteligente y a veces se desesperaba, tenia cabello castaño largo y liso y solía hacerse dos trenzas enfrente y dejarse el cabello suelto, era delgada, alta y tenia unos lindos ojos grises.
Kinomoto se asusto y volvió a marchar, había cambiado mucho, ya no era la dulce niña de 10 años, ahora tenia 20 su cabello castaño claro y brillante llegaba por debajo de los hombros, era delgada y parecía ser frágil, pero aun seguían siendo buena en los deportes, sus ojos verdes eran risueños y profundos, pero reflejaban cierta tristeza. Era una chica hermosa y tenia demasiados pretendientes, lo que a la bestia del sello no le gustaba nada.
Por fin llego a la mesa y se topo con lo que Kasumi, había tenido que soportar: Eran cinco mujeres 4 de cabello castaño oscuro y una de cabello negro, aunque las cuatro parecían mayores.
Al verla exclamaron o más bien gritaron: ¡Que linda! Y por poco se le echan encima si no fuera por... dos pares de ojos que la observaban.
Era una mujer y un joven quienes la miraban, Sakura sabia que todas las ordenes eran para las cinco mujeres, con sumo cuidado las entrego aunque no podía dejar de sentir aquellas miradas. Pero era la del joven la que más le inquietaba pues al menos la de la mujer era profunda, pero la del joven era penetrante como si hubiera hecho algo malo.
-gustan... ordenar... algo-pregunto nerviosa y sus ojos verdes se encontraron con los del joven.
-no gracias-dijo la mujer serenamente, Sakura se retiro pensando en ambas miradas. Pero mientras ella estaba confundida, Kasumi estaba enfadada, ¿por qué no la habían molestado como a ella? Y además a ella le había tocado estar con el joven, que era muy guapo.-la próxima vez no tratare de vengarme-dijo.
-"esa mirada yo la conozco"-pensaba Sakura-"pero ¿ser posible? Podrá ser... ¿Shaoran?"- Negó con la cabeza era la primera vez en 4 años que pensaba eso, Shaoran solo fue un amor,... una ilusión infantil, como podía haber pensado eso-"el ya no tiene razón para venir"-pensó
OOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
Shaoran Li suspiro, pues se encontraba aburrido... ¿por qué tenia que acompañar a sus hermanas a ir de compras? Que tenia eso de divertido, lo hizo solamente para complacer a su madre nada más.
Pero ¿qué hacia ahí, en Japón? La respuesta era simple una maldita profecía se cumpliría y era necesario que él viajara a Japón. Hacia tanto tiempo que no iba a Japón. Que ya se le había olvidado como era, aunque ahora estaba en Tokio y no en Tomoeda como hace 10 años.
Seguía silenciosamente a sus hermanas y a su prima que parecía que él iba solo. Solo podía pensar en una cosa: en aquella card captor que había conocido hace 10 años y con la cual tuvo su primera ilusión.
Se preguntaba que había sido de ella, seguramente seguía con su amable padre y con su detestable hermano y tal vez tendría novio y seria feliz.
La imagen de aquella niña de 10 años se le vino a la mente pero pronto se sustituyo por la imagen de otra persona: la linda mesera.
Cuando sus miradas se encontraron el no expresaba nada mas que... quizás... un poco de enfado, pero la mirada verde de aquella mirada preguntaba: ¿por qué?.
El no pudo evitar sentirse incomodo ante esa mirada, pero luego miro al suelo y encontró un papel...
-"el papel"-pensó y lo saco estaba escrito claramente en japonés y eso le hizo suponer que era de aquella chica. Lo desdoblo y lo leyó. No podía creer lo que leía pues era un pensamiento muy bello, sonrió y pensó devolvérselo la primera oportunidad que la viera, pero ¿qué leyó? Fue esto:
"Hoy pienso decírselo por que le amo por que le quiero no me importa que me desprecie que me humille por que sé que me quiere que me ama y que me corresponderá como yo le corresponderé hoy pienso decírselo todo lo que mi corazón guarda solo para él... "
-Shaoran- lo llamo su prima-tienes que ver esto-exclamo emocionada. Y Shaoran fue hacia ella con una sonrisa...
En realidad no había cambiado mucho, seguía teniendo el cabello corto y castaño oscuro, era alto y tenia aquellos ojos "penetrantes" como había pensado Sakura. Era un joven verdaderamente guapo.
En cuanto a Mei Ling seguía teniendo el cabello negro, solo que más corto sus ojos eran rojizos y era una linda chica china.
Pero Shaoran solo podía pensar en ese pensamiento, pensaba que conocía esas palabras... -si tan solo tú las hubieras dicho-murmuro...
Notas de la autora... ¡Hola de nuevo! Este es otro fic que se me ocurrió y espero que este mejor que el anterior. La vida de la pobre Sakura cambió mucho y aún faltan demasiadas cosas por descubrirse... espero que les guste...
Capitulo 1 "lo que cambia el tiempo"
Una chica de cabello castaño demasiado liso y largo corría a través de lo que parecía una cocina, estaba demasiado apurada, pues era la única ahí y tenia que ocuparse de servir, acomodar, todos los pedidos que habían hecho. Lo único que la consolaba es que solo había tres mesas ocupadas.
-"torpe kinomoto, seguro se quedo dormida"-pensó malhumorada al darse cuenta de que la razón de estar ella sola sirviendo era que su amiga y compañera de trabajo, se había quedado dormida... como siempre.
Fue entonces cuando en una de sus prisas se cayo y no pudo evitar maldecir a su amiga de su retraso, fue entonces cuando llego su compañera... Sakura Kinomoto.
-estas bien-pregunto a su amiga la cual seguía en el piso, malhumorada. Sakura sonrió nerviosamente al ver la respuesta que obtuvo con tan solo una mirada, ¿por qué siempre tenia que quedarse dormida?
-Bueno kinomoto-dijo la chica poniéndose de pie-te toca servir- A Sakura no le gusto su tono de voz, pues casi siempre la mandaba a servir a los clientes más exigentes o más indecisos.
-y cual mesa, Matsumoto -pregunto Sakura con nerviosismo.
-buena pregunta, Kinomoto, mesa 6... ahí esta su orden-dijo sonriendo maliciosamente, pues sabia que en esa mesa había cinco mujeres de las cuales 4 eran las más empalagosas, que había visto y se acordó de cómo sufrió al tomarles su orden. ¿Por qué? Le habían dicho que era muy linda y no la dejaban en paz y lo que era peor no se decidían pronto y se podría decir que eran extranjeras.-me agrada que ya te vinieras cambiada, agrego-
La pobre Kinomoto se resigno y se sujeto su cabello, ahora largo. Cogió la charola en donde estaban las cinco ordenes y se fue.
Su vida había cambiado drásticamente desde los 16, pues en un horroroso accidente su padre había muerto y su hermano desapareció, pero su sufrimiento venia desde antes de eso cuando todos la dejaron sola, sabia que no los podía retener, pero aun así se sintió mal. El accidente fue lo que más la lastimo, por lo que las cartas, kero y hasta Yue hubieran desaparecido, pero solo una persona la ayudo: Yukito. Desde que despertó en un hospital hasta su depresión, él le había dicho que aun tenia la esperanza de volver a su hermano, que todo volvería a la normalidad y que seria feliz. Aquello la animo a seguir viviendo, fue el quien, con su trabajo, ella pudo terminar preparatoria y continuar con la universidad. Compraron un pequeño apartamento y Sakura decidió ayudar a Yukito a pagar la universidad. Yukito casi nunca estaba en el apartamento, él trabajaba como medico en un hospital, pero su trabajo solo le permitía descansar los fines de semana.
¿Y que paso con los demás? Uno a uno se fueron de tomoeda, pero la que más le dolió fue la de su querida amiga Tomoyo. Después del accidente no supo nada de ella, pero en fin Sakura seguía pensando que algún día todos se volverían a reunir.
Se sonrió a sí misma y se imagino como seria todo si Tomoyo aun estuviera con ella, ¿la grabaría aun?, ¿Seguiría diseñando vestidos para ella?...
-Kinomoto, te vas a quedar parada o que-le grito Kasumi Matsumoto, burlonamente. Ella era su amiga desde que entro a trabajar en ese restaurante, era inteligente y a veces se desesperaba, tenia cabello castaño largo y liso y solía hacerse dos trenzas enfrente y dejarse el cabello suelto, era delgada, alta y tenia unos lindos ojos grises.
Kinomoto se asusto y volvió a marchar, había cambiado mucho, ya no era la dulce niña de 10 años, ahora tenia 20 su cabello castaño claro y brillante llegaba por debajo de los hombros, era delgada y parecía ser frágil, pero aun seguían siendo buena en los deportes, sus ojos verdes eran risueños y profundos, pero reflejaban cierta tristeza. Era una chica hermosa y tenia demasiados pretendientes, lo que a la bestia del sello no le gustaba nada.
Por fin llego a la mesa y se topo con lo que Kasumi, había tenido que soportar: Eran cinco mujeres 4 de cabello castaño oscuro y una de cabello negro, aunque las cuatro parecían mayores.
Al verla exclamaron o más bien gritaron: ¡Que linda! Y por poco se le echan encima si no fuera por... dos pares de ojos que la observaban.
Era una mujer y un joven quienes la miraban, Sakura sabia que todas las ordenes eran para las cinco mujeres, con sumo cuidado las entrego aunque no podía dejar de sentir aquellas miradas. Pero era la del joven la que más le inquietaba pues al menos la de la mujer era profunda, pero la del joven era penetrante como si hubiera hecho algo malo.
-gustan... ordenar... algo-pregunto nerviosa y sus ojos verdes se encontraron con los del joven.
-no gracias-dijo la mujer serenamente, Sakura se retiro pensando en ambas miradas. Pero mientras ella estaba confundida, Kasumi estaba enfadada, ¿por qué no la habían molestado como a ella? Y además a ella le había tocado estar con el joven, que era muy guapo.-la próxima vez no tratare de vengarme-dijo.
-"esa mirada yo la conozco"-pensaba Sakura-"pero ¿ser posible? Podrá ser... ¿Shaoran?"- Negó con la cabeza era la primera vez en 4 años que pensaba eso, Shaoran solo fue un amor,... una ilusión infantil, como podía haber pensado eso-"el ya no tiene razón para venir"-pensó
OOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
Shaoran Li suspiro, pues se encontraba aburrido... ¿por qué tenia que acompañar a sus hermanas a ir de compras? Que tenia eso de divertido, lo hizo solamente para complacer a su madre nada más.
Pero ¿qué hacia ahí, en Japón? La respuesta era simple una maldita profecía se cumpliría y era necesario que él viajara a Japón. Hacia tanto tiempo que no iba a Japón. Que ya se le había olvidado como era, aunque ahora estaba en Tokio y no en Tomoeda como hace 10 años.
Seguía silenciosamente a sus hermanas y a su prima que parecía que él iba solo. Solo podía pensar en una cosa: en aquella card captor que había conocido hace 10 años y con la cual tuvo su primera ilusión.
Se preguntaba que había sido de ella, seguramente seguía con su amable padre y con su detestable hermano y tal vez tendría novio y seria feliz.
La imagen de aquella niña de 10 años se le vino a la mente pero pronto se sustituyo por la imagen de otra persona: la linda mesera.
Cuando sus miradas se encontraron el no expresaba nada mas que... quizás... un poco de enfado, pero la mirada verde de aquella mirada preguntaba: ¿por qué?.
El no pudo evitar sentirse incomodo ante esa mirada, pero luego miro al suelo y encontró un papel...
-"el papel"-pensó y lo saco estaba escrito claramente en japonés y eso le hizo suponer que era de aquella chica. Lo desdoblo y lo leyó. No podía creer lo que leía pues era un pensamiento muy bello, sonrió y pensó devolvérselo la primera oportunidad que la viera, pero ¿qué leyó? Fue esto:
"Hoy pienso decírselo por que le amo por que le quiero no me importa que me desprecie que me humille por que sé que me quiere que me ama y que me corresponderá como yo le corresponderé hoy pienso decírselo todo lo que mi corazón guarda solo para él... "
-Shaoran- lo llamo su prima-tienes que ver esto-exclamo emocionada. Y Shaoran fue hacia ella con una sonrisa...
En realidad no había cambiado mucho, seguía teniendo el cabello corto y castaño oscuro, era alto y tenia aquellos ojos "penetrantes" como había pensado Sakura. Era un joven verdaderamente guapo.
En cuanto a Mei Ling seguía teniendo el cabello negro, solo que más corto sus ojos eran rojizos y era una linda chica china.
Pero Shaoran solo podía pensar en ese pensamiento, pensaba que conocía esas palabras... -si tan solo tú las hubieras dicho-murmuro...
Notas de la autora... ¡Hola de nuevo! Este es otro fic que se me ocurrió y espero que este mejor que el anterior. La vida de la pobre Sakura cambió mucho y aún faltan demasiadas cosas por descubrirse... espero que les guste...
