Nihao, tomo yo!!! ¿Cómo están todos?
Yo por mí parte ando con muchos-muchos problemas y esa es la razón del porque no he estado publicando nada. . . no se enojen conmigo ni renuncien, please!!!
Les pido perdón a los que han estado esperando este fic (y los otros también. . . ^^uuuuu), por mis tardanzas y por publicar historias malas. Prometo que pronto me pondré a escribir con todo, es solo que estoy por empezar la escuela y ya tengo los pelos de punta!! En verdad yo no quería volver a escribir más en esta página (por problemas emocionales. . . T-T), pero luego de pensarlo un poco, publicaré mis últimas historias y después si, abandonaré por completo fanfiction.net.
No me abucheen mucho, porque hace bastante tiempo que no escribo nada y creo que ya perdí la experiencia (qué experencia, eh???!!!).
Al terminar de escribir "Shinu toki wa isshou da" me sentí super triste y quise patear la computadora. . . pero comprendí que si lo hago no podré jugar más al "Age of Empires"!!! El título me costó un poco, pero creo que quedó muy kakkoii y en el español quedaría algo así como "Quizás debamos morir".
Probablemente no entiendan el porqué de tal título. . . es algo que Yahiko va a pensar en una parte de la historia que no se puede leer (entendieron?? yo no. . . ).
Bueno, no los molesto más, bla, bla, bla y aquí les dejo mi nuevo fic titulado:
.
.
.
.
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Shinu toki wa isshou da
.
.
.
.
Le dolía el cuerpo con una profundidad que le carcomía hasta los huesos. No podía creer que él estuviese frente a ella, observándola con una mirada penetrante, pero a la vez sorprendida.
Con torpeza él se agachó a recoger el bolso que a ella se le había caído y se lo entregó en las manos, firmemente.
Los ojos de la joven se llenaron de lágrimas, que comenzaron a recorrerle las densidades de sus mejillas.
Tenía ansias de abrazar a aquél individuo, que la rodeara con sus brazos y la hiciera olvidar todos sus problemas.
Tenerlo parado frente a ella, de alguna manera, lograba tranquilizarla.
- Saitou-san?
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
"¿Qué hace ella aquí?
Justo lo que me andaba faltando, Kamiya-onna, la chica que antes andaba con Battousai, para agregarme un problema más.
Luce igual que hace varios años, pero no comprendo el porqué de su repentina sorpresa. . . ni de sus lágrimas.
Su ki se ha expandido extrañamente, con emoción.
Mmm, que ella esté sola me resulta algo extraño. . . aunque sé que Battousai se quedó en Kyoto junto al tori-atama.
Lo mejor será retirarme bruscamente, de manera que la pendeja no sospeche nada. . . "
- Kamiya Kaoru, del Kamiya Kasshin Ryu, lamento informarle que no tengo tiempo para idioteces. . . si me disculpa- dijo
Mientras el hombre se daba la media vuelta, pudo notar como la muchacha bajaba la cabeza, sin siquiera insultarlo o golpearlo.
Algo extraño le sucedía.
.
.
Algo, de lo que Battousai Himura era culpable.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Se despertó sobresaltado.
No recordaba muy bien lo que le había sucedido los cinco días anteriores, ni siquiera un leve murmullo le venía a la memoria.
Un fuerte dolor de cabeza era lo que lo había alejado del sueño.
Con pereza se refregó los ojos, divisando a su vez la luz blanca que inundaba tenuemente la oscuridad de la habitación.
Ya estaba anocheciendo y las brisas de fines de otoño comenzaban a colarse por las rajaduras de las ventanas y las puertas.
Mientras observaba como hipnotizado la belleza que desprendía la gélida luna, pudo notar que a su lado había una taza con un líquido marrón oscuro en su interior.
Era la medicina que Megumi le solía preparar cuando él estaba golpeado o tenía algún hueso roto. Cuando volvía de alguna pelea callejera.
Algún robo.
- Shimatta. . .- dijo casi en un susurro.
Estaba cansado de dejar a Kaoru. De preocuparla. De fallar.
El más fuerte de los Ishin Shishi le había casi prometido que se haría fuerte practicando el Kamiya Kasshin Ryu de Kaoru. . . pero desde que había vuelto a robar, ya no ejercitaba más.
Aún podía recordar como le había gritado a Tsubame y a Tae del Akabeko.
Él sabía que ellas no tenían la culpa, nadie en realidad la tenía.
Pero se había cansado de que le tuvieran lástima a él y a Kaoru. . . estaba cansado de las promesas ególatras que les hacían.
Al fin y al cabo, Kenshin nunca volvería al Dojo.
De repente, los ojos se le nublaron y suavemente lágrimas crueles se deslizaron por sus mejillas. Por los recuerdos de su vida.
Tenía tanto miedo.
Odiaba admitirlo, pero a veces el miedo le cortaba la respiración con preguntas.
Preguntas que le dolían en la conciencia. En el alma.
Podía pasarse horas con la misma duda zumbándole en la mente; sabiendo a su vez que Kaoru sufría indagándose lo mismo.
". . . ¿estará él vivo?. . ."
Le temblaban las manos, por eso con rapidez se secó la humedad de su cara y bebió -de mala gana- la medicina a su lado.
Medio adolorido, se levantó del futón y caminó los pasos que quedaban hasta la puerta.
El silencio macabro que la noche descosía le erizó los pelos de la nuca.
Tabaleándose caminó hacia el dormitorio que, cuatro años antes, había estado ocupado. No sabía con certeza porque se dirigía al único lugar del dojo que le traía reminiscencias profundas y casi olvidadas.
Le disgustaba tener que entrar.
Guiado como por una fuerza invisible, corrió débilmente el shooji y con antipatía pudo recordar el aroma intoxicante del pelirrojo samurai.
Desde que él se había marchado, ni Kaoru ni él volvieron a entrar allí. No volvieron a ser los mismos.
El sonido de un lamento le penetró fríamente en el pecho.
Kaoru estaba ahí.
Lloraba de manera poco audible, pero horrorosamente triste.
Ella estaba acostada en el áspero piso de madera, con la vista clavada en la pared. Se podía advertir fácilmente la manera en que jadeaba.
El niño sintió que se le oprimía el cuerpo, endureciéndose de desesperación.
No podía soportar más tiempo escuchar las lágrimas de la adolescente, ahogándose en remembranzas de un hombre que la había dejado.
Aunque era solo un niño de 14 años, Yahiko notaba con brusquedad como ella iba muriendo.
Cada día un poco más.
Se arrodilló de golpe, haciendo un ruido bastante estruendoso, mientras que comenzaba a llorar desenfrenadamente.
Ya no podía soportar ese castigo.
.
.
.
Si Kaoru moría. . .
.
.
.
Él moriría junto a ella.
.
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.
.
. La mujer se acarició tranquilamente los cabellos brunos.
En los últimos días había estado muy fastidiosa e irritable con sus pacientes. No soportaba la sola idea de que el "aniversario" se estuviera acercando.
No soportaba la simple idea de que él no hubiese vuelto.
Aunque comprendía que Kaoru había ganado la pelea, se sentía enojada.
" Si bien ya han pasado cuatro años desde que la estúpida de Kaoru no lo siguió a Kyoto. . . yo. . . no puedo olvidarlo.
Cada día que pasa, siento que envejezco por dos.
Él tendría que haber vuelto, y ni siquiera sabemos con seguridad si siguen con vida los dos. . . Sanosuke. . . Kenshin. . .
Estoy harta de atormentarme con memorias pasadas de otra vida.
". . . de otra vida. . . "
Con torpeza había descubierto que los sentimientos hacia el rurouni habían sido despachados por el tiempo que la alejaba de él.
Y había descubierto nuevos sentimientos. . . nuevas sensaciones de malestar.
- Sanosuke. . . -pronunció en un suspiro amargado.
Ya estaba oscureciendo.
Mientras los últimos rayos de sol de la tarde le rozaban su dorso, un barco pasó por el río llenándola de penumbras.
Los latidos de su corazón se aceleraron a la vez que abría muy grandes sus ojos.
Un estremecimiento familiar le recorrió la espalda.
.
.
Una mirada familiar.
.
.
.
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.
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.
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.
.
.
.
. Owari of the second chapter (fin del Segundo capítulo)
.
.
.
.
¬¬u Yoku, ya acabó y acabo de descubrir lo mala escritora que soy. . . creo que solo me queda dedicarme completamente a mangaka.
La historia me pareció algo floja y con muchas lágrimas. . . T-T (snif, snif) pobre Kaoru-chan, ella es la más pobre de todos (no en el sentido económico, eh!!). . . y va a terminar muy mal. . . no quiero que acabe este fic!!! ¡¡¡no quiero!!!
Alguna vez me voy a aclarar con quien hablo (con la computadora?? Con ustedes?? Con quién??) y les prometo que tan loca no voy a estar.
Pronto voy a publicar mi fanfic "Miso y salsa de soja" (buuu, échenme de esta web!!!) que es la tercera parte de "Espejismos" y creo que taaaaan mala no ha salido. Me siento bastante desdichada. . . ¿¿¿porqué escribo tan mal???. . . ¡¡¿¿Doushite??!!
Ahh, no los aburro más con mis pavadas, solo quiero decir que agradezco los buenos momentos que me han dado con sus comentarios. . . me alegraron la vida!!
Ya verán que cuando deje la pag. nadie va a extrañar a la peor escritora (buaaaahh!!! T______T) y mis cuentos van a quedar poco a poco olvidados en el tiempo (que triste suena. . . ).
Bueno, sarabada de gozaru ka!!
Jou-chan
PD: Voy a publicar la tercera parte de "El regalo" en un tiempo. . . es que ahora, en vez de fanfics, escribo artículos. . . ^^u)
.
.
Aclaraciones (a pedido de ustedes ya casi no uso palabras japonesas. . . casi. . . ):
Kamiya-onna: le agregué el "onna" para que quedara algo así como "la chica Kamiya" o "la mujer Kamiya".
Tori-atama: ahhh!!! el famoso "cabeza de pollo" o "cabeza de gallo", sobrenombre de Sanosuke si bien recuerdan.
Shimatta: mierda o maldición, elijan eso ustedes.
Shooji: es la puerta corrediza de papel casi transparente, que se usa para separar habitaciones.
Yo por mí parte ando con muchos-muchos problemas y esa es la razón del porque no he estado publicando nada. . . no se enojen conmigo ni renuncien, please!!!
Les pido perdón a los que han estado esperando este fic (y los otros también. . . ^^uuuuu), por mis tardanzas y por publicar historias malas. Prometo que pronto me pondré a escribir con todo, es solo que estoy por empezar la escuela y ya tengo los pelos de punta!! En verdad yo no quería volver a escribir más en esta página (por problemas emocionales. . . T-T), pero luego de pensarlo un poco, publicaré mis últimas historias y después si, abandonaré por completo fanfiction.net.
No me abucheen mucho, porque hace bastante tiempo que no escribo nada y creo que ya perdí la experiencia (qué experencia, eh???!!!).
Al terminar de escribir "Shinu toki wa isshou da" me sentí super triste y quise patear la computadora. . . pero comprendí que si lo hago no podré jugar más al "Age of Empires"!!! El título me costó un poco, pero creo que quedó muy kakkoii y en el español quedaría algo así como "Quizás debamos morir".
Probablemente no entiendan el porqué de tal título. . . es algo que Yahiko va a pensar en una parte de la historia que no se puede leer (entendieron?? yo no. . . ).
Bueno, no los molesto más, bla, bla, bla y aquí les dejo mi nuevo fic titulado:
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Shinu toki wa isshou da
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Le dolía el cuerpo con una profundidad que le carcomía hasta los huesos. No podía creer que él estuviese frente a ella, observándola con una mirada penetrante, pero a la vez sorprendida.
Con torpeza él se agachó a recoger el bolso que a ella se le había caído y se lo entregó en las manos, firmemente.
Los ojos de la joven se llenaron de lágrimas, que comenzaron a recorrerle las densidades de sus mejillas.
Tenía ansias de abrazar a aquél individuo, que la rodeara con sus brazos y la hiciera olvidar todos sus problemas.
Tenerlo parado frente a ella, de alguna manera, lograba tranquilizarla.
- Saitou-san?
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"¿Qué hace ella aquí?
Justo lo que me andaba faltando, Kamiya-onna, la chica que antes andaba con Battousai, para agregarme un problema más.
Luce igual que hace varios años, pero no comprendo el porqué de su repentina sorpresa. . . ni de sus lágrimas.
Su ki se ha expandido extrañamente, con emoción.
Mmm, que ella esté sola me resulta algo extraño. . . aunque sé que Battousai se quedó en Kyoto junto al tori-atama.
Lo mejor será retirarme bruscamente, de manera que la pendeja no sospeche nada. . . "
- Kamiya Kaoru, del Kamiya Kasshin Ryu, lamento informarle que no tengo tiempo para idioteces. . . si me disculpa- dijo
Mientras el hombre se daba la media vuelta, pudo notar como la muchacha bajaba la cabeza, sin siquiera insultarlo o golpearlo.
Algo extraño le sucedía.
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Algo, de lo que Battousai Himura era culpable.
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Se despertó sobresaltado.
No recordaba muy bien lo que le había sucedido los cinco días anteriores, ni siquiera un leve murmullo le venía a la memoria.
Un fuerte dolor de cabeza era lo que lo había alejado del sueño.
Con pereza se refregó los ojos, divisando a su vez la luz blanca que inundaba tenuemente la oscuridad de la habitación.
Ya estaba anocheciendo y las brisas de fines de otoño comenzaban a colarse por las rajaduras de las ventanas y las puertas.
Mientras observaba como hipnotizado la belleza que desprendía la gélida luna, pudo notar que a su lado había una taza con un líquido marrón oscuro en su interior.
Era la medicina que Megumi le solía preparar cuando él estaba golpeado o tenía algún hueso roto. Cuando volvía de alguna pelea callejera.
Algún robo.
- Shimatta. . .- dijo casi en un susurro.
Estaba cansado de dejar a Kaoru. De preocuparla. De fallar.
El más fuerte de los Ishin Shishi le había casi prometido que se haría fuerte practicando el Kamiya Kasshin Ryu de Kaoru. . . pero desde que había vuelto a robar, ya no ejercitaba más.
Aún podía recordar como le había gritado a Tsubame y a Tae del Akabeko.
Él sabía que ellas no tenían la culpa, nadie en realidad la tenía.
Pero se había cansado de que le tuvieran lástima a él y a Kaoru. . . estaba cansado de las promesas ególatras que les hacían.
Al fin y al cabo, Kenshin nunca volvería al Dojo.
De repente, los ojos se le nublaron y suavemente lágrimas crueles se deslizaron por sus mejillas. Por los recuerdos de su vida.
Tenía tanto miedo.
Odiaba admitirlo, pero a veces el miedo le cortaba la respiración con preguntas.
Preguntas que le dolían en la conciencia. En el alma.
Podía pasarse horas con la misma duda zumbándole en la mente; sabiendo a su vez que Kaoru sufría indagándose lo mismo.
". . . ¿estará él vivo?. . ."
Le temblaban las manos, por eso con rapidez se secó la humedad de su cara y bebió -de mala gana- la medicina a su lado.
Medio adolorido, se levantó del futón y caminó los pasos que quedaban hasta la puerta.
El silencio macabro que la noche descosía le erizó los pelos de la nuca.
Tabaleándose caminó hacia el dormitorio que, cuatro años antes, había estado ocupado. No sabía con certeza porque se dirigía al único lugar del dojo que le traía reminiscencias profundas y casi olvidadas.
Le disgustaba tener que entrar.
Guiado como por una fuerza invisible, corrió débilmente el shooji y con antipatía pudo recordar el aroma intoxicante del pelirrojo samurai.
Desde que él se había marchado, ni Kaoru ni él volvieron a entrar allí. No volvieron a ser los mismos.
El sonido de un lamento le penetró fríamente en el pecho.
Kaoru estaba ahí.
Lloraba de manera poco audible, pero horrorosamente triste.
Ella estaba acostada en el áspero piso de madera, con la vista clavada en la pared. Se podía advertir fácilmente la manera en que jadeaba.
El niño sintió que se le oprimía el cuerpo, endureciéndose de desesperación.
No podía soportar más tiempo escuchar las lágrimas de la adolescente, ahogándose en remembranzas de un hombre que la había dejado.
Aunque era solo un niño de 14 años, Yahiko notaba con brusquedad como ella iba muriendo.
Cada día un poco más.
Se arrodilló de golpe, haciendo un ruido bastante estruendoso, mientras que comenzaba a llorar desenfrenadamente.
Ya no podía soportar ese castigo.
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Si Kaoru moría. . .
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Él moriría junto a ella.
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. La mujer se acarició tranquilamente los cabellos brunos.
En los últimos días había estado muy fastidiosa e irritable con sus pacientes. No soportaba la sola idea de que el "aniversario" se estuviera acercando.
No soportaba la simple idea de que él no hubiese vuelto.
Aunque comprendía que Kaoru había ganado la pelea, se sentía enojada.
" Si bien ya han pasado cuatro años desde que la estúpida de Kaoru no lo siguió a Kyoto. . . yo. . . no puedo olvidarlo.
Cada día que pasa, siento que envejezco por dos.
Él tendría que haber vuelto, y ni siquiera sabemos con seguridad si siguen con vida los dos. . . Sanosuke. . . Kenshin. . .
Estoy harta de atormentarme con memorias pasadas de otra vida.
". . . de otra vida. . . "
Con torpeza había descubierto que los sentimientos hacia el rurouni habían sido despachados por el tiempo que la alejaba de él.
Y había descubierto nuevos sentimientos. . . nuevas sensaciones de malestar.
- Sanosuke. . . -pronunció en un suspiro amargado.
Ya estaba oscureciendo.
Mientras los últimos rayos de sol de la tarde le rozaban su dorso, un barco pasó por el río llenándola de penumbras.
Los latidos de su corazón se aceleraron a la vez que abría muy grandes sus ojos.
Un estremecimiento familiar le recorrió la espalda.
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.
Una mirada familiar.
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. Owari of the second chapter (fin del Segundo capítulo)
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¬¬u Yoku, ya acabó y acabo de descubrir lo mala escritora que soy. . . creo que solo me queda dedicarme completamente a mangaka.
La historia me pareció algo floja y con muchas lágrimas. . . T-T (snif, snif) pobre Kaoru-chan, ella es la más pobre de todos (no en el sentido económico, eh!!). . . y va a terminar muy mal. . . no quiero que acabe este fic!!! ¡¡¡no quiero!!!
Alguna vez me voy a aclarar con quien hablo (con la computadora?? Con ustedes?? Con quién??) y les prometo que tan loca no voy a estar.
Pronto voy a publicar mi fanfic "Miso y salsa de soja" (buuu, échenme de esta web!!!) que es la tercera parte de "Espejismos" y creo que taaaaan mala no ha salido. Me siento bastante desdichada. . . ¿¿¿porqué escribo tan mal???. . . ¡¡¿¿Doushite??!!
Ahh, no los aburro más con mis pavadas, solo quiero decir que agradezco los buenos momentos que me han dado con sus comentarios. . . me alegraron la vida!!
Ya verán que cuando deje la pag. nadie va a extrañar a la peor escritora (buaaaahh!!! T______T) y mis cuentos van a quedar poco a poco olvidados en el tiempo (que triste suena. . . ).
Bueno, sarabada de gozaru ka!!
Jou-chan
PD: Voy a publicar la tercera parte de "El regalo" en un tiempo. . . es que ahora, en vez de fanfics, escribo artículos. . . ^^u)
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Aclaraciones (a pedido de ustedes ya casi no uso palabras japonesas. . . casi. . . ):
Kamiya-onna: le agregué el "onna" para que quedara algo así como "la chica Kamiya" o "la mujer Kamiya".
Tori-atama: ahhh!!! el famoso "cabeza de pollo" o "cabeza de gallo", sobrenombre de Sanosuke si bien recuerdan.
Shimatta: mierda o maldición, elijan eso ustedes.
Shooji: es la puerta corrediza de papel casi transparente, que se usa para separar habitaciones.
