With you
Abro mis ojos, sin saber si he despertado, o si sigo durmiendo ese sueño vertiginoso que me ha estado atormentando desde hace ya mucho tiempo. No puedo saber si duermo o no, pero no puedo negar que este universo que me rodea se siente tan real, tan cálido, tan humano.
¿Cómo querer despertar si tus sueños son mejores que la realidad?
¿Cómo no aferrarse a un mundo ideal, con un cielo pintado con acuarela, plagado de colores y matices hermosos? ¿Cómo no negarse a dejar de soñar, si afuera el mundo se está desvaneciendo
Camino diez pasos, el horizonte se aleja diez pasos. Estoy caminando en un sendero interminable, que se pierde serpenteante, adonde mi visión ya no llega. Volteo la vista, y veo al Astro Rey descendiendo las montañas lejanas que se desdibujan con la distancia, reflejado en mis ojos, que parecen espejos de ese Sol fugitivo de las tinieblas. En algún lugar la noche lo extraña, pero hay algo raro en él. Ha estado estampado en el horizonte por horas, sin decidirse si quedarse o irse, si abandonarme, o seguir conmigo.
- Harry -¿es esa tu voz?- Harry -me llamas de nuevo. Pero, ¿dónde estás?, vuelve a llamarme.
Nada, tu voz desapareció. ¿Me estoy volviendo loco acaso?. No, no estoy loco, podría jurar que escuché tu voz, pero ¿cómo si estás muerta?. Estoy soñando, sí, seguro que eso es.
- Harry, ven conmigo -Fue hacia el norte, estoy seguro que fue hacia el norte. Corro hacia allá.
- Espérame Ginny, no te vayas por favor -grito desesperadamente, sin percatarme que me estoy acercando cada vez más a un precipicio. Estoy a tan sólo unos metros de caer, cuando me percato de ello.
Freno a unos centímetros de la muerte, si es que no estoy muerto, y soy testigo de algo increíble. El paisaje frente a mi se desdibuja, y da paso a un amplio pastizal verde que se mece al capricho del Dios viento. Allá, casi perdida en la distancia, diviso a una figura conocida, sólo que no recuerdo quien es.
Me acerco, y no es pequeña mi sorpresa al percatarme de algo: ¡Eres tú!. Me acerco y te abrazo con todas mis fuerzas. Tan esclavo de mis emociones como soy, dejé escapar unas lágrimas silenciosas, pero de alegría, eran de alegría.
- ¡Ginny!, no estás muerta -te digo con una alegría inexplicable. Y vuelvo a recordar cómo se siente que un corazón sienta emoción.
Agachas la cabeza, como tantas veces lo hacías cuando te miraba.
- ¿Qué te pasa? -te pregunto. No puedo evitar sentirme triste al verte así
- Pero sí estoy muerta -me dices.
Siento como si me hubiesen clavado una estaca en el pecho. Mi cerebro comienza a llenarse de imágenes. Cierro mis ojos para poder ver, pero es todo muy confuso.
Y entonces llega a mi mente el recuerdo. Fui a pelear contra él, contra el que te asesinó. Era una batalla imposible, el débil caballero contra el dragón, el héroe contra el monstruo. Pero no me percaté de ello, tan dominado por mis sentimientos de odio como estaba. No me di cuenta de que eso me hacía parecer a él.
Una cruel imagen llega a mi mente: estoy desangrándome, y él esta allí, parado, riéndose. Justo en ese momento, en mi realidad, siento un dolor inmenso. Abro los ojos, y me doy cuenta de que estoy sangrando.
- Ginny, ayúdame, me estoy muriendo
Pero mis ojos ya no te ven. ¿Adonde fuiste?. La luz del Sol comienza a enceguecerse por las tinieblas. Estoy recordando mi muerte. Me duele mucho, mucho.
¿Nada?. De un momento a otro, me vuelvo a sentir bien y te tengo conmigo a mi lado. El mundo recuperó su luz. ¿Qué me pasa?.
- Tú también has muerto -me dices con tu voz suave y deliciosa.
Entonces lo comprendo todo. Voldemort me mató, y aquí estoy, muerto. Pero estás a mi lado. ¿Qué el mundo quedó indefenso?, no me importa. Porque estoy en mi mundo: el cielo, contigo, para siempre
N/A: Este fict lo escribí en 45 minutos. Un poco tonto, pero que más da
Abro mis ojos, sin saber si he despertado, o si sigo durmiendo ese sueño vertiginoso que me ha estado atormentando desde hace ya mucho tiempo. No puedo saber si duermo o no, pero no puedo negar que este universo que me rodea se siente tan real, tan cálido, tan humano.
¿Cómo querer despertar si tus sueños son mejores que la realidad?
¿Cómo no aferrarse a un mundo ideal, con un cielo pintado con acuarela, plagado de colores y matices hermosos? ¿Cómo no negarse a dejar de soñar, si afuera el mundo se está desvaneciendo
Camino diez pasos, el horizonte se aleja diez pasos. Estoy caminando en un sendero interminable, que se pierde serpenteante, adonde mi visión ya no llega. Volteo la vista, y veo al Astro Rey descendiendo las montañas lejanas que se desdibujan con la distancia, reflejado en mis ojos, que parecen espejos de ese Sol fugitivo de las tinieblas. En algún lugar la noche lo extraña, pero hay algo raro en él. Ha estado estampado en el horizonte por horas, sin decidirse si quedarse o irse, si abandonarme, o seguir conmigo.
- Harry -¿es esa tu voz?- Harry -me llamas de nuevo. Pero, ¿dónde estás?, vuelve a llamarme.
Nada, tu voz desapareció. ¿Me estoy volviendo loco acaso?. No, no estoy loco, podría jurar que escuché tu voz, pero ¿cómo si estás muerta?. Estoy soñando, sí, seguro que eso es.
- Harry, ven conmigo -Fue hacia el norte, estoy seguro que fue hacia el norte. Corro hacia allá.
- Espérame Ginny, no te vayas por favor -grito desesperadamente, sin percatarme que me estoy acercando cada vez más a un precipicio. Estoy a tan sólo unos metros de caer, cuando me percato de ello.
Freno a unos centímetros de la muerte, si es que no estoy muerto, y soy testigo de algo increíble. El paisaje frente a mi se desdibuja, y da paso a un amplio pastizal verde que se mece al capricho del Dios viento. Allá, casi perdida en la distancia, diviso a una figura conocida, sólo que no recuerdo quien es.
Me acerco, y no es pequeña mi sorpresa al percatarme de algo: ¡Eres tú!. Me acerco y te abrazo con todas mis fuerzas. Tan esclavo de mis emociones como soy, dejé escapar unas lágrimas silenciosas, pero de alegría, eran de alegría.
- ¡Ginny!, no estás muerta -te digo con una alegría inexplicable. Y vuelvo a recordar cómo se siente que un corazón sienta emoción.
Agachas la cabeza, como tantas veces lo hacías cuando te miraba.
- ¿Qué te pasa? -te pregunto. No puedo evitar sentirme triste al verte así
- Pero sí estoy muerta -me dices.
Siento como si me hubiesen clavado una estaca en el pecho. Mi cerebro comienza a llenarse de imágenes. Cierro mis ojos para poder ver, pero es todo muy confuso.
Y entonces llega a mi mente el recuerdo. Fui a pelear contra él, contra el que te asesinó. Era una batalla imposible, el débil caballero contra el dragón, el héroe contra el monstruo. Pero no me percaté de ello, tan dominado por mis sentimientos de odio como estaba. No me di cuenta de que eso me hacía parecer a él.
Una cruel imagen llega a mi mente: estoy desangrándome, y él esta allí, parado, riéndose. Justo en ese momento, en mi realidad, siento un dolor inmenso. Abro los ojos, y me doy cuenta de que estoy sangrando.
- Ginny, ayúdame, me estoy muriendo
Pero mis ojos ya no te ven. ¿Adonde fuiste?. La luz del Sol comienza a enceguecerse por las tinieblas. Estoy recordando mi muerte. Me duele mucho, mucho.
¿Nada?. De un momento a otro, me vuelvo a sentir bien y te tengo conmigo a mi lado. El mundo recuperó su luz. ¿Qué me pasa?.
- Tú también has muerto -me dices con tu voz suave y deliciosa.
Entonces lo comprendo todo. Voldemort me mató, y aquí estoy, muerto. Pero estás a mi lado. ¿Qué el mundo quedó indefenso?, no me importa. Porque estoy en mi mundo: el cielo, contigo, para siempre
N/A: Este fict lo escribí en 45 minutos. Un poco tonto, pero que más da
