6.- INDICIOS
- No puedo creer que todavía no se sepa nada. ¡Han pasado ya trece días, Dumbledore! ¡Trece!
- Sirius, intenta mantener la calma, así no solucionarás nada.
Sirius se paseaba nerviosamente por el despacho de Dumbledore mientras murmuraba para sí, también se encontraban allí el profesor Lupin, los Weasley (al completo) y los Granger (No preguntéis como lograron llegar hasta el castillo los padres de Hermione). Todos estaban muy preocupados por la desaparición de Harry, pero tan solo Sirius era quien lo manifestaba, si bien a la señora Weasley le faltaba muy poco.
- ¡Pero Dumbledore! ¿¡Cómo quieres que me tranquilice!? ¡Estamos hablando de Harry! ¡De mi ahijado!
- Lo sé, pero debemos esperar a que Severus regrese. Ha estado buscando información sobre que es lo que ha pasado dentro del círculo interno de Voldemort. Tal vez cuando regrese, puede decirnos donde está Harry.
- Ayer era su cumpleaños...- Comenzó Hermione.- no quiero ni imaginar como lo pasó.
- Todas las lechuzas que le hemos enviado desde que desapareció han regresado sin entregar las cartas o paquetes...- Dijo Ron.
En aquellos momentos la puerta del despacho se abrió y apareció un muy agotado profesor Snape, parecía que hubiera permanecido varios días sin dormir y además no hubiera dejado de ir de un lado a otro. Cuando se sentó y miró a Dumbledore, todos vieron que lo que tenía que decir no era agradable para ninguno.
- He averiguado que le ha pasado y donde está Potter.- Dijo Snape.- No ha sido fácil y no me extraña que no se le pueda encontrar.
- Habla Severus... ¿Qué es lo que sabes?- Dijo Dumbledore
- Voldemort lo ha enviado a otra dimensión.
Se hizo un silencio súbito cuando lo dijo mientras miraban al hombre casi como si se hubiera vuelto loco.
- ¿Cómo has dicho?- Preguntó Sirius.
- Lo que habéis oído. Potter está en un mundo paralelo a este, un mundo donde el murió aquella noche de Halloween y donde ninguna persona que pueda ayudarlo esté viva... Ni siquiera sé como demonios lo ha logrado.
Todos en el cuarto se quedaron silenciosos, no solo Snape estaba asegurando algo que era técnicamente imposible, sino que además estaba plenamente convencido. El primer pensamiento que pasó por sus mentes fue que se estaba quedando con ellos pero parecía que Dumbledore no pensaba igual.
- Explícate, Severus.
- Hace dos días, Voldemort vino pidiendo a sus mortífagos que se preparan porque íbamos a ir a acaba con Potter. De un principio no dio ninguna otra explicación y aunque quería saber a que se refería, tenía miedo que si preguntaba algo, él sospechara de mí. Por suerte, Lucius preguntó por mí y nos lo explicó.- Dijo Snape.- Nos dijo que había estado trabajando en una poción muy especial con la que enviaría al muchacho a una dimensión distinta a esta, una dimensión que él escogería y en la que no hubiera nadie que pudiera ayudarle y te nombró a ti, Dumbledore, a Mc Gonagall, a Black y a Lupin. Cuando Lucius mostró su duda sobre la poción él aseguró que ya la había probado y con éxito, que Potter ya hacía días que había sido enviado a otra dimensión utilizando él vínculo de sangre que existía entra ambos.
- ¿Y si hace dos días que lo sabes por qué no nos lo has dicho hasta ahora?- Preguntó Sirius de forma peligrosa.
- Porque antes de nada quería averiguar cual era la poción que había utilizado.- Le contestó de forma cortante.
- ¿Y la tienes?- Preguntó Dumbledore con calma.
- Sí, pero yo no puedo hacerla... mañana tengo que ir con Voldemort y si soy yo quien la hago lo notará.- Dijo serio.
- ¿Qué sugieres?
- Aunque me duela admitirlo,- dijo Snape dando una mirada asesina a Ron y Hermione como desafiándoles a que le hicieran repetir más tarde lo que iba a decir.- mi mejor alumno es Granger, estoy seguro que con las instrucciones ella podría realizarla perfectamente no por nada fue capaz de hacer la picón "multijugos" correctamente en su segundo año.- Ante esto la chica se ruborizó y murmuró alguna cosa mientras Ron se miraba, también ruborizado, los dedos de los pies.- Oh, sí, lo sabía señorita Granger, pero la razón pro la que no dije nada fue porque me pareció suficiente castigo su pequeño accidente con la poción, supongo que después de aquello aprendió a comprobar primero de todo sus ingredientes.- Aquí Hermione se ruborizó todavía más.
- Bien, la señorita Granger hace la poción pero ¿no sospecharía Voldemort que tú nos la has pasado?- Preguntó Mc Gonagall que también estaba allí
- Siempre podemos hacer que descubrieron la poción por casualidad, una cuantas personas bien entrenadas junto con la señorita Granger y el señor Weasley y Voldemort no tendría que sospechar nada.- Dijo Dumbledore.- Después de todo, casi todas las pociones importantes se descubren por pura casualidad.
Snape le dio a Hermione un pergamino y después de eso se levantó y se marchó dejando a una confusa muchacha con la poción más complicada que hubiera visto nunca.
****************************************************************************************************
- Harry... ¿Qué te pasa? Desde ayer que pareces nervioso.- Le dijo Bella después de ver como se le rompía otra vez la punta de la pluma con la que el muchacho estaba tomando notas de un libro muy gordo sobre pociones.
- Tengo el mal presentimiento de que va a pasar algo malo... ¡y eso hace que me ponga nervioso! No me había sentido así desde que fui enviado aquí... No sé muy bien que es... pero no lo soporto.
- ¿Crees que te volverá a enviar a casa?
- No lo sé... tal vez e que me va a volver a enviar a mi dimensión o bien es que está preparando algún ataque contra mí... Aunque me inclino más por lo segundo, dudo que me enviara aquí si no era para hacerme daño.
Harry no se preocupó mucho, después de todo no le dolía la cicatriz, así que continuó con lo que estaba haciendo, un estudio sobre las pociones utilizadas en las Artes Oscuras, e intentó apartar de su mente aquel sentimiento de "ten cuidado" que había parecido el día anterior y que persistía en algún rincón de su mente, aunque con relativo éxito, mientras Bella cogía una novela muggle y se ponía a leer no muy lejos de allí.
- Chicos, hora de comer.- Escucharon un par de horas después.
- ¡Ahora vamos!- Exclamó Bella.- Vamos hermanito, que me muero de hambre.
- Está bien, está bien... vamos.- Dijo Harry divertido.- ¿Cómo puede comer tanto?
- Es que estoy en periodo de crecimiento.- Rió Bella.- Y tú también tendrías que comer más, estás muuuuuuuuuuy delgado y eres más bajo de lo que tendrías que ser. Los tíos no te han tratado nada bien.
- Siempre he sido así de delgado y de bajo, y con respecto al trato... ¿Qué es lo que esperas de unos muggles que odian todo lo que tiene que ver con la magia?
- Ya... pero....
- Venga, dejémoslo. Los Dursley son algo de lo que no me podré librar hasta que finalice Hogwarts... así que, por mucho que me queje de ellos mi situación no mejorará.
Ambos entraron en la cocina donde ya encontraron a James sentado en la mesa mientras Lily servía a Harry y a Bella y se quejaba de que su marido nunca la ayudaba con los quehaceres domésticos y que daría lo que fuera porque James fuera como Harry en ese aspecto (el muchacho le había ayudado en varias ocasiones con las tareas domésticas). Y les sonrió cuando ambos comenzaron a comer.
No llevaban mucho rato comiendo cuando Harry notó una punzada ardiente en la frente, más concretamente en su cicatriz. Enseguida supo que era lo que pasaba, había sentido ese dolor ya varias veces y sabía lo que quería decir perfectamente. Ahogó un gemido de dolor cuando descansó la cabeza en su mano, el cual alertó a todos que enseguida vieron el dolor del muchacho.
- Harry... ¿Qué te ocurre?- preguntó Bella asustada.
- Nada, estoy bien.- Contestó
- No estás bien.- Sentenció Lily.- A ti te duele algo, ¿qué es?
- Ya he dicho que no es nada.
- Harry... dínoslo.- Dijo James apartando la mano de su frente.
Cuando lo hizo, vieron la cicatriz amoratada y en cierta forma palpitante. No hicieron preguntas, lo sabían de cuando vieron los recuerdos del muchacho: Voldemort estaba cerca.
