No me dejes

Capítulo V: "Nunca es demasiado tarde"

Hermione se hallaba parada en el aeropuerto de Londres. Estaba sola. Hubiera deseado que sus padres estuvieran allí, pero ellos debían trabajar. También le hubiera gustado de que Harry y Ron estuvieran, aunque pensaba que solo Harry iría. Hermione se sentó en un banco a esperar la hora en que su vuelo debía despegar. Estaba tan sumida en sus pensamientos, que ni se dio cuenta de que Hedwig estaba parada a su lado. Cuando la vio notó que traía una carta. Seguramente sería de Harry. La gente que pasaba por allí, la miraba, algo confusa.

Hermione tomó la carta que Hedwig traía y leyó:

Querida Hermione:

Lamento de todo corazón no poder estar contigo en este momento tan importante para ti. Por fin mi gran ansiado deseo de abandonar a los Dursley se me ha cumplido. Estoy viviendo con Sirius en un edificio de Londres. No sabes lo feliz que estoy. Pero no pude estar a tu lado porque a Sirius se le fracturó el tobillo. La verdad fue de una manera muy tonta, pero lo mismo debo cuidar de él.

Hermione, de verdad espero que seas muy feliz allá en Estados Unidos, por favor no te olvides de nosotros, especialmente de Ron. Él está pasando un mal momento y tu partida lo pone peor. Me hubiera gustado que reflexionaras acerca de tus sentimientos. No sé si lo amas, pero estoy seguro de que si te pones a pensarlo sabrás que él nunca te olvidará. Y yo tampoco. Te deseo la mejor de las suertes y no olvides escribirnos,

Harry

Hermione se quedó mirando la carta de Harry. La verdad que ella también lamentaba que Harry no estuviera allí, pero lo que ahora se había quedado pensando era en lo que Harry le había dicho. ¿Por qué le decía esas cosas sobre Ron? Ella estaba segura de que Harry y Ron la extrañarían, pero Harry había dicho que Ron más que nadie. Y de repente se acordó de esa vez que Harry le había preguntado de sus sentimientos hacia Ron. Si Harry se interesaba tanto en sus sentimientos hacia Ron significaba que Ron estaba enamorado de ella. O al menos eso pensaba Hermione. Pero eso era imposible. Simplemente imposible. Porque ella y Ron vivían peleando por todo y nunca estaban de acuerdo. Pero cada vez que Malfoy la insultaba, Ron saltaba a defenderla. Y también de aquellos celos que se presentaron hacia Viktor Krum en aquel baile de Navidad en el 4° curso... y la mirada de tristeza y decepción de Ron el día que abandonó King Cross... entonces... ¿Ron la quería como más que una amiga?

Hermione guardo la carta de Harry en un libro de Encantamientos que llevaba en las manos para leer durante el viaje. Cuando abrió el libro, lo primero que vio fue la foto de ella y Ron abrazados en Hogwarts. Hermione cerró el libro pero en sus manos tenía la fotografía... cuanto tiempo hacia desde que se conocían y ella nunca se dio cuenta de sus sentimientos... miró fijamente la foto... y se dio cuenta de que estaba cometiendo un error al irse sin afrontar lo que sentía...

- Bonita foto.- susurró una voz a su lado. Hermione se volvió sobresaltada y a su lado se hallaba sentada una mujer grande, con pelo marrón suelto hasta los hombros.

- Gracias.- respondió Hermione.

-¿Él es tu novio?- preguntó la mujer, mirando la fotografía.

- No, es solo un... amigo...

- Te ves angustiada, ¿te pasa algo?

- No sé lo que me pasa... acabo de darme cuenta de que mi amigo esta enamorado de mí... no sé que hacer...

-¿Este es tu amigo?- dijo la mujer, señalando a Ron en la foto.

- Sí...

-¿Y tú lo quieres?

-¡Claro que lo quiero! Él es bueno, amable, simpático, valiente, gracioso, es algo celoso, pero él es único, es especial...

-¿Especial para ti? Porque me estas diciendo cosas tan agradables de él... significa que también el te gusta...

-¿Qué? No lo creo, Ron y yo somos muy diferentes... el nunca me entendería, yo no podría llegar a enamorarme de él...

-¿Por qué no? A veces hasta las personas más diferentes pueden llegar a amarse...

- Sí, pero Ron es... –Hermione no terminó la frase porque se dio cuenta que la mujer tenía razón. Ron era alguien muy importante para ella y no como amigo. Ron era algo más que un amigo, era la persona que ella quería. Entonces Hermione supo que no podía irse porque ella... ella quería a Ron, ella estaba enamorada de Ron...

-¿Ron es que, querida?- la interrumpió la señora.

- Ron es la persona que yo quiero. Estoy enamorada de él.- dijo Hermione, mirando a la mujer. Esta sonrió.

-¿Y te piensas ir y dejarlo?

-¿Qué puedo hacer yo? Conseguí el trabajo que siempre quise...

- Pero lo quieres, ¿no?- razonó la mujer. Hermione se quedó pensativa y mirando la foto. No podía dejar a Ron ahora que sabía que lo amaba. Entonces no le quedaba otra opción.

- tiene razón, no puedo dejarlo, lo quiero.- dijo a la mujer.

- Entonces ve, no lo dejes, querida.- respondió esta.

- De verdad, gracias- le dijo Hermione sonriendo y alejándose corriendo hacia la salida del aeropuerto.

Ron bajó a toda velocidad del taxi que lo dejó a una cuadra del aeropuerto de Londres. Salió corriendo, atropellando a varias personas que caminaban por la vereda. Entro al lugar y se dirigió al mostrador. Lo atendió una mujer rubia.

- Buenas tardes, ¿en qué puedo ayudarlo?

- Si, quisiese saber si el vuelo programado a las 19 horas hacia Estados Unidos ya salió... –jadeó Ron.

- Déjeme ver... –respondió la mujer, buscando en su computadora.

- Por favor, es una urgencia.- dijo Ron, desesperado.

- Lo siento, pero el vuelo ya despegó...

-¿Qué?- exclamó Ron, horrorizado.

- ya se lo dije, el avión acaba de despegar.- dijo cortante la mujer.

Ron se alejó totalmente destrozado. Harry había tenido razón. ¿Por qué no se lo había dicho antes? Ahora ya era demasiado tarde. Pero de verdad deseaba que Hermione sea feliz en el lugar que fuera.

Salió del aeropuerto y se sentó en el cordón de la vereda. Puso su cara entre sus manos, sin más esperanzas. De repente alguien puso su mano en el hombro de Ron. Éste, sobresaltado, se dio vuelta. Y allí estaba Hermione, parada enfrente de él, sosteniendo una enorme maleta y un libro de Encantamientos bajo el brazo.

Ron inmediatamente se puso de pie, sin saber que decir ni hacer.

- Hola, Ron... –dijo Hermione.- Pensé que no vendrías...

- Ah, bueno... yo... no podía... pero tu vuelo ya despegó, lo perdiste...

- Lo sé... no pude irme...

- Yo no podía dejar que te vallas...

-¿Por qué?

Ron suspiró. Era ahora o nunca.

- Porque... porque... porque te quiero, Hermione. Tu me gustas y no podía dejarte ir. Desde que te conocí supe que había algo especial en ti, algo que siempre me atrajo. Eres especial, Hermione. Siempre me negué a ver lo que sentía, pero después de un tiempo, me costó mucho tratar de esconder lo mucho que te quería. Cuando nos dijiste que te irías, se me rompió el corazón, Hermione, al pensar que nunca más te volvería a ver, a escucharte y que te irías con ese Krum, no podía soportarlo. Pero Harry me hizo entrar en razón, no podía dejarte ir porque te quiero, Hermione... y nunca tuve el valor de decírtelo...

- Nunca nadie me dijo algo más hermoso, Ron. Pero yo también tengo algo que decirte.

-¿Qué?

- No entendía porque me sentía así, tan vacía, tan triste en estos últimos días. Por una parte me quería ir, porque ser profesora es lo que siempre he anhelado. Pero por otra parte, algo me decía que no podía irme, había algo en mi corazón que me impedía irme. Y esta tarde lo descubrí. No pude irme porque estoy enamorada de ti, Ron. No entiendo como pude ser tan tonta al no darme cuenta antes, siempre te quise, Ron. Pero era tan orgullosa que no quería aceptar que tu me gustas. Y te quiero, Ron...

-¿Me lo dices enserio? Porque no me gusta esta broma... –dijo Ron con incredulidad.

- Nunca fui más sincera en toda mi vida... –respondió Hermione, sonriendo.

Ron se acercó a Hermione y la besó suavemente en los labios. No podía creer como su vida había cambiado en solo unos minutos.

En ese momento dos personas llegaron corriendo hacia ellos. Eran Harry y Ginny.

-¡Harry, Ginny! ¿Qué hacen acá?- exclamó Ron al verlos.

- Vinimos a buscarlos... –jadeó Ginny.

-¿Y como esta Sirius, Harry?- preguntó Hermione.

-¿Sirius? Esta bien, salió a la casa de Remus.- respondió Harry.

-¿A la casa de Remus? ¿No era que estaba fracturado?- exclamó Ron mirando a Harry.

- Ah, bueno... eh... debo confesarte algo, Ron.- balbuceó Harry.

-¿Qué?

- Bueno, es que... Sirius no se fracturo...

-¿Cómo? ¿Entonces me mentiste?- dijo Ron, incrédulo.

-¡A mí también me mentiste, Harry! En tu carta me decías que no podías venir porque debías cuidar de Sirius.- dijo Hermione.

- Bueno, fue una mentira piadosa... –lo defendió Ginny.

- Además todo esto fue para que ustedes dos se declararan.- dijo Harry. Ron y Hermione se miraron, sonrojados.

- Por esta vez, estas perdonado... –murmuró Ron.

- Bien, nosotros debemos irnos, ¿no Harry? –dijo Ginny, mirándolo fijamente.

-¿Qué? ¡Ah, sí! Vamos, Ginny. Nos vemos luego. De verdad estoy muy feliz por ambos.- dijo Harry.

- Sí, yo también. Y también estoy muy contenta de que te quedes, Hermione.- dijo Ginny, con una sonrisa. Hermione sonrió.

Harry y Ginny desaparecieron, dejando a Ron y Hermione solos.

-¿Y que será a partir de ahora?- preguntó Ron.

- No lo sé... –respondió Hermione, sacando su pasaje del bolsillo del saco y mirándolo. Ron también fijo su vista en él.

- Hermione... –susurró Ron, mirándola. Ella levantó la vista hacia Ron.- Es lo que siempre quisiste.

- Pero, Ron... no sé que hacer...

- Debes tomar una decisión y la que sea, yo te apoyare...

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¡Hola! ¿Cómo están? Espero que bien. Aquí esta el capítulo número 5. Me gusto mucho y espero que a ustedes también les haya gustado. Próximo capítulo, creo que es el último, aún no lo sé, pero no dejen de leerlo. Dedicado a todos los que me dejan reviews y como siempre para mi sister, para Mandu y Diego, mis fieles lectores. Gracias, por supuesto a los que me dejan sus reviews a diario y a los que no dejan, también les dedico este capi. ¡Muchas gracias a todos! Dejen reviews.

Vero Granger.