Capítulo 5 .- Una velada especial...
Katie estaba tomando el sol en cubierta. Después de desayunar Oliver le dijo que tenía que ir a hablar con el encargado de la selección o algo por el estilo.
Se detuvo en la barandilla, apoyando los brazos en ella, y miró como el sol se reflejaba en el mar mientras la brisa le revolvía el pelo.
KATIE – "Es increíble como ha cambiado el tiempo en un día"
La chica notaba una felicidad en su interior que no podía explicar. ¿Era el echo de estar de vacaciones? No... Era el echo de estar con Oliver... Y no porque fuera famoso y rico... La verdad es que no veía nada de eso en él. Lo veía como el chico que había conocido en Howgarts... El chico del que se había enamorado... Era bastante pronto para decirlo, pero creía estar enamorándose de él otra vez.... Pero eso no la molestaba... Al contrario, se alegraba que fuera precisamente él...
De pronto alguien le tapó los ojos: "¿Quien soy?" oyó. La chica sonrió
KATIE – No sé.... Espera. Ya sé!!! Eres Angelina, ¿a que si?
Las manos se quitaron de delante de su vista, y Katie pudo ver a Oliver con los brazos en jarras.
OLIVER - ¿Con que Angelina, eh?
Katie se rió
KATIE – Tienes su misma voz.... ¿Te has hecho mirar eso por un médico?
OLIVER – Bueno, la verdad pensaba hacerlo...
Él le siguió la broma
KATIE – Bueno, ¿ya has hablado con quien tenias que hablar?
OLIVER – Si. Y por cierto, esta noche hay una pequeña cena. No de etiqueta como la que habrá la última noche, pero si que se tiene que ir elegante. ¿Me puedo fiar que no me harás quedar mal?
KATIE – Creo que no tienes alternativa
::-::-::-::-::-::-::-::-::-::-::-::-::-::-::-::-::-::-::-::-::-::-::-::-::- ::-::-::-::-::-::-::-::-::-::-::-::-::-::-::
Alguien llamó suavemente a la puerta.
Katie sujetó el peine en la mano
KATIE - ¿Si?
OLIVER - Soy yo (al tiempo que abría la puerta) - ¿Estás lista? –( Entró en el camarote y se detuvo al instante al ver cómo iba vestida y lanzó un silbido) Pero que guapa!
Katie llevaba un vestido negro largo hasta los pies de finas tiras, y se había recogido el pelo, aunque algunos rizos rebeldes se le escapaban
KATIE – Gracias (sonriendo)
Comprobó que Oliver iba vestido con unos inmaculados pantalones blancos, una camisa de lino de color azul y unos zapatos negros. En la mano llevaba su chaqueta negra Tenía el pelo recién lavado, y por eso le brillaba bajo la luz de la habitación. Podía afirmarse que tenía el aspecto de Mister América
KATIE - ¿Esto es lo suficientemente elegante para no hacerte quedar mal?
OLIVER – Bueno... Creo que falta algo....
KATIE – Pues te aseguro que dentro de este vestido no cabe nada más
OLIVER – Quizá aquí dentro haya algo.
El chico le alargó un estuche negro, y luego lo abrió delante de la chica. Dentro habían unos pendientes largos, de piedrecitas brillantes, y un collar a juego.
KATIE – Oliver! Son preciosos!!!
OLIVER – Son para agradecerte que me acompañaras... Con otra persona no hubiera sido lo mismo
KATIE – Pero no debiste hacerlo! Deben de haberte costado mucho...
OLIVER - ¿Eso quiere decir que no te gustan?
KATIE – ¿Estás loco? Me encantan!
OLIVER – Así pues te los pones y no hablemos más.
Oliver le colocó el collar, abrochándoselo con cuidado detrás del cuello, mientras ella se ponía los pendientes.
OLIVER – Y ahora vamos a cenar.
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Se sentaron en una mesa un poco apartados del resto de la gente...
KATIE – Parece increíble que a donde vamos haga buen tiempo. Aunque ya empieza a mejorar en comparación de cuando salimos
OLIVER – Luego te hartarás de sol
KATIE – (riendo) Seguro que no! Me encanta el sol y la playa!
OLIVER - ¿De veras?
KATIE – Claro! Pero es lógico: si no me gusta el frío está claro que me gusta el verano
Oliver se echó a reír
KATIE - ¿Y tu qué?
OLIVER - ¿Qué de que?
KATIE - ¿Qué prefieres, el verano o el invierno?
OLIVER – El verano también. Aunque esta vez ha habido una excepción
KATIE - ¿A que te refieres?
OLIVER – Durante el invierno te volví a encontrar, y eso hace que en este momento prefiera el invierno a cualquier de las otras estaciones.
Katie se sonrojó al oír esto, pero aun así sonrió.
Así hablaron mucho rato, hasta que la música empezó a sonar y mucha gente salió a bailar
OLIVER – Que dices, ¿bailamos?
KATIE – No se me da muy bien, te lo advierto
OLIVER – A mi tampoco. Pero es igual
Así salieron a bailar. Oliver la estrechó entre sus brazos. Katie se dejó llevar relajada y le puso las manos en la cintura. El cuerpo de Oliver resultaba sólido, confortable y familiar. Sintió el aliento de él rozándole el cuello mientras le cantaba en voz baja la letra de la canción. "Quédate a mi lado..." Katie puso la mejilla sobre su hombro y con los ojos medio cerrados miró desde allí el bullicio de cuerpos bailando y los juegos de las luces.
El baile se alargó hasta muy entrada la noche, y Katie y Oliver se fueron hacia fuera para regresar a su habitación. Al salir, notaron la fría brisa del mar, y Oliver viendo que Katie sólo llevaba las finas tiras sobre sus hombros se quitó su chaqueta y la depositó con cuidado sobre los hombros de la muchacha
KATIE – Gracias
La chica levantó la vista hacia Oliver, y vio como el chico se le acercaba sonriendo y luego la besó. Katie sintió un escalofrío por todo el cuerpo; cerró los ojos y de inmediato los abrió.
OLIVER - Katie... (susurrando)
KATIE - Oliver....
Katie, rodeada aún por los brazos de él, le pasó los brazos por el cuello y le devolvió el beso.
Notaba junto a ella la tranquilizadora presencia de Oliver.
El chico se separó un momento
OLIVER - ¿Hoy también echaremos a suertes quien duerme en la cama?
KATIE – Que bobo eres
Y sonrió mientras él volvía a besarla.
Katie estaba tomando el sol en cubierta. Después de desayunar Oliver le dijo que tenía que ir a hablar con el encargado de la selección o algo por el estilo.
Se detuvo en la barandilla, apoyando los brazos en ella, y miró como el sol se reflejaba en el mar mientras la brisa le revolvía el pelo.
KATIE – "Es increíble como ha cambiado el tiempo en un día"
La chica notaba una felicidad en su interior que no podía explicar. ¿Era el echo de estar de vacaciones? No... Era el echo de estar con Oliver... Y no porque fuera famoso y rico... La verdad es que no veía nada de eso en él. Lo veía como el chico que había conocido en Howgarts... El chico del que se había enamorado... Era bastante pronto para decirlo, pero creía estar enamorándose de él otra vez.... Pero eso no la molestaba... Al contrario, se alegraba que fuera precisamente él...
De pronto alguien le tapó los ojos: "¿Quien soy?" oyó. La chica sonrió
KATIE – No sé.... Espera. Ya sé!!! Eres Angelina, ¿a que si?
Las manos se quitaron de delante de su vista, y Katie pudo ver a Oliver con los brazos en jarras.
OLIVER - ¿Con que Angelina, eh?
Katie se rió
KATIE – Tienes su misma voz.... ¿Te has hecho mirar eso por un médico?
OLIVER – Bueno, la verdad pensaba hacerlo...
Él le siguió la broma
KATIE – Bueno, ¿ya has hablado con quien tenias que hablar?
OLIVER – Si. Y por cierto, esta noche hay una pequeña cena. No de etiqueta como la que habrá la última noche, pero si que se tiene que ir elegante. ¿Me puedo fiar que no me harás quedar mal?
KATIE – Creo que no tienes alternativa
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Alguien llamó suavemente a la puerta.
Katie sujetó el peine en la mano
KATIE - ¿Si?
OLIVER - Soy yo (al tiempo que abría la puerta) - ¿Estás lista? –( Entró en el camarote y se detuvo al instante al ver cómo iba vestida y lanzó un silbido) Pero que guapa!
Katie llevaba un vestido negro largo hasta los pies de finas tiras, y se había recogido el pelo, aunque algunos rizos rebeldes se le escapaban
KATIE – Gracias (sonriendo)
Comprobó que Oliver iba vestido con unos inmaculados pantalones blancos, una camisa de lino de color azul y unos zapatos negros. En la mano llevaba su chaqueta negra Tenía el pelo recién lavado, y por eso le brillaba bajo la luz de la habitación. Podía afirmarse que tenía el aspecto de Mister América
KATIE - ¿Esto es lo suficientemente elegante para no hacerte quedar mal?
OLIVER – Bueno... Creo que falta algo....
KATIE – Pues te aseguro que dentro de este vestido no cabe nada más
OLIVER – Quizá aquí dentro haya algo.
El chico le alargó un estuche negro, y luego lo abrió delante de la chica. Dentro habían unos pendientes largos, de piedrecitas brillantes, y un collar a juego.
KATIE – Oliver! Son preciosos!!!
OLIVER – Son para agradecerte que me acompañaras... Con otra persona no hubiera sido lo mismo
KATIE – Pero no debiste hacerlo! Deben de haberte costado mucho...
OLIVER - ¿Eso quiere decir que no te gustan?
KATIE – ¿Estás loco? Me encantan!
OLIVER – Así pues te los pones y no hablemos más.
Oliver le colocó el collar, abrochándoselo con cuidado detrás del cuello, mientras ella se ponía los pendientes.
OLIVER – Y ahora vamos a cenar.
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Se sentaron en una mesa un poco apartados del resto de la gente...
KATIE – Parece increíble que a donde vamos haga buen tiempo. Aunque ya empieza a mejorar en comparación de cuando salimos
OLIVER – Luego te hartarás de sol
KATIE – (riendo) Seguro que no! Me encanta el sol y la playa!
OLIVER - ¿De veras?
KATIE – Claro! Pero es lógico: si no me gusta el frío está claro que me gusta el verano
Oliver se echó a reír
KATIE - ¿Y tu qué?
OLIVER - ¿Qué de que?
KATIE - ¿Qué prefieres, el verano o el invierno?
OLIVER – El verano también. Aunque esta vez ha habido una excepción
KATIE - ¿A que te refieres?
OLIVER – Durante el invierno te volví a encontrar, y eso hace que en este momento prefiera el invierno a cualquier de las otras estaciones.
Katie se sonrojó al oír esto, pero aun así sonrió.
Así hablaron mucho rato, hasta que la música empezó a sonar y mucha gente salió a bailar
OLIVER – Que dices, ¿bailamos?
KATIE – No se me da muy bien, te lo advierto
OLIVER – A mi tampoco. Pero es igual
Así salieron a bailar. Oliver la estrechó entre sus brazos. Katie se dejó llevar relajada y le puso las manos en la cintura. El cuerpo de Oliver resultaba sólido, confortable y familiar. Sintió el aliento de él rozándole el cuello mientras le cantaba en voz baja la letra de la canción. "Quédate a mi lado..." Katie puso la mejilla sobre su hombro y con los ojos medio cerrados miró desde allí el bullicio de cuerpos bailando y los juegos de las luces.
El baile se alargó hasta muy entrada la noche, y Katie y Oliver se fueron hacia fuera para regresar a su habitación. Al salir, notaron la fría brisa del mar, y Oliver viendo que Katie sólo llevaba las finas tiras sobre sus hombros se quitó su chaqueta y la depositó con cuidado sobre los hombros de la muchacha
KATIE – Gracias
La chica levantó la vista hacia Oliver, y vio como el chico se le acercaba sonriendo y luego la besó. Katie sintió un escalofrío por todo el cuerpo; cerró los ojos y de inmediato los abrió.
OLIVER - Katie... (susurrando)
KATIE - Oliver....
Katie, rodeada aún por los brazos de él, le pasó los brazos por el cuello y le devolvió el beso.
Notaba junto a ella la tranquilizadora presencia de Oliver.
El chico se separó un momento
OLIVER - ¿Hoy también echaremos a suertes quien duerme en la cama?
KATIE – Que bobo eres
Y sonrió mientras él volvía a besarla.
