HOLA A TODOS. MI NOMBRE ES ~*Némesis Tsuki*~.  A C L A R O: ESTE FANFIC NO ME PERTENECE; YO NO SOY LA AUTORA. MI TRABAJO ES SIMPLEMENTE TRADUCIR. ESTE FANFIC FUE ESCRITO ORIGINALMENTE EN INGLÉS. POR ÚLTIMO, QUIERO QUE SEPAN QUE  EL TIPO DE VOCABULARIO QUE SE MUESTRE EN MIS TRADUCCIONES NO ES RESPONSABILIDAD MÍA YA QUE YO LOS TRADUZCO TAL Y COMO SON. ESPERO QUE LO DISFRUTEN.

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                                                                     Atentamente: ~*Némesis Tsuki*~

~*Y*Y*Y*Y*Y*Y*Y*Y*Y*Y*Y*Y*Y*Y*Y*Y*Y*Y*Y*Y*Y*Y*Y*Y*Y*Y*Y*Y*Y*Y*Y*Y*Y*Y*Y*Y*Y*Y*Y*Y*Y*Y*Y*~

Compartiendo casa.

Por: CaT.

(shermie7@yahoo.com)

CAPÍTULO · 4

"¡Kusanagi-san!" Shingo agitó su mano felizmente mientras lo veía entrar en la cafetería. "¿Qué le tomó tanto tiempo?"

"Gomen." Dijo Kyo riendo suavemente. "Había mucha gente en el trono."

"¡Dios!" Yashiro les dirigió una mirada reprobatoria. "¡No digas eso frente a las damas!"

          La cosa no era siempre tan divertida, pero desde que llegó Yashiro al grupo, parecía haber mucha más risa para todos.

"Entonces, Yashiro..." Comenzó Yuki. "¿Crees estar preparado para el examen de literatura de la primera semana del próximo mes?"

"¡No me subestimes Yuki!" Yashiro le dio una mirada confiada y segura, apretando sus puños como si fuera el ganador de una pelea. "Estoy seguro de que pasaré el examen con notas muy altas, ¡y les probaré a todos que no soy estúpido!"

"Oh." Athena estaba impresionada, pero al mismo tiempo sonrió. "Sabemos que estás esforzándote mucho, pero nadie dice que seas estúpido."

"Oh, tú no, pero él lo dijo, bueno, en cierta forma..." Dijo golpeando sus manos contra la mesa, haciendo un fuerte ruido. "¡Así que por eso le voy a probar que está equivocado! Además, esta vez será mucho más fácil, porque no perderé la concentración viendo los partidos de soccer por las noches, ¡pues el último partido será este fin de semana!"

"¡¿¿Tú también ves el soccer??!" Shingo estaba emocionado, sabiendo que había otro fanático del soccer entre sus amigos. "¡Qué bien! ¿¿Viste el partido la semana pasada, entre Man U y XXX??" (No quiero hablar mal de ningún otro equipo de soccer).

"¡Puedes apostar!" Yashiro parecía haberse ahogado él mismo en su conversación con Shingo. "Man U ganó tres a cero, ¿no fue así?"

"¡Sí!" Shingo rió con él. "Nunca podré olvidar cómo David Beckham pateó el último balón dentro de la portería. ¡XXX casi lloró en el estadio ese día!"

[Parece que se olvidaron de que aún estamos nosotros tres aquí.] Pensó Kyo, mirando a Yuki y Athena sin tener idea de cómo entrar en la conversación.

"Y, hey..." Recordó de pronto Yashiro. "¿El último partido va a ser transmitido en la noche, en dos días?"

"¡Así es!" La cara de Shingo brilló como un pequeño foco. "¿¿Y no es ese día mi cumpleaños??"

"¿Tu cumpleaños?" Kyo casi no podía recordar. "Sí, es el ocho de mayo." [¡Realmente es su cumpleaños!]

"¡Genial!" Exclamó. "Entonces, ¿por qué no celebramos mi cumpleaños juntos mientras vemos el soccer en la noche?"

"¡Sensacional! ¡Inclúyanme!" Dijo Yashiro sonriendo. "Pero bueno, para un buen programa nocturno, mejor nos quedamos en una casa en donde haya una televisión con una gran pantalla para que lo disfrutemos, ¿no lo creen?"

"Espera un minuto." Kyo sabía que Yashiro trataba de señalarlo. "¿Qué está tramando tu juguetona mente ahora?"

"Francamente hablando." Le dijo Yashiro. "¿Por qué no vamos a tu casa para la celebración? ¡La televisión de Yagami está provista para satisfacernos!" [Pero, a propósito, ese televisor no le pertenece realmente. ¡El primer estudiante que vivía allí la dejó porque era suficientemente adinerado como para comprar una nueva en casa!]

"¡Pero no pueden venir a mi casa!" Protestó Kyo. "¡Las reglas de Yagami-kun dicen que no puedo llevar a más de dos personas!"

"Nah, no te preocupes." Yashiro trató de convencerlo. "¡Puedo asegurarte que no será problema mientras no desordenemos la casa!"

"Aún así, no estoy de acuerdo." A Kyo no le agradaba la idea en absoluto. "¡Le he prometido a Yagami-kun que cuidaría de la casa cumpliendo las reglas!"

"Kyo tiene razón." Athena dijo. "Creo que mejor deberíamos respetar su decisión."

"Oh, Kusanagi-san..." Shingo lo miró con largos y llorosos ojos. "¿¿Puede pasar por alto las reglas por , sólo por esta ocasión, POR FAVOR?? ¡Prometemos que no voltearemos la casa!"

"Shingo..." Kyo no parecía poder resolver su dilema de una sola vez.

"Será algo deshonesto, pero si es por el cumpleaños de Shingo..." Murmuró Yuki.

"Bien, eh..." Yashiro siguió hablando. "Ese será el último día antes de que Yagami regrese, así que si nadie abre la boca, estoy seguro de que no sabrá nada."

"Pero, Yashiro..." Kyo se preguntaba si realmente el muchacho era el mejor amigo de Yagami. "¡Tú eres su amigo!"

"¡Exactamente!" Sonrió, volviéndose serio segundo a segundo. "Y considerando el tiempo que lo conozco, estoy seguro que entenderá."

"Yo..." Kyo estaba confundido por un momento antes de, finalmente, tomar su decisión. "... Está bien, pero sólo por esta primera vez, ¿lo prometen?"

"¡¡Y-y-yata!!" Shingo estalló en alegría mientras golpeaba la palma de Yashiro con la suya, riendo como loco. "¡¡Entonces podremos disfrutar del partido de soccer tanto como queramos!!"

"Kyo..." Preguntó Athena, negando con la cabeza hacia esos dos al verlos tan exageradamente entusiasmados. "¿Crees que ésta es una buena idea?"

"No lo sé." Susurró. "Pero todo es sólo por Shingo."

"Kusanagi-san." Shingo siguió sonriendo mientras hablaba. "Invite a Beni-kun también, ¿podría?"

          Esa noche, la casa estaba llena de luces y los ruidos provenientes de ella no pararon en toda la noche. Frente al televisor se sentó un grupo de cinco personas, cuyos ojos nunca abandonaron la pantalla hasta que llegaron al punto en que estaban en el clímax del partido de soccer que estaban viendo tan seriamente. Pero las chicas parecían, por supuesto, más enfocadas en comer el pastel de fresa de cumpleaños que todos habían comprado.

"¡¡¡GOOOOOOOOOOL!!!" Gritaron los chicos emocionados mientras se abrazaban entre sí, como si fueran jugadores.

"¡¿Viste eso?!" Dijo fuertemente Benimaru, probablemente porque estaba muy emocionado. "¡Ese fue un tiro desde fuera del área!"

"¡Dios, adoro a esos jugadores!" Dijo Shingo, incapaz de controlar la extrema euforia.

"Chicos..." Los llamó Kyo desde la cocina mientras intentaba abrir la botella de coca-cola con una toalla seca. "Bajen el volumen, ¿pueden? Molestarán a los vecinos."

"Lo sentimos." Yashiro no podía dejar de festejar con los otros chicos. "¡Pero eso fue realmente increíble!"

"No lo creo." Yuki miró fríamente a la pantalla del televisor. "Todo lo que veo es un montón de gente corriendo tras un pequeño balón negro y blanco."

"Yo también." Reiteró Athena.

"Eso muestra cómo es que no aprecian la belleza del soccer." Dijo Benimaru, riendo con ellos. "¿Correcto?" Le preguntó a los muchachos.

"Vamos, chicos." Dijo Kyo. Su mano sosteniendo los vasos llenos de la suave bebida a la que acababa de tener acceso. "No molesten a las chicas."

"¿Quién las está molestando?" Benimaru actuó inocentemente mientras bebía su parte de las bebidas. De pronto, se puso tan ansioso que se levantó y apuntó al televisor. "¡Miren eso! ¡¿Cómo pudo fallar Ryan Giggs ese tiro?!"

"¡Ah, no...!" Shingo agitó la cabeza desesperado. "¡Debió pasársela a Andy Cole!"

"Hey, miren." Dijo Yashiro mientras jalaba la camisa de Benimaru para que se sentara. "¡Hablando del diablo, Andy Cole ha tomado el balón ahora!"

[Es fantástico que ya puedan ser amigos tan rápidamente.] Pensó Kyo mientras los miraba, eventualmente formándose una sonrisa.

"Kyo." Las chicas lo llamaron mientras limpiaban el merengue en sus labios. "Esto se está poniendo aburrido. No entendemos una sola cosa del soccer, ¿cómo vamos a disfrutar la gran pantalla como ellos?"

"Talvez sólo debamos dejarlos por hoy." Suspiró Kyo. "Parece que les gusta mucho, ¿qué más podemos hacer?"

          Justo cuando querían decir algo más, sus voces se vieron opacadas por el eufórico grito de los chicos. "¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡GOOOOOOLL!!!!!!!!!!"

"¡Por Dios!" Kyo suplicó. "¡Por favor no griten como si alguien los estuviera matando!"

          Como si no estuvieran escuchando una sola palabra de lo que decía, Benimaru se levantó de su asiento y se lanzó a abrazarlo y besó su mejilla despreocupadamente, mientras Yashiro y Shingo estaban ocupados con sus lágrimas.

"¡No puedo creer que Man U preparó todo esto especialmente para mi cumpleaños!"

"¿No es ése un maravilloso tiro, Kyo?" Dijo Benimaru, mirando a Kyo con un brillo exagerado en su rostro.

"¡Ah!" Athena y Yuki abrieron completamente sus ojos incrédulas, aunque ya estaban conscientes de que Benimaru tenía un impredecible comportamiento.

"¡Benimaru! ¡¡¿Qué estás haciendo?!!" Intentó quitárselo de encima, pero no pudo. En vez de eso, Benimaru colocó su cabeza en el pecho de Kyo y lo abrazó fuertemente, transfiriéndole su alegría del partido de soccer al inocente Kyo. "¡Este es un partido maravillosos! ¡No puedo creer que Manchester clamó su victoria como un pedazo de pastel!"

"¡Benimaru!" Kyo luchó como pudo para liberarse del abrazo de Benimaru. "¡No descargues toda tu emoción en mí! ¡Ahora, quítate!"

"¡No puedo! ¡Estoy muy feliz!" Contestó Benimaru, aún abrazando a Kyo como un padre a su hijo bebé.

"Benimaru-chan." Dijo Athena extrañada.

          En el momento que Kyo iba a darle un codazo a Benimaru, divisó la silueta de otra persona en la puerta. Preguntándose si un extraño había entrado en la casa, dio media vuela para investigar, sólo para encontrar la cara de un furioso Yagami mirándolo. Por un momento, Kyo casi se quedó mudo, su cara estaba en shock.

          En ese crítico momento, todo el lugar quedó en silencio inmediato, mientras todos se daban cuenta de que el otro chico con quien Kyo compartía la casa, había regresado súbitamente. Incluso Benimaru había liberado a Kyo de su abrazo, quien probablemente tendría que asumir todas las responsabilidades.

          Hablando torpemente palabras a medias, Kyo me miró completamente estático, con miedo de moverse un solo centímetro.

"¿¿¿Ya... Yagami-kun???"

          Por un momento, realmente no supe qué hacer. No era que me importara que hubieran cometido un error garrafal o que Kyo hubiera roto su promesa, yo simplemente no podía soportar el hecho de que Kyo me estuviera mirando a la cara con una expresión llena de pena. Sin hablar, bajé la vista y puse mis cosas en el piso antes de dejar el lugar, sin mirar atrás una segunda vez.

"¡Yagami-kun!" Le escuché llamarme, pero no le hice caso. "¡Chotto matte (espera un momento)!"

          Mientras él veía mi sombra desaparecer en la obscuridad de la noche, susurró lleno de arrepentimiento, "¿Ahora qué hago...? Le hice enojar..."

"Kyo." Yuki se dirigió hacia él para consolarlo, ella también estaba apenada. "Creo que será mejor que cancelemos la celebración."

"Ella tiene razón." Dijo Shingo tras ellos, hablando suavemente y también arrepentido. "No esperaba que las cosas salieran tan mal. Gomen nasai (lo siento) Kusanagi-san."

"Demonios, todo esto fue por ." Yashiro se dio cuenta de su gran error. [Pero, parece que él no me vio aquí, ¿o sí?] "Pensé que algo así no pasaría, y no sabía que regresaría..."

          Interrumpiendo la oración de Yashiro, Kyo susurró, obviamente molesto, "... no se preocupen... yo mismo me encargaré de esto. Sólo vayan a casa, todos..."

[Esto es terrible.] Pensó Athena. [Kyo se ha esforzado tanto tratando de ser su amigo, y ahora...]

"Onegai (por favor)." Pidió Kyo en un tono en el que nadie podía saber qué estaba pensando. "Váyanse a casa..."

          Entendiendo la situación en la que Kyo estaba, todos los demás se preparaban para salir, cuando Yuki colocó una mano en el hombro de Kyo, dándole su último consuelo.

"Gomen ne, Kyo, pero espero que no te involucres mucho en esto, ¿de acuerdo? Nosotros tuvimos la idea de venir aquí, y si hay que culpar a alguien, cúlpanos a nosotros. No cargues con toda la responsabilidad, ¿sí?"

          Era sólo un consuelo de amigos, que cualquiera necesitaría en esas circunstancias, pero Kyo simplemente no tenía nada que decir.

          El reloj había mostrado que era la una de la madrugada y él aún no regresaba. Pobre Kyo, había estado esperándole desde que sus amigos se fueron, sentado solitariamente y haciendo nada, excepto mirar el techo en el sofá. Él sabía que no era totalmente su error, pero aún así había roto su promesa. Sí, debía parecer que sólo era una insignificancia, pero ciertamente no sabía que traería tan terribles consecuencias. Talvez pensaba que su compañero era una persona realmente difícil de comprender.

[Yagami-kun... ¿dónde estás?] Pensó mientras yacía perezosamente en el sofá con las luces apagadas. [Ya es muy tarde, ¿por qué no regresas?] Aún estaba pensando, cuando escuchó la puerta abrirse suavemente en la obscuridad. Levantándose del sofá, Kyo miró hacia la puerta. [¿Yagami-kun?]

          Inmediatamente poniéndose en marcha, terminó de abrir la puerta y se sorprendió el encontrarme encima de él sin avisar, mi cuerpo lleno de olor a alcohol. Asiendo mis brazos, Kyo me preguntó ansiosamente, "¡Yagami-kun! ¿¿Qué te ha sucedido??"

          ¿Cómo iba a poder hablar en ese estado? De hecho, esperaba poder decirle lo que había estado tratando de decirle, pero no tenía el valor para decirlo sin rodeos, pero había estado bebiendo. Me era imposible decir cualquier cosa, correctamente, sin un poco de descanso.

          Pasando mi brazo sobre sus hombros, Kyo intentó llevarme a su habitación, donde me colocó en su cama, como lo hice yo cuando él tenía fiebre.

"Yagami-kun..." Susurró, sonando como si fuera su culpa que yo estuviera en ese estado. Pero sin más palabras, procedió a salir de la habitación, cuando levanté mi mano y tomé la suya.

"No... no me dejes." Dije suavemente con mis ojos medio abiertos.

"¡Yagami-kun!" Kyo estaba sorprendido. Dio media vuelta para darse cuenta de que mi mano aún sostenía la suya.

          Sentándose en la cama a mi lado, susurró, "No tomará mucho tiempo, sólo voy por un poco de agua y una toalla."

"No..." Dije mientras sostenía su mano más fuerte. "Quédate conmigo..."

"Yagami-kun..." Probablemente se preguntaba el porqué de mi extraño comportamiento. "No te preocupes, no te dejaré solo. Sólo espera un momento, ¿sí?" Después de eso, utilizó su otra mano para liberarse de la mía antes de levantarse para salir de ahí.

          Yo no estaba desesperado, pero de algún modo, simplemente no quería que Kyo me dejara en ese momento. Levantándome de su cama, corrí hacia él y coloqué firmemente mis brazos alrededor de su cintura, acercándolo a mí, mientras hundía mi rostro entre su hombro y cuello. "Kyo... por favor, no me dejes..."

          Permaneció ahí, sin luchar por alejarme ni oponer resistencia. Visiblemente sorprendido, susurró, "Yagami-kun... ¿¿doushita no (qué sucede)??"

"Lo siento... no debí descargar mi ira contigo..."

          Sintiéndose apenado, también, Kyo trató de alejar mis manos de él, sin saber en lo absoluto el motivo de mi comportamiento.

"Pero tú no hiciste nada mal. Fui yo quien trajo a todos ellos a la casa. Ho... hoy es el cumpleaños de Shingo, y me dijo que quería ver el partido de soccer en tu televisor, así que..."

"No estaba enojado por eso." Dije levantando la mirada para verlo a los ojos.

"¿Eh?" Kyo estaba confundido.

"Sólo estaba enojado porque..." No sabía si era el momento correcto para decirlo, pero creí que no tenía elección. No quería guardar el secreto y permitirme seguir sufriendo en silencio mientras lo veo. "Porque estaba celoso..."

"¿¿Celoso...?" Repitió mi palabra y dejó de luchar por liberarse. "¿De qué...?"

"Sé que no tengo ningún derecho de decir esto, pero sinceramente no me agrada tu amigo rubio."

[¿Benimaru?] "¿Pero por qué?" De pronto volteó para mirarme, mientras mis manos lo soltaban automáticamente.

"¡Siempre se está aprovechando de ti!" Le dije honestamente; mi volumen se incrementó aun cuando seguía mareado e incómodo por la gran cantidad de alcohol que había bebido antes. "Siempre que viene a buscarte, siempre quiere llamar tu atención al acercarse a ti. Siempre y cuando pueda, no pierde la oportunidad de acercarse a ti. ¡No me gusta ver eso!"

"¡¿Qué tanto sabes de él?!" Kyo probablemente comenzó a pensar que yo estaba siendo irrazonable. "¡Sea cual sea la situación, Benimaru nunca se aprovecharía de mí! Además. ¿cuándo ha hecho eso?"

"Aquella noche." Le recordé. "Esa noche en que estaba ebrio y te llamó para que se encontraran."

"¡El no estaba aprovechándose!" Kyo también levantó la voz. "¡Había terminado con su novia! ¡Sólo quería a alguien que le escuchara!"

"¡Intentó besarte!" Finalmente toqué el punto que quería.

"¡Pero no fue intencional!" Argumentó. "¡Estaba ebrio!"

"¡¿Y qué si estaba ebrio?! ¡Eso no significa que pudiera hacer lo que quisiera!"

"¡Yagami-kun...!" Kyo estaba realmente estupefacto. Guardó silencio por un momento, pero cuando se dio cuenta de algo, inmediatamente su tono se volvió más suave y comprensivo. "Debes estar ebrio..."

"¡NO lo estoy!" Di un paso hacia atrás, pues no quería que me recostara de nuevo en la cama y pensara que todo lo que había dicho era sólo porque había bebido demasiado.

          Cerrando mis ojos y respirando profundamente, bajé mi cabeza y cubrí mi rostro con una mano, antes de volver a hablar, muy suavemente. "No sé por qué... Siempre, desde el día en que enfermaste, comencé a tener este indescriptible sentimiento en mi corazón. Al principio no sabía lo que era, así que traté de ignorarlo y fingir que nunca había pasado nada. Pero cuando te vi de nuevo en la mañana, me di cuenta de que no había forma en que pudiera hacerlo. No sabía qué lo hacía tan especial, pero de algún modo, supe que era el comienzo de la más grande oportunidad que jamás había tenido en mi vida."

          Volviendo a verlo, continué. "¿Sabes por qué decidí ir al campamento después de que había preferido quedarme para trabajar en el Centro de Música?" Kyo se quedó callado como antes, y entonces le dije, "Tenía miedo... tenía miedo de que si continuaba quedándome sólo contigo como siempre, en algún momento haría algo malo sin darme cuenta. No quiero que eso suceda, porque no quiero terminar perdiéndote..."

"Yagami-kun..." Kyo me miró, incapaz de creer todo lo que había escuchado. "No... puedes estar halando en serio..."

"¡¿Acaso no me veo lo suficientemente serio?!" Grité, fuera de control. Levanté mis manos para jalarlo de los brazos y le hice recostarse en la cama que estaba tras de mí, inmovilizando firmemente sus muñecas. Cuando miré sus ojos, volví a sentir esa emoción en mi corazón, que me obligaba a sentirme siempre tan ansioso.

"¡Yagami-kun! ¡¿Qué estás haciendo?!" Su respiración soplaba en mi rostro.

          Continué mirándolo sin responder su pregunta, y sólo después de un minuto, volví a decirle algo.

"Gomen (lo siento)..."

          Después, sin advertencia, presioné mis labios contra los suyos, besándole por primera vez en tiempo real. Sus labios eran suaves, y místicamente dulces. Si tuviera la oportunidad, nunca le dejaría ir. Pero estaba siendo egoísta. Sabía que eso era injusto para Kyo. Él nunca tuvo idea de qué era lo que pasaba, y aun así, tenía que pasar por todo esto, sólo por que yo quería ser honesto conmigo mismo y mostrarle lo que sentía por él. ¡Pero no podía evitarlo! Nunca tuve una experiencia antes. Nunca tuve sentimientos especiales por nadie. Era por eso que ahora que le tenía, no deseaba dejarle ir, sin importar lo que costara.

          Luchando bajo mi cuerpo, Kyo intentó alejarme, ante lo que sólo consiguió un beso aún más profundo. Juro que nunca le hubiera dejado ir, pero sabía que el aire en mis pulmones se terminaba, y tampoco quería ahogarlo, pero una vez que terminé el beso en contra de mi voluntad, Kyo rápidamente aprovechó la oportunidad y se retorció para poder liberarse del asimiento en sus muñecas.

          Fue rápido, yo diría, pero perdió la ocasión, cuando de pronto liberé sus manos y las aseguré bajo su espalda, sobre el colchón, para inmovilizarlo de forma segura, con mi cuerpo descansando sobre el suyo.

"Lo siento, pero aún tengo una cosa importante que decirte..." Al no oír protestas ni intentar escaparse, finalmente admití, "Aishiteru (te amo)..."

          Mirando el techo, impresionado, Kyo susurró lleno de sorpresa por todo lo sucedido antes, "¿Yagami-kun...?"

"Llámame Yagami..." Dije, aún hundiendo mi rostro en su cuello.

          Mientras lágrimas por un irreconocible sentimiento comenzaban a llenar sus ojos, los cerró, y para mi total asombro, comenzó a corresponder al abrazo, poco a poco, susurrando mi nombre. "Yagami..."

          A partir de ese crítico momento, supe que nada podría haberme hecho sentir mejor.

          Así que fue así como mi vida comenzó a cambiar. No sólo había experimentado este maravilloso sentimiento llamado amor, sino que mi círculo de amistades también comenzó a crecer. En otras palabras, no tendría que rezar por nada más que por que este mundo siguiera así por siempre.

EPÍLOGO

A L   D Í A   S I G U I E N T E   E N   L A   E S C U E L A . . .

"¡¡¡YOSHA!!!" Yashiro rió tan fuerte, con una boca tan grande, que un meló cabría sin problemas. "¡¡Sabía que ganaría!! Ahora, ¿¿en dónde está el dinero que prometieron??"

          Al darle 3000 yens cada uno a Yashiro, Shingo gruñó, "Dios, ¿cómo pudimos haber perdido?"

        Riendo y señalando a los perdedores, Yashiro continuó alabándose con satisfacción, por haberles ganado. "¡Les dije que esos dos jamás podrían ser amigos! Cúlpense por no haberme creído, ¡así que no deberían sentirse mal por haber perdido esta pequeña cantidad de dinero!"

"¡Pero esos son casi dos tercios de nuestro bolsillo semanal!" Dijeron Athena y Yuki.

"Oigan, chicas." Yashiro intentó darles un poco de consuelo, que tanto necesitaban. "¿No saben que siempre hay un ganador y un perdedor en una apuesta?"

"Bah." Yuki estaba harta de oír sus frases de victoria. "Nunca debí darte mi palabra."

"¡Hey esperen!" Yashiro dijo mientras señalaba a dos chicos caminando lado a lado en dirección del salón de lectura, en donde estaban ellos. "¡Aquí vienen!" Rápidamente, jalando a los tres del cuello, se escondieron bajo una mesa y Yashiro susurró, "¿Qué les parece una apuesta de que lo van a hacer para el fin de semana?"

"¡¡¡Por Dios, Yashiro!!!"

~*Fin.*~