Sentimientos Desconocidos
Por: Tiff
Una suave brisa de lluvia, comenzó a rozar la cara del apuesto joven Shinomori, mientras caminaba hacia su casa, después de un agitado día en la gran oficina.
Se detuvo momentáneamente al lado de uno de los autos estacionados en la calle, y fijo sus hermosos ojos verdes en el frío reflejo de uno de sus cristales. Se vio iluminado por la opaca luz de un farol solitario, mientras se examinaba meticulosamente a si mismo.
Acomodó el cuello de su camisa, peino su cabello con un rápido brochazo de una de sus manos, y limpio cuidadosamente su rostro, de un débil rastro de lápiz labial que habían dejado sus "juegos" con aquella acompañante con la que había estado casi toda la tarde.
Esa mujer trabajaba para su compañía, y en realidad era una persona sumamente atractiva.
Una cita con aquella mujer no sería rehusada por muchos hombres. Sin embargo para Aoshi, solo había sido una más, con las que alguna vez había estado.
Acomodo su gabardina, y después de echar un ultimo vistazo, se encamino rápidamente a su hogar. Distraídamente fijo su vista en una de las ventanas, notando que la luz aun estaba encendida.
Se le hacia muy extraño que Misao aun estuviera despierta a esa hora de la noche, siempre que llegaba, ella ya estaba entregada a los brazos de Morfeo. ¿Habría olvidado apagar la luz? y si estaba aun despierta ¿Que podría estar haciendo a esas horas de la noche?.
Abrió la reja cuidadosamente, y después la cerró tras de si, después de un agudo rechinido. Camino un largo camino hacia la entrada de la casa, y para no despertar a nadie, abrió el mismo con las llaves que siempre cargaba.
Dejó todas las cosas que traía encima, botadas en el recibidor, sabiendo que en algún momento, alguna de las mucamas iría a recogerlas, y a colocarlas en su sitio. Subió las escaleras, y entró sigilosamente a su habitación, con miedo de despertar a Misao.
Se sorprendió mucho al encender la pequeña lámpara del tocador y no encontrarla en la cama, que no había sido tocada desde la noche anterior.
¿Donde podría estar? Pensó en llamarla por su nombre, pero no quería perturbar el sueño de los demás, a esas horas de la noche. Talvez no había podido dormir, y estaría deambulando por la casa, revisando las puertas, las ventanas, mirando una vez más los cuadros del gran salón, reacomodando sus viejas fotografías...alguna de las cosas que hacia cuando no podía dormir (que era muy seguido)
Decidió buscarla por la casa. Recorriendo cada una de las habitaciones, sin mucho éxito. Recordó que había visto una luz encendida, y trató de recordar en donde había sido. De acuerdo como lo recordaba, era uno de esos salones que no tenían uso en el segundo piso.
Por fin encontró la habitación, debajo de la puerta, se dibujaba un hilo de luz. Una suave música melancólica se escuchaba desde adentro.
Ahí estaba Misao ¿Que estaba haciendo en ese lugar a esas horas?
El recuerdo de la noche pasada llegó a el súbitamente. Acostado con ella en la cama, le había prometido que llegaría a casa temprano, ya que ella le prepararía una cena romántica, a la luz de las velas.
-¡Demonios!- se recriminó a si mismo -¿Como pude olvidarlo?-
Buscó la manera más apropiada de disculparse. Metió la mano a su bolsillo, y descubrió dentro de él, una pequeña caja.
¡Eso era! Con un pequeño obsequio ella se olvidaría de todo. Abrió el cajita y descubrió un hermoso collar con incrustaciones de diamantes. Su asistente había hecho un buen trabajo al conseguir algo como aquello. Esa mujer de la oficina hubiera estado muy feliz recibiendo un regalo tan costoso. Sin embargo, había olvidado dárselo esa tarde.
Y él agradecía aquel descuido profundamente. Por ese pequeño detalle, se iba a librar de un gran problema.
Abrió la puerta sigilosamente. Y miró dentro de ella. La mesa estaba puesta, pero no había nadie sentado en ella. Las velas estaban ya apagadas, pero la suave música no había dejado de tocar. Inundando aquel especio, de un ambiente algo pesado, sumido en la tristeza y la melancolía.
El vestido de Misao colgaba descuidadamente en una de las sillas, mientras su delgada silueta se encontraba sentada en los bordes de una de las ventanas, con ropa ya casual.
-Misao- Aoshi entró a la habitación lentamente, pronunciando su nombre casi en un susurro.
-Lo siento, tuve una junta muy importante hasta tarde, acabo de salir de la oficina.- Ella no respondió. -Te traje un regalo, para mostrarte cuanto lo siento-
Aoshi abrió la caja frente a Misao, ofreciéndosela con una falsa sonrisa de arrepentimiento.
Misao miró el regalo que le ofrecían con desprecio. En sus ojos ya no se reflejaba aquel dolor que había experimentado cuando descubrió al hombre que amaba besando a otra. Ahora, tenía una mirada de enojo, de resentimiento.
Aoshi lo notó de inmediato -Vamos Misao, no me veas así, ya te dije que lo siento.- trató de abrazarla, pero ella rehusó su gesto, y se aparto de el.
-Vamos Misao, no lo tomes de esa manera, era una junta muy importante, y no podía rehusarme a asistir.-
La chica ojiazul, no sabía que hacer, no había respondido, porque aun no había salido de su asombro, no porque no quisiera decirle a ese hombre lo que se merecía.
-No eres más que un mentiroso.- dijo al fin, sin dejar de verlo a los ojos.
Aoshi se volteó, notando aquella mirada acusadora. -¿Mentiroso? No se a que te refieres-
Misao no pudo contenerse más. Ese hombre era un cínico. Se hacia el inocente, después de haber llevado, casi hasta su propia casa, a su amante.
-¡Como puedes ser así de cínico! ¡Sabes muy bien a lo que te refiero!-
-¿De que estas hablando?- él joven empezaba a perder la paciencia.
-No te hagas el tonto- su voz se quebró de un momento a otro.
-Vamos linda, sabes que odio que llores- Aoshi se acercó a ella, sonriéndole tiernamente.
-Mira te traje esto- el joven sacó la pequeña caja y la abrió frente a ella, haciendo relucir el hermoso dije a la luz.
Misao lo observo, sin mucho interés. No supo porque, pero en lugar de aliviar lo que sentía en ese momento, sintió más ira, más rencor. Ese dije no era para ella, y lo sabía a la perfección. Podía ver claramente las intenciones de Aoshi. No deseaba disculparse con ella. Solo deseaba cubrir su pecado.
La pequeña caja negra azotó en el suelo, al caer de las manos de Aoshi después de un fuerte golpe despectivo de Misao.
-¡No me vengas con estas cosas! ¡Sabes muy bien lo que hiciste! ¡Lo que odio más es que no quieras aceptarlo!.-
-Misao...-
-¡¿Como te atreves a venir aquí, tratando de disculparte con eso, después de lo que acabas de hacer?! ¡¿Hasta donde puede llegar tu cinismo?!-
-No comprendo.- Aunque en el fondo si sabia el porque de su actitud.
-¿Como pudiste hacerme esto? Yo te amo Aoshi...¿No es eso suficiente para ti?-
-Claro que si Misao, yo también te amo y...-
-Si me amas ¿Porque me engañas entonces?-
Un silencio se creo en la habitación. A Aoshi se le hizo un nudo en la garganta de un momento a otro, ya no pudo articular otra palabra.
-¿Quien era ella Aoshi? - Silencio -¡¿Quien era ella?!-
La lluvia comenzó a golpear fuertemente la ventana, la débil llovizna pronto se convertiría en una espantosa tormenta.
-No me respondes porque eres un maldito cobarde...¿Sabes algo? Por mi puedes quedarte con tu noviecita, yo me largo.-
Misao salió rápidamente, corrió a su habitación, empaco las pocas cosas que eran realmente suyas, y tomo el poco dinero que había ido guardado todos esos años, conseguido por pequeños trabajos de medio tiempo, cuando Aoshi no estaba.
Tomó un abrigo, y se envolvió en el antes de salir apresuradamente de la casa, sin que la lluvia dejara de caer. Alejándose a paso rápido de la gran mansión.
Aoshi miró en la calle, a la solitaria sombra con sus cosas en mano que se alejaba de aquel lugar, un poco consternado por todo lo que había sucedido.
había sido un tonto ¿Como se le había ocurrido llevar a aquella mujer, casi en frente de su casa? ¿Que demonios había estado pensando en esos momentos?
Bajo las escaleras, y tomando una sombrilla que estaba a la mano, salió también a la calle, tomando el rumbo que la chica había tomado minutos antes.
Misao ya no pensaba en la lluvia que le azotaba fuertemente en la cara. Solo podía sentir el profundo pesar que le había causado la traición de Aoshi. Seguramente la había engañado muchas veces, ella ya había tenido sus sospechas, pero el siempre lograba convencerla de lo contrario. ¿Como podía haber sido tan ciega? Pensaba que conocía perfectamente a aquel hombre, y sin embargo no tenía la más mínima idea de cual era su verdadero rostro.
Alcanzó la avenida, en donde pasaban ya pocos coches, a causa de la alta hora de la noche, se detuvo en una esquina, y aguardo, a que pasara un taxi. No podía seguir en ese lugar, ó la tentación acabaría por convencerla, tenía que alejarse de el lo más que pudiera.
Para su mala suerte, Aoshi la alcanzó primero que el taxi. La cubrió con su sombrilla, sin uso alguno ella ya estaba toda empapada.
-Misao- ella ni siquiera lo volteo a ver. Alzó la mano rápidamente, y un auto se detuvo frente a ella. Abrió la puerta, y hecho sus cosas al interior.
Estaba apunto de entrar, cuando Aoshi la detuvo. -Perdóname por favor.-
-No pensabas en eso cuando estabas con esa mujer ¿o si?. Fui una tonta al pensar que me querías. ¿Sabes qué? Esta es la ultima vez que me lastimas. No te quiero volver a ver en toda mi vida...Te odio...¡Te odio Aoshi Shinomori!- los gritos de la angustiada mujer se confundieron con el caer de la lluvia. La puerta del carro se cerró de un fuerte golpe, y este avanzo precipitadamente tomando el camino al aeropuerto.
Aoshi ya no hizo nada. Solo pudo ver como se alejaba el auto amarillo, con la mujer que amaba dentro de él...
Continuara...
Hola!!! Aquí hay otro capitulo!!! Ojala y les haya gustado, y perdón por la tardanza, estoy entrando a exámenes semestrales, y tengo mucho trabajo!! odio los exámenes!!! Pero en una semana salgo de vacaciones, y entonces si, mucho tiempo libre (uuuujjjjjjuuuuu) Por cierto quisiera agradecerles por los reviews, de hecho lo haré uno por uno..
Marie: Fuiste la primera Gracias!!! Ahora que lo dices, no había pensado en quien sería esa misteriosa mujer...la verdad no tenía pensado volver a mencionarla, pero ahora, se me a venido una idea a la mente que no se oye tan mal...
Karla: Gracias por tus ánimos, espero no decepcionarte!!!
Julieta F: Hola!! Ya esta otro capitulo!!!, me tarde un poco y lo siento...no te mueras!!!! (no quiero otra demanda en mi contra)
jockerita: La idea de tenerlos a los dos en algo diferente a un doujo me pareció también muy buena idea a mi, además de que no están en aquella época samurai, sino en algo más contemporáneo, ¿Ya era hora de un cambio no crees?
La Diosa Saiya: Eres una fan igual que yo de esta pareja!! No crees que se ven lindísimos los dos juntos??? Y claro que e leído tus fics, no pasa uno de ellos dos delante de mi que no lea, seria sacrilegio!!! No te preocupes, no cambiare mucho sus personalidades, eso es lo que los hace especiales ¿no?
MisaoKan: Lo siento!! Pero ahora quise empezar una historia diferente...pero no te preocupes ¡¡no puedo dejarlos peleados toda su vida!! Todo se arregla con un poco de tiempo (y unos buenos golpes)
ady: Gracias por el apoyo, me gusta mucho escribir, pero más me agrada que a ustedes les guste!!
ayanami: Si hay que darle!!!!! En esta historia si lo estoy haciendo ver muy maldito...jejeje, pero yo también soy fan de el ¿eh? y por lo otro, jiii me cachaste...de hecho de ese fic me inspire para esta historia (que quieres que haga, es muy buena!!! ¡_¡) tome ese detalle de la alta sociedad, y otro más que veras más adelante, pero no le digas a nadie ok? ^_~
Gaby-chan: Si pobre Misao...snif...Aoshi maldito...¡¡¡¿Porque no le damos entre todas?!!!!!
makimashi misao futura de Shinomori : Oye...yo también le entro a esa cacería, nadie dejaría ir a un blanco tan buenote!! (serénate serénate) fuego y hielo, eso que no los has visto todavía en acción!!(jurl, jurl) Y no te preocupes, Aoshi recibira su merecido por todo lo que le hizo a Misao, de eso yo me encargo!!! (Por cierto, perdón por la tardanza. no lo vuelvo a hacer!!!!n_nU)
Bueno, eso es todo (por ahora) pero no crean que se libraran de mi tan fácilmente (BUAJAJAJAJAJAJAJA, si es una maldición ¿yyyyy?)
Y no se olviden de dejar otro review, todos ustedes!!! todos ellos me alientan a continuar (claro, eso si quieren ver el siguiente capitulo n_n ¿verdad que si quieren??? ¡_¡)
Hasta la próxima!!!!!!!!!!!!
PD. esta historia no me pertenece, ni tampoco los personajes. (por ahora BUAJAJAJAJAJAJAJAJAJA) Por cierto, no se asusten por el avance, no es gran cambio.
Avance del siguiente capitulo
-¿Cuantos años han pasado desde aquella vez? ¿Ocho? Valla, como vuela el tiempo, y no lo he vuelto a ver desde entonces. ¿Saben? Estados Unidos es un lugar muy hermoso. Aquí tengo más oportunidades, un nuevo trabajo, una casa nueva, y sobre todo un nuevo amor...-
Por: Tiff
Una suave brisa de lluvia, comenzó a rozar la cara del apuesto joven Shinomori, mientras caminaba hacia su casa, después de un agitado día en la gran oficina.
Se detuvo momentáneamente al lado de uno de los autos estacionados en la calle, y fijo sus hermosos ojos verdes en el frío reflejo de uno de sus cristales. Se vio iluminado por la opaca luz de un farol solitario, mientras se examinaba meticulosamente a si mismo.
Acomodó el cuello de su camisa, peino su cabello con un rápido brochazo de una de sus manos, y limpio cuidadosamente su rostro, de un débil rastro de lápiz labial que habían dejado sus "juegos" con aquella acompañante con la que había estado casi toda la tarde.
Esa mujer trabajaba para su compañía, y en realidad era una persona sumamente atractiva.
Una cita con aquella mujer no sería rehusada por muchos hombres. Sin embargo para Aoshi, solo había sido una más, con las que alguna vez había estado.
Acomodo su gabardina, y después de echar un ultimo vistazo, se encamino rápidamente a su hogar. Distraídamente fijo su vista en una de las ventanas, notando que la luz aun estaba encendida.
Se le hacia muy extraño que Misao aun estuviera despierta a esa hora de la noche, siempre que llegaba, ella ya estaba entregada a los brazos de Morfeo. ¿Habría olvidado apagar la luz? y si estaba aun despierta ¿Que podría estar haciendo a esas horas de la noche?.
Abrió la reja cuidadosamente, y después la cerró tras de si, después de un agudo rechinido. Camino un largo camino hacia la entrada de la casa, y para no despertar a nadie, abrió el mismo con las llaves que siempre cargaba.
Dejó todas las cosas que traía encima, botadas en el recibidor, sabiendo que en algún momento, alguna de las mucamas iría a recogerlas, y a colocarlas en su sitio. Subió las escaleras, y entró sigilosamente a su habitación, con miedo de despertar a Misao.
Se sorprendió mucho al encender la pequeña lámpara del tocador y no encontrarla en la cama, que no había sido tocada desde la noche anterior.
¿Donde podría estar? Pensó en llamarla por su nombre, pero no quería perturbar el sueño de los demás, a esas horas de la noche. Talvez no había podido dormir, y estaría deambulando por la casa, revisando las puertas, las ventanas, mirando una vez más los cuadros del gran salón, reacomodando sus viejas fotografías...alguna de las cosas que hacia cuando no podía dormir (que era muy seguido)
Decidió buscarla por la casa. Recorriendo cada una de las habitaciones, sin mucho éxito. Recordó que había visto una luz encendida, y trató de recordar en donde había sido. De acuerdo como lo recordaba, era uno de esos salones que no tenían uso en el segundo piso.
Por fin encontró la habitación, debajo de la puerta, se dibujaba un hilo de luz. Una suave música melancólica se escuchaba desde adentro.
Ahí estaba Misao ¿Que estaba haciendo en ese lugar a esas horas?
El recuerdo de la noche pasada llegó a el súbitamente. Acostado con ella en la cama, le había prometido que llegaría a casa temprano, ya que ella le prepararía una cena romántica, a la luz de las velas.
-¡Demonios!- se recriminó a si mismo -¿Como pude olvidarlo?-
Buscó la manera más apropiada de disculparse. Metió la mano a su bolsillo, y descubrió dentro de él, una pequeña caja.
¡Eso era! Con un pequeño obsequio ella se olvidaría de todo. Abrió el cajita y descubrió un hermoso collar con incrustaciones de diamantes. Su asistente había hecho un buen trabajo al conseguir algo como aquello. Esa mujer de la oficina hubiera estado muy feliz recibiendo un regalo tan costoso. Sin embargo, había olvidado dárselo esa tarde.
Y él agradecía aquel descuido profundamente. Por ese pequeño detalle, se iba a librar de un gran problema.
Abrió la puerta sigilosamente. Y miró dentro de ella. La mesa estaba puesta, pero no había nadie sentado en ella. Las velas estaban ya apagadas, pero la suave música no había dejado de tocar. Inundando aquel especio, de un ambiente algo pesado, sumido en la tristeza y la melancolía.
El vestido de Misao colgaba descuidadamente en una de las sillas, mientras su delgada silueta se encontraba sentada en los bordes de una de las ventanas, con ropa ya casual.
-Misao- Aoshi entró a la habitación lentamente, pronunciando su nombre casi en un susurro.
-Lo siento, tuve una junta muy importante hasta tarde, acabo de salir de la oficina.- Ella no respondió. -Te traje un regalo, para mostrarte cuanto lo siento-
Aoshi abrió la caja frente a Misao, ofreciéndosela con una falsa sonrisa de arrepentimiento.
Misao miró el regalo que le ofrecían con desprecio. En sus ojos ya no se reflejaba aquel dolor que había experimentado cuando descubrió al hombre que amaba besando a otra. Ahora, tenía una mirada de enojo, de resentimiento.
Aoshi lo notó de inmediato -Vamos Misao, no me veas así, ya te dije que lo siento.- trató de abrazarla, pero ella rehusó su gesto, y se aparto de el.
-Vamos Misao, no lo tomes de esa manera, era una junta muy importante, y no podía rehusarme a asistir.-
La chica ojiazul, no sabía que hacer, no había respondido, porque aun no había salido de su asombro, no porque no quisiera decirle a ese hombre lo que se merecía.
-No eres más que un mentiroso.- dijo al fin, sin dejar de verlo a los ojos.
Aoshi se volteó, notando aquella mirada acusadora. -¿Mentiroso? No se a que te refieres-
Misao no pudo contenerse más. Ese hombre era un cínico. Se hacia el inocente, después de haber llevado, casi hasta su propia casa, a su amante.
-¡Como puedes ser así de cínico! ¡Sabes muy bien a lo que te refiero!-
-¿De que estas hablando?- él joven empezaba a perder la paciencia.
-No te hagas el tonto- su voz se quebró de un momento a otro.
-Vamos linda, sabes que odio que llores- Aoshi se acercó a ella, sonriéndole tiernamente.
-Mira te traje esto- el joven sacó la pequeña caja y la abrió frente a ella, haciendo relucir el hermoso dije a la luz.
Misao lo observo, sin mucho interés. No supo porque, pero en lugar de aliviar lo que sentía en ese momento, sintió más ira, más rencor. Ese dije no era para ella, y lo sabía a la perfección. Podía ver claramente las intenciones de Aoshi. No deseaba disculparse con ella. Solo deseaba cubrir su pecado.
La pequeña caja negra azotó en el suelo, al caer de las manos de Aoshi después de un fuerte golpe despectivo de Misao.
-¡No me vengas con estas cosas! ¡Sabes muy bien lo que hiciste! ¡Lo que odio más es que no quieras aceptarlo!.-
-Misao...-
-¡¿Como te atreves a venir aquí, tratando de disculparte con eso, después de lo que acabas de hacer?! ¡¿Hasta donde puede llegar tu cinismo?!-
-No comprendo.- Aunque en el fondo si sabia el porque de su actitud.
-¿Como pudiste hacerme esto? Yo te amo Aoshi...¿No es eso suficiente para ti?-
-Claro que si Misao, yo también te amo y...-
-Si me amas ¿Porque me engañas entonces?-
Un silencio se creo en la habitación. A Aoshi se le hizo un nudo en la garganta de un momento a otro, ya no pudo articular otra palabra.
-¿Quien era ella Aoshi? - Silencio -¡¿Quien era ella?!-
La lluvia comenzó a golpear fuertemente la ventana, la débil llovizna pronto se convertiría en una espantosa tormenta.
-No me respondes porque eres un maldito cobarde...¿Sabes algo? Por mi puedes quedarte con tu noviecita, yo me largo.-
Misao salió rápidamente, corrió a su habitación, empaco las pocas cosas que eran realmente suyas, y tomo el poco dinero que había ido guardado todos esos años, conseguido por pequeños trabajos de medio tiempo, cuando Aoshi no estaba.
Tomó un abrigo, y se envolvió en el antes de salir apresuradamente de la casa, sin que la lluvia dejara de caer. Alejándose a paso rápido de la gran mansión.
Aoshi miró en la calle, a la solitaria sombra con sus cosas en mano que se alejaba de aquel lugar, un poco consternado por todo lo que había sucedido.
había sido un tonto ¿Como se le había ocurrido llevar a aquella mujer, casi en frente de su casa? ¿Que demonios había estado pensando en esos momentos?
Bajo las escaleras, y tomando una sombrilla que estaba a la mano, salió también a la calle, tomando el rumbo que la chica había tomado minutos antes.
Misao ya no pensaba en la lluvia que le azotaba fuertemente en la cara. Solo podía sentir el profundo pesar que le había causado la traición de Aoshi. Seguramente la había engañado muchas veces, ella ya había tenido sus sospechas, pero el siempre lograba convencerla de lo contrario. ¿Como podía haber sido tan ciega? Pensaba que conocía perfectamente a aquel hombre, y sin embargo no tenía la más mínima idea de cual era su verdadero rostro.
Alcanzó la avenida, en donde pasaban ya pocos coches, a causa de la alta hora de la noche, se detuvo en una esquina, y aguardo, a que pasara un taxi. No podía seguir en ese lugar, ó la tentación acabaría por convencerla, tenía que alejarse de el lo más que pudiera.
Para su mala suerte, Aoshi la alcanzó primero que el taxi. La cubrió con su sombrilla, sin uso alguno ella ya estaba toda empapada.
-Misao- ella ni siquiera lo volteo a ver. Alzó la mano rápidamente, y un auto se detuvo frente a ella. Abrió la puerta, y hecho sus cosas al interior.
Estaba apunto de entrar, cuando Aoshi la detuvo. -Perdóname por favor.-
-No pensabas en eso cuando estabas con esa mujer ¿o si?. Fui una tonta al pensar que me querías. ¿Sabes qué? Esta es la ultima vez que me lastimas. No te quiero volver a ver en toda mi vida...Te odio...¡Te odio Aoshi Shinomori!- los gritos de la angustiada mujer se confundieron con el caer de la lluvia. La puerta del carro se cerró de un fuerte golpe, y este avanzo precipitadamente tomando el camino al aeropuerto.
Aoshi ya no hizo nada. Solo pudo ver como se alejaba el auto amarillo, con la mujer que amaba dentro de él...
Continuara...
Hola!!! Aquí hay otro capitulo!!! Ojala y les haya gustado, y perdón por la tardanza, estoy entrando a exámenes semestrales, y tengo mucho trabajo!! odio los exámenes!!! Pero en una semana salgo de vacaciones, y entonces si, mucho tiempo libre (uuuujjjjjjuuuuu) Por cierto quisiera agradecerles por los reviews, de hecho lo haré uno por uno..
Marie: Fuiste la primera Gracias!!! Ahora que lo dices, no había pensado en quien sería esa misteriosa mujer...la verdad no tenía pensado volver a mencionarla, pero ahora, se me a venido una idea a la mente que no se oye tan mal...
Karla: Gracias por tus ánimos, espero no decepcionarte!!!
Julieta F: Hola!! Ya esta otro capitulo!!!, me tarde un poco y lo siento...no te mueras!!!! (no quiero otra demanda en mi contra)
jockerita: La idea de tenerlos a los dos en algo diferente a un doujo me pareció también muy buena idea a mi, además de que no están en aquella época samurai, sino en algo más contemporáneo, ¿Ya era hora de un cambio no crees?
La Diosa Saiya: Eres una fan igual que yo de esta pareja!! No crees que se ven lindísimos los dos juntos??? Y claro que e leído tus fics, no pasa uno de ellos dos delante de mi que no lea, seria sacrilegio!!! No te preocupes, no cambiare mucho sus personalidades, eso es lo que los hace especiales ¿no?
MisaoKan: Lo siento!! Pero ahora quise empezar una historia diferente...pero no te preocupes ¡¡no puedo dejarlos peleados toda su vida!! Todo se arregla con un poco de tiempo (y unos buenos golpes)
ady: Gracias por el apoyo, me gusta mucho escribir, pero más me agrada que a ustedes les guste!!
ayanami: Si hay que darle!!!!! En esta historia si lo estoy haciendo ver muy maldito...jejeje, pero yo también soy fan de el ¿eh? y por lo otro, jiii me cachaste...de hecho de ese fic me inspire para esta historia (que quieres que haga, es muy buena!!! ¡_¡) tome ese detalle de la alta sociedad, y otro más que veras más adelante, pero no le digas a nadie ok? ^_~
Gaby-chan: Si pobre Misao...snif...Aoshi maldito...¡¡¡¿Porque no le damos entre todas?!!!!!
makimashi misao futura de Shinomori : Oye...yo también le entro a esa cacería, nadie dejaría ir a un blanco tan buenote!! (serénate serénate) fuego y hielo, eso que no los has visto todavía en acción!!(jurl, jurl) Y no te preocupes, Aoshi recibira su merecido por todo lo que le hizo a Misao, de eso yo me encargo!!! (Por cierto, perdón por la tardanza. no lo vuelvo a hacer!!!!n_nU)
Bueno, eso es todo (por ahora) pero no crean que se libraran de mi tan fácilmente (BUAJAJAJAJAJAJAJA, si es una maldición ¿yyyyy?)
Y no se olviden de dejar otro review, todos ustedes!!! todos ellos me alientan a continuar (claro, eso si quieren ver el siguiente capitulo n_n ¿verdad que si quieren??? ¡_¡)
Hasta la próxima!!!!!!!!!!!!
PD. esta historia no me pertenece, ni tampoco los personajes. (por ahora BUAJAJAJAJAJAJAJAJAJA) Por cierto, no se asusten por el avance, no es gran cambio.
Avance del siguiente capitulo
-¿Cuantos años han pasado desde aquella vez? ¿Ocho? Valla, como vuela el tiempo, y no lo he vuelto a ver desde entonces. ¿Saben? Estados Unidos es un lugar muy hermoso. Aquí tengo más oportunidades, un nuevo trabajo, una casa nueva, y sobre todo un nuevo amor...-
