Sentimientos Desconocidos

Por: Tiff



Aoshi iba sentado en la parte trasera de la gran limosina, mientras el chofer lo encaminaba a el hotel, en donde tenía reservada una habitación sumamente lujosa.

El asunto que traía en la cabeza desde esa mañana, no lo había abandonado en todo el día.

Ver a esa mujer frente a él, hermosa y deslumbrante como nunca antes, había ocasionado muchos pensamientos que en su mayoría la involucraban.

¡Como no! Había vivido con ella mucho tiempo, la única mujer por la que tal vez hubiera sentido cariño, se había parado frente a él, con la mirada fija, con los rasgos rígidos, con una sonrisa fingida.

Ya no era esa chica de veintidós años que el recordaba, claro que no. Los años habían pasado por ella, y no para mal. Había cambiado mucho en todo el tiempo que no la había visto, se había convertido, tenía que aceptarlo, en una mujer digna de admiración.

Y no solo por su despampanante aspecto, eso solo era el principio, sino por su imponente presencia, por su alto grado de valentía y capacidad, al destacar en un mundo de empresas generalmente regidas por los hombres.

Era muy difícil que su aspecto no llamara la atención. ¡Si era en verdad hermosa! En su físico casi nada quedaba de aquella niña que el había conocido, y que se había enamorado de él perdidamente. Ahora quedaba frente a sus ojos, una escultura realizada en carne y hueso.

Seguro había tenido que enfrentar muchas cosas al llegar a ese país desconocido, sin conocer a nadie, sin saber su idioma. Sin lugar a dudas era una mujer sumamente fuerte. Siempre lo había sido, pero nunca en tanta proporción.

Su aspecto era el de toda una mujer, y sin embargo, a través de sus ojos, llegaba todavía a vislumbrar esa alma de niña. Encerrada. Sin la oportunidad de salir a relucir de nuevo.

Esa inocencia, esa alegría, esa ternura...habían quedado todas enterradas profundamente en su ser, sacando a relucir, solamente una pequeña luz, de lo que alguna vez había sido.

Y la comprendía, todos tenían que cambiar con los años. El mismo lo había hecho.

Ironico. Ya no gustaba de jugar con los sentimientos de las demás personas.

Había comprendido después de mucha meditación, el vacío que se formaba cuando alguien te abandona. Por fin había sentido en carne propia, el sentimiento que produce un abandono. El perder a una persona a la que aprecias, era ya algo doloroso. No se podía imaginar lo que era perder a la persona que se ama.

Lastima le daban las pobres mujeres a las que había dejado solas y en su dolor, gritando su nombre, susurrando entre lagrimas, el amor que sentían hacia él.

Ahora sabía lo que habían sentido. Un vacío, una decepción.

Eso había sentido cuando se fue Misao. No solo sintió esa persona que faltaba a su lado, también le faltó su comprensión y cariño.

Y ahora que la volvía a ver, sentía que algo cálido crecía en su interior. Ese cariño que le había tenido como a una hermana pequeña, no había desaparecido. Jamás podría haberlo olvidado.

Fue cuando se dio cuenta de lo mucho que le hacia falta, de las ganas que tenía de verla. De poder conversar con ella otra vez, de ver su cara sonriente de nuevo.

La había encontrado en el lugar más inesperado, y no iba a perder la oportunidad de hablar con ella, no esa vez.

Y sin embargo ¿Como encontrarla? una gran ciudad, con miles de personas, una aguja en un pajar para variar.



En lugar de llegar a su hotel como lo había previsto, se había decidido a encontrarla. Con varias llamadas telefónicas, a su compañía, y a la de ella, había conseguido rápidamente su teléfono, y el lugar exacto en donde vivía.

Decidió llamar primero. ¡Como iba a llegar a su casa así nada más! Que educación sería esa.

El teléfono dio dos timbres, para que levantaran el auricular. Una voz se escucho del otro lado.

-Moshi-Moshi, Shiro al teléfono.-

Era la voz de un niño. ¿Se habría equivocado de teléfono?. Revisó rápidamente él número, para descubrir que era el correcto. Pero ¿Que hacia un niño en su casa? Que le hubieran dicho en su oficina, no estaba casada...

Aoshi colgó el celular sin dar contestación. Talvez debía ir a verla.



Después de sus instrucciones, el chofer se dirigió sin preguntar a la dirección dada. Parecían una serie de apartamentos, no muy lejos del centro de la ciudad.

El apuesto joven de ojos verde-grisáceos fijó su mirada en un gran parque, a solo unas cuadras de la casa de Misao. Una de las cosas que recordaba de ella, era que le encantaban los lugares como ese. Con árboles, pasto, el cantar de los pájaros, las risas juguetonas de los niños... a el nunca le habían agradado esas cosas, pero por ella podía tolerarlo.

-Akira, detente aquí.-

El gran auto se orillo, y la puerta trasera se abrió, sin esperar a que el chofer lo hiciera. El joven miró a su alrededor, y se quedó pensativo. Había algo que lo llamaba de aquel lugar.

-Regresa al hotel. Regresare yo solo.- el conductor no escucho más, y siguió las ordenes de su jefe. Arrancó el auto, y se perdió al dar vuelta en una de las esquinas siguientes.

Desde el lugar en donde estaba, Aoshi solo pudo ver grandes árboles alzándose a su paso. Anchos caminos de piedra se habían dispuesto como pequeños pasillos ante toda aquella naturaleza.

Distraídamente, y con las manos en los bolsillos, comenzó a caminar por el lugar, a la poca luz del atardecer. Los faroles se encendieron en el lugar, después de un rato de recorrido, iluminando el ahora oscuro lugar, con un rayo de luz. Era sin duda un lugar muy romántico, y eso se lo mostraban las numerosas parejas sentadas en las bancas, o paseando por aquí y por allá tomados de las manos.

Era un lugar muy lindo si se era compartido con alguien. Solo, se tenía algo de nostalgia. Ver a todas esas personas, con alguien a su lado, no era una bonita experiencia. Se sentía una soledad calcinante.

Hasta él, como muchos le decían de "corazón frío" se sentía un poco incomodo en ese lugar. Quisiera aceptarlo o no, el también necesitaba a alguien a su lado.

Sus pies lo habían llevado sin rumbo alguno por el gran parque, deambulando como zombi, entre las sombras. Se había internado en un lugar solitario inconscientemente, en donde ya no quedaba ninguna pareja a la vista. Así era mejor.

Se sentó en una de las bancas, y observó a su alrededor. Una bonita fuente aun en funcionamiento, se erguía orgullosa y triunfante en el gran circulo cerrado por los árboles, dejando que la noche conociera su esplendor.

Un sonido de un reloj y sus campanadas se escucharon a la distancia. Aoshi miró su muñeca y se dio cuenta que había estado deambulando por casi dos horas. Era tiempo de regresar.

Se levantó, y abrocho su gabardina, la noche se había vuelto fría, mucha la diferencia de esa tarde, en la que el sol brillaba, alumbrando con su calidez, la ciudad oscura de Nueva York.

Aoshi dio un ultimo vistazo a su alrededor, para darse cuenta de algo que al principio había pasado desapercibido. Una sombra de otra persona le hacia compañía, desde el otro lado de la fuente. Parecía estar sumida en sus reflexiones, ya que no se había dado cuenta de la otra presencia.

Una joven mujer yacía perdida en su mundo, con los ojos fijos en el suelo, no llevaba más que un ligero abrigo sobre sus hombros, sin darse cuenta del frío exterior.

Los fríos ojos se cristalizaron como nunca antes, al reconocer a aquella mujer. Ahí, en medio de la oscuridad y del frío ambiente, se había encontrado con la persona que había estado buscando inconscientemente.

-Misao...-los labios de Shinomori se movieron sin que el lo supiera, pronunciando aquel nombre casi divino, de una forma dulce y cariñosa. Por fin la veía de nuevo. Por fin la tenía frente a él...

Se acerco a ella sin pensarlo, y se postro frente a su figura distraída, mientras la miraba ansiosamente.



Misao salió de si misma al notar que alguien estaba frente a ella. Su primera reacción fue de miedo. Era de noche ya, y estaba sola en aquel lugar. ¿Que persona en sus cinco sentidos estaría en ese lugar solitario y en la noche? Solo ella y algún maniático.

Levantó la vista, esperando ver una cara desquiciada y depravada, solo para encontrarse con la serena y pacifica mirada de unos hermosos ojos verdes, que la miraban con ansía.

Sus manos temblaron, al reconocer al hombre frente a ella. De la misma forma en que lo había visto aquella mañana, Aoshi Shinomori, permanecía con cara de incredulidad mirándola, sin pronunciar ninguna palabra.

Los dos se quedaron sin habla. Solo mirándose mutuamente. Sin saber que decir.

-Aoshi...- la voz de Misao sonó como una suplica, de no estar en un sueño.

Al oír su nombre de nuevo en su dulce voz, una sonrisa pequeña e involuntaria, escapo juguetonamente de sus labios, reflejando aquel gesto tan cotidiano de la melancolía en su apuesto rostro.

-Cuanto tiempo sin vernos...- la chica perdió el contacto visual con el y bajo la vista, mirando como sus manos se retorcían en su regazo.

-Misao...¿Puedo hablar contigo?- por primera vez en su vida, Aoshi estaba nervioso, jamás le había sucedido nada parecido, esa mujer, talvez no había pasado tan desapercibida en su vida.

Si los dos se habían vuelto a reunir, no era solo una coincidencia, era más bien, su destino...



Continuara...

Hi!!!! Por fin termine un nuevo capitulo!!! Estoy tan feliz!!! Quisiera disculparme por la tardanza, pero como les dije, estaba en un rancho sin Internet!! }¡_¡ No se como pude sobrevivir por allá tres semanas y media!! u_u pero bueno, ya estoy aquí (gracias Kami!!!^O^)

Ojala les haya gustado, me estoy esforzando mucho en la historia, para que sea de su agrado, a mi si me gusto como quedo este capitulo. ¿No? Oigan, quisiera agradecerles personalmente, sino les molesta... ¡¡Empecemos!!

Marie: Todavía es un fic a/m ¡_¡, no se porque me quejo, yo solita e hecho que todos piensen lo contrario. ¿Sabes? En este cap. como que me entro lo sentimentaloide, y no lo quise poner tan maldito, ya se arrepintió de algo, es un comienzo ¿¿no?? Gracias por tomarte un tiempo para escribir, ya que se nota que estas muy ocupada. Suerte en lo que tengas que hacer!!

jockerita: hello!! como te ha ido?? Respecto a tu pregunta, creo que ya sacaste una conclusión no?? te puse un poco de ayuda en este capitulo, espero que no sea tan confuso. Gracias por dejar otro review.

mer: Creo que le estoy poniendo demasiado misterio, sorry!! lo que pasa es que me encanta el que se digan cuando se acaba cada capitulo ¿y que pasara después? o ¿Quien es ese? o ¿como paso? espero que no te desesperes.. gracias por todo!!!

La Diosa saiya- Hola!! Hay gracias por decirme eso!! en realidad uno necesita cierto apoyo, y tu si que me lo has brindado. En cuanto a tu fic claro que lo e visto!! esa es otra serie que me encanta, y la pareja de E+T me encanta aun más ¡¡como iba a perdérmelo!!

ady: en realidad se merece todo...pero es que lo quiero tanto!! no quiero hacerlo sufrir!! (tanto) y creo que en este no fue tanto..

ayanami: eehh...lo que pasa es que a mi me gusta mucho A/M ¡_¡ que dilema me pones, por un lado el lindo Soujiro, por otro Aoshi... ¡_¡ que haré??

MisaoKan- Hay yo estoy igual que tu... me encanta Soujiro, pero AMO a Aoshi... tampoco quisiera hacer sufrir a mi niño así que estoy aceptando varias sugerencias (por si se te ocurre una ^-^)

Misao-chan: No digas eso, recuerda que Aoshi es simplemente sublime!! bueno eso pienso yo, y no te preocupes, empezara a sufrir desde...ahora jejeje, y yo también pienso eso de Kaoru, imagínatela barrigona acariciando su pancita AHHHH!! que hermoso!!!

Cherry-dono: hola!! gracias por las felicitaciones, y por el review, en cuanto a tu duda a la primera pregunta...te la dejare de tarea (jojojoy que mala soy), Kaoru esta embarazada, tiene creo que siete meses, y el otro enano, ya esta más grandecin, y la otra...solo te puedo decir, que Sou-chan Jamás a tocado a Misao...Ojala y los próximos capítulos no sean tan confusos y te gusten.. Devil: Gracias por escribir, a mi también me encanta la pareja de Misao/Soujiro pero... de todos modos Gracias!!! ^_^

Gracias por sus comentarios, ahora que ya no tengo exámenes, espero poder subir los demás capítulos más rápido, Nos vemos a la próxima!! Tiff.

Avance del siguiente capitulo: -¿Quieres conocerlo Aoshi? De todos modos, tienes ese derecho...-