Sentimientos desconocidos
por:Tiff
Un joven de cabello castaño e inocentes ojos índigos, caminaba por la calle con un ramo de rosas en la mano, echadas sobre su hombro. Una sonrisa inadvertida pasaba por sus labios, con el recuerdo de la persona que ocupaba sus pensamientos.
Una mujer. Y según él, la persona más maravillosa y mar hermosa que se podría haber atravesado en su vida. Ella significaba todo para él. Ella lo había ayudado a salir de su depresión, había iluminado su vida de nuevo, sin proponérselo. El solo recuerdo de su rostro, tenía el poder de hacerlo sonreír de esa manera.
Misao Makimachi. No podía expresar con palabras cuanto la quería. Y para su felicidad, se iba a casar con ella en tan solo unos meses.
Después de casi seis largos años de espera, por fin había conseguido entrar en el corazón de la mujer, no después de poco trabajo. Ahora la conocía muy bien, pero antes no se imaginaba todo lo que podía cruzar por su mente.
Los dos eran similares. Habían tenido un pasado muy duro y traumático, y en esos momentos estaban aprendiendo a superarlo no solo hablando de el, sino haciéndose compañía mutua.
Se había dado cuenta que a la chica le costaba mucho trabajo aceptar todo lo que venía de su pasado, incluyendo a su propio hijo.
No era que ella no lo quisiera. Había demostrado miles de veces, que ese niño era la única causa de su alegría, la única persona por la que ella se preocupaba, la única por la que había seguido adelante después de su difícil pasado.
Le costaba mucho trabajo presentar al pequeño con los demás. Tenía miedo. Miedo de que otras personas pensaran que ese chiquillo había sido un error de una mujer inmadura. Y aunque talvez hubiera sido cierto, ella nunca lo había llamado de esa manera. Pensaba en él como la persona más importante en su mundo, aunque el padre no estuviera a su lado.
Había aprendido a sobrevivir sin un padre. Sin embargo, por las veces que había estado con él, por todas las cosas que le había confiado, podía decir que deseaba a alguien que ocupara ese lugar como a nada.
Él lo había intentado muchas veces, y aunque el niño le demostraba un cariño profundo, una parte de él se rehusaba a aceptar un nuevo padre.
El pequeño le había dicho muchas veces la manera en como odiaba a su progenitor.
¿Como una persona tan pequeña podía guardar tanto rencor en su corazón?
Sin embargo, por la mirada en sus ojos, por la pasión con la que hablaba de su padre, sabía que Shiro deseaba más que nada volver a verlo. Quien sabe si para reclamarle por no haber estado con él, con un sentimiento de rencor, ó con un sentimiento de alivio.
Shiro anhelaba ver a su padre, y nadie le quitaría ese deseo del corazón.
Soujiro Seta sabía también, que no podía reemplazarlo.
El joven se detuvo frente a un gran edificio, mientras fijaba sus ojos en una de las ventanas más alejadas en la altura. Una luz le indico que la mujer ya estaba en casa. Sonrió de nuevo. Él era una persona que sonreía muy a menudo, pero la sonrisa que le ofrecía a ella, era muy diferente a la que otorgaba a sus clientes ó conocidos. Y lo sabía. Ella causaba un efecto tan sublime en su persona...
Sin embargo, ese día en especial no era tan feliz... estaba ahí para darle una mala noticia. La compañía para la que trabajaban había hecho un recorte de personal a causa de los problemas que estaban teniendo con los Shinomori, y desgraciadamente, ella había sido una de las desafortunadas.
Odiaba tener que darle la noticia, aunque tenía el presentimiento de que ella ya lo sabía. Imaginaba por lo que debía de estar pasando. Ella sola debía de mantener su casa, y a su hijo, Y sabía que no aceptaría su ayuda a causa de su orgullo.
Lo único que podía hacer, era brindarle su apoyo.
Subió las escaleras encontrándose con muchas personas que ya se habían acostumbrado a verlo, todos ellos lo recibían cálidamente, era un chico sonriente y educado.
Por fin llegó al departamento de Misao, y después de acomodar un poco su cabello, y esconder las flores detrás de él, tocó el timbre y puso una sonrisa.
-¡Ya voy!- el corazón de Soujiro dio un salto al escuchar su voz. No se encontraba deprimida como él había pensado. Inconscientemente, pensó que se escuchaba un tono de regocijo en su voz.
La puerta se abrió de repente, y la chica de sus sueños salió a recibirlo, mientras se le iluminaba el rostro con una sonrisa.
-¡Sou-chan!- Misao se arrojó a sus brazos cariñosamente, mientras alcanzaba sus labios y los besaba con pasión. Él no se resistió. Cada vez que lo besaba sentía un calor inundando su corazón.
Los dos se separaron cuando el aire ya les hacía falta, sonriéndose mutuamente.
-¿Como estas pequeña?- preguntó el joven, juntando su frente con la de su prometida, sonriéndole cálidamente.
La chica asintió infantilmente, sonriendo también. Después de ese día, le venía muy bien el ver a su futuro esposo.
Los dos entraron a la casa entre risas.
Mientras Misao le buscaba un florero a las rosas, Soujiro paso despreocupadamente.
¿Cual sería su sorpresa al encontrar a un hombre con el pequeño Shiro en la estancia?
No dijo nada, solo observó la espalda del desconocido con curiosidad. ¿Que estaría haciendo en ese lugar?
Se le hacía conocido. Lo había visto en algún lado, esa misma mañana estaba casi seguro.
Sin inmutarse, salió de la habitación, y se dirigió hacia donde estaba Misao.
-¿Quien es él Misao?- preguntó calmadamente, haciendo una seña con la cabeza.
Misao bajó la mirada.
-Es solo un amigo- contestó ella con cierta melancolía en su voz. -Es el dueño de las empresas Shinomori.-
-¿Que hace aquí?- preguntó él un poco irritado. Ese hombre había dejado sin trabajo a la persona que amaba.
-Solo está de visita. Hacía mucho tiempo que no nos veíamos, y cuando se enteró en donde trabajaba, vino a verme.-
-¿Como es que lo conoces?- dijo con curiosidad, preocupándose un poco por el apellido del pequeño Shiro, después de todo no era del todo común.
-Lo conocí hace mucho tiempo.- contestó, tratando de evadir sin mucho éxito su pregunta.
-Misao.- dijo el suplicante, sosteniéndola por los hombros. -¿Es él?- preguntó cuidadosamente.
-No se de que me hablas.- mintió tratando de evadir su mirada anhelante.
-No me mientas por favor... ¿Aoshi Shinomori es el padre de Shiro?.-
Misao tembló bajó el toque angustiado de Soujiro, en su voz se escuchaba desesperación, y sus ojos imploraban por su respuesta.
Él quería saber contra que se enfrentaba. Si Aoshi Shinomori estaba de regreso, tenía que andarse con cuidado.
Ella no contestó, solo bajo la mirada. Soujiro captó la respuesta. La soltó, sin saber que decir.
-¿Porque está aquí?.- por primera vez, Soujiro estaba temiendo por su futuro. Que ese hombre, antiguo amante de su prometida regresara...no le daba mucha confianza.
-Se enteró de que vivía aquí y...quería conocer a su hijo.-
-¡¿Porque?! ¡No tiene derecho!- contesto visiblemente irritado, Misao jamás lo había visto así. Nunca le había gritado.
-Si tiene...es su padre, lleva su apellido.- susurro ella, tratando de defenderse.
-¡Eso no tiene nada que ver! ¡No se preocupo por ti ó tu hijo en ocho años! ¡¿Como puede venir ahora tan descaradamente?!-
-¡Yo no se lo pedí Soujiro! ¡Yo no quería volver a verlo!-
-¡¿Porque lo tienes aquí entonces?! ¡Esta con tu hijo! ¡¿Que crees que va a decir cuando lo sepa?!-
-No pienso decírselo.- Misao no sabía que hacer. Jamás había peleado con Soujiro, y esa, la primera vez, había sido por su culpa. Agacho la cabeza ocultando su rostro. -Yo no pedí esto Soujiro...- su mano tapó su boca, mientras un sollozo se escapaba de sus labios.
La mirada se Soujiro se suavizo. No le gustaba verla llorar.
-Perdóname...- susurro.- No quería hacerte sentir mal. Esto no es tu culpa.-
Se acercó a ella y la abrazo cariñosamente, acariciando su cabello. -Es solo que...no me siento muy bien con él aquí.-
-No Soujiro, perdóname a mi. No vendrá de nuevo. Solo quería ver a su hijo, ahora que lo hizo no regresara.- contestó devolviendo el abrazo.
-Gracias Misao.-
Los dos se quedaron quietos, contentos con el calor que los dos se proporcionaban mutuamente, una comprensión que los dos compartían aun sin expresarla en palabras.
Misao se sentía tan bien entre sus brazos...se sentía protegida y querida...pero no tenía esa misma sensación que recordaba haber experimentado al estar entre los brazos de Aoshi...
-¡Mamá!- un agudo grito de emoción se escuchó en el pasillo, mientras unos pequeños pasitos de escuchaban corriendo hacia la cocina. Los dos jóvenes se separaron, y Misao limpió sus primeros rastros de lagrimas, reemplazándolos con una cálida sonrisa, típica de cuando veía a su pequeño.
-¡Mamá!- se escucho de nuevo cuando él ya había llegado. Sus lindos ojos verdes se iluminaron al observar al joven sonriente parado junto a su madre. -¡Soujiro!- gritó el pequeño antes de correr hacia él, dándole un efusivo abrazo.
Sou sonrió. Quería mucho a ese niño, lo consideraba casi como a su propio hijo. Tenía un encanto personal maravilloso, y una ternura extrema, rota solamente cuando sus ojos se volvían oscuros, cuando hablaba de su padre.
-¿Como estás Shiro? ¿Como van los videojuegos?.- dijo el castaño, conociendo los gustos del pequeño.
-¡Muy bien! ¡Por fin logré acabar con Ultima Weapon!- exclamó el niño, con ese brillo usual en sus ojos, cuando hablaba de sus juegos.
-Perfecto, me mostraras luego como lo hiciste.- el niño asintió.
-¡Tenemos visitas Soujiro! ¡Es un hombre muy alto y fuerte!- sinceró el pequeño, con un tono de admiración para con el nombrado. -¡Ven, quiero que lo conozcas!- Shiro no escuchó las débiles protestas de su madre, se limitó a tomar al chico de la mano, guiándolo hacia la estancia principal, sin encontrar más resistencia que una mirada de auxilio a su prometida.
Al acercarse a la sala, pudo distinguir la espalda del hombre que estaba sentado calmadamente en un sillón, con plena confianza en si mismo, como si esa casa le perteneciera. Le disgusto un poco el ver la actitud dominante que se imponía a su causa en esa habitación.
Lo índigo se topó con los esmeralda. Los dos sin ninguna reacción. Sus ojos fríos e inexpresivos al mirarse uno a otro, le causaba admiración a Misao.
El pequeño no se daba cuenta de la tensión que había provocado al llevar a los dos a la misma habitación, seguía con su sonrisa habitual.
-¿Ya conoces al señor Aoshi, Soujiro?- preguntó el niño inocentemente.
-Creo que no Shiro.- la atmósfera se relajo un poco, al retornar a los labios del joven su sonrisa y gesto habitual. Extendió una mano hacia Aoshi, tratando de olvidar quien era, recordando sus modales.
Aoshi miró asombrado el repentino cambio de actitud del chico, y estrecho su mano con cautela.
-Soujiro Seta. Mucho gusto.- dijo el joven castaño alegremente.
-A-Aoshi..-
-Aoshi ya se iba Sou.- Misao interrumpió en ese momento, antes de que pudiera seguir con su presentación
Los dos la vieron interrogantes, el niño solo le mando una mirada suspicaz. Le hubiera gustado conocer más a aquel misterioso hombre.
-Pero mamá..- protestó Shiro.
-El señor Aoshi es una persona muy ocupada Shiro, no puede quedarse más tiempo.- eso sonaba más como a una orden.
Aoshi asintió. Miró al pequeño un momento, suavizando su rostro como nunca.
Un débil -Nos veremos luego Shiro- escapó de sus labios, mientras una mano se posaba en su cabeza infantil.
El niño asintió, tomando ese 'nos veremos' como una promesa.
Aoshi Shinomori inclinó su cabeza para despedirse de Soujiro, y trató de despedirse de Misao, pero ella solo evadió su mirada, alejándose de él.
-Adiós- le escuchó decir fríamente, sin voltear a verlo.
Misao no podía verlo a los ojos. Quería a Soujiro, no deseaba lastimarlo...pero con Aoshi en ese lugar, no estaba tan segura de poder lograrlo...
Continuara...
SI!!!! Por fin otro capitulo!! Ya se, me tarde mucho, como de costumbre, pero lo puse que es lo que cuenta ¿no? Ojala y les halla gustado este capitulo, y sino, pos ni modo, porque a mi si me gustó ~_^. Por cierto, se que Soujiro se portó muy bien enfrente de Aoshi, aun sabiendo quien era, pero eso es lo que caracteriza al chibi ¿no? ¡¡¡¡es taaan lindoooo!!!!
Bueno, ahora vamos con los reviews!!! ^O^!!
ayanami: Por fin capitulo 9!! je, siento la tardanza. Todavía no conocemos lo que Aoshi es capaz de hacer po su peque, y todavía no sufre lo suficiente, en este momento esta lo light, ya vemos luego!
Kitiara: Lo siento!! Shiro en verdad odia a su padre!! No pude evitarlo, es para darle más emoción luego. Engaño a Misao muchas veces, que las pague completas!!
jocky-misao: en cuanto al triangulo Misao-Aoshi-Soujiro, en serio no se que hacer, me esta empezando a gustar mucho Sou-chan, no quiero hacerlo sufrir!! ¡_¡ pero esto es un A/M así que no puedo retractarme ¿verdad? ¡_¡
M.S Arashi Sumeragi: (por cierto, ¿que significa el M.S??) A mi también me encanta Sou-chan!!! No se que voy a hacer para que no sufra tanto, cuando Misao se vaya con Aoshi!!! y no hacerte sufrir a ti también ^-^U es taaaan lindoooo...*-*
aska ishida: Gracias por dejar un review!! Y que bueno que te este gustando la historia, la estoy haciendo con mucho cariño!! (y esfuerzo, ya saben por la hueva) por cierto que bonito apellido.. jeje ^-^
Julieta F. : Hay me vas a matar, esto no fue muy pronto, ne? Por cierto que Aoshi ya le salió el instinto paternal, todavía falta que le salga el amor por Misao jejeje
Maru Kazegami: Hay si que bonitooo!! Ojala y tu mail quede pronto, quisiera ver a esa cosa bella en carne y hueso (bueno, en dibujito) porque hasta ahora solo me lo puedo imaginar...¡De todos modos me encanta!! por cierto de lo del club que te parecen las siglas AMDAS (Asociación de Maniáticas Desesperadas por Aoshi Shinomori) SI!! Arriba esa cosa bella!!!^O^
Devil: ¿Saito? bueno, no me lo había imaginado...tendré que leer algunos fics de él para enterarme de esa pasión que me cuentas, por el momento, ¿te parece un lindo Soujiro? ^-^
Marie: Ya te estaba extrañando!! Ojala y te este yendo muy bien en tu trabajo y todo, aunque veo que te trae muy atareada. Eso pasa siempre...Gracias por acordarte de mi y mi historia, personas como tu hacen mi día!!
Bueno, eso es todo, ojala y se tomen su tiempo (de nuevo) para dejarme otro review, esta vez PROMETO subir el próximo capitulo en...15 días? les parece?? se que es mucho, pero necesito inspiración y tengo otras cuantas historias inconclusas (si te gusta CCS esas son para ti!! ¬_¬ hay de nuevo yo haciendo publicidad. sorry!! ^_^U PD: corríjanme si estoy mal ultima weapon es de final fantasy verdad? ^_^ es que no me acuerdo, hace mucho que no lo juego... Abrazos a todos!!! Namárië!!
Avance del próximo capitulo: -Lo sentimos señora, pero a perdido su trabajo. No podemos dejar al niño a su cargo sino hay nadie más que ayude a su mantenimiento.- -¡No, esperen si hay alguien, mi esposo!- el timbre sonó. -¡Ese debe ser él!- exclamó Misao deseando que se tratara de Soujiro. ¿Cual sería su sorpresa al ver a un joven alto de ojos esmeraldas?
por:Tiff
Un joven de cabello castaño e inocentes ojos índigos, caminaba por la calle con un ramo de rosas en la mano, echadas sobre su hombro. Una sonrisa inadvertida pasaba por sus labios, con el recuerdo de la persona que ocupaba sus pensamientos.
Una mujer. Y según él, la persona más maravillosa y mar hermosa que se podría haber atravesado en su vida. Ella significaba todo para él. Ella lo había ayudado a salir de su depresión, había iluminado su vida de nuevo, sin proponérselo. El solo recuerdo de su rostro, tenía el poder de hacerlo sonreír de esa manera.
Misao Makimachi. No podía expresar con palabras cuanto la quería. Y para su felicidad, se iba a casar con ella en tan solo unos meses.
Después de casi seis largos años de espera, por fin había conseguido entrar en el corazón de la mujer, no después de poco trabajo. Ahora la conocía muy bien, pero antes no se imaginaba todo lo que podía cruzar por su mente.
Los dos eran similares. Habían tenido un pasado muy duro y traumático, y en esos momentos estaban aprendiendo a superarlo no solo hablando de el, sino haciéndose compañía mutua.
Se había dado cuenta que a la chica le costaba mucho trabajo aceptar todo lo que venía de su pasado, incluyendo a su propio hijo.
No era que ella no lo quisiera. Había demostrado miles de veces, que ese niño era la única causa de su alegría, la única persona por la que ella se preocupaba, la única por la que había seguido adelante después de su difícil pasado.
Le costaba mucho trabajo presentar al pequeño con los demás. Tenía miedo. Miedo de que otras personas pensaran que ese chiquillo había sido un error de una mujer inmadura. Y aunque talvez hubiera sido cierto, ella nunca lo había llamado de esa manera. Pensaba en él como la persona más importante en su mundo, aunque el padre no estuviera a su lado.
Había aprendido a sobrevivir sin un padre. Sin embargo, por las veces que había estado con él, por todas las cosas que le había confiado, podía decir que deseaba a alguien que ocupara ese lugar como a nada.
Él lo había intentado muchas veces, y aunque el niño le demostraba un cariño profundo, una parte de él se rehusaba a aceptar un nuevo padre.
El pequeño le había dicho muchas veces la manera en como odiaba a su progenitor.
¿Como una persona tan pequeña podía guardar tanto rencor en su corazón?
Sin embargo, por la mirada en sus ojos, por la pasión con la que hablaba de su padre, sabía que Shiro deseaba más que nada volver a verlo. Quien sabe si para reclamarle por no haber estado con él, con un sentimiento de rencor, ó con un sentimiento de alivio.
Shiro anhelaba ver a su padre, y nadie le quitaría ese deseo del corazón.
Soujiro Seta sabía también, que no podía reemplazarlo.
El joven se detuvo frente a un gran edificio, mientras fijaba sus ojos en una de las ventanas más alejadas en la altura. Una luz le indico que la mujer ya estaba en casa. Sonrió de nuevo. Él era una persona que sonreía muy a menudo, pero la sonrisa que le ofrecía a ella, era muy diferente a la que otorgaba a sus clientes ó conocidos. Y lo sabía. Ella causaba un efecto tan sublime en su persona...
Sin embargo, ese día en especial no era tan feliz... estaba ahí para darle una mala noticia. La compañía para la que trabajaban había hecho un recorte de personal a causa de los problemas que estaban teniendo con los Shinomori, y desgraciadamente, ella había sido una de las desafortunadas.
Odiaba tener que darle la noticia, aunque tenía el presentimiento de que ella ya lo sabía. Imaginaba por lo que debía de estar pasando. Ella sola debía de mantener su casa, y a su hijo, Y sabía que no aceptaría su ayuda a causa de su orgullo.
Lo único que podía hacer, era brindarle su apoyo.
Subió las escaleras encontrándose con muchas personas que ya se habían acostumbrado a verlo, todos ellos lo recibían cálidamente, era un chico sonriente y educado.
Por fin llegó al departamento de Misao, y después de acomodar un poco su cabello, y esconder las flores detrás de él, tocó el timbre y puso una sonrisa.
-¡Ya voy!- el corazón de Soujiro dio un salto al escuchar su voz. No se encontraba deprimida como él había pensado. Inconscientemente, pensó que se escuchaba un tono de regocijo en su voz.
La puerta se abrió de repente, y la chica de sus sueños salió a recibirlo, mientras se le iluminaba el rostro con una sonrisa.
-¡Sou-chan!- Misao se arrojó a sus brazos cariñosamente, mientras alcanzaba sus labios y los besaba con pasión. Él no se resistió. Cada vez que lo besaba sentía un calor inundando su corazón.
Los dos se separaron cuando el aire ya les hacía falta, sonriéndose mutuamente.
-¿Como estas pequeña?- preguntó el joven, juntando su frente con la de su prometida, sonriéndole cálidamente.
La chica asintió infantilmente, sonriendo también. Después de ese día, le venía muy bien el ver a su futuro esposo.
Los dos entraron a la casa entre risas.
Mientras Misao le buscaba un florero a las rosas, Soujiro paso despreocupadamente.
¿Cual sería su sorpresa al encontrar a un hombre con el pequeño Shiro en la estancia?
No dijo nada, solo observó la espalda del desconocido con curiosidad. ¿Que estaría haciendo en ese lugar?
Se le hacía conocido. Lo había visto en algún lado, esa misma mañana estaba casi seguro.
Sin inmutarse, salió de la habitación, y se dirigió hacia donde estaba Misao.
-¿Quien es él Misao?- preguntó calmadamente, haciendo una seña con la cabeza.
Misao bajó la mirada.
-Es solo un amigo- contestó ella con cierta melancolía en su voz. -Es el dueño de las empresas Shinomori.-
-¿Que hace aquí?- preguntó él un poco irritado. Ese hombre había dejado sin trabajo a la persona que amaba.
-Solo está de visita. Hacía mucho tiempo que no nos veíamos, y cuando se enteró en donde trabajaba, vino a verme.-
-¿Como es que lo conoces?- dijo con curiosidad, preocupándose un poco por el apellido del pequeño Shiro, después de todo no era del todo común.
-Lo conocí hace mucho tiempo.- contestó, tratando de evadir sin mucho éxito su pregunta.
-Misao.- dijo el suplicante, sosteniéndola por los hombros. -¿Es él?- preguntó cuidadosamente.
-No se de que me hablas.- mintió tratando de evadir su mirada anhelante.
-No me mientas por favor... ¿Aoshi Shinomori es el padre de Shiro?.-
Misao tembló bajó el toque angustiado de Soujiro, en su voz se escuchaba desesperación, y sus ojos imploraban por su respuesta.
Él quería saber contra que se enfrentaba. Si Aoshi Shinomori estaba de regreso, tenía que andarse con cuidado.
Ella no contestó, solo bajo la mirada. Soujiro captó la respuesta. La soltó, sin saber que decir.
-¿Porque está aquí?.- por primera vez, Soujiro estaba temiendo por su futuro. Que ese hombre, antiguo amante de su prometida regresara...no le daba mucha confianza.
-Se enteró de que vivía aquí y...quería conocer a su hijo.-
-¡¿Porque?! ¡No tiene derecho!- contesto visiblemente irritado, Misao jamás lo había visto así. Nunca le había gritado.
-Si tiene...es su padre, lleva su apellido.- susurro ella, tratando de defenderse.
-¡Eso no tiene nada que ver! ¡No se preocupo por ti ó tu hijo en ocho años! ¡¿Como puede venir ahora tan descaradamente?!-
-¡Yo no se lo pedí Soujiro! ¡Yo no quería volver a verlo!-
-¡¿Porque lo tienes aquí entonces?! ¡Esta con tu hijo! ¡¿Que crees que va a decir cuando lo sepa?!-
-No pienso decírselo.- Misao no sabía que hacer. Jamás había peleado con Soujiro, y esa, la primera vez, había sido por su culpa. Agacho la cabeza ocultando su rostro. -Yo no pedí esto Soujiro...- su mano tapó su boca, mientras un sollozo se escapaba de sus labios.
La mirada se Soujiro se suavizo. No le gustaba verla llorar.
-Perdóname...- susurro.- No quería hacerte sentir mal. Esto no es tu culpa.-
Se acercó a ella y la abrazo cariñosamente, acariciando su cabello. -Es solo que...no me siento muy bien con él aquí.-
-No Soujiro, perdóname a mi. No vendrá de nuevo. Solo quería ver a su hijo, ahora que lo hizo no regresara.- contestó devolviendo el abrazo.
-Gracias Misao.-
Los dos se quedaron quietos, contentos con el calor que los dos se proporcionaban mutuamente, una comprensión que los dos compartían aun sin expresarla en palabras.
Misao se sentía tan bien entre sus brazos...se sentía protegida y querida...pero no tenía esa misma sensación que recordaba haber experimentado al estar entre los brazos de Aoshi...
-¡Mamá!- un agudo grito de emoción se escuchó en el pasillo, mientras unos pequeños pasitos de escuchaban corriendo hacia la cocina. Los dos jóvenes se separaron, y Misao limpió sus primeros rastros de lagrimas, reemplazándolos con una cálida sonrisa, típica de cuando veía a su pequeño.
-¡Mamá!- se escucho de nuevo cuando él ya había llegado. Sus lindos ojos verdes se iluminaron al observar al joven sonriente parado junto a su madre. -¡Soujiro!- gritó el pequeño antes de correr hacia él, dándole un efusivo abrazo.
Sou sonrió. Quería mucho a ese niño, lo consideraba casi como a su propio hijo. Tenía un encanto personal maravilloso, y una ternura extrema, rota solamente cuando sus ojos se volvían oscuros, cuando hablaba de su padre.
-¿Como estás Shiro? ¿Como van los videojuegos?.- dijo el castaño, conociendo los gustos del pequeño.
-¡Muy bien! ¡Por fin logré acabar con Ultima Weapon!- exclamó el niño, con ese brillo usual en sus ojos, cuando hablaba de sus juegos.
-Perfecto, me mostraras luego como lo hiciste.- el niño asintió.
-¡Tenemos visitas Soujiro! ¡Es un hombre muy alto y fuerte!- sinceró el pequeño, con un tono de admiración para con el nombrado. -¡Ven, quiero que lo conozcas!- Shiro no escuchó las débiles protestas de su madre, se limitó a tomar al chico de la mano, guiándolo hacia la estancia principal, sin encontrar más resistencia que una mirada de auxilio a su prometida.
Al acercarse a la sala, pudo distinguir la espalda del hombre que estaba sentado calmadamente en un sillón, con plena confianza en si mismo, como si esa casa le perteneciera. Le disgusto un poco el ver la actitud dominante que se imponía a su causa en esa habitación.
Lo índigo se topó con los esmeralda. Los dos sin ninguna reacción. Sus ojos fríos e inexpresivos al mirarse uno a otro, le causaba admiración a Misao.
El pequeño no se daba cuenta de la tensión que había provocado al llevar a los dos a la misma habitación, seguía con su sonrisa habitual.
-¿Ya conoces al señor Aoshi, Soujiro?- preguntó el niño inocentemente.
-Creo que no Shiro.- la atmósfera se relajo un poco, al retornar a los labios del joven su sonrisa y gesto habitual. Extendió una mano hacia Aoshi, tratando de olvidar quien era, recordando sus modales.
Aoshi miró asombrado el repentino cambio de actitud del chico, y estrecho su mano con cautela.
-Soujiro Seta. Mucho gusto.- dijo el joven castaño alegremente.
-A-Aoshi..-
-Aoshi ya se iba Sou.- Misao interrumpió en ese momento, antes de que pudiera seguir con su presentación
Los dos la vieron interrogantes, el niño solo le mando una mirada suspicaz. Le hubiera gustado conocer más a aquel misterioso hombre.
-Pero mamá..- protestó Shiro.
-El señor Aoshi es una persona muy ocupada Shiro, no puede quedarse más tiempo.- eso sonaba más como a una orden.
Aoshi asintió. Miró al pequeño un momento, suavizando su rostro como nunca.
Un débil -Nos veremos luego Shiro- escapó de sus labios, mientras una mano se posaba en su cabeza infantil.
El niño asintió, tomando ese 'nos veremos' como una promesa.
Aoshi Shinomori inclinó su cabeza para despedirse de Soujiro, y trató de despedirse de Misao, pero ella solo evadió su mirada, alejándose de él.
-Adiós- le escuchó decir fríamente, sin voltear a verlo.
Misao no podía verlo a los ojos. Quería a Soujiro, no deseaba lastimarlo...pero con Aoshi en ese lugar, no estaba tan segura de poder lograrlo...
Continuara...
SI!!!! Por fin otro capitulo!! Ya se, me tarde mucho, como de costumbre, pero lo puse que es lo que cuenta ¿no? Ojala y les halla gustado este capitulo, y sino, pos ni modo, porque a mi si me gustó ~_^. Por cierto, se que Soujiro se portó muy bien enfrente de Aoshi, aun sabiendo quien era, pero eso es lo que caracteriza al chibi ¿no? ¡¡¡¡es taaan lindoooo!!!!
Bueno, ahora vamos con los reviews!!! ^O^!!
ayanami: Por fin capitulo 9!! je, siento la tardanza. Todavía no conocemos lo que Aoshi es capaz de hacer po su peque, y todavía no sufre lo suficiente, en este momento esta lo light, ya vemos luego!
Kitiara: Lo siento!! Shiro en verdad odia a su padre!! No pude evitarlo, es para darle más emoción luego. Engaño a Misao muchas veces, que las pague completas!!
jocky-misao: en cuanto al triangulo Misao-Aoshi-Soujiro, en serio no se que hacer, me esta empezando a gustar mucho Sou-chan, no quiero hacerlo sufrir!! ¡_¡ pero esto es un A/M así que no puedo retractarme ¿verdad? ¡_¡
M.S Arashi Sumeragi: (por cierto, ¿que significa el M.S??) A mi también me encanta Sou-chan!!! No se que voy a hacer para que no sufra tanto, cuando Misao se vaya con Aoshi!!! y no hacerte sufrir a ti también ^-^U es taaaan lindoooo...*-*
aska ishida: Gracias por dejar un review!! Y que bueno que te este gustando la historia, la estoy haciendo con mucho cariño!! (y esfuerzo, ya saben por la hueva) por cierto que bonito apellido.. jeje ^-^
Julieta F. : Hay me vas a matar, esto no fue muy pronto, ne? Por cierto que Aoshi ya le salió el instinto paternal, todavía falta que le salga el amor por Misao jejeje
Maru Kazegami: Hay si que bonitooo!! Ojala y tu mail quede pronto, quisiera ver a esa cosa bella en carne y hueso (bueno, en dibujito) porque hasta ahora solo me lo puedo imaginar...¡De todos modos me encanta!! por cierto de lo del club que te parecen las siglas AMDAS (Asociación de Maniáticas Desesperadas por Aoshi Shinomori) SI!! Arriba esa cosa bella!!!^O^
Devil: ¿Saito? bueno, no me lo había imaginado...tendré que leer algunos fics de él para enterarme de esa pasión que me cuentas, por el momento, ¿te parece un lindo Soujiro? ^-^
Marie: Ya te estaba extrañando!! Ojala y te este yendo muy bien en tu trabajo y todo, aunque veo que te trae muy atareada. Eso pasa siempre...Gracias por acordarte de mi y mi historia, personas como tu hacen mi día!!
Bueno, eso es todo, ojala y se tomen su tiempo (de nuevo) para dejarme otro review, esta vez PROMETO subir el próximo capitulo en...15 días? les parece?? se que es mucho, pero necesito inspiración y tengo otras cuantas historias inconclusas (si te gusta CCS esas son para ti!! ¬_¬ hay de nuevo yo haciendo publicidad. sorry!! ^_^U PD: corríjanme si estoy mal ultima weapon es de final fantasy verdad? ^_^ es que no me acuerdo, hace mucho que no lo juego... Abrazos a todos!!! Namárië!!
Avance del próximo capitulo: -Lo sentimos señora, pero a perdido su trabajo. No podemos dejar al niño a su cargo sino hay nadie más que ayude a su mantenimiento.- -¡No, esperen si hay alguien, mi esposo!- el timbre sonó. -¡Ese debe ser él!- exclamó Misao deseando que se tratara de Soujiro. ¿Cual sería su sorpresa al ver a un joven alto de ojos esmeraldas?
