Una presencia los sobresalto, saltando al mismo tiempo Inuyasha y Miroku al
presentir el peligro. Frente a ellos estaba un peligroso youkai, con poder
de fuego, noble (no tanto como cierto joven, hermoso y arrogante Taiyoukai,
Lord de las Tierras Occidentales) y con ganas de pelea.
Capitulo 2
"Un nuevo aliado"
Inuyasha y Miroku miraban amenazadoramente al youkai que se encontraba frente a ellos, su aspecto era imponente (peligrosamente bello) e intimidaba muy al contrario al de ellos, ambos jóvenes se encontraban levemente desnudos, entumidos de frío y con un aspecto de niños desvalidos, haciéndoles parecer mucho más jóvenes de lo que verdad eran.
-Busco a un guerrero de nombre Inuyasha, mitad hombre mitad bestia, que es acompañado por un monje humano de gran poder, pero que me encuentro, a una cría hanyou y a jovencito imberbe...- dijo el youkai -. pense que al encontrarlos gran parte de nuestros problemas se solucionarían, ¿ y para qué ?, mejor debí traer un par de nodrizas- concluyo molesto el ser, atrayendo para si las más grandes consecuencia.
Inuyasha respiraba trabajosamente, ya era suficiente, nunca en su vida lo habían humillado de esa forma, y todo frente a Kagome, sentía que su ira estaba tomando niveles incontrolables
-Insolente.- y el aura de Inuyasha brillaba con toda su intensidad
-.con quien pretendes que hablas, soy Inuyasha hijo de Inutaisho.- dijo mientras desenfundaba su "Colmillo de Acero".
Sabiamente Miroku tomo a ambas mujeres, a Shippo y los alejo lo más posible del alcance de esa temible espada, pero siempre manteniéndose lo suficientemente cerca para participar de la batalla si era requerido
-. te haré tragar cada una de tus palabras, haré que te arrepientas de esta ofensa- grito Inuyasha, mientras su Colmillo de Acero escupía rayos (como en su segundo enfrentamiento con Sesshomaru) y se preparaba para atacar.
El enfrentamiento del hanyou y del youkai era digno de ver, pocas veces se habían visto a un Inuyasha tan enfurecido, sus golpes eran certeros y mortales, y se podía preveer que el youkai llevaría la peor de las partes, no existía comparación entre sus poderes, era como si al joven lo hubiera poseído un demonio de venganza, Miroku miro asombrado, el próximo golpe seria el decisivo y casi sintió pena por el intruso.
-Amo Inuyasha, deténgase, no cometa una insensatez..- grito la pulga Mioga
-.el joven Ihrue es un aliado, deténganse antes que tengamos de lamentar una desgracia.- casi sollozaba el anciano -..él solo estaba tratando de probar su fuerza, por favor deténgase-
-Inuyasha, detente.- dijo una voz dulce que siempre lograba calmarlo -.espera a que tiene que decirnos, nada sacaras con matarlo ahora- pero Inuyasha no retrocedía, tenia a su enemigo en el suelo con su temible espada a escasos centímetros de su garganta, sus ojos con sus pupilas opacas, completamente fuera de si.
Kagome sabia que no podía intervenir, si utilizaba el hechizo para calmarlo, el primero que moriría seria el youkai, ya que al desplomarse atravesaría la garganta de su oponente, y miro desesperadamente a Miroku.
-Qué le sucede a Inuyasha?- pregunto asustada Kagome
-Es obvio.- contesto Miroku, mirando la escena preocupado -. él es mitad humano y su otra parte es una bestia Inu, otro macho a invadido su territorio, lo ha atacado y su instinto dice que solo debe matar, agradezcamos que su otra mitad todavía esta vigente sino este torpe ya estaría muerto y creo que nosotros también..Kagome, donde crees que vas- grito un preocupado monje.
-Inuyasha.- susurro la muchacha en el oído del joven, todos sabían que era a la única que permitiría acercarse y que lo lograría calmar, pero había que ser valiente para acercarse a él en ese estado -. todo esto no vale la pena, él ya sabe que no debió presionarte, él es un aliado, su muerte solo nos perjudicaría.- y suavemente beso su mejilla.
Los ojos de Inuyasha se volvieron brillantes, miro intensamente a Kagome mientras sus mejillas tomaban un leve tono carmín y lentamente su "Colmillo de Acero" volvía a ser una vieja y ajada espada.
-Hasta que volvió a ser el mismo perro tonto de siempre- se escucho la voz de Shippo con un leve suspiro de alivio.
-Shippo no me provoques.. y tu comienza a hablar- ordeno fieramente al youkai que estaba a sus pies.
Habían pasado varias horas, todos se encontraban frente a un fogón, Kagome había preparado alimento traído de su época, el joven Ihrue les había relato toda su historia, ¿y como siempre el villano quien era?, Naraku, este demonio había hecho atacar a su tribu y actualmente los tenia esclavizados como marionetas, él debía rescatar a sus antepasados y liberar a sus almas para que pudieran reencarnar en sus nuevas crías, pero él salió muy mal herido de su batalla y sabia aunque le doliera que necesitaba de gente más poderosa que él.
-Y yo que gano con eso.- fue el duro comentario de Inuyasha -.a mi no me trae ningún beneficio-
-Inuyasha.- y la voz de Kagome sonó como una suplica, ella creía entender por lo que ese ser estaba pasando, toda su especie en peligro de desaparecer -.creo que deberíamos ayudarlo- y lo miro con unos ojitos, que Inuyasha por segunda vez en esa noche se sonrojo.
-Mi tribu tiene un tesoro.
-Creo que ahí cambia la cosa - lo interrumpió un risueño monje, mientras era golpeado por una molesta cazadora.
-Mi tribu tiene un tesoro.- y su mirada era clara advertencia por si lo volvían a interrumpir -.y se que es una de sus razones de búsqueda.- Inuyasha y Miroku lo escucharon entornando sus ojos -. en nuestra tribu hay fragmentos de la perla, y serian entregados como premio por su ayuda.
Inuyasha y Miroku se miraron, ambos no confiaban en él, no era necesario que hablaran sabían que debían estar alertas.
-Ya esta decidido, partimos mañana.- concluyo el monje -. y ahora a dormir que ya es bastante tarde-.
-WAUUU- y esa exclamación hizo que Miroku mirara a Ihrue y buscara la razón de su exclamación, y ahí estaba Sango, descolgado su ropa de las ramas del árbol, su cuerpo cubierto solo por esa delgada tela, que dejaba en evidencia más de lo necesario de su proporcionado cuerpo, y la poca luz que generaba la fogata traslucía su ropa dándole una impresión de estar complemente desnuda.
Miroku sintió que su sangre ardía, no tenia claro si era por la visión que tenia frente a sus ojos, teniendo a Sango tan cerca, tan seductora, y tan inocente que ni siquiera se daba cuenta lo que ella misma provocaba, o por la forma que esa bestia la miraba o en su forma ambigua de sonreír y lentamente al pasar a su lado le susurro al oído:
-Si la tocas, te juro que te mato- y en sus ojos había un destello de crueldad.
Continuara
Doy gracias a dos amigas que siempre me animan
Megumi014 Sakura Kinomoto
Por favor manden reviews para saber si les ha gustado
Capitulo 2
"Un nuevo aliado"
Inuyasha y Miroku miraban amenazadoramente al youkai que se encontraba frente a ellos, su aspecto era imponente (peligrosamente bello) e intimidaba muy al contrario al de ellos, ambos jóvenes se encontraban levemente desnudos, entumidos de frío y con un aspecto de niños desvalidos, haciéndoles parecer mucho más jóvenes de lo que verdad eran.
-Busco a un guerrero de nombre Inuyasha, mitad hombre mitad bestia, que es acompañado por un monje humano de gran poder, pero que me encuentro, a una cría hanyou y a jovencito imberbe...- dijo el youkai -. pense que al encontrarlos gran parte de nuestros problemas se solucionarían, ¿ y para qué ?, mejor debí traer un par de nodrizas- concluyo molesto el ser, atrayendo para si las más grandes consecuencia.
Inuyasha respiraba trabajosamente, ya era suficiente, nunca en su vida lo habían humillado de esa forma, y todo frente a Kagome, sentía que su ira estaba tomando niveles incontrolables
-Insolente.- y el aura de Inuyasha brillaba con toda su intensidad
-.con quien pretendes que hablas, soy Inuyasha hijo de Inutaisho.- dijo mientras desenfundaba su "Colmillo de Acero".
Sabiamente Miroku tomo a ambas mujeres, a Shippo y los alejo lo más posible del alcance de esa temible espada, pero siempre manteniéndose lo suficientemente cerca para participar de la batalla si era requerido
-. te haré tragar cada una de tus palabras, haré que te arrepientas de esta ofensa- grito Inuyasha, mientras su Colmillo de Acero escupía rayos (como en su segundo enfrentamiento con Sesshomaru) y se preparaba para atacar.
El enfrentamiento del hanyou y del youkai era digno de ver, pocas veces se habían visto a un Inuyasha tan enfurecido, sus golpes eran certeros y mortales, y se podía preveer que el youkai llevaría la peor de las partes, no existía comparación entre sus poderes, era como si al joven lo hubiera poseído un demonio de venganza, Miroku miro asombrado, el próximo golpe seria el decisivo y casi sintió pena por el intruso.
-Amo Inuyasha, deténgase, no cometa una insensatez..- grito la pulga Mioga
-.el joven Ihrue es un aliado, deténganse antes que tengamos de lamentar una desgracia.- casi sollozaba el anciano -..él solo estaba tratando de probar su fuerza, por favor deténgase-
-Inuyasha, detente.- dijo una voz dulce que siempre lograba calmarlo -.espera a que tiene que decirnos, nada sacaras con matarlo ahora- pero Inuyasha no retrocedía, tenia a su enemigo en el suelo con su temible espada a escasos centímetros de su garganta, sus ojos con sus pupilas opacas, completamente fuera de si.
Kagome sabia que no podía intervenir, si utilizaba el hechizo para calmarlo, el primero que moriría seria el youkai, ya que al desplomarse atravesaría la garganta de su oponente, y miro desesperadamente a Miroku.
-Qué le sucede a Inuyasha?- pregunto asustada Kagome
-Es obvio.- contesto Miroku, mirando la escena preocupado -. él es mitad humano y su otra parte es una bestia Inu, otro macho a invadido su territorio, lo ha atacado y su instinto dice que solo debe matar, agradezcamos que su otra mitad todavía esta vigente sino este torpe ya estaría muerto y creo que nosotros también..Kagome, donde crees que vas- grito un preocupado monje.
-Inuyasha.- susurro la muchacha en el oído del joven, todos sabían que era a la única que permitiría acercarse y que lo lograría calmar, pero había que ser valiente para acercarse a él en ese estado -. todo esto no vale la pena, él ya sabe que no debió presionarte, él es un aliado, su muerte solo nos perjudicaría.- y suavemente beso su mejilla.
Los ojos de Inuyasha se volvieron brillantes, miro intensamente a Kagome mientras sus mejillas tomaban un leve tono carmín y lentamente su "Colmillo de Acero" volvía a ser una vieja y ajada espada.
-Hasta que volvió a ser el mismo perro tonto de siempre- se escucho la voz de Shippo con un leve suspiro de alivio.
-Shippo no me provoques.. y tu comienza a hablar- ordeno fieramente al youkai que estaba a sus pies.
Habían pasado varias horas, todos se encontraban frente a un fogón, Kagome había preparado alimento traído de su época, el joven Ihrue les había relato toda su historia, ¿y como siempre el villano quien era?, Naraku, este demonio había hecho atacar a su tribu y actualmente los tenia esclavizados como marionetas, él debía rescatar a sus antepasados y liberar a sus almas para que pudieran reencarnar en sus nuevas crías, pero él salió muy mal herido de su batalla y sabia aunque le doliera que necesitaba de gente más poderosa que él.
-Y yo que gano con eso.- fue el duro comentario de Inuyasha -.a mi no me trae ningún beneficio-
-Inuyasha.- y la voz de Kagome sonó como una suplica, ella creía entender por lo que ese ser estaba pasando, toda su especie en peligro de desaparecer -.creo que deberíamos ayudarlo- y lo miro con unos ojitos, que Inuyasha por segunda vez en esa noche se sonrojo.
-Mi tribu tiene un tesoro.
-Creo que ahí cambia la cosa - lo interrumpió un risueño monje, mientras era golpeado por una molesta cazadora.
-Mi tribu tiene un tesoro.- y su mirada era clara advertencia por si lo volvían a interrumpir -.y se que es una de sus razones de búsqueda.- Inuyasha y Miroku lo escucharon entornando sus ojos -. en nuestra tribu hay fragmentos de la perla, y serian entregados como premio por su ayuda.
Inuyasha y Miroku se miraron, ambos no confiaban en él, no era necesario que hablaran sabían que debían estar alertas.
-Ya esta decidido, partimos mañana.- concluyo el monje -. y ahora a dormir que ya es bastante tarde-.
-WAUUU- y esa exclamación hizo que Miroku mirara a Ihrue y buscara la razón de su exclamación, y ahí estaba Sango, descolgado su ropa de las ramas del árbol, su cuerpo cubierto solo por esa delgada tela, que dejaba en evidencia más de lo necesario de su proporcionado cuerpo, y la poca luz que generaba la fogata traslucía su ropa dándole una impresión de estar complemente desnuda.
Miroku sintió que su sangre ardía, no tenia claro si era por la visión que tenia frente a sus ojos, teniendo a Sango tan cerca, tan seductora, y tan inocente que ni siquiera se daba cuenta lo que ella misma provocaba, o por la forma que esa bestia la miraba o en su forma ambigua de sonreír y lentamente al pasar a su lado le susurro al oído:
-Si la tocas, te juro que te mato- y en sus ojos había un destello de crueldad.
Continuara
Doy gracias a dos amigas que siempre me animan
Megumi014 Sakura Kinomoto
Por favor manden reviews para saber si les ha gustado
