Sango ha tomado una decisión, influenciada por el trato que ha recibido de Miroku, SERA LA CORRECTA?, esta podrá traer consecuencia para el resto de su vida.

Inuyasha no me pertenecen, Kagome tampoco, Sango menos y Miroku ojalá, sino imaginen lo que seria capaz de hacer con ellos.

La traición

Inuyasha mira al pequeño grupo desde su confortable escondite, las cosas parecen no ir muy bien por ahí.

-Kagome se ve triste, demasiado para mi gusto, habré hecho algo para dejarla en ese estado, pero no entiendo, yo me aleje de ella antes de cometer una barbaridad, que jamas me perdonaría…- piensa Inuyasha, sonrojándose -…no se que voy a hacer, mis impulsos al estar muy cerca de ella son cada vez más difícil de controlar, esto no me puede esta pasando, no de nuevo.

Inuyasha estaba perdido en sus pensamiento, cuando un sonido como un silbido lo pone rápidamente de alerta, y alcanza a escapar por un pelo de la peligrosa arma de Sango, no sin antes dejar una visible herida en su mejilla, de tan mala forma que cae vergonzosa y estrepitosamente del árbol y es acorralado en un par de segundos por Miroku e Ihrue.

Ve abalanzarse al youkai con su violento ataque de fuego, no tiene tiempo para protegerse, nada lo salvará en ese momento.

-Deténganse…- grita angustiosamente Kagome -…si lo atacas juro que te disparo…- y amenaza al youkai con su arco -…par de patanes, no ven que solo es un muchacho- y insensatamente se interpone, protegiendo con su cuerpo a un asombrado Inuyasha.

-Inuyasha…- dice bajito la joven en su oído -…te encuentras bien, no te lastimaron?

Inuyasha la mira, su estomago es invadido por mariposas, su voz sonaba tan angustiada, tan desesperada que le sonríe, calmando el miedo de la muchacha.

Piensa seriamente que es un caso perdido, basta una solo mirada, solo tiene que pronunciar su nombre para que él presente un cuadro penoso, pues siempre Kagome logra dejarlo vergonzosamente atontado y peligrosamente entusiasmado, ::: ustedes me entienden, cierto?:::

"No otra ves, Kagome no me toques así…" piensa un agitado hanyou, mientras ideas no muy santas asaltan su cabeza, ella le acaricia inocentemente su mejilla, sintiendo que su corazón palpita fuera de control.

Miroku mira la escena asombrado,

-Por lo visto la volatilidad es característico en algunas mujeres…- exclama molesto, absolutamente fuera de lugar, sintiendo que esta presenciando una sucia jugarreta contra Inuyasha.

Miroku se da cuenta que es observado con extrañeza por todos y demasiado tarde se da cuenta que hablo más de la cuenta.

-Nos puedes explicar que trataste de decir?…- escucha la agria voz de Sango y ambas jóvenes lo miran con cara de pocos amigos.

-Eso me lo reservo, y tu muchacho, acompáñanos, debo curar ese corte en tu cara- y prácticamente arrastra a Inuyasha hacia la fogata, separándolo bruscamente de Kagome.

Shippo, se despertó cuando todos llegaban al refugio,

-Inuyasha…- exclama el zorrito al ver llegar a este en su versión humana

-El no va estar por esta noche…- interrupe presurosamente Kagome, mientras le hace una señal para que no diga nada.

Ya habían pasado los primeros minutos de tensión,

-Disculpa, te confundí con un youkai- explica Sango avergonzada al supuesto muchacho, al mismo tiempo que su herida era tratada por Miroku.

-La verdad que te falta bastante para ser un youkai, solo eres una vulgar criatura- dice burlonamente Ihrue, lo que es reprobado por todos los presentes.

-Muchacho, disculpa a nuestra compañera…- dice suavemente el monje -…pero en estos momento su cabeza esta en otro lugar, nunca querría lastimarte- dice Miroku y dulcemente sonríe a la joven.

Sango, con los ojos desorbitados, mira a Miroku, y siente que sus piernas deja de sostenerla, y cae suavemente al suelo, la verdad es que no lo entiende, la estuvo tratando tan mal y ahora esto. Por qué justo ahora, después que ya tomo una decisión?, por qué ahora es amable y dulce?.

Sango se levanta y camina resueltamente hasta el monje, de un fuerte y preciso movimiento lo toma de su ropa y lo levanta, mira directamente a sus ojos, como esperando encontrar en ellos respuesta a lo que estaba pasando.

-Miroku, eres un tonto- y sus ojos se llenan de lagrimas y sin decir otra palabra se va y se sienta lo más lejos de la fogata y apoya su espalda en un árbol y oculta sus rostro en sus manos.

-Que pasa?, estas bien?- y levantando la cabeza mira los dulces ojos de Kagome.

-No, no estoy bien, Miroku solo juega conmigo, un día me basurea, y otro me mira y me habla de tal forma que siento que mi corazón se me va a salir del pecho…- le dice entrecortadamente, todavía estremecida por los sollozos -….el otro día en la aldea, cometí la estupidez de acordar cuando todo esto termine irme con Ihrue, porque me sentí tan miserable, solo bastaba ver a todos esa jóvenes, para darme cuenta que jamas seré como ellas, dulce, delicada, fina, solo soy una campesina, y exterminadora, mi cuerpo tiene horribles cicatrices, tu lo sabes, nunca podría estar desnuda frente a él y sentirme digna…- cuando es interrumpida por una fuerte cachetada.

-Kagome…- exclamó asombrada, mientras se tocaba la mejilla

-No vuelvas a decir que no eres digna…- y su voz sonaba enojada -… y no lo digo solamente porque eres mi amiga, ese día quien se comportó mal fue él, y muy mal, fue feo lo que dijo, aunque de verdad lo comprendo…-

-A que te refieres…- la interrumpió , la cara de Sango era un poema

-Te acuerdas como me pongo cuando Kikyo aparece o se acerca mucho a Inuyasha, no te parece conocido?-.

-Kagome…- dijo Sango tomado a su amiga de los hombros y mirándola ansiosamente -… tu crees que Miroku esta celoso?…-

-Pero si es obvio, si hasta un niño se daría cuenta…- fue la simple respuesta de Kagome, extrañada que su amiga no se hubiera dado cuenta.

Los cuatro hombre (no perdón, un hombre, un youkai, una cría de zorro de fuego y un hanyou), se miraron extrañados.

-la verdad no entiendo a las mujeres...- fue el simple comentario de Miroku que reflejaba el pensar de todos al ver a una muchacha, que hace unos segundos casi echaba fuego por la boca y lloraba inexplicablemente, pero que ahora reía y abrazaba muy emocionada a otra chica.

-Kagome, me puedes hacer un favor-

-Claro, solo dime-

-En 5 minutos dile que se encuentre conmigo en el bosque- y su sonrisa era absolutamente enigmática.

Kagome la vio marcharse y de verdad se sintió un poco celosa, Sango era decidida y la verdad es que Miroku la quería, solo había que esperar que las cosas se arreglaran entre esos dos.

-Espero que él se controle, sino...- penso Kagome poniendo cara de circunstancia -…ojalá mi caso fuera tan simple, y que este tonto sintiera algo por mi, pero él todavía la quiere… :::silencio::: … pero hoy no me voy a deprimir por eso.

-Miroku…- dijo silenciosamente la joven al sentarse al lado del monje -… Sango te espera el bosque, apúrate.-

Cuando el monje se esta levantando, Kagome lo detiene del brazo -Sabes que puede ser bastante cruel, cierto?- y Miroku la miro sin entender nada.

En el bosque, bastante alejado del refugio Miroku buscaba a Sango, la verdad que estaba un tanto nervioso, las reacciones de su cuerpo demostraba el estado en que se encontraba, sentía un nudo en la garganta, su estomago daba saltos que al unirse a los pálpitos de su corazón lo tenían en claro cuadro de ansiedad y estrés.

-Miroku detente…- y Sango salto de un árbol hasta caer frente al monje

-Miroku, necesito saber algo…,

:::silencio:::

-Dime que sientes por mi…?- en esta pregunta la joven había puesto todas sus esperanza, miró al monje y en sus ojos había tantas emociones que con fuerza los cerró, no dejaría tan expuesto su corazón, no si él solo la lastimaba de nuevo.

-De verdad importa algo, tu ya escogiste, nada de lo que yo diga ahora tiene importancia- le dijo el monje cabizbajo.

-Miroku deja de comportarte como un niño…- le dijo la exterminadora molesta -…solo contéstame.

Miroku, mudo, deprimido y cabizbajo.

-Nunca sentiste nada por mi…- dijo la muchacha tristemente, mientras giraba su rostro y se marchaba.

-Sango…

-No te vallas, por favor, no …- fue la suplica del joven.

-Hasta cuando mierda juegas conmigo…- fue la brusca respuesta de Sango. (ya se que Sango no es grosera, pero entiéndanla, Miroku con esa actitud saca a cualquiera de sus casillas)

-Me vuelvo loco….

Sango lo miro, no entendía nada.

-Cuando veo que le sonríes, cuando te acaricia, cuando te sonrojas, cuando se miran a los ojos como si nosotros no importáramos, cuando lo sigues con la mirada…- exclama atolondradamente y suavemente se sienta en el pasto.

-…cuando suspiras, cuando pienso que te convetiras en su mujer, cuando me mira y se burla, cuando me susurra que ya te perdí, que ya no podré intervenir...

-Miroku, que fue lo que dijiste?- le preguntó la joven en cuclillas al lado del monje más confundida que nunca.

-Todavía no entiendes verdad?, de verdad puedes ser tan inocente?…- mientras que con su mano izquierda le corre un mechón de cabello que no le dejan ver sus ojos.

-Los dos estamos enamorados, peleamos por ti y yo perdí.

La verdad es que no termino de escuchar, solo pensaba una y otra vez en lo dicho por Miroku "Los dos estamos enamorados"

-Me amas….- le pregunto asombrada.

El la miro extrañado

-Acaso no se nota?, me he estado comportando como un estúpido desde que él llego, trato de decirte algo agradable pero….- pero no puede seguir hablando, un par de suaves labios aprisionan su boca.

Miroku se descoloca, la joven rompe el beso y se aleja, sin pensarlo y en un gesto de total desesperación toma a la muchacha de la cintura mientras sujeta una de sus manos, la atrae hasta su cuerpo y la besa, la besa como siempre soñó

Apasionado

Verdadero

Anhelante.

Sango no puede pensar en nada, no razona, toda su vida se traduce en ese beso, nunca penso que un beso podría ser tan intimo, tan húmedo, tan cercano, Miroku la abraza cada vez más fuerte (como si eso fuera posible), la chica solo siente que se puede perder toda una vida en el calor y aroma del hombre.

Cuando terminan el beso se da cuenta que esta completamente tendida en el pasto, Miroku con una suave sonrisa la mira, no se había equivocado, Sango es absolutamente inocente, inexperta, pero apasionada.

Sango no quiere pensar, no debe pensar, solo quiere quedarse una eternidad entre sus brazos, sintiendo sus labios, bebiendo de su boca, y acercándose a él, lo besa, lo besa apasionadamente.

Los besos siguen, las caricias aparecen….

Miroku la siente, la besa, pero sabe que deben detenerse

-Sango detente…- y el gime al sentir los labios de la joven acariciando su cuello -…detente…- y la separa de su cuerpo, mientras trata de controlar la situación y su respiración.

Sango lo mira asombrada, molesta, triste

-No me deseas…- pregunta temerosa la joven.

-Sango, de verdad que eres inocente…- mientras ríe y le da un suave beso en los labios -… estoy ardiendo, no te lo niego, pero no voy a robar tu inocencia en este lugar, mereces algo mejor, mereces alguien mejor…

-Si vuelves a decir eso te golpeo.

-Sango te lo digo en serio, deseo amarte, pero no aquí, no entre estos matorrales, deseo besar cada marca, cada cicatriz, cada curva de tu cuerpo, besar tus pechos, tu cintura…- y acercándose le murmura unas palabras al oído.

Sango esta completamente roja.

La proposición es bastante "INDECENTE" pero no por eso dejaba de ser estimulante y de golpe se da cuenta de su estado, en que momento había quedado así?, la parte alta de su traje estaba abierta dejando mucho más de lo indicado a la vista del monje, y que decir del resto de la ropa, estaba mucho más arriba de sus muslos, y él tampoco estaba en su mejor momento, el pelo desordenado, el manto azul que siempre lleva estaba debajo de ellos, con gran parte de su pecho al descubierto, con sus labios con un fuerte color carmín, y con una mirada que haría que cualquiera se derritiera.

Suavemente le da un beso, cuando la joven da un bote…

-Perdona, hay costumbres que cuesta romper- sonríe cínicamente , mientras retira rápidamente su mano

Sango no sabe si golpearlo o besarlo, la verdad es que sintió una descarga eléctrica cuando sintió su atrevida mano.

-INUYASHAAAA…..- fue el desgarrador grito de Kagome, y rápidamente se levantaron y corrieron hasta el refugio, escuchando fuertes estruendos.

Continuara

Solo falta poquito, un solo capitulo, pero sino iba a quedar este demasiado largo, espero que hallas disfrutado la escenita entre Sango y Miroku

Agradezco a Sakura y Megumi014, por acompañarme siempre.

Lo que le dijo Miroku a Sango al oído queda a su imaginación, no creo que quiera que yo sea tan gráfica porque lo puedo ser y mucho.