Capitulo 7 Una noche en los bosques de Lorien

Cuando salieron de Moria era un poco antes del medio día, caminaron sin descansar hasta llegar a los bosques de Lorien todos quedaron maravillados por la belleza de ese lugar, caminaron unos cuantos metros adentrándose en el bosque, pero pronto fueron interceptados por una comitiva de elfos que al parecer estaban esperando su llegada, uno de los elfos se adelanto:

-bienvenidos a los bosques del señor Celeborn y la dama Galadriel. Yo soy Haldir capitán de la guardia de Lorien, estábamos esperando su llegada hace días, ¿a quien tengo el placer de conocer?- esto ultimo lo dijo mirando a Ciryatan con cierta alegría en su rostro pues eran buenos amigos

-capitán Haldir he aquí a la comunidad del anillo, él es Aragorn hijo de arathor, Boromir de Gondor, Lesla hija de Refar nuestra sanadora, Legolas elfo príncipe del bosque negro, Gimli enano hijo de gloin y Elentari doncella guerrera del valle del atardecer -respondió Ciryatan

Haldir los miro a todos y luego se dirigió a Gimli

-bienvenidos todos, pero tu señor enano no podrás adentrarte mas a estos bosques-

-capitán Haldir creo que la enemistad entre elfos y enanos debe ser olvidada en estos momentos tan oscuros, no os parece-dijo Elen con voz autoritaria, Haldir y los demás se quedaron absortos con la hermosa voz que salía de esa túnica púrpura era como si los arroyos, las aves, el viento cantaran la mas hermosa de las melodías. Haldir reacciono diciendo cortésmente

-mi dama, se que eres la portadora del anillo, pues mi señora Galadriel me lo ha dicho, por eso mis respetos, pero creo que en este asunto usted no puede intervenir son ordenes de mis señores.

-Haldir, creo que aun no sabes lo suficiente de mí ¿acaso la dama Galadriel no te dijo que soy su hermana? ,Sé que eso no me da derecho de refutar sus ordenes, solo siento que ella pensaría igual que yo en esta situación, yo nunca he estado cerca de ella, pero se que es justa y sabia

-¿qué?¿Eres la hermana de mi señora?- dijo sorprendido el elfo

-si lo soy y te pido por favor que dejes entrar al señor enano a los reinos de Lorien, ha demostrado valentía y lealtad, y no te preocupes yo me haré responsable por el ante tu señora- dijo Elen con suavidad

Haldir accedió y les informo que por este día tendrían que pasar la noche en el bosque, ya que la noche se avecinaba y tenían que descansar, después el capitán de la guardia de Lorien los llevo a un pequeño claro donde se levantaban unos gigantescos árboles

-hemos llegado, aquí pasaran la noche- dijo indicándoles en que árbol subir cada uno

-vamos a dormir en los árboles-exclamo Gimli desconsolado

-Sí. Señor enano, lo siento pero por hoy tendrás que hacerlo, pues el enemigo ronda cerca y hay que prevenir-exclamo Haldir mientras subía por uno de los árboles dando una mirada extraña a Aragorn, los demás elfos de su comitiva lo siguieron, todos los integrantes de la comunidad subieron a los árboles asignados, aunque Lesla y Gimli tuvieron serios problemas para hacerlo. Cuando subieron todos vieron unas plataformas sin varadas ni techo, pero las ramas y las hojas de los árboles hacían estas funciones, después de comer Haldir les permitió bajar y dar un paseo por los alrededores.

Legolas se sentía como en su hogar, el estar entre los hermosos árboles lo hacia sentir feliz, camino un poco y al fin se acostó en el pasto lleno de pequeñas flores blancas, poniendo sus manos cruzadas bajo su cabeza.

-¿estas seguro que le amas Legolas?-se dijo así mismo-¿mira que en realidad no le has visto?¿Y si es horrible?¿ Y tapa su rostro porque esta desfigurada?¿ Que harías?-y como respondiéndose a sí mismo –no importa por que ese dulce corazón y ese espíritu imperturbable son más bellos que las mismas estrellas-y sonrió al sorprenderse pensando esas cosas.

De pronto alguien que lo había estado siguiendo y observando todo el tiempo se acerco (aunque este no escucho nada de lo que se dijo así mismo)y se puso encima de la cabeza de Legolas:

-Té molesta sí té acompaño-dijo una voz

Legolas levanto la mirada y vio a Aragorn que lo miraba extrañamente

-no, no me molesta- respondió Legolas sentándose. Aragorn se sentó a su lado

-te sientes bien en este lugar, ¿verdad Legolas?-pregunto Aragorn

-si es hermoso, aun en invierno-dijo el elfo volviéndose a acostar como estaba anteriormente, Aragorn lo miro y no pudiendo aguantar mas, tomo el rostro elfico y beso los labios de Legolas. Legolas se quedo petrificado, fue tanta su sorpresa que no reacciono de ninguna manera, y Aragorn viendo que no era rechazado se puso sobre el elfo y comenzó a buscar con su lengua una entrada a la cerrada boca del príncipe,

una espada elfica resplandeció a la luz de la luna, poniéndose hábilmente en el cuello del heredero de isildur, por fin Legolas pudo salir de su sorpresa y reaccionar, tomando su espada y poniéndola en el cuello del montaraz

-quítate de encima, hijo de arathor ¿acaso has perdido la cordura?-amenazo el elfo mientras el mortal se levantaba, dejando ver una gran palidez en su rostro, al fin ambos estuvieron de pie, pero Legolas seguía amenazándolo con la espada

-habla Aragorn-dijo Legolas con voz autoritaria

-si Legolas he perdido la cordura, pero por desearte a ti-dijo Aragorn firmemente

-pues olvida ese deseo montaraz tonto, no quiero nada contigo y si algún día he de quererlo yo mismo te lo pediré, no olvides que soy un príncipe elfo, no el amante de un hombre mortal- añadió el elfo enfadado

-acaso nunca has estado con elfo o hombre alguno-dijo Aragorn desafiante

-no debería responderte pues es mi vida intima, pero lo haré para que dejes de molestarme-dijo el elfo mientras guardaba su espada y añadió- muy bien sabes que si lo he hecho, he vivido 2000 años o lo olvidas, soy elfo y eso es normal entre nuestra raza, o también lo olvidas

-no, no lo hago, ¿entonces porque me rechazas?-exclamo indignado el mortal-

-Aragorn... - dijo Legolas con una sonrisa sarcástica- si estuviera interesado en ti yo mismo te buscaría, así que deja tu necedad si no quieres que un sable elfico te corte el cuello, pues a mi no me importa si eres la salvación de Gondor o de cualquier otro pueblo, si vuelves a intentar algo parecido no vivirás para recordarlo- y con estas palabras el elfo se marcho en busca de aquella a quien había decidido confesar su amor.

Legolas camino por el bosque tratando de olvidar lo sucedido anteriormente, después de un rato de caminata diviso a Elen sentada en el tronco de un árbol caído:

-Aiya, amiga mía-saludo Legolas mientras se sentaba al lado de Elen

Elen no dijo nada ella estaba confundida no sabia que sentir, que hacer, ella no podía amar.

-¿qué tienes Elentari?-dijo Legolas preocupado

-nada –la voz de Elen se escuchaba triste

-vamos Elen no me mientas, se que te pasa algo, no olvides que soy tu mejor amigo de la compañía-dijo el elfo mientras se levantaba, se ponía de rodillas frente a Elen que dando a la altura de su rostro y le sonreía.

-Legolas eres mi mejor amigo de todo el mundo y lo sabes, pero........-Elen bajo la cabeza-amo a alguien-añadió tristemente, el rostro de Legolas palideció...ya alguien había tomado el lugar que el deseaba.....Elen siguió hablando:

-yo te había dicho Legolas que yo no podía amar o bueno eso es lo que entiendo de las reglas de mi misión

-Elen.......yo ......yo creo que debes se leal a tus sentimientos, es una ley elfica, has lo que te diga tu corazón-Legolas se sintió desfallecer cuando dijo esto, la estaba alejando de el ,aun así se sintió feliz al sentir que bajo aquel manto un rostro que sonreía.

Elen levanto la cabeza y sonrió al escuchar las palabras de Legolas, el tenia razón ella debía hacer lo que le decía su corazón, pero su alma se estremeció cuando poso su mirada en los hermosos ojos azules de aquel elfo...vio dos lagrimas rodar por las mejillas pálidas de aquel hermoso rostro, ella no pudo evitarlo, se abalanzo a sus brazos y lo abrazo con fuerza, con dulzura, con amor.....Legolas la recibió sorprendido , pero feliz...la luna brillo mas, y el viento canto suavemente entre las hojas de los árboles , al encontrar aquellos cuerpos abrazados que sin decir palabras se confesaban amor sin saberlo ..Parecía para ambos que el tiempo se hubiera detenido, al fin se separaron pero las manos seguían unidas.

-Elen se que nunca te lo he preguntado, dime que escondes tras esa mascara, confía en mi, no me importa lo que sea, -un pensamiento cruzo por la mente de la elfa, era el momento de probar si a Legolas le importaba su belleza o no

-Legolas.......................mi rostro.....esta........... .desfigurado-Elen disimulo su mentira agachando la cabeza. Legolas la miro tiernamente:

-no importa Elen, con tu corazón obtendrás el amor de aquel a quien añoras

-Legolas yo..................... te amo a ti-dijo Elen con una voz mas dulce que la miel

Legolas la miro, no lo podía creer, era él a quien amaba, él había pensado que era a Ciryatan, Legolas tomo el rostro de Elen suavemente y dio un pequeño en sus labios por encima de aquella suave tela púrpura ,como añoraba besarla y demostrarle lo mucho que la amaba.

Elen vio en los ojos de Legolas un amor infinito y sintió miedo, miedo de no ser capaz de cumplir su misión, miedo del destino del anillo, y se pregunto ¿acaso el amor contra el destino del anillo triunfaría?.

Ambos seres se abrazaron, de repente Elen sintió que en su pecho crecía una luz tenue, sin que Legolas lo notara tomo su collar y vio el anillo, el anillo que no la dejaba entregarse por completo a aquel que amaba, pero antes que de que la desesperanza llegara a su corazón vio como la estrella que también pendía de aquella cadena brillaba tenuemente.

En ese instante todo comenzó.....todo............