La noche se acababa, y Elen se sentía agotada, se sentía confundida, quería pensar, quería descansar:
-Legolas, es tarde debemos volver-dijo la elfa mientras se separaba del elfo, y miraba los intensos ojos azules llenos de amor
no sé que hacer, de veras que no lo sé,
me estaré equivocando,
no sé si esto es un error o no,
tengo miedo,
tengo miedo de no poderte amar,
pero ya te amo, no hay solución ahora,
ya no puedo escapar de ti,
ya es demasiado tarde,
no se puede escapar de su propio corazón,
no se puede escapar del amor
-tienes razón, amada mía –replico Legolas mientras la tomaba una vez mas en sus brazos.
No quiero que se acabe este momento,
No quiero que te vayas ni un segundo,
quiero tenerte en mis brazos por siempre,
odio que se acabe el tiempo,
odio tener que separarme de tu cuerpo,
no quiero dejarte ni un momento,
amada mía,
odio que el tiempo se acabe cuando estoy contigo,
pero esto apenas es un momento,
Yo estaré contigo siempre.
Al fin ambos se separaron y caminaron cogidos de la mano hasta llegar bajo el árbol que se le asigno para dormir a Elen y Lesla, todos dormían, menos algunos elfos que hacían guardia y que no prestaban ninguna atención a aquella pareja que se despedía:
-Legolas, quiero pedirte algo-dijo Elen, mientras soltaba la mano de Legolas-por favor no le digas a nadie, lo que ha pasado.
-no te preocupes amor mío, no lo haré, no tenias que pedírmelo, se lo difícil que es para ti esta situación, tu ya me lo habías explicado todo...............-el elfo hizo una pausa y Elen vio como los ojos de aquel a quien amaba se llenaban de angustia-pero por favor no me pidas que me aleje , yo te amo, se que tu tienes una misión, que estar conmigo implicaría un enorme sacrificio para ti, pero yo te amare y estaré contigo en todas partes y estaré a la altura de tu sacrificio, por favor..........- fue interrumpido por un dedo que dulcemente le cerraba la boca
-no digas mas mi amado elfo-Legolas no pudo evitar sonrojarse de felicidad a oír de la boca de su amada dama "mi amado"-hay cosas que no se solucionan fácilmente, no pienses en eso, ahora estoy aquí-las palabras de Elen fueron poco tranquilizadoras para el elfo pero no dijo nada.
Por favor, dime que estarás siempre,
Yo estaré te lo juro,
Yo estaré contigo,
Yo no dejare que sufras,
Sé que para ti este sacrificio es grande
Y eso me hace amarte mas,
Mi amor estará a la altura de tuyo,
A la altura de tu sacrificio,
No te pido mas nada,
Dime que me amas por favor
-te amo Legolas-las palabras ansiadas por el elfo fueron dichas, Legolas la beso en la frente con ternura- ángel mío hasta mañana-añadió Elen, mientras subía ágilmente por el árbol
déjame pensar,
déjame aclarar mi mente,
no te dejare, no me separare de ti,
te amo, aunque esto me cueste la vida,
Perdóname, pero debo pensar,
Solo te pido que me entiendas,
eso y nada mas
Legolas vio como la elfa desaparecía entre las ramas del árbol, y con paso lento llego hasta el talan asignado para si.
-bueno, mañana será otro día-se dijo a sí mismo y subió rápidamente al árbol
Legolas estaba un poco intranquilo Aragorn esta allí, y no quería que se le acercara mientras dormía, pero al fin pudo dormir, no creía que Aragorn hiciera algo con Boromir cerca y mucho menos después de él haberlo amenazado.
Mientras tanto Elen pensaba en que hacer y al fin tomo la decisión de dejar que el tiempo le diera la respuesta, aunque le pediría a su hermana Galadriel consejo, además ya estaba harta de cubrirse el rostro y también pediría a su hermana alguna opinión sobre eso.
-que diría Gandalf, mago imprudente no debió enfrentar ese monstruo, yo se que el esta bien, siento su presencia, pero lo extraño, lo extraño mucho-se dijo Elen entre murmullos-bueno Gandalf creo que no seguiré mas tu consejo, pero antes le preguntare a mi hermana, no quiero cometer un error, aun no entiendo por que me pidieron esto, no lo creo necesario yo se cuidarme sola si la razón es porque alguien se quiera sobrepasar, bueno ya basta de pensar Elen, debemos dormir-Elen durmió aunque intranquila.
Llego el nuevo día, Elen y Gimli hablaban sentados en un tronco caído, pues habían sido los primeros en levantarse y ya tenían todo listo para seguir su viaje, de pronto alguien se acerco y le cubrió los ojos de Elen:
-¿quién es?-pregunto la elfa sorprendida
-vamos dile quien eres-dijo el enano riendo--es un elfo loco- añadió Gimli soltando una enorme risotada
-¡Gimli!-protesto el elfo
-¡Legolas!-exclamo sonriente Elen. Legolas destapo los ojos de Elen para dejarle ver una pequeña pero muy hermosa florecilla que él le ofrecía a su amada
-gracias Legolas-dijo Elen tomando la flor con delicadeza
-por fin sé lo dijeron-dijo Gimli mientras se levantaba
Legolas y Elen se miraron:
-¿qué dices Gimli?-dijo asustada Elen
-no te hagas la que no sabe Elen, ni tu tampoco elfo loco, yo ya lo sabia ambos se aman o ¿me equivoco?.-dijo Gimli sonriente
-por que? Se nota mucho?-pregunto Elen con voz susurrante
-no , no es eso, es solo que yo lo note, pues tu Elen preguntas mucho por este elfito- dijo esto dándole una palmada a Legolas.- Y tu Legolas te preocupas mas por elen que por ti mismo, pero no se preocupen nadie mas lo ha notado-dijo cerrando un ojo-y no se lo diré a nadie mas, un cómplice no les quedara de mas ¿verdad?-añadió el enano sonriente.
Elen y Legolas se miraron y luego miraron al enano, cuando todos tres chocaron sus miradas no pudieron evitar reírse.
-gracias Gimli- exclamo el elfo-sabes un cómplice si nos serviría de mucho enano glotón
-si Legolas tiene razón es bueno contar con alguien-dijo Elen aliviada.
Las risas fueron interrumpidas por Aragorn que los llamaba a continuar, era media mañana y caminaron todo el día guiados por Haldir y otro cinco hombres de la guardia de Lorien, Legolas, Gimli y Elen caminaron juntos hablando y riendo, Ciryatan caminaba junto con Haldir y Aragorn, Lesla y Boromir hablaban con los demás elfos que los acompañaban preguntando por cosas de aquella bella tierra, cuando las estrellas comenzaron a aparecer llegaron a Caras Galadom, tuvieron que rodear la ciudad pues un foso les impedía la entrada y además las puertas de la ciudad estaban en el lado opuesto, por fin de una larga caminata llegaron a las puertas, para ese entonces la ciudad irradiaba luces como si las estrellas hubieran caído sobre ella, entraron en la ciudad y comenzaron a ascender por muchos senderos hasta llegar muy alto, al fin vieron un prado donde había una hermosa fuente iluminada por lámparas de plata, cerca de allí tres elfos los esperaban para llevarlos ante los soberanos de aquellas tierras y con ellos había alguien mas era Airë que había venido con unos elfos de Lorien que pasaron por el valle del atardecer y ella decidió acompañarlos, pues quería ver a su amiga que muy bien sabia pasaría por allí:
-aiya Elen-dijo aire mientras abrazaba a Elen
-Airë que haces aquí-dijo Elen sorprendida
-vine ha verte, te he extrañado mucho y traigo también un mensaje para la dama Galadriel- dijo esto mostrándole una carta.
Toda la compañía miro aquella escena con extrañeza:
-no me presentas a tu amiga Elen-dijo Ciryatan acercándose, a pesar de que el elfo había ido tantas veces al valle del atardecer nunca se había conocido con Airë, solo la había visto un poco antes de partir sin reparar que aquella elfa era bastante bella.
-claro Ciryatan, ella es Airë-y luego la presento a toda la compañía.
Después de un momento de espera entraron en donde los señores de aquella ciudad los saludaron a todos cortésmente, mientras todos, menos Lesla que miraba celosa, admiraban la enorme belleza de la dama, Aragorn contó todo lo sucedido en el camino y la perdida de Gandalf, pero Galadriel quito de la comunidad esa idea al contarles que Gandalf había estado ahí esa mañana mas no les dijo nada mas, luego dirigió palabras directamente a las mentes de los visitantes dándoles advertencias y consejo, cuando llego donde Legolas le dijo:
-príncipe de elfos, no quieras obligar a los capullos de las flores abrir ten paciencia el tiempo te dará la respuesta y lo que añoras será tuyo, aunque una niebla cegara tu corazón y habrás de caer por ello.
Legolas no dijo nada esas palabras eran profundas, pero las había logrado entender. Galadrien miro a Elen, a su hermana y no le dijo nada.
Después de que los señores dieron la bienvenida a la comunidad invitándolos a quedarse un tiempo en su reino, todos se marchaban guiados por Haldir a sus habitaciones, entonces Galadriel le hablo a Elen:
-hermana mía quédate un momento mas, tenemos mucho de que hablar-dijo la dama blanca sonriéndole.
Elen se quedo y cuando todos hubieron salido menos Celeborn, Galadriel se acerco a Elen prodigándole un gran abrazo:
-cuanto tiempo he deseado verte hermana mía-exclamo Elen
-yo también Elentari- y dirigiéndose a su esposo- Celeborn amado mío he aquí a mi hermana Elentari, la hermosa, la más bella
-mucho gusto en conocerte dama Elentari-dijo Celeborn dejando salir una sonrisa de aquel serio rostro
-el gusto es mío, mi señor-dijo Elen haciendo una reverencia
-las dejo veo que tienen mucho de que hablar-dicho esto Celeborn abandono la sala
Galadriel llevo a Elen a otro sala mas pequeña que la anterior, pero mas hermosa.
-mi hermana déjame verte, me han dicho que eres hermosa, muy hermosa-dijo Galadriel sonriente
-¿quién te lo ha dicho? pues creo que ha exagerado-pregunto Elen
-Ciryatan, el noble guerrero Ciryatan me lo ha comentado-respondió Galadriel.
Elen se quito la manta
-vaya que Ciryatan se quedo corto hermanita-exclamo sorprendida la dama elfica-y no me preguntes que opino de tu secreto, pus ya se que me deseas preguntar-dijo seria la elfa-mira Elen Gandalf y Lutenor querían evitar algo, pero han fracasado con el tiempo sabrás a que me refiero, creo que ahora no es necesario que te cubras pues la oscuridad ya te ama mi bella niña, ya nada se puede hacer.-dijo con un rostro triste-pero no te preocupes eres fuerte y sabrás que hacer-cambiando su tristeza por una bella sonrisa
-entonces ya no tengo que usar esto-dijo levantando la manta
-no, ya no es necesario, Gandalf antes de irse esta mañana me lo comento-afirmo Galadriel
-gracias hermana mía ya estaba harta de verdad, pero quiero preguntarte algo mas......
-de Legolas-interrumpió la dama blanca
-si, de él- dijo con voz apesadumbrada Elen.
-mi hermana lo único que puedo aconsejarte es que debes seguir tu corazón, haga sentir feliz, has lo que sientas-dijo la dama mientras tomaba de la mano a su hermana y la guiaba por unos pasillos que se inclinaban hacia abajo
-quiero pedirte algo- dijo Galadriel después de un rato-no te muestres a nadie, quiero que les des una sorpresa, en especial a Legolas.
-eres una picara hermana para ser una dama elfica-sonrió Elen aprobando el comentario de su hermana
al fin llegaron a un prado grande y hermoso donde Galadriel había preparado un lugar para su hermana, caminaron un pequeño trecho y llegaron a una casa de paredes blancas adornadas de enredaderas de flores blancas y amarillas y alrededor de la casa habían grandes y hermosos mayor de donde pendían pequeños farolitos que irradiaban tenues luces blancas, ambas entraron en la casa era un lugar bellísimo en la primera habitación el piso era lleno de pequeñas florecillas que creaban una suave y hermosa alfombra blanca, luego al internarse mas en la casa el piso era de mármol blanco, en todas las ventanas habían cortinas largas de color blanco y del techo salían también hermosas cortinas marfil que hacían las veces de paredes, cientos de flores salían de todos lados del techo, de las paredes , de el suelo, al fin Galadriel la llevo a su cama, Elen quedo sorprendida era una cama grandísima con hermosos almohadones y sabanas blancas, alrededor de ella habían lámparas que daban una luz como si la luna llena la iluminara, varias cortinas caían alrededor de ella dándole un aire romántico y sereno y una gran ventana blanca dejaba entras entre sus cortinas un cálido pero fresco viento, Galadriel la llevo hasta la cama, a un lado estaba su equipaje y sobre la cama había una bata de seda blanca, Galadriel le indico que se la colocara, así lo hizo Elen después de darse un rápido baño en una bella tina, mientras su hermana le organizaba un vestido para que usara al otro día, después Galadriel la acostó en la cama con suavidad, cubriéndola con las sabanas de seda
-duerme mi hermana-dijo Galadriel dándole un beso en la frente-esta será tu casa desde hoy hasta siempre.
-gracias hermana mía-dijo Elen sonriéndole
-descansa mañana será un gran día para ti, haré una fiesta en honor a los visitantes- y diciendo esto se levanto y se fue. Elen durmió ese día tranquila, soñando con su elfo, con Legolas.
Mientras tanto los demás visitantes fueron invitados a una celebración en honor a ellos al anochecer del otro día y luego fueron conducidos a unas hermosas habitaciones adornadas con exquisita belleza, las habitaciones quedaban en una casa grande que se encontraba a unos cien metros de la casa donde se hallaba Elen.
Legolas se aseo y se durmió rápidamente pues estaba agotado, pero no sin antes pensar en su amada Elen
Mi amada cuanto té extraño,
Te amo, te amo,
Hoy soñare contigo
Para mañana amarte aun más,
Para extrañarte mas que ahora,
Para desear besarte mas que hoy.
