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nota: en este capitulo los pensamientos están en negrita
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Elen se fue rápido a la casa que su hermana le había asignado, mientras caminaba a su destino pensaba en aquel atractivo elfo, había sido muy cortes con ella, pero las palabras que le dijo eran misteriosas y profundas, además aquel elfo la había atraído hacia él con solo decir unas palabras, había sido como si algo la hubiera empujado a ir hacia donde el se hallaba, pronto sus pensamientos pasaron inadvertidos aquel suceso para concentrarse en su amado Legolas. Elen llego a la casa y allí Galadriel la esperaba:
-aiya, hermana mía-saludo Elen abrazando a su hermana
-aiya bella Elen, ven he pedido que nos sirvan el desayuno aquí en tu estancia.-dijo Galadriel correspondiendo el abrazo de su hermana
Ambas elfas entraron y se dirigieron a una hermosa salita donde había una mesa para dos personas, allí estaban servidos varios alimentos en bellas bandejas de plata, mientras dos platos de vidrio con hermosos adornos aguardaban ser utilizados, las hermanas se sentaron y comieron tranquilamente mientras conversaban
-mi hermanita-dijo Galadriel con una mirada iluminada-se me a ocurrido una gran idea-añadió Galadriel
-dime Galadriel-dijo Elen mientras miraba cual de los manjares comer
-pues...voy a anunciar que la fiesta de hoy será de disfraces, y haré también un baile-dijo Galadriel mientras dejaba su elegancia habitual para aplaudirse a sí misma-si , ya estoy harta de las celebraciones frías y aburridas, además estoy muy feliz de tenerte aquí conmigo-dijo halando de los cachetes a Elen que se encontraba intentando tomar un postre que había junto a ella.
-ay, cuidado casi me caigo sobre ti-rió Elen
-oye, pero préstame atención, deja de mirar los postres, si no fuera por que son hechos con ingredientes especiales ya te hubieras enfermado-sonrió la dama blanca mientras notaba lo bien que se sentía con su pequeña hermana.
-te he escuchado y me gusta la idea –dijo Elen limpiándose la boca
-bueno entonces que se haga, espero que a mi amado Celeborn también le agrade mi idea-exclamo Galadriel –aparentemente es muy serio pero en muy dulce y alegre en el fondo sé que lo disfrutara, y cambiando de tema dime Elen¿ y Legolas?
Una cara triste apareció en el rostro de Elen
-ay hermana mía, yo le amo, pero no se que hacer, sabes que tengo una misión que cumplir y estoy casi segura que perderé la vida en ello, no quiero que el sufra por mi culpa.
-no digas eso mi bella hermana, tu no morirás, no pierdas la esperanza, en cuento a tu misión olvídala por los días que estarás en este lugar, y te repito has lo que te diga tu corazón.
Cuando terminaron dos jóvenes elfas entraron y organizaron la mesa mientras Elen y Galadriel se dirigían a la puerta, las dos jóvenes elfas miraban de reojo a Elen, nunca habían visto tan hermosa dama, su reina y señora que era una de las más bellas damas elficas parecía solo un simple cristal ante aquel bello diamante.
-bueno Elen debo irme, te espero antes de la celebración para darte un disfraz que yo misma prepare para ti-dijo sonriendo Galadriel-ah, se me olvidaba Airë te esperara junto conmigo, ella te manda saludo......... y otra cosa vino un elfo de Rivendel, Glorfindel se llama, estuvo en el concilio de Elrond creo que le conoces, bueno el caso es que el viene anunciando la próxima venida que Arwen y otros elfos de Rivendel vendrán en algunos días -Galadriel beso a Elen en la frente y se marcho.
Elen entro en la casa las dos elfas habían terminado su tarea y ahora se disponían a retirarse
-con su permiso dama Elentari-dijo una haciendo una reverencia
-gracias por su atención jóvenes elfas-respondió Elen-¿podría preguntarles algo?
-por supuesto mi señora-exclamo la otra elfa
-¿sabrían decirme cuando vendrán los elfos de Rivendel?-pregunto Elen con cierta timidez
-dama Elentari, por lo que he oído decir en dos semanas llegaran aquí, aunque no puedo asegurárselo-exclamo dudosa una de las damas elficas.
-muchas gracias, pero por favor deja de llamarme dama, dime Elentari o Elen como te mas te guste-replico sonriente Elen
-esta bien Elen-respondió la otra elfa un tanto sorprendida, había creído que aquella elfa con tan asombrosa belleza debía ser bastante engreída, pero no fue así-con su permiso-dicho esto ambas jóvenes se retiraron sorprendidas por la dulzura y sencillez de aquella hermosísima elfa.
Legolas se encontraba caminando por los pasillos después de haber almorzado, se dirigió a aquel prado donde esa mañana había visto a la hermosa elfa, se sentó bajo un árbol que estaba al lado de el pasillo recostándose en el tronco de árbol a pensar en las muchas cosas que le habían pasado últimamente y en el gran amor que comenzaba a sentir hacia Elen, también otras inquietudes entraron en su corazón, inquietudes de cosas que había hecho o dejado de hacer y que tal vez ahora le hubiera gustado haber hecho, Legolas pensó y pensó hasta que..............
-buenas tardes príncipe Legolas.-Legolas miro sorprendido al recien llegado y al ver quien era lo saludo efusivamente mientras se levantaba
-aiya, Glorfindel, que alegría verte ¿cuándo has venido?-ambos elfos se conocían desde hace mucho tiempo, pues glorfindel viajaba muy seguido al bosque negro junto con Aragorn y se habían hecho excelentes amigos o hasta mas que eso.
-esta mañana he llegado, he venido como mensajero de Elrond a dar aviso de la llegada de su hija y otros elfos de Rivendel.-respondió sonriente Glorfindel
-¿y desde cuando amigo mío tu te has convertido en mensajero?¿Acaso no eres tu, uno de los señores de Rivendel?-pronuncio sorprendido Legolas
-pues me he convertido en mensajero desde que una persona muy querida para mi ha venido ha estas tierras-dijo el elfo de Rivendel mirándolo fijamente.
-y ¿se puede saber quien es esa persona?-dijo Legolas haciéndose el desentendido
-mmmmmmmmm.............no lo sabes, no te hagas el tonto sabes bien que eres tu-sonrió glorfindel
-bueno, lo sospechaba pero no podía asegurarlo, pues se de muchos que han pasado por tu vida después de mi y que por tu culpa nuestra relación no funciono-dijo Legolas algo molesto, pues hace mucho el había tenido una relación con glorfindel, pero por sus constantes infidelidades ambos decidieron separarse ya que glorfindel le gustaba disfrutar y Legolas prefería las relaciones estables así que Legolas estableció una relación con una elfa de Rivendel fracasando nuevamente, mientras glorfindel estaba con elfos y elfas por igual y en grandes cantidades.
-si, ya sé que fue por mi culpa Legolas, pero eso no quiere decir que no podamos divertirnos un poco-dijo glorfindel mientras abrazaba a Legolas y le apretaba las nalgas
-¡glorfindel!-protesto Legolas
-vamos Legolas ¿o vas a negar que no lo disfrutaste?-dijo glorfindel besando a Legolas
-¡glorfindel! ¡Alguien puede vernos!-dijo Legolas apartándose de los labios del otro elfo
-tienes razón, ¿por qué no vamos a otro lugar?-glorfindel dijo esto apartándose de Legolas
-glorfindel amo a otra persona-Legolas agacho la cabeza al decir estas palabras, no sabia porque pero glorfindel lo atraía enormemente
-¡que! ¿y has estado con esa persona?-exclamo sorprendido glorfindel "espero que esto no vaya a dañar mis planes, porque sino ese amigo mío me mata, se lo prometí"pensó el elfo de Rivendel
-bueno, no, ni siquiera le he besado-dijo Legolas titubeando
-pues entonces disfruta el poco tiempo que te queda antes de que seas capturado por los dulces brazos del amor definitivamente-sonrió glorfindel-¿acaso no me daras el gusto de tenerte por un momento?-añadió
-pero es que...no.......no puedo hacerlo-dijo Legolas tristemente, de verdad quería estar con glorfindel , pues aun le quería, aunque un amor puro y fuerte crecía rápidamente en su corazón.
-esta bien Legolas no te molestare mas, pero antes de despedirnos quiero mostrarte algo, ven acompáñame a mis aposentos, te ha traído una carta de tu padre-dijo glorfindel serio, había decidido cambiar de planes, pues veía que sus palabras no servían de nada.
-¡una carta de mi padre! Pero ¿cómo?-exclamo sonriente Legolas
-he viajado al bosque después de que la comunidad partió de Rivendel , y allí tu padre me dio una carta al saber que yo vendría aquí-glorfindel hablo mientras se encaminaba a sus aposentos seguido por Legolas, cuando llegaron a la habitación glorfindel busco en sus equipajes algo, que el príncipe pensaba era la carta, mientras tanto Legolas observaba el lugar donde estaba hospedado su anterior amante, era una habitación hermosa como todo en Lorien, una cama grande con grandes almohadones y suaves sabanas blancas, una mesita de noche, varios asientos, grandes ventanales con largas cortinas marfil y muchos adornos de gran belleza, Legolas se acerco a la cama para tocar lo mullida que esta era, ese fue el momento que glorfindel aprovecho para hacer una seña a su cómplice y arrojar al rubio elfo silvano sobre la cama
-¡¿qué haces glorfindel!?-dijo Legolas sorprendido y molesto
-nada de lo que te puedas arrepentir-y se puso sobre Legolas tomándolo fuertemente de las muñecas
-¡no! ¡Suéltame!-de nada sirvieron las protestas de Legolas, glorfindel comenzó a besar el cuello de el otro elfo que lentamente iba cediendo a esas caricias , eso era lo que se temía Legolas, el sabia muy bien que para el era difícil resistirse a las caricias de ese experimentado y dulce elfo, pero ya era demasiado tarde estaba entre sus brazos y ya no podría escapar. Todo esto fue observado por otra persona que se excitaba grandemente al ver al hermoso príncipe de mirkwood bajo los besos apasionados de su viejo amigo, y más se excitaba al saber que pronto el lo tendría entre sus brazos.
Legolas comenzó a disfrutar de los besos de glorfindel, el le había amado grandemente y ese amor aun no desaparecía, aunque de ese gran amor solo quedaba el deseo, nada mas.
-me encantas bella criatura te deseo enormemente-dijo glorfindel mientras hacia una seña a su cómplice para que se acercara y aprovechara la oportunidad.
Glorfindel se puso aun lado del otro elfo mientras le quitaba el saquillo y la túnica, Legolas se mantenía los ojos cerrados mientras el rubio elfo de Rivendel lo desnudaba por completo, de pronto unos labios comenzaron a deleitar su intimidad, pero los labios de glorfindel le besaban los labios
-¿qué esta pasando?-musito Legolas en medio de ese enorme placer, abriendo los ojos y comprobando que había otra persona aparte de glorfindel allí
-¡Aragorn!-exclamo enojado Legolas
-vamos Legolas disfrútalo, mi viejo amigo Aragorn ha venido a acompañarnos, no se tiene fácilmente a un rey besando tu..........-glorfindel beso a Legolas. Legolas se sentía incomodo nunca había estado con dos personas a la vez y menos con un mortal, pensó en retirarse, pero la excelente forma de trabajar de Aragorn le hizo olvidar este pensamiento.
Glorfindel puso su miembro en la boca de Legolas, mientras el heredero de isildur seguía disfrutando de ese delicioso bocado que tenia a su disposición, Legolas beso aquello que se le ofrecía con gran habilidad, mientras glorfindel acariciaba sus cabellos y gemía sin parar. Después de disfrutar de esa posición, Legolas tomo a Aragorn "le enseñare a este humano que es placer"se dijo Legolas para sus adentros, entonces Legolas puso a Aragorn bajo él, el mortal estaba sorprendido por el cambio de actitud de Legolas y se estremeció al darse cuenta de lo que el elfo tramaba, pues nunca había sido poseído,
Glorfindel por su parte besaba a Legolas en la espalda y al ver lo que Legolas se proponía con Aragorn le paso un frasquito con un aceite transparente, Legolas se acerco a Aragorn, mientras el montaraz lo miraba asustado
-¿qué pasa Aragorn? ¿Tienes miedo? Ya no te servirá de nada tenerlo, ahora tu serás mío.
Legolas unto el aceite, mientras glorfindel se ponía enfrente de la boca de Aragorn,
Legolas entro suavemente en Aragorn que dejo escapar un gemido de placer y dolor al sentir el viril miembro de Legolas penetrarlo lentamente, glorfindel lo callo introduciéndole su miembro en la boca. Legolas comenzó a moverse cada vez mas rápido haciéndole sentir al humano un placer enorme, mientras glorfindel gemía por causa de la boca que saboreaba su miembro, Aragorn movía sus caderas rápidamente, su boca lamía, besaba, mordía el manjar que disfrutaba mientras sus manos le ayudaban a no despegarse de su golosina acariciándola, glorfindel por su parte tomo con ambas manos la cabeza del heredero de isildur obligándolo a saborear su intimidad al máximo. ahora era el turno para glorfindel, Legolas y Aragorn se pusieron a ambos lados del elfo, Aragorn detrás y Legolas enfrente, Aragorn unto a glorfindel de aquel aceite y lo poseyó bruscamente mientras glorfindel dejaba salir un alarido de placer por el fuerte juego del mortal, las manos de glorfindel por su parte acariciaban al otro elfo que lo besaba en el cuello, los miembros de los elfos se rozaban haciéndolos reventar de placer, las manos de los tres amantes se confundían acariciando a uno y otro compañero.
Después de disfrutar de este momento los dos cómplices tomaron a Legolas y lo pusieron sobre la cama mientras las dos bocas se concentraban en besar la virilidad del joven elfo, Legolas acariciaba con ambas manos la cabeza de sus amantes, glorfindel y Aragorn besaban desesperadamente el miembro del elfo como si se lo quisieran comer, mientras sus manos acariciaban el abdomen, el pecho y las piernas de Legolas enérgicamente, glorfindel tomo la posición que desde que conoció a legotas había deseado tener, allí estaba su mayor deseo frente a el, pero Legolas noto lo que su antiguo amante se proponía, y se movió besando a glorfindel apasionadamente, mientras Aragorn seguía absorto la intimidad de Legolas
-déjame hacerte mío, mi amado Legolas, porque siempre te niegas, déjame enseñarte-dijo entre besos glorfindel
-no, glorfindel, sabes que no es de mi agrado-dijo gimiendo Legolas por las caricias que hombre y elfo le proporcionaban
así pasaron varias horas poseyéndose entre ellos, pero no a Legolas quien se las ingeniaba para no ceder ante las peticiones de sus acompañantes. Al fin los tres cayeron exhaustos Legolas se vistió rápidamente y se fue a sus habitaciones, glorfindel y Aragorn se quedaron dormidos abrazados en la cama, hasta el atardecer, cuando Aragorn se dirigió a sus aposentos pues pronto seria la hora de la fiesta que la dama Galadriel les había preparado.
Mientras Legolas caminaba a aposento después de haber dejado a sus dos amantes, comprendió que el amor que sintió por glorfindel había desaparecido por completo, y sé sintió vació dando por entendido que el necesitaba algo mas que simple placer, que el necesitaba amor, que necesitaba a Elentari, y que esta seria la ultima vez que algo así pasaría, porque fue en ese momento que el comprobó que su único amor era una elfa que nunca había visto
