Capitulo 13 El rostro de la mariposa
Nota: estos son algunos detallitos sobre la fiesta que yo me he inventado y que debo informarles para que comprendan mejor.
1-en las fiesta de disfraces solo las damas imitan algún elemento o ser de la naturaleza, mientras los caballeros solo visten elegantes galas llevando una mascara( las mujeres también usan mascara).
2-la mascara solo cubre los ojos
3-a la media noche todos los invitados se quitan las mascaras, y allí en realidad es donde empieza la celebración
después de encontrase con Legolas, Elen se dirigió a su estancia, pronto anochecería y debería ir donde su hermana, pero antes iría ha hacerle a ver a copoazul, quien hace poco había llegado, pues siempre le seguía por si le necesitaba
-hola mi fiel compañero –le susurro Elen a copoazul que se encontraba pastando en los alrededores de la casa, el caballo la miro, dejando salir un sonido de su hocico como saludo
-ven vamos a pasear-Elen se monto en su corcel y galopo largo, por el bosque dorado, al fin la noche llego y se dirigió presurosa en Copoazul a los palacios de los Galadrim, pues sin notarlo se había retrasado.
Cuando llego Airë la esperaba en una de las puertas secundarias del palacio, esta estaba lista para la celebración con un vestido rosa, adornado con pequeñas flores rojas que iban alrededor del escote que dejaba ver en parte sus voluptuosas formas y de su espalda, mientras unas mangas acampanadas cubrían sus brazos y en sus manos llevaba la mascara de pétalos de rosa, pues su disfraz trataba imitaba esa bella flor.
-Elen por fin llegas tu hermana té espera-dijo esto acercándose
-Lo siento es que me distraje-dijo Elen bajando de copoazul y dándole una cariñosa palmadita en el cuello lo despidió
-vamos, pero dime ¿ por qué aun cubres tu rostro no ves que ya no tienes que hacerlo?- dijo Airë mientras jalaba a su amiga de la mano hacia el castillo
-bueno mi hermana me ha pedido que lo haga hasta hoy-dijo Elen mientras sonreía
Las elfas caminaron por largos y hermosos pasillos, por donde elfos y elfas iban y venían terminando los últimos retoques de la fiesta, al fin llegaron a una puerta de color blanca, adornada con plata, entraron y allí estaba Galadriel con un vestido blanco como en su totalidad que resplandecía como la luna, de lo cual se había disfrazado la bella dama quien esperaba a su hermana Elen.
-por fin llegas hermana mía, vamos tienes que prepararte para la fiesta-dicho esto la dama blanca llamo a unas jóvenes elfas que condujeron a Elen a un baño cálido, entre pétalos de flores y perfumes primaverales, Elen se desvistió y tomo un baño placentero hasta que fue interrumpida por su hermana que la llamaba presurosa:
-Elen, ven ya todo esta listo-
Elen salió de la tina, se envolvió en un traje de seda y se dirigió donde su hermana que la esperaba con un vestido azul rey en las manos.
-ven Elen que pronto Celeborn mandara por nosotras.
Galadriel y Airë se esmeraron en preparar a Elen y cuando hubieron terminado el ultimo detalle, fueron llamadas a la presencia del señor Celeborn
-Espera Airë, quiere verme en el espejo-dijo Elen soltándose de la mano que la llevaba hacia la puerta
-no, no hay tiempo-dijo esto Galadriel tomando a su hermana por el brazo y llevándola fuera de la habitación
-no es justo-refunfuño Elen
-vamos hermanita estas........creo que no hay palabras-dio Galadriel sonriendo-ponte la mascara Elen y tu también Airë-añadió la dama blanca
Así lo hicieron las dos elfas, mientras Galadriel también lo hacia.
Las tres damas elficas salieron a os pasillos donde ya no había nadie, pues todos los sirvientes estaban atendiendo a los invitados, caminaron a paso rápido hasta llegar a una pequeña sala donde se encontraba Celeborn esperándolas
-que ha pasado mi amada Galadriel ¿por qué te has retrasado?-dijo Celeborn mientras tomaba la mano de Galadriel besándosela
-lo siento mi amado señor, pero es que estaba preparando a mi hermana-Galadriel dirigió su mirada a Elen señalándole que se acercara
-lo siento señor Celeborn, siento haber retrasado a mi hermana-exclamo Elen mientras hacia una reverencia
Celeborn la miro sorprendido, que bella era, si su corazón ya no perteneciera a otra , si no fuera el señor de aquel lugar, si no fuera el gran y sabio Celeborn, el se hubiera arrodillado a adorar la sublime belleza de la criatura que estaba frente a el, ni luthien la bella a quien el tuvo el placer de conocer lo deslumbro de esta manera, ni su amada Galadriel, ni Arwen, eran tan bellas ninguna de ellas podía comparársele ni un poco.
-que bella estas dama Elentari-dijo Celeborn mirándola con deleite-bueno debemos entrarlos invitados esperan-añadió
-bueno yo me retiro-dijo Airë haciendo una reverencia-entrare por la otra puerta
-yo también-añadió Elen
-esta bien mi amada hermana, pero quiero que estés cerca de mi, pues quiero presentarte a mis adorados ciudadanos-dijo la dama blanca sonriendo
Elen y Airë salieron al salón de la fiesta por una puerta cercana al lugar donde estarían Galadriel y Celeborn, en el salón habían gran cantidad de elfos que esperaban ansiosos el inicio del gran acontecimiento, los invitados cuales no notaron la llegada de las elfas pues en ese momento se anuncio la llegada de los señores del bosque dorado.
Galadriel y Celeborn bajaron tomados de la mano
-bienvenidos amados elfos y elfas del bosque dorado, es un placer recibirlos en nuestros palacios-exclamo Celeborn, para ser precedido por la dama blanca:
-como ya ustedes saben esta celebración es en honor a nuestros honorables huéspedes que se encuentran aquí a mi lado-dijo esto señalando a la compañía que se encontraba en el lado derecho de la dama Galadriel -y conjuntamente –continuo Galadriel-quiero presentarles a mi hermana Elentari-Galadriel miro a Elen indicándole que se adelantara, pues hasta el momento había estado escondida tras unas cortinas transparentes.
Todos miraron maravillados a la elfa que apareció ante sus ojos, elfos y elfas por igual dejaron salir una exclamación de asombro por sus bocas, que hermosa era, aun con aquella mascara podía verse la perfección de las facciones y la exquisita expresión de sus ojos.
Elen estaba vestida con un vestido azul rey llevaba enredada en su cintura y dorso una cinta dorada, no llevaba mangas y llevaba un escote que dejaba ver la belleza de ese busto tan perfecto y la límpida blancura de la espalda, el vestido se cruzaba en el pecho dándole un sencillo toque romántico, mientras unos guantes de color blanco que iban hasta los codos protegían las esbeltas manos, el cabello iba suelto, cubriendo como una cascada negra la espalda y varios cadejos iban enredados en finos hilos dorados, mientras una corona dorada con pequeños zafiros de dejaba ver delicadamente en los costados de las sienes, una mascara dorada le cubría sus azules ojos y unas alas de color dorado resplandecían a sus costados imitando aquellas mariposas que anuncian la llegada de la primavera, Elen estaba mas bella que nunca y todos los presentes lo comprobaban con sus propios ojos.
Galadriel al ver los rostros sorprendidos de sus súbditos y la compañía, en especial de cierto rubio elfo del bosque negro, se sonrió
-bueno queridos invitados que empiece la celebración
Una música alegre y dulce se escucho en el salón, y todos salieron del shock que la bella elfa les produjo, mas aun así las elfas miraban a Elen con recelo y elfos la miraban con amor, deseo o pasión.
Al fin los carruajes se detuvieron, todos se pusieron sus mascaras y al bajar pudieron ver claramente la magnificencia de aquel gran palacio, cientos de elfos y elfas con hermosos trajes entraban por unas puertas enormes, cuando la compañía estuvo adentro pudo ver la belleza de aquel lugar, el salón estaba iluminado por cientos de luces pequeñas de color plateado, que daban la sensación de que fuera una noche clara donde las estrellas y la luna llena derramaban su luminosidad por la tierra media, en varios lugares habían mesas vestidas de manteles blancos, adornadas con flores del mismo color y pequeñas lamparillas en forma de rosa iluminaba cada una de aquellas mesas, varios elfos y elfas vestidos con elegantes trajes verde pasto caminaban de un lado a otro ofreciendo a los invitados bebida y pasabocas, en el lugar aun no había música, solo el murmullo de los invitados.
La compañía recorrió todo el salón guiados por Haldir hasta llegar a la derecha de unas escaleras donde pronto se presentaría Celeborn y Galadriel.
Legolas miraba aun lado y a otro buscando a Elen pues ya debía de haber llegado y nada deseaba mas que abrazarle. Mientras el elfo buscaba con su mirada varias damas elfas que estaban cerca de él o que se acercaron al verlo, lo miraban seductoramente y le sonreían picaramente, mas el hermoso príncipe a ninguna presto la más mínima atención, pues sus pensamientos estaban puestos en encontrar a su amada.
De repente las luces se encendieron en su totalidad como si el sol hubiera llegado a la cima del cielo y los señores de Lorien se presentaron, anunciando el comienzo de la celebración, mas algo sorprendió a todos los presentes, cuando la dama Galadriel presento a su hermana Elentari, todos dejaron salir su asombro por medio de una exclamación, mas de todos los presentes nadie se sorprendió mas que Legolas.
Cuándo el nombre de su amada sonó en la voz de Galadriel, Legolas rápidamente miro hacia donde se acercaba una dama de infinita belleza, era la dama que el vio en aquel prado, y al ver que Galadriel la señalaba como su hermana su corazón se paralizo, que bella era aquella elfa, pero aquella que sus ojos veían era Elen, su amada Elen, los ojos de Legolas miraban aquella elfa sorprendido, que piel mas limpia y reluciente, que boca mas carnosa y dulce, que cabello mas hermoso, que bella criatura, que magnificencia, que divina belleza, la boca de Legolas se abrió sin el poderlo contener, ¿entonces no había soñado? Entonces ese ser que no podría existir existe, que perfección que exquisitas formas, que elegancia, que dulzura, que sensualidad; Legolas seguía mirando a Elen sumido en un sueño, sin saber que mas pasaba a su alrededor, nada mas le importaba en ese momento, solo observar a aquella que se le había robado el alma y el corazón y que ahora robaba toda su mirada y su atención.
Las luces volvieron a apagarse y el salón quedo sumido nuevamente en la luz estelar de los farolillos, la música comenzó a sonar, y todos se retiraron a las mesitas, mientras varias parejas bailaban al son de la música, pero Legolas seguía allí, como si hubiera visto el paraíso, miles de preguntas llegaron a su corazón ¿acaso ella no se había desf....?No, no era así, allí estaba ella más bella que cualquier persona o cosa en todo el universo, allí estaba frente a él mirándole con unos ojos que brillaban aun entre la mascara, aquella que se acercaba a él era su Elen, aquella a quien amaba.
Toda la compañía se dirigió a distintos lugares Ciryatan se fue en busca de su hermano junto con Haldir, mientras Lesla coqueteaba con varios elfos, dejando a Boromir con Gimli, por su parte Legolas no movió ni un dedo.
Elen se acerco a Legolas con lentitud, hasta quedar justamente frente a él para luego sonreírle, Legolas se sintió desfallecer al ver aquella boca moverse agraciadamente en un gesto de alegría, estaba sumido en el hechizo de los felinos movimientos de la elfa hasta que una voz melodiosa que Elen había sabido ocultar muy bien, resonó en sus sentidos sacándolo del trance:
-como he deseado verte mi hermoso príncipe
-Elen.................porque me mentiste-balbuceo Legolas mirándola fijamente
-eso es lo que debes perdonarme amado mío, solo era un juego para saber que tanto te importaba la belleza material-dijo Elen inclinando la cabeza.
-entiendo mi bella Elen, pero no era necesario, yo te amo sin importar como sea tu rostro o tu cuerpo, te amo, te amo-dijo Legolas levantándole el rostro suavemente por la barbilla, y reteniendo las enormes ganas de abrazarle.
Legolas y Elen comenzaron a bailar cuando faltaba solo una hora para la media noche, en ese tiempo ambos se abrazaron y se profesaron su amor, mientras una de las manos de el elfo jugueteaban suavemente con el cabello de ella y su otra mano la aferraba por la cintura,ella mantenía su cabeza recostada en el pecho de su hermoso amado y sus manos se aferraban con dulzura de el cuello varonil, así pasaron esos momentos hasta que la música se detuvo y los señores de Lorien dieron la orden de despojarse de las mascaras, Legolas tomo a Elen de una mano
-ven Elen –dijo Legolas guiándola fuera de la multitud que hasta ahora los había protegido de miradas indiscretas.
Elen lo siguió por un pasillo y luego por unas escaleras, hasta llegar a un balcón no muy retirado del lugar de la celebración, pero si lo suficiente como para no ser descubiertos, el balcón daba a un jardín de hermosas flores multicolores de donde venían entre la brisa fragancias dulces, la luna iluminaba en el cielo reflejándose en los seres que se descubrían ante su pálida luz haciéndolos ver como criaturas fuera de lo terrenal.
Legolas abrazo a Elen con fuerza, como había deseado estar así con ella, lentamente se quito la mascara que llevaba sobre su rostro, para luego con delicadeza despojar de lo mismo a la bellísima elfa que le miraba dulcemente, por fin Legolas pudo ver en todo su esplendor el bello rostro de la mariposa que había dejado caer sus alas en el camino hacia el lugar donde se hallaban, eran unos ojos azules, mas hermosos que el mar, mas hermosos que el cielo, llenos de un fuego sobrenatural, que daban paz a quien los miraba, Legolas tomo entre sus manos el rostro pálido le Elen, luego una de sus manos se deslizo por su mejilla hasta llegar a la boca, donde con un dedo delineo suavemente aquellos labios rozados como la rosas jóvenes,el elfo no pudo contener mas su deseo y beso a la elfa con amor, con dulzura, con pasión y sus manos se confundían en le cabello de la elfa, en la piel blanca, en la esbelta cintura.
Toco tu boca,
Con un dedo toco el borde de tu boca,
Voy dibujándola como si saliera de mi mano,
Me miras, de cerca me miras,
Cada vez mas cerca,
Hasta que mi corazón no soporta mas
El deseo de querer besarte,
Mis labios se funden con los tuyos
En un beso puro, lleno de amor y deseo.
Mis manos buscan hundirse en tu pelo,
Acariciar lentamente la profundidad de tu cabello,
Mientras nuestras bocas se besan
como si tuviéramos la boca llena de un dulce néctar,
como si tuviéramos las bocas llenas del mismísimo amor.
Elen se quedo quieta mientras Legolas le miraba con ternura sus manos se deslizaban por su rostro y sus ojos no dejaban de mirarse, al fin Legolas le beso con una gran ternura y Elen le correspondió dándole paso a su dulce boca, y llevando su lengua hacia él en una danza de desenfrenado amor, atrayendo su cuerpo hacia ella y rodeando con sus brazos el cuello de aquel que le besa con locura.
Bésame con tu boca de seda,
Bésame con esa boca que tanto deseo,
Lléname con tus cálidos labios,
Acaríciame con esas manos que tanto amo,
Bésame, una y otra vez,
Por que estos labios son solo tuyos,
Mi amado,
Abrázame con fuerza,
Abrázame,
Te amo,
Te amo.
Ambos seres se confundieron en un apasionado abrazo, sus bocas se consumían mutuamente en un compartir de miel y néctar, en un compartir de amor. Después de aquel beso que era el primero de muchos otros que vendrían Elen y Legolas se abrazaron
-Té amo-la voz de Legolas estaba llena de felicidad, de amor, de primavera.
Elen le miro con esos ojos llenos de fuego, de un fuego cálido y limpio
- yo también te amo Legolas-y diciendo esto Elen se aferró a su amado.
Allí estaban esos dos seres que abrazados bajo la luz de la luna eran solo uno, un solo corazón, un solo suspiro, un solo amor.
